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CAVA ZANJAS

Hace una semana les hable de la historia de Eliseo empieza en 1 Reyes 19:14-21 cuando
Dios le dice a Elías que unja a Eliseo como el profeta que lo reemplazará. En este pasaje
leemos que Elías encuentra a Eliseo arando un campo con un par de bueyes e
inmediatamente arroja su manto sobre Eliseo como invitación a seguirle. Eliseo
inmediatamente obedece, quema su arado, cocina los bueyes y se los da a sus amigos para
comer. Eliseo mostró un compromiso absurdo hacia Elías. No tardó en obedecer ni se alejó
para tomarse un tiempo y pensarlo, no escribió una lista de ventajas y desventajas ni se fue
por lo seguro. Dijo sí inmediatamente al llamado de Dios a través de Elías.
El compromiso absurdo de Eliseo muestra que el costo de seguir a Dios es grande, pero el
de no seguirlo es aún mayor. Más aún, el compromiso de Eliseo fue completo. Quemó sus
arados, sacrificó sus bueyes y dejó atrás la herencia de su familia. Dejó de lado todo lo que
conocía y amaba. Eliseo nos muestra que para ir hacia nuestro destino, tenemos que salir
de nuestra zona de confort. ¿Su compromiso con Dios es inmediato y completo como el de
Eliseo? ¿De qué necesita alejarse con el fin de empezar a acercarse a su destino?

Hoy me gustaría seguir hablando de aquello que pudo realizar este hombre, lo que
caracterizo su vida y lo que fue capaz de hacer con aquello que le pidió a Dios y le fue
concedido por su sacrificio y obediencia. Eliseo después de perder a su líder porque es
llevado al cielo. Empieza su recorrido como profeta y sus aventuras empiezan con una vida
de milagro, hoy me gustaría hablar de uno de sus momentos que

1. Josafat, el buen rey de Judá, y el joven y malvado Joram, rey de Israel, se


encontraban en serios aprietos. Sus ejércitos habían partido a luchar contra los moabitas,
que se habían rebelado contra Israel, y habían planeado atacarlos por sorpresa desde el
oriente, por lo cual habían tomado un largo desvío a través del desierto. Pero ya no tenían
agua para los hombres ni para los animales. Estaban a merced de los moabitas y no sabían
qué hacer.

2. Josafat decidió consultar al profeta Eliseo, ya que, según él, «tenía Palabra del
Señor».

3. Los dos reyes le explicaron a Eliseo que habían venido a hablarle de un asunto de
suma urgencia.

4. De pronto, dirigiéndose a Joram, Eliseo le preguntó por qué razón acudía a un profeta
del Señor.

–Consulta a tus propios profetas –le dijo–, ve a los profetas de tu padre y de tu madre.

5. Joram era hijo de Acab, uno de los reyes más malvados que haya tenido Israel. Este,
además de casarse con la perversa Jezabel, que había perseguido y dado muerte a muchos
profetas de Dios, había construido también un altar a Baal, dando alojamiento y sustento a
cientos de profetas de aquel dios pagano, que se sentaban a la mesa de la reina Jezabel
(1Reyes 16:30-33; 18:18,19).
6. Aquella no era una manera muy diplomática de hablarle a un rey, pero Eliseo era un
hombre muy valiente y quería que Joram supiera que estaba totalmente en contra de su
conducta impía e idólatra. Así que agregó:

7. –¡Si no fuese por la presencia de Josafat, rey de Judá, ni siquiera te miraría ni


hablaría contigo!

8. Pero debido a que se hallaba presente el rey Josafat, Eliseo accedió a escuchar su
petición. Luego de enterarse de la situación, Eliseo dejó en claro que prestaría su ayuda
únicamente por consideración al rey Josafat.

9. Pidió que le trajeran un juglar y mientras éste tocaba una agradable melodía, «la
mano del Señor vino sobre Eliseo, quien dijo:

–Así ha dicho el Señor: Haced en este valle muchos estanques. Porque el Señor ha dicho
así: no veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros,
y vuestras bestias y vuestros ganados. Y esto es cosa ligera a los ojos del Señor; entregará
también a los moabitas en vuestras manos.

10. Es fácil imaginar a Joram mofándose:

–¡Cavar estanques en un valle desierto! ¡Qué absurdo!

Pero Josafat creía en el profeta de Dios y mandó cavar los pozos.

11. ¡Aquellos estanques fueron demostración de la fe de Josafat, pues hacía falta fe para
poner a sus hombres cansados y sedientos a cavar zanjas en un valle reseco! Pero su
recompensa llegaría pronto…

12. A la mañana siguiente, salió el sol y el cielo se veía completamente despejado. No


corría brisa ni había señal de lluvia. De pronto bajó de la montaña, «por el camino de Edom»,
un rugiente torrente de agua que se esparció por el valle, llenando los estanques hasta
rebosar. Los soldados, los caballos y el ganado bebieron hasta saciar su sed y recobrar las
fuerzas.

13. Para entonces, los moabitas se habían despertado y estaban listos para presentar
batalla. Al mirar hacia el oriente, observaron que los soldados de Israel se comportaban de
manera muy extraña. Unos estaban de pie; otros se hallaban de rodillas, y algunos se
encontraban tendidos en el suelo boca abajo. El lugar estaba cubierto de sangre, o por lo
menos, así les pareció al ver el sol matinal reflejarse sobre el agua que colmaba las zanjas.

14. –¡Miren! –gritaron– ¡Los reyes se han vuelto uno contra otro y cada uno ha dado
muerte a su compañero!

Y descendieron de la montaña corriendo para acabar con los invasores.

15. Claro está, cometieron un grave error. Al llegar a los estanques se dieron cuenta de
que estaban llenos de agua y no de sangre. Los israelitas, que los habían visto acercarse,
los estaban esperando, y se levantaron y atacaron a los moabitas, quienes huyeron de
delante de ellos siendo perseguidos por el ejército de Israel en su propia tierra.
16. Israel logró una gran victoria sobre sus enemigos gracias a las instrucciones
aparentemente absurdas que el Señor había dado a su profeta, y a que su rey las obedeció.

17. ¡Si seguimos al Señor, nunca nos equivocaremos, porque lo que Dios nos aconseja
siempre sale bien!

He conocido a muchas personas que sabían lo que significa quemar los arados y lanzarse a
vivir para Dios. Pero que no sabían que hacer después. Oraban, se comprometían y después
se estancaban. Como pastor, he visto suceder esto una y otra vez. Como hombre que trato
de vivir para Dios, lo he experimentado en números ocasiones.

Me imagino que estes tomando una gran cantidad de resoluciones acerca de las cosas que
necesitas comenzar a hacer o dejar de hacer. Esto es a lo que yo llamo una reingeneria. Tal
vez empienzas por orar o leer más la biblia

Ahora muchos quizás hemos decidido a dejar algún mal habito el fumar, dejar los
carbohidratos, dejr de ver pornogrfia , o a dejar de decir cosas incorrectas. Es posible que
hoy decidiste romper una relación que sabes que no es saludable para ti.

Muchos de nosotros somos gente bien intencionada pero que se queda atascada antes de
quemar sus arados.

La primera, que no pensamos lo bastante en grande.

La segunda, que no comenzamos por algo lo bastante pequeño.

Pensar en lo bastante grande y empezar por lo pequeño son los dos lados de la misma
moneda. No te estoy diciendo que no tengas sueños grandes. Lo que quiero hoy es retarte
para que des pasos realistas de obediencia que puedan hacer de verdad que la visión de
Dios se convierta en realidad.

Permiteme explicártelo muchos no pensamos lo bastante grande acerca de quién es Dios y


de lo que Él quiere para nuestr vida. Efesios 3:20 “ Al que puede hacer muchísimo más que
todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,”

Mcuhas veces nos contentamos con visiones y sueños que son muchísimo mas pequeños
que los que Dios tiene para nosotros.

Y el quiere que experimentemos algo mayor.

Dl Moody hizo esta declaración “Si Dios es tu socio, haz grandes planes.”

Tienes que estar dispuesto a pensar en grande. Aun asi, el ingrediente activo de esas obras
mayores de Dios atraves de nosotros consiste en que estemos dispuestos a empezar con
poco.

Dios siempre pide algo de nosotros por eso decimos que Haz tu lo posible o lo poco que
puedas que él hace el resto. A los leprosos les dijo que se presentansen delante de los
sacerdotes y mientas iban fueron sanados.
El ciego se le envio a lavar los ojos.

La fe tiene que ver con creer, y de seguro menos con limitarse a pensar. La tiene que ver
con la acción. Es más, la fe es acción. Santiago señala la manera tan enfática que “la fe sin
obras está muerta”

La fe no es un estado mental, sino un curos de acción.

La fe es trabajo.

Dios llama a personas. Historia del hombre llamado

Dios les habla de cavar zanjas con soldados con sed y cansados.

Es como si Dios dijera: “Si creen de verdad que voy a hacer lo que les dije que haría,
pónganse a trabajar. Desmuestrenme su fe y, entonces yo les mostrare mi fidelidad. Hagan
lo que les tocar hacer a ustedes. Si hacen lo que les estoy pidiendo, voy a serles fiel a mi
palabra.

Si ustedes cavan zanjas, yo voy a enviar la lluvia.

Tal como Dios les prometio asi sucedió.

Todos queremos algo mayor, hasta que tenemos que comenzar a cavar para conseguirlo.

Cuando cavas zanjas estas desarrollando tus musculos espirituales con cada giro de la pala.

A cada paso me encuentro con gente soltera que me dice: “Yo solo estoy esperando a que
Dios me envié la persona adecuada”. ¿Sabes una cosa? No puedes lograr que Dios te envíe
la persona adecuada, pero tu puedes ser la persona adecuada. Puedes cavar una zanja en
un valle. Puedes decir: “Señor, hasta que envíes la lluvia, hasta que me envíes la persona
adecuada, voy a estar cavando una zanja y hacer todo lo que pueda hacer”. Eso significa
desarrollar tu carácter cuando no hay nadie a tu alrededor.

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