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RUMBO AL MES EXTRAORDINARIO DE MISIONES · O C T.

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La Iglesia de Cristo
en misión en el mundo

O B R A S M I S I O N A L E S P O N T I F I C I O E P I S C O PA L E S D E M É X I C O
· ENERO 2019 ·
RUMBO AL MES EXTRAORDINARIO DE MISIONES · O C T. 2 0 1 9

«Te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves


la salvación hasta el fin de la tierra» (Hch 13, 47)

Compartir la fe es un imperativo del Señor Jesús y una


convicción que debe tener todo discípulo misionero. La
Iglesia es misión; los cristianos más que tener una mi-
sión somos misioneros. De ahí que la misma Sagrada
Escritura invoque con insistencia esta responsabilidad La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser
con sus respectivas exigencias.
«el sacramento universal de la salvación», obede-
ciendo el mandato de su Fundador (Cf. Mc 16, 15),

1 La misión:
desplazamiento geográfico para el encuentro
por exigencias íntimas de su misma catolicidad,
se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los
hombres. Porque los Apóstoles mismos, en quie-
nes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas
La misión es una convicción fundamental en el libro de
los Hechos de los Apóstoles; hasta pareciera que este
de Cristo, «predicaron la palabra de la verdad
libro se escribió para persuadir sobre la ineludible tarea y engendraron las Iglesias». Obligación de sus
misionera de todo discípulo de Jesús (1,8; 8,1-3…). sucesores es dar per- petuidad a esta obra para
Sin embargo, si queremos comprender adecuadamente que «la palabra de Dios sea difundida y glorifica-
la misión hay que decir que esta va más allá del solo da» (2 Ts 3, 1), y se anuncie y establezca el reino
desplazamiento espacial. La comunidad es discípula
de Dios en toda la tierra.
misionera si va al encuentro de personas; esta es la
razón y la finalidad de su desplazamiento. En la misión
no se viaja a otros lugares, se va al encuentro de otras Decreto Ad Gentes, 1
personas; más aún, se va al encuentro de hermanos, no
de extraños. El imperativo fundamental de la misión no
es el desplazamiento sino el encuentro con personas.
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3 ¿Quién es la salvación?

La frase «para que tú seas la salvación» (13, 47) posee


cierta ambigüedad pues podría, por un lado, estarse re-
firiendo a Pablo; y por otro, de acuerdo a la referencia
de Isaías (49, 6) a un personaje en singular. Ciertamente
sería un error adjudicarles a Pablo y Bernabé la pecu-
liaridad de que en sí mismos se constituyeran en salva-
ción. Si tomamos en cuenta que la cita de Isaías habla
en segunda persona de singular es imposible atribuir a
Pablo y Bernabé este encargo. Así, quien es la salvación
es solo Cristo; él es la luz de los gentiles, es la salvación
hacia el confín de la tierra. Ahora bien, es cierto que
Pablo y Bernabé se adjudican la frase de Isaías al afirmar
previamente: «pues así nos lo ordenó el Señor» (v. 47) sin
embargo, tomando en cuenta el primer significado que
ofrece la cita de Isaías, así como la teología de la misión
que va presentando la obra lucana, el único alcance
que puede tener es el instrumental. Es decir, Pablo y
Bernabé son instrumentos para la salvación.

2 La misión es por encargo La Iglesia en salida es la comunidad de discípu-


los misioneros que primerean, que se involucran,
que acompañan, que fructifican y festejan. «Pri-
La misión siempre será por encargo expreso del Señor merear»: sepan disculpar este neologismo. La
Jesús. El discípulo misionero debe tener disponibilidad, comunidad evangelizadora experimenta que el
pero con esto no comienza propiamente la misión; esta
Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el
siempre tendrá a la raíz un encargo, un deseo expreso, de
parte del Señor. El hecho de que la misión sea prime- amor (cf. 1 Jn 4, 10); y, por eso, ella sabe adelantar-
ramente un encargo, exige fidelidad. Quizás por eso se, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro,
en 13, 47 Pablo y Bernabé hablan de mandato; saben buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los
que la apertura hacia los otros no es opcional, que la mi- caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo
sión es un deseo expreso del Resucitado. Este encargo
inagotable de brindar misericordia, fruto de haber
supone al mismo tiempo el reconocimiento de que el
misionero siempre será un simple instrumento. Y es experimentado la infinita misericordia del Padre y
que lo más grave que puede sucederle a un discípulo su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a
misionero es precisamente, olvidar la raíz de su mi- primerear!
nisterio así como hacer caso omiso de su identidad
instrumental. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 24
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4 Una apertura que tiene


diversas reacciones La evangelización es tarea de la Iglesia. Pero
este sujeto de la evangelización es más que una
institución orgánica y jerárquica, porque es ante
todo un pueblo que peregrina hacia Dios. Es cier-
La salvación en sí misma es edificante aunque no ne- tamente un misterio que hunde sus raíces en la
cesariamente simpática; exigente pero no inhumana; Trinidad, pero tiene su concreción histórica en un
puede afectar intereses pero no la auténtica felicidad
pueblo peregrino y evangelizador, lo cual siempre
del ser humano. Quizás por eso el desarrollo misionero
va presentando siempre dos posibles tipos de interlo- trasciende toda necesaria expresión institucional.
cutores: los que se alegran y los que se incomodan (13, Propongo detenernos un poco en esta forma de
48-52). Sin embargo, aunque la reacción de los inter- entender la Iglesia, que tiene su fundamento últi-
locutores sea diversa —incluso contradictoria—, la mo en la libre y gratuita iniciativa de Dios.
actitud del Señor será siempre la de ser luz y salvación.
Esta deberá ser siempre —sin pretexto alguno para ha-
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 111
cer lo contrario— la actitud de quienes pretendemos
ser discípulos misioneros auténticos.

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