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Los síntomas varían en función del tipo de flebitis. La flebitis superficial es visible con
más facilidad. Se observa la hinchazón y el endurecimiento de la vena debajo de
la piel. Por lo general, la inflamación se extiende sobre la zona de la piel circundante,
haciéndola dolorosa y sensible al tacto. También se puede formar un edema.
Algunas personas tienen más predisposición que otras. Las personas que sufre n
un cáncer o las mujeres embarazadas ven los riesgos de contraer una flebitis
multiplicados por 4. Las personas que padecen insuficiencia venosa (insuficiencia
del sistema nervioso) y las que tienen problemas cardíacos (sobre todo los que
llevan un marcapasos) también tienen más riesgos que la media.
Recuerda que solo un médico podrá darte el tratamiento a seguir en función de tus
necesidades, consulta siempre a un especialista
Prevención de la flebitis
Además de la aplicación del Aloe vera se pueden seguir otros prácticos consejos
que ayudarán a prevenir esta enfermedad que afecta al riego sanguíneo.
Una actividad muy sencilla que puedes realizar es la bicicleta sin salir de casa.
Túmbate en la cama y con las piernas en el aire simula dar pedaladas. Es un ejercicio
que viene especialmente bien a las personas que pasan mucho tiempo sentadas en
su día a día.
La flebitis es inflamación de una venas que casi siempre viene acompañada por la
formación de coágulos sanguíneos o trombo que se adhieren a la pared de la vena,
debido al deterioro de la integridad hística relacionada con efecto de irritantes
químicos y/o bacterianos, generado por el proceso de atención de intrahospitalario,
y es evitable. Para considerar y declarar como diagnóstico una flebitis debe existir
la presencia de una traducción clínica o la demostración de gérmenes vasculares
asociados con la punción venosa, pues en muchos casos puede existir respuesta
inflamatoria local debido a los agentes químicos, físicos o de otra índole, que
provocan la flebitis, pero que no implica una infección intrahospitalaria. En la mayoría
de los casos, el problema son las várices gigantes y la insuficiencia vascular de los
miembros inferiores, la cual se corrige con cirugía.
Flebitis superficial
Cuando la vena afectada está cerca de la superficie, la enfermedad es llamada
flebitis superficial. Este padecimiento normalmente se resuelve por su cuenta sin
complicaciones posteriores. Sin embargo, cuando la flebitis se presenta en una vena
profunda, se da un padecimiento llamado Trombosis venosa profunda (DVT por sus
siglas en inglés), en el cual un coágulo podría separarse de la vena y alojarse en los
pulmones. Este es un padecimiento amenazante para la vida.
Síntomas de la flebitis
Los síntomas de la flebitis superficial incluyen:
Dolor.
Inflamación.
Enrojecimiento y calor alrededor de la vena afectada.
La vena se siente dura al tocarla debido a la sangre coagulada.
Inflamación.
Dolor y calor en la pantorrilla entera, tobillo o muslo (dependiendo de donde esté
localizada la vena involucrada).
Aunque estos síntomas también pueden ser causados por condiciones más
benignas
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para cualquier tipo de flebitis incluyen:
Prevención
Para ello, deben seguirse normas simples:
Tratamiento
Tromboflebitis
Tipos
La tromboflebitis venosa profunda se refiere a un coágulo de sangre que causa
flebitis en las venas profundas. La tromboflebitis venosa profunda también se
denomina trombosis venosa profunda (TVP). La presencia de flebitis superficial no
necesariamente sugiere una TVP subyacente.
Síntomas
En la primera fase, antes de aparecer la inflamación el primer síntoma es dolor en
la cara interna del muslo y a veces en la pantorrilla, el pulso se acelera
marcadamente, hay pesadez en el muslo afectado.
Causas
La flebitis tiene muchas causas. Algunas de las causas comunes de la flebitis son
un trauma local, inactividad prolongada, varices, cánceres subyacentes, etc. Leer
más acerca de las causas de la flebitis.
Factores de riesgo
Por ejemplo, un traumatismo o una lesión en el brazo o la pierna puede causar una
lesión de la vena subyacente que resulta en inflamación o flebitis. Leer más acerca
de los factores de riesgo de la flebitis.
Complicaciones
Las complicaciones de la flebitis pueden incluir infección local, formación de
coágulos y la progresión de la trombosis venosa profunda y embolia pulmonar. Leer
más acerca de las complicaciones de la flebitis.
Diagnóstico
El diagnóstico de la flebitis superficial puede ser hecha basada en el examen físico
por un médico. Leer más acerca del diagnóstico de la flebitis.
Flebitis superficial
TROMBOFLEBITIS
Síntomas
Enrojecimiento e hinchazón
Dolor
Hinchazón
Cuando se afecta una vena cercana a la superficie de la piel, se puede observar
un cordón rojo y duro justo debajo de la superficie de la piel que es sensible al
tacto. Cuando se afecta una vena profunda en la pierna, es posible que la pierna
se hinche y se vuelva hipersensible y dolorosa.
Causas
Permanecer inmóvil durante mucho tiempo, como cuando tienes una lesión
o durante una estancia hospitalaria
Factores de riesgo
Tienes cáncer
Fumas
Si presentas uno o más factores de riesgo, habla con tu médico sobre las
estrategias de prevención antes de tomar vuelos o realizar viajes largos, o si
planeas someterte a una cirugía electiva, cuya recuperación exija que no te
muevas demasiado.
Complicaciones
Embolia pulmonar
Las complicaciones de la tromboflebitis superficial son poco frecuentes. No
obstante, si padeces trombosis venosa profunda, corres más riesgo de sufrir
complicaciones graves. Las complicaciones podrían ser las siguientes:
Prevención
Estar sentado durante un viaje largo en avión o en automóvil puede hacer que
los tobillos y las pantorrillas se hinchen, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir
tromboflebitis. A fin de prevenir un coágulo sanguíneo:
Diagnóstico
Medias de compresión
Si la tromboflebitis es superficial, el médico podría recomendar que te apliques
calor en la zona dolorida, mantengas elevada la pierna afectada, tomes un
medicamento antiinflamatorio no esteroide (AINE) de venta libre y, posiblemente,
que uses medias de compresión. La afección normalmente mejora por sí sola.
Qué es
La insuficiencia venosa crónica, también conocida como varices o venas
varicosas, son venas hinchadas a causa de una acumulación anormal de
sangre debido a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y
válvulas de las venas superficiales. Esto hace que las venas se ensanchen
y se dilaten, de manera que la sangre se acumula fácilmente cuando una
persona permanece de pie durante mucho tiempo.
“Cuando la vena se dilata no cumple su función. Éstas se encargan de
realizar el retorno sanguíneo al corazón y eso implica que el flujo tenga que
ir contra la gravedad: desde el pie hacia el corazón”, explica a CuidatePlus
Andrés García León, director del área de Cirugía Vascular en el
Hospital Universitario Virgen de Valme (Sevilla) y miembro de la Sociedad
Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular. “Las venas tienen unas
válvulas que impiden el retorno de ese flujo sanguíneo hacia el pie y facilitan
la subida. Sin embargo, si la vena está dilatada, las válvulas no cumplen su
función y el flujo se invierte, lo cual provoca que aumente la dilatación y se
produzcan problemas como edemas, hinchazón de la pierna o, en fases
más avanzadas, úlceras o flebitis (trombosis de una variz), entre otras.
Esta patología es mucho más frecuente en la mujer. La aparición de las
varices es hasta cinco más frecuente en ellas que en los hombres. Se da
habitualmente en las venas de las piernas, sin
embargo, también pueden afectar al esófago, la región anal o los testículos.
Causas
Entre las principales causas de la aparición de varices destacan tres.
En primer lugar, y si se trata de varices primarias, están las válvulas
congénitamente defectuosas. Las válvulas son responsables de hacer
circular la sangre hacia el corazón, por lo que si no funcionan correctamente
la sangre se acumula en la vena provocando su hinchazón.
La tromboflebitis provoca el mismo efecto. En este caso, son trombos, o
lo que es lo mismo, coágulos, los que dificultan la circulación. Esta situación
puede darse, por ejemplo, tras prolongados periodos de reposo en cama.
La tercera causa más probable para la aparición de varices es
el embarazo. Por suerte, las varices que aparecen durante el período de
gestación son secundarias y tienden a desaparecer entre dos y tres
semanas después del parto.
Evalúa tus síntomas
Síntomas
Las manifestaciones clínicas más comunes son:
Pesadez de piernas.
Aparición de varices con venas visibles.
Edema.
Hinchazón.
Aparición de dolor.
Calambres.
Sensación de acorchamiento.
En fases más más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer úlceras
venosas, dermatitis ocre (oscurecimiento de la piel), o el sangrado en
varices complicadas.
Prevención
En la actualidad no existe ninguna medida que ayude a prevenir la
aparición de las varices.
No obstante, el director de Cirugía Vascular del Hospital Universitario de
Valme destaca que un estilo de vida saludable, realizar ejercicio físico,
evitar el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo contribuyen a que, si
una persona tiene riesgo de desarrollar varices, éstas estén más
controladas.
Tipos
Existen diferentes formas de clasificar las varices. La principal, a nivel
médico, es la clasificación CEAP, que establece una graduación de las
varices en función de la presentación clínica, de la etiología, de la anatomía
de la vena y de la patofisiología de la misma.
A nivel general García León indica que se pueden establecer dos tipos:
Varices superficiales: Es el tipo más frecuente. Conocidas
como telangiectasias o arañas vasculares son varices de pequeño
tamaño, muy visibles, que suelen causar preocupación. “Este tipo de variz
no suelen tener mayor significación patológica y suele ser un problema
principalmente estético, no suele provocar problemas en la piel de
oscurecimiento o de dermatitis, ulceraciones o flebitis”, añade.
Varices tronculares: Pueden presentar diferentes grados de dilatación y
son las varices propiamente dichas: venas dilatadas y que pueden ser más
o menos visibles.
Diagnóstico
La primera recomendación que deben seguir los pacientes para que se les
realice el diagnóstico es acudir a un especialista de cirugía vascular. El
experto está plenamente capacitado para, sólo con la clínica y una
exploración física, dar un primer diagnóstico que suele ser bastante certero.
A continuación, la realización de un eco-Doppler venoso suele dar
información más concreta de la anatomía de la variz y sobre las opciones
terapéuticas que se pueden establecer.
Tratamientos
El tratamiento farmacológico de las varices está enfocado a aliviar los
síntomas y evitar que el trastorno vaya a más. Algunos fármacos
venotónicos que se administran por vía oral resultan eficaces. Los más
empleados son Daflón (diosmina), Venosmil (hidrosmina) y Venoruton
(oxerutinas), entre otros.
Las plantas medicinales con propiedades venotónicas también pueden
ser una opción terapéutica a tener en cuenta. Las más eficaces son castaño
de Indias, ruscus, vid roja, ginkgo biloba y hamamelis. Se suelen administrar
por vía oral o aplicarse en forma de geles y cremas con efecto frío.
Para aliviar los síntomas, los expertos recomiendan asimismo una serie de
medidas:
Utilizar medias de compresión; estas prendas ayudan mecánicamente a
impulsar la sangre desde los capilares hasta el corazón, impidiendo que se
produzcan estiramientos o heridas. A pesar de la incomodidad que puedan
suponer, su uso está especialmente indicado en los meses de verano, ya
que con temperaturas superiores a los 25 grados existe riesgo de
empeoramiento de los trastornos asociados al retorno venoso.
Aplicar duchas de agua fría en las piernas, haciendo que el chorro impacte
en círculos ascendentes.
Evitar permanecer de pie durante mucho tiempo, (especialmente en el caso
de personas con antecedentes familiares del mismo tipo).
Tumbarse y elevar las piernas por encima de la altura del corazón, tras
largos periodos sentados o de pie, y al dormir.
Otros datos
Las varices son la enfermedad vascular más frecuente. Afectan a entre el
20 y el 30 por ciento de la población adulta y su prevalencia aumenta
con el envejecimiento. De hecho, a partir de los 50 años casi la mitad de la
población tiene un grado u otro de insuficiencia venosa.
Pronóstico
El pronóstico de la insuficiencia venosa crónica suele ser benigno. Sin
embargo, si las varices no están bien tratadas pueden provocar una pérdida
de la calidad de vida del paciente debido a las molestias de la patología,
como la pesadez y el dolor, que se incrementan en la época estival.
Factores de riesgo
Existen tres factores que incrementan el riesgo de desarrollar varices:
Tener antecedentes familiares.
Descripción general
Arañas vasculares
Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Cualquier vena
superficial puede volverse varicosa; sin embargo, las venas afectadas con
mayor frecuencia son las de las piernas. Eso se debe a que estar de pie y
caminar con una postura erguida aumenta la presión en las venas de la parte
inferior del cuerpo.
Para muchas personas, las venas varicosas y las arañitas, una variación leve
frecuente de las venas varicosas, son simplemente un problema estético. Para
otras personas, las venas varicosas pueden causar dolor y malestar. A veces,
las venas varicosas causan problemas más graves.
El tratamiento puede involucrar medidas de cuidado personal o procedimientos
médicos para cerrar o retirar las venas.
Síntomas
Las venas varicosas pueden no causar ningún dolor. Algunos signos de que
puedes tener venas varicosas son los siguientes:
Las arañitas son similares a las venas varicosas, pero son más pequeñas. Las
arañitas se encuentran más cerca de la superficie de la piel y, a menudo, son
rojas o azules.
Tratamiento no farmacológico
Las principales recomendaciones terapéuticas en cuanto a la prevención y el tratamiento
de la insuficiencia venosa y las varices son:
Tratamiento farmacológico
Existen numerosos productos para tratar la insuficiencia venosa y las varices conocidos
como flebotónicos. La gran mayoría son derivados de extractos vegetales como los
flavonoides, los rutósidos, el extracto de castaño de indias, de hojas de la viña, el Ruscus
o el Ginko biloba.
A pesar de la existencia de tantos productos y de tantas familias diferentes, su eficacia en
la enfermedad varicosa es discreta y con gran variabilidad individual, ya que hay
pacientes que notan un gran efecto como mejora de la pesadez, de la sensación de
hinchazón o de piernas cansadas, mientras que otros no perciben prácticamente nada.
Es importante remarcar que su eficacia sobre las propias varices y la evolución de la
enfermedad es prácticamente nula. Por lo tanto, su prescripción se hace en aquellos casos
sintomáticos y en periodos de tiempo de 2-3 meses revalorizando entonces la necesidad
de continuar el tratamiento en función de la mejoría obtenida. La administración
preventiva en varices asintomáticas no está indicada.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico de las varices tiene dos partes u objetivos. Por un lado, corregir
el problema que causa las varices (mayoritariamente el reflujo por disfunción de las
válvulas venosas), y por otro lado, eliminar las venas visibles que han quedado dilatadas.
Con el fin de corregir la causa se utilizan dos técnicas:
No hay evidencia científica suficiente para demostrar que una técnica sea claramente
mejor que la otra, aunque de manera genérica la estrategia CHIVA es menos agresiva que
la fleboextracción. Tanto una como la otra, suelen requerir una incisión de unos 5-6 cm,
normalmente, en la ingle (en caso de varices dependientes de vena safena interna), o bien
detrás de la rodilla (en caso de depender de la vena safena externa).
Una vez corregida la causa, se procede a extraer las varices propiamente dichas mediante
pequeñas incisiones siguiendo su trayecto.
Ambos procedimientos (corrección de la causa y extracción de las varices) se suelen hacer
en la misma intervención quirúrgica. Se realiza la mayoría de veces mediante anestesia
local o locorregional (intradural) y requiere pocos días de ingreso o, incluso, no requiere
ingreso (vía cirugía mayor ambulatoria o CMA).
Intervenciones de Enfermería
Lavado de manos
Toma de signos vitales
Toma de signos vitales
Evitar factores que agravan el retorno venoso: estos factores son la obesidad,
estreñimiento, ropa, calzado, posturas, embarazo.
Favorecer el drenaje venoso: uso de medias comprensivas, posturas de descanso,
ejercicio, higiene, hidroterapia, masajes.
Vigilancia ante síntomas de alarma: alteración del color y temperatura, de piel, heridas,
atrofia muscular, úlceras.
Utilizar los 10 correctos de la administración de los medicamentos.
Farmacoterapia y compresión de efectos secundarios
Apoyo psicológico para adaptarse a las circunstancias impuestas por la enfermedad.
PAE