Sei sulla pagina 1di 4

El reconfortante amor de Dios

Nuestro Padre celestial quiere que sepamos cuánto nos ama y nos cuida. Y esto Lo ha dejado
claro a través de lo siguiente:

1. LA REVELACION DE SI MISMO

En las Sagradas Escrituras, aprendemos

1.1.Dios nos hizo a su imagen (Génesis 1:26)

Génesis 1:26 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra


semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

1.2.Él tiene un plan para nuestra vida.

Jeremías 29:11 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

1.3. También descubrimos que el pecado nos separó del Señor, a lo que Él ya tiene una
solución.

Efesios 2:5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos),

2.LA PROVISION DE UN SALVADOR

Estábamos atrapados por nuestra naturaleza pecaminosa, y éramos incapaces de liberarnos.


Eso nos dejaba desamparados y perdidos, como ovejas sin pastor (Mt 9.36)

Mateo 9:36 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas
como ovejas que no tienen pastor.

Peor aún, estábamos bajo una sentencia de muerte eterna: la separación del Señor por la
eternidad. Pero gracias al gran amor de nuestro Padre por la humanidad, envió a su único Hijo
para recibir la pena que merecíamos y darnos vida eterna.

Romanos 6:23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.

Romanos 6:23 Traducción en lenguaje actual (TLA)


23 Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida
eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.

El Señor Jesús nos rescató de la esclavitud al pecado y nos reconcilió con el Padre. Lo que jamás
hubiéramos podido hacer nosotros, lo hizo posible.

3.LA ADOPCION DE LOS CREYENTES

Cuando ponemos nuestra confianza en Jesucristo como nuestro Salvador, nos convertimos en
hijos de Dios. Ya no hay una separación entre Él y nosotros; en vez de enemigos, somos ahora
familia. Su Espíritu Santo que reside en nosotros sirve como evidencia de que pertenecemos a
Dios, y como garantía de su amor eterno.

El cuidado del Padre celestial por nosotros brilla por medio de la cruz del Calvario; por amor
envió a Jesucristo al mundo para morir en nuestro lugar.

1 Juan 4:9-10 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito
al mundo, para que vivamos por él.

10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Una vez que aceptamos el regalo de la salvación por medio de Cristo, nada puede separarnos
del amor del padre. ¡Qué consuelo es esto en momentos de necesidad!

4.SU AMOR INCONDICIONAL

Una de las mayores luchas que enfrentan algunas personas es dudar que el Señor pueda
amarlas.

Pero la Biblia nos dice claramente que sí las ama.

Lejos de decirlo simplemente con palabras, Dios también nos ha dado muchas pruebas de que
es así.

La creación misma es una expresión de su maravilloso cuidado por nosotros.

Él creó esta Tierra como la habitación perfecta para la humanidad, y nos da las cosas que
necesitamos para vivir.

Pero la más alta expresión de su amor se manifiesta en su provisión para nuestra necesidad
eterna. Envió a su Hijo para redimirnos del pecado, poder ser perdonados y reconciliados con
Dios, y para luego vivir con Él para siempre en el cielo

¿Por qué, entonces, con todas estas evidencias, seguimos dudando de su amor? Tal vez porque
estamos viendo al amor desde nuestra limitada perspectiva: puesto que nosotros no podemos
amar a otros incondicionalmente, dudamos de que el Señor pueda hacerlo. A fin de cuentas, el
razonamiento humano considera lógico amar a quienes estén a la altura de nuestras normas, y
mantenernos a distancia de quienes no lo estén.
O quizás nos sentimos indignos del amor de Dios. Bien, le tengo una noticia: nadie es digno. El
amor de Dios no se basa en si lo merecemos o no, sino en la naturaleza de Dios.

1 Juan 4:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

1 Juan 4:8 Nueva Versión Internacional (NVI)

8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.

EL AMOR DIVINO ES UNA DEMOSTRACIÓN DEL COMPROMISO QUE DIOS TIENE DE


BENDECIRNOS AL MÁXIMO. Es como la marea del océano. Usted puede estar en la orilla y
decir: “No creo en las olas”, pero eso no les impedirá tocarle. Asimismo, nada de lo que usted
haga o sienta impedirá que Dios le ame.

El no Te ama basándose en tu forma de actuar. Tú no puedes hacer nada para causar que Dios
te ame más de lo que Él y te ama – y no hay nada que pueda causar que Dios te ame menos. El
te ama aún más de lo que tú te amas a ti mismo.

Dios te dice: “Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.” (Jeremías
31:3).

Hay un proverbio danés: “La siguiente milla es la única que toda persona realmente tiene que
caminar.” Saber que Dios te ama te mantendrá avanzando cuando la siguiente milla parezca
intolerablemente larga.

Romanos 8:38-39 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni


potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nuestra fe descansa en lo que Dios nos ha revelado acerca de Si mismo. El específicamente


quiere que Le creamos y confiemos en Su amor por nosotros:

El rey David, a quien Dios se refería como “un hombre conforme a su propio corazón”

Salmos 59:16-17 Nueva Versión Internacional (NVI)

16 Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi


protector, mi refugio en momentos de angustia. 17 A ti, fortaleza mía, te cantaré
salmos,pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama!

Juan 15:9-11 Nueva Versión Internacional (NVI)

9 »Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en
mi amor. 10 Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he
obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Les he dicho esto para
que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.

Potrebbero piacerti anche