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Texto argumentativo

La argumentación, que es la estrategia discursiva que utilizamos para convencer, puede encontrarse tanto en
textos orales como escritos, y en una gran variedad de ellos: solicitudes, publicidades, propagandas, notas de
opinión, entre otros.
En esta unidad conoceremos las características de la argumentación, y luego exploraremos algunos tipos
de textos en los que ésta se hace presente.
Características generales del texto argumentativo

La argumentación es un tipo de texto que surge de la necesidad de interpretar la realidad para tomar porciones
respecto de ella.
Frente a un tema o problema, el productor del texto enuncia su tesis u opinión, y tratar de explicarla con
razones evidentes a fin de convencer a sus receptores.

Estructura de los textos argumentativos:


El texto argumentativo posee una estructura (u organización textual del contenido) con los siguientes
momentos y funciones correspondientes.
ESTRATEGIAS O RECURSOS ARGUMENTATIVOS

En este cuadro revisaremos algunos de los recursos más habituales en la argumentación:


Recurso Definición Ejemplo

"La crisis económica es un problema que


consiste en presentar un caso particular que sirva preocupa a todos, por ejemplo Europa
Ejemplificación
para ilustrar el punto de vista del emisor tiene países con una alta tasa de
inflación"

"Las estatuas de los santos están solas y


se comparan dos elementos que se relacionan por
Analogía mudas; así deberían estar ciertas personas
ser semejantes
nocivas para el resto"

se incluyen en el discurso las palabras de un "Según Greenpeace la perforación del


Cita de autoridad especialista en el tema para apoyar con mayor fuerza ártico ocasionará un daño irreversible
la opinión del emisor para el planeta"

es la clase de pregunta cuyo objetivo no es una "¿No sería importante reivindicar el


Pregunta retórica respuesta por parte del receptor, sino que éste proyecto solidario de los alumnos del
reflexione acerca de la misma. secundario?"

se utilizan para proporcionar información numérica " 220 millones de correos electrónicos se
Datos estadísticos
real que ilustra una idea que se está sosteniendo envían en 24 horas"

Es una forma de refutación a través de una burla


¿No estás cansado de estudiar? (una
Ironía disimulada con la cual se expresa lo contrario a lo
madre a un joven que no estudia nada)
que se está diciendo.

El uso de herramientas comunicativas


de Internet, como lo es el chat, ha
generado una suerte de alarma en el
mundo de los adultos, que temen un
se basa en el refuerzo de una afirmación, dándole deterioro en el lenguaje de niños y
Generalización: un carácter universal, es decir que lo particular se adolescentes.
generaliza.
Lo que posiblemente interese a algunos
adultos es presentado como una
preocupación de “el mundo de los
adultos” en su totalidad.

Cuando el emisor manifiesta en él sus opiniones o (Roca) Ese general genocida…repartió


sentimientos. Se presenta a través de palabras o como esclavos a los indios prisioneros,
frases denominadas subjetivemas y modalizadores. a sus mujeres como sirvientas y a sus
niños como mandaderos…
Los subjetivemas son las expresiones que
manifiestan una valoración por parte del hablante. Julio Argentino Roca, el conquistador
Subjetivemas y Pueden ser sustantivos, adjetivos, verbos, del desierto y uno de los artífices de la
modalizadores adverbios o construcciones lingüísticas en general. Argentina moderna.

Los modalizadores expresan también la


subjetividad, pero en este caso en relación con la
posición del autor respecto de la certeza, la Una vez más comprobamos que a veces
falsedad, la duda o la apreciación de lo que la Historia tarda, pero finalmente
enuncia y el grado de compromiso con lo que está triunfan la Ética y el concepto de Vida.
manifestando. La modalización marca todo el Esta expresión establece la certeza de
enunciado y no solo un concepto. lo que se enuncia.

Algunos modalizadores de uso frecuente son: Pero ahora parece que ha comenzado
a verterse de nuevo la savia inagotable
· De certeza: efectivamente, evidentemente, de la Ética. En este caso el enunciador
de hecho, sin lugar a dudas, se sabe que, no cabe la manifiesta en enunciado como una
menor duda, obviamente, se puede asegurar que, posibilidad, no como algo certero
en efecto, entre otros.

· De duda: posiblemente, tal vez, es posible,


quizás, se presume que, es posible que,
probablemente, podría ser que, entre otros.

· De falsedad; es falso, resulta inadmisible, de


ningún modo puede omitirse, nadie puede
considerar cierto, se equivocan al decir, entre
otros.

· De apreciación: afortunadamente,
lamentablemente, es necesario, increíblemente,
felizmente, es sorprendente, entre otros.

LA NACION | OPINIÓN
La droga de la elite
30 de julio de 2018
En los últimos años han aparecido distintas drogas que han tenido éxito entre los consumidores y,
gracias a los dealers, su difusión ocurre rápidamente. Tal el caso de la droga llamada Tucibi (en inglés 2CB)
que se ha puesto de moda por sus efectos alucinógenos. Se trata de una sustancia psicodélica que, según
afirman quienes la han probado, altera todos los sentidos. Su efecto comienza a los 15 o 20 minutos y puede
permanecer en el organismo entre cuatro y ocho horas. La persona experimenta alucinaciones y el poder de
la imaginación se magnifica, pudiendo llegar a causar un estado de pánico. Como muchas feniletilaminas,
quien las consume nota un efecto muy placentero, una sensación de fuerza exagerada y nerviosismo y
excitación intensos.
El Tucibi es una droga de diseño que se obtiene mediante procesos químicos. La dosis varía y se
consume habitualmente en polvo, presentada con unas bolsitas en las que aparecen figuras impresas, dibujos
de colores, la S de Superman o calaveras, entre otros. Debido a su alto precio se la ha denominado "la droga
de la elite" o "de los ricos".
Su consumo puede provocar problemas tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, ataques de
pánico o crisis de ansiedad. A largo plazo, su uso continuado se asocia a problemas graves de ansiedad,
desorientación y cansancio extremo. Los consumidores habituales suelen acabar sufriendo un proceso
depresivo y, en casos graves, trastornos psicóticos, paranoides y despersonalización.
Un escenario cada vez más globalizado ha facilitado la aparición de nuevos centros de producción
clandestina de drogas sintéticas, afectando prácticamente a todas las regiones del mundo y llevando a su vez
a un aumento generalizado del consumo. Si bien la curiosidad, el deseo por experimentar nuevas sensaciones
y la presión de grupo continúan siendo los principales motivos que impulsan a consumir este tipo de drogas,
especialmente entre los jóvenes, en el caso de nuestro país el consumo de 2CB no se ha generalizado aún por
su alto precio.
Las drogas sintéticas son difíciles de detectar y fáciles de fabricar y traficar, y si se las lleva en un frasco
son similares a cualquier pastilla legal. Por otro lado, este tipo de estupefacientes también permite que una
sola organización de traficantes controle todo el proceso, desde la producción hasta la venta en la calle, y deja
grandes márgenes de ganancias. Se pueden fabricar en cualquier lugar a partir de sustancias químicas
comerciales.
La aparición de nuevas drogas sintéticas y la forma en que se comercializan y consumen hacen necesaria
la permanente búsqueda e implementación de herramientas y recursos para enfrentarlas con eficacia. Por
ello, recoger la experiencia de los países que padecen con mayor severidad los efectos de las drogas sintéticas
será un valioso aporte para que las autoridades con competencia en la materia adopten aquellas que mejor se
acomoden a nuestra realidad.

LA NACION | OPINIÓN | INSEGURIDAD

Droga y delito en los menores de edad


La drogadependencia y los hogares disfuncionales fueron la vía de acceso al mundo del delito para
muchos jóvenes delincuentes

23 de mayo de 2018
No es ningún secreto la estrecha relación que existe entre el consumo de drogas y el delito como medio
para financiar un consumo personal adictivo. A pesar de constituir una combinación por demás conocida, no
siempre se la tiene debidamente en cuenta.
Un par de datos reflejan la gravedad de este vínculo. Entre los 1900 jóvenes de 15 a 25 años que reciben
asistencia en centros de tratamiento de la Federación Argentina para la Prevención y la Asistencia de las
Adicciones, la mitad de quienes tienen entre 19 y 25 años confesó haber robado para adquirir droga. Otro
tanto admitieron ocho de cada diez menores de 18 años. Los datos que arroja el estudio se reseñan en el
libro Consumo de drogas, prácticas delictivas y vulnerabilidad social, recientemente presentado en la Feria del
Libro.
Dentro del universo de jóvenes encuestados, la mayoría han vivido en hogares donde se verificaba el
consumo de drogas y/o alcohol, con episodios de maltrato y uso de armas. La violencia doméstica era una
realidad en la tercera parte de los hogares y el 60% de los jóvenes sufrió en su infancia castigos físicos
propinados por sus padres. El 71% no terminó la educación obligatoria y la mayoría identificó el consumo de
drogas como la principal causa.
El estudio afirma que el inicio de la dependencia de las drogas y el alcohol se verifica entre los 12 y los
15 años y que cuanto menor es la edad de quien comienza a drogarse mayor es su vinculación con el mundo
del delito. De ahí que el 84% de los jóvenes afirmó que había caído en el delito para poder comprar drogas.
Un tercio reconoció haber cometido algún delito antes de los 13 años.
La perversa relación entre el consumo de drogas y la delincuencia a la que se ven impelidos los adictos
para sostener su adicción se torna aún más peligrosa cuando, como suele ocurrir con demasiada frecuencia,
los menores delinquen drogados (el 60% de los encuestados reconoció estar bajo el efecto del alcohol o las
drogas a la hora de cometer los delitos). De esa manera, ven alteradas su lucidez y su capacidad de
discernimiento. La consecuencia inevitable es la serie de crímenes atroces que parecen no tener lógica de los
que cotidianamente nos enteramos, como el asesinato de adolescentes para robarles solamente un celular o
las zapatillas, pese a que las víctimas no oponen resistencia alguna. El 70% de los encuestados admitió haber
empleado armas de fuego en por lo menos uno de los delitos cometidos.
También suele ocurrir que la adicción, la pobreza y una familia disfuncional convierten al menor en
presa fácil de bandas de narcotraficantes, que rápidamente lo enrolan como "soldadito".
El subsecretario de Justicia y Política Criminal del Ministerio de Justicia, Juan José Benítez, durante la
presentación del libro, afirmó que "se debe perseguir penalmente a los que están vendiendo drogas porque
están vendiendo muerte y desangrando el país", y también "prestar atención a los que consumen y a aquellos
que tienen una adicción y ver por qué llegaron a esa instancia".
Ese enfoque multidisciplinario parece la vía adecuada para combatir un fenómeno complejo ante el cual
la respuesta policial resulta claramente insuficiente, pues, paradójicamente, la adicción a la droga, que para
tantos menores y jóvenes constituye una ancha y rápida avenida hacia el mundo del delito, generó, según han
confesado algunos de ellos que ya se encuentran recuperados, una segunda adicción: a la adrenalina que les
produce robar.

¡Corta la bocha!: la imbecilidad puesta a legislar

En las últimas semanas circularon en los medios noticias de niños empuñando armas de juguete para
asaltar a kiosqueros. El docente e investigador Esteban Rodríguez Alzueta analiza la mirada criminalizadora
de los medios y los discursos punitivistas en un país donde robar un celular te puede costar la vida.
Por Cosecha Roja
25/02/2019
Por Esteban Rodríguez Alzueta*

El periodismo empresarial nos tiene acostumbrados a pensar con un revólver en la cabeza, toma
eventos extraordinarios y los generaliza súbitamente de manera truculenta, apelando a golpes bajos y
manipulando el dolor de la víctima. Una nueva ética protestante hecha de indignación, odio y resentimiento.
Para el periodismo sensacionalista toda la complejidad de la realidad cabe en un hecho aislado, excepcional.
No es casual que en los últimos días hayan circulado noticias donde se veían a niños empuñando
armas de juguete para asaltar a kiosqueros. No es la primera vez. Seguramente el lector recordará la noticia
del diario Crónica de hace años atrás donde otro niño jugaba con una pistola de agua en la avenida 9 de
julio de la Ciudad de Buenos Aires, un día de mucho calor, en vísperas del carnaval. La foto se llevó la tapa
del diario con el siguiente titular: “Se entrenan para robar”. Ya sabemos que el periodismo ensaya un
tratamiento desigual según la extracción social del protagonista de los hechos que se quieren contar: si es
blanco, seguro estaba divirtiéndose, jugando a los “buenos y los malos”, y el evento no será noticiable, pero
si el niño en cuestión es morocho… ¿qué duda cabe? ¡Son jóvenes entrenando destrezas para luego salir
a chorear! ¡Corta la bocha!

Esas noticias llegan puntuales, es decir, cuando el gobierno acaba de mandar un nuevo proyecto para
bajar la edad de punibilidad. El mainstream televisivo hace rato tomó partida en el asunto y está dispuesto
a acompañar la iniciativa de Cambiemos componiendo cadenas de equivalencias que ponen los problemas
en lugares donde no se encuentran, haciendo cada vez más difícil el debate y el intercambio de argumentos.
Se sabe, si los niños o adolescentes son morochos, viven en barrios pobres, están en la calle, visten ropa
deportiva y usan gorrita o se desplazan en bicicletas playeras o motitos tuneadas, seguro son ladrones o
candidatos a serlo más temprano que tarde. Joven morocho + pobreza + familia disfuncional = vago = drogas
= delitos = violencias.
Dicho de otra manera: si la pobreza se combina con la falta de autoridad parental, con la falta de
educación (abandono escolar), con las malas yuntas, seguramente el resultado será el delito. No importa el
botín de sus fechorías. Como tituló el artículo uno de los teóricos de la criminología conservadora
norteamericana, George Kelling: “Quien roba un huevo roba una vaca”, es decir, quien puede lo menos
puede lo más. Hoy afana un alfajor y mañana asalta un camión de caudales. O como decía mi director de
colegio secundario: “Hoy tiran una tiza y mañana ponen una bomba”. Si se lucha paso a paso contra los
pequeños desórdenes de la vida cotidiana se logrará hacer retroceder las grandes patologías. ¡Corta la
bocha!
Esta es la coartada criminológica que ha reorganizado la actividad policial. En efecto, la policía no está
para perseguir el delito sino para prevenirlo. El prudencialismo redefinió el rol de las policías: hay que “volver
a lo básico”, demorarse en aquellos pequeños eventos que si bien no constituyen un delito estarían
supuestamente creando las condiciones para que el delito tenga lugar. Por eso, para evitar las trayectorias
criminales “hay que agarrarlos de chiquito”, caerles con todo el peso de la ley, intervenir oportunamente y
de manera implacable, coercitivamente, evitando que ingresen por una puerta y salgan por la otra. ¡Corta la
bocha!
El periodismo banaliza cuando sobre-representa la realidad, es decir, cuando cuenta los hechos de
manera tal que no guarda proporción con lo que realmente sucedió y de manera descontextualizada. Sabe
que tiene de su lado a la víctima que se siente cada vez más vulnerable, más asustada, indignada y no está
dispuesta a pensar nada.
La víctima quiere seguridad, y está dispuesta a resignar su libertad a cambio de más policía, más
armas, más cárcel. En eso consiste la banalización: borrar las escalas. El robo de un alfajor es lo mismo que
el robo de un celular, de una cartera, de una casa, de un auto, de un banco. Más aún, las respuestas que el
Estado propone para hacer frente a estos hechos se parecen cada vez más entre sí. Se sabe, cuando la
única herramienta que tenemos en el cajón es un martillo todos los problemas se parecen a un clavo; quiero
decir, si la cárcel es la respuesta a todas las preguntas, entonces si robó que marche preso. ¡Corta la bocha!
Peor aún, las respuestas de la vecinocracia suelen ser más contundentes: si no hay gatillo policial
habrá linchamiento vecinal. No estamos ante la reedición de la Ley del Talión. En este país, el robo de un
celular puede costarte la vida. ¡Corta la bocha!
Las coberturas sensacionalistas no son inocentes, tienen la capacidad de generar consensos químicos
o afectivos. Los periodistas saben que la muerte de una mujer embarazada en una salidera bancaria tiene
la capacidad de no generar divisiones. Más allá de que uno viva en un country o una villa, haya votado a
Macri o a Fernández, lo más probable es que nos sorprendamos diciendo “¡Qué barbaridad!”.
El revólver que todos los días el periodismo nos pone en la cabeza bloquea el pensamiento, nos impide
poneros en el lugar del otro. No sólo clausuran los debates sino que generan movimientos de indignación
que van corriendo los umbrales de tolerancia. Castigos ostentosos, emotivos y difamatorios, que no detienen
los conflictos sino que los escalan hacia los extremos.
*Docente e investigador de la UNQ y UNLP. Director del LESyC (Laboratorio de Estudios Sociales y
Culturales sobre violencias urbanas) de la UNQ. Autor de Temor y control, La máquina de la inseguridad,
Hacer bardo y Vecinocracia: olfato social y linchamientos (de próxima aparición).
http://cosecharoja.org/corta-la-bocha-la-imbecilidad-puesta-legislar/

Los conectores son nexos que unen y organizan la información de un texto. Al cumplir con esta función de "unir", los
conectores proporcionan un significado a la información que relacionan, por esa razón existen diversos tipos de
conectores: algunos unen una causa con su consecuencia, otros indican una relación de tiempo, otros sirven para
organizar el discurso, entre otras clases de conectores.

Los tipos de conectores más frecuentes en los textos argumentativos son:

 Organizadores: son los que ordenan las ideas, algunos de ellos son: en principio, en primer lugar; en segundo
lugar; en síntesis, en suma, para concluir, en resumen, etc.

Ejemplo: En primer lugar les corresponde de manera exclusiva la educación y concientización de todos los ciudadanos
que habitan el territorio de esta Nación. (...) En segundo lugar deben utilizar los medios necesarios para detectar los
delitos producidos en las rutas y calles y sancionar a los responsables de manera severa y con las penas correspondientes.
 Causales: ž explican el por qué de lo que se afirma, es decir, remiten a la causa. Estos son: porque, puesto que,
ya que, debido a, a causa de, etc.

Ejemplo: Las redes sociales contribuyeron a la solución del problema porque se sumaron a la campaña de difusión.

En este ejemplo el efecto o consecuencia es que las redes sociales contribuyeron a solucionar el problema y la causa es
que se sumaron a la campaña de difusión.

 Consecutivos: indican la consecuencia producida por una determinada causa. Algunos conectores consecutivos
son: por lo tanto, en consecuencia, por consiguiente, así pues, etc.

Ejemplo: El tema no fue tratado en la última reunión del año, por lo tanto no se podrá aumentar el valor de la inscripción.

 Adversativos: ž estos conectores señalan una oposición, un impedimento a la idea que la precede. pero, sin
embargo, no obstante, etc.

Ejemplo: Los nuevos montos de las multas son muy elevados, sin embargo no se disminuyeron las infracciones.

La polémica
Un tema polémico o controvertido es aquel que presenta una situación polémica que permite generar
controversias, es decir, formas de pensar contrapuestas: se puede estar a favor o en contra.
Algunos temas controversiales son por ejemplo el uso de armas por los ciudadanos, el uso de los productos
transgénicos o la baja de edad de imputabilidad.
Todos estos temas son controvertidos; por tanto, se necesita una serie de argumentos para poder defender
o validar la postura por la cual uno se inclina.
En ciertos contextos de comunicación y ciertas culturas, algunos temas controversiales son tabúes, por lo
que están prohibidos de ser tratados o debatidos.

Producción de un texto argumentativo


Para producir un texto argumentativo exitosamente se siguen los siguientes pasos:

1º Planificar las ideas


La elaboración personal de un texto argumentativo surge de la necesidad de comunicar nuestra opinión sobre
un tema de interés del cual tenemos un conocimiento suficiente como para emitir un juicio razonado. Por eso,
además de sentirnos involucrados en el tema a tratar, es necesario, en primer lugar, buscar y seleccionar
información que nos servirá de base para la composición del texto.
En esta instancia, también debemos tomar una serie de decisiones relacionadas con la situación de
comunicación y la organización del texto, por ejemplo: ¿desde qué posición se habla: desde una posición
individual o como representante de un grupo?; ¿A quién nos dirigimos: al público en general, a padres, a
adolescentes, etc.)
Una vez resueltas estas cuestiones, antes de ponernos a escribir, siempre es conveniente elaborar un esquema
de lo que queremos decir, cómo y a quién. Esto garantiza el orden mental de nuestras ideas y permite que el
texto que redactemos sea coherente y comunicable, es decir, que lo entienda el receptor.
Este paso es muy necesario porque ordena las ideas en un esquema que nos permite visualizar toda la estructura
del texto antes de redactarlo por completo.
El siguiente es un ejemplo de planificación:
 Tema o problema que me interesa o motiva: ¿con qué criterio valoramos a las personas? / criterios
valoración de las persona. (el tema lo podemos enunciar con una pregunta o con una afirmación)
 Tesis o hipótesis: se valora a las personas por su aspecto exterior y no por sus cualidades interiores
(la tesis u opinión puede ser enunciada a través de estrategias argumentativas)
 Situación de comunicación: ¿desde qué posición voy a escribir? Como adulto – profesora. ¿a qué
receptor me dirijo? A adolescentes de hoy – alumnos.
 Argumentación o desarrollo: Para armar esta parte del texto se utiliza una información investigada,
se selecciona en orden de importancia y se arma con ella los argumentos que demuestran la opinión
propia y refuten los contraargumentos de la posición opuesta.

Argumentos del otro Contrargumentos propios

Para armar y enlazar los argumentos es necesario usar estrategias argumentativas que lleven al lector a
convencerse de nuestra tesis. Entre los recursos que se utilizan para el desarrollo argumentativo encontramos:
la narración, la ejemplificación o la generalización, la comparación por contraste o semejanza, las concesiones,
la definición, la cita de autoridad (la opinión de otros), las preguntas retóricas, la hipérbole (exagerar) etc.
 Conclusión: apelar para que todos revisemos nuestros comportamientos discriminatorios (para la
conclusión se pude utilizar cualquiera de las estrategias argumentativas.)

2º Redactar el texto:
Este momento consiste en la redacción de frases que cohesionen el esquema del paso anterior y le den carácter
del texto. Para ello es conveniente redactar primero una introducción que plantee el problema que se quiere
discutir, de la forma más atractiva, a fin que el lector se motive a la lectura. Posteriormente se recomienda
enunciar la opinión o tesis y, luego, desarrollar la argumentación planificada hasta su conclusión.
Por último, se coloca un título al texto.

3º Revisar el texto
Nunca se debe olvidar revisar el escrito una vez terminado, ya que pueden quedar frases no muy claras para
que las entienda el receptor.
Un buen escritor realiza varios borradores en sus textos.
Fuente: Adaptado de Liliana Scalia (2013). Capítulo 5. El Texto Argumentativo. En Cursillo de
ingreso módulo Comprensión y producción de textos. Universidad Nacional de San juan, Facultad de
Filosofía, Humanidades y Artes.

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