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Caminar del arte a la antropología.

Notas del taller Experimentación con


materias primas y herramientas poco usuales para la escultura en piedra. Realizado en
Machetla. Hidalgo.

Joaquín Arteaga Sánchez


Experiencias escultoricas en Machetla, Huejutla se presentó dentro del marco del
XI simposio de artes visuales ¿Cómo se produce el arte? Perspectiva, herramientas,
materiales y espacios para la producción artística en el contexto local y Global;
durante la segunda semana internacional de las artes: Perspectivas artísticas en el
contexto de la globalización. Llevada a cabo del 26 al 29 de septiembre de 2017 en
las instalaciones del instituto de artes.
El taller experimentó formal, técnica y conceptualmente la escultura en Piedra, que
se elabora en el IA de la UAEH, buscando un espacio de coincidencia de disciplinas
afines, pero escasamente conjugadas entre sí: por una parte la Antropología,
arqueología y las Artes Visuales, específicamente el campo de la Escultura en
Piedra.
Los objetos de estudio desde ambas perspectivas eran, inicialmente, las piezas
escultóricas conocidas como “yugos” “Hachas” “Palmas” “Candados” arqueológicos
Durante una semana del mes de julio en el 2017, se llevó a cabo una investigación
de campo en Machetla estado de Hidalgo, a cargo de la Doctora Ma. Enriqueta
Manzo Olguín Antropóloga, y el profesor Gabriel Téllez Márquez, también
participamos seis alumnos de la carrera en artes visuales cinco de nosotros del área
de escultura y un compañero del área de fotografía, encargado por supuesto, de
documentar fotográficamente nuestra expedición.
La metodología aplicada fue Investigación documental y videográfica; observación
sistemática de piezas museográficas (Museo Nacional de Antropología, Museo
comunitario de Yahualica); observación participante y práctica en dos comunidades
de artesanos de implementos de molienda de origen prehispánico. Y en la segunda
etapa se trabajó con los artesanos de la comunidad de Machetla.
La localidad de Machetla se sitúa a 30 minutos caminando de Tehuetlan en el
municipio Huejutla de Reyes en el estado de Hidalgo, es una pequeña población de
la huasteca hidalguense cuya importancia para nuestra investigación se centra en
que justo en esta población se siguen fabricando metates y molcajetes que en su
manufactura, herramientas y materiales empleados, son de gran similitud con las
características de las piezas escultóricas prehispánicas antes mencionadas.
Fue en esta segunda etapa en que todos nos dimos cuenta de lo valioso del
proyecto como generador de conocimientos y más importante aún como trayecto.
El nuevo conocimiento comenzó con aprender a observar las variaciones
geográficas: el suelo, la flora y la fauna de las regiones que atravesamos, porque
no existe otra forma de atravesarla: a pie.
Durante cinco días caminamos de Tehuetlan a Machetla y viceversa.
Caminamos leyendo los estratos de la Sierra Alta, la fauna de la Barranca de
Meztitlán y por supuesto disfrutando la comida de la Huasteca: Bocoles, Xala y
aguardiente. Seguimos caminando y llegamos a Casa del Señor Baron, artesano de
47 años que durante 3 generaciones ha guardado todas las herramientas con las
que ha trabajado, no son tantas si consideramos que una barreta comercial que le
sirve de trepano la ha usado durante 10 años. Su hijo no vive con él estudia en la
capital.
Las construcciones en Machetla son sustentables, con cultivos domésticos y es
común ver patos, guajolotes y gallinas en el patio.
Para la extracción de piedra las familias de artesanos se organizan y viajan a 30
min al cerro de San francisco donde recogen basalto para trabajar, ahí utilizan
dinamita como método de extracción.
Nos cuenta el Sr Barón que entre 1970 y 1980 vendía en: Queretaro, San Luis
Potosi, Huejutla y Tamazunchale.
Caminando también nos encontramos en medio de un aguacero y con la llegada de
Nuestro Señor Jesucristo a la Iglesia de San Francisco donde la misa solo se
escuchó en Náhuatl.
Cuando concluyo la excursión el 30 de junio nos encontramos con derrumbes,
debido al aguacero de un día anterior en la carretera Huejutla y Tampico. Una vez
en Pachuca redactamos un informe de actividades y conclusiones del proyecto.
Desde entonces he estado recordando a Thoreau escritor y naturalista que conocía
el arte de caminar, y que por cierto no era un gran viajero la mayoría de sus viajes
eran cerca de su casa, caminaba de tres a cinco horas diario.
“Son muchos los que caminan para ir lejos y contar lo que han visto allá los
encuentros necesariamente fabulosos, los aconteciemientos forzosamente épicos,
los paisajes siempre sublimes, los alimentos evidentemente extraños. Todo son
hazañas…Caminar es una cuestión no solo de verdad, sino también de realidad.
Caminar es experimentar lo real. No la realidad como pura exterioridad física ni
como aquello que le importa a un sujeto, sino la realidad como lo que resiste:
principio de solidez. De resistencia. Caminar es experimentarlo a cada paso: la tierra
resiste. A cada paso, todo el peso de mi cuerpo encuentra apoyo y rebota, toma
impulso.”

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