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K a c e n e s f u e r z o s s i n c e r o s e n n o m b r e de l a v e r d a d e r a c i v i l i z a c i ó n p a r a d e s t r u i r l o s p r o d u c t o s d e
• te, p e r o c o n p o c o é x i t o . Se p r e t e n d e q u e el m i s m o C r i s t i a n i s m o s e o p o n e a l o s p r o é r e s o s ¿ e l a
P a z . V e r el a r t í c u l o s o b r e este a s u n t o . /
Precio: 3 0 céntimos.
«Amadores de sí mismos, avaros» dice en qué consistirán los peligros de esos tiempos
Encabeza la lista diciendo que los h o m b r e s serán
"amadores de sí mismos, avaros." Asi c o m o lo in-
p o r A . o. Tait dica el q u i n t o capítulo del libro del apóstol Santia-
go, este pasaje añade su testimonio acerca de lo qne
E n diferentes ocasiones, especialmente al estudiar el amor al dinero iba a causar en los postreros días;
lo referente a la crisis económica, se ha citado en y debe notarse que el pasaje especifica claramente
estas c o l u m n a s el q u i n t o capítulo del apóstol San- que esas cosas h a b í a n de acontecer "en los postreros
tiago, y se h a n hecho n o t a r las amonestaciones so- d í a s " . N o sólo los h o m b r e s son ahora amadores de
lemnes que dirige a los ricos que, según el texto, sí mismos y amadores del dinero, o avaros, sino
se h a n hecho tesoros para los postreros días. Este que también son "vanagloriosos" y "soberbios •
capítulo debiera ser estudiado con frecuencia p e r N u n c a h u b o época que se destacara t a n t o por su
aquellos que se sienten perplejos ante la situación altivez jactanciosa como ésta en la cual vivimos-
actual. A l g u n o s h o m b r e s , c o m p a r a t i v a m e n t e pocos, Sentimos orgullo por nuestras h a z a ñ a s científicas,
h a n a c u m u l a d o la m a y o r parte de las riquezas del por nuestros grandes edificios, y p o r nuestros des-
m u n d o . E s t o en sí es algo m u y notable, pero es aún collantes proyectos de ingeniería. S o m o s tan vana-
m á s impresionante c u a n d o consideramos el cuadro gloriosos, soberbios y arrogantes p o r causa de nues-
v i v i d o que nuestro D i o s t r a z ó del a s u n t o en su P a - tro éxito, que n o alcanzamos a n o t a r cuan triste-
labra hace dieciocho siglos. O t r o cuadro m u y im- mente n o s faltan las características que dignifica-,
presionante de las condiciones de los ú l t i m o s días rían la vida.
nos es presentado p o r el apóstol P a b l o en su segun-
da carta a T i m o t e o : El pasaje continúa h a b l a n d o de los "detracto-
res". H o y , cada parte del m u n d o está c a l u m n i a n d o
" E s t o t a m b i é n sepas, que en los postreros días a las demás. Cada u n a está t r a t a n d o de echar a otra
v e n d r á n tiempos peligrosos: que h a b r á h o m b r e s la culpa de las dificultades p o r las cuales estamos
amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, so- pasando. Luego, notemos cómo el pasaje habla de
berbios, detractores, desobedientes a los padres, in- la desobediencia a los padres. U n a de las cosas más
gratos, sin santidad, sin afecto, desleales, calumnia- notables de esta época es la manera en que los hijos
dores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo se h a n separado de sus hogares, y con pocas excep-
bueno, traidores, arrebatados, h i n c h a d o s , a m a d o - ciones, quieren gobernarse completamente p o r su
res de los deleites más que de D i o s ; teniendo apa- cuenta. Se escriben artículos en los diarios al res-
riencia de piedad, m a s h a b i e n d o negado la eficacia pecto, el a s u n t o se discute en m u c h o s libros; y es
de ella: y a éstos evita... M a s los malos h o m b r e s y u n o de los males específicos de la época.
los engañadores irán de m a l en peor, e n g a ñ a n d o y Luego, h a b l a de cuan " i n g r a t o s " y "sin santi-
siendo engañados. E m p e r o , persiste tú en lo que has d a d " serían los componentes de esta generación; y-
a p r e n d i d o y te persuadiste, sabiendo de quién has además, n o s dice que son "sin afecto". A la verdad,
a p r e n d i d o ; y que desde la niñez has sabido las Sa- se pueden encontrar todavía ejemplos del hermoso
gradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio afecto que debe caracterizar el corazón h u m a n o .
para la salud p o r la fe que es en Cristo Jesús. T o d a P e r o en la lucha p o r el dinero y los puestos, los
Escritura es inspirada d i v i n a m e n t e y útil para ense- ricos n o tienen afecto por las vastísimas m u c h e d u m -
ñar, para redargüir, para corregir, para instituir en bres que están sufriendo mientras ellos disfrutan de
justicia, para que el h o m b r e de D i o s sea perfecto, lujos.
enteramente i n s t r u i d o para toda buena o b r a . " " R e -
quiero y o , pues, delante de D i o s , y del Señor J e - Luego, n o sólo estos ú l t i m o s días iban a ser ca-
sucristo, que h a de j u z g a r a los vivos y los m u e r t o s racterizados por h o m b r e s "desleales" y "calumnia-
en su manifestación y en su reino, que prediques la d o r e s " , sino que serían "destemplados, crueles, a b o -
p a l a b r a ; que instes a t i e m p o y fuera de t i e m p o ; re- rrecedores de lo b u e n o " . Además, iba a haber "trai-
darguye, reprende, e x h o r t a con t o d a paciencia y dores, arrebatados, hinchados, amadores de los de-
doctrina. P o r q u e vendrá t i e m p o c u a n d o n o sufri- leites m á s que de D i o s " ; y, además, i b a n a tener
rán la sana d o c t r i n a ; antes teniendo comezón de oír, "apariencia de p i e d a d " , a u n q u e en su vida nieguen
se a m o n t o n a r á n maestros conforme a sus concu- la eficacia de ella. La ferocidad de nuestra época es
piscencias, y a p a r t a r á n de la verdad el oído, y se u n o de los hechos descollantes de ella. Los que p r o -
volverán a las fábulas." (2 T i m o t e o 3 : 1 - 1 7 ; fesan seguir a Dios, y, sin embargo, n o representan
4:1-4.) de n i n g u n a manera la vida que Jesucristo vivió, se
cuentan en vastas m u c h e d u m b r e s .
E n estos tiempos debemos reflexionar en lo que T e n g a m o s presente este pasaje de la Escritura
la Biblia dice. Satanás, p o r medio de h o m b r e s per- con toda su claridad, y n o nos olvidemos de obser-
versos, ha t r a t a d o de desacreditar las p a l a b r a s de var la amonestación final del apóstol, de que la pa-
D i o s . H a t r a t a d o de hacer aparecer que estas pala- labra debe ser predicada. L o s h o m b r e s h a n de reco-
bras n o eran fidedignas. P e r o h a g á m o n o s esta pre- nocer el valor de la P a l a b r a de D i o s y volverse a
g u n t a : ¿ N o describen las palabras arriba citadas, ella en estos t i e m p o s t o r m e n t o s o s , p o r q u e es u n
de la manera más clara y sorprendente, las condi- seguro refugio. Ella sola p r o p o r c i o n a u n f u n d a -
ciones que existen actualmente? P r i m e r o , el apóstol m e n t o seguro e infalible para la esperanza y la
ve que t e n d r e m o s "tiempos peligrosos". Luego, nos confianza.
PÁGINA DOS
Redactor:
^- GERBER PRECIOS
^Es C r i s t o enemiéo
de l a P a z ?
por R o b e r t o Gerber
PÁGINA TRES
establecer y mantener la p a z entre los pueblos. Pero en o t r o sentido ha m e t i d o Cristo u n a espa-
T a l había de ser la misión de Cristo. Al profe- da en el m u n d o . L a religión de C r i s t o constituye
t i z a r el profeta Isaías su venida, le l l a m a b a el P r í n - desde luego u n conflicto grande. Es el conflicto de
cipe de p a z (Isaías 9 : 6 ) . Y cuando nació en Belén, los siglos entre el bien y el mal. C a d a discípulo de
el mensaje p r o c l a m a d o p o r los ángeles a los pas- Cristo ha de "ser u n soldado e m p e ñ a d o en esta lucha
tores fué: "Gloria en las alturas, y en la tierra, titánica contra el mal. Su arma es la P a l a b r a de
p a z , buena v o l u n t a d para con los h o m b r e s " (Lu- D i o s , que San P a b l o llama la espada del Espíritu.
cas 2 : 1 4 ) . E n esta lucha Cristo salió vencedor y con su ayuda
U n o de los ú l t i m o s mensajes de Cristo a sus dis- sus discípulos pueden también vencer t o d o pecado.
cípulos fué el siguiente: "La p a z os dejo, mi p a z os Pero en el sentido en que m u c h o s lo dicen y 1^
d o y " ( J u a n . 1 4 : 2 7 ) . Y t a m b i é n : "Estas cosas os escriben, C r i s t o y su evangelio n o son enemigos de
he h a b l a d o , para que en m í tengáis p a z " ( J u a n la p a z entre los pueblos. M u y al contrario, porque
1 6 : 3 3 ) . Y en su t r a t o diario con ellos procuraba si los h o m b r e s siguiesen los principios de a m o r al
siempre que reinase u n a atmósfera de p r o f u n d a p a z p r ó j i m o del Evangelio, h a b r í a plena p a z en las fa-
entre t o d o s . " T e n e d p a z los u n o s con los o t r o s " es milias, en los p u e b l o s y en el m u n d o entero.
u n a de sus exhortaciones (Marcos 9 : 5 0 ) . H a y o t r o p u n t o que n o h a y que dejar de consi-
entonces estas palabras de C r i s t o : N o penséis que derar. Es preciso reconocer que m u c h a s veces en el
Sin embargo, el lector d i r á : " ¿ C ó m o se explican transcurso de los siglos y en la ú l t i m a guerra, las
he venido para meter p a z en la tierra: n o he venido naciones que se l l a m a n cristianas h a n mezclado el
para meter p a z , sino espada?" ( M a t e o 1 0 : 3 4 ) . n o m b r e de D i o s con su empresa guerrera. Sacerdo-
Estas palabras se explican m u y fácilmente. C u a n - tes católicos y ministros protestantes h a n acompa-
d o Cristo estaba en Palestina, su doctrina de paz, ñ a d o a los ejércitos con sus bendiciones y h a n pe-
de a m o r al p r ó j i m o era p r o f u n d a m e n t e revolucio- dido a D i o s la victoria para los ejércitos de su país-
naria. E n c o n t r ó m u c h o a n t a g o n i s m o por parte de Desde las iglesias, a n i m a r o n a la j u v e n t u d a acudir
las autoridades y del clero. Bien sabemos que aca- en defensa de su patria. P r e s t a r o n , pues, su apoyo
b a r o n p o r clavar a Cristo sobre la cruz del Calva- a esta satánica empresa de la guerra.
rio. O b r a r o n así p o r q u e estas doctrinas de C r i s t o se N o s p e r m i t i m o s decir que al obrar así dejaban de
o p o n í a n al egoísmo de los h o m b r e s , les revelaba sus ser representantes de Cristo, p o r q u e su actuación era
imperfecciones. Y en vez de renunciar a sus costum- contraria a los principios del Evangelio. A n t o n i o
bres pecaminosas y aceptar las n o r m a s del E v a n g e - Z o z a y a reconocía en el artículo ya m e n c i o n a d o que
lio, la m a y o r í a de los h o m b r e s decían: Q u i t e m o s de los sucesores de C r i s t o alteraron su doctrina en lo
nuestro medio a estos cristianos. Y así los h a n ido que tenía de piadosa y h u m a n i t a r i a . E s t o es cierto.
m a t a n d o a millares en las persecuciones que afli- El Cristianismo de la m a y o r í a es h o y apóstata. Ha
gieron a los cristianos en el transcurso de los siglos. dejado las enseñanzas de Cristo, y sus ministros ya
C o n o c i e n d o , pues. Cristo el corazón h u m a n o , vio n o representan el M a e s t r o . Y si prestan su a p o y o a
de a n t e m a n o que su doctrina de p a z y de a m o r al la guerra es precisamente p o r q u e se h a n a p a r t a d o de
p r ó j i m o encontraría resistencia p o r parte de los las sublimes doctrinas de Cristo. P o r q u e los verda-
h o m b r e s y que esto provocaría guerras sangrientas. deros discípulos de C r i s t o — y los h a y todavía en e\
P e r o Cristo n o t u v o la culpa ele ello ni t a m p o c o m u n d o — n o tienen n i n g u n a participación ni de cer-
sus fieles discípulos, sino sus adversarios al n o que- ca ni de lejos en el negocio de la guerra. Conclui-
rer recibir sus enseñanzas. A d e m á s , p o r negarse los mos, pues, a f i r m a n d o que Cristo y el verdadero
h o m b r e s a recibir el evangelio, conservan en sus co- C r i s t i a n i s m o n o son enemigos de la P a z , sino más
razones sus egoísmos, envidias, recelos, y se m a n - bien los medios dé establecer la verdadera p a z ei^
tienen así los conflictos entre los pueblos. los espíritus, los hogares y los pueblos.
Si la Humanidad
adoptara l o s princi-
pios de C r i s t o se p o -
drían destruir todas
las m u n i c i o n e s por-
c[ue y a n o habría
guerras.
PÁGINA CUATRO
— ¿ Y después, qué?^—inquirió el amigo, sin v a -
^ Y después, q[ué ? riar de entonación.
por M a t i l d e de A n d r o s s El joven n o replicó. La inquietud que reflejaban
Al sacar, cierta m a ñ a n a , m i correspondencia del sus ojos demostraba claramente que la flecha de esa
buzón noté las palabras "Inversiones para ganar interrogación había d a d o en el blanco. M i n u t o s des-
dinero" en el extremo de u n sobre abierto. " O t r o pués de haberse ido el amigo de m a y o r edad, el j o -
anuncio", dije para mis adentros, y lo puse a u n ven recapacitó en lo sucedido. " ¿ Y después, q u é ? " ,
lado, con el fin de hojear las otras cartas. P o r ca- se p r e g u n t ó a sí m i s m o cuando se h a l l ó a solas en
sualidad, volví a mirar la mesita en que se encon- su habitación. E n ese m o m e n t o , gran n ú m e r o de
traba la correspondencia. E l anuncio aparecía en la cosas ofrecían u n aspecto enteramente d i s t i n t o . E n
parte de arriba y, casi inconscientemente, leí u n a el intervalo de esa corta entrevista consigo m i s m o
vez m á s : "Inversiones para ganar d i n e r o " . Las p a - meditó sobre la verdadera importancia de la vida.
labras se destacaban entre el m o n t ó n de cartas, exi- C o m o era u n m u c h a c h o que pensaba con calma en
giendo atención. Sobresalían t a n t o , que me pare- lo que el corazón le sugería, decidió que en la vida
cía verlas en t o d o lo que miraba. F i n a l m e n t e , me n o h a y inversión que sea verdaderamente p r o d u c -
hice esta p r e g u n t a : "Después de t c d o , ¿que ínteres tiva si n o hace provisión para el f u t u r o que nos es-
hay en invertir para ganar d i n e r o ? " . pera m á s allá del sepulcro.
Allí está el capitalista que h a convertido_ los cen- L o que he relatado sucedió hace m u c h o s años.
tavos en dólares, y que después h a multiplicado los H o y día, el joven de ese entonces echa u n a m i r a d a
dólares p o r m i l l o n e s ; allí está el h o m b r e de E s t a d o , retrospectiva hacia más de cincuenta años- emplea-
euyo n o m b r e es llevado p o r doquiera en alas de dos en el servicio p o r sus semejantes—en el servicio
lama y constituye el o r g u l l o de toda la nación. M u - cristiano p o r los demás. ¿Se h a b r á arrepentido de
chas personas creen que este r e n o m b r e y este dine- su decisión de aquel d í a ? — . Si vierais su rostro res-
ro forman el éxito. Sin e m b a r g o , cuan a m e n u d o los plandeciente sabríais que experimenta u n g o z o in-
nombres que h a n escalado los peldaños de la t a m a expresable p o r su inversión de la vida.
l la riqueza m i r a n , desde sus alturas, con ojos pre- ¿Qué ocurre con vosotros, estimados amigos?
r^ados de envidia, al i n d i v i d u o rodeado ele las co- ¿Invertís con afán de lucro? ¿Cuáles serán las a n o t a -
"^odidades estrictamente necesarias, que disfruta de ciones, en los libros de cuentas finales, de la inver-
"tía vida doméstica feliz y vive en medio de ami- sión que hacéis de vuestra vida, día tras día? A n a -
bos leales. M u c h a s veces la f o r t u n a y la fama solo lizad los a ñ o s de vuestra vida, que ya h a n pasado.
Clavan agudas espinas en la carne. El pretérito tiene algunas lecciones que enseñarnos.
. lales eran mis pensamientos sobre la gloria y ¿Recordáis haber corrido, llenos de ansiedad, tras
t'queza h u m a n a s . de alguna perspectiva brillante que el f u t u r o soste-
nía en sus m a n o s ? ¿ N o logró vuestro c o r a z ó n s u -
, t s t o me retrajo a m i p r e g u n t a original, e i g n o r o
perar la velocidad del t i e m p o hasta t a n t o pudisteis
como y p o r q u é recordé la experiencia de cierto j o -
alcanzar el p r e m i o anhelado? ¿ N o habéis c o m p r e n -
^^n- Estaba dispuesto a seguir lo que consideraba
d i d o después que ese p r e m i o era sólo u n espejismo,
el método m á s provechoso de invertir su vida.
u n a ilusión óptica? ¿ N o habéis sufrido u n a a m a r -
— B u e n o , J o r g e ; ¿a qué te vas a dedicar. le ga decepción? Así pensaba y o . Al recordar h o y las
preguntó
u n a m i g o de m a y o r edad, en cierta oca- cosas que reposan ya en el pasado silencioso, en el
sión en que discutían los p r o b l e m a s de nuestra exis- cual el p o l v o de la ambición, de la rivalidad y de la
tencia.
lucha se h a desvanecido, nos parece t o d o diferente,
. —^He decidido seguir u n curso de leyes—dijo el y podemos apreciar cuan miopes fuimos al correr
joven, rebosante de o r g u l l o y de satisfacción. tan presurosamente detrás de aquellos oropeles. Sí;
—-¿Y después, q u é ? — l e i n t e r r o g ó serenamente somos miopes p o r naturaleza, y sólo c u a n d o per-
el amigo.
m i t i m o s al G r a n C i r u j a n o que n o s coloque los es-
—;Haré c u a n t o me sea posible para llegar a ser pejuelos del cielo p o d e m o s ver m u c h o más allá e
'^l primer a b o g a d o de la república. invertir para ganar.
"~~¿Y después, qué?
— T r a t a r é de l o g r a r f o r t u n a ; viajar p o r el m u n -
•^o, y quizá ocupar u n a curul en la asamblea.
' ¿ Y después, qué? _
— S u p o n g o que contraeré m a t r i m o n i o . F o r m a r e
Un h o g a r feliz y tendré dinero en abundancia. Sea
Como fuere, procuraré destacarme en el m u n d o .
— ¿ Y después, q u é ? — l e p r e g u n t ó el amigo, en
el "^ismo
rnio— - t o n o calmoso.
Poco ~¿r ^''''^"es,
después, q u é ? — r e p i t i ó el mancebo, u n
temas ^ u amigo se dirigía, sin titubear, a
qué? '^"y^ .discusión n o le a g r a d a b a — . ¿Después,
-Volvió a decir, lentamente—. B u e n o ; su-
pongo que moriré a igual que el resto de l o s h o m -
PAGINA CINCO
E n s u conversación con
Cristo, Pilato le preguntó:
¿ Q u é cosa es verdad?
<QUt E S L A
V E R D A D ?
por Julio Minan
L a f e l i c i d a d c o n s i s t e en v i v i r la v i -
d a d e v e r d a d ; m e j o r d i c h o : L a felici-
d a d c o n s i s t e en v i v i r c a d a uno su
verdad. C o m o la Sociedad esculpió
una v e r d a d p a r a t o d o s , a u n o s les
p a r e c e demasiado p e q u e ñ a y a otros
d e s m e s u r a d a m e n t e h o l g a d a . L a más
perniciosa manía del hombre es legis-
lar. L e g i s l a r no e s m á s q u e p e r j u d i -
c a r la V E R D A D .
ALMAFUERTE.
PÁGINA SEIS
U n a bi^°' arranca poco a poco las entrañas, que hay en u l t r a t u m b a , y en el temor de lo desco-
ahogar !i ^^"'^ desilusionados trata de nocido, recurrimos a los credos religiosos en pes-
sociedL^'^ desesperación en las pasiones que nuestra quisa de la Verdad. E n el m u n d o religioso reina la
ren so¿ ' " i ' ' ' ' ^ ' ^ m a y o r í a , mue- más crasa ignorancia respecto a la teología y doc-
cavado " galerías que ellos mismos h a n trina de la Biblia. La confusión cerca las masas y
tinieblas espirituales enturbian el poco conocimiento
La ciencia h a hecho inventos que p o d e m o s cali- religioso de los pueblos. " P o r q u e he a q u í que tinie-
ficar de maravillas. V e r d a d e r o s milagros vemos en blas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos
el campo de la electricidad, y entre ellos destaca, Esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y
como la espuma sobre las olas, la televisión. Sabien- a n d a m o s en oscuridad." (Isa. 6 0 : 2 ; 5 9 : 9 . )
do que la ciencia n o h a llegado t o d a v í a a la playa U n viernes p o r la m a ñ a n a , hace mil novecientos
de lo imposible, n o n o s será difícil idear u n in- años, en el pequeño reino de J u d e a , el palacio del
vento p o r t e n t o s o : u n a verdadera salvaguardia de la representante de Rjoma presenció u n a escena me-
humanidad. I m a g i n e m o s u n a nueva m á q u i n a fo- morable. El pusilánime P i l a t o se enfrentó por pri-
tográfica que retrate el pensamiento y permita ver mera y ú l t i m a vez con el U n i g é n i t o de D i o s , y des-
solamente la uerdací en t o d o s sus aspectos. ¿ C u a n t a s pués de preguntarle sobre Su misión, le h i z o la sa-
artimañas, c u á n t o o d i o m a l contenido, c u á n t o egois- cramental p r e g u n t a : "¿Quid est veritas?". Poncio
nio y vergüenza nos revelaría tal m á q u i n a ? T r a n s - P i l a t o , a u n q u e algunos le dicen natural de la p r o -
portémonos con esta m á q u i n a al c a m p o internacio- vincia de León, era ciudadano r o m a n o y represen-
'^al, y ¿qué se descubrirían las naciones m u t u a - tante de R o m a ; como tal, le convenía hacer la pre-
niente? T o d o s los ataques epilépticos de la fiebre g u n t a en latín tal cual la escribimos. Jesús podría
armamentista, la ambiciosa guerra de tarifas adua- haberle contestado con las m i s m a s letras: "Est V i r
neras, los m o n t o n e s de pape/es a los q u e p o m p o - qui adest" {el hombre que tiene delante) ; pero pre-
samente l l a m a n Tratados, y el repetido fracaso de firió n o contestarle, u n a vez que P i l a t o n o deseaba
las conferencias del desarme, serían libros abiertos conocer qué es la verdad.
que les revelarían o d i o felino y egoísmo desmedido.
La pregunta que P i l a t o h i z o a Jesús hace mil
Nuestro hipotético i n v e n t o h a r í a imposible cual-
novecientos años es la misma que millones se hacen
quier convenio i n d i g n o . Esa m á q u i n a provocaría
h o y y, como él, n o esperan la respuesta. L a h u m a -
^na de dos cosas: o la concordia entre las nacio-
nidad h a p e r d i d o casi p o r completo el n o r t e en la
ries, o, al ver éstas s u hipocresía descubierta, h a r í a n
ruta verdadera y segura, y en el laberinto religioso
saltar oi
tar el • -
m u n d o hecho pedazos. busca ansiosamente u n a directriz fiel para su vida.
Nc Jesús, h a b l a n d o con Sus contemporáneos, les d i j o :
nos queda d u d a que este imaginario i n v e n t o
^eria u n a salvaguardia contra t o d o engaño, b s cierto "Si vosotros permaneciereis en M i palabra..., cono-
que nos revelaría las m á s h e d i o n d a s m a n c h a s dei ceréis la verdad y la verdad os libertará" (Juan
carácter h u m a n o , pero al m i s m o t i e m p o nos p o n - 8 : 3 1 , 3 2 ) . Estas palabras nos p r u e b a n que n o es
dría en guardia contra lo falso y egoísta. ¿Que ve- el p r o p ó s i t o de D i o s que Sus hijos c o n t i n ú e n en
n a m o s en los que en mítines n o s piden nuestros esa Babel religiosa y n i n g ú n h o m b r e puede culparle
^°tos? ¿Qué veríamos en los que con falsa modestia de la existencia de tan grande confusión, pues ella es
se dicen nuestros proveedores? ¿ Q u é v e n a m o s , en el resultado de la credulidad perezosa de las gentes
"ri, en nuestros amigos y en la sociedad que nos que aceptan cualquier p a t r a ñ a sin investigación.
rodea? ¡ A h ! Si d a d o n o s fuera conocer la verdad.en N u e s t r o D i o s desea que investiguemos; así c o m o
todos los r a m o s del vivir h u m a n o , ¡cuántos tor- el m i n e r o que revuelve escombros para encontrar los
mentos nos evitaríamos!... preciosos minerales, así Él desea que h a g a m o s , re-
m o v i e n d o nuestros prejuicios para buscar en t o d a
esa confusión la única verdad que existe.
LA VERDAD RELIGIOSA
E n la vida práctica tenemos ejemplos que p o d e -
m o s aplicar a la vida religiosa. E n el c a m p o o en u n
c a m i n o oscuro y desconocido u s a m o s u n a l á m p a r a
para a l u m b r a r n o s y salvar los obstáculos. P u e s
dade V ^^^^ esta la verdad; m i iglesia es la fer- bien; D i o s n o s h a d a d o esa l á m p a r a p a r a que co-
de • T a n t a s variedades de sectas religiosas, lejos nozcamos con verdad el c a m i n o religioso. Esa l á m -
Una v^^^^ verdad, la hacen t a n t o m á s brillante para, ese verdadero faro para el " m i n e r o " p e r d i d o
fusió ^^^""^or^^trada. E s cierto que esta enorme con- en esta " m i n a " inmensa que se llama m u n d o , es la
tó q " , " difícil el h a l l a z g o , pero t a m b i é n es cier- Santa Biblia. D a v i d la l l a m a : " L á m p a r a para sus
varia ^ ^^fd<ad n o puede estar en la m u l t i t u d de pies y l u m b r e r a a su c a m i n o " (Salm. 1 1 9 : 1 0 5 ) .
cambill^ religiosas. La verdad es una, y no admite
Lector a m a d o , la verdad n o está en esta o en
aquella secta religiosa, ni a u n en esta o aquella
term' ^ ° " ^ ^ r e está lejos de ser u n b r u t o cuya vida iglesia. La verdad completa, absoluta, con t o d a s las
trioral"^- sepulcro. E l h o m b r e es u n a criatura probabilidades de éxito, es el hombre que las Escri-
el '.inteligente y, p o r t a n t o , responsable; éste es turas te ponen delante. Jesús es "la verdad, el camino
otivo de la ansiedad universal p o r conocer lo y la vida".
PÁGINA SIETE
Satanás entrando en
el jardín de E d é n pa-
ra introducir el peca-
do en este m u n d o .
E l Kombres ante/ y
después del pecado
por José Boix
PÁGINA OCHO
"Mientras q u e d a b a n fieles a D i o s , A d á n y su ba desnudo, y escondime" (Gen. 3:9, 1 0 ) . ¡Cuan
compañera debían tener el gobierno sobre la tie- desgraciado debió de sentirse después de haber pe-
rra. La soberanía ilimitada sobre t o d o s los seres cado! Pero había s e m b r a d o para su carne, y de su
vivientes les fué dada. E l león y el cordero j u g a b a n carne empezó a segar u n a a b u n d a n t e cosecha de
pacíficamente alrededor de ellos, o se p o n í a n j u n t o s "corrupción" (Gal. 6 : 8 ) . C o m o el negro n o puede
a sus pies. L o s pajaritos revoloteaban contentos y cambiar su pellejo n i el "leopardo sus m a n c h a s "
sin miedo cerca de ellos, y c u a n d o se a l z a b a n sus (Jer. 1 3 : 2 3 ) , así él n o p u d o reparar la gravedad de
alegres cantos en a l a b a n z a del Creador, A d á n y E v a su falta, que a r r u i n ó su carácter. H a b l a n d o figura-
se unían con ellos para la gloria del P a d r e y del tivamente, el campo de su corazón, q u e d ó conver-
Hijo." Sin embargo, el h o m b r e n o salió victo- t i d o en u n campo lleno de ortigas y zarzas. Sus fa-
rioso de la prueba, perdió de vista la gloriosa sobe- cultades intelectuales, morales y físicas q u e d a r o n
ranía de su Creador a quien debía obedecer, sabien- afectadas de tal manera, que "desde la p l a n t a del
do que la obediencia a la ley de D i o s era la única pie hasta la cabeza—añade u n profeta;—no h a y en
garantía de su felicidad eterna y de su protección él cosa ilesa, sino herida, h i n c h a z ó n y p o d r i d a
contra los engaños de Satanás. P u s o en olvido, p o r llaga..." (Isa. 1:6). D e él. D i o s "esperaba juicio, y
'^uos momentos, q u e t o d o c u a n t o le rodeaba y p o - he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor" (Isa. 5 : 7 ) .
seía, se debía a la amorosa benevolencia de su Crea- P o r efecto del pecado, el h o m b r e , los animales,
^.or. y en lugar de manifestar y exteriorizar sus sen- las plantas, la N a t u r a l e z a toda, q u e d ó bajo el ne-
timientos de g r a t i t u d hacia su Benefactor, preste) gro palio de la muerte. " L a atmósfera, antes t a n
°idos a las ingeniosas y diabólicas insinuaciones del dulce y apacible, estaba sujeta ahora a cambios con-
enemigo, envolviéndose a sí m i s m o y a t o d a su p o s - siderables... Se m a r c h i t a r o n las flores y cayeron las
rendad en la m a y o r de t o d a s las desgracias: el p e - hojas, y A d á n y su compañera m i r a r o n estas p r i -
^"í^o, el cual, como dice San P a b l o , "entro en el meras señales de la decadencia con u n a tristeza m á s
mundo p o r u n h o m b r e ( A d á n ) , y p o r el pecado la p r o f u n d a que c u a n d o los h o m b r e s sepultan a sus
"^^erte, y la muerte asi pasó a todos los h o m b r e s , muertos. E n efecto, la muerte de la tierna flor fué
P^es que t o d o s pecaron" ( R o m . 5 : 1 2 ) . bastante m o t i v o para estar ellos afligidos: pero
c u a n d o los magníficos árboles dejaron caer sus h o -
DESPUÉS D E L PECADO jas, este triste aspecto les enseñó el hecho i n m u t a -
ble de que m o r i r es la suerte de t o d o lo viviente"
Al desobedecer a D i o s , A d á n y E v a q u e d a r o n (P. y Prof. pág. 49). A p r e n d i e r o n p o r p r o p i a y
cautivos del "dios de este s i g l o " , " c o m o siervos de triste experiencia que la m í n i m a desobediencia a la
corrupción. P o r q u e el que es de a l g u n o vencido, es ley de D i o s acarrea siempre u n m a r de perplejidades
[° está) sujeto a la s e r v i d u m b r e del que le venció y angustias. "Mas no corno el delito tal fué el don:
U Ped. 2 : 9 ) . Q u e d a r o n sujetos a u n a vida de d o - porque si por el delito de aquél no murieron los
'°res, penas, desengaños, y al "postrer enemigo , muchos, mucho más abundó la gracia de Dios a los
^ ^ e es la muerte. P o r su desobediencia temeraria, muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesu-
perdieron su libertad gloriosa c o m o h i j o s de D i o s ; cristo. Ni tampoco de la manera que por un peca-
perdieron "la p a z de D i o s , q u e sobrepuja t o d o do, así también el don: porque el juicio a la verdad
entendimiento" ; perdieron su justa soberanía s o - vino de un pecado para condenación, mas la gracia
bre los peces del m a r , y sobre las aves del cielo,_ y s o - vino de muchos delitos para justificación. Porque,
°re las bestias, y sobre t o d a la tierra" ; es decir, so- SI por un delito reinó la muerte por uno, mucho
°re toda criatura viviente de o r d e n inferior; per- más reinarán en vida por un Jesucristo los que re-
dieron, igualmente, la alegre y dulce c o m u n i ó n con ciben la abundancia de la gracia, y del don de la
Creador y con t o d o s los s a n t o s ángeles;_ perdie- justicia. Así que, de la manera que por un delito
'^•C'n su gloriosa m a n s i ó n edénica, su inocencia, g o z o vino la culpa a todos los hombres para condena-
y felicidad; perdieron el precioso d o n de la i n m o r - ción, así por una justicia vino la'gracia a todos los
talidad de q u e g o z a b a n condicionalmente, y, en fin, hombres para justificación_ de vida. Porque como
^e perdieron a sí m i s m o s y a t o d a la H u m a n i d a d , por la desobediencia de un hombre Ips muchos fue- ]
en ellos representada. P o r q u e p o r "la desobediencia ron constituidos pecadores, así por la obediencia de'
^e u n h o m b r e , los m u c h o s ( t o d o el género h u m a - uno los muchos serán constituidos justos" (Rom.-
íl^o) fueron constituidos pecadores". ¡ P o b r e A d á n . 5:15-19). I
Por su deslealtad para con su D i o s , q u e d ó reducido E l a m o r q u e D i o s encarece "para con n o s o t r o s " ,
a " u n cuitado, y miserable, y p o b r e , y ciego, y des- manifestado en el don de su H i j o , n o s abrió una
n u d o " ( A p c . 3 : 1 7 ) . L a santificadora presencia de puerta de salutífera y viva esperanza, que h a hecho
P a d r e celestial le llenaba de terrible e s p a n t o ; n o posible la restauración m o r a l y física del h o m b r e ,
la podía s o p o r t a r , y h u y ó precipitadamente, aver- la de la tierra, y la. "de t o d a s las cosas, q u e h a b l ó
g o n z a d o , a esconderse "entre los árboles del h u e r - D i o s p o r boca de sus santos p r o f e t a s " . Cristo dice
co" ; m a s D i o s , que le a m a b a "con a m o r e t e r n o " l e de sí m i s m o : " Y o soy la puerta: el que por Mí en-
llamó d i c i e n d o : " ¿ D ó n d e estás t ú ? Y él r e s p o n d i ó : trare, será salvo..." (Jn. 10:9).
Oí t u vez en el h u e r t o y tuve miedo, p o r q u e esta- ^ (Continuará.)
PÁGINA NUEVE
E l campamento de Israel al pie del M o n t e Sinai. A l l í recibió el Decálogo.
PÁGINA DIEZ
"Sin haber hecho casa contra P"^^^°:,7 MO perdió para ellos t o d o su significado. N o significa
tumbres de nuestros padres" ( f e c h o s ¿ o - ^ ^ más que el lunes o el jueves. E n cuanto al séptimo
E n Tesalónica, " P a b l o , c o m o accstumbraD ^ día, nunca pensaron en los derechos divinos que se
tro a ellos, y p o r tres sábados d i s p u t o con relacionan con él.
las Escrituras." (Hechos 17 •-2). ^ ¿ A éstos también habla ahora Dios. Necesitan las
E n C o r i n t o , en d o n d e San !° en la bendiciones del Sábado. N o pueden ignorar lo hecho
rante año y medio, se dice que el dispu bondadosamente por D i o s para suplir sus necesida-
sinagoga todos los sábados, y persuadía a 3 des físicas y espirituales. El cuerpo, como toda ma-
griegos". (Hechos 1 8 : 4 , 1 1 . ) quinaria, n o puede s o p o r t a r c o n t i n u o exceso de tra-
bajo sin graves consecuencias. Es peligroso también
m a t a r el alma de inanición. El Sábado es indispen-
^unca olvidado y nunca cambiado.
sable para llevar a cabo el perfecto desarrollo del
hombre.
E n t o d o el transcurso de los siglos h a h a b i d o
hombres temerosos de D i o s que conservaron el co- Los que comprenden h o y la v o l u n t a d de D i o s en
nocimiento del S á b a d o como dia de descanso, le- este asunto n o vacilarán en cumplirla. E n realidad,
vantando en alto la bandera de D i o s a pesar de t o - t o d o s aquellos que quieran ser los defensores de
aos los esfuerzos del enemigo para arrancarla de sus Dios querrán observar su s a n t o Sábado como su
manos. emblema de lealtad. El verdadero discípulo querrá
^ H c y , cuando se p o n e en tela de juicio la P a l a b r a siempre ser como su Maestro, y andar como El
de Dios y se niega a D i o s el poder creador, la obser- m a n d a . E l camino de la obediencia es el camino de
vancia del S á b a d o tiene u n significado especial y la bendición.
^^ñala a los defensores de la causa de D i o s en el
mundo.
do Nelo h a y n i n g ú n m a n d a t o en la Biblia
Bibl autorizan- El profeta bíblico dijo hace diecinueve siglos: "Se han
d,-, el^ cambio
" n ^ b i o del cdía de descanso del séptimo
sé a otro airado las naciones." (Apoc. 11:18.) Esto tiene hoy un
la de la semana. , , 1. cumplimiento extraordinario. No solamente en el lejano
El Sábado original, que empezó a la puesta del Oriente están desatados los vientos de la guerra, destru-
del sexto dia de la primera semana de la histo- yéndose allí mutuamente dos naciones de la misma raza
'l^ de este m u n d o , y t e r m i n ó a la puesta del sol el amarilla, sino que también existen conflictos entre nacio-
séptimo día de dicha semana, h a sido el verdadero nes hermanas en Sudamérica. Además, hay sangrientos en-
^f.hado de descanso de D i o s al través de los siglos, cuentros entre diferentes bandos políticos en Alemania y
r^'ngún otro día puede t o m a r su lugar. F u e el Sa- otras naciones. Verdaderamente los pueblos están airados y
j a d o de D i o s al principio. E s el S á b a d o de D i o s está llegando también el tiempo del cumplimiento de lo de-
TJ- Será su S á b a d o en su eterno reino (Isaías más de la misma profecía del citado profeta: "Y tu (de
^23).
Dios) ira es venida, y el tiempo de los muertos para que
•í-os que guardan el domingo. sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los
profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los
pequeños y a los grandes, y para que destruyas los que
daro^ n o quiere decir que t o d o s aquellos que guar-
destruyen la tierra." (Apoc. 11:18.)
canso / primer día de la semana como día de des-
bio , "j^ron p o r ello excluidos de las filas del pue-
mav ^ i°s. D e n i n g u n a manera. A l g u n o s de los
nejg santos de la historia o b r a r o n de esta ma-
cigj^'.'^o. conocían nada mejor. E n toda buena con-
r e y j ^ ^ Vivieron en t o d a la l u z que les había sido
e m b l ^ ' ^ hubieren aceptado gustosos el verdadero
esta ^° hubiesen conocido. P o d e m o s
acen^t ^^-^""^"^ qne u n D i o s de infinita misericordia
s p , . , • ^'•^ los m o t i v o s que i n s p i r a r o n sus vidas de
''•^vicio consagrado.
hlo E)ios, conforme a las palabras de San P a -
ign Atenas, h a " d i s i m u l a d o los tiempos de esta
btg°'^^ncia". El " a h o r a denuncia a todos los h o m -
c ü g ^ n t o d o s los lugares que se arrepientan: por
ga o ha establecido u n día en el cual ha de j u z -
cig' ^ ^ . n i u n d o " . (Hechos 1 7 : 3 0 , 3 1 ) . La i g n o r a n -
ha T ^ r u n a excusa c u a n d o el conocimiento
" t o m a d o su lugar.
PÁGINA ONCE
L o / resfriados. C ó m o
prevenirlo/ y curarlo/
PÁGINA DOCE
la1 sangre de las impurezas que contiene, y así abre-
viarán la duración de u n resinado. -No ^^fer- L a crisis económica actual
ayunar por más tiempo que u n ^la- P
mo, si tiene la costumbre de comer m u c h o , « n ^ ^ _ El Sr. Francisco N i t t i , ex presidente del Consejo
que comer con moderación hasta la ^°"ipiei de Ministros de Italia, escribió recientemente u n ar-
ción del resfriado. Las inhalaciones de aceite tículo interesante sobre la actual crisis económica.
eucalipto serán m u y útiles. D u r a n t e o d a j a ü Empieza su artículo con estas palabras:
ción del resfriado, tres o cuatro envolturas del p " U n a estadística publicada recientemente en Ber-
cho, hechos p o r la noche al acostarse, s o n exce lín nos revela que se h a n propuesto 2 5 . 0 0 0 solucio-
lentes. nes a la crisis m u n d i a l . "
El Sr. N i t t i reconoce que a pesar de estas muchas
La gripe. soluciones propuestas, n o se ha resuelto nada hasta
la fecha. Esto es cierto, porque la crisis h a empeora-
Se reconoce la gripe por el hecho de que el en- do, en vez de mejorar, y hay ahora probablemente
fermo tiene fiebre, pierde el apetito, siente dolores más obreros parados en el m u n d o entero que antes.
en los miembros y en t o d o el cuerpo; su garganta D e b i d o a esta crisis, todos deberían hacer u n es-
puede estar inflamada. El tratamiento es el mismo fuerzo serio y perseverante para disminuir sus gastos
que para u n resfriado común, pero debe ser mas y volver a las costumbres de vida sencilla de antes de
enérgico. Mientras se d a n al enfermo tratamientos los años de prosperidad que ha habido después de la
^ue le hagan sudar, como envolturas calientes re- guerra. Pero parece que nadie quiere hacer esto. El
petidas de la espalda y el pecho, conviene aplicar so- m u n d o se ha acostumbrado a cierto lujo y n o quiere
bre la cabeza y el cuello compresas frías, y el enter- renunciar a sus comodidades. Sin embargo, es más
ólo debe beber varios vasos de limonada caliente. que seguro que mientras no estemos dispuestos a
El sudar bien es b u e n o en la lucha contra la gnpe. hacer sacrificios y a contentarnos con lo estrictamente
Después del t r a t a m i e n t o caliente, el enfermo debe necesario a la vida, n o terminará la crisis.
ponerse en cama. L a s compresas frías aplicadas so- Los gobiernos en sus presupuestos deberían dar
'^.re la cabeza y en el cuello disminuyen la conges- el ejemplo en las reducciones de gastos para ayudar
^^on de la garganta, y evitan el que el tratamiento a resolver la crisis. Desgraciadamente, tampoco pa-
caliente provoque el desmayo del enfermo. Si se aa recen dispuestos a andar p o r este camino. E l señor
^' tratamiento caliente estando el enfermo acostado, N i t t i habla de ello en su artículo y señala lo hecho
"O hay peligro de desmayo. L a envoltura caliente en algunos países:
^^V^' piernas o la aplicación de grandes compresas "Francia t u v o la buena idea de desvalorizar su
f bre la columna vertebral son u n gran alivio para moneda en las cuatro quintas partes. E n 1 8 6 0 , el
los dolores de la espalda y del vientre; pero estos presupuesto de Francia se elevaba a 2 . 0 8 4 millones,
tratamientos deben siempre ir seguidos de u n a tric- y en 1 9 1 4 a 5.191 millones. A h o r a es de 5 4 . 0 0 0 mi-
^lon hecha por u n guante esponja empapado en llones dinero papel, o sea, en oro, u n poco más del
^gna fría, haciendo esta fricción tan vigorosa como del doble del de antes de la guerra.
pueda soportarla el enfermo. L o s intestinos deben "Inglaterra, al contrario, gastando en 1 8 9 7 - 9 8
funcionar libremente, pero hay que evitar el exceso 102 millones de libras incluyendo a los gastos de
ae purgantes, porque llegan a debilitar. P a r a com- Irlanda, gastó 8 5 1 millones en el ú l t i m o ejercicio.
batir el dolor de cabeza es bueno hacer envolturas ¿Es que los ingleses son ocho veces más ricos ahora
muy calientes de la cabeza. que hace treinta años, cuando d o m i n a b a n el m u n -
do en este respecto?
W . H. J. " L a locura de los gastos públicos es casi general.
Se ve hasta países tranquilos y bien ordenados
como Suiza seguir este camino desordenado de des-
pués de la guerra. Nadie puede explicar por qué
Suiza, que, hace treinta años, tenía u n gasto fede-
ral de 102 millones, tiene ahora 4 0 0 millones de
francos oro de gastos, y por qué los cantones y m u -
nicipios a u m e n t a r o n sus gastos en una proporción
mayor.
"La guerra nos ha acostumbrado a los grandes
gastos, grandes planes y grandes organizaciones.
A l entrar en este camino, n o se llega más que al
caos."
Así, el Sr. N i t t i prevé nuevas catástrofes y dice
que nadie quiere el único buen remedio que pueda
poner fin a la crisis. Debe ser así, porque bien lo
demuestra la situación. Sin embargo, creemos que
existe u n remedio, y consiste en la obediencia a la
U n trabajo físico como éste haciendo sudar ley de Dios por parte de todos.
es un, buen remedio para curar u n resfriado. R . G.
PÁGINA TRECE
d a d o cuenta también que usted tiene en alto grado
HACIA LA LUZ el d o n de s u b y u g a r a u n adversario. H a dirigido
m u y bien sus baterías para b o m b a r d e a r la ciudaj
déla de los evolucionistas; pero usted reconocerá
III también que la fortaleza del relato de la creación
En G a n f e un d o m i n g o p o r la t a r d e . tiene varios p u n t o s vulnerables.
De u n a cosa estoy cierto: Sean cuales fueren laS'
El d o m i n g o siguiente, en seguida después del al- faltas que pueda encontrar u n sabio en la teoría de
m u e r z o , vestidos con sus mejores trajes, G u s t a v o y D a r w i n , el relato de Moisés sobre la creación encie-
Aquiles C l a u w a e r t s emprendieron el camino ha- rra tonterías y contradicciones que hasta u n n i ñ o
cia G a n t e . N o les fué difícil encontrar la dirección puede n o t a r . P o r consiguiente, es menos aceptable
que les indicara su a m i g o el doctor V a n den Berche. para el sentido c o m ú n que la teoría de D a r w i n so-
La muchacha abrió la puerta e h i z o pasar a los bre el origen de las especies.
visitantes al salón, pero el doctor llegaba ya y los — Y o diré, si usted me deja seguir su metáfora,
acogió cordialmente, dándoles la m a n o . que como a n t i g u o combatiente usted quiere respon-
— N o nos encerremos en esta habitación en u n der al fuego. ¡Perfectamente! P e r o n o tire con pól-
día de verano t a n h e r m o s o — d i j o el d o c t o r — . E s - vora, p o r q u e asi sólo haría ruido y h u m o — d i j o el
t o y aquí para gozar de la N a t u r a l e z a . V e n g a n con- doctor r i e n d o . — ¡ D i s p a r e , pues, y cíteme esas con-
m i g o al j a r d í n . N o s sentaremos en el cenador. tradicciones!
D u r a n t e u n o s m i n u t o s h a b l a r o n del tiempo, del G u s t a v o se frotaba las m a n o s , convencido de
j a r d í n , de las flores y de los arbustos. F u é G u s t a v o que el doctor sabría resolver también esa dificultad,
quien abrió el tema del d í a : y que su h e r m a n o recibiría otra ducha.
— D o c t o r , quiero darle las gracias por la inte-
resante e instructiva conversación que t u v i m o s con LA CREACIÓN D E LA LUZ
usted el o t r o día, d u r a n t e n u e s t r o paseo a la " C a -
sita S a g r a d a " . M e fortaleció en mi fe. N i u n solo — B u e n o — d i j o A q u i l e s — , usted puede leer en
día se me ha ido de la m e n t e . ¡Qué h e r m o s o es p o - el primer capítulo de la Santa Escritura que la luZ
seer u n a ciencia t a n b i e n h e c h o r a ! fué creada el primer día, y algunos versículos más
— M e alegro m u c h o que nuestra conversación le adelante que el cuarto día fueron creados el sol y la
haya hecho t a n t o bien. Y usted, Aquiles, ¿qué dice luna. ¿ C ó m o podía existir la luz desde hacía tres
usted? días sin existir el sol? Resuélvame usted esto, que
— H e pensado t a n t o en ella, doctor, que d u r a n - n o es poca cosa.
te la noche siguiente casi n o p u d e d o r m i r . Parece -—Muchos incrédulos h a n hecho la misma o b -
que tengo la cabeza al revés. jeción, A q u i l e s — r e s p o n d i ó el doctor V a n den Ber-
— P e r o n o crea usted, doctor, que Aquiles esté c h e — . P e r o c u a n t o más progresa la ciencia, t a n t o
ya c u r a d o de su i n c r e d u l i d a d — o b s e r v ó G u s t a v o . más manifiestas son las pruebas de la veracidad de
— E s posible; pero c u a n d o veo mejoría en mis la Santa Escritura. Las aparentes contradicciones
enfermos empiezo a esperar que acabarán p o r cu- provienen, generalmente, del insuficiente conoci-
r a r s e — d i j o el doctor s o n r i e n d o . m i e n t o . U n sabio creyente d i j o : " U n poco de cien-
— E s t o y de acuerdo; pero' t e m o que necesite re- cia aleja de D i o s y m u c h a ciencia conduce otra vez
medios m u y enérgicos antes de convertirse en u n a é l " . N o crea usted, Aquiles, que la l u z depende
cristiano saludable. Su mente todavía está llena de del sol. L o s sabios se h a n dado' cuenta de ello hace
ideas incrédulas. tres cuartos de siglo. L a l u z es el resultado de la
Aquiles n a d a h a b í a p o d i d o oponer a los argu- energía, que hace vibrar las ondas del éter con u n a
m e n t o s del doctor, y demasiado sentía que n o es- velocidad casi incalculable. Q u i z á pueda usted re-
taba al corriente de las cosas científicas. P e r o a ú n presentarse el poder de esa energía si le digo que la
n o quería arriar bandera ante su contradictor. H a - l u z recorre en u n segundo u n a distancia igual a ocho
bía decidido hacer u n esfuerzo para demostrar que veces la circunferencia del globo terráqueo. Los ele-
el p u n t o de vista del doctor era ilógico e inaceptable. m e n t o s de nuestro G l o b o se c o m p o n í a n al princi-
— H e de confesar-—empezó él vacilando u n p o - pio de u n a enorme masa de agua caótica. E n el se-
c o — q u e usted nos ha c o n t a d o m u c h a s cosas de las g u n d o versículo del p r i m e r capítulo del Génesis se
que ni siquiera había o í d o h a b l a r antes, y me he dice: "El espíritu de D i o s se m o v í a sobre la h a z de
PÁGINA CATORCE
las aguas". H e a q u í el principio de la energía. Y el sor, quien m a n d ó al sol y a la luna q u e se para-
efecto producido p o r la energía es la l u z . V e usted, sen. Pero es igual; tengo u n a respuesta a su obje-
por ignorancia se cree descubrir contradicciones y ción. P r i m e r a m e n t e le diré q u e las palabras de J o -
contrasentidos en la Santa Escritura, c u a n d o esta sué igualmente hubiesen p o d i d o traducirse p o r " Q u e -
nos habla de la l u z antes de h a b l a r n o s de la l u z s o - da inactivo" q u e p o r "Sol, detente". T o d o s los sa-
lar. Los h o m b r e s de ciencia q u e d a r o n pasmados al bios admiten que el m o v i m i e n t o de rotación de la
oír esta verdad que los cristianos h a b í a n leído m a s tierra sobre su eje es p r o v o c a d o p o r la acción del
de cien veces en el segundo versículo del Génesis.
sol sobre la tierra. Esta afirmación de los sabios
Han tenido
daría u n a sorprendente explicación científicamente
que reconocer q u e la ciencia de la a
exacta de lo que ocasionó aquel día de u n largo ex-
turaleza, t a n difícilmente adquirida, n o les hacia
t r a o r d i n a r i o ; el m o v i m i e n t o rotativo' de la tierra
mas sabios que los cristianos q u e siempre h a b í a n
habría sido d i s m i n u i d o y detenido p o r u n a dismi-
creído en la autoridad de las Santas Escrituras.
nución m o m e n t á n e a de la acción solar sobre la
Sir J u a n Herschell n o s dice que l o s descubri-
tierra.
mientos de la fotografía h a n cambiado completá-
rseme las ideas de los sabios en c u a n t o a la l u z , y El profesor T o t t e n , de América, que estudió este
esos descubrimientos h a n tenido p o r resultado dar- asunto desde el p u n t o de vista astronómico, p u b l i -
nos la certeza q u e la l u z es de todas las cosas la m a s có el resultado de sus vastos c ó m p u t o s m a t e m á t i -
antigua. L a acción de l a l u z sobre las placas u l t r a - cos. Calculando los distintos eclipses solares y l u -
sensibles prueba q u e la l u z es u n a de las grandes nares y los equinocios desde nuestra época a la de
^."erzas del
descub";—" universo. Este es u n o de los grandes Josué (contando al revés), llegó a la curiosa con-
clusión que el p a r o solar invernal del tiempo de
sagrada del siglo
Escritura lo enseñaba
Saffr'¡H""¿''^^.°s sin' embaTgo! la
XIX. yy7a hace treinta y Josué debió de producirse u n miércoles; pero con-
cuatro siglos. A s í que, en v e z de ver u n a contradic- t a n d o desde la creación del m u n d o hasta ese m i s m o
ción en las Escrituras, veo u n a potente prueba de paro, habría ocurrido en martes. Y ese sabio decla-
inspiración p o r u n Ser superior al h o m b r e . ra que puede afirmarse con precisión matemática
Gustavo h a b í a escuchado con satisfacción esta que u n día entero de veinticuatro horas h a tenido
sabia y hermosa refutación a la objeción de A q u i - que ser intercalado en la historia del m u n d o .
y estaba encantado de ver q u e su h e r i n a n o h a - M . W . M a u n d e r s , del Observatorio real de
l'^ encontrado a alguien q u e p o d í a hacerle frente, Greenwich, va m á s lejos. P u b l i c ó u n interesante
aquiles, p o r su parte, se daba cuenta q u e las pre- artículo, en el cual indica n o sólo el sitio d o n d e es-
tendidas contradicciones y tonterías de la Escritura taba Josué entonces, sino a u n el día y la h o r a en
''^n p o r el m i s m o c a m i n o q u e las teorías de U a r - que se p r o d u j o t a n curioso fenómeno de la N a -
"V'u- Pero era u n escéptico h o n e s t o y deseaba sin- turaleza.
ceramente llegar al c o n o c i m i e n t o de la verdad. N o
La expresión (Josué 1 0 : 1 4 ) " Y nunca fué tal
'c molestaba, pues, si tenía q u e dejar el paso libre día antes ni después de a q u e l " , es también rigurosa-
al dort-r^-•
•lOctor- ' ^
1 ' . " "'•J'"- F""^
ner ' , contrario, se sentía aliviado al n o te- mente exacta, p o r q u e m i r á n d o l o desde u n p u n t o
Poder ^1 opresivo peso de la d u d a ; parecía de vista matemático, n o h a y lugar en t o d a la his-
ba las ^ffP'rar m á s libremente que cuando escucha- toria del m u n d o para o t r o d í a t a n largo como aquel.
Iser. ^ ^ r l a s de los incrédulos en las trincheras del
P e r o esto n o es t o d o . E n Josué, capítulo X y ver-
sículo 1 3 , leemos: " Y el sol se p a r ó en medio del
cielo, y n o se apresuró a ponerse casi u n día en-
^NA BATALLA DE CUARENTA Y OCHO HORAS t e r o " . E l profesor T o t t e n muestra en sus cálculos ;
-Ad que ese largo día del t i e m p o de J o s u é n o se alargó i
todavT^'''° —respondió Aquiles—. Pero de u n día completo de veinticuatro horas, sino sólo
historia H difíciles de resolver. L a de veintitrés horas y u n tercio, lo cual corresponde
horas d • H^ralla que d u r ó cuarenta y ocho notablemente a la expresión "casi u n día e n t e r o " . '
P o r o r d ^ " n tirón, p o r ejemplo, en cuya ocasión,
rante u 'li^^ Moisés, el sol y la l u n a se p a r a r o n d u -
(Continuará.) ¡
^'stenri" entero. N o hablemos siquiera de la re-
c h a r ' ^ ^ ^ reñían q u e tener los israelitas para l u -
(jg^j^ nrante t a n t o t i e m p o sin parar. P e r o Moisés
Edad A creer, lo m i s m o que los h o m b r e s de la
reded ' ^ ^ e el sol y la luna d a b a n vueltas al-
sabe °'' '^^ tierra, mientras q u e h o y u n chiquillo
sy . que nuestro planeta da vueltas alrededor de
que^i^" ? r e o , pues, q u e es científicamente imposible
ranr ^ '•'erra dejase de dar vueltas, que se parase d u -
x,;^.^ Veinticuatro horas para reanudar luego su m o -
• ' " ^ u t o de rotación.
qy^^ ^ o r los errores q u e usted m i s m o comete, veo
^ o ha leído usted el relato, sino que lo h a oído
^r a otros. N o es Moisés, sino J o s u é , s u suce-
PÁGINA QUINCE
: •••• :
j El libro i n d i s p e n s a b l e para s u h o g a r :
I " G u í a P r á c t i c a d el a S a l u d " I
POR EL D R . F E D E R I C O M . R O S S I T E R
SEXTA EDICIÓN
Considerablemeníe aumentada y cuidadosamente corregida.
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I m p . de A . M a r z o . — S a n Hermenegildo, 3 2 . — M a d r i d .