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ARTERIVIRIDAE

Los arterivirus, anteriormente clasificados como miembros de la familia Togaviridae,


han sido asignados recientemente a la familia arteriviridae. Su organización
genómica y su modo de replicación son similares a los de los miembros de la familia
coronaviridae y junto con esa familia constituyen el orden Nidovirales. En la familia
arteriviridae solamente existe un género, el arterivirus.
El nombre el genero deriva de la enfermedad denominada arteritis equina, causada
por la especie tipo. Los arterivirus son esféricos, tienen un diámetro de 40 a 60 nm
y poseen una envuelta lipídica con unas estructuras superficiales con forma de
anillo. La nucleocápside icosaédrica contiene una molécula de RNA monocatenario
lineal. La replicación tiene lugar en el citoplasma de las células infectadas. Los
arterivirus, que son relativamente frágiles, son sensibles al calor, los valores de pH
balos, los solventes lipídicos, detergentes, radiación UV y muchos desinfectantes.
PUNTOS CLAVE
Virus de RNA monocatenario, de tamaño medio y con envuelta
Simetría icosaédrica
Replicación en el citoplasma de los macrófagos y las células endoteliales
Causan la arteritis vírica equina EAV y el síndrome respiratorio y reproductivo
porcino PRRS
ARTERITIS VIRICA EQUINA EAV
Aunque la infección por el virus arteritis equina (EAV) está presente en todo el
mundo, los brotes de la enfermedad clínica son comparativamente raros. Sus
principales características clínicas son la infección del aparato respiratorio superior,
edema ventral y los abortos. Se ha comprobado la existencia de diferencias
biológicas y genéticas entre aislados del EAV pero su variación antigénica es
limitada. Solamente se reconoce un serotipo del virus.

Epidemiologia
Son sensibles a la infección los caballos, asnos y mulos.
El porcentaje de animales seropositivos es superior entre los animales trotones de
raza standarbred que entre los Thoroughdreb. No está claro si esas diferencias son
un reflejo de su distinta sensibilidad o bien obedecen a un diferente grado de
exposición como resultado del manejo al que se les somete. Aunque la infección es
prevalente en algunas poblaciones equinas, los brotes de la enfermedad son
esporádicos. En los últimos años ha aumentado la frecuencia de los brotes
confirmados de arteritis viral equina. Entre los factores que pueden contribuir a ese
incremento se encuentra el mayor movimiento internacional de caballos, el empleo
mas generalizado de la inseminación artificial y el mayor conocimiento sobre la
enfermedad.
Durante la FASE AGUDA de la infección, el virus se disemina de forma primaria a
través de aerosoles del aparato respiratorio. El virus también se excreta con las
heces, orina y secreciones vaginales. El contacto estrecho facilita la diseminación
de la infección. El virus suele eliminarse de yeguas a potros castrados en el plazo
de 1 a 2 meses, pero puede persistir cerca del 35% de los sementales infectados.
Los sementales portadores son asintomáticos y excretan el virus de forma continua
en su semen. Mas del 80% de las yeguas cubiertas por sementales portadores
pueden resultar infectadas. La infección persiste, que no afecta a la fertilidad de los
sementales, parece ser dependiente de la testosterona. Las yeguas infectadas de
forma venérea pueden trasmitir el virus horizontalmente a los animales sensibles en
contacto con ellas. Cuando se infectan las yeguas gestantes puede producirse el
aborto o la infección del potro.
Patogénesis y lesiones
Tras la trasmisión mediante aerosoles, el virus se replica en los macrófagos
pulmonares, posteriormente se disemina hasta los ganglios linfáticos bronquiales y
se produce la viremia. Las lesiones, resultantes de la infección de las células
endoteliales y de una arteritis necrótica extensa, consisten en edema, congestión y
hemorragias en diversos tejidos. Los fetos abortados suelen presentar autolisis,
pero raramente muestran lesiones características.
Signos clínicos
Periodo de incubación varia desde 3 a 14 días. Muchas infecciones son subclínicas.
La enfermedad tiende a ser mas grave en los animales jóvenes y muy viejos, así
como en aquellos sometidos a un estrés. Los animales afectados presentan, fiebre.
Anorexia depresión, conjuntivitis, rinitis y marchas envarada. El edema, que suele
ser manifiesto, puede afectar a los parpados, la zona ventral del abdomen y las
extremidades, especialmente las traseras. Con frecuencia aparecen lesiones del
tipo de la urticaria en la piel del cuello. Se ha descrito un proceso respiratorio agudo
y generalmente mortal en los potros. Los síntomas clínicos de los asnos son
similares a los de los caballos, aunque por lo general son mas leves. Los animales
que se recuperan suelen quedar inmunes durante varios años.
Diagnostico
Debido a que la arteritis equina se parece a numerosas enfermedades equinas en
cuanto a sus manifestaciones clínicas, su diagnostico definitivo requiere una
confirmación laboratorial. Se han publicado las técnicas de análisis aceptadas
internacionalmente.

El aislamiento del virus se realiza en líneas celulares adecuadas como las células
del riñón de conejo o caballo. Las muestras apropiadas para los procedimientos de
aislamiento vírico son los escobillones de nasaforaingeo y conjuntiva, el tejido de la
placenta, y los tejidos y fluidos fetales.
El RNA del virus se puede detectar en el semen y otras muestras empleando PCR
transcriptasa inversa.
Pueden remitirse muestras de sangre de las fases aguda y de convalencia para su
análisis serológico. Se han utilizado diversas técnicas serológicas. Entre ellas la
neutralización vírica, la fijación del complemento, la inmunofluorescencia indirecta,
la inmunodifusión en gel de agar y el ELISA. La técnica de neutralización vírica,
considera sensible y muy específica, es la más utilizada.
Los sementales portadores pueden identificarse mediante análisis serológico. Si
son seropositivos, se intenta llevar a cabo el aislamiento del virus a partir de su
semen. La fracción rica en células del semen es apropiada para intentar el
aislamiento del virus. De otra forma, los animales portadores pueden ser cruzados
con yeguas seropositivas que son vigiladas para detectar su seroconversión
Tx
En los casos graves está indicado un tratamiento sintomático. El estado de portador
en los sementales no se puede corregir mediante quimioterapia
Control
Los sementales infectados de forma persistente deben ser identificados y su
actividad reproductiva limitada a yeguas seropositivas o vacunadas. Con el fin de
reducir el riesgo de que los potros se conviertan en portadores, se recomienda su
vacunación a los seis a doce meses de edad. Se dispone de los tipos de vacunas:
Una vacuna viva modificada adaptada en cultivo celular que induce una buena
protección frente a la enfermedad clínica pero no frente a la infección. El empleo de
esta vacuna está contraindicado en las yeguas gestantes y en los potros de menos
de 6 semanas de edad.
Una vacuna inactivada a base de virus completo y con adyuvante considera segura
para las yeguas gestantes pero que requiere inyección de recuerdo a intervalos de
6 a 12 meses.

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