Sei sulla pagina 1di 9

Para empezar, debo aclarar que tratar el tema de la ética es complejo, pues es un

tema meramente subjetivo, ya que no podemos decir que lo que para una persona
es ético para otra persona también lo sea, por lo tanto, esa subjetividad puede
llevarnos a sentar una discusión sobre lo que se considera ético.

En lo personal pienso que la ética es un aspecto personal que se va formando


desde muy temprana edad, pues en esta, toman gran importancia muchos
aspectos de la vida cotidiana y el núcleo de la sociedad, La Familia, ya que es
esta desde donde se empiezan a inculcar principalmente los valores y donde se
desarrolla la gran parte de nuestra personalidad, además del sistema educativo y
las organizaciones1, siendo así que no solo nuestros padres sino además las
personas con las que crecemos o convivimos en nuestro núcleo familiar nos
aportan cada uno pequeñas cosas para ir formando nuestro propio carácter y
además de esto nos van guiando por el camino para seguir el desarrollo de
nuestra vida cosas como lo son el respeto hacia los mayores, los modales tanto
dentro como fuera del hogar, en la mesa, como comportarnos frente a los demás,
etc., como lo mencioné antes, al ser un tema subjetivo personalmente podría decir
que los aspectos que influyen en nuestra formación ética pueden ser la formación
o educación de nuestros padres y los valores, costumbres y modales de estos
mismos, el ambiente social del que estamos rodeados2, formación educativa la
influencia de personas externas al hogar en nuestra vida como amistades o en el
entorno profesional, las costumbres sociales, e incluso siendo un poco más
radicales el estatus social y económico.

1 Aporte ético de la familia y el sistema educativo a las organizaciones, Adriana


Agudelo Jaramillo, Horizontes Pedagógicos Volumen 15. Nº 1. 2013 / págs. 104 /
ISSN: 0123-8264
2 http://lieductic.blogspot.com/2011/06/la-etica-en-la-familia.html
Ahora bien para hablar sobre la influencia que tienen estos factores en nuestra
formación ética debemos mirar por ejemplo desde el punto de formación ética y
valores de nuestros padres e integrantes de nuestro grupo familiar, pues si estos
son personas honradas, educadas, con una ética tanto cívica como profesional
impecable, serán estos mismos los encargados de inculcar y demostrar dicha
ética y así es como nos veremos envueltos en un entorno cotidiano de valores y
demás aspectos que nos harán crecer y formar con lo que personalmente
considero buena ética, pues si en nuestra familia se trabaja dignamente para
conseguir todo lo necesario, se es un ciudadano que acata las leyes, es regular
en el pago y cumplimiento de sus obligaciones y no acude a “mediadores” o
atajos para conseguir todo más fácil, estas actuaciones son una muestra que por
sí misma nos enseñara que así es como debemos actuar, siendo que si en
nuestro hogar la ética tanto cívica como profesional tal y como lo mencioné
anteriormente es lo que esto será algo que aprenderemos y lo haremos común y
normal a nuestra actitud y formación; ahora bien, si vemos que en nuestro hogar
la actitud de los miembros de nuestra familia es de otra manera, un ejemplo es
tomar los caminos fáciles, atajos o “favores” para conseguir algo, actuar de
manera que no se tome conciencia de poder actuar en contra de la ley, que sea
una costumbre el engaño y demás actitudes tanto social como profesionalmente,
será este entonces un entorno en el que nos veremos envueltos y de tal manera
será igual el desarrollo de nuestra personalidad pues desde temprana edad se
ven esos comportamientos como algo normal , apropiándonos así de esas
mismas actitudes, por lo tanto el desarrollo de una misma persona puede cambiar
dependiendo del grupo social o familiar dentro del cual se empiece a desenvolver
y el más cercano ejemplo es la familia en este caso, es decir como lo menciona
la Dra. María del Luján González Tornaría, Asistente Académica de la Facultad
de Psicología de la Universidad Católica de Uruguay en el Foro Iberoamericano
sobre Educación en Valores a cargo de la Organización de Estados
Iberoamericanos en Montevideo, 2 al 6 de octubre de 2000 citando a (Rokeach,
1973 en García, Ramírez y Lima , 1998) “Partimos de que los valores son
elementos muy centrales en el sistema de creencias de las personas y están
relacionados con estados ideales de vida que responden a nuestras necesidades
como seres humanos, proporcionándonos criterios para evaluar a los otros, a los
acontecimientos tanto como a nosotros mismos” aclarando que cada uno de
nosotros tiene una personalidad y que este es otro factor que influye en nuestra
formación ética, pues esta personalidad o carácter nos permite tomar decisiones
en todo momento, tomando como ejemplo lo mencionado anteriormente sobre las
actitudes de nuestros familiares que aunque una persona crezca y se
desenvuelva en un entorno de lo que para muchas otras personas no sea ético,
por su carácter y personalidad, este individuo pueda tomar decisiones para
separarse o tomar diferencia de las actitudes de los integrantes de su grupo
social para actuar de manera que pueda considerarse ética.

Como he mencionado, entonces lo que nos permite la ética es sentar unas bases
de nuestro comportamiento desde las cuales podamos mirar el comportamiento de
nuestros pares analizando si consideramos estos como éticos o no, teniendo muy
de cerca que este análisis sobre lo ético, lo hacemos desde lo que la sociedad nos
ha inculcado o nos ha formado en nuestro comportamiento para así de esta
manera hacer dicha valoración3

Ahora bien, como observamos claramente, y es además también un centro de


discusión, es la constante confusión entre ética y moral, pues estas dos figuras
aunque similares no son iguales, por lo tanto se tiende a confundirlas, lo que en mi
opinión sucede es por la necesidad u obligatoriedad de relacionar la una con la
otra, pues van de la mano en el desarrollo personal de cada individuo, siendo que
la moral va más a su interioridad y la ética es lo que podríamos decir el juicio de
valor que se da a las actuaciones de cada individuo, pero si bien esta valoración
se da desde lo subjetivo, no es de extrañarse que la moral juega un papel

3Eunice Araujo Guirado, LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN LA SOCIEDAD,


junio de 2012
importante en relación a la ética, pues es un aspecto personal que también se
desarrolla desde temprana edad y que en él tienen influencia también la familia, el
entorno, etc. Diferenciando así la ética de la moral, en que la ética podría darse
como el juicio de valor de lo que está bien y lo que está mal, pero la moral va más
a las costumbres aceptadas por la sociedad.4

Así mismo, dichos aspectos tienen influencia e importancia en distintos ámbitos de


nuestra vida, va más allá del desarrollo de estos en el núcleo o ambiente familiar,
pues nos desenvolvemos a diario en instituciones educativas, deportivas o
laborales, así que la ética y la moral crecen o se afectan por estos factores
externos.5

Acercándonos más al ámbito profesional vemos que la necesidad de que se


oriente la ética profesional en el proceso de formación profesional de todas las
personas es evidente, puesto que para acercarnos más al tema tratado podemos
abordar el entorno social en que se desarrolla la política, economía e incluso la
justicia de nuestro país, un país en donde se pregunta a los colombianos mediante
una consulta si se debe castigar aquellos actos de corrupción llevados a cabo, si
se debe disminuir el salario de personas que nos representan en tanto que estos
mismos se encargan de entorpecer los procesos y demás asuntos que se deben
llevar a cabo con prontitud, pues se ausentan de sus puestos de trabajos y con
demás “artimañas” se las arreglan para postergar toda clase de obligaciones que
tienen, donde por populismo político o manejo de influencias es como se toman
las decisiones en este país, es por esto y excesivos casos más, que la necesidad
de inculcar y orientar la ética profesional durante el proceso de formación
profesional se hace evidente.

“Las finalidades de la universidad no se reducen a la habilitación de los jóvenes


para el mundo del trabajo; siendo esto importante, es pertinente advertir que con

4 Cortina, Martinez, 2001: 9.


5 Ética y moral diferencia, e influencia de la cultura Autor Javier R. Cinacchi
ello se reduce su acción educativa a la esfera técnica-cognitiva, cuya racionalidad
instrumental obedece, diría con Habermas (1988), al imperativo donde priman la
eficiencia y la eficacia, con las consecuencias culturales que esto trae consigo en
la formación universitaria. Se trata de poner en juego los saberes profesionales
propios de cada campo formativo con las realidades sociales, económicas y
culturales que le dan contexto y sentido humano a cada profesión. La urgencia
ética en la sociedad mexicana marcada por la pobreza, la corrupción, el descrédito
de las instituciones políticas, la violencia estatal y civil, la exclusión escolar, así
como la disminución del espacio público para la convivencia pacífica, está
constituyéndose en el apartado pendiente del currículo universitario. Los datos son
alarmantes cuando observamos que los espacios dirigidos por profesionales
egresados de las universidades se han convertido en generadores y reproductores
de estos males que lastiman a los individuos y a la sociedad, a pesar incluso de
que los profesionales afirman abanderar un proyecto democrático”.6

La formación profesional de las personas toma gran importancia en el desarrollo


de la sociedad, puesto que más allá de buscar el bienestar propio o fines
meramente económicos, lo que desde mi punto de vista se busca en la academia,
es formar profesionales íntegros que aporten al desarrollo de la sociedad, pasando
así a convertirse en un interés social la educación en todos los niveles, por lo tanto
sentar una buena ética en el proceso de educación, y no me refiero solo al
profesional, se hace necesario, pues bien es sabido que la ética como ciencia, nos
lleva a entender que esta misma es meramente de carácter racional, mas no
instintiva o emocional, siendo así que lo que se buscaría con la orientación de esta

6 Perfiles educativos vol.35 no.142 México sep. 2013, Ética profesional en la


formación universitaria, Rodrigo López Zavala*
misma es lograr formar en la integridad del profesional, un juicio de razón sobre
los actos que se ejecuten y las consecuencias que estos mismos puedan tener.

Así en nuestro caso, en nuestra formación como profesionales del derecho, es


obligatoria la orientación de la ética profesional, pues esta es aplicable no solo
para aquellos que quieran desempeñarse en cargos públicos, sino también para
todos aquellos que quieran desempeñar su labor como abogados de manera
independiente, pues son temas de mucha relevancia los que se tocan en esta área
de conocimiento, tanto que el conocimiento nos da acceso al poder en muchas
ocasiones, llenándonos de una gran responsabilidad, como bien lo sabemos, pues
en el desarrollo y formación como profesionales del derecho aprendemos que todo
supuesto de hecho tiene una consecuencia jurídica, ligándose esto íntimamente
con la ética.

“Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más
importantes y complejas de la Filosofía del Derecho. La Moral y el Derecho hacen
referencia a una parte importante del comportamiento humano y se expresan, en
gran medida, con los mismos términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad).
Se puede decir que el contenido del Derecho tiene una clara dependencia de la
moral social vigente, de la misma forma que toda moral social pretende contar con
el refuerzo coactivo del Derecho para así lograr eficacia social.

Las teorías en relación con la Moral y el Derecho se pueden sintetizar de la


siguiente manera:

 Confusión entre ambos conceptos.


 Separación tajante, y
 Consideración de ambos conceptos como distintos, sin perjuicio de las conexiones
entre ambos.
En tal sentido, se ha podido decir que «la distinción entre Derecho y Moral no
debe dificultar el esfuerzo por constatar las conexiones entre ambas
normatividades en la cultura moderna, ni la lucha por la incorporación de criterios
razonables de moralidad en el Derecho, ni tampoco la crítica desde criterios de
moralidad al Derecho válido»7
Pero para dar una idea más clara sobre esta relación que tiene la ética, la moral y
el derecho, se afirma que “Si el derecho persigue la justicia que es un bien, se
deduce en consecuencia que ha de estar sometido a la moral, que determina
cuándo una acción, una ley, una norma, una disposición cualquiera, es en realidad
una acción buena y no sólo en apariencia. Con este criterio que me parece
difícilmente discutible, se puede afirmar que la moral comprende al derecho y que
este debe estar supeditado a aquella, para que lo legislado y protegido por la Ley,
sea realmente un bien para todos”.8

Ahora, también queda la duda de si el derecho es una profesión inmoral, pues en


muchos casos y en todos los ámbitos de acción de esta profesión se presentan
muchas situaciones que a los ojos de las personas podrían considerarse
inmorales e incluso que atentan contra la ética del profesional, un gran ejemplo
podría ser la defensa de un abogado cuyo cliente es culpable de un acceso carnal
violento a menor de 14 años, este abogado en el caso y sabemos que es así en la
práctica, va a hacer lo imposible por demostrar o lograr que su cliente no sea
condenado como culpable, presentándose así una situación que podemos
observar, raya entre la buena práctica del litigio y la inmoralidad, pues bien podría
saber este abogado de la culpabilidad de su cliente, pero este aun así, busca que
no lo condenen, otros aspectos inmorales o no éticos se pueden dar en los jueces
que hablan en un lenguaje muy técnico de manera que la parte no entienda con
claridad, o los magistrados que se duermen, el despacho que deja perder los
archivos, son muchas las situaciones que nos ponen en una cuerda floja sobre si
la profesión de la abogacía es inmoral y raya con lo no ético.

7 Gregorio Peces Barba, Eusebio Fernández y Rafael de Asís: Curso de Teoría del
Derecho, Marcial Pons, Madrid, 2000.
8
ROBERTO GRAO , MORAL Y DERECHO, 2014.
Por lo tanto, para concluir, puedo decir entonces que la necesidad de la
orientación de la ética profesional en nuestro desarrollo o formación con
profesionales es necesaria para llevar a cabo un fin más allá de lo personal y
aportar al crecimiento de la sociedad, más que apartado de lo justo, es llegar a las
conductas que rigen nuestros comportamientos.
BIBLIOGRAFIA

1. Minor E. Salas Universidad de Costa Rica- ¿ES EL DERECHO UNA


PROFESIÓN INMORAL? UN ENTREMÉS PARA LOS CULTORES DE LA
ÉTICA Y DE LA DEONTOLOGÍA JURÍDICA

2. Gregorio Peces Barba, Eusebio Fernández y Rafael de Asís: Curso de


Teoría del Derecho, Marcial Pons, Madrid, 2000.
3. ROBERTO GRAO , MORAL Y DERECHO, 2014.
4. Aporte ético de la familia y el sistema educativo a las organizaciones,
Adriana Agudelo Jaramillo, Horizontes Pedagógicos Volumen 15. Nº 1.
2013 / págs. 104 / ISSN: 0123-8264
5. Eunice Araujo Guirado, LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN LA
SOCIEDAD, junio de 2012
6. Perfiles educativos vol.35 no.142 México sep. 2013, Ética profesional en la
formación universitaria, Rodrigo López Zavala*

7. Cortina, Martínez, 2001: 9.


8. Ética y moral diferencia, e influencia de la cultura Autor Javier R. Cinacchi
9. http://lieductic.blogspot.com/2011/06/la-etica-en-la-familia.html.
10. Gustavo Bueno, 27 de noviembre del 2009.
11. Dr. Armando de la Torre, director de la escuela de ciencias sociales UFM
12. Alfonso Tamayo, la moral, ética y el derecho.
13. Oscar Juan Rodriguez Taranco, 11 de mayo del 2015, la ética en la
sociedad actual.
14. Julián Güitrón Fuentevilla, trascendencia de la ética en la familia
15. Fernando Savater, ética en el mundo de hoy, 2002.

Potrebbero piacerti anche