El matrimonio es perpetuo por su misma naturaleza de ahí que idealmente sólo
debe disolverse con la muerte de uno de los cónyuges. Esa perpetuidad esencial del vínculo no sólo la exigen las finalidades mismas de la unión del hombre y la mujer, sino también de la sociedad en general, puesto que el matrimonio es la base más importante de la familia, puesto que los fines del matrimonio, solo pueden cumplirse en uniones duraderas y no en uniones pasajeras. La Corriente del Divorcio-Sanción: Lo considera como una sanción para el cónyuge que ha trasgredido en forma grave, intencional e injustificada, sus deberes conyugales. Es por esa razón que sólo el cónyuge inocente es quien puede demandar el divorcio y nunca lo puede hacer el culpable. Cuando el cónyuge inocente se dirige al juez y demanda el divorcio, solicita que aplique una sanción al cónyuge culpable a través de la declaración de divorcio y cuando el juez declara con lugar la demanda lo que hace es aplicar al cónyuge, como castigo, la disolución del matrimonio. La Corriente del Divorcio-Remedio: El Divorcio se considera como una solución al problema que representa la subsistencia de un matrimonio cuando el vínculo se ha hecho intolerable, es decir, el vínculo se ha roto a pesar de que este subsistía independientemente de que esa situación pueda imputársele a alguno de los cónyuges
Características Generales del Divorcio y de la Separación de Cuerpos.
Son Materias de Orden Público: Tanto el Divorcio y la Separación de Cuerpos comprometen y afectan gravemente la estabilidad y la normalidad del matrimonio, que el Estado debe proteger. El legislador ha reconocido y reglamentado dichas instituciones porque las estima beneficiosas dentro de la situación excepcional para la cual han sido previstas y organizadas Requieren Intervención Judicial: El divorcio y la separación de cuerpos únicamente pueden resultar de una sentencia o de un decreto dictados por la respectiva autoridad judicial. Proceden por Causas Taxativamente Determinadas: La autoridad judicial competente solo puede declarar el divorcio o la separación de cuerpos, cuando se ha demandado o solicitado uno u otra en base a alguna de las causales consagradas al efecto y de manera taxativa por el CCV.
El Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, realizó interpretación constitucional del
artículo 185 del Código Civil y estableció, con carácter vinculante, que las causales de divorcio contenidas en dicha norma no son taxativas, por lo cual cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por aquellas previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en común, en los términos señalados en la sentencia N° 446 dictada por la Sala Constitucional el 15 de mayo de 2014, incluyéndose el mutuo consentimiento. Recordó el Alto Tribunal que el artículo 185 del Código Civil contiene un conjunto de causas que permiten a uno de los cónyuges demandar el divorcio fundamentado en alguna causal de ley, sobre la base de que aquel cónyuge contra quien se ejerce la demanda haya incurrido en los supuestos enumerados, con lo que se presume el incumplimiento de uno o varios de los deberes conyugales que la institución matrimonial comporta. La interpretación doctrinaria y jurisprudencial de esta norma legal ha considerado que la enumeración de las causales es de carácter taxativo, es decir, que no se admite invocar un motivo distinto a los expresamente previstos en la norma.