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Hace trescientos años Antonie van Leeuwenhoek observó por primera vez en un microscopio
primitivo unos “pequeños animáculos” que ahora se conocen como microorganismos. Los
microorganismos son los seres más primitivos y numerosos que existen en la Tierra,
colonizan todo ambiente: suelo, agua y aire, participan de forma vital en todos los
ecosistemas y están en interacción continua con las plantas, los animales y el hombre. Los
microorganismos son clave para el funcionamiento de los sistemas biológicos y el
mantenimiento de la vida sobre el planeta, pues participan en procesos metabólicos,
ecológicos y biotecnológicos de los cuales dependemos para sobrevivir y enfrentar los retos
del futuro. Estos retos son gigantescos para la continuidad de la vida, en particular, para
satisfacer la demanda de alimentos y medicamentos y resolver problemas ecológicos y de
contaminación ambiental. En otras palabras, parte de la actividad biológica esencial que
permite la vida depende de los microorganismos.
Los microorganismos tienen una influencia muy significativa en los sistemas biológicos y
biotecnológicos. En este sentido, la diversidad microbiana es también un recurso para
elaborar tecnologías novedosas que generen riqueza y bienestar para el país. Entre estas
podría contemplarse usar a los microorganismos en tecnologías ecológicas y ambientales que
permitan ayudar a la conservación o recuperación de la biodiversidad. Por su utilidad
biotecnológica (por ejemplo en la elaboración de fármacos, productos alimenticios y hasta
armamento biológico) los microorganismos también son punto clave de bioseguridad en los
países, por ello es indispensable conocerlos lo más posible y al mismo tiempo reglamentar
su uso. La existencia de la vida en el planeta depende en gran parte de los microorganismos,
por lo que es alarmante que el conocimiento sobre la diversidad microbiana sea tan escaso.
Esto compromete a países megadiversos, con el difícil reto de incorporar al estudio de su
biodiversidad esfuerzos y apoyos de investigación dirigida a inventariar, conservar, explotar
el uso y regular la protección de la diversidad microbiana, así como a incrementar la
investigación dirigida a explorar la función de los microorganismos en la biodiversidad y en
los ciclos biogeoquímicos vinculados al funcionamiento de los ecosistemas. Hay aún muchas
preguntas por responder; por ejemplo, no se sabe si existen especies de microorganismos en
extinción pero con potencial biológico vital para otros organismos, se desconoce cuántos
microbios patógenos surgen en el ambiente y cómo cambia su actividad ante el cambio
climático o las perturbaciones al ambiente, y falta documentar qué especies bacterianas y
virales surgen o se han vuelto resistentes al uso de antibióticos y pesticidas. El suelo, por
ejemplo, tiene una riqueza microbiana cuyo potencial podría resolver problemas ambientales,
de salud o alimenticios; sin embargo, es necesario intensificar la investigación y el diseño de
método logías dirigidas a identificarlos, preservarlos y a conocer sus usos. A nivel de
ecosistemas falta conocer en qué procesos ecológicos participan en forma individual, en
consorcios o como comunidad o grupo funcional, con la finalidad de identificar cuáles
procesos se alterarían afectando al resto de la diversidad biológica si ciertos microorganismos
desaparecieran. Estas preguntas podrán ser abordadas mediante el uso de técnicas de cultivo
tradicionales, bioquímicas (perfiles de ácidos grasos de membrana) y moleculares (ADN,
ARN, metagenoma.
Según su papel y función en la de la naturaleza se divide a los organismos en tres grupos. Las
plantas verdes producen materia orgánica utilizando energía solar y anhídrido carbónico, y
se les denomina productores.
Los animales son consumidores; consumen gran cantidad de la biomasa primaria para la
síntesis de su propio cuerpo. Plantas y animales sufren par último una descomposición, en la
que la materia orgánica se transforma en compuestos minerales, inorgánicos. En este proceso
denominado mineralización están implicados en primer lugar hongos y bacterias. Actúan en
la naturaleza como descomponedores. Los bioelementos, por tanto, están sometidos a
procesos cíclicos. A continuación daremos brevemente alguna noción de los ciclos
biogeoquímicos del carbono, el nitrógeno, el fosforo y el azufre.
Ciclo del carbono. En el ciclo del carbono cumplen los microorganismos su función más
importante en el mantenimiento de la vida sobre la tierra. Se encargan de la mineralización
del carbono transformado en materia orgánica para las plantas verdes, y con ello del
mantenimiento de un equilibrio muy delicado. EI aire atmosférico contiene poco más del
0,03% de anhídrido carbónico. La capacidad fotosintética de las plantas verdes es tan grande,
que la reserva de CO2 atmosférica se agotaría en poco menos de veinte años. Para nuestra
medida del tiempo es un lapso relativamente corto; sin embargo, se calcula que las reservas
de energía y de carbono de la Tierra pueden durar entre 1000 Y3000 años. Incluso si se tienen
en cuenta las reservas de los océanos, la reserva de anhídrido carbónico solo duraría unos
2000 años.
Las plantas verdes tendrán que detener pronto su fijación de anhídrido carbónico si animales
inferiores y microorganismos no asegurasen la continua mineralización de la materia
orgánica para una regeneración de anhídrido carbónico. Las bacterias y los hongos del suelo
no tienen una importancia menor que las plantas verdes fotosintéticamente activa de la
materia en la Tierra. En el ciclo del carbono es donde queda más clara la interdependencia
de todos los seres vivos de la Tierra.
Indiquemos todavía una particularidad del proceso de mineralización. Una pequeña parte
del carbono mineralizado (1-1,5%) no llega a la atmosfera en forma de CO2, sino como
metano. Este gas se produce a partir de la materia orgánica en aquellos hábitats a los que no
llega el oxígeno atmosférico (tundra, arrozales, panza de los rumiantes), pasa a la atmosfera,
y allí, por oxidación de los radicales OH del aire pasa a través de monóxido de carbono (CO)
hasta CO2. En la formación de metano, así como de otros gases que se encuentran en trazas
(H2, CO, N,O, NO,) participan principalmente bacterias.
A primera vista el mar parece representar una poderosa reserva de anhídrido carbónico.
Frente a esto se puede argüir que la velocidad de intercambio del anhídrido carbónico
atmosférico con el del mar, presente en forma de C03- en más de un 90%, es muy baja; en
un ano se intercambia únicamente 1/10 del anhídrido carbónico del aire con el del mar.
Además, en el intercambio gaseoso participa solo una delgada capa superficial. Las grandes
cantidades de CO, que se encuentran por debajo de la termoclina en los océanos solo llegan
a la superficie en unas pocas regiones de afloramiento
(Africa occidental, Chile) y allí enriquecen también la atmosfera en CO2
(0,05%). Desde hace varios años está aumentando continuamente el contenido en anhídrido
carbónico de la atmosfera. Este incremento puede atribuirse en parte a la combustión de
petróleo y de carbón. Por otra parte, el incremento en el contenido de CO2 también se debe
a un descenso de la fijación fotosintética del CO2, por la desforestación de grandes
superficies y la degradación del suelo. Los océanos constituyen un poderoso sistema tampón
de CO2 y actúan como compensadores del contenido en CO, de la atmosfera.
Ciclo del nitrogeno. En el centro del ciclo del nitrógeno se encuentra el amonio. Este es el
producto de degradación de las proteínas y aminoácidos, que llegan al suelo con la materia
animal y vegetal muerta. En los suelos bien aireados el amonio está sometido a la
nitrificación; a través de las bacterias Nitrosomonas y Nitrobacter el amonio se oxida a nitrito
y nitrato. Tanto el amonio como el nitrato pueden ser utilizados por las plantas en la
asimilación como fuente de nitrógeno. Si el nitrato se encuentra en ausencia de oxígeno tiene
lugar una pérdida de nitrógeno (desnitrificacion). Las bacterias implicadas utilizan entonces
el nitrato como fuente de oxígeno (aceptor de hidrógenos), "respiran" por tanto con
N03- en lugar de O2; por ello se habla de una "respiración de nitratos". La desnitrificación
conduce a pérdidas de nitrógeno del suelo. También hay bacterias capaces de fijar nitrógeno.
Las bacterias fijadoras de nitrógeno viven libres en el suelo (no simbióticas) 0 en simbiosis
con plantas superiores (fijadores simbióticos del nitrógeno). Junto a los animales y las
plantas, las bacterias participan principalmente en el ciclo del nitrógeno.
Ciclo del fosforo. En la biosfera el fosforo se encuentra casi exclusivamente en forma de
fosfato. En los organismos el ácido fosfórico está fijado en forma de ester. Los esteres se
disocian rápidamente al morir las células, y se liberan los iones fosfóricos. La forma del
fosforo en el suelo que es captable por las plantas son los iones libres del ácido orto fosfórico,
H3P04• Su concentración es frecuentemente muy baja; la limitación del crecimiento de los
organismos no se debe por 10 general a una deficiencia en fosfatos, sino a la formación de
compuestos de fosfato difícilmente solubles, como el apatito y los complejos de metales
pesados. Las reservas de fosfatos que puedan descomponerse son abundantes, y no limitan
la producci6n agrícola en un futuro previsible; no obstante, los fosfatos hay que
transformarlos en su forma soluble. En muchos lugares los fosfatos de los abonos llegan a
los ríos y a los lagos. Como sus concentraciones en iones hierro, calcio y aluminio no son
frecuentemente altas, el fosfato permanece soluble y conduce a la eutrofizaci6n de las aguas,
sobre todo favoreciendo a las cianobacterias fijadoras de nitr6geno. En los suelos la mayoría
de las veces los fosfatos se fijan nítidamente en forma de sales insolubles.
Ciclo del azufre. En las células vivas el azufre se encuentra principalmente en forma de
grupo mercaptano, formando parte de aminoácidos azufrados (cisteína, metionina,
homocisteina). Su porcentaje en el peso seco de los organismos es del 1%. En la
descomposici6n anaer6bica de la materia orgánica los grupos mercaptano se disocian
mediante desulfurasas; a la forrnaci6n de sulfhídrico en el curso de la mineralizaci6n en
condiciones anaer6bicas se la denomina también desulfuraci6n. Sin embargo, la mayor parte
del sulfhídrico que aparece en la naturaleza se debe a la reducción del sulfato por las bacterias
(bacterias reductoras de sulfatos)
Este sulfhídrico producido en los sedimentos an6xicos de las aguas puede ser oxidado a
azufre y sulfato por bacterias anaeróbicas. Si el sulfhídrico llega a zonas que contienen
Fig 3. (1) A través de la reducci6n asimiladora del sulfato se reduce este al nivel del sulfuro
y se fija transitoriamente en forma orgánica a las proteínas de los seres vivos. EI azufre se
libera de los aminoácidos por degradaci6n de las proteínas y eliminación. EI sulfuro puede
oxidarse bajo condiciones aeróbicas abióticamente hasta azufre o sulfato, o bien por bacterias
(Beggiatoa, Thiothrix) hasta sulfato pasando por azufre. EI azufre libre es oxidado
aeróbicamente por los Thiobacilli hasta sulfato. Bajo condiciones anaer6bicas el sulfuro
puede ser oxidado por las bacterias fototr6ficas hasta azufre (Chlorobium) o sulfato
(Chromatium). En condiciones anaer6bicas el sulfato puede reducirse a sulfuro a través de la
reducci6n disimilatoria de sulfatos por los desulfuricantes (Desulfovibrio,
Desulfotomaculum) y por la reducci6n disimilaría del azufre este puede ser reducido a
sulfuro por Desulfuromonas.
MICROORGANISMOS Y BENEFICIOS
Una tecnología tradicional Aunque los seres humanos han utilizado microorganismos
(especialmente en procesos alimentarios) desde la Antigüedad, estos no fueron conocidos
hasta una época reciente (siglos XVIII y XIX). En el siglo XIX se inició la obtención
industrial de ciertos productos empleando especies concretas de microorganismos. Industrias
alimentarias La mayoría de los productos alimenticios en los que intervienen
microorganismos se obtienen mediante procesos de fermentación, como el pan, el vino, la
cerveza y las leches fermentadas. La levadura Saccharomyces cerevisiae produce una
fermentación alcohólica de los glúcidos de la harina. El etanol se evapora al ser horneado el
pan y el CO2 producido hace que el pan sea esponjoso. El vino y la cerveza son también
productos resultantes de la fermentación alcohólica provocada por la levadura
Saccharomyces cerevisiae. El vino procede del mosto fermentado y la cerveza se obtiene de
la malta previamente tostada (en este producto, además, se añade lúpulo). Ambos productos
contienen etanol debido a la fermentación producida por la levadura. El vinagre se obtiene
por un proceso oxidativo, a partir de vino, mediante el cual el etanol es oxidado hasta
convertirse en ácido acético por bacterias del género Acetobacter. Este proceso consiste en
una respiración aerobia, por lo que es necesario contar con bastante aireación. En la
elaboración del queso y las llamadas leches fermentadas (yogur, kéfir, cuajada, etc.) son
fundamentales las bacterias como Lactobacillus o Lactococcus. Estas realizan la
fermentación láctica cuyo producto final es el ácido láctico, que actúa como conservante
natural. Industrias químicas Los microorganismos producen alcoholes y acetona que se
emplean en muchos procesos industriales. Ácidos orgánicos, como el acético, el cítrico o el
aminoácido glutámico, tienen mucha utilidad en industrias químicas. En el ámbito de la
microbiología industrial se emplean actualmente células microbianas modificadas
genéticamente para la obtención de muchos productos específicos. Industrias farmacéuticas
La microbiología aplicada a las industrias farmacéuticas se desarrolló después de la Segunda
Guerra Mundial, con el inicio de la producción de antibióticos. Actualmente existe un gran
número de productos farmacéuticos en cuya producción intervienen los microorganismos.
Muchas vacunas virales se elaboran en cultivos celulares; las vacunas contra bacterias
implican el cultivo bacteriano y su posterior atenuación. La tecnología del ADN
recombinante adquiere cada vez mayor importancia en la elaboración de vacunas, tanto de
virus como de bacterias. Microorganismos del tipo de los actinomicetos y los hongos
filamentosos, como Penicillium o Cephalosporium, producen la mayoría de los antibióticos.
A partir de estos productos se obtienen los antibióticos semisintéticos en las industrias
farmacéuticas. En el rendimiento de la producción de antibióticos influyen el tipo de estirpe
del microorganismo productor y las condiciones de cultivo del mismo. La producción de
antibióticos La obtención de vacunas La fabricación del queso y las leches fermentadas La
producción de vinagre La fabricación del vino y la cerveza La fabricación del pan El
conocimiento de la fisiología, la biología molecular y la tecnología del ADN recombinante
está permitiendo buscar un procedimiento racional de diseño de fármacos. Existe un gran
interés por el desarrollo de investigación para obtener fármacos anticancerígenos, vitaminas
u hormonas empleando microorganismos modificados genéticamente. Producción
microbiana de enzimas Las industrias emplean en la actualidad muchas enzimas producidas
por microorganismos. Las enzimas de mayor aplicación industrial son las proteasas, las
amilasas y glucoamilasasas y la renina. También se están empleando frecuentemente las
extremozimas. Biotecnología aplicada a la agricultura Los mejores resultados en la
agricultura se han producido en la obtención de plantas y animales transgénicos mediante
ingeniería genética. No obstante, también se han desarrollado aplicaciones biotecnológicas
tradicionales con buenos resultados, como las que se describen a continuación. La fijación
del nitrógeno atmosférico es realizada exclusivamente por bacterias de géneros como
Rhizobium y Bradhyrhizobium, que forman simbiosis con plantas leguminosas. Ambas
forman nódulos radiculares en los que se produce la fijación del nitrógeno, convertido en
amonio y aminoácidos. El enriquecimiento de nitrógeno que experimenta el suelo permite
que el resto de las plantas puedan aprovecharlo. Ha habido un gran interés por la utilización
de bacterias, hongos y virus como bioinsecticidas y biopesticidas. La bacteria Bacillus
thuringiensis se emplea como productor de insecticidas biológicos en cultivos de plantas
agrícolas, árboles y plantas ornamentales. Las proteínas contenidas en los microorganismos
suponen un suplemento alimenticio importante para los piensos. Los microorganismos más
empleados son la levadura Saccharomyces cerevisiae, el alga Spirulina y el hongo Fusarium.
Hoy en día, un gran porcentaje de las setas comestibles son producidas en industrias
agrícolas, donde se cultivan en condiciones ambientales y nutricionales específicas. Los
hongos que más se comercializan son los champiñones y la seta shiitake. Biotecnología
ambiental El término biorremediación, que comprende los aspectos de biodegradación y
biorreparación, se refiere a la eliminación, mediante microorganismos, de hidrocarburos,
productos tóxicos y otros compuestos contaminantes. El tratamiento de las aguas residuales
es una intensificación de actividades microbianas, controladas, de los procesos naturales de
autopurificación. La biodegradación suele ser realizada por los microorganismos. Estas
degradaciones pueden hacerse en el propio entorno contaminado, como ocurre con los
vertidos petrolíferos, o bien en birreactores, como la producción de metano por fermentación
de las basuras. Algunas bacterias, como la Alcaligenes eutrophus, producen compuestos PHA
(polihidroxialcanoatos), que son plásticos biodegradables. Biotecnología y minería La
obtención de metales a partir de minerales con escasos sulfuros metálicos solo es rentable si
se aplica el proceso de biolixiviación, que es especialmente utilizado para la obtención de
cobre. La bacteria Acidithiobacillus ferrooxidans es la más empleada en este proceso.
2. ¿Cree usted que existe entre una bacteria respecto a un ocobo o una ballena?