Sei sulla pagina 1di 6

La

Ilustración

Introducción a
la Filosofía

1
La Ilustración
La Ilustración culmina Por “Ilustración” se entiende habitualmente el modo de pensamiento
ideales modernos. dominante en Europa durante el siglo XVIII o, si se prefiere, entre las dos
Pero el término revoluciones, la inglesa de 1688 y la francesa de 1789. Como es natural, la
“ilustración”
gran variedad de obras y opiniones que produjo dicho siglo hace difícil la
trasciende su
dimensión histórica, unificación doctrinal de sus rasgos. Por lo pronto, ha sido necesario
conformándose como distinguir una Ilustración inglesa, francesa, alemana, italiana, española,
ideal regulativo de cada una de ellas con características propias. Sin embargo los historiadores
prácticas sociales y de la Filosofía señalan ciertos rasgos que permiten hablar de la presencia
polítcas.
de la Ilustración.
Se puede considerar la Ilustración como el periodo de implantación de la
mentalidad burguesa. Ciertamente la Filosofía Ilustrada no es una filosofía
sistemática, y se apoya la mayor parte de las veces en la síntesis de obras
previas con las que tiene un juego que no se reduce a la simple
reproducción, sino que aporta lecturas propias al respecto.
La Ilustración Francesa está marcada por el proyecto de la Enciclopedia
(1751-1765), empresa conducida por Diderot y D’Alembert. La Enciclopedia
buscaba servir a la instrucción popular. Son diversos y heterogéneos los
autores: Rousseau, D’Holbach, Helvetius, Voltaire, Turgot, Buffon,
Condillac, Quesnay, Montesquieu, etc. Algunos de ellos de ideas
materialistas, otros más deístas que ateos, algunos del campo de la ciencia
biológica o de la ciencia económica, etc. El proyecto enciclopédico
comparte rasgos centrales con el movimiento ilustrado (Hottois, 2003):
 Sentido crítico
 Apuesta por la explicación racional y científica
 Voluntad pedagógica
 Intención universalista

No cabe duda que la Ilustración Francesa ha tenido un especial sentido


histórico, pues la Revolución Francesa (1789) incorporó muchos de sus
ideales en sus famosos lemas: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Además
incorporó toda la tradición del racionalismo francés.
En otros países la Ilustración tuvo rasgos específicos (Copleston, 2011). La
Ilustración inglesa con figuras como Hume o Newton supuso una visión
naturalista y la apuesta por la sistematización científica, con ideas
empiristas muy presentes. La Ilustración italiana, muy influida por la
francesa, se caracterizó por el estudio de los problemas políticos y
jurídicos. La alemana se orientó hacia una visión sintética, apostando por la
sistematización del cuerpo de saber filosófico (como es el caso de Wolff y
el propio Kant), incluso en terrenos como la estética (Baumgarten). En
España la Ilustración se sostuvo como un fenómeno más cultural que
político, dadas las condiciones del poder absoluto y antiliberal de los
sectores del poder económico y político.

2
Mención especial merece la Ilustración en Latinoamérica, pues de algún
modo el pensamiento de los libertadores y los mismos procesos de
independencia tuvieron en el continente un lugar de experimentación
privilegiado.

En Hispanoamérica, la influencia de la Ilustración fue


determinante en el campo intelectual y político desde la
segunda mitad del s. XVIII. La Ilustración suponía una
invitación a la libertad de pensamiento, que implicaba
también un impulso a la emancipación política, en la medida
en que suponía una incitación a tomar conciencia de la
propia identidad hispanoamericana. Ese movimiento
emancipatorio comenzó contentándose con pedir una cierta
autonomía política respecto a la metrópoli, pero en la
medida en que ésta respondió de forma negativa y cerrada,
van apareciendo las primeras propuestas de independencia.
Los líderes de la independencia, los libertadores, eran
hombres empapados por el credo ilustrado. Las Juntas de
Defensa se van configurando a partir de 1810 para conseguir
la autonomía, y luego, ante la incomprensión de España, la
independencia. Así, como señala Leopoldo Zea, «en México,
en Nueva Granada, en el Perú, Chile y el Plata los hasta ayer
hombres de ciencia se trocaron en conspiradores y
guerreros; los telescopios, microscopios y otros
instrumentos científicos, en fusiles y cañones; los tratados
científicos, en proclamas libertarias. En Santa Fe de Bogotá y
otras ciudades hispanoamericanas fueron sacrificados
muchos de los hombres de ciencia que poco antes habían
sido felicitados por los virreyes» (Beorlegui, 2010: 188-189)

¿Qué es Ilustración?
Destaca en el pensamiento acerca de la Ilustración la definición que dio el
propio Kant en su escrito ¿Qué es ilustración? Que data de 1784:

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable


incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de
servirse de su inteligencia sin la guía del otro. Esta
incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta
de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí
mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el

3
valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la
ilustración (Kant, 1994: 25)

Esta definición kantiana hace de la ilustración un proceso que no sólo está


presente en el contexto histórico que tratamos, sino como una condición
del pensar humano mismo. Destaca el énfasis puesto en el elemento
práctico: servirse de la propia razón. El optimismo de unas capacidades
presentes en el ser humano, así como la voluntad de someter a juicio y
examen crítico absolutamente todas las nociones y sistemas de ideas. La
ilustración así entendida no sólo es un periodo histórico, sino una apuesta
éticopolítica cuyo sentido algunos autores (Habermas, Foucault, Pinker)
reivindican para nuestro presente.

Rasgos del pensamiento ilustrado


A juicio de Falgueras (1988) los elementos básicos del modo de
pensamiento ilustrado: el ideal de emancipación, la concepción utópica de
la realidad, el uso metódico de la crítica y el pedagogismo.
En su conocido escrito ¿Qué es la Ilustración?, Kant definía la ilustración
como salida del estado de minoría de edad intelectual por parte del
hombre, o sea, como emancipación intelectual. Kant no se refiere aquí al
movimiento ilustrado, sino a la ilustración como cualidad humana:
ilustrado es quien se emancipa intelectualmente y no necesita de la guía de
nadie para usar su inteligencia.
El segundo elemento básico del pensamiento ilustrado es la concepción
utópica de la realidad. Las utopías modernas no son invención del XVIII,
sino del XVI, y surgen como género literario en el que la descripción de una
organización social irreal, pero en algún sentido modélica, sirve de
contrapunto crítico respecto de las organizaciones políticas reales. La
novedad propia de los ilustrados es la aplicación directa de la utopía a la
realidad, es decir, la concepción de la realidad como utopía.
El tercer elemento básico del modo de pensamiento ilustrado es el uso
metódico de la crítica. Crítica, según su etimología, significa acto de
discernimiento, e implica necesariamente el examen o consideración
atenta de un asunto, y el posterior juicio que recoge y expresa lo
discernido, de acuerdo con los criterios de verdad-falsedad, bon-dad-
maldad, belleza-fealdad, utilidad-daño, etc.
El cuarto y último elemento básico del modo de pensar ilustrado es el
“pedagogismo”. La noción de Ilustración se vincula intrínsecamente con la
de “formación”, y en este punto preciso se pone de manifiesto la gran
paradoja práctica del pensamiento ilustrado. La lógica de este
planteamiento obliga a pensar que nadie puede emancipar a nadie, sino
que la emancipación la ha de realizar cada uno por sí mismo; lo que
trasladado al concepto de ilustración significa que nadie puede enseñar a
nadie a ser ilustrado. Si ser ilustrado equivale a hacer uso del propio juicio,

4
nadie puede suplirme ni ahorrarme camino en el ejercicio de la ilustración.
Ésta es, por tanto, la paradoja práctica del pensamiento ilustrado: la
emancipación generalizada viene a coincidir con el pedagogismo más
férreo, a saber, aquel que hace del hombre sólo un educando.
A estos rasgos pueden añadirse (Hottois, 2003):
 Confianza humanista y fe en el progreso. Aunque algunos autores como
Rousseau sostuvieron posturas escépticas sobre el progreso, lo cierto es
que se buscaba sentar una historia humana hacia mejor, lo que
comportaba revisar los modos institucionales que definían las prácticas
humanas.
 Actitud racionalista. Los ilustrados consideran por lo común que la
Razón humana es una y universal. Aunque introducen la idea de unas
culturas civilizadas frente a unas bárbaras, la potencialidad de la razón
es igual para todos los seres humanos.
 Voluntad de comunicación y publicidad. Para los ilustrados la publicidad
y la comunicación –la creación de una esfera pública- será de vital
importancia porque mediante ella se puede acometer todo el proyecto
de pedagogía social y fomentar una ciudadanía crítica y activa.
 Compromiso crítico. En algunos casos la crítica llega a ser demoledora,
en otros casos la crítica es más reformista, pero los ilustrados
comparten la idea de que es preciso revisar las costumbres y
tradiciones, así como las rutinas de pensamiento, para mejorarlas.
 Laicismo en la concepción del espacio público. No todos los ilustrados
fueron ateos, pero por lo común consideran necesario para el progreso
potenciar la tolerancia religiosa así como generar espacios de
interacción social que sean genéricos, no limitados por credos
específicos.
 Posiciones deístas –consideración de la religión como religión natural:
como actitud que brota de una razón que organiza el universo, pero que
no puede definirse al modo de las religiones dogmáticas.
 Fortaleza de posiciones empiristas. Muchos de los autores ilustrados
reivindican el lugar central de la experiencia en el conocimiento, como
modo también de limitación del prejuicio mediante el que algunos
hombres dominan a otros.
 Reivindicación del valor y centralidad de las ciencias.

La Ilustración profundiza elementos de la tradición racionalista y empirista


de la Modernidad, avalando así el giro copernicano que se vive en las
ciencias y la Filosofía. Documentos como la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano (1789) que son hitos fundacionales en el proceso
ético-político de los derechos humanos cristalizan ideas de los pensadores
ilustrados. Unos pensadores que pese a su heterogeneidad y sensibilidad,
comparten mínimamente la noción de un mundo al alance de la mano,
mediante los cambios institucionales, y en especial pedagógicos.

5
Referencias
Beorlegui, C. (2010) Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Bilbao:
Publicaciones de la Universidad de Deusto.

Copleston, F. (2011) Historia de la Filosofía 2. Barcelona: Ariel

Costa, I. y Divenosa, M. (2004). Filosofía. Buenos Aires: Maipue.

Falgueras, I. (1988). Ideas filosóficas de la Ilustración. Recuperado de


http://webpersonal.uma.es/~jifalgueras/Historia/Historia/Kant_files/block_0/Ilust
racion.pdf

Hottois, G. (2003) Historia de la Filosofía. Del Renacimiento a la Posmodernidad.


Madrid: Cátedra

Kant, I. (1994) Filosofía de la Historia. México: Fondo de Cultura Económica.

Olivera, D. A. (2015). Filosofía Primera: obertura. Córdoba: Brujas.

Potrebbero piacerti anche