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GRAMSCI, Antonio, Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno, Madrid,

Ediciones Nueva Visión, 1980, pp. 345.


Estudiante: Ardiles, Yael
Año de cursado: 2018
Antonio Gramsci, el gran sistematizador
Introducción
En la siguiente reseña se pretende abordar el contexto en fue escrito un segmento de la
obra del filósofo marxista italiano Antonio Gramsci (1891-1937), conocida como “Notas
sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno”. Identificar los conceptos generales
que el autor expone y concluir de manera crítica respecto a los aportes de la obra que
ayuden a pensar la actualidad política y social.
Dicha obra fue escrita durante la etapa represiva más dura que vivió el pueblo italiano del
S. XX, con el ascenso del fascismo liderado por Benito Mussolini a partir de 1925, que
encarceló, fusiló y deportó a miles de personas.
El 8 de noviembre de 1926, pese ejercer como Secretario General del Partido Comunista
Italiano, y formar parte del poder legislativo como diputado nacional, el régimen encarcela
a Gramsci (tenía tan sólo 35 años), como sucedió con muchos dirigentes a lo largo de
Italia que denunciaron abiertamente el carácter represivo del fascismo.
Durante esta etapa en la cárcel, Gramsci inicia la producción teórica más importante de su
corta vida, los llamados “Cuadernos de la cárcel”. Durante 11 años elabora una serie de
escritos fragmentados y dispersos, ya que todo lo que escribía era vigilado estrictamente
por el régimen fascista1. Además sufrió serios traumas físicos que lo fueron limitando,
perdió la mayoría de sus dientes, tenía malformaciones de los huesos, era jorobado. Sin
embargo, los cuadernos cristalizan a diferencia de su trabajo periodístico previo al
encarcelamiento, una perspectiva estratégica que aportará herramientas útiles a los
movimientos y partidos revolucionarios hasta la actualidad, entendiendo a la revolución
socialista como necesidad histórica de los pueblos.
Tras su muerte en 1937, los cuadernos de Gramsci son enviados clandestinamente a
Moscú para su resguardo y exhaustivo análisis político.
En 1948 Palmiro Togliatti, amigo de Gramsci y miembro del PCI, compila dichos escritos
pero con la grave característica de que estando en tiempos de la ortodoxia stalinista, éste
recortó y modificó varios planteos gramscianos que no eran avalados por la dirección del
1
Por este motivo en los cuadernos de la cárcel no nombra a Luxemburgo, Lenin ni a Trotsky por sus pseudónimos,
sino que los referencia bajo sus nombres de pila respectivamente: Rosa, Ilich y Bronstein. Como así tampoco utiliza
conceptos clásicos como “lucha de clases”, sino que escribe “antagonismos sociales”.
PC Soviético. Cabe destacar que Gramsci corrige la mirada economicista de cierto
marxismo, por este motivo es mirado como bicho raro por los ortodoxos de su partido.
Recién en 1975 se editaría la edición crítica de los cuadernos de la cárcel, compuesta de
4 tomos compilados por Valentino Gerratana, con la particularidad de no estar
modificados ni recortados ninguno de los escritos originales de Gramsci. Y la edición de
los cuadernos al castellano se inicia en 1982 (México) pero queda inconclusa.
Actualmente se pueden encontrar los escritos originales tal cual los escribió en la cárcel,
traducidos al español, gracias al equipo de investigación de la Universidad Autónoma de
Puebla dirigido por la mexicana Dora Kanoussi, traducidos por Ana María Palos y
revisados por el argentino José Luis González, dicha edición está compuesta por 6 tomos.
El autor escribe en un contexto donde habían muerto las mayores referencias del
marxismo, en un período de entre guerras, con la crisis de Wall Street de 1929 y la
posterior reconfiguración de los Estados capitalistas que comienzan a moldear otra
geopolítica mundial, como lo son el ocaso del imperio británico como LA potencia de
occidente, la emergencia indiscutida del imperio yanqui, Alemania y Rusia como proyectos
alternativos potentes.
El surgimiento del fascismo durante el S. XX en Europa, como respuesta radical al
comunismo, genera un quiebre político que desencadena nuevas formas de organización
política, de condiciones en la lucha de clases, de estrategias, etc. Gramsci reflexiona
acerca del giro que experimentan las sociedades occidentales y escribe bajo esa
influencia, para esos militantes revolucionarios que se ven en dificultades de avanzar. A
diferencia de Marx, Lenin, Rosa, Mariátegui, Guevara o Mao, Gramsci no escribe en un
contexto donde se plantea avanzar concretamente sobre las fuerzas del capital, sino que
se encuentra situado en un momento de resistencia, de repliegue, el movimiento obrero
italiano no logró emancipar sus intereses y la respuesta fue una contrarrevolución brutal:
18 años de fascismo.
Acerca de la influencia de Lenin y las reflexiones de Gramsci
En esta obra Gramsci desarrolla una serie de conceptos precisos, constituidos en diálogo
con el momento histórico que atravesaba Europa -momento militar de la
política/reorganización económica/nivel álgido de la lucha de clases-, pero sobre todo
remitiéndose en sus lecturas y tomando como referencia de análisis la obra de Lenin y la
revolución Rusa de 1917:
“El último hecho de este tipo en la historia de la política ha
sido la serie de acontecimientos de 1917. Han significado un
giro decisivo en la historia del arte y de la ciencia política”
(Gramsci, 1980: 93)
Si bien en esta afirmación que realiza el autor remite al quiebre político-militar que los
soviets logran imponer frente al régimen zarista, esta arista “innovadora” de pensar lo
militar que se le atribuye a Gramsci es al menos discutible, porque otros marxistas ya
habían escrito anteriormente sobre la batalla política analizada inherentemente a la guerra
militar. Un ejemplo de esto es otorgarle la autoría de la conocida oración “la guerra es la
continuación de la política por otros medios” 2, que Gramsci la aplica para refutar a Croce y
su teoría de política-pasión desde la dialéctica, pero esta afirmación ya la utiliza Lenin en
agosto de 1917 cuando escribe en vísperas de la revolución: “El Estado y la Revolución”,
y su autor original es Carl von Clausewitz 3, de principios del S. XIX.
Si bien hay producción conceptual nueva, los debates, análisis y perspectivas políticas de
Lenin y Trotsky se encuentran en estos escritos, con rupturas y continuidades:
“Debe examinarse si la famosa teoría de Bronstein sobre la
permanencia del movimiento no es el reflejo político de la
teoría de la guerra de maniobra[…]
[…] Si fuese así, se podría decir que Bronstein, que aparece
como un “occidentalista”, es, al contrario, un cosmopolita, es
decir, un hombre superficialmente nacional y superficialmente
occidentalista o europeo. En cambio, Ilich era profundamente
nacional y profundamente europeo.” (Gramsci, 1980: 93)
En este párrafo Gramsci hace referencia por tercera vez 4 al concepto de revolución
permanente de Trotsky, para refutar respetuosamente como lectura errónea de la
formulación de Marx acerca de las revoluciones políticas encabezadas por una minoría
sin el apoyo de mayorías. Claramente expresa intenciones de marcar una ruptura con
Trotsky.
En Rusia, durante los períodos de confrontación previos y posteriores a 1917, Lenin,
Trotsky y la dirección de los soviets triunfan porque logran cohesionar las masas obreras
-urbanas- con las masas campesinas -rurales-, éstas últimas fueron decisivas para
inclinar la balanza y alcanzar la victoria. En Italia, durante el conflicto conocido como el
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-Página 23
3
-Clausewitz (1780-1831) Fue un militar y filósofo alemán que escribió 8 libros sobre la lucha militar en espejo a las
guerras napoleónicas, éste afirmaba que los ejércitos de la revolución francesa y Napoleón cambiaron la naturaleza de
las guerras mediante su habilidad para motivar a la población y con ello desatar conflictos a una escala como nunca
antes se había visto en Europa. Éste es leído por Lenin y también por Gramsci.
4
-la primera vez en la página 64 y la segunda en la página 82.
“bienio rojo” (1919-1920), miles de obreros se lanzan a huelgas que se extienden por el
norte del país bajo la forma de “consejos obreros” inspirados en la organización de los
soviets, pero como ya mencionamos anteriormente, son aplacados por la represión estatal
y el emergente movimiento fascista apoyado por la burguesía italiana para contrarrestar al
comunismo. En contraste con los dos escenarios, uno victorioso y otro derrotado, es que
Gramsci reflexiona acerca de los errores que cometieron.
Gramsci es el gran sistematizador de la obra de Lenin, no sólo aborda lo teórico sino que
retoma los momentos de acierto político del líder bolchevique, como reconocer la alianza
obrero-campesina.
En relación a esto último, podemos continuar estas lineas afirmando que Lenin es una
influencia muy marcada en el pensamiento de Gramsci al momento de escribir los
cuadernos. En ese sentido el origen de uno de los conceptos importantes que desarrolla
Gramsci, quizás el más importante, o al menos por el que éste es distinguido
automáticamente en los círculos académicos de hoy, es la Hegemonía5.
El autor sostiene que hegemonía es la forma política que adoptan sectores sociales
organizados para imponerse frente a otros, léase en clave endógena o exógena a una
Nación, es aplicable de igual forma.
Lenin dedica un capítulo6 entero a explicar que todo Estado es una dictadura legal o
ilegal, que funciona por consenso o cohersión, pero que ninguna clase resigna sus
intereses pacíficamente. Entonces la forma política de dominación -hegemonía- puede
aplicarse vía consenso o vía cohersión. En ese sentido, si entendemos al Estado como el
campo de disputa donde se cristaliza la lucha de clases sociales, la hegemonía es la
forma específica que adopta la “dictadura del proletariado”.
Gramsci comprende que en Italia no lograron hegemonizar al campesinado del sur, no
tuvieron una política que convenciera a dicho sector a aliarse con el movimiento obrero
del norte. ¿Cómo cohesionar dos realidades distintas, en un país donde el sur siempre
estuvo distanciado culturalmente del norte?
“Concepto de “bloque histórico”, es decir, de unidad entre la
naturaleza y el espíritu (estructura y superestructura), unidad de los
contrarios y de los distintos.” (Gramsci, 1980: 22)

5
-Lo aborda en “observaciones sobre algunos aspectos de la estructura de los partidos políticos en los períodos de
crisis orgánica”- pág. 72
6
-“La sociedad de clases y el Estado”
El análisis gramsciano del bloque histórico no está muy desarrollado en los cuadernos, la
estructura aparece definida como el conjunto de las fuerzas materiales y del mundo de la
producción. Más bien lo menciona accesoriamente en la crítica demoledora que realiza al
economicismo ortodoxo:
“Un punto de referencia para el estudio del economicismo y para
comprender las relaciones entre estructura y superestructura es el
párrafo de La miseria de la filosofía donde se dice que una fase
importante en el desarrollo de un grupo social es aquella en que los
componentes individuales de un sindicato no luchan ya solamente
por sus intereses económicos sino también por la defensa y el
desarrollo de la organización misma.” (Gramsci, 1980: 48)
Y también realiza algo similar cuando desarrolla el concepto de revolución
pasiva:
“A propósito del concepto de “revolución pasiva” o “revolución-
restauración” en el Risorgimento italiano, debe señalarse también la
conveniencia de plantear exactamente el problema que algunas
tendencias historiográficas llaman de las relaciones entre las
condiciones objetivas y las condiciones subjetivas del hecho
histórico. Parece evidente que nunca pueden faltar las llamadas
condiciones subjetivas cuando existen las condiciones objetivas, por
cuanto se trata de una simple distinción de carácter didáctico: por
consiguiente, la discusión sólo puede versar sobre las dimensiones
y la intensidad de las fuerzas subjetivas, osea, sobre la relación
dialéctica entre las fuerzas subjetivas opuestas.” (Gramsci, 1980:
101)
Como bien expresa el autor, hay que tener claridad intelectual en el análisis de la fase
estructural que se desea estudiar, no se pueden aplicar análisis “intelectualísticos” sino
histórico-políticos. Las fases estructurales no pueden analizarse en el presente como una
realidad aislada, es necesario volver a analizar el pasado para comprender las
continuidades y rupturas que existen en el presente.
Conclusión
Gramsci expresa un marxismo heterodoxo necesario de recuperar y poner en práctica.
Tanto las categorías de análisis que elaboró en esta obra, como su claridad estratégica
tienen que ser estudiadas en la actualidad, tanto en la academia como fuera de ella, en
los movimientos sociales y partidos políticos que son los cuerpos orgánicos que ensayan
desde la práctica cotidiana otra concepción del mundo.
Un elemento que entiendo interesante para tensionar, deshonestamente por cierto, es que
en el contexto donde se sitúa Gramsci para producir teoría, la organización política por
excelencia es el “partido revolucionario” o de masas. En la actualidad, situándonos en
Latinoamérica, esta lectura perdió vigencia. Si bien el sistema de partidos tradicionales
sigue en pie, es indudable que otras formas de organización han emergido posterior a los
años ´90. En Nuestra región actualmente hay una mayoría de militantes organizadxs en
lógicas movimentistas que expresan otra forma de la lucha de clases, que interactúan con
otros sectores de la sociedad no necesariamente a través de las instituciones del aparato
estatal. Quizás esta realidad esté vinculada a los efectos que generó el neoliberalismo,
donde una victoria clara es que “la política” actualmente sea ejercida sólo por
“profesionales”, y esté muy ligada a la idea de corrupción o deshonestidad.
Otro elemento que es interesante para analizar es que el fascismo y el comunismo
emergieron como movimientos de masas que criticaban al liberalismo fracasado de
principios del S. XX en Europa, pero en la actualidad, el fascismo que comienza a
emerger en Latinoamérica es profundamente individualista, es la contratendencia de
construir comunidad. Es necesario reflexionar acerca de qué transformaciones subjetivas
desencadenó el neoliberalismo en estos 50 años de existencia.
Por último, si bien, desde que Marx elaboró la crítica al capital más contundente conocida
en la historia hasta nuestros días han transcurrido alrededor de 150 años, las relaciones
de producción siguen siendo en base al capital, por ende, la ecuación se puede actualizar
pero los fundamentos siguen siendo los mismos. Esto me lleva a reafirmar que sólo la
teoría marxista de la política, aplicada como ciencia de la política y no como doctrina, es
la única que logra explicar con fundamentos teóricos bastante sólidos el motivo por el cual
los muertos a través de la historia siempre son del mismo bando.
En este sentido, la obra de Gramsci aporta herramientas fundamentales para analizar las
problemáticas sociales y políticas del Siglo XXI, Hegemonía, Bloque Histórico, Táctica y
Estrategia, Lucha política y militar tienen el mismo grado de vigencia conceptual que en el
momento en que fueron elaborados.
Bibliografía
Gramsci, Antonio (1980). Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno. Ediciones Nueva
Visión.
Lenin, Vladimir Ilich (1917). El Estado y la revolución. La doctrina marxista del Estado y las tareas del
proletariado en la revolución.
Néstor Kohan (2005). Reseña de "Cuadernos de la cárcel" de Antonio Gramsci. Utopía y praxis
Latinoamericana, vol 10, pp. 126-127. Universidad de Zulia. Maracaibo, Venezuela.

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