Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Como sabemos, el ámbito de las Ciencias Sociales abarca un amplio abanico de estudio,
entre ellos el estudio de la Historia del arte. El presente artículo va a tratar de exponer y
reflexionar acerca de la importancia de dicha materia, y si la misma, se está trabajando
de forma correcta en las aulas de educación primaria de Cantabria.
Está claro que debemos trabajar en despertar en nuestro alumnado el interés por la
cultura artística, de lo contrario, el arte en las aulas y por tanto en la sociedad, seguirá
sin tener el papel que debiera, pues como señala Palacios (2006); “El arte no constituye
un objeto valorado y legitimado socialmente.”
El olvido en el que la Historia del arte cae en nuestro sistema educativo está justificado
por varios motivos; el primero de ellos es considerar a las artes como un área concreta,
la plástica, y por tanto, no considerar sus razones históricas con suficiente peso, como
para tratarla de forma globalizada. “Parece existir una tendencia a encasillar el arte sólo
desde la vertiente plástica o estética que es válida pero no es la única” señala Feliu
(2011).
Varios han sido los autores que han reflexionado sobre el menosprecio y olvido que
sufre la historia del arte en las escuelas, como apunta Feliu (2011)” la razón última del
menosprecio de la historia del arte en nuestros currículos es que este tipo de
conocimientos desarrollan una inteligencia emotiva.”
Las escuelas, y las universidades, están plagadas de docentes que se respaldan tras un
temario que deben cumplir, sin tener en cuenta lo que se queda fuera, los aprendizajes y
oportunidades que se están quedando por el camino.
En relación al punto de vista de Feliu (2011), podemos recordar la Teoría de las
Inteligencias Múltiples desarrollada por Howard Gardner; en dicha teoría Gardner
(1993) apunta que, la inteligencia académica, no es la única que debe tenerse en cuenta
para conocer el nivel de inteligencia de una persona.
Esto nos lleva a considerar que, quizás, la ausencia de estudio del arte y su historia en
las aulas esté fundamentada por motivos organizativos. Si nos detenemos a pensarlo,
¿qué es más cómodo para un docente, impartir una clase estructurada alrededor de un
libro de texto, o una clase dinámica, en la que se tenga en cuenta a todos, partiendo de
sus necesidades e intereses?; la respuesta es sencilla; mientras que la primera opción
puede suponer un tipo de educación estructural, la segunda es dinámica, abierta y por
tanto, supone un sobreesfuerzo en la labor educativa. Como apunta Feliu (2011)” parece
claro que el tratamiento de la historia del arte en los libros de texto es todavía
demasiado enciclopédico”.