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LATINOAMERICANAS
VI COHORTE 2016
ALEGRETTI, RENZO
El discurso intercultural presente en la analítica de Stavenhagen: Una relectura en torno a
las tesis equivocadas sobre América Latina
Desde la óptica de este modelo cultural occidental, la civilización sería el estado de madurez
que ha logrado la humanidad, luego de superar su prematura condición de barbarie. Ella es
fruto de la cultura europea anglosajona, alcanzado en la globalización neoliberal su mayor
esplendor. Por el contrario, la realidad social de la cual formamos parte se encuentra en las
antípodas de esta simple ecuación. Las sociedades contemporáneas, producto de este tipo
de racionalidad mononuclear, son ejemplos palpables de los niveles espantosos de miseria,
hambre y discriminación.
Frente a esta realidad actual se hace necesario repensar la estructura de pensamiento bajo
la cual se organiza a la sociedad. La interculturalidad, tal y como lo señala Raúl Fornet-
Betancour, es una herramienta que nos permite entender el analfabetismo cultural en el
que vivimos, al creer que solo basta una cultura (la propia), para interpretar el mundo. Nos
orienta e impulsa a un proceso de reaprendizaje y de reubicación cultural y contextual. Es
decir, poner en cuestionamiento la supuesta supremacía de la racionalidad sobre otros
valores humanos. Plantearse la urgencia de una nuevo pensamiento, constituye hoy día una
verdadera prioridad histórica frente a la globalización neoliberal. Estamos a la puerta de un
conflicto que ha evidenciado la crisis de la filosofía occidental moderna, y la necesidad de
sentar las bases de una epistemología edificada sobre nuevos conceptos e ideas, que no
puede ni debe tener pretensión de ser hegemónica
1
DUSSEL, Enrique: Ética de la liberación en la edad de la globalización y la exclusión. 1998, p.55.
dificultades, pero cuando se trata de integrar desde la diversidad, es necesario contar con
herramientas teóricas que hagan posible la comprensión de lo diverso y de la relación
conflictiva de la que emerge la posibilidad de la integración y el diálogo. Para que esto sea
posible, es necesario superar el voluntarismo y el teoricismo en los planteos de la
integración. Mas ello requiere revisar críticamente la teoría, diseñar nuevos paradigmas y
categorías interpretativas.
Siguiendo estos preceptos se abordará el texto de Stavenhagen Siete tesis equivocadas sobre
América Latina, intentando identificar los contenidos ideológicos presentes, y de esta
manera evidenciar la tensión latente entre el reconocimiento de la diversidad en la
dimensión cultural y la integración de las Tecnologías de la Información y de la
Comunicación (TIC) en las culturas. A fin de realizar un abordaje que se inscriba en línea del
diálogo intercultural.
Emergencia de nuevos enfoques teóricos: Siete tesis equivocadas sobre América Latina
En 1965, Rodolfo Stavenhagen publicó “Siete tesis equivocadas sobre América Latina”. Estas
contradicen o cuestionan a la producción científica en el campo de la sociología de su
tiempo, aportando elementos teóricos que demostraban su irrelevancia para la explicación
que se intentaba dar y que 50 años más tarde aún siguen vigentes. En la presentación de su
ensayo Stavenhagen afirma: “En la literatura (…) se encuentran numerosas tesis y
afirmaciones equivocadas, (…). Pese a que los hechos las desmienten, y a que diversos
estudios en años recientes comprueban su falsedad, o cuando menos hacen dudar de su
veracidad, dichas tesis adquieren fuerza…” (p.1).
Una de las razones que explican la persistencia de estas tesis se debe al rol que juega la
ideología hegemónica, la cual sustenta cierto tipo de ideas que pretenden “explicar” las
perspectivas de desarrollo en América Latina. Otro elemento importante que contribuye a
esta explicación es que, como se menciona en el apartado anterior, la fuerza no es el único
medio por el cual el capital domina a la sociedad; sino y por sobretodo mediante la
imposición de sus ideas, dificultando la correcta interpretación y aplicación de herramientas
metodológicas que sirvan para poder cambiarla.
En este sentido es necesario dejar en claro que, si bien en los conceptos sociales el
componente ideológico está siempre presente, esto no implica que dichos conceptos sean
falsos. Los argumentos de Stavenhagen están cargados de ideología, pero esto no los
invalida, por el contrario los reivindica desde una perspectiva contra-hegemónica.
A pesar de haber transcurrido medio siglo, los planteamientos de Stavenhagen aún siguen
siendo vigentes. Ejemplo de ello es lo que sucede en torno al fenómeno tecnológico y el
impacto que este tiene en el devenir de las sociedades marginadas, potenciando los
procesos de exclusión económica y cultural. Por lo tanto, y aunque sería oportuno realizar
un análisis que tuviese en cuenta la manera en la que operan cada una de las tesis en el
actual contexto político, social y económico, esta propuesta refiere sólo a algunas de ellas.
Desde un primer momento el autor se opone al enfoque que afirma que las sociedades
latinoamericanas son “sociedades duales”. Según esta visión existen dos sociedades
diferentes: una sociedad arcaica, tradicional, agraria, estancada o retrógrada; y una
sociedad moderna, urbanizada, industrializada, dinámica, progresista y en desarrollo. La
primera es un obstáculo para la segunda, además de tener cada una de ellas su propia
dinámica y ser hasta cierto punto independiente una de la otra.
Las relaciones que se establecían en las zonas indígenas durante la época colonial servían a
los intereses de una clase dominante bien definida, la que a su vez también estaba
sometida a los intereses de España. Las relaciones coloniales (la discriminación étnica, la
dependencia política, la inferioridad social, la segregación residencial, la sujeción
económica y la incapacidad jurídica) y las relaciones de clases (que se definían en términos
de relaciones de trabajo y de propiedad) constituían la base de las relaciones étnicas.
A medida de que se van definiendo de forma más clara las relaciones de clase, aparece la
estratificación basada en índices socioeconómicos; estratificación ya existente entre los
ladinos y que se extiende progresivamente al grupo indígena. “Los símbolos de status de los
ladinos comienzan a ser valorizados también por los indios” (Stavenhagen, 1996: 251),
cumpliendo la función de relaciones interétnicas, dentro de la dinámica de las relaciones de
clases. El concepto de colonialismo interno permite analizar y explicar integralmente la
persistencia de áreas atrasadas en relación con áreas desarrolladas, así como la dinámica
existente entre relaciones interétnicas y relaciones de clases. “Las relaciones raciales y
étnicas en América Latina pueden ser consideradas como reflejando las relaciones de clases,
pero no deben ser confundidas con éstas. Por otra parte, tienen una dinámica propia y
pueden ser estudiadas en sí mismas, pero no se les puede considerar independientemente
de sus fundamentos en la estructura de clases” (Stavenhagen, 1996: 108).
El impacto del fenómeno tecnológico en las zonas donde opera el colonialismo interno
En la era de la información (Castells, 1999), es controvertida la tesis que sostiene que los
objetos manufacturados por los países del primer mundo contribuirán a mejorar
sustancialmente el desarrollo económico, social y cultural de los países del tercer mundo.
Cada objeto cultural tiene una ideología implícita, esto supone que sería una contradicción
que los opresores creasen instrumentos para generar prácticas liberadoras en las
comunidades o mercados que dominan (Freire, 1985). En este sentido, las TIC no se han
creado con un fin emancipador, por el contrario, promueven la reproducción cultural e
ideológica de las estructuras sociales dominantes. Desde una perspectiva crítica, las TIC
operan como instrumentos camuflados de dominación cultural. Al ser de manufactura
2
FORNET B. Raúl: Transformación intercultural de la filosofía. 2001, p. 30.
capitalista, las TIC tienen implícita una ideología de mercado que favorece más a las
“tendencias” globales que a las “necesidades” locales.
Stavenhagen (1965, p.4) admite: “si bien es cierto que un sinnúmero de artículos de
consumo han llegado en los últimos años a las zonas subdesarrolladas, ello no implica
automáticamente el desarrollo de estas zonas”. Aunque es cierto que el autor se refirió en
su momento a las radios de transistores, las bicicletas, las pastas de dientes y la Coca- cola,
hoy se puede hacer referencia a las a computadoras, celulares, tabletas e internet sin que
sus argumentos sean igual de válidos. La penetración de las TIC en las comunidades rurales
e indígenas se debe más a la eficiencia comercial de la industria que a la capacidad de los
gobiernos de modernizar las zonas marginadas. Por ejemplo, es posible ver casos en los que
la incorporación de dispositivos tecnológicos no se encuentra en sintonía con la
infraestructura y las capacidades reales de dichas regiones, la cuales no poseen cobertura
telefónica ni conectividad. Al respecto, Stavenhagen (1965, p. 4) explica que “muchas veces
no se trata más que de la difusión de la ‘cultura de la pobreza’ a las zonas rurales atrasadas,
porque no produce ningún cambio institucional básico”.
De acuerdo con Stavenhagen (1965, p. 4), la segunda tesis pueden considerarse equivocada
por la siguiente razón: “la difusión de manufacturas industriales a las zonas atrasadas ha
desplazado, con frecuencia, a florecientes industrias o artesanías locales, destruyendo así la
base productiva de una población (...) rural”. La integración de las TIC en las estructuras
sociales de regiones donde opera el colonialismo interno han construido las bases para una
“economía informacional” (Castells, 1999) diseñada con una perspectiva capitalista, que
aún no coexiste con las necesidades del mercado local que se sustenta de las actividades
primarias y el comercio de productos regionales. Por tanto, la economía informacional tiene
efectos negativos para un desarrollo equilibrado y armónico de estas regiones, causando
efectos culturales alarmantes. La incorporación de las TIC en áreas subdesarrolladas, serían
entonces una forma de colonialismo moderno.
Por último, esta parece ser una propuesta analítica estimulante para repensar el estado
actual de las Ciencias Sociales y en la necesidad de reflexionar acerca de las consecuencias
que los contextos de producción ejercen sobre la imaginación sociológica. Entendiendo por
esto que la producción académica en ciencias sociales no debe ser necesariamente una
importación de ideas, una réplica sin filtro de conocimientos foráneos. Es imperioso contar
con una autonomía a la hora de generar las preguntas que abonen las investigaciones, ya
que estas, además de servir como herramientas para el abordaje y modificación de la
problemática concretas de América Latina, conducirán el destino de las ciencias sociales de
América Latina.
REFERENCIAS BLIBLIOGRÁFICAS
Adriana Arpini, “Acerca de las condiciones de posibilidad para la integración y el diálogo entre
culturas diversas”, en: Antônio Sidekum y Paulo Hahn (Org.), Pontes Interculturais, São Leopoldo,
Nova Armonía, 2007, p. 61 a 77.
Castells, M. (1999). La era de la información: Economía Sociedad y Cultura. La sociedad Red. [Vol. 1].
México: Siglo XXI.
Fornet B. Raúl (2004): Crítica intercultural de la filosofía latinoamericana actual. Madrid, Trotta.
Kohan, N. (2005). El Capital, historia y método, una introducción. La Habana: Ciencias Sociales.
Stavenhagen, Rodolfo (1996 [1969]). Las clases sociales en las sociedades agrarias, Siglo XXI, México.
Stavenhagen, Rodolfo 1965. “Siete tesis equivocadas sobre América Latina”, en América Latina,
ensayos de interpretación sociológico-política. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, p. 82-93.