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Módulo 3: Indicadores Educativos

El análisis cuantitativo de la información en educación requiere tener en


cuenta que detrás de los datos se encuentran personas. Estos niños y niñas,
adolescentes y adultos se van a constituir en el insumo a partir del cual se
genera el modo de analizar, interpretar y comunicar la información recogida.
Los fenómenos que surgen nos suministran señales, indicios a los cuales
denominaremos indicadores.

Los indicadores desempeñan un papel importante en el monitoreo y la


evaluación del funcionamiento del sistema educativo. Tienen como objetivos
mostrar la evolución de las trayectorias de los estudiantes en el sistema
educativo, destacar tendencias y visibilizar problemas con el propósito de
revertir y/o mejorar situaciones problemáticas.

 Un indicador es un instrumento que sirve para mostrar o indicar un


fenómeno particular que depende de una relación. Es una información
elaborada y sintética de ese fenómeno (Terigi, 2008).

 Un indicador educativo es una medida estadística que releva aspectos que se


consideran importantes de los sistemas educativos. Proveen información en
contexto para permitir el análisis de tendencias y proyectar situaciones
futuras.

Características:

Un buen indicador debe reunir los siguientes atributos:

-Validez, como la propiedad que consiste en medir realmente lo que se


pretende.

-Confiabilidad, que la información que se obtenga sea consistente a lo largo


de las sucesivas aplicaciones del sistema.

-Comparabilidad, que el indicador pueda aplicarse en contextos diferentes en


forma tal que permita comparaciones significativas.

-Estabilidad temporal, que el indicador permita comparaciones a lo largo del


tiempo.

-Actualidad de los datos debe permitir que la información sea


razonablemente reciente, pues de ello depende el valor del análisis del
fenómeno.

-Factibilidad de implementación del indicador, que la información necesaria


para construirlo pueda obtenerse con razonable esfuerzo y menor costo.

-Importancia, que el indicador se refiera a un elemento del sistema educativo


que tenga peso significativo en relación con la calidad del dato.
-Utilidad, que el indicador refiera a un aspecto que impacte
significativamente en las decisiones que tomen los responsables de definir
políticas educativas.

-Claridad, que presente la información de manera de facilitar una adecuada


interpretación por parte de los usuarios.[1]

Sin un buen sistema de información es imposible construir un conjunto de


indicadores. Por lo tanto, un indicador no se puede calcular si no se dispone
de datos integrados que constituyen la información. Más aún, para que se
pueda utilizar, la información debe ser actual. De ahí la importancia de
disponerla en tiempo y forma, es decir, del año escolar en curso o, del año
escolar precedente.

En el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, el SiGAE Web nos


permite nominalizar los datos, es decir dotar de identidad a cada uno de los
escolares, para tenerlos presentes, para saber cuántos y quiénes son y
disponer de información detallada de su trayectoria educativa.

Así, la información estadística y los indicadores se construyen con los datos


que se registran en el SiGAE Web. Es importante que los productores primarios
(escuelas) aprehendan y comiencen a interpretar sus propios fenómenos,
entendiendo que estos son la llave para detectar problemas que propiciarán
elaborar hipótesis de trabajo en el interior de cada escuela.

Clasificación de los Indicadores:

En esta materia existe acuerdo respecto de un Sistema Nacional de


Indicadores Educativos[1] que propone una clasificación por área:

1.de Contexto: dimensionados en demográficos y económicos.

2.de Recursos: dimensionados en físicos, humanos, financieros y organizacionales.

3.de Proceso: dimensionados en acceso y flujo.

4.de Resultados: dimensionados en egreso y logros académicos

5.de Impacto: dimensionado en socio-económico.

"Esta clasificación da cuenta del funcionamiento y desempeño del sistema


educativo, incluyendo como puntos relevantes el entorno demográfico y socio-
económico dentro del cual se desenvuelven, como así también el impacto del
mismo sistema educativo sobre dicho entorno” (Sistema Nacional de
Indicadores Educativos)
Presentada esta clasificación, detallamos la nómina de los indicadores más
utilizados de las áreas de Proceso y de Resultados:

Particularmente, creemos conveniente detenernos específicamente en los


indicadores de flujo, ya que describen la trayectoria escolar de los niños,
niñas, jóvenes y adultos del sistema educativo, itinerario donde más esfuerzo
concentran los establecimientos escolares por revertir situaciones de
inequidad.

Comenzaremos por definir en primer lugar a los alumnos promovidos diciendo


que son aquellos que finalizaron el año lectivo en condiciones normativas de
inscribirse al grado siguiente inmediato superior, como consecuencia de haber
acreditado los requisitos de aprobación, incluyendo los períodos de examen o
compensación que se desarrollan luego de finalizado el calendario escolar. De
este modo podremos construir la tasa de promoción efectiva, que es el
porcentaje de alumnos que se matriculan en el año de estudio siguiente al
año lectivo siguiente. Aquellos que no cumplimentan estas exigencias son
alumnos no promovidos.
La tasa de repitencia, es el porcentaje de alumnos matriculados en un
grado/año de estudio dado en un nivel de enseñanza particular, que se
matriculan como alumnos repitentes en el mismo grado/año de estudio de ese
nivel, en el año lectivo siguiente.

Por último, la tasa de abandono interanual es el porcentaje de alumnos


matriculados en un grado/año de estudio dado de un nivel de enseñanza en
particular, que no se vuelve a matricular al año lectivo siguiente como alumno
nuevo, repitente o reinscripto.

Abordar los indicadores de promoción y no promoción (repitencia y abandono)


por grado/año permite identificar los "cuellos de botella” del nivel, lo que
posibilita localizar los grados/años con mayores dificultades para los
estudiantes.

Construyamos un ejemplo a partir de una escuela X:

En 2014 el establecimiento X contaba con 42 alumnos inscriptos en 4º grado.


En 2015 registra en 5º grado una matrícula de 35 alumnos todos provenientes
del año anterior, sin estudiantes que hayan repetido. Lo expresado nos indica
que el 83,3% de los niños de 4º grado alcanzó su objetivo de acceder al grado
inmediato superior; en tanto, 7 niños no aparecen inscriptos en 5º grado,
constituyendo el universo de los no promovidos, representando un 16,7%.

La construcción de las trayectorias de los alumnos puede verse atravesada por


obstáculos que impiden que el estudiante concluya en el tiempo reglamentariamente
establecido sus estudios en un nivel determinado.

Estas interrupciones pueden ser:

 la repitencia, que consiste en no poder acreditar los saberes en un año


académico x y por ello tener que volver a recursarlo.
 el abandono temporario o definitivo, que es la pérdida de la condición
de alumno, la desvinculación con el sistema educativo.

Mostremos estas situaciones en nuestro ejemplo:


 La repitencia se verifica en el caso de los 4 alumnos de 4º grado que se
encontraban inscriptos en 2014 y vuelven a matricularse en 2015 otra
vez en 4º grado, representando el 9,5% del total de matrícula de 2014.

Realizamos el cálculo:

4 alumnos * 100/ 42 alumnos=9,5%

 El abandono se verifica al observar que, de los 7 alumnos no


promovidos 3 que no aparecen en 2015, son los abandonantes, ya que
no se reportan cambios de escuela con pase, representando el 7,2 % del
total de la matrícula de 2014.

Efectuamos el cálculo:

3 alumnos * 100/ 42 alumnos=7,2%

[1] Martínez Rizo, F.:"Los indicadores educativos y su construcción: qué esperar y qué cuidar”, en Kisilevsky,M., Roca, E.
(Coords.)(2010): Indicadores, metas y políticas educativas, pp. 31-46.

[2]http://diniece.me.gov.ar/documentos/sistema%20nacional%20de%20indicadores%20educativos.pdf

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