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Retiro Comunitario del día 28 Junio de 2014 – P.

Darío Molla Llacer

Encuentro con Dios en la Vida Cotidiana

El encuentro con Dios tiene dos miradas: una hacia dentro y otra hacia afuera. ¿como lo
encontramos a Dios en nosotros y como lo encontramos afuera?

Encuentro con Dios mirando hacia adentro. Encontrarlo de esta manera habla de la interioridad.
Como definiríamos a la interioridad: es la capacidad de conectar con lo más interior de nosotros
mismos. Muchas veces entendemos a la interioridad como una observación de nosotros mismos, no
es ensimismamiento, ni una especie de narcisismo, sino hay que verlo con la capacidad de conectar
con los mas profundo de nosotros mismos y desde ahí conectar con los demás.
Una cosa es vivir desde esa profundidad y otra es vivir desde la superficialidad.
¿Qué es lo mas interior de nosotros mismo? El cariño de Dios que nos ama y nos sostiene( en él
vivimos... nos movemos y existimos). Eso es interioridad: conectar con ese cariño de Dios.
Lo contrario de la interioridad no es la exterioridad sino la superficialidad que es vivir desde lo
exterior. Cuando uno vive desde lo exterior lo único que capta es lo exterior sin llegar a ver lo
interior.
La manera de relacionarnos con los demás es un signo de profundidad o de superficialidad. Lo que
hay que buscar siempre es esa comunicación desde la profundidad con el Otro y el otro. Según el
modo de situarnos delante de las personas o situaciones es como nos relacionamos.
El ejemplo de interioridad es Jesús. ¿cómo vivió su interioridad Jesús? Sanamente porque lo que lo
sostiene es el cariño del Padre y sus relaciones humanas las lleva a cabo desde el Padre... desde su
interioridad. Debemos vivir conectados con la experiencia de Dios y esto se manifestará en
nuestras actitudes: nuestra forma de relacionarnos con los otros no será utilitarista sino
HUMANA.

COMO SERES HUMANOS VAMOS CRECIENDO EN CAPACIDAD DE VIDA INTERIOR. ¿qué


significa crecer en interioridad o capacidad de vida interior?
Hay un proceso.

1.- Cuando pasamos desde el saber hasta el sentir, del saber a buscar, de la cabeza al corazón.
Hay muchas cosas desde las que sabemos que cada vez importan menos y las sentimos más. Es
como un preguntarse ¿de estas cosas que sé cual es la que tengo más interiorizada y me identifica?

2.- Cuando nuestra sensibilidad se va descentrando. Al principio nos importamos muchos y nos
afecta mucho lo de nosotros mismos. Poco a poco vamos creciendo y saliendo de nosotros mismos
y a preocuparnos de los otros. Eso es un cambio madurativo (se pasa del niño al adolescente). Se
pasa de una sensibilidad auto-centrada a una descentrada. De una sensibilidad narcisista a una
abierta. De una sensibilidad de lo “propio” al compartir.
Una persona interior es una persona que no habla de nociones sino de experiencias. Una persona
interior no está centrada en si mismo y en sus cosas sino en los demás.

2.- Proceso de coherencia o proceso de discernimiento: Se va pasando desde un hablar menos y


hacer más. Un momento de no dar tanta doctrina y de decir a los demás lo que deben hacer a ser
una persona que se fija en lo que él mismo debe hacer.

TEORIA ---------------------------paso a ------ experiencia


CENTRADA EN SI MISMO----paso a------ APERTURA AL OTRO
INCHORENCIA-----------------paso a --------COHERENCIA

La inmadurez aparece cuando no cuidamos nuestra interioridad, ¿cómo cuidamos la interioridad,


como ayudamos a crecer este proceso?
Hay gente que no es consciente de sus cambios. No es raro encontrarse con personas que presas
del desánimo no ven sus cambios y se culpabilizan. Nadie es igual a ayer,
El cuidado de la interioridad, dando por supuesto la coherencia con la vida religiosa. Hay modos
de vivir que nos impiden y otros que nos ayudan a crecer en interioridad.

Enemigos de la Interioridad: son estilos de vida que impiden el crecimiento.

a) La aceleración. ¿Qué es? No es ir de prisa, sino que es ir más de prisa de lo que puedo. No
puedo ir como un pibe de 25 años si tengo 40. Tengo que tener en cuenta las limitaciones a las que
seré sometido por la edad.

b) La dispersión ¿que es? No es hacer muchas cosas sino que esas cosas estén desordenadas. Lo
que hago debe tener un eje, un hilo conductor. Sería bueno preguntarnos ¿cual es el eje de mi vida,
en que vivo centrado?
Se corre un peligro cuando se esta en la aceleración y la dispersión. Quien vive acelerado y
dispersado tendrá esto muy presente en su oración.

Cual es mi ritmo de vida? ¿es clave para vivir una vida ordenada y desacelerada?(Clave para
discernir y crecer en interioridad que hay que preguntarse con frecuencia). Muchas veces no se
vive con un ritmo de vida impuesto desde afuera y no desde la interioridad.
Cuidar el ritmo de vida es cuidar el silencio (el silencio de mi mismo); es cuidar la oración. Una
oración que no es palabrería sino la elevación del corazón. La oración es “ser delante de Él” (S.S.
Francisco). (Película: El velo pintado. (yo se que Él no se va a ir y el sabe que yo no me voy a ir.
Esta es mi seguridad).

Como encontramos a Dios en el EXTERIOR DE LA VIDA. ¿Por qué no lo encontramos en lo


exterior?
De entrada hay algo que debemos recordar: cuando vamos acelerados y ensimismados por la vida
es muy difícil encontrar a Dios y a los demás.

Modos de encontrar a Dios en la vida: para hacerlo hay que vivir atentos. La atención es gran
virtud cristiana. La atención es el nombre cotidiano de lo que llamamos contemplación. Vivir
atentos es vivir mirando, fijándonos en los detalles porqué la contemplación es mirar los detalles.
Hay veces que buscamos a Dios en espectacularidad, con manifestación de grandes signos. El
Di9os de Jesús no es aparatoso... es más bien sencillo hasta escondido. Es un Dios que habla
bajito pero claro.
La búsqueda de ese Dios impactante es la búsqueda de lo que nosotros quisiéramos que así fuera.
Si no somos atentos no podremos encontrar a Dios. Muchas veces no caemos en la cuenta de que
Dios está ahí, siempre.
Si nos fijamos en las apariciones de Jesús resucitado veremos que sus apariciones: de entrada
nunca lo reconocen. Ese reconocimiento se da después. ¿porque no lo reconocemos? Porque
esperamos a un Dios que no es. Para encontrarlo: HAY QUE VIVIR ATENTOS, MAS
CONTEMPLATIVAMENTE. Ese vivir contemplativamente lo adquirimos cuando oramos
contemplativamente.
Una segunda linea es:

Dios siempre nos llama desde donde no estamos pero... cuando yo me he ido a ese sitio Él ya se ha
ido a otra parte. ¿porque usa ese método? Porque busca que no nos instalemos... Dios siempre está
en movimiento, es un Dios inquieto (un Dios no quieto). Si esto es así encontrarnos con Dios nos
pide discernimiento, búsqueda. Discernimiento que es preguntarse: ¿cual es el sentido de esto que
me acaba de pasar? ¿a través de que persona y/o acontecimiento Dios se me está manifestando?
Ha Dios hay que buscarlo y lo hacemos preguntándonos. Continuamente nos está llamando e
instando a preguntarnos. Cuando en la vida dejamos de preguntarnos Dios se nos está yendo. Vivir
en el pasado es PERDER a Dios.¿por qué? Porque Dios es movimiento, es presente. La vida es
movimiento.
Ascética del presente: no cogerse al pasado ni imaginarse en el futuro que no ha llegado. Dios está
en este presente y ahí me está buscando y ahí me está llamado. Por lo tanto se hace necesario NO
ANCLARNOS EN EL PASADO ni ESCAPARNOS AL FUTURO.

La tercera linea que nos aparece es: Buscamos a Dios adonde no está. Dios está a los pies de los
demás. El lavatorio de pies es la fotografía de Dios encarnado. Decir que Dios está a los pies de
los demás si yo estoy a los pies de los demás me encontraré con Él. Si yo no vivo a los pies de los
demás si vivo por encima de los demás NUNCA ME ENCONTRARÉ CON DIOS.
Flp 2.(autor Ernest Bloch: El principio esperanza) habla de la tendencia hacia abajo. Jesús tiene
la tendencia hacia abajo... si nosotros tenemos la tendencia hacia arriba, entonces, NO NOS
ENCONTRAREMOS.
¿Adonde nos situamos en la vida, en la comunidad, en mi trabajo, ante los demás...? Yo no puedo
decir de nadie que mala persona es si puedo decir que mal se sitúa en la vida. Si Dios es un Dios
inquieto o hacemos discernimiento tenemos que preguntarnos. Si el se sitúa a los pies tengo que
situarme también yo adonde está Él.
Si hay algo que no va deberíamos preguntarnos ¿adonde y como me sitúo? Estoy haciendo
discernimiento?

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