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Mendel cruzó dos plantas de guisantes , cruzó una variedad de planta que
producía semillas amarillas con otra que producía semillas verdes; estas plantas
forman la llamada generación parental (P).
El resultado de este cruze fueron todo guisantes amarillos, repitió los cruces con
otras plantas de guisante distintos en otros caracteres y el resultado era el mismo,
se producía un carácter de los dos en la generación filial. Al carácter que aparecía
le llamo carácter dominante y al que no, carácter recesivo.
Despues quiso comprobar si las dos primeras leyes creadas a partir de los
anteriores experimentos eran validas al cruzar plantas con dos o mas
caracteres diferentes mezclando guisantes verdes y lisos con guisantes amarillos
y rugosos.
Hembra triple X
El síndrome triple X, XXX o de la superhembra es una aneuploidía cromosómica o cambio
numérico de los cromosomas que se presenta en mujeres que poseen un cromosoma
X extra. Se trata de individuos femeninos con órganos sexuales
atrofiados, fertilidad limitada y coeficiente intelectual normal. Su incidencia es de
aproximadamente 1 de cada 1.500 niñas. Los padres o las niñas afectadas probablemente
no lleguen a darse cuenta de la presencia de esta enfermedad, a menos que se sometan a
los exámenes médicos pertinentes.
Las niñas y mujeres que tienen el síndrome XXX tienen tres cromosomas X en lugar de dos,
que es lo habitual. Este cambio de cromosomas se escribe "47, (XXX)". Esto significa que
hay 47 cromosomas en lugar de 46. El cromosoma X extra se obtuvo durante la formación
del espermatozoide o del óvulo antes de su unión para formar el embrión, o durante el
desarrollo temprano del embrión poco después de la fecundación. Este cromosoma extra
no puede ser eliminado nunca; el cambio en el cromosoma que causa el síndrome de la
superhembra no puede ser revertido.
Síntomas y signos
Las recién nacidas y las niñas con 47, (XXX) se parecen a otras niñas de su edad. Suelen ser
más altas que el resto de las niñas en su familia y pueden tener menos coordinación.
De todas las condiciones de cromosomas del sexo, este síndrome es uno de los que se
asocian más con problemas mentales y de comportamiento. Una probabilidad alta de
tener problemas en el lenguaje y en el habla pueden causar retrasos en las habilidades
sociales y de aprendizaje. Por consiguiente, estas niñas suelen necesitar ayuda adicional
para tener éxito en la escuela.
En un pequeño estudio llevado a cabo en once niñas que fueron diagnosticadas con el
síndrome XXX al nacer y que mantuvieron un seguimiento para ver cómo se desarrollaban,
se descubrió que menos de la mitad se graduaron de la secundaria y también la mitad
quedaba embarazada. Aunque estas niñas tenían amigos en la escuela, tendían a
comportarse con menos madurez que otros niños de su edad. No les gustaba participar en
las actividades en grupo y tenían más tendencia que sus hermanas a sufrir depresiones.
De este pequeño grupo que fue estudiado, una de ellas asistió a la universidad.
El síndrome del triple X es generalmente ocasionado por una malformación de un óvulo o
un espermatozoide, o por un error en las primeras etapas de desarrollo del embrión.
Muchas mujeres presentan pocos síntomas o no presentan ninguno.
En la mayoría de los casos, no se necesita un tratamiento específico. Las personas que
padecen retrasos en el desarrollo y dificultades de aprendizaje pueden necesitar
intervenciones, como la psicoterapia.
Trisomía 18
El síndrome de Edwards o trisomia 18 es una enfermedad cromosómica rara caracterizada
por la presencia de un cromosoma adicional en el par 18. La trisomía del cromosoma 18
fue descrita por Edwards y Patau en 1960. Su frecuencia se estima entre 1 de cada 6000 a
1 de cada 13000 nacidos vivos. Afecta a niños de todas las razas encontrándose en
cualquier zona geográfica. Es una entidad que aparece con mucha mayor frecuencia entre
las mujeres que entre los hombres.
Aunque se han descrito numerosos trastornos cromosómicos pocos frecuentes que
afectan a un cromosoma entero o a un segmento de un cromosoma, muchos de ellos solo
se han visto en fetos que han abortado de forma espontánea o afectan a segmentos
cromosómicos relativamente cortos. Solo hay tres trastornos cromosómicos (no en
mosaicos) bien definidos, compatibles con la supervivencia postnatal y que consistan en
una trisomía de todo un autosoma: la trisomía 21 (síndrome de Down) la trisomía 18
(síndrome de Edwards) y trisomía 13.
Cada una de estas trisomías autosómicas esta asociada con retraso del crecimiento,
retraso mental y múltiples anomalías congénitas. Sin embargo, cada una de ellas tiene un
fenotipo claramente distinguible.
Las anomalías del desarrollo características de cualquier estado trisomico están
determinadas por la dosis extra de los genes presentes en el cromosoma adicional. Hasta
el momento el conocimiento de la relación entre el cromosoma extra y las anomalías
derivadas es muy limitado. No obstante, recientes investigaciones están empezando a
mostrar que determinados genes del cromosoma extra, que afectan de manera directa e
indirecta a la modulación de varios aspectos del desarrollo, son responsables de rasgos
específicos del fenotipo anormal. De forma más general podemos decir que cualquier
desequilibrio cromosómico, tanto de ganancia como de perdida de genes, tendrá un
efecto fenotipito determinado por la dosis de los genes incluidos en el segmento
cromosómico extra perdido.
Es un síndrome polimalformativo, consecuencia de un imbalance cromosómico debido a la
existencia de tres cromosomas 18, apareciendo en todos o en gran parte del cromosoma
18. El 95 % de los casos corresponden a trisomías completas producto de no-disyunción.
No se ha identificado una región cromosómica única, crítica, responsable del síndrome.
Alteraciones del paciente con Síndrome de Edwards
Las anomalías bucofaciales en el síndrome de Edwards, las observamos junto a anomalías
craneofaciales. Dentro de las que se destacan:
Boca pequeña, micrognatia, hipoplasia mandibular.
Paladar ojival, (paladar en forma de bóveda).
Labio y paladar hendido (cierre incompleto de la bóveda del paladar).
Cuello corto.
Microcefalia (cabeza pequeña), con occipucio prominente y diámetro bi-frontal
estrecho, fontanelas amplias.
Orejas displásicas de implantación baja.
Defectos oculares presentando: catarata, coloboma de iris, opacidad - corneal,
microftalmia, fisuras palpebrales cortas.
Trisomía d
El síndrome de Patau, también conocido como trisomía en el par 13, trisomía
D o síndrome de Bartholin-Patau, es una enfermedad genética que resulta de la presencia
de un cromosoma 13 suplementario.
Este síndrome es la trisomía reportada menos frecuente en la especie humana. Fue
observado por primera vez por Thomas Bartholin en 1657,1 pero no fue hasta 1960
cuando la descubrió el Dr. Klaus Patau.2 Los afectados por dicho síndrome mueren poco
tiempo después de nacer, la mayoría a los 3 meses o 5 meses, y como mucho llegan al
año. Se cree que entre el 80-90% de los fetos con el síndrome no llegan a término. Los
fetos afectados de trisomía 13 presentan anomalías múltiples que pueden ser detectadas
antenatalmente por medio de la ecografía, el diagnóstico se confirma a través
de amniocentesis o vellosidades
La mayoría de los casos de síndrome de Patau se deben a una trisomía del cromosoma 13
(consecuencia de una no disyunción meiótica, principalmente en el gameto materno).
Aproximadamente un 20% de casos se deben a translocaciones, siendo la t(13q14) la más
frecuente. Sólo un 5% de dichas translocaciones es heredada de uno de los progenitores.
En el caso de la translocación, aunque los padres estén sanos tienen posibilidad de pasar
la enfermedad a su descendencia. Los mosaicos representan el 5% de los casos de trisomía
13.3
Gráfica en la que se muestra el aumento del riesgo de tener un hijo con síndrome de
Patau con la edad de la madre.
La prevalencia de la trisomía 13 es de aproximadamente 1:12.000 nacidos vivos.3 Cuanto
mayor sea, más probabilidad tiene de engendrar un hijo que presente dicho síndrome. El
riesgo de recurrencia (de tener un segundo hijo con síndrome de Patau) es bastante baja -
en el caso de que ningún padre presente la translocación, la probabilidad es menor al 1%
(lo cual resulta incluso menor que el riesgo de recurrencia del síndrome de Down).
El feto presenta un retraso en el desarrollo y uno o varios de los siguientes signos:
Anomalías en el sistema nervioso
o Discapacidad mental
o Dilatación de la bifurcación ventricular
o Alargamiento del surco posterior
Anomalías cardíacas
o Comunicación interventricular
o Displasia valvular
o Tetralogía de Fallot
Anomalías de miembros
o Polidactilia
o Pie valgo
Anomalías en abdomen
o Onfalocele
o Extrofia vesical
Hipotonía muscular
Anomalías de la cara
o Labio leporino / paladar hendido
El tratamiento de los síntomas casi siempre es personalizado. Se basa, sobre todo, en el
tratamiento de las anomalías físicas que presenta el niño al nacer. Aun así, los recién
nacidos con la trisomía 13 suelen precisar de asistencia médica desde el mismo momento
de su nacimiento, ya que en 2 de cada 3 casos obtienen puntuaciones inferiores a 7 en el
test de Apgar al primer minuto, descendiendo a los cinco minutos de vida. Debido a que
las anomalías cardiacas representan la causa principal de mortalidad en los pacientes con
síndrome de Patau (no suelen pasar las semanas de vida), existe un dilema ético sobre si la
reparación quirúrgica de dicho sistema está indicada, teniendo en cuenta el pésimo
pronóstico del cuadro desde el punto de vista físico e intelectual. Los padres deben, por su
parte, conocer determinados cuidados que tendrán que llevar a cabo en los hijos con el
síndrome, ya que pueden ser de importancia vital para la supervivencia de los mismos. 3
Pronóstico
Como se ha citado anteriormente, los recién nacidos con síndrome de Patau no suelen
pasar los primeros días y/o semanas de vida, ya que presentan numerosas alteraciones
graves. De entre éstos, más del 80% de los niños Patau mueren en su primer año de vida. 4
La supervivencia de los casos con translocación es superior a la de la trisomía regular. 3 Los
que sobreviven tienen graves problemas físicos y cognitivos. En caso de mosaicos el
cuadro malformativo suele ser menos grave y el pronóstico es mejor.3
El cromosoma Filadelfia
también llamado translocación Filadelfia, es una anormalidad genética asociada a
la leucemia mieloide crónica (LMC)
El fenómeno fue descubierto y descrito en 1960 por los científicos de Filadelfia Peter
Nowell, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania y David Hungerford del
instituto Fox Chase Cancer Center, siéndole asignado el nombre de la ciudad donde se
ubican ambos centros de investigación.
En 1973, Janet Rowley identificó en la Universidad de Chicago la translocación genética
como el origen de la anormalidad.
Anomalía del cromosoma 22 en la que este recibe una parte del cromosoma 9. En la
leucemia mielógena crónica y la leucemia linfocítica aguda, con frecuencia se encuentran
células de la médula ósea que contienen el cromosoma Filadelfia.
Cromosoma Filadelfia. Una sección del cromosoma 9 y una sección del cromosoma 22 se
rompen e intercambian lugares. El gen BCR-ABL se forma en el cromosoma 22 donde se
une a la sección del cromosoma 9. El cromosoma 22 alterado se llama cromosoma
Filadelfia.