INTRODUCTION: BOUNDED RATIONALITY OF ECONOMIC MAN: NEW
FRONTIERS IN EVOLUTIONARY PSYCHOLOGY AND BIOECONOMICS
El estudio del hombre económico, exige una trasversalidad capaz de propender
a todos los aspectos de su entorno como lo son la ecología, el entorno social y el entorno institucional, el mayor bienestar o la menor penalización relacionada a la maximización de beneficios individuales, este comportamiento exige suponer la limitación de recursos considerando los efectos posibles de interdisciplinaridad de ciencias como son la económica, la bioeconomía, la psicología y demás.
Para los modelos neoclásicos de la economía, lo que ahora se llama hombre
económico, es el equivalente a agente económico, esto por la falta de racionalidad que presenta su pensamiento, limitando la información de su sistema al negar la usanza de variables imprescindibles en el estudio actual, como el impacto en los diferentes entornos anteriormente mencionados. A demás de la carente capacidad tecnológica en aspectos estratégicos y computacionales, lo que dificulta una toma de decisiones óptima.
Es a raíz de este paradigma que la economía moderna busca asemejar su
estructura al comportamiento humano; a partir de esto, comienzan a surgir hacia la década de los 80’s publicaciones referentes a lo que Herbert A. Simón denominó “racionalidad limitada”, la cual define que el proceso de decisión de un individuo posee limitaciones cognoscitivas, exponía que las personas aunque son conscientes son irracionales porque aun teniendo la información proveniente del sistema y pertinente para los análisis, no poseen los conocimientos o la capacidad que permita alcanzar un cálculo del nivel pertinente para la ideal adaptación, es decir no existe lo que en la teoría de economía clásica se denomina “perfecta racionalidad.
Este articulo: “Introduction: Bounded Rationality of Economic Man: New Frontiers
in Evolutionary Psychology and Bioeconomics”, expone diferentes autores y muestra sus diferentes puntos de vista respecto a la teoría económica clásica. No obstante, para abarcar por completo la comprensión de la racionalidad del hombre económico, se hace una descomposición donde se analizan cinco cuestiones sobre esta.
Para la primera de ellas se tiene como premisa que el comportamiento del
individuo esta influido por el comportamiento y nivel social que este tenga, pues, al discutir la individualidad y el máximo valor esperado (Cooper y Kaplan, 1982), esto se relaciona directamente con la supervivencia de grupo; esto siguiendo un comportamiento genético, el ser egoísta o altruista está condicionado por la genética y esto indirectamente generará un impacto (William Hamilton de “selección de parentesco”) asociado con el tamaño de la población y estandarizará el modelo económico. También se analiza una denominada “tolerancia al engaño”, directamente proporcional al rango social (Fiddick & Cummins) llegando a introducir en el inconsciente la satisfacción de ser tratado de manera justa independientemente de que sea realidad o no. Otras de las cuestiones tratadas es el comportamiento del consumo asociada a las actividades tendenciales que presentan los individuos, al participar en un entorno evaluativo (McFadden, 1999) a diferencia de los modelos económicos neoclásicos en donde se presume que los comportamientos están dados exclusivamente por los costos presentes. Esta se relaciona con las diferentes corrientes de moda o tendencias que se dan en los grupos sociales o poblaciones, determinando la demanda ante la incertidumbre y la novedad, ignorando información que también influye en la toma de decisiones.
Para concluir, se trata a la economía como un conjunto de conductas dirigidas a
objetivos individuales, aun no se ha logado dar el cambio a una economía de régimen moderno que pueda replicar conductas dirigidas a objetivos, lo cual permitirá discernir los comportamientos no esbozados que no permiten tener claridad en el estudio de los sistemas económicos de los entornos actuales y la minimización de las derivaciones negativas que se puedan desencadenar.
BIBLIOGRAFIA
Xiao-Tian (2001) Journal of Bioeconomics. Introduction: Bounded Racionality of