1:35 Señales de los Tiempos

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'•^ influencia benéfica del sol se nota en todas partes. Desempeña un

p a p e l importante en la salud de los hombres.

Precio: 3 O céntimos.

NOTAS Y NOTICIAS
Parece que el M a n c h u k u o (Gobierno de JVIanchu-
ria) está comerciando con opio en gran escala. Cues-
t i ó n de dinero, como siempre, pues este comercio
p r o p o r c i o n a grandes ingresos a la hacienda de aquel
país. N o i m p o r t a que p o r el opio se maten muchos
seres h u m a n o s .
* * =):
Recientemente se descubrió en los Estados de N e -
vada, O r e g ó n y California, a una altitud de 1.500
metros más o menos, una nueva clase de ratón, que
tiene la costumbre de saltar. Le h a n llamado Micro-
dipodops megacephalus. T i e n e unos 15 centímetros
de largo y corre rápidamente a largos saltos. Se dice
que u n animal joven colocado en u n recipiente de
2 5 centímetros de diámetro y 4 3 de altura salta al
exterior muchas veces sin tocar las paredes del reci-
piente. Este r a t ó n vive, d u r a n t e el día, en u n agujero
hecho en la arena, cuya entrada tiene buen cuidado
de t a p a r cuando está d e n t r o . De m a y o a julio, la
h e m b r a cría de u n o a seis pequeños.
* * *
Según u n a comunicación de M . E. D u b a í hecha a
la Sociedad de P a t o l o g í a comparada, los accesos de
p a l u d i s m o parecen producirse preferentemente los
días de t o r m e n t a eléctrica. Este hecho ha sido con-
f i r m a d o por 1 2 7 accesos observados en 9 8 enfermos
en el H o s p i t a l m i l i t a r de Val-de-Gráce ( P a r í s ) , en
la' consulta del profesor Pillod. Las excepciones
correspondían a otras crisis cósmicas: tempestades
magnéticas, manchas solares, zizigias lunares. Así
que la m a y o r parte de los accesos palúdicos p o d r í a n
considerarse como de origen cósmico.
* * *
El D e p a r t a m e n t o de Higiene de Méjico comunica
que las picaduras de u n a pequeña mosca rojiza h a n
d e t e r m i n a d o la ceguera en 4 5 . 0 0 0 indios en Chiapas,
y de 5 . 0 0 0 en Oaxaca. Aparecen u n o s tumores en la
cabeza del h o m b r e que ha sido picado. Estos t u m o -
res están llenos de organismos largos, delgados y
enrollados, visibles al microscopio, que a v a n z a n
hasta los ojos. Si la enfermedad n o está m u y a v a n -
zada, es posible su curación mediante u n a operación
quirúrgica. L o s indios cuyos ojos son afectados, es-
t á n casi ciegos d u r a n t e el día, pero ven m e j o r d u r a n t e
la noche. E n la región de Oaxaca, se üvcha contra la
epidemia destruyendo las larvas de las moscas.
* * *
El P a p a ha o r d e n a d o que todos los salarios m e n -
suales que excedan de 1.000 liras se reduzcan en
u n 10 a 15 p o r 1 0 0 a p a r t i r del I." de enero
de 1 9 3 4 . L o s cardenales que residen en R o m a serán
afectados p o r esta medida.
* * *
P Á G I N A DOS
Los geólogos japoneses Dres. Shinkishi ^ ¡"
N o b o r u Abe h a n observado que los peces g ^j^^^
(Siluridae) manifiestan, en las condiciones na ^^^^
señales de inquietud a p r o x i m a d a m e n t e seis
antes de que los aparatos sísmicos registren lo
blores de tierra. D u r a n t e muchos meses, de ^ . ^¡iS,
blores de tierra registrados, de intensidades
u n 8 0 por 100 h a n sido predichos exactanient^ ij^s
los peces. N o parecían hacer diferencia en ^^j^,
pequeños m o v i m i e n t o s locales y las sacudía
ñas más violentas. Los experimentadores V^^^^^ ],loS
esta sensibilidad de los peces es debida a los ca
eléctricos que tienen lugar en la tierra; P°^^^¡-¡u(l^
peces no reaccionaban más que cuando el AQ je
estaba u n i d o eléctricamente al suelo p o r el tu
desagüe.
* * * ,
Rin'^'' ^
Experiencias recientes de los Sres. León . ^pe-
G. M o r i n h a n d e m o s t r a d o que i m p o n i e n d o a
ees Gobíus Cota estancias repetidas en aguasca
más calientes, puede aumentarse su resistencia a
peraturas relativamente elevadas; 10 a 12 ^rS'
de cinco m i n u t o s cada u n a , en aguas con ^.^¡^¿i'
tura progresiva de 3 0 a 36°, a u m e n t a n aproXii"^^j3
mente en un 5 0 a u n 100 p o r 100 la duración ^
resistencia de los peces a temperaturas de 37 a ^
* * *
la
La nutrición juega u n papel i m p o r t a n t e en |
mia. Según u n estudio de D a v i d s o n , ijciól'
H o w i e , Croll, O r r y G o d d e n , se observa, en rel^^ je
con la crisis m u n d i a l , u n gran n ú m e r o de cas jj
anemia entre la clase obrera. E n Aberdeen, ^
m i t a d de las mujeres de la clase pobre, entre los
ocho y cincuenta y cinco años, están a n é m i c a ^ ' y
enfermedad es menos frecuente en los hornbr^^'^jO
menos todavía entre los escolares, a causa del so
siste en la carencia
de nutrición de hierro
que reciben. O t r a que sigue
causa a los ^^jjc
de anemia
razos repetidos. H a y que esforzarse, sobre to ^ 1?
las mujeres, en prevenir la anemia, anadien
alimentación ordinaria sales de hierro.
Hasta estos ú l t i m o s años, se n o t a b a una i ^^[¡¿js
cia m u c h o m a y o r en las manifestaciones alco ^^^^^
entre los h o m b r e s que entre las mujeres. gf"'
lo contrario. Desde 1 9 2 4 (según Chauffard Y^^^),»
din lo señalaban en u n a comunicación reciente ^^^^
a la Sociedad Médica de los H o s p i t a l e s ) , ^jgací"'
Paraf y H . P . K l o t z , basándose en sus invest^^^jg
nes entre los enfermos hospitalizados en s^ d''
el H o s p i t a l Laénnec ( P a r í s ) , sacan la concl"^ .pil-
que las manifestaciones alcohólicas son más ff ^ \oi
tes en la actualidad entre las mujeres que en^_^
h o m b r e s . Este hecho es debido al n ú m e r o '•^,,^^lci-
más i m p o r t a n t e de mujeres que trabajan en ^^,^^¿0
o talleres, mientras que d u r a n t e el m i s m o P ^^¡i'
el alcoholismo disminuía entre los h o m b r e s e ^ ^ f f
ción con el paro y la crisis económica. Al 1'
t i e m p o , h a y que tener en cuenta lógicam^
m a y o r sensibilidad de la mujer.
 ^o.m^ 1934
^ Redactor: PRECIOS

Co
G E R B E R

ración:
LAS SEÑAILEVS Pta».
Nínni SBILTI . . 1.31
.^arrubias, 28
Teléfono
MADRID
34155 DE EOS TIEMPOS SntripciéD
Espiñi 11 mi IB 3.51
4iri
REVISTA MENSUAL
ED II nliinjeti . .

MADRID NÚM. 3

^ l é u n o s dioses de l934
ggjl por Natanael Krum
A'
tanii)i¿™5'° los t u v o a n t a ñ o el pueblo de Israel,
Verdad" • ^^^^^ m u n d o sus dioses falsos. E l
lo p í o s , C r e a d o r de este m u n d o y de t o d o
«n la '^°'atiene, va siendo reemplazado cada vez más
MARUNÍ^^'^'^^ de los h o m b r e s p o r l o s falsos dioses
ceres p*'^-' b r a n d e s Negocios, Nacionalismo, P l a -
Als^GJ^'to M u n d a n o , A p e t i t o , M o d a y Magia, riquezas? Se queda sin Dios. Y así "¿has de p o n e r
"íer rn^^^^^°^ dioses, el h o m b r e transgriede el p r i - t u s ojos en las riquezas, siendo n i n g u n a s ? p o r q u e
"No jg J a m i e n t o del D i o s del cielo, q u e declara:
Para dioses ajenos delante de m í . "
Ote HQ culpable de a d o r a r dioses falsos, el h o m -
Piedra "^^^^'"^a inclinarse ante ídolos de madera y
'^^lerá ^° hacen los paganos. D e n i n g u n a
^^HGB
IJ^ porque u n dios falso n o necesita ser algo
^•os faij ''°"io madera, piedra, o r o y plata. U n
l^^
' a anii^° .P^ede ser algo t a n intangible como lo es
^ Person'^'°T^ ejerce u n d o m i n i o absoluto sobre
''osotroj • ^^<^^o, t o d o c u a n t o se coloque entre
''^Veni-jg^ el verdadero Dios, q u i t a n d o a D i o s la
'^.^tos UN J. ^1 h o n o r q u e le debemos, es para n o s -
"^'ón Jl dios falso. Considerad así la congrega-
Para 'iitadr
sí\;?°^es A11-"falsos q u e los h o mactual.
'a generación b r e s h a n edificado su valor eterno.
V '^irad1"^°?,f"
^aie,/ esta generación
sentado elactual.dios M a m m ó n en
, °rlí, ^ ^^oso_ t e m p l o de W a l l Street, en N u e v a
I^.^^Udo 1^^^ P'es. se p o s t r a n millares de adoradores,
.Netros ° j mensajes de M a m m ó n q u e están en k i -
de tiras de papel. "Seguidme y os haré
SEG!'^^- M a m m ó n . " O s daré p a z , felicidad, h o - ción en Masa, adquirió mucha fama y n u m e r o s o s
J ^ e b e '"^ad, a b u n d a n c i a y placer". Y m u l t i t u - seguidores. A h o r a , millares de h o m b r e s a d o r a n dia-
^^'^as intoxicantes palabras, p o n i e n d o su
i '^ero x i ' anza en la hábil magia de M a m m ó n .
d'^^^'^able ^ " ' " l ó n es u n dios inconstante. E l es t a n
ec
^?spu¿j g'^°"^o el agua. U n m o m e n t o está aquí, y
esi
1^^^ allí. A h o r a e n todas partes^ luego en
ri••.^a fí„ ^ar. Se oye u n ruido siniestro: W a l l Street
de!^^^icos L o s h o m b r e s lo leen en los pe-
toJ'^^ldo su "'^^ E l dios M a m m ó n cae de su t r o n o ,
Prir^' esparr-^^''°"^esas sin cumplirlas, y s u s súbdi-
oIJ^^^lcian , ° ' c o m o ovejas sin pastor. Millones A^-'"--
'leño, j «comitiva que le da sepultura. y c o n .
ajt, *=ll0s d 1- • ^ ocpuiLuia, y uuj
an g] ° e lagrimas y caras c o m p u n g i d a s , exa-
epitafip, que dice: " A q u í yace el dios
M a m m ó n . Nació en 1 9 1 8 , m u r i ó en 1 9 2 9 . L l o r a n
su pérdida millares de insensatos especuladores, y
otros millares de crédulos espectadores, que con-
fiaron imprudentemente en la supuesta i n m o r t a l i -
dad del dios M a m m ó n . Requiescat in Pace."
¿ P o r qué tienen los h o m b r e s la insensatez de
p o n e r su confiaza en el dios M a m m ó n ? E s porque
n o hicieron del verdadero Dios su fortaleza. " H e
aquí el h o m b r e que n o puso a D i o s p o r su forta-
leza, sino que confió en la m u l t i t u d de sus rique-
zas, y se m a n t u v o en su m a l d a d . " (Salmos 5 2 : 7 . )
¿En qué queda tal h o m b r e cuando desaparecen sus
hacerse h a n alas, como alas de águila, y volarán al
cielo". (Proverbios 2 3 : 5 . )
¿Quién puede sanar u n a herida producida p o r
haberse traicionado la confianza? ¿Qué dolor es
m a y o r y qué cicatriz m á s duradera? ¿ A quién irán
los h o m b r e s al engañarles el dios M a m m ó n (como'
sin duda lo h a c e ) , dejándolos solos? ¿ N o debería
el h o m b r e más bien establecer su fe en el verdadero
D i o s — e l q u e es eterno, de eternidad en eternidad,
el m i s m o ayer, h o y y para s i e m p r e ? — . Ciertamen-
te. Y este verdadero Dios suplica al h o m b r e q u e
compre de él las duraderas riquezas, el o r o del a m o r
que h a sido p r o b a d o en el fuego y h a d e m o s t r a d o
E L DIOS G R A N D E S N E G O C I O S
E s sólo recientemente c u a n d o el dios G r a n d e s
Negocios, cuyo h e r m a n o gemelo es el dios P r o d u c - "
riamente en su templo, sin tener u n solo p e n s a m i e n -
to, ni u n solo m o m e n t o , para el verdadero D i o s del''
cielo. S o n c o m o el campesino que quería v e n d e r
más cerdos para ganar m á s dinero, c o m p r a r m á s
tierra, cultivar m á s m a í z , para criar m á s cerdos,
g a n a r m á s dinero, c o m p r a r m á s terreno, cultivar-
más m a í z para criar a u n m á s cerdos, y g a n a r a u n
más d i n e r o — y c o n t i n u a r así en el círculo vicioso
. L o s agarradores dedos del dios Grandes Negocios
se extienden siempre m á s para alcanzar más, y m á s
y mas, c o n u n deseo q u e n o está nunca satisfecho
E n las vertiginosas vueltas que le hace d a r el deseo-
de tener siempre más de los bienes de este m u n d o cl
PÁGINA TRES:
 seguidor del dios Grandes Negocios pierde el sen-
tido de las medidas, y su alma se reduce a algo
insignificante, y el pobre h o m b r e se acuesta final-
mente, y muere" sobre un m o n t ó n que sus dedos
acaparadores h a n j u n t a d o como con un rastrillo,
dejando que extraños dividan entre sí los despojos.
E L DIOS P L A C E R E S
El dios Placeres es ya un dios antiguo, y es sin
duda el dios falso más popular en la actualidad,
j El h o m b r e dará dinero, tiempo, salud y hasta su
• misma vida por una hora de adoración en el templo
del dios Placeres. A u n q u e el dios Placeres tenga
popularidad entre todas las clases y en todo tiempo
de la vida, tiene, sin embargo, más éxitos entre los
jóvenes de ambos sexos que empiezan su vida. A
ellos, como a los demás, se presenta con sus reales
atavíos, haciendo interminables promesas de gozo
y felicidad a cuantos se postren a sus pies. Pero,
como la serpiente en el Edén, el dios Placeres no
muestra su aguijón al principio. Sus adoradores se
arrastran ante su templo, e ignorantes de su verda-
dera naturaleza, le adoran. Sin embargo, tarde o ción debía restaurar en el h o m b r e la imagen
t e m p r a n o , encuentran con dolor que han sido en-
gañados y encadenados por un culto esclavizador.
Ven t a m b i é n que la verdadera felicidad n o viene
a quienes la buscan en el templo del dios Placeres,
sino que es el resultado de un servicio abnegado en
bien de la h u m a n i d a d .
Considerad los millones que en todas partes van
a los bailes, cabarets, banquetes, teatros, casas de los que aplauden h o y maldecirán mañana-
juego, carreras y otros templos levantados por el
dios Placeres. ¿Hallan la felicidad? Pensad en los
millones malgastados anualmente p o r los que bus- hoy? ¿Ha expulsado el culto de M a m m ó n , ^ ^jt-
can los placeres únicamente p o r pasión. Segura- Negocios, Placeres, o É x i t o M u n d a n o , al L" .
mente que h o y el m u n d o ha perdido el juicio en
este a s u n t o ; y notad esto: según la profecía bíbli-
ca, h a b í a de ser así. E n 2 T i m o t e o 3 : 1 - 4 se dice
que en los "postreros días" los hombres serían
"amadores de los placeres". Esto había de ser tan
característico de nuestro tiempo que Dios declaró
que sería una señal de la p r o x i m i d a d del fin de to-
das las cosas. Ved el c u m p l i m i e n t o de la palabra
de Dios. Paraos unos m o m e n t o s en T i m e s Square,
Nueva Y o r k , en una noche de estreno, y observad
las multitudes que salen en busca de placeres. E x a -
m i n a d los centros de placer de cualquier ciudad
grande del m u n d o . Os sorprenderá la extraordinaria
manera en que se cumple la profecía bíblica delante , a tu nombre, oh Dios altísimo." (2 Samuel
de vuestros ojos.
E L DIOS É X I T O M U N D A N O
El poeta inglés P o p e declaró que "la esperanza
brota eternamente en el pecho h u m a n o " . L a espe-
ranza de alcanzar lo que el m u n d o llama éxito em-
puja a muchos hombres a través de toda una vida
de actividad, sólo para c o m p r o b a r finalmente que
el arco iris no está donde parecía, y ver cuan cierto
es lo que dijo B r o w n i n g : " Y cuando todo está
hecho, cuan v a n o parece hasta el éxito."
La m a y o r objeción contra el dios É x i t o M u n d a -
PÁGINA CUATRO
no es que su deslumbrante brillo eclipsa la ^^^^^
visión de las cosas que los hombres deberían
Este dios clava nuestros ojos sobre este viejo ffl
y sus perecederos juguetes, cuando deberíamo
vantar la vista y contemplar las realidades ^^^^^^^i
Al fin y al cabo, la vida no es u n asunto de se
años solamente; la Biblia apoya la creencia 5^°^^
la cual esta existencia terrenal n o es más que
preparación para una vida más verdadera en e ^^^^
allá. C u a n d o los hombres tienen su mirada
sobre el dios É x i t o M u n d a n o , invariablemente o
de ver que es de mucha más importancia P^''^^^
el edificar un carácter que resistirá a la P^^^^
la eternidad, que el procurar hacerse un noP'
leva
ilustre, una vasta reputación, una posición e
o un lugar prominente entre los hombres ^
E L O B J E T O D E L A VIDA
¿Cuál es el gran objeto de la vida? ¿P°^^^^^ qiie
mos aquí p o r unos cuantos años? Notad ^^¿¡ÍI-
declara un conocido escritor: "La obra de jo
Hacedor, hacerle volver a la perfección co ^^^j,
había sido creado, promover el desarrollo d^'^j^^^se
po, de la mente y del alma, a fin de que ^^g^je cS
a cabo el propósito divino de su creación- ^ . ^ j '
el objeto de la educación, el gran objeto de la
Y Horacio Greeley escribe: "La fama es va^^us.
popularidad un accidente, las riquezas se hace ^^|(,
una cosa p e r d u r a : el carácter." jioS^*
Haceos estas p r e g u n t a s : " ¿ A d o r o y o falso^ jjde'
dadero de mi corazón? ¿Ha sido desterrado m
cedor?" ¿¿U
Si vuestra conciencia os reprende, arranca jj^S-
fortaleza de vuestro corazón a estos dioses
y de rodillas, orad como sigue: pd^'
" O h Señor Dios m í o , has o s t e n t a d o tu g ^^¡í>
z a : que nadie h a y semejante a ti, ni hay D'°^j,ueí'.
de ti, según todas las cosas que hemos oídoj:on ('
tros mismos oídos." P o r t a n t o , " O h Señor.
tengo puesta mi esperanza: n o quede yo pa^a ^^^jjs
pre c o n f u n d i d o " . " A ti, oh Señor, tributare i.^p¡.
con t o d o mi corazón: contaré todas tus "^f^-piH"'
M e alegraré en ti y saltaré de g o z o : cantaré b i ^ ^ :
1 Salmo 30 ( 3 1 ) : 2 ; 9 : 2 , 3 , T o r r e s A m a t . )
•
La copa es una e n d e m » 5»
f o r m a del d i o s abundancia-
A p e t i t o , y tiene
forma eo ^ jjjé''
m u c b o s aficiona^
dos, para deséra- adora, tai»^' .
cia suya, porque
la copa alcohólica apetito. Esto
encierra un vene- duce a much^'^^j
no mortal. ^ezmedades
El comer 'man- cuerpo y
jares delicados, y del ^
Píiitu.
 plares de mi edición de Leipzig de los textos griegos
•^^ C o d e x S í n a i t i c u s del A n t i g u o y del N u e v o T e s t a m e n t o , nuestra con-
versación se refería a dicha obra, y en particular al
texto del A n t i g u o T e s t a m e n t o . Al volver al M o n a s -
dex Museo Británico adquirió el "Có-
terio, al hacerse de noche, el ecónomo me invitó a t o -
libras L o c o m p r ó a Rusia p o r cien mij
m a r refrescos con él en su celda. D u r a n t e la cola-
dex Si ° millones de pesetas. ¿Qué es el "Co- ción, el ecónomo me dijo que él también tenía uii
tí, aiticus" para que se dé t a n t o dinero por él?
ejemplar en griego del A n t i g u o T e s t a m e n t o , y fué
de I3 g-i^p ™ás antiguos y más útiles manuscritos a buscar en u n rincón u n manuscrito envuelto en
hallado ^ historia de la manera en que fué tela encarnada, y lo puso encima de la mesa. A b r í
El W "^^^ interesante. el paquete, y, estupefacto, reconocí las preciosas reli-
Se Í n t eabio
r í.exégeta
°
alemán C o n s t a n t i n o Tischendorf
" d i c i i i d i i v _ ^ u i i i L d i i L i i i u 1 isLueiiu.-'i.-i quias que había sacado de la célebre cesta en 1 8 4 4 ,
'^anusc^'^^ m u c h o en el asunto de los antiguos Pedí el permiso de llevarme la tela con su contenido
ees con 1"^°^ Biblia. Visitó Palestina varias ve- a mi habitación, con el fin de examinarlo mejor, y
códieej A f^-^^'^^nza de encontrar antiguos y valiosos el excelente padre ecónomo consintió con buena vo-
fin, visir- "^"atiguo y N u e v o T e s t a m e n t o . C o n tal l u n t a d . ..
en el 1^44 el M o n a s t e r i o de Santa Catalina E x a m i n é entonces lo que contenían verdadera-
cu;5„j'^''^ Smaí. T i s c h e n d o r f m i s m o cuenta algo mente estas hojas, cuyo n ú m e r o era de 3 4 6 , y de
XZ^^áícha visita: gran f o r m a t o . Además de veintidós libros del A n -
car jjoc ° ' después de cuatro años pasados en bus- tiguo T e s t a m e n t o , casi todos completos, entre otros
Ptiinera^'^^^'^°^ en bibliotecas europeas, visité p o r los Profetas, los libros poéticos y lo que se llama
l844_ ^ez el M o n a s t e r i o de S a n t a Catalina, en los Apócrifos, t o d o el N u e v o T e s t a m e n t o estaba
3ntignQ ^"^^ la esperanza de encontrar en su sin la m e n o r laguna. Además, había la epístola de
-^Ustinj^ dejado intacto desde que lo edificó Bernabé y la primera parte del P a s t o r de Hermas.
l'licas 'p^^' ''Igtanos tesoros para investigaciones bí- C o m o n o hubiera p o d i d o d o r m i r , me puse inmedia-
dio dg j ^'^a esperanza n o quedó defraudada. E n me- tamente, a pesar del frío, a copiar la epístola de Ber-
tab a biKl¡otg(.2_ cuyos libros y manuscritos es- nabé a la débil luz de mi l á m p a r a . "
•^na cesf °eados en estantes t o d o alrededor, había
Tischendorf hubiera deseado llevarse el m a n u s -
'leteriofaV "a' de restos de viejos manuscritos algo
crito, pero pertenecía al M o n a s t e r i o , que n o estaba
[as llena h a b í a n echado al fuego dos ces- ya dispuesto a cederlo con facilidad. Además, el p r i o r
'lé en \ ^^^^^ manuscritos. C o n gran sorpresa estaba ausente en la ciudad de El Cairo, en E g i p t o .
^0 griego d '^^^''^ garios fragmentos de u n manuscri- Tischendorf se apresuró a ir a verle en El Cairo, y
••Onocí Biblia sobre pergamino, en el cual re- o b t u v o de él la autorización de tener el manuscri-
^^istentg'^^,^^ trataba de u n o de los m á s antiguos to por algún tiempo para copiarlo.
^«te niaj^^' me fué difícil obtener u n a parte de La noticia de este hallazgo se p r o p a l ó entonces
^'^^ lo n„"^'^"''°' y recomendé que se conservara me- rápidamente, y se hicieron proposiciones m u y ven-
^tlo J?. quedaba, p o r q u e mi p r o p ó s i t o era a d q u i - tajosas al Monasterio con el fin de comprarle el ma-
Mjjí^s tarde."
nuscrito, pero el p r i o r prefería regalarlo al empera-
^el fvlo'^" ^^"^ ignorantes aquellos monjes d o r de Rusia. Pero como había p u n t o s bastante de-
^ s c t i . "^'^erio de Santa C a t a l ina para q u e m a r m a - licados en las negociaciones, y que T i s c h e n d o r f te-
.'iscbenj valiosos, pero, al ver el interés que nía interés en publicar p r o n t o el manuscrito, o b t u v o
° S n ^ .°rf manifestaba en dichos manuscritos, finalmente que el M o n a s t e r i o se lo dejase para pre-
^'icesiyQ-l^^ se dejaron llevar p o r la codicia, y en lo sentarlo al emperador de Rusia en San Petersburgo y
'^^anusgj.-*^°^5etvaron mtiy celosamente los demás publicarlo. El 19 de noviembre de 1 8 5 9 presentó,
^ '^^^hio j ^ ' decididos a n o dejarlos llevar, excepto efectivamente, el admirable manuscrito al empera-
>^te niof- m u c h o dinero o generosos regalos. P o r d o r de Rusia. E n cambio de valiosos regalos al M o -
^°naste • ' ^'^'^^ T i s c h e n d o r f al nasterio, p o r valor de u n o s nueve mil rublos, el
í^'ido ^n 1^53 n o p u d o saber nada más en manuscrito llegó finalmente a ser propiedad del zar
cuai k 1° '^^^ quedaba del famoso m a n u s c r i t o . de Rusia.
Sin p^?,°ía p o d i d o llevar 4 3 hojas en 1 8 4 4 .
Parece que este manuscrito, que está ahora en el
'Ivq "^bargo, T i s c h e n d o r f n o se desanimó. O b -
M u s e o Británico, data del fin del siglo IV de la era
^1 nng^P'^°^ección del zar de Rusia para emprender
cristiana. Es u n o de los cuatro más antiguos m a n u s -
> Prinr;° ^'aje de estudios a Palestina, y allá fué
critos griegos de la Biblia, siendo los otros tres el
í°naste^-°^ del a ñ o 1 8 5 9 . V i s i t ó nuevamente el
" C ó d e x V a t i c a n u s " , que está en el V a t i c a n o ; el
'^isni^'^'? Santa C a t a l i n a . P e r o , dejemos que
" C ó d e x A l e x a n d r i n u s " , que está ya en el M u s e o
n "Al [• "able de ésta su tercera visita allí:
Británico, y el " C ó d e x B e z a e " , que pertenece a la
anta p ^"'Po de mi tercera visita al M o n a s t e r i o de
Universidad de C a m b r i d g e . Así como la bendición
f'^anten V'^^'^^^- había dedicado ya varios días al
de D i o s conservó estos manuscritos, también ha coa-
% r o k b i b l i o t e c a s . . E n la tarde del 4 de
servado la Biblia entera para salvación de los h o m -
^'^Ontpaj: '^^ una excursión a la llanura de Sebai'yeh,
bres.
'^^nio L ° í^^l ^abio ecónomo del M o n a s t e r i o , y
yo hab la regalado al convento algunos ejem-
R. G .

PÁGINA CINCO
 « T O D O LO Q U E
por Carlos
Pregunta.—Dice usted que las llaves n o h a n sido
confiadas solamente a San P e d r o . Sea. Pero, ¿no
es a él a quien nuestro Señor Jesucristo d i j o : " T o -
d o lo que ligares en la tierra será ligado en los cie-
los; y t o d o lo que desatares en la tierra será des-
a t a d o en los cielos"? Y , p o r consiguiente, ¿no re-
cihió él el p o d e r de p e r d o n a r los pecados?
Contestación.—Es de b u e n t o n o el ver en estas
palabras la hase de la confesión y de la absolu-
ción. P e r o t o d o lo que es de b u e n t o n o n o es for-
zosamente la verdad. El canónigo W e b e r comenta
así las palabras afar y desatar: " A t a r o desatar
significan a la v e z : condenar o perdonar, prohibir
o permitir... P u e s t o que el p o d e r de retener los
pecados va u n i d o al de remitirlos, los que h a n
sido establecidos como jueces de las conciencias es-
tán, p o r t a n t o , obligados a hacer el discernimiento
de los pecados que deben ser perdonados y de los
que deben ser retenidos. P e r o este discernimiento
n o s a b r í a n hacerlo sin conocerlos previamente, y
n o pueden conocerlos de o t r o m o d o que p o r la
confesión del culpable. P o r consiguiente, la confe-
sión es verdaderamente de institución divina. Ade-
más, es así c o m o los Apóstoles comprendieron y
ejercieron su poder."
P o r su parte, el profesor Hurdebise hace n o t a r :
" P o r el p o d e r de atar y desatar, h a y que entender,
entre otras cosas, el poder de hacer leyes y el de
dispensar de su c u m p l i m i e n t o , el de retener y re-
mitir los pecados y el de conceder indulgencias."
Estas dos citas están en contradicción directa
con las declaraciones del N u e v o T e s t a m e n t o y la
historia de la Iglesia apostólica, p o r q u e es con bien
poco f u n d a m e n t o c o m o se ve en el p o d e r de atar
Y desatar, lo m i s m o que en el de las llaves, el dere-
cho de g o b e r n a r la Iglesia, de administrarla p o r
u n solo h o m b r e , el de p e r d o n a r los pecados, el de
interpretar sólo la Escritura, etc. Y he aquí por
qué,..
* * *
D i g a m o s en p r i m e r lugar que los Padres de la
Iglesia h a n h a b l a d o en favor de la confesión p ú -
blica, pero que n o h a n a d m i t i d o la confesión au-
ricular, como t a m p o c o h a n creído que u n solo
h o m b r e h a y a poseído o posea todavía el temible
poder de p e r d o n a r y remitir los pecados: T e r t u -
liano, San Hilario, San C i p r i a n o , San J u a n C r i -
s ó s t o m o , San J e r ó n i m o , San A m b r o s i o , T e o d o r e t o
y otros p o d r í a n ser citados si el espacio lo permi-
tiese. C o n t e n t é m o n o s con u n a declaración de- San
A g u s t í n : "Es el E s p í r i t u S a n t o quien perdona los
pecados, cosa que n o puede hacer el h o m b r e , p o r -
que el h o m b r e tiene t a n t a necesidad de médico co-
m o el pecador que v a a él en busca de remedio.
Y si a l g u n o dice: " ¿ E n d ó n d e está, pues, el cumpli-
PAGINA SEIS
L I G A R E S
Gerter
miento de esta palabra del Salvador a los 3p
toles: T o d o lo que ligareis en la tierra sera bS^^^
en el cielo? Y o respondo que el Señor debí^^^^^
viar su Espíritu p o r el cual h a b í a n de ser p^^ ^
nados los pecados. ¡Es el Espíritu enviado p
y n o vosotros, servidores suyos 1 Es así que ^ j ,
p í r i t u es D i o s ; luego es solamente Dios Q.'^^^^.^I^Q
d o n a las pecados, y no vosotros." (Sernio
de verb. evang. Lucas, V I L )
* * *
El poder de atar y desatar n o fué dado
P e d r o solamente, sino t a m b i é n a todos los
apóstoles. E l capítulo 18 del Evangelio
M a t e o lo confirma: " E n aquel tiempo se l'^°j^ji-
los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es e
y o r en el reino de los cielos? Jesús les contesta
pliamente, y en esta ocasión hace a todos j¿\S
mesa: "De cierto os d i g o que t o d o lo que l'& ^^t
en la tierra, será ligado en el cielo; y todo '
desatareis en la tierra será desatado en el
(Mat. 1 8 : 1 8 . ) ...icos
Y n o eran solamente los discípulos los
que poseían este privilegio, sino que lo P"'^ ]}
también todos los cristianos. F u é prometido
Asamblea (Iglesia) entera de creyentes, ^'^'^j.^ye"'
el día de su resurrección, se apareció a los cf ^^^^
tes, reunidos en el aposento alto. ¿Quiénes j^j
estos creyentes? San J u a n nos dice q u e ^'^^jiscí'
discípulos. P e r o n o sólo los apóstoles eran ¡^s
pulos. San Lucas nos da detalles complenien
indispensables. Después de su visita al sep^^Je
las mujeres fueron a anunciar el acontecimien^ ^j"
la resurrección "a los once y a todos los " ,:^^¿'
(Lus. 2 4 : 9 ) . A q u e l m i s m o día, dos de los ¿i
pulos fueron a E m m a ú s . N o f o r m a b a n P'^'j^pSl
los once, pero eran de aquellos que les '"^o^^jóJ
ñ a b a n y que están c o m p r e n d i d o s en la eXp ^g-
"todos los demás" del versículo 9. Llegada ^ JQS
che, estos dos discípulos volvieron, en efecto- ^^^^^
once Y los que estaban con ellos en el aP^^'^gj!'
a l t o : " Y levantándose en la misma hora, ^^''.¡fií'
Lucas, ( 2 4 : 3 3 ) , tornáronse a Jerusalén, Y " ^oíi
ron a los once reunidos y a los que estaba^
ellos." ¡o¡
Y es precisamente mientras estos once ^
que estaban con ellos " h a b l a b a n estas cosas ^j¡jo'
d o ) Jesús se puso en medio de ellos y l^j ^fjtjí
P a z a v o s o t r o s " (Luc. 2 4 : 3 6 ) . San Juan^des^^^,,
esta aparición en el curso de j a cual el Señor ^^j^-
fía a todos los que estaban- reunidos (los aP^^j)-
les y focfos los que estaban con ellos, que ""^Pf^ ¿'
tan la Iglesia entera, colectivamente) el po ^^^^ef
atar y desatar, es decir, de p e r d o n a r o de r j^j:
los pecados. He aquí los t é r m i n o s que ^^í^/fS'
" . . . v i n o Jesús y púsose en medio, y
J
 (c
y S^^"^'^ L u c . 2 4 : 9 , 3 3 , 3 6 : los apóstoles bien, la muerte y el mal. Porque y o te m a n d o h o y
C o m o ^ " ^ estaban con ellos.) P a z a v o s o t r o s . . . que ames a J e h o v á t u Dios, que andes en sus cami-
vio y"^^ ^nvió el Padre, así también y o os e n - nos y guardes sus m a n d a m i e n t o s y sus estatutos y
ToitiaH l^ubo dicho esto, sopló y díjoles: sus derechos para que vivas... Mas si tu corazón se
, pg I Espíritu
los tspíritu S S aa nn tt oo :: aa los
los que
q u e remitiereis
remitiereis apartare, y n o oyeres, y fueres incitado..., de cierto
los r,,r.A--
vierpiV*^^ remitidos;
remitidos; a
a quienes l o s retu-
quienes pereceréis... Os he puesto delante la vida y la muerte,
i^is, serán „ la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida."
serán retenidos." ( J u a n 2 0 : 1 9 - ¿ 3 . ;
, t i principio de igualdad es u n a v e z m a s anrrn ( D e u t e r o n o m i o 3 0 : 1 5 - 1 9 . ) L a obediencia comple-
í por Cristo. L a Asamblea es soberana. T o d o s ta a Dios, es decir, el buen empleo de su libertad
^^^^^ miembros son iguales en derecho. N o h a y d i s moral, confiere al h o m b r e la vida (Ezeq. 3 3 : 1 1 ) , '
'ly^- N o hay jerarquía. E l principio de igual mientras q u e el m a l empleo de esta libertad, es de-
sancionado p o r Cristo después de su resu- cir, la desobediencia, conduce a la muerte, la muerte
eterna: " E l alma que pecare, esa m o r i r á . " (Ezequiel
1 8 : 4 . ) D e l mismo m o d o , al anunciar el Evangelio,
* * * los apóstoles p o n í a n ante sus oyentes la vida y la
muerte, la esclavitud y la libertad, la alternativa de
El ser atado o desatado.
•^titura ^}^^ y desatar se explica en la E s -
Los discípulos destruían y p l a n t a b a n . C o m o la
obrf°'' rnisión confiada al profeta Jeremías,
vida y la predicación de Jeremías (véase Jeremías
^'^'^iciab "^^"^^ doble aspecto: p o r u n a parte,
1 8 : 7 - 1 0 ) , explicaban las extrañas palabras que
otra, p j ^ 1^ destrucción, la ruina total, y, p o r
Dios le había dirigido en el m o m e n t o de su voca-
°- h^hu^ restauración y el gozo. E n efecto,
ción, la predicación y las experiencias de los apósto-
labras g dicho: " H e aquí he puesto mis p a -
les y de los creyentes fueron u n comentario viviente
<lia "^ti boca. M i r a que te he puesto e n este
de las palabras afar y desatar. Su mensaje era u n a
Para gentes y sobre reinos, para arrancar y
palabra de buena nueva. Quienquiera que recibiese
Para ecfV^"'^' ^ P^ra arruinar y para derribar, y
en su corazón, en su vida, el Evangelio p r o c l a m a d o
Estas p'a] y para plantar." (Jeremías 1:9, 1 0 . )
por ellos, era libertado de sus pecados, n o p o r la p a -
^ividur,^ t as extrañas, ¿significan que, como i n -
de -1 ' hab habí^ . . „ „ ; U : J - T ' 1 . - 1 1 - - -J-- labra de los apóstoles, sino p o r causa de la fe en
dest ruir V ta recibido Jeremías la terrible orden Jesucristo que esta palabra engendraba. Sus pecados
Por ot'""^ y arruinar p o r u n a parte los reinos y, eran p e r d o n a d o s : p o r consiguiente, él era desligado
•ítodo, n- restaurarlos de nuevo? D e n i n g ú n de la esclavitud del m a l y de la condenación que pe-
^1 nació ^° había establecido como profeta de saba sobre él. Pero focío aquel que rechazaba esta p a -
^Icerrab"' palabras que él había de anunciar labra divina, quedaba atado, estaba más atado, m á s
"^üerte.^" gérmenes: el de la vida y el de la culpable que n u n c a : estaba t a n t o más atado cuanto
K?Sida 'restauración y la destrucción, según la a u m e n t a d o había sido su conocimiento, ya que la
'^ios, no*^^^ encontrasen. E l poder, recibido de responsabilidad crece en la medida en que se adquie-
J^ensajg ^^"-a^a en Jeremías, sino que residía en el re el conocimiento.
f elecció^""""ado p o r el profeta. Deja al pueblo
etertjjg^n de la vida o de la muerte. L a misión de El poder de atar y desatar, el de ''Oir.itir y re-
Para an ^^"^estía u n carácter terrible solamente tener los pecados n o se encontraba, pues, en los
^lüí el .los que rechazaran sus palabras. H e apóstoles, es decir, en ellos, en sus personas, sino
Pueblo j"^'?'^eno de la predicación del profeta. E l en su mensaje y su conducta. San P a b l o expresa
"^^azan^i ^^'^ facultad para escoger su destino. R e - este pensamiento c u a n d o escribe: " P o r q u e para D i o s
Ponía a ° l l a m a m i e n t o divino, t o d o J u d á se ex- somos buen olor de Cristo en los que se salvan y en
[?bleujg castigo terrible: respondiendo a él favo- los que se pierden. A éstos ciertamente olor de muer-
'eidajj p ^ ' podía entrever u n porvenir lleno de fe- te para muerte; y a aquéllos, olor de vida para vida
''•'•Qncafe ^^"-^ sentido, las palabras de Jeremías, (2 C o r i n t i o s 2 : 1 5 , 1 6 . )
^•'"Qrj^^^^n
'^%el
este sentido, las palabras de Jeremías,
destruían, arruinaban, derribaban, para El día de Pentecostés, la palabra de S a n P e d r o ,
^l^ová apartaba del p r o g r a m a t r a z a d o p o r y n o San P e d r o m i s m o , desató a tres mil personas de
ace
^eptj^^ ° plantaban y edificaban para aquel que la esclavitud del pecado; su predicación esparció en-
'''^'^idü ^ ^^"^ente aquel p r o g r a m a . P o r t a n t o , como tre todos ellos u n olor de vida para vida. ((Hechos
imitaba ° ' "leremías n o tenía poder a l g u n o : él se li- 2 : 4 1 . ) M a s c u a n d o H i m e n e o y A l e j a n d r o descui-
actif ^"""su mensaje: aquí terminaba su misión, d a r o n el conformarse al E v a n g e l i o que les había sido
"^^nte /I'^ del pueblo, cuya libertad estaba plena- presentado p o r San P a b l o , fueron atados de nuevo
Así l ^ a g u a r d a d a , decidía el resto, después de haber estado desatados d u r a n t e algún
^'[eyejjj.^ an Pedro, los otros discípulos y todos los t i e m p o . S a n P a b l o podía decir de ellos: " D e los
^^"duo ' " ° recibieron de n i n g ú n m o d o como i n - cuales son H i m e n e o y A l e j a n d r o , los cuales entregué
^'¡dos el p o d e r de remitir o el de retener l o s p e - a Satanás." (1 T i m . 1 : 2 0 . ) P o r q u e el que n o acep-
dir-i. ' ^O Olio n l l — :u: í - ? <- • • ' J - - ta el Evangelio a n u n c i a d o p o r u n h o m b r e , n o re-
j.'car gi g qtie ellos recibieron fué la misión de pre-
""x'^d jg ^angelio, que atará o desatará según la ac- chaza al h o m b r e , s i n o que rechaza a D i o s ; "Así que
'ta, ^ " ' e n e s lo escuchen. D i o s decía a Israel: el que menosprecia, n o menosprecia a h o m b r e , sino
' ' O he p u e s t o delante de ti h o y la vida y el a D i o s . . . " (1 Tesalonicenses 4 : 8 . )

PÁGINA SIETE!
 Jesús, a los doce anos, KaMando de.
las Escrituras con l o s doctores de la
ley. C u a n d o era todavía m u y joven,
consaéró su vida s i n reserva a D i o s .
La consagración
a Dios
por la señora E. G. de WKite
La promesa de D i o s es: "Buscaréis y me halla-
réis cuanüo me buscareis ae t o d o vuestro corazón. '
(Jeremías 2 9 : 1 3 . )
D e b e m o s dar a D i o s t o d o el corazón, o de otra
manera, el cambio que se ha de efectuar en nos-
otros, y p o r el cual hemos de ser transformados con-
forme a su semejanza, jamás se alcanzará. P o r na-
turaleza estamos enemistados con Dios. El Espíritu
S a n t o describe nuestra condición en palabras como
éstas: " M u e r t o s en las transgresiones y los peca-
d o s " (Efesios 2 : 1 ) "la cabeza toda está ya enferma,
el corazón t o d o desfallecido", " n o queda ya en él
cosa s a n a . " (Isaías 1:5, 6.) E s t a m o s enredados fuer-
temente en los lazos de Satanás^ " p o r el cual h a n
sido apresados, para hacer su v o l u n t a d " (2 T i m o -
teo 2 : 2 6 ) . D i o s quiere sanarnos y libertarnos. Pero
puesto que esto d e m a n d a una transformación com-
pleta y la renovación de toda nuestra naturaleza,
debemos entregarnos a él enteramente.
La guerra contra nosotros mismos es el más gran-
de combate que j a m á s h a y a m o s tenido. El ceder la
v o l u n t a d propia, e n t r e g a n d o t o d o a la v o l u n t a d de
D i o s , requiere u n a lucha; mas si el alma quiere re-
novarse en santidad, debe someterse a D i o s .
El gobierno de D i o s n o es c o m o Satanás quiere
hacerlo aparecer, f u n d a d o en u n a sumisión ciega y
en u n a reglamentación irracional. Al contrario, ape-
la al e n t e n d i m i e n t o y a la conciencia. " ¡ V e n i d ,
pues, y a r g u y a m o s j u n t o s ! " (Isaías 1:18) es la in-
vitación del C r e a d o r a todos los seres que ha for-
m a d o . Dios n o fuerza la v o l u n t a d de sus criaturas.
El n o puede aceptar u n homenaje que n o se le dé
v o l u n t a r i a e inteligentemente. U n a sumisión mera-
mente forzada impediría t o d o desarrollo real del en-
t e n d i m i e n t o y del carácter; haría del h o m b r e u n
mero a u t ó m a t a . N o es ese el designio del Creador.
El desea que el h o m b r e , que es la obra maestra de
su p o d e r creador, alcance el más alto desarrollo p o -
sible. N o s presenta la altura de gloria a la cual quie-
re elevarnos, mediante su gracia. El nos llama a que
nos entreguemos a él a fin de que pueda hacer su
v o l u n t a d en nosotros. A nosotros nos toca decidir
si queremos ser libres de la esclavitud del pecado
PÁGINA OCHO
para participar de la libertad gloriosa de lo^
de Dios.
A l consagrarnos a Dios debemos necesariaii^'po'
a b a n d o n a r t o d o aquello que nos separe de él- vos-
esto dice el Salvador: "Así, pues, cada u n o de
otros que n o renuncia a t o d o lo que tiene no '^^jafi
ser mi disc í p u l o . " (Lucas 1 4 : 3 3 . ) Debemos ;
t o d o lo que aleje al corazón de Dios. Los tesoro j j .
el ídolo de muchos. El amor al dinero y el dese^ V
riquezas son la cadena de oro que los tiene
a Satanás. O t r o s a d o r a n la reputación y los h ^^^i
del m u n d o . U n a vida de comodidad egoísta Y^^^jii
de responsabilidad es el ídolo de otros. ^^^^ j^jiio'
romperse estos lazos de servidumbre. N o Pf^^jf
consagrar u n a parte de nuestro corazón al ^^jji"*
la otra al m u n d o . N o somos hijos de Dios, a ^fc"
que 1Q seamos enteramente. H a y algunos que P ¡oS
san servir a D i o s a la vez que confían en sus p ^^^jeí
esfuerzos para obedecer la ley, f o r m a r u n '•^^50''
recto y asegurarse la salvación. Sus corazones ^^(jf
movidos p o r n i n g ú n sentimiento p r o f u n d o de %
\
de C r i s t o ; pero t r a t a n de ejecutar los deberes ¡je
vida cristiana como, una cosa que D i o s deman ^^¡j
ellos, a fin de ganar el Cielo. T a l religión n
nada. C u a n d o Cristo mora en el corazón, e ^^ji,
está tan llena de su amor, del gozo de su ^o^"^ Jé-
que se une a él; y en la contemplación del Sa
se olvida de sí misma.
en-
El a m o r de Cristo es la fuente de toda t'^'
obra. Aquellos que son movidos p o r el vivo ^
de D i o s n o están p r e g u n t a n d o cuánto es lo '^.^0
que D i o s quiere que h a g a n ; n o están pregun ^5.
cuál es la más baja medida aceptada, sino ^ I.1
piran a . u n a vida de completa conformidad
v o l u n t a d de su Salvador. C o n ardiente deseo s"^
tregan enteramente y manifiestan u n interés p ^^^^r
cionado al objeto que buscan. El profesar P^ ^gí?
cer a Cristo, sin sentir a m o r p r o f u n d o , es
charla, árido formalismo, gravosa y vil ^^^^^^ Jjí
¿Creéis que es u n sacrificio demasiado gran
t o d o a Cristo? Haceos a vosotros mismos la pioS
t a : " ¿ Q u é ha d a d o Cristo p o r m í ? " El H i j o de ^ (j
dio t o d o — v i d a , a m o r y sufrimientos^—por
 nos de'°^ ^^''^ posible que nosotros, seres indig- la que los desobedientes nunca pueden llegar. La ver-
nesjjg^-í^n grande amor, alejemos nuestros corazo- dadera vida de gozo del alma es tener a Cristo for-
Partic'^ Cada m o m e n t o de nuestra vida hemos sido m a d o d e n t r o de ella, a Cristo esperanza de gloria.
esta '^^'^'•es de las bendiciones de su gracia, y p o r M u c h o s dicen: "¿Cómo haré la renuncia de m í
mente l^'"^ ^azón n o p o d e m o s comprender plena- mismo a D i o s ? " Deseáis hacer su v o l u n t a d , mas
que , Prpfundidades de ignorancia y miseria de sois débiles en poder moral, sujetos a la duda y
a aquei"^°^ ^^^'^^dos. ¿Será posible que veamos d o m i n a d o s p o r los hábitos de vuestra mala vida.
tinngjl ^ quien traspasaron nuestros pecados y con- Vuestras promesas y resoluciones s o n tan frágiles
anior v°^' e m b a r g o , menospreciando t o d o su como telas de araña. N o podéis gobernar vuestros
del Se" sacrificio? V i e n d o la humillación infinita pensamientos, impulsos y afectos. La experiencia de
denios"""^ de gloria, ¿ m u r m u r a r e m o s porque n o p o - vuestras promesas n o cumplidas y de vuestros votos
llación ^'^^"^ en la vida s i n o p o r conflictos y h u m i - q u e b r a n t a d o s debilita vuestra confianza en vuestra
de nosotros mismos? propia sinceridad, y os hace sentir que Dios n o
qué corazones orgullosos p r e g u n t a n : " ¿ P o r puede aceptaros; mas n o es b u e n o que desesperéis. L o
de qug^^^"-^"^os a r r e p e n t i m o s y h u m i l l a r n o s antes que debéis entender es la verdadera fuerza de la v o -
tación tener la seguridad de nuestra acep- l u n t a d . Este es el p o d e r que gobierna en la naturale-
había ^ ^"^'^ L)ios?" M i r a d a Cristo. E n él n o za del h o m b r e , el poder de decisión o elección. T o -
cipe (1^'^*^^*^° a l g u n o , y lo que es más, era el p r i n - das las cosas dependen de la correcta acción de la v o -
pecado^ "r^°'' '^^^^^ '^^^ h o m b r e se hizo l u n t a d . Dios les ha d a d o a los h o m b r e s el poder de
tnisnio ]i transgresores fué c o n t a d o : y él elegir; es de ellos el ejercerlo. N o podéis cambiar
gresorp • Pecado de m u c h o s y por los trans- vuestro corazón, ni dar p o r vosotros mismos sus
. y ^ mtercedió." (Isaías 5 3 : 1 2 . ) afectos a D i o s ; pero podéis elegir servirle. Podéis
darle vuestra v o l u n t a d , para que él obre en vos-
cora^.^^"*^ a b a n d o n a m o s c u a n d o d a m o s todo? U n
Para ní! ^°^''pmpido para que Jesús lo purifique, otros, t a n t o en el querer como en el hacer, confor-
lo sai^ ^ lo limpie con su propia sangre y para que me a su placer. D e ese m o d o vuestra naturaleza en-
go, 1 ^ su incomparable a m o r . ¡Y, sin embar- tera estará bajo el d o m i n i o del Espíritu de Cristo,
averg¿ " ° m b r e s h a l l a n difícil dejarlo t o d o ! Me vuestros afectos se concentrarán en él y vuestros
pensamientos se p o n d r á n en a r m o n í a con él.
j^. n z o de oírlo decir y de escribirlo,
Desear ser b o n d a d o s o s y santos es rectísimo; pero
de IQ°^ no demanda de nosotros que dejemos nada si sólo hasta alli llegáis n o os aprovechará nada.
fin tod 1^^^ ^^^^ nuestro m a y o r provecho retener. M u c h o s se perderán esperando y deseando ser cris-
bii ° •'^^^ ^ace tiene presente la felicidad de tianos. N o lleg-an al p u n t o de d a r su v o l u n t a d a
eidido °^ 9-ialá que t o d o s aquellos que n o h a n de- D i o s . N o eligen el ser cristianos ahora.
tiene ar^"^*^ ^ Cristo pudieran comprender que él
P o r medio del debido ejercicio de la v o l u n t a d ,
lo qnp ^°,excesivamente mejor que ofrecerles que
puede obrarse u n c a m b i o completo en vuestra vida.
está hac^'^*^^" buscando p o r sí mismos. E l h o m b r e
Al d a r vuestra v o l u n t a d a Cristo, os unís con el
Propia el m a y o r perjuicio e injusticia a su
poder que está sobre t o d o p r i n c i p a d o y potestad.
otario a^ 1 ^ c u a n d o piensa y obra de m o d o con-
T e n d r é i s fuerza de lo alto para sosteneros firmes,
Püede h u ^ ° l u n t a d de D i o s . N i n g ú n gozo real
y así rindiéndoos constantemente a Dios seréis for-
<ronoce 1 en la senda p r o h i b i d a p o r Aquel que
talecidos para vivir u n a vida nueva, es a saber, la
[Uras. p ? que es mejor e intenta el bien de sus cria-
vida de fe.
niisp • '^^n^'uo de la transgresión es el camino de
"^'a y de 1^ destrucción.
fi'ios s^'^ engaño d a r cabida al pensamiento de que
^'elo g.^'^.^^Place en ver sufrir a sus hijos. T o d o el
\ e s t r o p interesado felicidad del h o m b r e .
So^Q g .1- adre celestial n o cierra las avenidas del
•^Os exb'^'"^"na de s u s criaturas. L a P a l a b r a divina
•res qjj^ "-""ta a que r e h u y a m o s todos aquellos place-
Pos, „ '•'raigan consigo sufrimiento y contratiem-
'^'elo nos cierran la puerta de la felicidad y del
tales r ^ ^ d e n t o r del m u n d o acepta a los h o m b r e s
"^'Oites ^ ? ^?^' "-^n todas sus necesidades, imperfec-
'^^eado , l'ldades; y n o solamente los limpiará de
^üe d y les concederá redención p o r su sangre, sino
^'ente^ ^ satisface ion al a n h e l o de todos los que con-
i^'o ¡n, llevar su y u g o y su carga. E s su desig-
* él po^^'^''i'r p a z y descanso a t o d o s los que v a y a n
"^^tro^ p a n de la vida. Solamente demanda de
'^tiestj.Q^ que ejecutemos aquellos deberes que guíen
S e ñ o r de Velera, jefe
s pasos a las alturas de la eterna felicidad, a
del G o b i e r n o irlandés.

PÁGINA • NUEVE
 La éuerra ¿está lejos o cerca?
Hacia fines del a ñ o pasado, el político inglés
L l o y d George escribía: " L a guerra está lejos. P o -
demos comer nuestros puddings de N a v i d a d , si n o
del t o d o con buena v o l u n t a d en la tierra, al menos
sin q u e d a r i n t e r r u m p i d o s p o r las b o m b a s . La p r ó -
x i m a N a v i d a d está segura, y la siguiente también.
Esto nos dará t i e m p o suficiente para conseguir nue-
v a m e n t e n o sólo la prosperidad, sino también el
sentido c o m ú n . "
D a gusto e n c o n t r a r u n h o m b r e t a n optimista, y
a u n m á s tratándose de L l o y d George, p o r q u e n o
m u c h o antes era tan pesimista como el que más.
Quisiéramos que sus declaraciones correspondiesen
a la realidad, y que sus profecías hallasen u n fiel
c u m p l i m i e n t o . Pero, en realidad, h a y pocos h o m b r e s
tan optimistas como L l o y d George. A l contrario,
m u c h o s m i r a n al porvenir con ansiedad. El agitado
presente promete u n p o r v e n i r lleno de inquietud y
de conflictos de todas clases. H a y personas serias que
creen que ya n o h a y posibilidad de aplazar m u c h o
el m o m e n t o en que estallará nuevamente u n a gran
guerra en E u r o p a . H . M o r g e n t h a u , el secretario del
T e s o r o de los E s t a d o s U n i d o s , cree que estallará este
a ñ o . D i o s quiera que n o sea así.
Sin embargo, vivimos en u n a atmósfera de t e m o r
y de desconfianza sobre este particular. Y para estar
prevenidas y preparadas las naciones, pequeñas y
grandes, al menos muchas de ellas están a u m e n t a n d o
los gastos de sus presupuestos de guerra. Y si p o r
a h o r a tenemos p a z , es la famosa " p a z a r m a d a "
como la que existía antes de 1 9 1 4 , p a z que t e r m i n ó
de u n a manera tan trágica. L o lógico es que la ca-
rrera a r m a m e n t i s t a acabe p o r provocar u n conflicto
a r m a d o de gran escala. N o dejará de estallar a ú n
mientras los pacifistas hablen de p a z , y así se c u m -
plirá la profecía de San P a b l o : " P o r q u e vosotros
sabéis bien que el día del Señor vendrá así como
l a d r ó n de noche, que c u a n d o dirán, P a z y seguridad,
entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente,
como los dolores a la m u j e r p r e ñ a d a ; y n o esca-
p a r á n . " (1 Tesalonicenses 5 : 2 , 3.)
La libertad reliéiosa en Rusia
Sabemos que, en su afán de desterrar a toda reli-
g i ó n de Rusia, las autoridades soviéticas suprimieron
la libertad religiosa en t o d o el territorio de la
PÁGINA DIEZ
U . R. S. S. Las personas que, a pesar de .^^^^
querían seguir fieles a sus convicciones relig
se e x p o n í a n a ser perseguidas p o r el Estado. ^^¡j
Ú l t i m a m e n t e , Rusia se puso en contacto
los Estados U n i d o s de Norteamérica para q^^^,,
reanudaran las relaciones diplomáticas y ^
cíales entre los dos países. M á x i m o Litvino
enviado a W a s h i n g t o n para representar a , 5^-
este a s u n t o . E l presidente Roosevelt exigió d
ñ o r Litvinoff que los norteamericanos que, efl
secuencia del establecimiento de relaciones entr . ,
bos países, se trasladasen a Rusia, gozasen de gj,
na libertad de conciencia, lo m i s m o que en '•° ¿e
tados U n i d o s . E l Sr. Litvinoff le dio toda cla^^^,
garantías sobre este particular. P e r o declaro
bien q u e los americanos en Rusia tendrán
meterse a las leyes religiosas del país. Pretendí ' ^ J
embargo, que dichas leyes d a n completa h j ^ -
religiosa. A ñ a d i ó : " L o s americanos, alemanes- j
gleses, franceses y o t r o s tienen la completa h ' ' ^^|¡.
de practicar su religión, pero los pastores de sW^^ g
gión n o tienen el derecho de hacer propagan
proselitismo."
¡ V a y a libertad religiosa! P r o h i b e u n deb^'',jj(;í-
d a m e n t a l de t o d o cristiano. Cristo dijo a sus ^,^|^
p u l o s : " T o d a potestad me ha sido dada en ^^j,tte
y sobre la tierra. Id, pues, y haced discípulos
todas las naciones, b a u t i z á n d o l o s en el nombr^,^j,.
P a d r e , y del H i j o , y del Espíritu S a n t o : etisí^^^,
doles que guarden todas las cosas que os he
d a d o : y he aquí que estoy y o con vosotros
pre, hasta el fin del siglo." ( M a t e o ^ Je-
2 0 V . M . ) N i n g ú n G o b i e r n o h u m a n o tiene
recho de p r o h i b i r lo que D i o s m a n d a . Y así- 3
sar de lo que se diga, n o h a y verdadera liberta
ligiosa en Rusia.
Peliéro del nacionalismo
E l a u t o r inglés B e r t r a n d Russell escribe: ^} ^¿c
cionalismo es sin d u d a el m á s peligroso "^''•'''j^o'
nuestra época; m u c h o más peligroso que el ale
lismo, las drogas, la falta de h o n r a d e z en ^
mercio, o cualesquiera vicios contra los cuales se
v a n t a u n a educación m o r a l convencional."
Estas s o n declaraciones m u y categóricas qn^ ^jie
recen tal vez exageradas. Creemos, sin embargo- . ^
n o lo son, refiriéndose a u n nacionalismo ^^^^
Y fanático. Y tal nacionalismo existe h o y en ¡j
chas naciones. P a r a m a n t e n e r u n a b u e n a aríH
 ^.^tre los pueblos, debería cultivarse el internaciona-
lismo más bien que el nacionalismo. Y , sin embar-
hoy día, cada u n a de m u c h a s naciones ensena
fanatismo la doctrina de su superioridad sobre
^°das las demás, y la necesidad de imponerse a tooa
'°='-ta, o rodearse de barreras impenetrables. ^ as ,
" de desarrollar la cooperación internacional,
fes naciones la impiden. A l g u n a s de ellas se re-
' i " ^ d e la Sociedad de Naciones, haciendo todavía
ineficaz la labor de dicho o r g a m s m o . D e ello
'¿'iif' pues, u n a g r a n culpa el nacionalismo, y es
y^i-daderamente u n vicio peligroso, que tiene p o r
I''.' el mis odioso egoísmo. Sólo el Evangelio de
; " s í o puede curar este m a l ; pero el m u n d o n o
^"iere usar tal remedio.
H:If u t i d o y los a ñ o s v u e l a n
Y • -
'gnoraj^'^°^'?^ vamos? A l t é r m i n o de u n viaje que
easi üna^^'i • ^^'•^ p r ó x i m o o lejano. La v i d a es
•lUevo ~ usión. Cada v e z que entramos en u n
•^Uestjj '^•j' •^^y una rama menos en el árbol de
'a t i e r j . / • ^ o s días q u e vivimos y estamos sobre
l44:4^^ ^^^^^ ^°n^o una sombra. (Salmo 1 0 2 ; 1 1 ;
%s ^eT'í^°'i°^ ala roca viva de la fe, practique-
'en, tengamos ferviente caridad mientras
N U E V A Y O R K . — La famosa Q u i n t a A v e n i d a durante la imponente manifestación popular celebrada
con motivo del día de la N . R. A . , y a la que asistieron más de 250.000 personas. (Fot.
Dios nos conceda t i e m p o ; p o r q u e si en esta vida
n o lo hacemos así, ¿cómo p o d r e m o s hacerlo en el
sepulcro? (Eze. 9 : 1 0 . )
Nuestra vida es breve sobre la tierra. (Salmo
3 9 : 4 , 5.) Cada año que pasa es u n a ñ o menos de
vida, u n año más cerca de D i o s y de la eternidad.
P o d e m o s c o m p a r a r la vida a u n barco que surca
las o n d a s sin dejar huellas de su paso, al relám-
p a g o que cruza el espacio con rapidez vertiginosa
sin dejar el más leve rastro de su camino. ¿Qué
son cincuenta años después de haber pasado? P a -
recen u n soplo. Sí, la vida es breve; llega inespera-
damente la muerte, y con u n solo golpe de su gua-
daña siega en flor la vida y las ilusiones de los
h u m a n o s . Y del m i s m o m o d o que sus habitantes,
el m u n d o en que vivimos está l l a m a d o a perecer a
causa de la corrupción reinante p o r el pecado y la
violación de las leyes divinas.
Si c o m p a r a m o s nuestra vida con la eternidad, es
aún más breve, pues allí mil años son como u n
día sobre la tierra. (Salmo 9 0 : 4 . )
Busquemos la vida eterna donde m o r a la justi-
cia (2 Ped. 3 : 1 3 ) . Dejemos el m u n d o y su con-
cupiscencia (1 J u a n 2 : 1 7 ) , y si a b a n d o n a m o s el
m u n d o y a n d a m o s conforme a la ley de D i o s y
cumplimos sus estatutos. El nos dará una parte en
su reino y p o d r e m o s sentarnos con nuestro Salva-
d o r en su t r o n o . ( A p . 3 : 2 1 ) .
VICENTE CUENCA.
Vidal)
PÁGINA O N C E !
 LOS MANDAMIENTOS
«VIVIRÁS MUCHO AL SOL»
L a l u z del sol ha «ido estudiada científicamente,
sus propiedades h a n sido investigadas y catalogados
sus efectos, y se h a n p o d i d o t r a z a r reglas para su
e m p l e o ; a tal p u n t o que es h o y u n o de los agentes
más i m p o r t a n t e s para la prevención y el t r a t a m i e n -
t o de las enfermedades.
Dice el sabio Leigh H u n t que "la l u z es tal vez
lo más maravilloso de todas las cosas visibles." Es
considerada c o m o u n a de las formas de la energía
radiante, y consiste en o n d a s electromagnéticas que
v i b r a n . E l h o m b r e está descubriendo constantemen-
te m á s detalles acerca de este reino maravilloso de
las vibraciones, está a p r e n d i e n d o a enjaezar las ondas
eléctricas, inalámbricas, los rayos ultravioletas y los
r a y o s X . T o d o s estos rayos v i b r a n a una velocidad
igual ( 3 1 0 . 0 0 0 k i l ó m e t r o s p o r s e g u n d o ) , pero la
l o n g i t u d y frecuencia de las vibraciones varía g r a n -
demente. A l g u n a s de las o n d a s tienen k i l ó m e t r o s de
l o n g i t u d , mientras que otras, c o m o las de los ra-
yos X , se m i d e n en millonésimas de m i l í m e t r o .
El espectro solar incluye n o sólo la luz visible,
sino porciones de los rayos infrarrojos y los rayos
ultravioletas, invisibles así los u n o s como los otros.
P e r o son m u y activos y tienen efectos notables s o -
bre el cuerpo.
LOS RAYOS INFRARROJOS Y ULTRAVIOLETAS
L o s rayos infrarrojos son las o n d a s largas de
calor que emite el sol. P r o d u c e n calor en los tejidos,
y son útiles para traer m á s sangre a u n a u o t r a parte
del cuerpo. (Esto a y u d a a absorber los rayos ultra-
violetas que h a y en la luz n a t u r a l del sol.) Se fa-
brican actualmente l á m p a r a s que producen rayos in-
frarrojos artificiales, y ellas se usan extensamente
en el t r a t a m i e n t o de las afecciones inflamatorias d o -
lorosas.
L o s rayos ultravioletas (que n o deben confundir-
se con el " r a y o v i o l e t a " , que es u n a forma de co-
rriente eléctrica), s o n cortos rayos químicos, que
ejercen poderosos efectos sobre los tejidos vivos.
A p e n a s si estamos c o m e n z a n d o a d a r n o s cuenta de
su i m p o r t a n c i a y valor, y el espacio sólo nos per-
mite u n breve resumen de los efectos que causan:
1. L o s rayos ultravioletas p i g m e n t a n (curten)
la piel. A l g u n o s consideran ese g r a d o de bronceado
c o m o índice del beneficio o b t e n i d o del t r a t a m i e n t o
solar. L a radiación ultravioleta no sólo da a la piel
PÁGINA DOCE
DE LA SALUD
p o r el D r . L . D . Campbell
ese rico color de bronce, sino que m a t a los .^j,
bios de la superficie, a u m e n t a la resistencia a ^^j,
fección, mejora la función de los millones d je
dulas, estimula la circulación en la intensa i¡
vasos sanguíneos y convierte en la piel la sus ^
llamada ergosterol en v i t a m i n a D . Se empl^? el
curar ciertas infecciones de la piel como la ¡^^ ^^^QS
acné y los granos o forúnculos. E n vista de
acné y ios granos o l o r u n c u i u s . u u v i " ' - ^.^QÜI
benéficos resultados, h a y cierta v i r t u d en 1^^^^ gi
t a n poderosa h o y en día, de la piel broncea"''-
embargo, los efectos de los rayos ultraviole ^^^gs
más abajo de la superficie de la piel. Dichos ^^^g¡
son absorbidos en la corriente sanguínea y ^^^\ó<i
a t o d o el o r g a n i s m o , a l t e r a n d o así la comP \i
sobt^
de la sangre e influyendo favorablemente
salud general.
2. L o s rayos ultravioletas estimulan la
de las heridas y c o n t r i b u y e n a la u n i ó n de
sos fracturados. . .¡s
3. Son de ayuda para tratar la tuberculo^^^p¡3
los huesos y de las articulaciones. La beho^^^jcjo
( t r a t a m i e n t o p o r el s o l ) , c o m b i n a d a con el ^•Liicl''!
al aire libre y las alturas, ha s i d o usada con ¿e¡
éxito p o r Rollier en sus clínicas alpinas. ^
sol es el mejor masajista", dice el D r . 1^°.,,^ tf^'
verdaderamente maravilloso cómo este senc^^^^joS
t a m i e n t o , c o n t i n u a d o d u r a n t e meses, sana los jj^^-
enfermos, reconstituye los músculos debilitado j j j
pía las cavidades infectadas y devuelve la ^ . jn
cuerpos decrépitos, la m a y o r í a de las veces, ^ y,•OÍ
tervención quirúrgica. Debe emplearse con If .^jili
cautela en otras formas de enfermedad, espec»^
en la tuberculosis de los p u l m o n e s .
de
4. Afectan los elementos constituyentes ^'^.^ y
sangre, a u m e n t a n la cantidad disponible ^^.''^^ti^'
de fósforo, c u r a n d o p r o n t a m e n t e ciertas ente ^^^^^
des de. los huesos, c o m o el r a q u i t i s m o ; au jC''
la alcalinidad de la sangre, c o m b a t i e n d o asi ^^f-
dosis; a u m e n t a n el c o n t e n i d o de hierro y ^gjiií^'
púsculos rojos, siendo valiosos en casos de a ^^|.¿ii
a u m e n t a n la formación de anticuerpos que '-°^^^0 '
la infección, elevando así la resistencia del cU
ia enfermedad. lef-
5. T i e n e n u n efecto sedante sobre el sistein^^^^jO-l
vioso, en m u c h o s casos, c o n t r i b u y e n d o al des<^^li_
T a m b i é n producen una sensación de bienestar j
m e j o r a m i e n t o general de la salud. J
 •DIVERSOS E M P L E O S D E L O S RAYOS U L T R A -
VIOLETAS
E dosis.
son tarní,^^^^^"''^ notar que los rayos ultravioletas
la medi • utilidad fuera del campo directo de
aguj y ' ? " ^ - Pueden emplearse para esterilizar el
clasesdef- ' • '^"'^ubrir tachad uras y diferentes
creciniig^ '•'"ta en cheques sospechosos, a u m e n t a r el
tos dg y la vitalidad del ganado, grabar n ú m e -
tera. j \ | ^"tificación en pacientes de hospital, etcé-
fealej ^^^^os alimentos, como los aceites y los ce-
activa i^'^"^^'^ " i r r a d i a d o s " , lo cual a u m e n t a o
que ba '^.^^'taminas. E l aceite de h i g a d o de bacalao
mucbo expuesto a los rayos ultravioletas tiene
La l^"^^'^'^ P°der a n t i r r a q u í t i c o .
otra fne^ ' sol pura, sin filtro, es superior a toda
le acceso^^ '^^ ultravioletas. P e r o si n o se tie-
e«tos rav ^ n a t u r a l , se pueden obtener
^e abor fuente artificial. La ciencia pue-
•^oniún ^ "^"i^^ertir la corriente eléctrica del sector
ttabajad^'^ 'rayos ultravioletas. De esta manera, el
ü]tj°''.sedentario puede recibir u n b a ñ o de ra-
^si conj ^^'oletas mediante una l á m p a r a especial y
3l airp í^nsar parcialmente su imposibilidad de vivir
p3¡:^''bre.
•aliento los mejores resultados en el trata-
^••ipta int enfermedades, la dosis debe ser pres-
Por té .Ingentemente y administrada con cuidado
latutai ^'^^^ .expertos. L a irradiación ultravioleta,
obtener ° ^'"'^'^'rial, es u n remedio sencillo y fácil de
^.iie la d ^^^.^ emplearse con cuidado, puesto
^'eiiipre excesiva puede causar m u c h o d a ñ o . Es
!'^mos ^i^^Jor t o m a r l a bajo vigilancia médica. _Da-
'lipotta '^°"'-iuuación algunas reglas y principios
n^etan aU^^ Preciso que sigan los que se so-
t a t a m i e n t o por los rayos solares.
REGLAS P A R A E L B A Ñ O D E SOL
Po d e s n ^ ? ^ t o m a d o al aire libre y con el cuer-
'^'^^tpo d k ' intervenga vidrio ni filtro. El
^«5 de ^- estar p r o t e g i d o de las fuertes corrien-
2 aire.
el Ve ^ '"ejor t o m a r l o t e m p r a n o por la m a ñ a n a
3. y hacia las doce en el invierno.
Piresa f^- '^'rante el b a ñ o , es mejor aplicar u n a com-
^^güido'^ a la frente o al cuello. El b a ñ o debe ir
° Un b a - ° ^ ^ " a fricción fria, u n a fricción de alcohol
'i'i «omb ° '^^ lluvia. (Cúbrase siempre la cabeza con
Ptoteggj. a m p l i o o llévense anteojos oscuros para
coja ' ° J ° s . E n dias m u y calurosos, la región
^''üesa A ^ ? ^ puede estar cubierta p o r u n a toalla
4.^¿;blad_a.)
h ^ite , l^año de sol n o debe tomarse en u n perío-
^Oías de^ " ^^^^^ 1^ comida y dos
*^far ent^^^^^' -^^rae a la piel la sangre que debiera
• ^' r\°'^''es presente en los ó r g a n o s digestivos,
"^'^ado ^ espués del b a ñ o , u n o debe sentirse vigo-
6. £ no cansado.
^*l^e^a , ^ q u e m a d u r a s , las náuseas, el d o l o r de
Os vértigos, el cansancio y el p u l s o persisr
tentemente rápido son síntomas de una exposición
demasiado larga; y en tal caso debe, reducirse la
7. Recuérdese que la helioterapía puede producir
daños si se administra con descúlelo, y n o según u n
programa definido. U n a hora de exposición p o r día
es generalmente bastante como m á x i m o , a u n q u e
puede administrarse más si se tiene cuidado de au-
mentar gradualmente la dosis.
8. El p r o g r a m a más satisfactorio es el que em-
pieza p o r los pies, y va a u m e n t a n d o hacia arriba
con cada exposición sucesiva.
9. La helioterapía debe administrarse con cons-
tancia d u r a n t e semanas y meses para obtener el má-
x i m u m de beneficio.
P R O G R A M A P A R A L O S B A Ñ O S D E SOL
El primer día el cuerpo es expuesto cinco m i n u -
tos en su parte delantera y cinco m i n u t o s en la parte
posterior, a u m e n t a n d o dos m i n u t o s y medio la ex-
posición de cada lado por día hasta llegar al m á x i -
m u m de una hora.
E n el caso de niños pequeños;
1. E x p o n e r hasta la ingle m i n u t o y medio el
primer día.
2. E x p o n e r hasta el o m b l i g o m i n u t o y medio
el segundo día.
3. E x p o n e r el cuerpo completamente desnudo
tres m i n u t o s el tercer día.
4. E x p o n e r cuatro m i n u t o s y medio adelante
y cuatro m i n u t o s y medio atrás el cuarto día.
5. A u m e n t a r medio m i n u t o cada día hasta que
el infante reciba de diez a veinte m i n u t o s en cada
lado.
E n algunos hospitales los b a ñ o s de sol se dan
como t r a t a m i e n t o diario a los n i ñ o s más tiernos.
Se puede evitar fácilmente el r a q u i t i s m o p o r este
medio, y se a u m e n t a la resistencia general. A los
niños mayores se les puede p e r m i t i r j u g a r en u n
traje especial para el sol d u r a n t e los días más calu-
rosos.
El sol es u n o de los mejores agentes curativos de
la naturaleza. Y a u n q u e n o sea u n a panacea para
todos los males de la h u m a n i d a d , tiene u n v a l o r
i n d u d a b l e para prevenir y t r a t a r m u c h a s enferme-
dades. El sol debe tener libre acceso a cada h a b i t a -
ción.
¿Hemos t o m a d o h o y nuestro b a ñ o de r a y o s u l -
travioletas?
EL SOL
es u n excelente médico.
PÁGINA T R E C E

HACIA LA LUZ
XV
UNA VISIÓN DE FELICIDAD
Aquel d o m i n g o , después de la salida del doctor
V a n den Berche, Gustavo y Aquiles Clauwaerts ha-
blaron largo rato de lo que habían oído. Oír co-
mentar la Santa Escritura era algo nuevo para ellos.
N u n c a h a b í a n tenido ocasión tal. Y , ¡qué libro ad-
mirable! A m b o s estaban m u y alentados, y si les hu-
biesen pedido la Biblia, sin ofrecerles otra en cam-
bio, ni el u n o ni el otro la hubiesen entregado aun-
que les hubiesen ofrecido una hermosa hacienda en
su lugar. Aquel libro había, transformado completa-
mente a Aquiles. Antes blasfemaba y bebía; ahora
era tranquilo y sobrio; entes era un b u r l ó n ; ahora
era serio. E n una p a l a b r a : se había vuelto otro h o m -
bre. E n cuanto a Gustavo, en toda la ciudad de
Gante no se hubiese encontrado hombre más feliz
que él. ¡ D u r a n t e tantos años había estado rogando a
Dios que su h e r m a n o recuperase la fe y se condujera
como conviene a un buen cristiano! Y ese libro era
lo que había producido el cambio. ¡Cuan contento
estaba de n o haberse dejado i n m u t a r por los razo-
namientos superficiales e incrédulos de Aquiles! Y,
¡con qué gozo repasaba en su corazón las visitas
del doctor V a n den Berche, que h a b í a n iluminado
su senda! Aquéllo había fortalecido su fe en el
Creador y en la religión cristiana.
De cuanto les dijera el doctor, la explicación
del sueño del rey de Babilonia era lo que más les
había interesado. C u a n t o predijera el profeta D a -
niel estaba maravillosamente de acuerdo con lo
que había sucedido en el transcurso de los siglos,
y sobre todo en los últimos años. L o que más les
había impresionado eran los hechos relacionados,
con los dedos de la estatua. N i n g ú n poder de este
m u n d o era capaz de ligar de u n m o d o duradero
el hierro y el tiesto de barro. N i reyes ni empera-
dores habían logrado aniquilar el plan divino.
El lunes, p o r la noche, antes de acostarse, los
dos hermanos descansaron u n o s m o m e n t o s de las
fatigas del día debajo del gran castaño, y n o tar-
d ó la conversación en referirse a lo que les ha-
bía dicho el doctor V a n den Berche d u r a n t e su
visita el día anterior. D u r a n t e el día, Aquiles, tra-
b a j a n d o la tierra, había repasado estas cosas en su
mente.
PÁGINA CATORCE
n ú e s;tros
— C u a n d o eramos
—«...uanao éramos nniños — dijo
mos —
padres nos enseñaron que los justos,
dijo él
ei—--. de
¿c
^gi'iO'
estar suficientemente purificados en el PV^^J.^^ eS-
irían al cielo, y el doctor afirma que habita ^^.jj^f
ta tierra. ¿Quién tiene razón y cómo c
ambas cosas? ,, i ¿oc
— U n a cosa es cierta. L o que nos dijo e
tor está perfectamente de acuerdo con el L' ¡^s
— S í , es cierto, y, sin embargo he leído ^^¡íl
impíos irían al infierno y que los justos aca
p o r ir al cielo, mientras que el médico du
éstos habitarán la tierra. ¿ C ó m o explicas es ^^^g
— Y o no sé—contestó Gustavo de un ¿i
algo evasivo—. Quizá los justos encontra
cielo en la tierra. Sea lo que sea, de una ''^^¡¡,¿0
toy cierto, y es que estoy cada día más c
de h a b i t a r en esta tierra corrompida y r"^^ (¡JJ*
de la vista y el oído están hartos de •'^J" j , iiii
y miserias. La perspectiva de encontrarme ^y-
m u n d o en que todos serán justos me atrae
cho. A m í me parece que el cielo n o puede s ^^^(
deseable que u n m u n d o tal, y si pudiese
entre ambos, n o sé adonde irían mis pref^''^, ¿o'
— P e r o aun con t o d o esto, a mí me 'g^^'^^^!p0O
nocer mejor este asunto. Espero que el_
jueves el doctor n o tendrá demasiada prisa, 1 i^^s
podrá estar una hora con nosotros. T e n g o
cosas que preguntarle. N u n c a he encontrad"^^
h o m b r e como él. Sea cual sea la pregunta 1
le haga, siempre sabe contestarla.
El jueves, después de almorzar, y «^"^'^ sqiii'
taban a p u n t o de reanudar sus quehaceres-
les dijo a G u s t a v o :
13«
— E s t a tarde vamos a dejar el trabajo ^^^¿^
seis. Puede venir el doctor y tengo un m
de preguntas que esperan contestación. dei
—^Acabarás por molestar al doctor Va
Berche con tus p r e g u n t a s — d i j o Gustavo. , 0
•—No estoy de ello tan seguro como ^^'^er
que pregunta demuestra el deseo de conocer ^g'
dad y prueba que refexiona. El doctor no se
lestará p o r ello. hiaf''
T e r m i n a d a la cena, los dos hermanos cam ^
rápidamente de ropa para recibir dignamente ^^pj-
distinguido amigo. Apenas acababan ellos de P
rarse cuando el doctor se presentó a la puef'-^' ^í)5
G u s t a v o . — S e ñ o r V a n den Berche: ¡Cuan uc
alegramos de volverle a ver antes que se m ^^¡i
usted de G a n t e ! Las charlas que hemos t^"' jid"
usted nos h a n hecho m u c h o bien. Usted ha
 de
"*°s recibir Pa^a nuestras almas, y desea- facción a Gustavo, acercó su silla para n o perder
^^nitarse deb • buenos cuidados. Venga a n i n g u n a palabra, echó su sombrero de paja sobre
tedaU„_ del castaño; pero antes coma us- la hierba y esperó, mientras Gustavo había ido a
- iigunas de estas ricas cerezas. • buscar la Biblia.
Aquiles.—Tiene r a z ó n G u s t a v o . M i cabeza y m i — L a pregunta de Aquiles—repuso el doctor-—
' ° « z ó n h a n cambiado c o m p l e t a m e n t e ; P « o J;" nos conduce a un tema que me gusta más que nin-
aun necesito algunas p i l d o r a s p a r a p o n e r m e gún o t r o de los que se hallan en la Biblia y del
^°mpletamente b u e n o . Bien p o d r í a n volver a ata cual no puedo h a b l a r sin que esto despierte en m í
^arme las antiguas fiebres de incredulidad. santas emociones. Es u n tema de mucha i m p o r t a n -
^ El doctor V a n den B e r c h e . - N o h a y P Ug^° cia, y, sin embargo, de u n m o d o general, la gente
Pf'^^ usted, Aquiles. T i e n e usted en casa la farma no se interesa m u c h o en él; forma conceptos m u y
5f que contiene los mejores y m á s eficaces rem divergentes y del t o d o falsos, teniendo de ello n o -
contra todas las enfermedades del alma. Y . l ciones vagas e imperfectas. Pero nada puede fomen-
l'^"^' « que n o necesita tener miedo de tornarJ^ tar t a n t o en nosotros el amor a Dios y a nuestros
!^,^^'^do p o r error o ignorancia de los remedios semejantes y hacernos desear t a n t o el más allá. C o n
f no convienen o de t o m a r demasiada d o is a esto se relacionan los grandes sucesos agrupados al-
' ¿ ; e z . T o d o s los remedios s o n absolutamente m rededor de la venida de Nuestro Señor, y nos in-
J n s i v o s . Pero, n a t u r a l m e n t e , h a y q u e apr nder a
forma de la suerte de los justos y de los impíos.
?^°cer los medicamentos que c o n v i e n e n a las dis
'ii^as dolencias. Y C o m o que sólo puedo hacerles u n a corta visita
Poco qUe c» esto se aprende fácilmente p o r de despedida, n o podré indicar más que los p u n t o s
se ejercite ^un
P^ide\p^^^\^í no. E~ n poco tiempo usted mis- principales de este gran tema. Para ser más breve,
bi, e
' e n n . ; ? , ^'^^ médico y curar a otros. ¿Comprende n o buscaré en la Biblia todas las citas; pero las in-
dicaré, para que puedan encontrarlas y leerlas fácil-
d UstpH~ doctor, m u y bien. L a farmacia a mente m a ñ a n a , por la noche; indicaré dónde se
aad? a se refiere es la Sagrada Escritura, ¿ver- encuentran y les pediré que" las a p u n t e n .
Él d Ustedes saben que N u e s t r o Señor pasó la ú l t i m a
n'-
Hüe I
'^Tn Y^"
esta
'"''3 ff^—-
B e r c h e . — Jj uusLdiiieiiie,
-..^tK-ijc. s t a m e n t e . jT.qui-
Aqui- noche que precedió a sus terribles sufrimientos y
sient necesa • "^^"^ encontrará usted, n o sólo lo
muerte en compañía de sus discípulos, y que t r a t ó
con ellos diversos temas de la m a y o r importancia.
vid ^ enfer,^"°
^ida ^"rermn recuperar la salud, cuando ov
f^--"-- i" ooiu-u, ^¡xaíi^^
se
Les dijo, entre otras cosas, que iba a dejarlos p r o n -
'^•ingú^^.lo
ninl-'^^sta aún^ hierbas ^ que p r o l o n g a n _la to,' para irse a casa de su Padre. V i e n d o que aqué-
§U?Í? s"itio'l-",^'^.'^°- ^'^^^ P'^n^as n o crecen en
bo farma '^'^ tierra y n o se expenden en n i n - llo les entristecía, añadió, para consolarles; " N o se
tod de hX^^V
la vid^' ^""^ '^^l país P^í^ en ^n el cual "^tial crece el ár- turbe vuestro corazón; creéis en D i o s , creed también
en M í . E n la casa de m i P a d r e muchas moradas
Vo nosot ^ donde, espero y o , iremos u n día
»^yserá T°^' quiero decir en la nueva tierra, cu- h a y ; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y
Ac--- Jesurr.-.^..
quile: '^^"cristo. si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez,
íiej ''•lies c y os tomaré a M í m i s m o ;= para que donde y o es-
b¡ ' doctor. " ^ " ^ hermosas las comparacio- toy vosotros también estéis." ( J u a n , 1 4 ; 1-3.) Les
dpif' ^steri k ^ y ? ^^^^ algo que n o entiendo m u y
^%0 0' "^eciril
H„ . .° habla '^'a m mn^K^
u c h o de u n a tierra nueva, explicó cuan i m p o r t a n t e , era que se fuera, puesto
ciel a esto"^^^ ^n su L i b r o en que iba a prepararles u n lugar, y les consoló ha-
° "^oiíio I , ' ^ encuentro que habla también del blándoles de que volverían a verse a su regreso. N o
íí^'^.rado, la m o r a d a de los bien-
¿ D ó n d e estarán. pues.
ará^J^sto du
de ^ ellos , , " " u t e 'a eternidad?
-ac
o quL," ° ' '^J°«
lo^^stavo^ an aquí en la tierra?
•~—iNo •tome usted a mal
«le
> f e e, , i " Aquiles, doctor. Et
termina con
Nana^'j^quelehoy a l g una . . cosa,
.osa, y y
8Ü;^ de prp ^""^ '^^ nuevo media do-
se-
to do,
I'te J U s t a ' "''^ Berche.—Es-
se>Htando'"^' lo que se necesita.
ho^.-}^^ntr. J^- .aprende, y b u s c a n d o
te;^""''«s es J ! ' " ^ ^ ' ^ - L a p r e g u n t a de
^tar ^niuy n a t u r a l y v o y a con-
^la
a de una u n a manpr^
manera rnuy
A.qviii
es di CRISTO PROMETE VOLVER.—«Vendré otra
"rigió un g u i ñ o de satis- vez, y os tomaré a mí mismo.»
Juan 14 : 3

PÁGINA QUINCE
p o d r í a n , pues, volverse a ver antes de su regreso,
y t a m p o c o p o d r í a n ir a la casa del P a d r e antes de
ese m o m e n t o .
Su regreso será a c o m p a ñ a d o de gran magniñcen-
cia. "El H i j o del h o m b r e vendrá en la gloria de su
P a d r e , con sus ángeles." (Mateo, 1 6 : 2 7 ; 2 5 : 3 1 . )
Estos ángeles h a n estado siempre ocupados a través
de los siglos, observando a los justos, asistiéndoles,
velando sobre ellos. P o r esto, como una guardia de
h o n o r , escoltarán a su Rey y participarán de su
g o z o y del de los redimidos.
C u a n d o Jesús baje del cielo, llamará con v o z p o -
derosa a los justos que duermen en sus sepulcros,
y los despertará de su largo sueño. El apóstol P a -
b l o lo describe de la manera siguiente: " P o r q u e el
m i s m o Señor, con aclamación, con voz de arcán-
gel y con t r o m p e t a de D i o s , descenderá del cielo;
y los m u e r t o s en Cristo resucitarán p r i m e r o : luego,
nosotros l o s . q u e vivimos, los que quedamos, j u n -
tamente VonSl-llos,'seremos arrebatados en las nu-
bes a recibir ál Señor en el aire, y así estaremos siem-
pre con e í ^ e ñ o r . " ( 1 . " Tesalonicenses, 4 : 1 3 - 1 8 . )
P e r o esto ocüVrirá c u a n d o los h o m b r e s lo espe-
ren menos. P o r los,periódicos se enteran ustedes de
que t o d o s los pueblos del m u n d o se preparan, a pe-
sar de todas las conferencias de p a z y desarme, pa-
ra una gran guerra. Efectivamente: ésta estallará
más t e m p r a n o o más tarde. Pero en el instante mis-
m o en que t o d a s las fuerzas guerreras del m u n d o
estén l i b r a n d o el m á s encarnizado combate, sem-
b r a n d o p o r todas partes muerte y destrucción, en-
tonces intervendrá el Señor para p o n e r fin para siem-
pre a todas las luchas.
C u a n d o él bajó u n día al m o n t e Sinaí para p r o -
c l a m a r los diez m a n d a m i e n t o s , la tierra t e m b l ó .
P e r o c u a n d o regrese, el .cieI;o- y la tierra serán con-
m o v i d o s . Y , de rgif'^fet, en la constelación de
O r i o n , aparecerá algo c o m o n n a nueva estrella. Su
l u z será cada VEZ-- m á s brillante, hasta que su res-
p l a n d o r llene el cielo, ''y' a medida que se acerca,
se verán los ángeles en n ú m e r o incalculable. E n me-
dio de ellos se e n c o n t r a r á N u e s t r o Señor m i s m o ,
c o r o n a d o de u n a gloria tal que sobrepujará la luz
del sol. Llevará sobre la cabeza una corona, no
c o m o la que los soldados r o m a n o s colocaron en su
frente. Será la corona con que le h a b r á c o r o n a d o el
mismo Padre.
L o s h o m b r e s , al verle, se a n g u s t i a r á n y tembla-
rán. Las armas caerán de las m a n o s de los comba-
tientes, a t e r r o r i z a d o s ; el r o n q u i d o de los cañones
cesa de repente; los aviones aterrizan apresurada-
mente. T o d o s se dan cuenta que ha llegado la hora
del juicio. L o s fuertes, los poderosos, los g r a n -
des, los ricos, los débiles, los pequeños, los pobres,
t o d o s h u y e n y quieren esconderse en las cavernas
y a n t r o s de la tierra. Poseídos de m o r t a l angustia,
c l a m a n : "Caed sobre n o s o t r o s y escondednos de
la cara de A q u e l que está sentado sobre el t r o n o y
de la ira del C o r d e r o , p o r q u e el gran día de su ira
es venido, y ¿quién p o d r á estar f i r m e ? " "He aquí
que viene con las nubes, y t o d o ojo le verá y t o d o s
PÁGINA DIECISÉIS
los linajes de la tierra se l a m e n t a r á n sobre él-
calipsis, 6 : 1 5 - 1 7 : 1 : 7 . ) la
Después de esto Jesús tocará la '^':°"^^^,"joiiido
v o z del arcángel resonará en el espacio. Al ^
de esta voz, los muertos en C r i s t o se desP^i'jj^jjjj
Reconocerán la v o z de su L i b e r t a d o r , que lo ^ .^j.^
para ir a la casa del P a d r e , d o n d e t o d o esta^^^ ^
para recibirlos. Se levantarán, no ya encorv ^1
cansados p o r la edad o por la debilidad, ""^^y^li-
ser puestos en la t u m b a , no ya mutilados o
dos, sino teniendo en sus rostros el sello de ^ ^^^^
m o r t a l i d a d y de la j u v e n t u d eterna. Los otro^
tos, los vivos, son t a m b i é n cambiados en u
tante, y de criaturas mortales que eran se ca
en seres inmortales. L o s ángeles los reúnen, /^^^j
tonces se celebra u n encuentro, una reunión,
alegría sobrepuja las más fantásticas esperanza'j^/jj
dres que lloraron a sus amados, hijos que ^ ^ ^ j ,
perdido a sus padres, esposos separados p o r 12 je
te, amigos que h a b í a n a p r e n d i d o a amarse, to^ pe
encuentran en medio de una indecible ^ ^ ^ ' ^ ^ \ ' Q ¡ ,
repente sus pies se separan del suelo y, rodea g^,
una cohorte de ángeles, son conducidos
ñor, que los espera en la nube, acompaña
música celestial. Jesús los conduce al "tercer c \¡
en cuya m o r a d a la tristeza, la enfermedad^^^p^.
muerte son desconocidas, y d o n d e gozaran .^pte
mente de reposo y p a z . " P o r esto están jD
del t r o n o de D i o s y le sirven día y noche
t e m p l o . N o t e n d r á n más h a m b r e , ni sed, í pof-
n o caerá más sobre ellos, ni o t r o n i n g ú n calo^- j .
que el C o r d e r o que está en medio del t r o n o 1° J. y|
toreará, y los guiará a fuentes vivas de ^^"jos."
D i o s limpiará toda lágrima de los ojos de ^
(Mateo, 2 4 : 3 0 , 3 1 ; A p o c , 7 : 1 5 - 1 7 . )
I)
(Contí
E l rey Alberto de Bélgica, que falleció recien-
temente víctima de u n accidente de a l p i n i s » " '
U n i ó n Poligráfica, S. A . — S a n Hermenegildo, 3 ^ '