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Editor
Edgar Ventura
Diseño y diagramación
Rocío de los Ángeles Galicia Orellana
Corrección y estilo
Óscar Meléndez
ISBN: 978-99961-89-38-8
EISBN: en trámite.
Presentación
[ 5 ]
El reto de plantearse la transformación de la investigación
educativa en El Salvador. Reflexiones de un proceso. . . . . . . . . . . . . . 131
Maira Avelar, Cándida Chévez, Antonieta Ramírez y Luis Rubén González
Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
[ 7 ]
El país tiene muchos retos planteados en términos de inversión y de cla-
ridad estratégica en el ámbito de la investigación educativa. En esta línea,
la generación de capacidades nacionales a través de procesos formativos
de alto nivel, y el intercambio con las experiencias latinoamericanas y del
mundo, es prioritario para fortalecer a los diferentes núcleos de investi-
gación educativa que desde el año 2016 vienen trabajando en conjunto
con el Ministerio de Educación en la constitución de una red nacional de
investigación.
Los autores formaron parte del equipo que facilitó los primeros dos
diplomados de investigación educativa que se desarrollaron, desde el IN-
FOD, durante 2018 para contribuir a la dinamización y a la generación de
capacidades nacionales en nuestros docentes. Consideramos que estos
textos son de gran utilidad para el docente de aula, así como para los
investigadores de tiempo completo. Esperamos, pues, que contribuyan a
la profundización del debate nacional en este ámbito.
[ 8 ]
Finalmente, deseo dejar constancia de nuestro agradecimiento a la Red
de Educación y Desarrollo Humano (REDH), al Centro de Estudios
Avanzados en Niñez y Juventud (CINDE-Universidad de Manizales) por
su apoyo y acompañamiento en este reto de pensar la investigación edu-
cativa desde otras miradas y otras epistemes que nos permitan compren-
der y aportar a transformar la realidad educativa de El Salvador.
[ 9 ]
[ 10 ]
TENDENCIAS DE INVESTIGACIÓN
EN ARGENTINA Y AMÉRICA LATINA
Alicia Inés Villa
TENDENCIAS DE INVESTIGACIÓN
EN ARGENTINA Y AMÉRICA
LATINA1
Alicia Inés Villa
1. Presentación general 1
1
Este texto es parte de la ponencia de inauguración del Diplomado de Tenden-
cias y desafíos de la investigación educativa desarrollado por el Instituto Nacional
de Formación Docente de El Salvador.
[ 13 ]
teóricos, perspectivas metodológicas, estilos de producción intelectual,
el sentido o el para qué de la investigación como práctica profesional y
las condiciones a partir de las cuales la investigación se lleva adelante. Al
hablar de condiciones, hacemos referencia a las políticas educativas y las
políticas de conocimiento llevadas adelante por los diferentes Estados,
los sistemas y agencias de investigación, los incentivos para formar inves-
tigadoras e investigadores y los procesos de validación del conocimiento
científico.
[ 14 ]
• si el sistema educativo ha logrado apropiarse del conocimiento
producido sea como insumos para modificar prácticas educativas o
para generar nuevos procesos institucionales,
• si la diferenciación de la investigación respecto de otras prácticas
(docencia, por ejemplo) no ha generado una nueva forma de divi-
sión del trabajo,
• si aumentaron o disminuyeron los intercambios, se generaron distin-
ciones, se propiciaron proyectos comunes o se dio lugar a una nueva
estratificación del campo educativo,
• si desde el punto de vista epistemológico, después del debate mo-
dernidad/posmodernidad, ha generado una multiplicación de pun-
tos de vista y regímenes de significación,
• si los cambios políticos en las sociedades latinoamericanas promue-
ven el uso de la investigación local o si por el contrario, se apela a
investigaciones transnacionales que tienden a la estandarización de los
sistemas educativos más que a su diferenciación cultural.
En este estado de cosas, es posible preguntarse cuáles has sido los temas
recurrentes de investigación en educación en la región. Al respecto, se-
gún un informe del Sistema de Información de Tendencias Educativas en
América Latina (SITEAL) del 2013, las investigaciones se han circunscrip-
to mayoritariamente al sector docente (las buenas prácticas, la evaluación
y la investigación didáctica) las niñas y los niños, las y los jóvenes y sus
problemas (cómo resolver las cuestiones del aprendizaje) los estudios
sobre la universidad (la producción académica, los académicos, la autono-
mía del campo intelectual) la calidad de la educación, la incorporación de
las nuevas tecnologías, la expansión de los sistemas y la producción aca-
démica en educación, entre otros temas. Sumado al desarrollo de las in-
[ 15 ]
vestigaciones de corte subjetivistas, propias del giro lingüístico que vienen
desarrollando una nueva identidad en la investigación latinoamericana.
[ 16 ]
cuestionamiento de la objetividad del conocimiento científico y por una
relación más distante con el Estado. Durante los años setenta América
Latina experimentó la influencia del marxismo, primero a través de la
obra de Althusser, y más tarde, del pensamiento gramsciano, así como
de la escuela reproductivista de Bourdieu y Passeron lo cual determinará
un cambio definitivo y una extensión hasta la actualidad en la forma de
desarrollar el oficio de la investigación.
[ 17 ]
educación y estructura social, la enseñanza y el aprendizaje y la educación
social; las tendencias micro-educativas van avanzando hacia lo subjetivo
(de la escuela al aula, de las políticas a los sujetos). Así, se observa un ma-
yor desarrollo actual en investigaciones sobre géneros, violencias, repre-
sentaciones, interculturalidad, sexualidad, procesos identitarios, familias,
culturas juveniles, trayectorias escolares, entre otros micro temas. El giro
material y el giro pictórico en educación, es decir aquellas investigaciones
sobre cultura material e imágenes en educación, se enmarcan en estas
investigaciones micro-educativas, surgidas al calor del posestructuralismo,
que van impregnando la agenda educativa.
3. Formación en investigación
Cuando pensamos en la formación en investigación para graduadas y gra-
duados universitarios que se desempeñan como personas formadores
de formadores, el punto de partida debe reconocer que en la heteroge-
neidad de las trayectorias formativas, cada graduada o graduado han ad-
quirido determinados habitus de investigación en sus respectivas carreras
en torno de la construcción de estrategias metodológicas para abordar
problemas de investigación. En este sentido, instalar habitus y prácticas
propias de la investigación en educación implica mapear los principales
componentes de un proyecto de investigación, las metodologías y técni-
cas más frecuentemente empleadas y las cuestiones fundamentales de
la epistemología de las ciencias sociales que se juegan en cada decisión
investigativa.
[ 18 ]
La profundización en el repertorio disponible de metodologías y técnicas
amplía las posibilidades de la indagación, tensando sus alcances y, en este
sentido, también multiplicando su potencial transformador.
[ 19 ]
y también de las entrevistas «revisitadas», explicitar cuáles son los proce-
sos por los que se produce conocimiento en las investigaciones inscriptas
en esta lógica.
4. Conclusión
La formación de investigadoras e investigadores en el escenario educati-
vo implica iniciarles en el «oficio de investigar», produciendo reflexiones
sobre el proceso de elaboración, los intereses y temas de cada quien.
Formar a una o un profesional como investigadora o investigador gene-
rará en ella o él, movimientos que posibiliten avances en las producciones,
así como también reflexiones sobre la condición de docente investiga-
dora o investigadora y sus compromisos con una ética en la producción
de conocimiento. Esto remite ineludiblemente al estudio y discusión de
cuestiones metodológicas y epistemológicas de las ciencias sociales, dis-
tanciándose de la prescripción metodológica y focalizando el trabajo a
partir de la emergencia de dudas, cuestiones e interrogantes que son los
que, en definitiva, forman la actitud investigativa.
[ 20 ]
Referencias bibliográficas
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cimientos en educación en la Argentina. Notas para una historia
de la investigación educativa. Historia de la educación. Anuario, 7,
16-40.
[ 21 ]
TRADICIONES Y PROBLEMAS
DE LA INVESTIGACIÓN
EDUCATIVA EN AMÉRICA LATINA:
ENFOQUES EPISTEMOLÓGICOS
Y METODOLÓGICOS DE LA
INVESTIGACIÓN
Audin Aloiso Gamboa Suárez
[ 24 ]
TRADICIONES Y PROBLEMAS DE
LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EN AMÉRICA LATINA:
ENFOQUES EPISTEMOLÓGICOS
Y METODOLÓGICOS DE LA
INVESTIGACIÓN
Audin Aloiso Gamboa Suárez
Problematizacion
Una de las mayores complejidades que debieron enfrentar los griegos de
la época clásica debió estar relacionada con la definición de los límites
entre ciencia y filosofía. Pensar en qué es producto de la reflexión sobre
el ser y la vida, el cosmos y la naturaleza, y todo aquello que generara
incertidumbre, deseo de conocimiento. La necesidad de una explicación.
[ 25 ]
de verdad desde la perspectiva de Wagensberg (2002) atañe tanto a la
realidad como al conocimiento, se refiere a una mirada dialógica que se
define en la dinámicas naturales de las ciencias, reconociendo al sujeto
motivado por la curiosidad.
Sin embargo, para las culturas ancestrales la verdad estaba en sus dioses
y en su creación, la naturaleza era el todo y la solución, la vida misma
era explicada en las relaciones más cotidianas; así una enfermedad tenía
solución en el conocimiento y descubrimiento de lo natural. Para muchos
campesinos en Occidente la verdad sobre la producción de sus cultivos
estaba en la relación tiempo universo, la dictaba la luna, dios, la brisa y
las estrellas. Lo que supone verdades producidas por la observación y la
meditación; no obstantes no caben en la estructura del primer modelo.
[ 26 ]
El desarrollo de las ciencias sociales ha tenido otra historia, otro enfoque
epistemológico de carácter cualitativo, donde la verdad es producto de
la reflexión y la praxis, y que, por tanto, establece una relación entre el
sujeto y la realidad, mediada por la observación y el interés por la com-
prensión de la realidad misma, lo que construye un principio de subjeti-
vidad aceptable dentro del mismo paradigma. Y, en ese mismo orden, el
desarrollo del conocimiento científico ha ido generando límites entre las
disciplinas, los métodos y la misma ciencia y sus verdades. Como lo han
planteado las propuestas de Ruiz (1999), Hernández (1998) y Martínez
(1999). No obstante, comprender el mundo desde una visión compleja, a
la luz de Morin (2003), implica la inseparabilidad e inter-retroacción entre
cualquier fenómeno, su contexto y de cualquier contexto con el ámbito
global. Esta mirada obliga a revisar los orígenes, una comprensión del
génesis de la vida y del mundo antes de las ciencias.
[ 27 ]
Así, conviene pensar también en una reconciliación, desde esta perspecti-
va, de distintas formas de verdad, del reconocimiento de las explicaciones
del mundo derivadas de las tradiciones y las comprensiones formales.
Reconociendo la necesidad de generar escenarios de encuentros de las
disciplinas y los saberes, aun cuando estos tengan diversos orígenes. En
síntesis, la investigación en el campo de la educación en Latinoamérica,
en el marco de la complejidad, tiene como meta la reconciliación de las
diversas formas de verdad y fuentes de conocimiento en el campo de las
ciencias. Del mismo modo, el reconocimiento de la curiosidad y la ima-
ginación como fuente de saber. Volver al origen de las maneras naturales
de comprensión y necesidad de conocimiento, de pensar en las ciencias
como una posibilidad de convergencia y de encuentros antes que desen-
cuentros y límites. De otro modo, uno de los debates más importantes
en la investigación científica en el contexto educativo global y latinoame-
ricano, desde una perspectiva epistemológica, se sitúa en los paradigmas
de la investigación científica, sobre sus límites y encuentros. Atendiendo a
lo anterior, se presenta aquí un resumen de los textos titulados «Paradig-
mas cuantitativo y cualitativo» y «Positivismo».
[ 28 ]
El primero de los textos centra su exposición en las diferencias que exis-
ten entre ambos paradigmas, para mostrar, finalmente, las posibilidades
de complementariedad que hay entre ellos; por consiguiente, alude a la
referencia histórica de la polémica que han generado. Para ampliar el
desarrollo se establece en el texto un contraste que va desde sus carac-
terísticas, pasando por sus métodos y técnicas más usuales hasta llegar sus
fines y fundamentos epistemológicos. Por ello, en primer lugar, la primera
evidencia de dicho límite se señala en las notables diferencias entre el
paradigma cuantitativo del cualitativo, así el primero de ellos emplea un
método de análisis causal-correlacional, poniendo a la medición como fin,
mientras que el segundo usa métodos de tipo descriptivo e interpreta-
tivo, que pretende la comprensión antes que la medición. Es importante
precisar la idea señalada en este texto, que niega la existencia de un para-
digma universal, que pueda dar solución a todos los problemas evidentes
en las ciencias, dada las múltiples naturalezas de los objetos de estudio y
los fines mismos de las investigaciones, se requieren diversas formas de
abordar un estudio de carácter científico, que harían pertinentes ambos
paradigmas, en cada contexto. Este debate supone también una concep-
ción de las ciencias y del saber científico, abordado en el texto, desde
principios como los de provisionalidad, revisión y evolución, lo que impli-
ca que dicho saber evoluciona y es susceptible de ser revisado y ajustado
en su propio desarrollo. No obstante, se caracteriza por ser sistemático,
práctico, objetivo y por el uso de un lenguaje propio.
[ 29 ]
los casos particulares a las leyes generales. Dentro de las características
más importantes de este paradigma se puede señalar su marcado énfasis
en semejanzas antes que a las diferencias, el principio de objetividad que
supone la separación del investigador de los resultados del análisis, el uso
del método científico, empleo de variables y medición de las mismas,
mediante una ruta que parte del control experimenta, pasando por la
observación sistemática del comportamiento hasta llegar a la correlación
de variables. Del mismo modo, se adopta la generalización de procesos,
leyes y teorías. Mediante métodos comunes, dentro de los cuales figuran
las técnicas experimentales aleatorias, técnicas cuasiexperimentales, test,
análisis estadísticos multivariados, estudios de muestra, etcétera. Dentro
de los principales estudios del paradigma cualitativo se resalta los es-
tudios exploratorios, donde generalmente se conoce poco del objeto
de estudio y se pretende con él examinar dicho problema, a la luz de
Dankhe (1986) sirven para familiarizarnos con fenómenos relativamente
desconocidos. Por su parte, los estudios descriptivos buscan la medición
de asuntos de un todo de manera independiente. Los estudios corre-
laciónales miden el grado de relación que exista entre dos o más con-
ceptos o variables y los estudios explicativos que tienen como objetivo
explicar las causas de eventos.
[ 30 ]
positivistas lógicos que rescataron la importancia de la comprobación
científica.
[ 31 ]
sin embargo, se reconocen las posibilidades de complementariedad de
ambos, apoyados en las propuestas de Kenny & Kashy (1992) en un es-
fuerzo por definir también los límites entre la objetividad y la subjetividad
en esta misma dinámica.
[ 32 ]
Referencias bibliográficas
Kenny, D. A., & Kashy, D. A. (1992). Analysis of themultitrait-multimethodma-
trixbyconfirmatory factor analysis. PsychologicalBulletin, 112(1), 165.
Hernández, R. (1998). Metodología de la Investigación. Mc Graw Hill, 1998.
Morín, E. (2003). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona, España:
Gedisa.
Martínez, M. (1999). Programa de Investigación Cualitativa en Educación.
Chile: Universidad de San Marcos.
Popper, K. (1982). Conocimiento Objetivo. Madrid, España: Tecnos.
Ruiz, J. (1999). Metodología de la Investigación Cualitativa. España: Univer-
sidad de Deusto.
Wagensberg, J. (2002). La verdad en ciencia. Recuperado de http://www.
letraslibres.com/mexico-espana/la-verdad-en-ciencia
[ 33 ]
ELEMENTOS PARA LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Luis Hernando Amador Pineda
[ 36 ]
ELEMENTOS PARA LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Luis Hernando Amador Pineda
1. Consideraciones epistemológicas
Nuevos horizontes, nuevos sentidos, nuevos hifologías de lo real, de lo
polidiverso, de lo expansivo; una nueva realidad cargada de imágenes que
se sitúan muy distintas de los lugares y campos comunes de la propia
sensibilidad. La investigación educativa desde la noche no deja de estar
colmada de novedad, en el día en estado de desequilibrio, en fuente de
creatividad, en fuente y fuerza de pervivencia.
[ 37 ]
es una historia incierta, en movimiento, afirmación, tradición, desplie-
gue… Hacia sujetos libres, reconocidos como libres y en generación de
derecho, que transfiere identidades y soberanías en el acto de educar. La
investigación bajo principios de libertad, igualdad y fraternidad es comple-
ja, ya que sus términos se presentan complementarios y antagónicos. Es
necesario entonces, reconocer la experiencia de los sujetos y su carácter
de organizador en la vida social, y su carácter vital para enfrentar la diver-
sidad y el conflicto de la vida.
[ 38 ]
1- Maestro investigador
La investigación como proceso social acaba con esa dicotomía entre do-
cente o investigador o mejor aún como dice Eloisa Vasco (1998) entre
«Maestro» e «Investigador» y crea un término mucho más enriquecedor:
[ 39 ]
tradiciones pedagógicas de la escuela, las políticas educativas, los mecanis-
mos de gestión, las negociaciones y conflictos y las acciones de búsqueda
e innovación surgidas de las iniciativas de los maestros.
[ 40 ]
Un aspecto que merece atención en el aula, es la relación de maestros
y alumnos con el conocimiento. En nuestro medio se ha criticado que el
maestro se limita a transmitir y muchas veces distorsionar el conocimien-
to producido por otros, aspecto éste que en poco o nada ha contribuido
al mejoramiento cualitativo de la educación. Pero si se concibe el aula
como espacio por excelencia para acercarse al conocimiento, para gene-
rar modos de pensar al hombre y la realidad, se superan esas preconcep-
ciones y se trasciende a un plano reflexivo.
En los últimos años se ha dado gran importancia al estudio del aula como
factor de mejoramiento cualitativo de la educación. Las investigaciones
educativas recientes presentan diversos propósitos, niveles y formas en
que se pueden abordar una gran variedad de temáticas de investigación
que abarca desde las políticas educativas, aspectos institucionales y cu-
rriculares, procesos de formación de profesores, actitudes expectativas
sociales hasta microprocesos pedagógico-didácticos como la relación
maestro-alumno y el comportamiento de los actores que juegan diver-
sos roles en el aula.
A modo de ejemplo:
[ 41 ]
• ¿Lo que hago tiene efecto sobre mis alumnos?
• ¿Qué preguntan mis estudiantes?
• ¿Cuáles son los errores más frecuentes?
• ¿Quién habla la mayor parte del tiempo?
• ¿En qué invierto más tiempo: orientando, explicando, corrigiendo,
respondiente preguntas?
• ¿Cómo invierten mis estudiantes su tiempo durante la clase?
Estas y otras preguntas son indicadores válidos para identificar lo que está
sucediendo: es una forma de proceder como maestro-investigador por-
que se está preocupando por aspectos propios de su aula, los convierte
en interrogantes, los reflexiona y los comprende. Así se logra más acer-
camiento y su quehacer cobra sentido. Como dice Eloisa Vasco (1982):
Todo depende del interés del maestro por abordar un proceso investi-
gativo apoyado en su imaginación, experiencia, deseo de profundizar y
de crear a partir de interrogantes surgidos de su propia aula para luego
revertir los resultados en beneficio de los mismos actores en sus propios
escenarios.
[ 42 ]
3- Intereses gnoseológicos
Interés cognitivo
Implicar la memoria viva como memoria inteligente, que aviva el aprendi-
zaje soberano; hilo de la procura de formación que involucra los diversos
dominios simbólicos, para interpretar la educación en su dominio desa-
rrollo local, como zócalo fundante en su devenir magister.
Interés ético-estético
Convocar a los participantes al ejercicio a ser sujetos vivos, comunes y
potentes, a ser estetas-autores de su propia obra de arte, es decir, de su
ex-sistentia: sujeto de historia minoritaria posible, rasgo que tienen que
ver con las ideas de tierra, planeta, sociedad y politeia posible.
Interés comunicativo
Se busca que los participantes actúen en criticidad, no en consecuencia,
para configurar la figura posible de educación en sintonía con la huma-
nidad.
Interés emancipador
Convocar a la enseñanza política planetaria no sólo a la enseñanza alfa-
betizante sino interrogadora, dado que no se enseña para corregir, si no
para restaurar en el otro su potencia como sujeto creador en términos
de humanidad.
[ 43 ]
El objeto existe por fuera de la conciencia, del mundo interior del sujeto;
pertenece al mundo de la realidad concreta: extensión y localización.
Pregunta de conocimiento:
[ 44 ]
Pregunta de conocimiento:
S O
Acto de ¿Objetivo? Conocer
conocer
5- Esquemas paradigmáticos
[ 45 ]
Formalizar, o formas de relacionar el sujeto y el
Gnoseológicos
objeto.
Supuestos Concepciones de hombre, sociedad, historia y
ontológicos realidad.
no sí
[ 46 ]
Referencias bibliográficas
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[ 47 ]
CRÍTICA A LA INGENUIDAD
PEDAGÓGICA. CONSTRUCCIÓN
DE SUBJETIVIDADES Y ESCUELA EN
AMÉRICA LATINA
José A. Flores Jácome
[ 50 ]
CRÍTICA A LA INGENUIDAD
PEDAGÓGICA. CONSTRUCCIÓN
DE SUBJETIVIDADES Y ESCUELA
EN AMÉRICA LATINA1
José A. Flores Jácome
Introducción
1
Créditos de edición a María Cristina Redín.
[ 51 ]
en que el sujeto concibe el mundo, las relaciones y el accionar sobre él
mismo. El capitalismo es el escenario en el cual se realizan los procesos de
subjetivación. El Estado no desaparece, sino que se articula con la forma
de producción mencionada.
[ 52 ]
Debido a la anterior afirmación, lo que interesa subrayar y enfatizar en el
análisis es la relación entre «sujeto» y «verdad». Los discursos de verdad
producen prácticas y estas devienen en conductas. Las prácticas no son
el resultado de un proceso de sujeción lineal y evolutiva, sino que se
conforman a partir de disputas de diversos actores por la validez de los
mismos. Es importante tener en cuenta que hay discursos que justifican
ciertas formas de poder. Por lo tanto, intentar adentrarse en las lógicas de
las formas en que se materializa el poder, en prácticas y discursos, remite
a la posibilidad para develar el funcionamiento de los dispositivos que
legitiman el funcionamiento y las lógicas del ejercicio del poder.
[ 53 ]
perspectiva temporal de la historia [misma que ha colocado] a los pue-
blos colonizados, y a sus respectivas historias y culturas, en el pasado de
una trayectoria histórica» (Quijano, 2000, p. 210), en contraste con los
pueblos colonizadores o denominados desarrollados.
[ 54 ]
los sujetos, entendido como una perspectiva de alcance universal, donde
el marco del derecho (ley) fundamenta el proceso de igualdad. Esta pro-
puesta se centra en la libertad individual, libertad que el Estado garantiza
para la participación ciudadana. Interesa plantear la importancia que el
proceso escolar adquiere para Marshall; por lo tanto, el análisis no se de-
tendrá en explicar cada nivel del plan de derechos. Más bien, se centrará
en entender el «uso de los poderes de compulsión de Estado para lograr
sus objetivos» (Marshall, 1998, p. 303); es decir, es uso del aparataje estatal
para lograr la adquisición de derechos y deberes en los individuos.
El aparato escolar aparece dentro del nivel que corresponde a los de-
rechos sociales planteados por Marshall. Estos derechos pueden enten-
derse como los garantes de un mínimo de bienestar económico y, sobre
todo, como es el caso de la educación dentro de este paradigma, para
«participar del patrimonio social y vivir la vida de un ser civilizado confor-
me a los estándares corrientes en la sociedad» (Marshall, 1998, p. 303).
Estos derechos beben de la fuente originaria de la «pertenencia a las
comunidades locales y a las asociaciones fundacionales» (Marshall, 1998,
p. 304). Dentro de la cronología que el autor presenta para el caso de
Inglaterra, los derechos sociales de desarrollaron en el siglo XX, luego de
los civiles en el XVIII, y los políticos en el XIX.
[ 55 ]
les invite a compartir el patrimonio social [lo que] a su vez significa que
se les acepte como miembros de pleno derecho de la sociedad, es decir
como ciudadanos» (Marshall, 1998, p. 303).
[ 56 ]
empezado a darse cuenta de que su cultura es una unidad orgánica, y su
civilización un patrimonio nacional» (Marshall, 1998, p. 311).
[ 57 ]
cia de «lo nacional» dentro de la construcción de la ciudadanía. Además,
la ciudadanía en Inglaterra es pensada «desde arriba», con un rol muy
marcado de las élites estatales donde estas pueden ofertar una serie de
dispositivos para el control de su población. El análisis de Marshall des-
cuida los procesos «desde abajo» y los procesos de conflictividad social
que éstos conllevan.
[ 58 ]
La construcción de la ciudadanía moderna puede ser realizada desde un
dispositivo concreto: el educativo. Sin considerar pertinencias culturales
de los procesos educativos, en varias localidades de México se llevaron a
cabo procesos de homogenización cultural. Los hábitos y las costumbres
de la población considerada a sí mismo moderna, deben ser asimilados
por la población indígena. Es un proceso de eliminar lo indígena para fo-
mentar lo moderno, «lo nacional, lo culto, lo civilizado, o lo caballeresco»
(haciendo referencia a la lógica de Marshall).
[ 59 ]
título de «Sobre pedagogía». Esta obra se la puede considerar como la
expresión de un ethos moderno, mismo que configura un discurso sobre
el aparato escolar donde el afán de civilización es inscrito como su tarea
más importante. De esta forma, para Kant, el ser humano es «la única
criatura que tiene que ser educada, el único ser vivo que puede trans-
formar su animalidad en humanidad» (Kant, 2008, p. 27). Esta tarea se la
realiza mediante la disciplina que se ejerce desde la escuela. La maquinaria
escolar es operada por el sujeto adulto y sobre el niño. Es una acción for-
mativa del primero sobre el segundo. Esta acción tiene cuatro objetivos:
disciplinar, culturizar, civilizar y moralizar (Kant, 2008, p. 41).
[ 60 ]
el adiestramiento; lo que importa, es que el niño aprenda a pensar’;
y fundamentalmente, que sepa comportarse como se debe […] Se
enseñaba a pensar y a actuar de modo considerado correcto para los
parámetros de la época. (Sibilia, 2012, p. 17)
Para Sibilia, todo este andamiaje discursivo constituyó «uno de los pi-
lares de la modernidad» (Sibilia, 2012, p. 17), entendiendo a esta última
como un proyecto de «uniformización escolar» (Sibilia, 2012, p. 119) que
actuó ahogando a manifestaciones culturales consideradas inferiores, en
el mismo el sentido en como Calderón lo mencionó, se desarrollaron
atropellos e injusticias hacia poblaciones indígenas.
[ 61 ]
5. Lógicas moderno coloniales.
Continuidad de los procesos de
extracción de subjetividades
Ecuador se divide en cuatro regiones naturales2. La más grande de ellas
es la región amazónica. El territorio amazónico lo comprenden seis pro-
vincias: Napo, Orellana, Pastaza, Sucumbíos, Morona Santiago y Zamora
Chinchipe. Esta región tiene la particularidad de albergar a varias naciona-
lidades indígenas3 reconocidas constitucionalmente por el Estado: Achuar,
Andoa, Cofán, Kichwa, Sápara, Sekoya, Shiwiar, Shuar, Siona y Waorani
(CODENPE, 2014). Así mismo, parte de este territorio constituye el há-
bitat de grupos en aislamiento voluntario, familiarizados con la nacionali-
dad Waorani y denominados Tagaeri-Taromenani.
2
Las regiones naturales son Litoral o Costa, Interandina o Sierra, Amazónica, e
Insular o Galápagos.
3
El censo del 2001 muestra que el 19,6% del total de indígenas se concentra en
la región amazónica (Chisaguano, 2006, p. 31).
4
Estos datos se pueden observar en el informe presentado por el INEC en el
año 2006, donde la región que aparece con mayor concentración de pobreza es
la Amazónica: 59,7% de pobreza y 39,6% de indigencia.
[ 62 ]
de desnutrición desciende muy poco, «la cual alcanzaba 26,3%, en 1998 y
llegó a 24,5%, en 2006» (SENPLADES, 2007, p. 98). Asimismo, y revisando
el campo educativo, las tasas netas de matriculación escolar básica apun-
tan a la región como la más deficiente en este aspecto, con el 90,00%
en relación con la región Costa (90,8%) y Sierra (90,9%) (SENPLADES,
2007, p. 100). En este contexto, «[l]os niveles inferiores de acceso a edu-
cación básica lo tienen los indígenas (86%)»5 (SENPLADES, 2007, p. 100).
Esta etapa puede ser descrita como un diagnóstico de la zona para definir
los programas a desarrollarse con la finalidad de articular negociaciones
que beneficien tanto a la explotación petrolera, como a las poblaciones
indígenas6. Vale puntualizar que, para las nacionalidades indígenas, y de
manera específica en el caso Waorani, se concretan iniciativas como la
delimitación de la Zona Intangible Tagaeri-Taromenani (ZITT) para la pro-
tección de pueblos en aislamiento voluntario. Esta iniciativa, desde el año
2012 hasta la actualidad, entrará en debate debido a la ampliación de la
frontera petrolera hacia territorio de la ZITT; los mapas legitimados por
el Ministerio del Ambiente favorecen la concesión de bloques petroleros
para el inicio de las operaciones extractivas7.
5
Según el documento estatal del 2007 (Plan Nacional de Desarrollo), la pobla-
ción afroecuatoriana tiene una tasa neta de acceso a la educación básica de un
87%. Por otro lado, los mestizos con el 91,8% y blancos con el 90,7%.
6
El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010 intentará plantear las dimensiones
de atención social del Estado. Esta será la base sobre la que se sostendrá el
discurso político que pregona el de cambio de matriz productiva, mismo que
plantea el paso de un modelo primario exportador y extractivista hacia un mo-
delo denominado «biópolis ecoturística» (SENPLADES, 2009, p. 7). El cambio
conllevará la profundización de las actividades extractivas para la inversión social
y de infraestructura que sostenga el mencionado proyecto.
7
Para profundizar en esta problemática se puede revisar la «Intervención de
Eduardo Pichilingue Ramos, en el pleno de la Asamblea Nacional» (2012).
[ 63 ]
del proceso extractivo8 para la articulación de un modelo pospetrolero
denominado como «biópolis eco turística». El mismo «Plan de Desa-
rrollo 2009-2013» propone el incremento de la producción petrolera
(SENPLADES, 2009, p. 87). Además, la región amazónica es determinada
como una importante reserva de recursos naturales no renovables: pe-
tróleo y yacimientos de minerales metálicos y no metálicos. La explota-
ción de los mismos, supone un impacto ambiental, pero al mismo tiempo
de valor significativo para el funcionamiento de la sociedad como «fuente
de divisas para el país» (SENPLADES, 2009, p. 103).
8
La XI ronda petrolera es una muestra de la intensificación de la actividad ex-
tractiva en el Ecuador. Se licitan nuevos bloques petroleros entre 2013 y 2014.
Para profundizar revisar Vallejo (2014).
9
Datos oficiales presentados por el Ministerio de Educación localizan a 61 Uni-
dades Educativas del Milenio en funcionamiento, 52 en construcción y 212 en
proyecto de construirse (Ministerio de Educación, 2016). Es decir, del total pro-
yectado (325), el 34,8% se ha ejecutado (incluyen las que se encuentran en
construcción, faltando el 65,2% de proyectos a concretarse).
[ 64 ]
El tercer momento, posterior al diagnóstico y negociación de benefi-
cios de la actividad extractiva, corresponde a la operacionalización de
las mismas (2013-2017). Se promueven las industrias estratégicas con
el discurso de la reducción de las brechas sociales. Cabe indicar que
la materia prima de estas industrias son los hidrocarburos (petróleo y
gas), minería (metálica y no metálica) y recursos forestales. Estos secto-
res favorecen la inserción del Ecuador en el capitalismo contemporáneo
dentro de redes internacionales hacia Europa, Asia y América; de manera
especial se miran los centros capitalistas de China, Corea, Brasil y Estados
Unidos. Así mismo, desde el año 2012 se incrementa la inversión estatal
en infraestructura, proyecto funcional al incremento de la producción
de materia prima, para favorecer la consolidación del modelo econó-
mico utilizable al capitalismo contemporáneo. Las principales obras de
infraestructura que dinamizan los sectores estratégicos en el Ecuador
tienen que ver con redes viales, saneamiento ambiental, infraestructura
de salud, comunidades del milenio-infraestructura habitacional, infraes-
tructura deportiva, infraestructura de servicio eléctrico, infraestructura
educativa, infraestructura para la protección del ambiente, infraestructura
para el desarrollo urbano, infraestructura para el ámbito cultural, entre
otros (Ecuador Estratégico, 2016).
[ 65 ]
exportación de materias primas, y desposesión y ‘civilización’ de la pobla-
ción indígena» (p. 9). Estos autores sintetizan lo que se podría denominar
el dispositivo de control10. Este opera en tres dimensiones: extracción de
recursos, control territorial y control social. Así, la instauración del dispo-
sitivo moderno localiza en primer lugar al ingreso del Ecuador al mercado
mundial (Wilson, Bayón y Diez, 2015, p. 8) durante el inicio de la con-
quista española hacia 1538 (hasta 1809). Este dispositivo opera a nivel de
extracción de recursos mediante la apropiación de oro, en un sistema en-
comendero, donde el control social es realizado por reducciones maneja-
das por la Iglesia católica. El segundo momento, que localizan los autores,
es el definido por la apropiación del caucho (1880-1920), este opera en
un sistema de haciendas y el control social se lo realiza por medio de las
«correrías» para la captura de esclavos. El tercer momento es el relativo
a la extracción de petróleo (1940-2007), el control territorial se define
por la creación de las primeras ciudades (relacionada con el ingreso de
colonos), la definición de bloques y pozos petroleros; el control social se
articula entre militares y misiones (católicas y protestantes). Finalmente,
los autores enuncian el dispositivo contemporáneo (2010-2035), basado
en la extracción del conocimiento local (amazónico), en circunscripciones
territoriales de conexión regional como el proyecto IIRSA11, donde la co-
nexión interoceánica Manta-Manaos determina el intercambio de bienes
y servicios; las «Ciudades del Milenio» o centros de conocimiento como
la Universidad Amazónica Ikiam determinan el control social en el ámbito
de las prácticas de «lo cotidiano» y del «conocimiento de la naturaleza»,
respectivamente.
10
Para ampliar esta estructuración, revisar la infografía desarrollada por Wilson,
Bayón y Diez (2015, p.11).
11
Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana.
[ 66 ]
amazónicas. Dentro del desarrollo capitalista, estas poblaciones son cata-
logadas como «sobrantes» y por lo tanto son excluidas, encomendadas,
reducidas, esclavizadas o civilizadas. Los relatos recogidos en el trabajo de
campo, mencionan que lo que se ha denominado como dispositivo de
control, tiene un doble efecto sobre las poblaciones, «había esa doble di-
mensión de vaciamiento y concentración»12, una estrategia que, a además
de asegurar el control y aprovisionamiento de recursos, lograba que «las
poblaciones indígenas molestaran lo menos posible», es decir, se vieran
obligadas a conformarse en condiciones muy precarias de vida.
12
Manuel Bayón (investigador FLACSO-Ecuador), en conversación con el autor
el 20 de febrero del 2016.
[ 67 ]
definen a partir de programas de dominación que a además de explotar
el valor de la región, constituyen sistemas de «descalificación moral» y
social de la población indígena Waorani, en el marco de un supuesto pro-
yecto de modernización-civilización pedagógica. Realizar una disección de
la pedagogía moderna en América Latina implica visualizar los diversos
mecanismos en que el dispositivo escolar actúa. Solo de esta forma se
constituirán saberes y prácticas críticas, contextualizadas y que inventen y
consoliden realidades más justas.
[ 68 ]
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[ 71 ]
DIDÁCTICA: EXPERIENCIA Y
LENGUAJE
Jhon Fredy Orrego Noreña
Ligia Inés García Castro
DIDÁCTICA: EXPERIENCIA Y
LENGUAJE
Jhon Fredy Orrego Noreña
Ligia Inés García Castro
Introducción
Se inicia este escrito con temor, con dudas, sin ninguna certeza; con mu-
chas ideas, pero sin ninguna teoría; con mucho respeto, pero no el respe-
to silencioso sino, un respeto cuestionador, desestabilizador, como aquel
que parte de la importancia que tiene un tema tan importante para la
didáctica.
En primera instancia, hay que aclarar que la didáctica es mucho más, impli-
ca reflexión, poner en cuestión el saber, implica transformación del saber
para poder contribuir a la transformación del ser.
[ 75 ]
que cada una le aporta a un área de la educación de manera particular,
pero que integradas logran esa formación del Otro.
En este marco de ideas, y bajo este postulado, nos atrevemos, nos arries-
gamos a plantear que la didáctica dentro de las áreas fundamentales de
la educación, responde a la pregunta por el ¿cómo procurar la formación
en el Otro?, pero no es un simple «¿cómo?», no es técnico, la respuesta a
este supera el planteamiento de estrategias, estas son tan solo el produc-
to final. Por el contrario, este ¿cómo? se aproxima a un horizonte práxico,
quizás al mejor estilo freriano, en donde las formas de enseñar impliquen
un proceso responsable no solo con el saber a transmitir, sino con aque-
llos a quienes va dirigido dicho saber, con su proceso formativo, con su
humanidad, o con la humanidad en general.
[ 76 ]
En este sentido, la tesis que acá se expone, o más bien la tesis con la que
nos abrimos a ustedes y nos exponemos como docentes, pero sobre
todo como estudiantes, es que en la educación: la didáctica es lenguaje
convertido en experiencia, transformado para ser experiencia, y de esa
manera lograr impactar en la formación del sujeto frente a nosotros; se
podría entender esto como una aproximación filosófica a la didáctica, no
una didáctica de la filosofía sino, una filosofía de la didáctica.
[ 77 ]
Lenguaje
Indudablemente, vivimos el mundo a través del lenguaje, todo lo somos,
lo que conocemos, lo que sabemos, lo que hacemos se define, se nom-
bra, se da cuenta de ello a través del lenguaje, sin lenguaje no habría
comunicación, no podríamos prescindir de él, no podríamos considerar
la humanidad, o incluso la vida, sin la mediación del lenguaje. Pues aún el
silencio dice algo, el silencio es también palabra, el silencio también va
dirigido al mundo, parafraseando a Mèlich el silencio no es la ausencia de
la palabra sino que es la condición necesaria para que esta se dé, para
que el lenguaje medie entre los sujetos y de estos con el mundo que los
rodea. Tal como lo expresa Larrosa (2001):
[ 78 ]
tido, por ello mismo Nietzsche (citado por Mèlich, 2010) manifiesta que
los fenómenos son sólo fenómenos, y lo que hace el ser humano son
interpretaciones de ellos, interpretaciones morales... o éticas.
No hay posibilidad de entender que «algo», sea lo que sea, sea «en-sí»,
al margen de las interpretaciones (o del lenguaje), porque para Niet-
zsche, y ahí aparece su grandeza y, al mismo tiempo, su crítica radical
a toda metafísica, lo que es «esencial» a un hecho es, precisamente,
que es «interpretado», que pertenece a un «juego de lenguajes», a un
«ámbito axiológico», a un «juego de relaciones». (p. 66)
Experiencia
El hombre que más ha vivido no es aquel que ha sumado más años,
sino aquel que más ha sentido la vida. (Rousseau, citado por Mèlich,
2010, p. 248)
[ 79 ]
entre experiencia y experimento, y posteriormente tratar de ubicarlas
en el marco de la didáctica como apuesta, arriesgada por demás, para
buscar definirla, pero sobre todo para trascender del experimento a la
experiencia en la educación.
La experiencia es aquello que nos pasa, que nos transforma y que deja
una huella transformadora en nosotros; no obstante, desde la lógica cien-
tífica se ha querido controlar la experiencia y generar lo que se ha defi-
nido como experimento. Es decir, el experimento es el intento de crear
experiencias bajo condiciones controladas.
[ 80 ]
programamos su conclusión y que sólo buscamos demostrar. La expe-
riencia no se busca ni se planea, sino que acontece, nos atraviesa y nos
transforma.
La experiencia es eso que nos pasa, que genera pasión, es aquello que
en su conjunto nos forma y nos transforma permanentemente, nos hace
seres finitos, nos constituye, se presentan en cada acontecimiento y nos
cruza, nos hace sabios, contemplativos, mesurados, tranquilos (Larrosa,
S.f.)
[ 81 ]
En la relación didáctica se intenta, entonces, enseñar algo al Otro, se crea
un proceso de un modo experimental, pero eso no implica que resulte
tal como se planea, allí es donde hace su aparición la experiencia, pues
el impacto que la enseñanza tenga sobre el Otro depende de esta, de
las experiencias previas, de la historia de vida del Otro, el lugar desde el
cual tomará lo que se le dona. En ese sentido, aun cuando el maestro
se prepare mucho para ejercer una influencia sobre el Otro, cada quien
recoge esos intentos de manera diferente, por ello, la didáctica debe no
sólo pensar en el experimento, en cómo transmitir, sino intentar a que
aquello se convierta en experiencia, y digo intentar porque es imposible
prever la experiencia, esta se presenta en el instante mismo que se pre-
senta. No depende del uno ni del Otro, sino del encuentro entre ambos
y las condiciones en que se da ese encuentro.
En este sentido, para que la experiencia haga parte del escenario edu-
cativo, o más bien para que permita una educación como formación del
Otro, es necesario tener en cuenta tres precauciones, propuestas por
Skliar y Larrosa (2009):
[ 82 ]
Pero, ¿cómo podemos leer la educación acá? Pues se trata precisamente
de eso, de que la educación crea modelos educativos, pedagógicos, di-
dácticos, curriculares que han sido experimentados, se han convertido en
dogmas, camisas de fuerza que controlan las acciones que tanto docentes
como estudiantes deben desarrollar en su práctica de enseñanza o de
aprendizaje; pero más allá de eso, cualquier modelo, desde el punto de
vista positivista, se valida siempre y cuando resulte para la mayoría, si es
que realmente ello ocurre. En términos de experiencia para todos los
presentes en el encuentro educativo se acoge de manera diferente, y eso
sucede porque más allá de toda planeación y organización, dicho encuen-
tro es un acontecimiento que gracias a los sujetos se hace contingente
por tanto incontrolable, y justo allí sucede la experiencia.
Didáctica
Antes de continuar con el tema que nos convoca, y es una didáctica
desde la experiencia y el lenguaje, desarrollaremos de manera sucinta el
marco bajo el cual enfoco la educación y en el que se comprenderá esta
relación que se está intentando establecer.
[ 83 ]
1. Una educación como desconocimiento del Otro. Es decir, una edu-
cación que se preocupa más por el conocimiento a transmitir, por su
organización propedéutica pero no por las necesidades propias de
ese otro, se cumple aquí una función adoctrinadora sobre el sujeto.
2. Una educación como reconocimiento del Otro. Procesos en los cua-
les se busca la inclusión del Otro, pero que a pesar de ello, aún se
sigue homogenizando, a pesar de disertar sobre las diferencias en el
Otro, estas diferencias no entran en juego en el proceso formativo,
de hecho se tiene en cuenta al Otro para hacerlo a imagen y seme-
janza. Es quizás más perversa esta forma de educación, pues disimula
el desconocimiento, manipula al Otro para cumplir fines externos
pero no para llegar a ser lo que esté realmente quiere y puede ser
sino, para ser lo que la sociedad y la cultura quieren que él sea.Fi-
nalmente, la educación como desnudez. Una educación que atiende
precisamente la experiencia, los lenguajes, la contingencia, desde la
que se entiende que no son los contenidos, ni los fines los que for-
man, sino que es el encuentro educativo como acontecimiento es lo
que sucede justo en el instante del encuentro, es eso que le pasa al
sujeto sin previo aviso, es una educación desde la experiencia y no
desde la experimentación.
Ahora bien, desde esta perspectiva, lo que siempre va fluir en ese en-
cuentro educativo, defínase como saber, conocimiento o experiencia,
siempre será un lenguaje. Pero ese lenguaje, requiere ser transformado,
adaptado, construido, y aquí es donde aparece el Otro, debe ser adapta-
do para ser donado a ese Otro, allí aparece la didáctica, la cual se debe
hacer responsable de llevar dichos lenguajes al Otro e intentar hacerlos
experiencia. Por ello, la didáctica se consideraría acá como un lenguaje
convertido en experiencia.
[ 84 ]
Es intentar construir un nuevo enfoque que trascienda los experimentos
diarios y atienda más el cómo lograr que lo enseñado se pueda convertir
en experiencia, no en la experiencia, pues eso sería un experimento sino,
en experiencias para los sujetos, para los Otros, para nuestros estudian-
tes. En este sentido, sobre esta relación, Larrosa (2001) nos plantea que:
[ 85 ]
3. Una didáctica desde la desnudez. Desde esta perspectiva implica ir
un poco más allá, de las dos anteriores, y es comprender que todo
lo planeado es provisorio, es susceptible de cambio y transformación,
contingente en la medida que al otro extremo de este proceso se
encuentra un sujeto particular, en el cual debemos intentar construir
experiencias, no instalar saberes, no buscar que responda el examen
o de la lección. Sino que el saber y la relación educativa, la relación di-
dáctica, sean la excusa, para que este propicie sus propias experiencias.
Cierre
Más que cierres o conclusiones plantear preguntas: ¿será posible contem-
plar esta idea? ¿aporta esto algo a la educación en general o a la didác-
tica en particular? ¿es posible realmente hacer una didáctica flexible que
pueda llegar a generar experiencias? O más bien ¿acaso todo encuentro
con el Otro –sea educativo o no– no genera experiencias? Y siendo así,
¿cómo hacer para lograr que estas experiencias sean pertinentes para el
sujeto, para el Otro?
[ 86 ]
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[ 87 ]
CAMINANTE NO HAY CAMINO:
APUNTES (PO)ÉTICOS ANTES
DE LA ELABORACIÓN DE UNA
INVESTIGACIÓN
Lisiane Machado
CAMINANTE NO HAY CAMINO:
APUNTES (PO)ÉTICOS ANTES
DE LA ELABORACIÓN DE UNA
INVESTIGACIÓN
Lisiane Machado
Introducción
Metodología de investigación es disciplina obligatoria en los cursos de
postgrados que son stricto sensu. Todavía, muchas obras sobre el asunto,
aunque de calidad, se limitan a discutir las etapas del proyecto sin bus-
car los sentidos constitutivos para pensar de forma procesual todo el
proyecto. Para eso, es necesario ser un caminante. No con reglas rígidas
o con un mapa cerrado, por eso en ese texto tomamos la enseñanza:
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar (…)» (MACHADO,
1983). Para Joan-Carles Mèlich, en sus cursos: La prosa de la vida. Sobre
filosofía y literatura e La razón impura. Por una filosofía literaria (2015-2016),
el pensamiento occidental estuvo dominado por la herencia recibida del
Poema de Parménides, desde una filosofía metafísica que contempló la
vida desde el Uno del Ser situado más lejos del espacio y del tiempo
dejando el pensamiento occidental desacostumbrado a ‘pensar’ la singu-
laridad, la corporeidad y la alteridad.
Pensar el proceso
El pensamiento es libertad en relación a lo que se hace,
el movimiento por el cual de él nos separamos,
lo construimos como objeto y pensamos como problema
(Foucault, 2010, p. 22).
[ 91 ]
Con un pensamiento contrario a la lógica metafísica se producen diferen-
tes modos de subjetivación: concibiendo la vida como relato, lo que signi-
fica que el sujeto humano es, como pensaba Proust (1998), un novelista
de sí mismo. El proceso de autoconocimiento tiene que ver con diferen-
tes momentos de la vida como un espacio de interlocución que educa a
componer el relato del propio aprendizaje, de cómo se configuran y ayu-
da a prestar cuidadosa atención a la experiencia vivida y la de sus signos.
El buen escritor, dice Deleuze (1998), nunca escribe para convertirse en
escritor, pero para subvertirse haciendo de la escritura más que escrita,
serían «pasajes de vida». También, sería algo que Rimbaud (1995) siem-
pre profanaba: la de querer ser poeta y trabajar para volverse vidente.
Para el escritor ejercer la libertad es algo que exige constantes diálogos
con sus modos de existencia; es decir, «para que esa práctica de libertad
tome forma en un éthos que sea bueno, bello, honroso, respetable, me-
morable y que pueda servir, es necesario todo un trabajo de sí sobre sí
mismo» (Foucault, 2010, p. 270). En un trabajo de sí sobre sí mismo hay
que preguntar: ¿cómo puedo constituirme a mí mismo? Para eso hay que
entender que «Descartes liberó la racionalidad científica de la moral, y
Kant reintrodujo la moral como forma aplicada de la racionalidad. Por eso
Kant volvió a plantear la cuestión: ¿cómo puedo constituirme a mí mismo
como sujeto ético?» (Castro, 2009, p. 15).
[ 92 ]
Sabiendo que el conocimiento científico sólo puede continuar en la me-
dida en que se investiga, se puede preguntar: ¿cómo se busca metodoló-
gicamente hoy?
[ 93 ]
A cada párrafo se busca la reanudación de cosas que no se acabaron en
absoluto. Es necesario desvestirse de una lógica capitalista que busca la
rapidez sucinta de respuestas, pues ellas van siendo construidas durante
la caminata
En primer lugar, el uso del pretérito imperfecto, una táctica usada por
Nietzsche que era filólogo, para intentar expresar un hecho ocurrido en
un momento anterior al actual, pero que no fue completamente termi-
nado. Esto provocaría en el lector un desacostumbrarse y promovería el
pensar con lo que todavía es defendido y con lo que no se defiende más
como argumento, por eso es casi una posibilidad de practicar lo virtual
que no se opone al real en el proceso de escritura y de subvertir la lógica
metafísica que busca lo puro y lo ascético. Para Nietzsche, el pretérito
imperfecto era precisamente la posibilidad de causar una incomodidad,
de hacer que el lector conversara con el texto, de irritarse, de discutir o
emocionarse, y sentir la emoción como una tragedia.
[ 94 ]
Como cada experiencia necesita ser «descifrada» en algunos momentos
la idea no queda con un significado completo y, por eso, hay separaciones
que huyen de la lógica cartesiana. La idea es hacer al lector preguntarse
cuál es la lógica del sentido o el orden del discurso cuando se trabaja
con la (po)ética de una caminata. La ética está presente también en la
escritura que, tal vez, sea un tanto nómada ante la moral, pero que no
intenta ocultar las desviaciones de la experiencia. No es por casualidad
el uso repetitivo que Nietzsche hacía de su Zaratustra durante todo el
texto, repitiendo su nombre, haciendo sonar la diferencia. En el texto, el
lector se encontrará con una cierta ficción que es uno de los sentidos
buscados para ese personaje que se figura de forma estética para pro-
vocar sentidos.
En las tragedias, antes de que estas hayan sido menospreciadas por Pla-
tón, se percibe que ellas causaban el extrañamiento de no remitirse a
una sola idea de certeza, no había un «yo» ni un «nosotros», sino una
forma de dramatización de la individuación para componer un plan de
inmanencia. La inmanencia sólo puede ser entendida como algo que es
en ella misma, no está en el sujeto, ni en el objeto, sino en la experiencia.
La experiencia de Zaratustra es dramatización de su vida y por eso su
nombre llega a ser repetido hasta cinco veces en el mismo párrafo. Para
Deleuze (2018), «se diría que la pura inmanencia es una vida, nada más.
Ella no es inmanencia a la vida, pero lo inmanente que no es inmanente
a nada específico es él mismo una vida».
Problematización
Se presentan los delineamientos que se desarrollaron, contemplando,
principalmente, el posicionamiento epistemológico en el abordaje del
[ 95 ]
objeto, el problema de investigación, la constitución del corpus, los obje-
tivos de la investigación y sus desdoblamientos metodológicos. Pensando
todos estos diferentes procesos como una problematización inspirada
en el pensamiento de Gilles Deleuze, en Theatrum Philosophicum, en el
que Foucault instiga: «¿Cuál es la respuesta a la pregunta? El problema.
¿Cómo resolver el problema? Desplazando la pregunta. El problema es-
capa a la lógica del tercer excluido, pues él es una multiplicidad dispersa
(...)» (Foucault, 2005, p. 246). La problematización es, pues, un proceso de
producción que no se resuelve por la idea cartesiana ni por la negatividad
hegeliana, pues es afirmación múltiple. «Es preciso pensar el problema,
más que preguntar y responder dialécticamente» (Foucault, 2005, p. 26).
¿Es posible pensar en cierta forma de interrogación que conduce teó-
rico-metodológicamente: ¿cómo el objeto de estudio, en un momento
dado, puede ser problematizado a través de una relación entre el poder
institucional y de ciertos estados mixtos del saber metodológico?
Constitución
Son relacionados los diferentes entendimientos de lo que es método y
de lo que es científico. Interesa esa constitución de cómo estos campos
de conocimiento se articulan para poder pensar en la diferenciada emer-
gencia histórica de estos dos objetos: método y científico. De la misma
forma que el método es construido como universal, una determinada
concepción de científico también viene siendo producida históricamente,
[ 96 ]
desde el siglo XVIII. Es decir, si tomados en su perspectiva histórica, tanto
método y científico son construcciones de las prácticas sociales en de-
terminados momentos que producen continuamente saberes sobre ellos.
Se busca entonces dividir la expresión «método científico», tan natural-
mente utilizada, e incluso banalizada en el pensamiento contemporáneo.
Proposición
En vez de pensar los saberes sobre una imagen moral de la razón sobre
el pensamiento, el caminante busca, por medio de otras construcciones,
creaciones e invenciones, pensar diferentes modos de sensibilidad, dife-
rentes modos de vivir, existir, percibir, sentir; en fin, diferentes maneras de
estar y existir en el mundo. Sin embargo, estas afirmaciones de la vida en
sus potencias son todavía vistas como fuera de las tradicionales norma-
[ 97 ]
lizaciones del saber-poder metodológico, porque no están presentes en
los modelos concordantes con la «esencia» de lo que es método cientí-
fico empírico académico, en los programas de postgrado.
[ 98 ]
vez halle en el rostro de sus habitantes mayor desierto, mayor ansiedad
mayor engaño, mayor inseguridad que antes de penetrar en la población;
y así, el día será peor que la noche. Tal sucede frecuentemente al viajero;
pero en compensación, contempla otras regiones y otros días, las brumas
de los montes y los corazones de las musas que avanzan danzando a su
encuentro, en los cuales un poco más tarde, cuando plácido, en el equili-
brio del alma, se pasee por la mañana bajo los árboles, verá caer a sus pies
de sus copas y de sus ramas los dones saludables de los espíritus libres
de los que tienen su morada en la montaña, en la selva y en la soledad, y
que así como él son viajeros y filósofos a su manera, tan pronto alegre y
ligera, tan pronto reflexiva. Nacidos entre los misterios matinales, piensan
en lo que puede recibir del día, entre el décimo y duodécimo sonido de
la campana que da las horas, un rostro purísimo, radiante de luz, gozoso
por su aureola de claridad: buscan la filosofía de la mañana.
[ 99 ]
¿Debería buscar más? Investigar en qué condiciones las cosas se vuelven
lo que son en el momento de la experiencia. Una voluntad de potencia
lo hacía jugar pronto su nombre en el Google: «Evru (Evrugo Mental Sta-
te) es un artista de formación autodidacta definido por el mismo como
ArtCieMist en una suma de artista, científico y místico». ¡Guau! ¿Él mismo
creó su identidad? El caminante sentía mucha voluntad de saber más,
pero su moral decía que eso era puro calco. Pero, ¿cómo nunca había
pensado en eso antes? Quería en aquel momento cambiar de identidad.
Recordó los tales heterónimos:
Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron, o la mitad de
ese intervalo, porque además hay vida...
[ 100 ]
El caminante seguía con los sentidos abiertos y el espíritu salvaje. Se
acordó de la frase de una canción de Bob Dylan: I’m thinkin’ and wonderin’,
walking down the road... Él estaba pensando e imaginando, caminando por
la carretera y sabía que no hay norma que no pudiera ser repetida de
forma diferente. Que un día Dylan hasta podría ganar un premio Nobel
de Literatura. Pero, también, dijeron que hay que respetar las normas y
de no subvertirlas, teniendo que comparecer a esos tipos de ceremonias.
El caminante había hecho una lógica del sentido metodológico, pues su-
fría del pavor de pensar el concepto de método como un camino para
alcanzar un fin. Sufrió al ver manuales, que instruían cómo caminar, o
mapas turísticos, de cómo guiarse. Agonizaba al ver la lengua muerta de
los informes repletos de imperativos categóricos. Tenía un sentimiento
anárquico: le gustaba leer el final de los libros. Sabía que la verdad no se
revelaba sólo en la geografía de un final y que no existían números malos
[ 101 ]
o buenos, sino números irracionales como el número � (Pi), que escapa-
ban de la seguridad letárgica del aburrimiento del idéntico, pero algo an-
ticonformista como en el movimiento beatnik. El caminante desconfiaba
que Kerouac y Snyder supieran de eso.
[ 102 ]
ya establecidos. El caminante hasta intentaba crear conceptos para pensar
esa experiencia singular llamada vida. «Sólo el empirista puede decir: los
conceptos son las propias cosas, pero las cosas en estado libre y salvaje,
más allá de los predicados antropológicos» (Deleuze, 1988, p. 8).
[ 103 ]
Para el caminante, el saber metodológico podría transgredir el modelo
de pensamiento antropológico estructural para experimentar el pensa-
miento de otro modo, para hacerlo despertar de ese profundo sueño
en el que durmió. Es ante esta experimentación ética y poética que se
hace posible situar la noción de étodo. Es decir, para la práctica del étodo
—una ética de la caminata— es necesario que las unidades tradicionales
del discurso y las categorías que remiten el discurso a una norma y un
principio apriorístico sean cuestionadas. Luego, el étodo en una investiga-
ción es el camino de la experiencia que se recorre pensando los sentidos.
[ 104 ]
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[ 105 ]
LA SENSIBILIDAD PEDAGÓGICA:
ENTRE EL CON-TACTO Y LA
CREACIÓN POÉTICA
Diego Armando Jaramillo Ocampo
[ 108 ]
LA SENSIBILIDAD PEDAGÓGICA:
ENTRE EL CON-TACTO Y LA
CREACIÓN POÉTICA1
Diego Armando Jaramillo Ocampo
Preludio 1
1
Este documento ya ha sido publicado como capítulo de libro en: Jaramillo y
Orrego (Comps). Trayectos de Acogida y Encuentro con el Otro. Cuaderos de Edu-
cación y Alteridad 2. Editorial Universidad Católica de Manizales. Manizales, Co-
lombia. 2018, pp. 185–205. Se publica en este texto con autorización del autor
del Centro Editorial de la Universidad Católica de Manizales.
[ 109 ]
Quiero mostrar en este escrito que la sensibilidad es una condición fun-
damental para educar-nos en estos tiempos; que sin ella, podemos obte-
ner mucha información y detallados conocimientos, pero sin el susurro
que proviene del exterior y que palabrea el otro es imposible atender
hospitalariamente la vida y el sufrimiento del prójimo; quiero señalar que
la sensibilidad huele a poesía, respira la poesía y que lo poético rescata el
valor de aquella, la canaliza, la implica en la relación pedagógica y vincula
los sujetos con el contexto y con la cultura. Justamente, la educación
debe volver a insistir en la contemplación, en la respuesta que se con-
mueve por el dolor del otro, en una responsabilidad que me ata al otro,
una afectividad que sacude al propio yo y lo arroja hacia el otro.
[ 110 ]
este escrito se compagina con la apuesta del filósofo Emmanuel Levinas
(1977), para quien la «sensibilidad… no pertenece al orden del pensa-
miento, sino al del sentimiento, es decir, al de la afectividad en la que se
agita el egoísmo del yo. No se conocen, se viven las cualidades sensibles»
(Levinas, 1977, p. 154).
…ofrecimiento
2
El proyecto se tituló «La Educabilidad del sujeto: una aproximación desde los
imaginarios sociales de maestros en formación» realizado mediante convenio
número 706 de 2012 entre el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad
Católica de Manizales en alianza con la Universidad de Caldas. El trabajo fue di-
rigido por Napoleón Murcia Peña y Diego Armando Jaramillo Ocampo. Equipo
investigador: Hernán Humberto Vargas, Elsa Victoria Mazenett y asistentes de
investigación: Natalia Guacaneme, William Orlando Arcila, Paula Tatiana Barbo-
sa y Julián Andrés Bonilla. Fecha de inicio 26 de septiembre de 2012, fecha de
terminación 30 de julio de 2013. Véase Jaramillo, Murcia y Mazenett, (2014). La
formación de maestros: trazos desde las fronteras de lo imaginario. Manizales, Co-
lombia: Centro editorial Universidad Católica de Manizales.
[ 111 ]
denciaba este ofrecimiento, quien entregaba no solo lo que conocía, sino
lo que vivía en el mundo, su humanidad era ofrecida al otro y al mismo
tiempo, recibía la exposición del otro:
...gozo
[ 112 ]
Recuperar la apuesta del gozo en la escuela y adecuarlo a los cuerpos y
a las circunstancias, retomar el horizonte de formación visto como libe-
ración de todo lo que impida el disfrute, la experiencia, la trascendencia.
Más que las concepciones acerca del mundo y los lenguajes con que
nombramos al otro y a todo lo otro, son las cualidades con que nos
acercamos a ellos, lo que despiertan en nosotros, esas pequeñas emo-
ciones, esos sencillos y profundos estados de alegría o de dolor con que
disfrutamos o padecemos las circunstancias vividas. Por tal motivo, gozar
la escuela es alegrarse por la presencia de mundos diversos que se en-
cuentran con intereses comunes no necesariamente compartidos por
todos, un regocijo por el encuentro con otras prácticas, otros lenguajes,
otras maneras de existir y de vivir la vida, un gozo que se realiza en la
relación con el otro.
…mirada
[ 113 ]
de nadie, antes vacía, se llena y se rellena de esperanzas y deseos, de
palabras que ya no se enredan en la punta de la lengua y que salen de a
poco, así como silencios que pueden decir más allá de lo que han querido
expresar en el salón.
Ese mundo que está ahí es captado con nuestra mirada y nuestro cuerpo,
quien lo hace suyo para prolongar cada instante de la existencia, para
gozar con la vida y con todos sus vaivenes, ese mundo también será abra-
zado con los ojos que delinearan lo que es y lo que no es, lo que puede
ser dicho o lo que insiste en permanecer en silencio.
…fragilidad y donación
[ 114 ]
con otros ojos, con otra mirada, obliga sin exigir «en dar el mundo, su
posesión, al otro» (Levinas, 1977, p. 263); pero, qué es educar sino otra
cosa que dar el mundo, dar de nuestro mundo (un mundo que hemos
recibido, vivido, leído, padecido, gozado) a los otros, y al hacerlo, al darlo,
nos damos a nosotros mismos también (Mèlich, 2015). Dar el mundo
gratuitamente, entregarlo para que el otro pueda sostenerlo y alimen-
tarlo, pueda hacerlo mejor para él y para los que llegarán después de él.
...responsabilidad y compasión
[ 115 ]
respuesta responsable y compasiva en las perspectivas de estos autores,
las cuales, se pueden poner en diálogo y en tensión con la literatura3.
Tal vez, una de las expresiones humanas más necesarias en nuestras au-
las de clase, escuelas, hogares, es la reinvención y la reafirmación de la
compasión como ese estruendo que nos coloca a temblar la piel, que
nos sacude lo más profundo de nuestra humanidad, eso que arroja al ser
humano de su propio ego a una relación en la que se hace cargo del otro,
eso que da valor a la existencia propia en el rostro del otro, ya que «no
hay nada más pesado que la compasión. Ni siquiera el propio dolor es
tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien,
multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos» (Kundera, 2008,
p. 40).
3
Uno de los posibles ejemplos se halla con la novela de Kundera «La insopor-
table levedad del ser», allí hay un matiz de ontología, de mismidad, de egocen-
trismo y un desbordamiento ético hacia la alteridad, sobre todo en lo referido
a la compasión.
[ 116 ]
La compasión puede manifestarse en la escuela en las acciones del maes-
tro que reconoce la fragilidad de sus estudiantes, en la escucha con la que
aguarda sus palabras, en el abrazo con que acoge las penas y las alegrías
de sus discípulos, en el recibimiento de los saberes y prácticas que trae
consigo el aprendiz, un contacto que aproxima no solo los cuerpos, sino
los rostros que se mantenían en silencio. Este relato así lo expresa:
4
Véase con mayor detalle el estudio ya referido en Jaramillo, Murcia y Mazenett,
(2014). La formación de maestros: trazos desde las fronteras de lo imaginario. Mani-
zales. Centro editorial Universidad Católica de Manizales.
[ 117 ]
...solicitud
Para el maestro, hay una solicitud que hace el aprendiz en los instantes
en que la escuela toma vida y lo hace sentir parte de ella, la solicitud aquí
es una petición, un mandato, un llamado a la respuesta por parte del
maestro. Sostiene Van Manen (1998, p. 41) que «la inclinación pedagógica
es la que nos llama, nos emplaza a escuchar las necesidades del niño. El
término “vocación” también conlleva etimológicamente el significado de
llamar (vocare)», el otro nos llama, nos habla, sin que necesariamente ten-
gan que existir palabras de por medio, una mirada, un gesto, un silencio,
un murmullo, son las solicitudes que significan con-tacto.
[ 118 ]
el maestro a veces tiene que dejar de ser o de enseñar lo que creía ser
o creía saber para arrojarse en esta travesía de enseñar lo desconocido
o lo innombrable o desnombrar lo ya dicho, en otras palabras, desdecir
lo dicho del mundo.
…caricia
[ 119 ]
Una pedagogía de la caricia «…parte de un radical cambio de actitud
del educador… el educador debería iniciar su andadura desde la inquie-
tud del educando, desde su voz, su lenguaje, su llamada» (Mèlich, 1998,
p. 150), sobre ello se ha insistido mucho, son tantos los discursos que
pretenden recuperar las voces, darles visibilidad y reconocimiento, pero
pocos son los llamados que se atienden, escasos son los lenguajes que se
contemplan en los procesos educativos, ni que decir de algunas actitudes
de los maestros que parecen petrificadas e infranqueables; sin embargo,
no todo está perdido, podemos abrirnos a la presencia del otro, a su
extrañada ausencia que vuelve cada vez que se le recuerda o se escucha
el testimonio, podemos atender acogedoramente el llamado sin que se
pronuncie, sin que se diga, podemos revisar y reflexionar nuestras prác-
ticas de enseñanza para mejorarlas y potencializarlas, podemos ver en el
otro no un problema a resolver ni alguien que «adolece» o «carece» de
criterio o de madurez, sino alguien que espera una respuesta, que desea
aquello que se encuentra más allá del conocimiento transmitido y que
solo puede ser perseguido y buscado incesantemente.
[ 120 ]
La expresión poética: de la individualidad
soberana a la soledad responsable
Sólo cuando el poema muestra algo que no sabemos, pero que habita
entre nosotros, podemos creer que es poesía (Juarroz, 1997, p. 149)
La poesía sustituye la vida femenina por un ritmo (Levinas, 1977, p. 273)
[ 121 ]
La poesía me permite y nos permite comunicarnos con los otros, pero,
sobre todo, es una comunicación de soledades, esas que nos van hacien-
do poco a poco en la vida, en el paso por el mundo, en las relaciones con
los seres más cercanos y con esos desconocidos que traen nuevas figuras
y sorpresas. La poesía aviva la intensidad de la soledad, no para estar solos
como expulsión o castigo, sino para salvarnos y refugiarnos de la barbarie
humana o de su indiferencia, en palabras de Juarroz (1997) «La poesía
es el último recurso contra la incomunicación, pero también frente a los
excesos y las deformaciones de la comunicación» (p. 185).
[ 122 ]
Esta existencia que pasa por las aulas, pasillos y patios de las escuelas se
vive intensamente, sin ensayos ni oportunidades de retornar al pasado;
por tanto, es la poesía una posibilidad para la creación incesante, para
la transformación constante de nosotros y de nuestras propias prácti-
cas, todo cambia con la escritura de un poema «después de escribir un
poema, no se siente necesariamente alegría, pero sí una extraña calma o
tranquilidad» (Juarroz, 1997, p. 194); esa paz que da la escritura, que da
la lectura, esa paz que hay, no estando solos sino, en soledad, y la poesía
ocurre en la soledad, por la soledad; sin embargo, me permite crear y
recrear trozos de mi vida sin arrogancias ni vacilaciones, una nueva forma
de mirar, un nuevo posicionamiento en el mundo, «La poesía es un len-
guaje entre soledades, de soledades, para soledades. Por eso, en último
término, no necesita dos hombres: le basta con las soledades de uno»
(Juarroz, 1997, p. 175).
[ 123 ]
dominios a una que aspira la trascendencia y la alteridad, «la soledad es
condición de esta existencia subjetiva que rompe así su hermandad con
una existencia que destruye toda identidad» (Levinas, 1977, p. 28).
Así las cosas, una escuela que se preocupe por diseñar atmósferas ade-
cuadas para la existencia de aprendices y maestros fomentará: que los
primeros puedan recuperar sus juegos y prácticas y hacerlas parte del
proceso de formación, para que reciban con deseo aquello que se ofrece
más allá de los contenidos, la información y el conocimiento; que los se-
gundos, atiendan las soledades y las singularidades de todos esos otros y
otras que tienen nombre y rostro, para brindarles acogida, escucha, para
mostrarles el mundo mediante la con-vivencia con otros.
[ 124 ]
convoca a vivir con ella, a partir de ella, dado que «en la medida en que
estamos solos, amor y muerte se acercan» (Rilke, 2015, p. 44).
[ 125 ]
poíesis, o sea, en «…hacer emerger algo de la nada al ser, o sea, tornarla
visible en el mundo; conducirla hacia su propia visibilidad» (Bárcena, 2016,
p. 53), por eso, cuando enseñamos ayudamos a conducir algo que no
se encontraba en el aprendiz y en ocasiones en nosotros mismos hacia
afuera, una salida hacia lo desconocido que pretende ocupar un tiempo
y un espacio en nuestras vidas.
[ 126 ]
esto significa: la experiencia de un vínculo, de una relación (entre maestro y
aprendiz) que une, acogiendo y cuidando al otro.
Hay acogida en tanto uno asume que el otro merece ser tenido en
cuenta, que el otro requiere ser escuchado, que no podemos pasar de
largo ante su llegada o ante su sufrimiento. Uno cuida al otro cuando se
hace responsable por su vida, cuando nos aproximamos sin abarcar la
existencia del otro. El tacto en la escuela supone un contacto entre sus
actores, los saberes y conocimientos, la cultura, las dimensiones de lo
humano, nuestras historias vividas y por vivir, un lanzarse al abismo de la
experiencia para que sea ella quien enseñe y de a pensar, un atender la
llegada del otro y su solicitud, «el tacto es la práctica de estar orientado
hacia los otros» (Van Manen, 1998, p. 153).
El tacto es, sensibilidad que nos arroja ante la solicitud del otro, ante el
llamado que el otro nos hizo, haya sido pronunciado o haya permanecido
en el más mínimo gesto. El tacto es una caricia que no roza al otro para
contenerlo, sino que percibe desde su cuerpo las necesidades que espe-
ran, al menos ser escuchadas. Antes de posarse una mano en el hombro
o una palabra entre el espacio y el tiempo del maestro y el aprendiz, un
breve gesto, una sencilla expresión ya ha acariciado la vida del otro, lo ha
humanizado o le ha robado su humanidad.
[ 127 ]
que enriquecen el encuentro y el con-tacto en forma ética y responsable,
es aquel que puede generar conexiones y vínculos entre sus aprendices,
sus vidas, el conocimiento y el mundo, es el maestro que no gira la cabeza
cuando un problema del estudiante demanda una respuesta, una mirada,
un gesto mínimo de atención, es el maestro que se pre-ocupa por el
bienestar del otro, por su progreso, como sostiene Van Manen (1998).
[ 128 ]
esa interrelación en lo que se convierte, idealmente, en un proceso de
intercambio. La donación se torna recíproca, como sucede en los laberin-
tos del amor» (p. 15).
[ 129 ]
Posludio
Finalmente, quiero situar aspectos «prácticos» para hacer de la escuela
un escenario donde tenga cabida la sensibilidad pedagógica, la expresión
poética y la experiencia singular a modo de tacto y con- tacto:
[ 130 ]
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[ 131 ]
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[ 132 ]
EL RETO DE PLANTEARSE LA
TRANSFORMACIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN
EL SALVADOR DESDE EL INFOD.
REFLEXIONES DE UN PROCESO
Maira Avelar
Cándida Chévez
Antonieta Ramírez
Luis Rubén González
[ 134 ]
EL RETO DE PLANTEARSE LA
TRANSFORMACIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN
EL SALVADOR DESDE EL INFOD.
REFLEXIONES DE UN PROCESO
Maira Avelar
Cándida Chévez
Antonieta Ramírez
Luis Rubén González
Introducción
Caminante no hay camino, se hace camino al andar1.
1
Verso de Antonio Machado utilizado por la profesora Lisiane Machado en el
Diplomado de tendencias y desafíos de la investigación educativa para describir
la lógica de la investigación.
2
Cfr. Salinas de Arens, Quitanilla de Campos, y Montoya de Ledesma, 2017. A
nivel de la universidad pública el esfuerzo ha tenido mayor calado con el Centro
de Investigaciones Científicas de la Universidad de El Salvador.
[ 135 ]
en la discusión en la opinión pública, la formulación de políticas públicas,
el rescate de saberes docentes y el conocimiento social de El Salvador.
Dentro de este panorama, la investigación educativa juega un rol funda-
mental por su integración directa en la enseñanza, en la reproducción de
capacidades de investigación en los espacios de aprendizaje, en perfilar al
magisterio como un grupo intelectual relevante en el escenario nacional
y en detectar problemas, buenas prácticas y estrategias de innovación en
el sistema educativo.
3
Asamblea Legislativa, «Ley de creación del Instituto Nacional de Formación
Docente», Diario Oficial, No 42, Tomo 418, 3 de marzo de 2018.
[ 136 ]
misma, cómo se lograría dinamizarla en el contexto salvadoreño. ¿Se tra-
taría sólo de compensar déficits en cuanto a cantidad y calidad de inves-
tigaciones sobre el sistema educativo, o implicaría una transformación en
la lógica de producción y circulación del conocimiento educativo? ¿Se
debía privilegiar la producción investigativa, o se debía más bien contri-
buir a ampliar la reflexión epistemológica, metodológica y los esfuerzos
de gestión de los saberes educativos? Desde el punto de partida, y es-
pecialmente a través del camino recorrido, quedó patente que la nece-
sidad era en ambos sentidos: el INFOD requería investigaciones propias
para plantearse como una institución que fundamenta sus decisiones de
política pública educativa en conocimiento (Rodríguez, 2018), así como
para posicionarse como un actor relevante en la discusión. Pero además
era necesario crear las condiciones marco para la investigación educativa,
reorganizar la infraestructura que soporta la comunidad de investigado-
res, elaborar una crítica de los supuestos de creación de conocimiento
en educación, potenciar los esfuerzos valiosos y contestar las inercias
problemáticas. En suma, entrar a la disputa intelectual en el campo de la
investigación educativa en El Salvador.
[ 137 ]
presente escrito, por la permanente meditación sobre la propia práctica
y las dinámicas más amplias en torno a la investigación educativa en El
Salvador.
Desde la época de los 80, Ignacio Martín Baró (2010) planteaba que la
investigación debía inspirar transformaciones educativas, ser en sí misma
un elemento del cambio social y cumplir una función de evaluar aquellos
cambios que se hayan efectuado. Sobre todo, en un contexto como el
de El Salvador se necesitaba una investigación que se involucrara en los
4
Cfr. El documental sobre Pierre Bourdieu La sociología es un deporte de combate
(Carles, 2001).
[ 138 ]
mismos procesos del cambio educativo, porque esto permitía atacar dos
aspectos característicos en aquel entonces del sistema escolar: el dete-
rioro cualitativo y su pérdida de contacto con la realidad social. «Solo
un contacto crítico con los problemas de la realidad hará posible que la
educación se oriente hacia su enfrentamiento y le obligue a buscar los
recursos necesarios para ello.» (p. 93). Se hacía un llamado a un tipo de
investigación comprometida con aquello que investiga y, sobre todo, con
aquellos sujetos a quienes la investigación pretendía servir.
[ 139 ]
La historia universitaria en El Salvador se ha definido en etapas suma-
mente problemáticas y caracterizadas por fenómenos específicos: entre
1841 y 1870 el debate clerical y secular; entre 1871 y 1927 el debate
por la autonomía; entre 1948 y 1963 emerge la actividad académica, pero
posteriormente se debilita con el conflicto hasta inicios de los noventa
(MINED, s/f). Este contexto, sin duda, se vuelve clave para comprender la
historia y los avances en investigación que tiene el país en general y en
concreto en investigación educativa.
[ 140 ]
Incluso desde los años 80, Martín Baró hacía una crítica sobre la idea que
para hacer ciencia había que cuantificar y someter datos a algún análisis
estadístico, no con intención de echar por la borda el valor de los mé-
todos cuantitativos en investigación, sino de relativizarlos. «No solo no
existe oposición entre los métodos cuantitativos y cualitativos, sino que
se deben combinar para lograr un conocimiento más fidedigno de la rea-
lidad y, por consiguiente, más capaz de transformarla» (Baró, 2010, p. 10).
[ 141 ]
Estos datos ponen en el centro de la reflexión las capacidades de in-
vestigación con las que cuenta el país, pero además las condiciones con
las que se están formando a las nuevas generaciones. Desde los niveles
iniciales de la educación, básica y media, la investigación en general es vista
como un ejercicio académico con mucha valoración negativa, la cual se va
aumentando en la educación superior. Esto es fortalecido por una serie
de mitos o suposiciones que se generan en este campo: a) la investiga-
ción es muy cara; b) sólo las universidades extranjeras y los académicos
extranjeros pueden hacer investigación; c) cuál será la cantidad de público
lector que tendrán las investigaciones; d) las publicaciones son un gasto y
no una inversión, entre otras.
[ 142 ]
ción inicial o continua, pero también desde espacios a los cuales puedan
acceder los docentes universitarios, por ejemplo, becas de investigación,
movilidades, pasantías o intercambios internacionales, becas para partici-
pación en espacios académicos, difusión de convocatorias para publica-
ción, etcétera.
[ 143 ]
Hacer investigación desde el INFOD (I):
interrogarse sobre la constitución del
sujeto de estudio. Los formadores de
docentes hora clase
Uno de los aportes más ricos de los diplomados que impulsamos en el
año 2018 en el INFOD fue cuestionar los paradigmas metodológicos
que predominan en el modo de hacer investigación educativa. Dentro de
esa constelación temática, uno de los tópicos principales fue interrogarse
por la relación que establece la persona investigadora con las personas
investigadas. Aunque la práctica investigativa en general en nuestro país
esté llena de taras, es cada vez más compartida la idea de que el acerca-
miento que como investigadores e investigadoras hagamos al problema
de estudio y, en especial, a las personas que dan vida al fenómeno en ex-
ploración, debe ser un acercamiento basado en la horizontalidad y en la
apertura, que tanto él investigador como las personas investigadas esta-
blezcan un diálogo fructífero del que ambas partes pueden salir nutridas.
[ 144 ]
encuentra en desarrollo desde el Área de Investigación Educativa del
INFOD se titula «Flexibilización laboral y la práctica docente: el caso de
las y los formadores de formadores hora clase en El Salvador». A partir
de dicha investigación hemos tenido un acercamiento a un fragmento de
la realidad del sujeto formador de docente en situación de flexibilidad
laboral, esto nos ha permitido tener una mirada cercana –aunque par-
cial y limitada– a las y los formadores de docentes como sujetos en su
complejidad social. Asimismo, la vivencia de los diplomados «Tendencias
y desafíos de la investigación educativa» e «Investigación educativa en el
aula» nos ha permitido compartir espacios de convivencia con maestros
y maestras que se desempeñan tanto como formadores de formadores,
así como docentes de aula. En suma, la experiencia de trabajo en el IN-
FOD es cercana al magisterio y esa es razón suficiente para detenernos
a pensar en las perspectivas teóricas, metodológicas, epistemológicas y
ético-políticas que supone trabajar de cerca e investigar a este rico, pero
poco visibilizado y reconocido, sujeto social.
5
Sin embargo, hay que relativizar esta afirmación puesto que existen brechas
considerables entre la oferta de docentes en formación inicial y las necesidades
reales del sistema educativo público. Uno de los problemas derivados de esta
situación es la existencia de aulas multigrado. Esto consiste en que un docente
con una especialidad específica atiende simultáneamente asignaturas y niveles
para los cuales no ha tenido una formación inicial, con el fin de responder a la
demanda del sistema educativo nacional.
[ 145 ]
historia común que subyace al gremio de docentes salvadoreños y que
ha marcado los distintos momentos de su constitución como sujeto co-
lectivo.
Sin embargo, y esto nos lleva al segundo punto, sería injusto no reconocer
el importante papel que tuvo el magisterio salvadoreño en los cambios
sociales que permitieron la democratización de nuestra sociedad. De ahí
que es necesario resaltar el potencial emancipador que tiene la educa-
ción, pues en los años setenta la escuela fue un espacio de concientización
social gracias a que los maestros y maestras cuestionaron la realidad en la
cual vivían e hicieron una lectura crítica que los llevó a organizarse y mo-
vilizarse. Al calor de la radicalización social y de la consiguiente represión
por parte del Estado militar, muchos y muchas docentes perdieron sus
vidas en el intento de construir una sociedad más democrática (Almeida,
2011). Consideramos que este hecho es uno de los más importantes en
historia del magisterio salvadoreño y que no debe perderse de vista al
pensar en los y las docentes como sujetos colectivos y propulsores de
cambios sociales.
[ 146 ]
el magisterio y otros actores sociales, esto no fue suficiente para generar
cambios más profundos –sobre todo– cambios sustanciales en las condi-
ciones materiales de vida de la población salvadoreña. En el caso especí-
fico del magisterio, el cierre de la Escuela Normal «Alberto Masferrer»
marcó un antes y un después, pues significó para ellos el cambio de todo
un modelo económico de desarrollo que pondría en énfasis en la privati-
zación de bienes públicos y derechos incluyendo la educación. A nuestro
juicio, la prolongación de este período ha implicado el predominio de
la educación privada, la desregularización por parte del Estado de los
programas de enseñanza en formación inicial docente, la flexibilización
laboral de la carrera docente, entre otros fenómenos.
En línea con lo anterior, una de las problemáticas que más afecta al magis-
terio, en el caso específico que estamos estudiando a las y los formadores
de docentes, es la flexibilidad laboral. Analizamos esta como el resultado
de la lógica disruptiva de las políticas neoliberales aplicadas desde la dé-
cada de los ochenta y su impacto en el campo de la educación.
6
Al momento de escritura de esta reflexión, nos encontramos cerrando la etapa
de trabajo de campo para pasar al procesamiento y análisis final de la informa-
ción recopilada.
[ 147 ]
Esta reducción de la actividad docente a un servicio profesional más,
regido por la lógica del mercado, contribuye a su desvalorización, muy
al contrario de los preceptos que implicaría su dignificación, pues no
sólo deteriora las condiciones en las que se desenvuelven las prácticas
educativas sino también vuelve trivial una labor anteriormente volcada al
pensamiento crítico y a la reflexión. Más aún, al tratarse en este caso de
formadores de formadores, está en juego la transmisión de las prácticas
docentes a las nuevas generaciones de profesores y profesoras, prácticas
que bajo esta modalidad de contratación obtienen un cariz cada vez más
utilitario y productivista. En ese sentido, vislumbramos que las dinámicas
actuales de precarización están produciendo un sujeto docente fragmen-
tado, que se divide entre la vocación genuina por una labor importante
y noble y la absoluta enajenación de su trabajo, pues el sujeto formador
de docentes se vuelve una figura que subsidia a las universidades en la
producción de nuevos profesionales.
[ 148 ]
Hacer investigación desde el INFOD (II):
el vínculo entre condiciones de vida y la
práctica educativa de los formadores de
docentes
Además de la constitución de los sujetos de estudio, otro problema éti-
co-político y de conocimiento, íntimamente ligado al anterior, surgido en
el marco de las investigaciones del INFOD, ha sido el del vínculo entre las
objetivaciones socioestructurales y subjetivaciones educativas. En concre-
to, esta relación compleja se ha manifestado en las investigaciones sobre
los formadores de docentes en El Salvador que ha impulsado el INFOD
y en los planteamientos de los participantes de los diplomados de inves-
tigación educativa. Más allá de fórmulas preestablecidas, el reto teórico
y metodológico que planteaba requirió una aproximación reflexiva, que,
no obstante ser espinosa, apunta a nuevas fronteras de exploración en
investigación e incluso de teorización.
[ 149 ]
blemática, además es una relación no eludible y resulta incluso necesaria
en la constitución material del conocimiento científico.
[ 150 ]
estudio censitario que fuera útil para comprender las dinámicas de este
grupo socioeducativo y para definir políticas de formación docente. Para
ello se emplearon dispositivos normalizados para la investigación social,
concretamente la recolección de encuestas dirigidas a los actores socia-
les y a sus instituciones laborantes; no obstante, se consideró el proceso
investigativo como una producción dialógica de saberes negociados a tres
voces: los formadores, el equipo de investigación y los distintos mediado-
res (Guber, 2004).
Ahora bien, ¿cómo definir esas condiciones sociales y educativas del obje-
to-sujeto de estudio? Partiendo de la doble definición de los formadores
de docentes como categoría profesional y subsector docente del sistema
educativo, se definió un conjunto de categorías entre las objetivaciones
estructurales y las subjetivaciones educativas (que bien podía recorrerse
a la inversa): el sistema institucional de formación docente, las condi-
ciones sociodemográficas de los formadores de docentes, su inserción
ocupacional, sus trayectorias académicas, la valoración de las capacida-
des de formación docente y el desarrollo de habilidades de formación
docente. Uno de los mayores problemas en la negociación cotidiana de
la recolección de datos, en el que manifestaron mayores resistencias los
formadores de docentes, fue en concebirse como objeto-sujeto de es-
tudio dotado de una existencia material, manifestado en el rechazo a las
preguntas sobre condiciones socioeconómicas y laborales. Por el contra-
rio, los formadores de docentes se sentían más cómodos respondiendo
preguntas estrictamente educativas. En otras palabras, además de dilema
epistemológico y teórico-metodológico, el nexo entre condiciones socia-
les y producción educativa hallaba cuerpo en la construcción subjetiva
del formador de docente salvadoreño (y con él, del deber ser del campo
educativo) como ente estrictamente educativo-ideal. Posiblemente, esta
subjetivación nazca de un juego de efectos de desmaterialización de la
educación por la vía de la herencia atávica de un grupo autoidentificado
como élite magisterial y la fetichización de esta categoría por sobre la
posición socioestructural en la que efectivamente se emplazaban.
[ 151 ]
Con todo, precisamente el conocimiento de las condiciones sociales (en
conjunción con las educativas) sobre los formadores de docentes, un
grupo fundamental en el sistema educativo, fue la más novedosa y crítica
generada en este estudio, por las problemáticas que develaba o confir-
maba. Por ejemplo, podemos enumerar la existencia de un grupo de
formadores de docentes en condiciones cercanas a la pobreza multidi-
mensional, la desestructuración interna de los formadores de docentes
por jerarquías de edad, ingreso y poder, los efectos del productivismo
técnico por sobre las labores intelectuales y en general el acompaña-
miento de los formadores de docentes en la más general precarización
del magisterio en el país.
[ 152 ]
las interacciones sociales. Esto último resulta fundamental para los forma-
dores de docentes como comunidad no sólo social y laboral, sino tam-
bién de consumo, producción y gestión conocimiento. Los resultados son
paralelos con los grupos de investigadores e investigadoras educativas de
El Salvador, una experiencia en la que también se ha insertado el equipo
de investigación del INFOD.
[ 153 ]
positivas, se constata que la cuestión de la investigación educación no
es un proceso en el cual los seres humanos se aíslan individualmente
para construirlo. Más bien es un proyecto de índole social donde nos
integramos para edificar o destruir, en esta prueba y error constante se
da cuenta de la necesidad que se tiene de consolidar comunidades edu-
cativas investigativas.
[ 154 ]
ción educativa del INFOD nos ha conducido a detenernos en un sujeto
poco explorado en El Salvador: la comunidad investigativa de los forma-
dores de docentes. A pesar de constituir un elemento tan indispensable
para la política educativa a nivel nacional, este grupo aún no ha desa-
rrollado todo su potencial. Al integrarlos en procesos de formación de
capacidades de investigación a partir de los diplomados de investigación
educativa del INFOD encontramos que dentro de este cuerpo existen
diferentes mitos creados a través de una limitada cultura de la investiga-
ción y del quehacer investigativo. Esto porque se le sigue considerando
una labor especializada y elitista de pocas personas que tienen a su vez
descubrir e innovar y educar en esos nuevos conocimientos a otro grupo
de receptores pasivos o de meros ejecutores, sin discusión profunda de
los paradigmas de investigación y sobre todo del papel que tiene la cien-
tificidad en el estatus de la persona investigadora dentro de su contexto
social e institucional más amplio (Weber, 1993).
[ 155 ]
responsabilidad de modelar la arcilla humana en la producción de saberes
y conocimiento, en su capacidad de autocomprenderse –una labor que
en la antigüedad estaba reservada a los dioses y que en la modernidad
sustenta la autonomía humana–. Es por esto que la presencia de univer-
sidades y otras instituciones que forman a los futuros formadores de
docentes son tan imprescindibles en la puesta de la construcción de las
comunidades educativas investigativas, así como la interrelación con las
instituciones que gerencia el quehacer investigativo y formativo desde el
Estado.
[ 156 ]
desarrollar los módulos enfatizó, desde el tinte personal de cada quien,
que la investigación no es una serie de pasos lógicos sino de decisiones
negociadas y reflexionadas rigurosamente. Asimismo, que no es una la-
bor de pocos, sino es la realización de comunidades investigativas que
comparten problemas y a la vez soluciones. De esta manera también
aportaron de forma sustanciosa a la calidad de la investigación: se enfa-
tizó en que la realidad educativa es compleja y necesita ser investigada
a través de procesos holísticos; que ningún problema es más o menos
importante para la búsqueda de respuestas y que en investigación todos
los prejuicios se colocan en el tintero, y de igual manera que el método
y la metodología debe ser una constante búsqueda de acercamiento a la
realidad, y que para dar cuenta de esa realidad hace falta también imagi-
nación, creatividad e innovación.
Los retos en este ámbito son amplios. Por ello es necesario fortalecer e
instaurar una comunidad investigativa en El Salvador que permita pro-
fundizar el entendimiento y crear reflexividad ante las problemáticas. De
tal manera que pueda ser un pivote para su resolución, por la vía del
ejercicio de desentrañar lo aparente, la exploración de nuevas formas
de acercamiento con creatividad e imaginación, duda constante, actitud
7
Este listado de problemas surge de los aportes realizados por los docentes
participantes en el diplomado Tendencias y desafíos de la investigación educativa.
[ 157 ]
crítica en las valoraciones del porqué y para qué, la autodisciplina, for-
mación continua, perseverancia e innovación tecnológica. Además, para
que se convierta en un sujeto mediador que cuestione la división entre
el hacedor conocimiento (científicos) y el que los usa (los técnicos o los
consumidores), esta comunidad de investigación educativa debe ser au-
tosustentable, trascender las barreras y constreñimientos institucionales
y sobre todo crítica: no debe investigar sólo la realidad dada, sino que
debe indagar en aquello que está obstaculizando el deber ser, promover
sujetos actuantes emancipados, y cohesionar la infraestructura educativa
a través de la promoción de una política educativa desde el quehacer
intelectual de aquellos involucrados directamente en el hecho educativo.
Consideraciones finales
Como hemos planteado, el proyecto de transformar la investigación edu-
cativa desde el INFOD representa un camino ineludible y una respon-
sabilidad mayúscula para lograr un mejoramiento palpable del sistema
educativo salvadoreño. Este proceso en ciernes se integra con el resto de
áreas de inserción de INFOD, desde la creación de la institucionalidad, la
reforma curricular, la certificación y acreditación, y en general la genera-
ción de políticas públicas de formación docente.Y agrega la posibilidad de
generar conocimiento riguroso y crítico sobre esta labor, así como sobre
el contexto vasto que la rodea: el sistema educativo salvadoreño. Y esto
último no sólo por mandato jurídico-institucional, sino que para lograr los
cambios deseados, el trabajo en investigación educativa del INFOD se
ha orientado y se orientará a dinamizar todo este campo de indagación
fundamental para la realidad nacional.
[ 158 ]
por un lado, impulsar una agenda de investigación propia que permite
afrontar problemáticas que atienen a su trabajo, pero también repensar
aspectos fundamentales de la investigación educativa. Este ha sido el caso
de la construcción de subjetividades educativas en el contexto salvado-
reño, a partir de los formadores de docentes hora-clase. Igualmente, con
la exploración del vínculo entre condicionales materiales y producción
discursiva en educación por parte de los formadores de docentes de
planta. Y, por otro lado, otra respuesta ha sido motivar la construcción
de una comunidad de investigación educativa sustentada en lógicas de
rigurosidad, de pluralidad teórico-metodológica, de crítica y de debate
abierto, a partir de procesos de formación y de la búsqueda de otras
formas de construcción de relaciones sociales.
[ 159 ]
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Laurus, 309.
[ 162 ]
EPÍLOGO
EPÍLOGO
[ 165 ]
estos procesos; nos han invitado a innovar y a agenciar social y cultural-
mente las maneras en las que pensamos la escuela de hoy.
Tenemos la gran esperanza de que este texto sea de gran utilidad para
los lectores puedan encontrar pistas contundentes para iniciar con pro-
cesos de investigación educativa en el aula.
[ 166 ]
SOBRE LOS AUTORES
RESEÑA DE LOS AUTORES
[ 169 ]
Universidad Nacional de México (Guadalajara), Universidad de Guadala-
jara (México), Universidad de Murcia (España), Universidad de Granada
(España) y Universidad de Jaen (España).
[ 170 ]
Ligia Inés García Castro
Colombiano. Docente e investigadora del Centro de Estudios Avanzados
en Niñez y Juventud en la maestría en Educación y Desarrollo Humano.
Egresada de la misma maestría en su primera promoción, investigadora
de la línea de cognición, emoción y praxis humana y candidata a doctora
en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Ha participado en procesos de
formación de docentes y magísteres en diferentes universidades del país.
Sus temas de interés en investigación se centran en la relación cogni-
ción-educación y didáctica de la matemática.
Antonieta Ramírez
Salvadoreña. Estudió su Licenciatura en Sociología en la Universidad de
El Salvador y su Maestría en Sociología en la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales, en la sede de Quito, Ecuador. Actualmente se desempe-
ña como investigadora educativa en el Instituto Nacional de Formación
Docente de El Salvador. Sus intereses de investigación son principalmente
la construcción de subjetividades sociales en contextos neoliberales, la
relación entre conocimiento y poder, y la crítica al modelo educativo
tradicional desde los afectos.
[ 171 ]
Maira Avelar
Salvadoreña. Posee estudios de Maestría en Métodos y Técnicas de In-
vestigación; es licenciada en sociología y profesora en ciencias sociales de
la Universidad de El Salvador. Se ha desempeñado como docente-inves-
tigadora de la Universidad de El Salvador y actualmente es investigadora
educativa del Instituto Nacional de Formación Docente de El Salvador.
Cándida Chévez
Salvadoreña. Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Ju-
ventud (Universidad de Manizales-CINDE, Colombia). Magíster en Desa-
rrollo Local (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, El
Salvador). Licenciada en Psicología por la UCA. Investigadora y consultora
en equipos multidisciplinares en temas de educación, juventudes, cultura
de paz, derechos humanos, género, migración y políticas públicas. Partici-
pante del Grupo de Trabajo de Infancias y Juventudes de CLACSO y del
Grupo de Investigación en Pedagogías Críticas y Educación Popular de
la UCA. Actualmente, se desempeña como investigadora educativa del
Instituto Nacional de Formación Docente en El Salvador.
[ 172 ]
Primera impresión, INFOD, 2019
Tendencias y desafíos de la investigación educativa
Esta edición consta de 1,200 ejemplares,
enero de 2019
[ 173 ]