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-Lo aborda en “observaciones sobre algunos aspectos de la estructura de los partidos políticos en los períodos de
crisis orgánica”- pág. 72
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-“La sociedad de clases y el Estado”
El análisis gramsciano del bloque histórico no está muy desarrollado en los cuadernos, la
estructura aparece definida como el conjunto de las fuerzas materiales y del mundo de la
producción. Más bien lo menciona accesoriamente en la crítica demoledora que realiza al
economicismo ortodoxo:
“Un punto de referencia para el estudio del economicismo y para
comprender las relaciones entre estructura y superestructura es el
párrafo de La miseria de la filosofía donde se dice que una fase
importante en el desarrollo de un grupo social es aquella en que los
componentes individuales de un sindicato no luchan ya solamente
por sus intereses económicos sino también por la defensa y el
desarrollo de la organización misma.” (Gramsci, 1980: 48)
Y también realiza algo similar cuando desarrolla el concepto de revolución
pasiva:
“A propósito del concepto de “revolución pasiva” o “revolución-
restauración” en el Risorgimento italiano, debe señalarse también la
conveniencia de plantear exactamente el problema que algunas
tendencias historiográficas llaman de las relaciones entre las
condiciones objetivas y las condiciones subjetivas del hecho
histórico. Parece evidente que nunca pueden faltar las llamadas
condiciones subjetivas cuando existen las condiciones objetivas, por
cuanto se trata de una simple distinción de carácter didáctico: por
consiguiente, la discusión sólo puede versar sobre las dimensiones
y la intensidad de las fuerzas subjetivas, osea, sobre la relación
dialéctica entre las fuerzas subjetivas opuestas.” (Gramsci, 1980:
101)
Como bien expresa el autor, hay que tener claridad intelectual en el análisis de la fase
estructural que se desea estudiar, no se pueden aplicar análisis “intelectualísticos” sino
histórico-políticos. Las fases estructurales no pueden analizarse en el presente como una
realidad aislada, es necesario volver a analizar el pasado para comprender las
continuidades y rupturas que existen en el presente.
Conclusión
Gramsci expresa un marxismo heterodoxo necesario de recuperar y poner en práctica.
Tanto las categorías de análisis que elaboró en esta obra, como su claridad estratégica
tienen que ser estudiadas en la actualidad, tanto en la academia como fuera de ella, en
los movimientos sociales y partidos políticos que son los cuerpos orgánicos que ensayan
desde la práctica cotidiana otra concepción del mundo.
Un elemento que entiendo interesante para tensionar, deshonestamente por cierto, es que
en el contexto donde se sitúa Gramsci para producir teoría, la organización política por
excelencia es el “partido revolucionario” o de masas. En la actualidad, situándonos en
Latinoamérica, esta lectura perdió vigencia. Si bien el sistema de partidos tradicionales
sigue en pie, es indudable que otras formas de organización han emergido posterior a los
años ´90. En Nuestra región actualmente hay una mayoría de militantes organizadxs en
lógicas movimentistas que expresan otra forma de la lucha de clases, que interactúan con
otros sectores de la sociedad no necesariamente a través de las instituciones del aparato
estatal. Quizás esta realidad esté vinculada a los efectos que generó el neoliberalismo,
donde una victoria clara es que “la política” actualmente sea ejercida sólo por
“profesionales”, y esté muy ligada a la idea de corrupción o deshonestidad.
Otro elemento que es interesante para analizar es que el fascismo y el comunismo
emergieron como movimientos de masas que criticaban al liberalismo fracasado de
principios del S. XX en Europa, pero en la actualidad, el fascismo que comienza a
emerger en Latinoamérica es profundamente individualista, es la contratendencia de
construir comunidad. Es necesario reflexionar acerca de qué transformaciones subjetivas
desencadenó el neoliberalismo en estos 50 años de existencia.
Por último, si bien, desde que Marx elaboró la crítica al capital más contundente conocida
en la historia hasta nuestros días han transcurrido alrededor de 150 años, las relaciones
de producción siguen siendo en base al capital, por ende, la ecuación se puede actualizar
pero los fundamentos siguen siendo los mismos. Esto me lleva a reafirmar que sólo la
teoría marxista de la política, aplicada como ciencia de la política y no como doctrina, es
la única que logra explicar con fundamentos teóricos bastante sólidos el motivo por el cual
los muertos a través de la historia siempre son del mismo bando.
En este sentido, la obra de Gramsci aporta herramientas fundamentales para analizar las
problemáticas sociales y políticas del Siglo XXI, Hegemonía, Bloque Histórico, Táctica y
Estrategia, Lucha política y militar tienen el mismo grado de vigencia conceptual que en el
momento en que fueron elaborados.
Bibliografía
Gramsci, Antonio (1980). Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno. Ediciones Nueva
Visión.
Lenin, Vladimir Ilich (1917). El Estado y la revolución. La doctrina marxista del Estado y las tareas del
proletariado en la revolución.
Néstor Kohan (2005). Reseña de "Cuadernos de la cárcel" de Antonio Gramsci. Utopía y praxis
Latinoamericana, vol 10, pp. 126-127. Universidad de Zulia. Maracaibo, Venezuela.