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REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. Ill, No.

1, 1936

Psicología y cambio social en América Latina.


C.Dr. Carolina de la Torre, Profesor Titular, C.Dr. Manuel Calviño Valdés-
Fauly, Profesor Auxiliar. Facultad de Psicología, Universidad de La Habana.

RESUMEN
En el trabajo los autores ofre- ABSTRACT
cen un breve recuento histórico In this paper the authors pre-
del rol de la psicología en el cam sent a brief historic review of
bio social. the role of psychology in social
Se hace un estudio de la influen change .
cia de las tendencias norteamerica. A study is made of the influen-
ñas durante las dos últimas déca- ce of northamerican trends during
das. Se demuestran que estas ten- the last two decades. They demos-
dencias han tenido consecuencias trate that these trends have had
negativas como la mistificación negative consequences, such as the
del rol social de la psicología, mistification of the social role
la desactivación de las tendencias of psychology, the desactivation
progresistas y el enmascaramien- of the most progressive tendencies
to de los verdaderos problemas so and the masking of the real social
ciales. problems .

I N T R O D U C C I Ó N

La importancia creciente de la
psicología para la solución de pro Por el contrario, en los países
blemas sociales relacionados con capitalistas, es imposible lograr
la educación, la salud, el traba- un desarrollo científico que esté
jo, etcétera, es un hecho indiscu al servicio de las amplias masas.
tibie y 35 ;;one 'fe n.p.nifiesto cada No obstante esto, ha sido precisa
día más en un país socialista como ' mente la psicología de los países
•D1 nuestro, donde la ciencia se capitalistas la que más ha insis-
desarrolla a la par y en función tido en recabar para sí el papel
del proceso de construcción de la de fuerza decisiva y exclusiva,
nueva sociedad. capaz de lograr el cambio social.

3L
En lbs países capitalistas, es- lucha ideológica". (Rochin, S.
pecíficamente en los latinoameri- K., 1980, p.3).
canos, el rol social de la psico-
logía ha sido totalmente mistifi- De acuerdo con estas considere*
cado. Se ha pretendido explicar ciones está claro que decir que
los múltiples aspectos de la acti la psicología pueda lograr el cam
vidad humana y social en términos bio social, es una posición ahis-
psicológicos y se ha tratado de tórica; pero decir que esto se
convertir a la psicología y a los puede hacer desde posiciones cien-
psicólogos en instrumentos de con tificistas y apolíticas es más que
trol. una ingenuidad, es un diversionis-
mo ideológico intencionado que, en
Por todas estas razones el te- la mayoría de los casos, solo pre-
ma al cual nos queremos aproximar tende desactivar a las fuerzas más
es de importancia primordial. progresistas.
En la discusión en torno al pa. Como el problema es complejo,
pel de la psicología en el cambio su tratamiento tiene que ser muí ti
social se refleja de una manera lateral. Por un lado, hay que des-
muy clara el rol que ha desempeña cubrir y desenmascarar las concep-
do la psicología en la vida ideo- ciones ideológicas que están de-
lógica y política de los países trás de las posiciones teóricas de
latinoamericanos. las diferentes corrientes psicoló-
gicas y poner de manifiesto cómo
Debido a la amplitud y compleja estas teorías que han sostenido
dad del tema creemos necesario es- las ideas del "cambio social", han
pecificar algunas consideraciones
preliminares referentes a las re- servido y sirven como instrumentos
laciones de la psicología con la de ideología y política. Por otro
ideología. En este sentido compar_ lado, es indispensable comprender
timos los planteamientos de algu- que los psicólogos marxistas tie-
nos psicólogos soviéticos (M.G. nen la posibilidad y el deber de
Yarochevsky, 1974,' 1976; S.K. Ro- utilizar también el inmenso poten
chin, 1980; L.I. Antsiferova, cial ideológico que posee la psi-
1973) . cología.
Esto, por supuesto, resulta más
1. Vivimos en un mundo en el cual claro para la psicología que se de_
se encuentran en lucha dos sis_ sarrolla en la sociedad socialista,
temas sociales : el capitalis- y a ello se han referido autores
ta y el socialista. cubanos (Mitjans* A. y Febles, M.,
1983); pero es un tema abierto y
2. Esta lucha rebasa los marcos de necesaria discusión en países
sociales, políticos e ideológ_i con otra organización social.
eos, repercutiendo significati Nuestro trabajo se limitará a
vamente en las ciencias, sobre analizar y fundamentar el hecho de
todo, en aquellas que tienen que las corrientes de la psicolo-
que ver con el estudio del hom gía norteamericana, en especial,
bre y de la sociedad. el conductismo, importadas en Amé
rica Latina después de la Revolu-
3. La relación de la ideología con ción Cubana, mistifican el rol de
la ciencia hay que estudiarla y la psicología y de los psicólogos
utilizarla considerando que la convirtiendo a ambos en instrumen
ciencia, además de ser un campo tos del sistema, que manipulados
en el cual se enfrentan y se po por las clases dominantes, se pre_
nen a prueba las diferentes con sentan como medios de cambio so-
cepciones ideológicas, "crea cial y ocultan la necesidad de
condiciones para la elaboración verdaderas transformaciones revo-
de nuevos métodos y medios de lucionarias .

EL CAMBIO SOCIAL EN LA PSICOLOGÍA —

El tema del cambio social ha encontrar en las grandes escuelas


sido ampliamente debatido entre o corrientes de la psicología. El
los psicólogos a lo largo de este conductismo de Watson pretendía
siglo. Ejemplos típicos se pueden resolver no sólo los problemas de
los individuos y de los grupos creían tener en sus manos el ins-
humanos, sino los de la transfor- trumento idóneo para "salvar al
mación de la sociedad a partir de mundo". (Langer, M., 1980, p.69).
la educación basada en los méto- Pudiésemos citar otros muchos
dos conductistas. (Watson, J.B., ejemplos, pero nuestros objetivos
1930) . inmediatos y nuestro espacio no
nos lo permiten. Lo interesante
Los psicoanalistas en los años de esto es que muchas corrientes
de la Segunda Guerra Mundial y en psicológicas actuales, continuado
la llamada "guerra fría" espera- ras de las mencionadas (y de otras
ban, como plantea críticamente no mencionadas), haciendo gala de
Marie Langer, "transformaciones y sus posiciones ahistóricas e ide§_
armonías totales" con la ayuda de listas, repiten los errores, in-
un análisis bastante prolongado y cluso los que en su momento fueron
profundo. Esperaban más todavía: comprendidos como tales.

PSICOLOGÍA Y CAMBIO S CIAL EN AMÉRICA LATINA

£,n .la literatura psicológica ac- Después de 1959, el cambio en la


tual, precisamente en la más difun- correlación de fuerzas en el conti-
dida y asimilada en Latinoamérica, nente, impide que las clases domi-
el tema del "cambio social" es una nantes puedan hacer uso de la psico
constante, sobre todo, después de logia como lo hacían unos años
los años 60. Esto, a nuestro modo atrás. Ninguna corriente psicológi-
de ver no es una casualidad. El ca podía tener éxito, si de alguna
triunfo de la Revolución Cubana, el manera, no demostraba que podía ha
auge de los movimientos de libera- cer de la psicología un elemento
ción y la ola progresista y revolu- que incidiera en la transformación
cionaria general ponen en peligro social. Las "nuevas" corrientes
la estabilidad de los sistemas reac psicológicas se exportan como para,
cionarios. Ante ésta realidad, es digmas idóneos para el cambio so-
preferible abogar por cambios "cien cial, como modelos útiles para el
tíficos", "pacíficos", "apolíticos", progreso de los países subdesarro-
"psicológicos", etcétera. llados.
Veamos brevemente los diferentes La aceptación de estas corrien-
factores que más influyen en este tes psicológicas ha dependido de
fenómeno. dos factores que obedecen a dife-
rentes razones. Por un lado, encon
Como decíamos, la Revolución Cu- tramos los inmensos recursos que
bana abrió una nueva etapa para el invierten los EE.UU., con el apoyo
movimiento revolucionario latinoame_ de las clases dominantes de Améri-
ricano y repercutió en todos los aj; ca Latina, para la difusión y desa.
pectos de la vida social, incluyen- rrollo de estos nuevos paradigmas.
do la política, la ideología, la Por otro lado, está la imperiosa
cultura y la ciencia. En este con- necesidad que sienten los psicólo-
texto los intelectuales progresis- gos latinoamericanos de contribuir
tas, y dentro de ellos, los psicó- a la superación del estado de co-
logos, se suman al ambiente revolu- sas existentes y a la transforma-
cionario general, quieren partici- ción de la sociedad.
par en el cambio y buscan su lugar
como profesionales en la lucha Estas condiciones favorecen la
ideológica. importación de teorías psicológi-
cas que, de una forma o de otra,
Pero la propia ideología de las ofrecen alternativas prometedoras.
clases dominantes, a pesar de las
intenciones de los psicólogos, va La más importante de las teorías
a permear, en gran parte, las solu que, de una manera epidémica, se
ciones, que se buscarán dentro de propagó en América Latina, fue el
la ciencia. La ciencia representa, conductismo radical de Skinner. El
por un lado, un campo en el que se" análisis experimental de la condÚ£
marifiestan en pugna las distintas ta, la modificación de conducta,
concepciones ideológicas y, por la tecnología conductual, etcétera,
otro, la posibilidad para la crea- pasaron a ser temas de primer or-
ción de nuevos métodos de lucha. den en las publicaciones latinoame

33
las técnicas de modificación de
ricanas a partir de la década del conducta en el aprovechamiento óp-
60.
timo de los recursos humanos en
La teoría del condicionamiento países en vías de desarrollo, como
operante ofertaba un medio de inci_ los de Latinoamérica; éstos, se
dir "objetiva y científicamente" dice, "constituyen indudablemente
en el cambio de la sociedad, y de la forma más efectiva y económica
considerar la influencia de los de abordar los problemas humanos
factores ambientales en la conduc- en los países pobres". (Bijou, S.
ta de los hombres. (Skinner, 1948, W. y Ribes, E., 1982, p. 5 ) .
]953, 1978). Desde entonces hasta fines de
El conductismo, en dependencia esa década el desarrollo del conduc
de su base positivista, promueve tismo latinoamericano fue vertigi-
la creencia de que el cambio en noso. La idea del cambio social e£
las condiciones económicas y socia. taba presente en todas las áreas
les puede obtenerse por acción de de la psicología. "Es fundamental,
la psicología y que el psicólogo se plantea en un comentario sobre
puede enfrentar este proceso de el Primer Congreso Latinoamericano
cambio desde una posición cientifi- de Psicología (Brasil, 1974) que
cista "y neutral. Por otro lado, en- los psicólogos clínicos se vuelvan
marca el estudio de los factores hacia nuestra realidad socio-econó
sociales en una concepción errónea mica-cultural-política en una ten-
que considera la conducta determi- tativa de crear una psicoterapia
nada mecánicamente por el medio de cambio". (Soares, Leite, 1975,
circundante, desechando el estudio p. 135).
del psiquismo. Se plantea la necesidad de dise_
La psicología debía desempeñar ñar comunidades, controlar la in-
un papel fundamental en el cumpli- dustria, el comercio, la educación,
miento de las fabulosas aspiracio- etcétera. (Ardila, R., 1974).
nes conductistas. Las técnicas de Se plantea la necesidad de desa
modificación de Conducta, desarro- rrollar una ingeniería comportamen
lladas como procedimientos terapéu tal que incida en los más diversos
ticos y basados en su mayoría en y amplios fenómenos sociales. (Ar-
la teoría del aprendizaje de Skin- dila, R., 1980) .
ner, formarían parte esencial de
una tecnología conductual encamina, La polémica en torno al papel
da, no a transformar la sociedad, del conductismo ha sido muy amplia '
sino a controlarla. (y no podemos aquí profundizar en
ella (1)).. En esta polémica se ha
La historia de la penetración puesto de manifiesto que en América
del conductismo operante en América Latina, como ha sido reconocido
Latina ha sido ampliamente tratada, por los propios conductistas, el
y a nuestro modo de ver, a veces enfoque operante ha sobrepasado
mal interpretada en otras publica- significativamente el contexto es-
ciones. Solamente nos vamos a refe trictamente académico, adquiriendo
rir a los aspectos que más se reía una dimensión ideológica extraordi_
cionan con la idea que estamos de- naria. (Dorna y Méndez, 1979).
sarrollando. Hasta el momento, la mayoría de
En 1971, en el Primer Simposio las experiencias conductistas en el
de Modificación de Conducta, cele- continente sólo han logrado incidir
brado en la Universidad Veracruzana, en el mantenimiento del mismo esta-
con la participación de más c« do de cosas que se anunciaban reme-
i 000 especialistas de EE.UU., Méxi_ diar, contribuyendo a enmascarar
co y de otros países latinoamerica. las raíces de los problemas económi
nos, se acentuó "la importancia de eos. -olíticos y sociales. La fonaa

(1) Al análisis de la influencia de la psicología norteamericana en el


desarrollo y estado actual de la psicología latinoamericana y a la
crítica de estas corrientes, hemos dedicado varios trabajos ante-
riores. (Torre, C. de la, 1981; Torre,. C. de la y Morenza, L. ,
1982; Torre, C. de la, 1982, 1983, 1985 a, 1985 b; Torre, C. de
la y Calviño, M., 1983)

Jh
ción profesional üe los psicólogos Los latinoamericanos buscan en
en el más estricto positivismo skin el humanismo una vía para contri-
neriano los ha alejado de la rela- buir a la transformación de los
ción entre el individuo y la socie- sistemas económicos y sociales que
dad. estimulan la alienación humana me-
Lo mismo se ha dicho del conduc- diante la crítica a estos sistemas
tismo, que es objetivo y apolítico y el rescate a la dignidad. Los hu
como también que debe constituir la manistas pretenden superar los
base para la elaboración de una tec_ errores del conductismo mediante
nología del marxismo. Se ha dicho la búsqueda de soluciones en el
que es una tecnología que puede pro mismo hombre y la difusión de diver
ducir el cambio social y también sas prácticas psicoterapéuticas en
que es una tecnología para el futu- caminadas a lograr la actualización
ro, aplicable después de logrados y expresión de las potencialidades
estos cambios. del individuo, deformadas a su ju_i
ció por las trabas que impone la
Actualmente, en Latinoamérica, sociedad.
el conductismo sufre la revisión de
los que pretenden, sin alterar los Las ideas existencialistas de
fundamentos del sistema teórico que Rollo May, junto a las de otros hu
lo sustenta, hacer aportes; el ata- manistas como Abraham Marlow, Carl
que de los que profesan o sencilla- Rogers y Erich Fromm, constituyen
mente proponen otros paradigmas y la base teórica de la corriente hu
la censura de los que, habiendo tra_ manista norteamericana difundida
bajado durante largos años dentro en América Latina.
de esta concepción, se sitúan en un Las variantes actuales, conoci-
plano abiertamente crítico buscando das y difundidas en América Latina
en algunos casos, soluciones en el son el análisis transaccional, la
marxismo. terapia gestáltica y el movimiento
Este panorama contradictorio es de grupos de encuentro.
reflejo de la crisis que atraviesa Algunas de estas técnicas se ba_
la psicología latinoamericana, la san en la creencia de que el hom-
cual, producto de gran parte del bre puede encontrar la libertad,
desencanto con el conductismo, al- la realización y la integridad cen
canza en el momento actual su máxi- trados en el presente, así como
ma expresión. que se puede aumentar la compren-
Muchos psicólogos latinoameriea sión y cooperación entre los hom-
nos se sienten insatisfechos con bres en grupos artificiales, al
su papel en la sociedad y buscan margen de las relaciones sociales
un paradigma apropiado que, por un que se establecen en la producción
lado, no los haga sentir sostenedo real de la vida de los hombres.
res del sistema, y por otro, ofrez^ Una de las corrientes que pocos
ca una solución a la confusión años atrás trató de competir con el
existente en torno a su especiali- conductismo y que, al igual que
dad. Las alternativas más difundi- este, promueve el uso de las técni-
das son, por un lado, el humanismo cas terapéuticas como medio de cam
y el existencialismo y por otro, bio social es el análisis transac-
la psicología comunitaria. Pero es cional .
tas alternativas tampoco han logra-
do hasta el momento satisfacer las
esperanzas de los psxcólogos. Por Dos "best sellers", de la más
el contrario, contribuyen a la agu- comercial producción norteamericana
dización de la crisis y contienen recorrieron el continente y se pre-
las insuficiencias comunes a toda sentaron como una nueva esperanza
la psicología burquesa. redentora. "I'm OK, you're OK" de
Tomas Harrys y "Games people play"
La psicología humanista se pre- de Eric Berne, popularizaban una
senta no sólo como la alternativa nueva teoría en la cual el espíritu
posible para superar la crisis de . psicoanalista se mezclaba con el hu
la corriente skinneriana, sino co- manista, dando como resultado un
mo "una protesta, un desafío y un nuevo producto pragmático "purifíca_
complemento de las otras corrien- do" de toda jerga técnica y "adecúa
tes psicológicas". (Fernández, do para el debate de los problemas
1979, p. 82). universales dé nuestra sociedad"..

35
(Harrys, 1979, p.18); (Berne, no existe. Habla de una supuesta e
1981) . ideal forma de vida social capaz
Se suponía que el análisis tran- de formar hombres con un carácter
sactional podía ser aprendido por más productivo. Pero esa sociedad
todo el que se interesara por él, ideal, a su modo de ver, no existe
independientemente del nivel o pro- (ya hemos dicho que Fromm, compara
fesión que este tuviera y que su do en su defensa del marxismo, ha-
aplicación podía beneficiar a toda ce una violenta crítica al socia-
la sociedad. lismo) . Tampoco puede ser creada,
pues los hombres actuales, según
El análisis transaccional afir- su propio criterio, tienen un ca-
ma que si es posible conseguir que rácter que tiende a la pervivencia
las relaciones entre dos personas de las propias condiciones que los
pasen a ser creadoras y satisfacto ha generado. Así, sucede que Fromm
ria para ambos, y libres de todo sólo puede optar por salidas cada
temor, lo mismo puede conseguirse vez más místicas y religiosas, si-
de las relaciones con un tercero o guiendo la misma tendencia de todos
con un centenar de personas, e in- los existencialistas actuales y de-
cluso de las relaciones entre gru- jando desactivadas las tendencias ~-
pos sociales enteros y hasta entre ittás progresistas.
naciones. (Harrys, 1979). Una vez
más se creía que si los individuos Otra tendencia norteamericana
pueden cambiar, era posible cambiar que se ha difundido ampliamente en
el curso del mundo. Y una vez más la actualidad y que también apare-
se cometía el error de hacer de la ce como una nueva alternativa para
psicología y de las técnicas psico- producir cambios sociales y para
terapéuticas un instrumento de con- sacar a la psicología de su crisis
trol social. es la psicología comunitaria. En
la base de este enfoque, que surge
En relación con el humanismo, es en Estados Unidos como un intento
necesario destacar el papel de la demagógico para aplacar las contra,
obra de Erich F r o m . Erich Fromm dicciones del sistema capitalista
constituye un punto de referencia está la representación del psicólo
no sólo para el movimiento humanijs go, ante todo, como un activista
ta, sino también para el psicoaná- social. Los representantes de la
lisis y el freudomarxismo. psicología comunitaria consideran
Este autor, sobre todo, en su que el objeto fundamental sobre el
obra posterior ha sido abanderado que debe dirigirse su trabajo son
de las ideas de cambios sociales y los grupos marginales y los otros
mediante él ha llegado, tergiverse!., grupos minoritarios de la socie-
do, el pensamiento marxista a mu- dad.
chos psicólogos. Fromm, paralela-
mente a la crítica de la sociedad De acuerdo con la concepción de
capitalista, realiza una crítica J. Rappaport, ampliamente difundi-
al socialismo aún más agresiva y da en América Latina (Rappaport,
propone, sobre la base de concep- 77), la psicología comunitaria es
ciones, supuestamente marxistas, un "nuevo paradigma" que supera e
soluciones a la crisis actual de la integra a todos los enfoques ante-
humanidad. (Fromm, E., 1957, 1966, riores. En realidad, no hay tal pa
1978) . radigma y lo único nuevo es que es
te enfoque auna eclécticamente a
En estas soluciones, Fromm se todas las corrientes psicológicas.
encierra en un círculo vicioso, La psicología comunitaria proclama
planteando que el hombre actual tie la necesidad de encontrar nuevos
ne que luchar por evitar su propia caminos para el estudio de la.s des-
destrucción, por vivir en un mundo viaciones de la norma y a la vez,
más sano, y que esta lucha depende lá necesidad de defender el derecho
de la buena voluntad de los indivi_ de cada hombre a apartarse de estas
duos y de la educación. Por otro normas sin sufrir por ello conse-
lado, Fromm plantea que en una so- cuencias negativas. Sin embargo, en
ciedad competitiva y de consuno se la base de esta concepción está el
estimulan precisamente rasgos de principio del conflicto irremedia-
carácter contrarios a la vida y a ble entre el individuo y la socie-
la hermandad entre los hombres. La dad. Se ignora la existencia de
única "solución" que Fromm ofrece las clases sociales y el añtagonis
mo entre ellas y se propone que manipulados por las clases dominan
los conflictos sociales son conse- tes se presentan como medios de
cuencia inevitable de la existen- cambios sociales ocultando las ver
cia de una gran sociedad formada daderas contradicciones y la nece-
por grupos más pequeños y por ind.i sidad de transformaciones radica-
viduos. De esta forma se ocultan les .
los problemas que están en la base
de los conflictos sociales. Una concepción totalmente dife-
rente descansa en la experiencia
Por otro lado, en una supuesta cubana de desarrollo de una psico-
defensa de los derechos de las mi- logía en la comunidad sobre la ba-
norías a ser diferentes por su cul se del aparato teórico-conceptual
tura y por sus costumbres, se en- general de una ciencia psicológica
mascaran también las verdaderas di. marxista.
ferencias sociales. La psicología
comunitaria, como justamente ha Este enfoque y sentido del tra-
planteado el psicólogo dominicano bajo responde a las exigencias de
J. Cruz, defiende los derechos de la sociedad socialista en desarro-
los grupos marginales y trata de llo y crea las mejores condiciones
combatir las desigualdades socia- para una orientación adecuada del
les sólo dentro de los marcos del trabajo del psicólogo. Este ejem-
sistema imperante, ni un milímetro plo sirve de confirmación al hecho
más. (Cruz, 1981) . de que son las transformaciones so
ciales las que hacen posible el
Todas estas tendencias tienen desarrollo de una psicología al
varios aspectos comunes. Todas tie- servicio del desarrollo integral y
nen más éxito en dependencia de la multifacético del hombre. Por su-
capacidad; para promover optimismo puesto, la "Psicología en la Comu-
entre los psicólogos, en dependen- nidad" no es el único camino ade-
cia de la capacidad para argumen- cuado para la solución de proble-
tar su utilidad como medio de cam- mas de esta naturaleza. Existen en
bio social. Todas generan en los América Latina interesantes inten-
psicólogos, que durante un tiempo tos de trabajar en esta dirección
las practican, una contradicción: y que, acorde con las condiciones
la comprensión de que con su traba- socio-económicas y políticas de
jo sólo logran mantener el mismo los países donde ellos se efectúan,
estado de cosas que querían o creían resultan, indicutiblemente, útiles
modificar. "Ayudando" a los más po- y necesarios.
bres, trabajando por el "cambio so-
cial", sólo ayudan al sistema que Tal es el caso de algunos gru-
va a mantener a los pobres, eterna- pos de psicólogos venezolanos, co-
mente pobres. Todas ocultan o nie- lombianos, mejicanos, argentinos y
gan cualquier compromiso ideológi- otros.
co o político, y cuando lo reco- Esto nos demuestra que en el mo-
nocen, como es el caso del mar- mento actual (y de hecho se está
-X.Í.J •• en 5roi.ua, esta es una afilia produciendo) los psicólogos verdade-
ción en abstracto, pues en concre- ramente progresistas del continen-
to hay una crítica a todas las for te deben desempeñar un papel i:un6.a
mas progresistas actuales y al sis mental en la tarea de estudiar y
tema socialista. Todas contribuyen revelar las características de la
a bloquear el acceso a los psicólo penetración de la psicología nor-
gos latinoamericanos a la filoso- teamericana en América Latina,
fía y a la piscología marxista; ya destacando la determinación histó
sea mediante su crítica, su omi- rico-social de los problemas ac-
sión, o su tergiversación (en algu tuales de la psicología latinoame
nos casos, con extrañas asociacio- ricana y estudiando los aportes
nes como la del psicoanálisis con teóricos y prácticos de la psico-
el marxismo o la del conductismo logía marxista, que permite, no
con el marxismo) . Todas, contribu- sólo rescatar las mejores tradi-
yen a mistificar el rol de la psi- ciones científicas del continente,
cología y los psicólogos, convir- sino desenmascarar los artificios
tiendo a ambos en instrumentos de que ocultan el carácter clasista
los sistemas más reaccionarios, que de esta ciencia.

37
CONCLUSIONES

La situación actual de los paí- realizar una crítica profunda de


ses latinoamericanos, en crisis las corrientes de la psicología
económica y política que ha sido burguesa y de su importación acrí_
profundamente analizada y demos- tica por parte de la psicología
trada por el Comandante en Jefe latinoamericana, así como para la
Fidel Castro Ruz, y la situación difusión de las ideas y las expe-
crítica dentro de la propia cien- riencias de la psicología marxis-
cia psicológica (en el plano teó- ta.
rico y en el plano práctico y pro
fesional), crean las condiciones Los psicólogos latinoamerica-
más favorables para demostrar la nos están conscientes de esta
incapacidad de las tendencias ps_i crisis y buscan alternativas; es
cológicas analizadas para resol- el momento oportuno para desenmas_
ver los problemas que se plantea- carar los artificios de la psico-
ban, crean las condiciones para logía de "cambio".

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