Hemos pensado ¿qué pasará si se agota el agua? El agua es un elemento esencial
para la sobrevivencia de los seres vivos, y fundamental para el desarrollo económico, social y ambiental. Durante los últimos años, se han suscitado diferentes conflictos por el acceso al uso del agua, ya que es indispensable para el crecimiento fenológico de los cultivos agrícolas, es decir, las etapas por las que pasan las plantas a lo largo de un período desde la siembra hasta la cosecha, así como el abastecimiento de agua para la crianza de ganado y el desarrollo de procesos industriales, los cuales suceden en la zona media de las cuencas. La población que habita las zonas marino costeras del país de Guatemala, son quienes sufren más drásticamente las consecuencias por el inadecuado uso del agua. Ya que el agua que corre sobre los ríos de las cuencas que desembocan en la vertiente del Litoral Pacífico, son retenidas y desviadas en la parte media de las cuencas, para el riego de cultivos agrícolas, riego de pastizales y desarrollo de procesos industriales, obteniendo como resultado la reducción del caudal del agua que desemboca sobre los esteros, lagunas y el Océano Pacífico, incrementando los niveles de salinidad de los esteros, y por consiguiente la salinización de los pozos ubicados en el sector playa del Pacífico de Guatemala. El estado natural de los ecosistemas se encuentra alterado por la retención del recurso hídrico y por la carga de contaminantes que se vierten a lo largo de los ríos sobre la parte alta y media de las cuencas. De igual forma, los residuos y desechos sólidos tampoco son tratados, en vez de esto existen botaderos y basureros clandestinos a las orillas de los ríos. Como consecuencia, se incrementa la carga de contaminantes y son arrastradas moléculas de agroquímicos a los cuerpos de agua, lo que ha provocado la muerte de peces en algunas épocas del año. Según el Perfil Ambiental de Guatemala 2010 – 2012, del IARNA-URL, indica que, en el año 2009, al menos catorce ríos principales y cuatro lagos presentaron altos porcentajes de contaminantes físicos, materia orgánica, microorganismos, contaminantes tóxicos y materiales cancerígenos, lo que implica riesgos importantes por usar esas aguas para consumo humano y riego. De acuerdo al informe final de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (Segeplan 2018) indica que para el año 2014, el 76.3 por ciento de la población guatemalteca contaba con acceso a fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable. Para el año 2030, se espera lograr el acceso universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todas y todos, de acuerdo a lo planteado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En específico, el Objetivo de Desarrollo número 6, Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todas y todos, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua contaminada y aumentar su reciclaje. El agua es de vital importancia para la sobrevivencia de la humanidad, y todos deseamos contar con acceso al servicio de agua de calidad en nuestras viviendas. Es necesario que sumemos esfuerzos a nivel institucional y de ciudadanía para hacer una mejor administración del recurso hídrico. Además, debemos tomar mayor conciencia por el buen manejo y uso del agua, porque el Planeta y nosotros mismos: las Personas, día a día pedimos que el agua no se agote. En Guatemala, el 75% de la población tiene acceso a agua potable domiciliar y de ellos el 90% se ubica en el área urbana y el 60% en el área rural, la mayoría indígena en condiciones de pobreza. Sin embargo, según advierte Servicios para el Desarrollo (SER), organización que trabaja con Farmamundi, esta cobertura no garantiza la permanencia del servicio por las limitadas capacidades locales para la gestión del abastecimiento de agua, además, no siempre se obtiene agua de buena calidad. En el Día Mundial del Agua, las dos organizaciones que desarrollan esta línea en el país reclaman una mejor distribución del abastecimiento y una mejora de las condiciones de salubridad. En este sentido, uno de los datos más alarmantes que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) reporta y del que SER se hace eco es que “más del 90% de las fuentes de agua tienen contaminación bacteriológica, incluso residuos fecales provocando enfermedades diarreicas”, según informa Fabián Gonón, Director General de SER. “Pese a que el estado guatemalteco ha ratificado la declaración de las Naciones Unidas que establece el agua potable como un derecho humano, la atención que presta al problema no es integral”, explica Gonón que recuerda que en el país “no se cuenta con una Ley Nacional de Aguas, ni con un ente regulador, lo que impide al Estado garantizar el derecho humano al agua. En vez de ello, nos encontramos con una serie de normas dispersas, sujetas a diferentes interpretaciones”. Como consecuencia, en su mayoría, las aguas residuales no son tratadas y los municipios descargan sus residuos directamente a los ríos y lagos, aumentando de forma alarmante la contaminación hídrica, causante de enfermedades gastrointestinales, de la piel y de transmisión por agua, como la hepatitis, las principales causas de la morbimortalidad, especialmente infantil. El agua es un recurso natural esencial para mantener la vida en el planeta, imprescindible para el desarrollo de las sociedades. En el caso de Guatemala, los indicadores de manejo de los recursos hídricos muestran resultados negativos; las prácticas de utilización han sido extractivas y no de conservación, situación que no permite la sostenibilidad del recurso. La demanda sobre el líquido vital se ha incrementado, factores tales como el crecimiento poblacional, el cambio climático y la mala gestión del recurso han contribuido a su agotamiento y contaminación. “el derecho del agua es un asunto de ética y moral, un compromiso que no se debe postergar y que debemos actuar rápidamente, ya que las nuevas generaciones nos van a hacer la pregunta de por qué no hicimos nada”. El país adolece de enormes carencias en materia de suministro de agua potable. Según un estudio citado por el CIEN en su reporte 2011-2021, solo el 47.9 por ciento de la población en el área rural y el 87.3 por ciento en la urbana, cuentan con ese servicio. En cuanto a la calidad del agua, Guatemala está considerado entre los países con menor nivel de tratamiento de aguas residuales, ya que se estima que solo el cinco por ciento es tratado. En cuanto al suministro de agua, los gobiernos centrales y municipales han carecido de una visión de largo plazo. El último proyecto importante de introducción de agua a la ciudad capital –Xayá-Pixcayá–, que provee el 40 por ciento de la demanda del área, data del año 1978. Desarrollos como este son necesarios, sin embargo, el costo de los mismos es tan elevado, que solo con la participación conjunta del gobierno central, municipalidades y alianzas público-privadas se pueden lograr. El continuar con la recurrente política de perforación de pozos, no resuelve el problema de fondo, pues el agotamiento de las aguas subterráneas será irreversible. Lo paradójico en Guatemala es que, a pesar de disponer de grandes fuentes de recursos hídricos, no somos capaces de suministrarlos a toda la población en la cantidad y calidad necesarias. La degradación del medioambiente es evidente, la contaminación de las cuencas, ríos y cuerpos de agua es alarmante; los lagos de Amatitlán y Atitlán desfallecen como consecuencia de ello. Por tanto, se hace indispensable contar con instrumentos regulatorios que velen por el derecho al acceso y uso del agua así como de un marco legal que procure el saneamiento y reutilización del recurso a fin de preservarlo. Esto no puede esperar el calentamiento global amenaza con elevar la temperatura del planeta, y causar sequías más frecuentes e intensas, que reducirán la disponibilidad de agua. No cuidar los recursos naturales podría conllevar impactos impredecibles en la sociedad en cuanto a conflictos sociales e ingobernabilidad en las naciones. Un pueblo puede vivir sin paz, pero no sin agua. Ese es el tema y hay que abordarlo. Acceso al agua El suministro de agua potable y saneamiento el sector en Guatemala está caracterizado por servicio poco disponible e inconsistente, especialmente en áreas rurales; asignación poco claro de responsabilidades de administración; y poco o ningún control y monitoreo de provisión de servicio. En 2015, a alrededor de un millón de personas les faltaban acceso de a agua "mejorada" y a 6 millones les faltaban acceso a saneamiento "mejorado". En Guatemala, 93% de la población total tenía acceso a agua mejorada, 98% de la población urbana y 87% de la población rural. En cuanto a saneamiento, 64% de la población total, 78% y 49%, urbano y rural respectivamente, tenían acceso a saneamiento "mejorado".34 Según la Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento, acceso a servicios de agua y saneamiento ha sido aumentando lentemente en Guatemala. En 1990, 81% de la población total tenían acceso a fuentes de agua mejorada, mientras en 2004, 90% de la población tenían acceso. Disponibilidad de servicios de saneamiento también ha aumentado, de 62% de la población total habiendo acceso a saneamiento adecuado en 1990, a 86% con acceso en 2004. El gobierno de Guatemala estima que la población con acceso a servicios de agua está creciendo a una tasa de al menos 100,001 personas cada año Datos exactos y fiables sobre la cobertura en áreas rurales no está disponible. Estadísticas contradictorias sobre los porcentajes de la población que utilizan fuentes mejoradas de agua potable hacen dificultades en la evaluación de la seriedad del problema. A pesar de que los datos por encima muestran que acceso a agua y servicios de saneamiento en áreas rurales y urbanas es bastante alto en Guatemala, el Sistema Nacional de Informacion de Agua y Saneamiento (SAS), el cual recoge y mantiene información sobre agua y saneamiento en comunidades rurales, publicó informes en 2002 indicando que sólo 53% de casas (se supone que este estadistica refiere a casas en áreas rurales debido al foco rural de SAS) tenían acceso a servicios de agua.7 El SAS considera como accesibles los servicios que están menos de 1 kilómetro de una casa y que al menos 20 litros de agua son disponibles a cada persona todos los días. Mientras que 24,000 comunidades rurales existen en Guatemala, SAS sólo ha recogido datos de 36% de estas, haciéndolo difícil de determinar el número real de individuales que carecen de servicios. Acceso a agua en áreas urbanas es irregular, porque 80% de sistemas urbana de agua funcionan para una media de 12 horas todos los días.8 En 2000, 25% del agua en sistemas urbanas estaba desinfectada, y sólo 1% de todas las aguas sucias recogidos habían sido tratadas. Calidad de servicios El sector de agua y saneamiento en Guatemala está caracterizado por “cobertura baja, servicios de calidad pobre, y maquinas e instalaciones que están d deteriorando,” relacionados a una necesidad para inversiones aumentadas en infraestructuras básicas. Crecimiento de población, expansión agrícola, servicios desigualmente distribuidos, y fuentes contaminados han contribuido a la falta de acceso a cantidades adecuadas de agua limpia por parte de los de ciudadanos. Política Hay una multitud de entidades de gobierno implicadas en asuntos de agua y saneamiento y ninguno de ellos ha sido asignado una función clara de liderazgo en el sector. El Ministerio de Salud, el Instituto de Fomento Municipal (INFOM), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la Secretaría de Planificación y Programación (Segeplán) en la oficina del Presidente tienen funciones, sin embargo no bien definidas, en la determinación de políticas y estrategias para agua y saneamiento, así como para administración de recursos hidrológicos.11 INFOM, creado en 1957, es una institución pública descentralizada cuya misión es apoyar municipios a través de la provisión de asistencia administrativa, financiera, y técnica.12 En 1997 el Acuerdo Gubernativo 376-97 dio a INFOM la responsabilidad de dirigir los aspectos políticos y estratégicos del sector de agua y saneamiento en Guatemala. En el mismo año, la Unidad Ejectora del Programa de Acueductos Rurales (UNEPAR) y el Proyecto de Agua Potable y Saneamiento del Altiplano (PAYSA), programas para agua y saneamiento rural que anteriormente habían sido bajo el Ministerio de Salud, fueron puestos bajo la administración de INFOM. A pesar de que UNEPAR ha sido puesto debajo de INFOM, ella continúa tener financiación separada del presupuesto nacional así como el Banco de Desarrollo alemán KfW. UNEPAR también dirige la base de datos de SAS. Un Comité Permanente de Coordinación de Agua y Saneamiento (COPECAS) fue creado en 1985 por el Acuerdo Gubernativo 10036-85 para coordinar el trabajo de todas las agencias públicas en el sector de agua y saneamiento sector, pero es inactivo.13 La Organización Panamericana de la Salud (PAHO) sostiene el comité.14 No hay ninguna ley que concede a todas las personas el derecho a agua potable límpia en Guatemala. Control El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) es legalmente responsable para controlar la calidad de agua potable en un nivel nacional. Proporcionan servicios de prueba de la calidad de agua para operadores privados y públicos. El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), junto con INFOM, es oficialmente responsable para el control medioambiental en el sector hidrológico y de saneamiento. Aun así, realmente no hay administración medioambiental eficaz en el sector. El control económico en el sector es prácticamente inexistente. Los aranceles para provisión de servicio están determinados por políticas, y no hay ninguna organización qué monitorea a proveedores para detectar abusos del sistema. 15 Provisión de servicios Según la ley la provisión de servicios es una responsabilidad de municipios. Artículo 253 de la Constitución de la República de Guatemala da a los 332 municipios del país la responsabilidad de utilizar sus recursos para proporcionar servicios públicos.16 En 2002 el Código Municipal publicó como Acuerdo Gubernativo 12- 2002 confirmó la responsabilidad legal de municipios para entregar servicios públicos, incluyendo servicios de agua y de saneamiento, a todos que viven en áreas urbanas y rurales. Los municipios experimentan dificultades a la hora de proporcionar servicios a áreas urbanas y especialmente rurales, debido a una carencia de recursos. En realidad, por tanto, unas variedades de entidades públicas, comunales y privadas proporcionan servicios junto a los municipios. Provisión directa de servicios municipales Los servicios de agua y saneamiento pueden ser proporcionados directamente por un municipio solo o a través de un grupo de municipios quiénes están organizados para proporcionar los servicios juntos (“mancomunidades”). Compañías municipales El Municipio de Ciudad de Guatemala creó la Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA) en 1972 para dirigir los servicios de agua y alcantarillado de la Ciudad de Guatemala. Hoy es el proveedor de agua municipal más grande en el país. XELAGUA dirige los suministros de agua en Quetzaltenango, segunda ciudad más grande de Guatemala. Provisión de agua en cantidades grandes a la Ciudad de Guatemala La Unidad Ejecutora del Acueducto Nacional Xayá-Pixcayá, dirigido por el Ministerio de Comunicaciones Públicas, Transporte y Trabajo, administra, opera, y mantiene el Acueducto Nacional qué suministra agua en cantidades grandes a la Ciudad de Guatemala. Operadores privados locales en Ciudad de Guatemala Varias compañías independientes distribuyen agua potable por camiones cisternas y a través de redes privadas a comunidades rurales y urbanas, sirviendo al menos 32% de la Ciudad de Guatemala sólo.17 La Compañía Nacional de Agua de Mariscal es el más grande y más viejo de estas compañías, proporcionando servicios a aproximadamente 14% de la población de la Ciudad de Guatemala. Organizaciones comunitarias Las comunidades mismas, a través de comités de agua (Comités administradores de agua potable, o CAAP), proporcionan servicios en áreas rurales. Comités de agua están considerados como operadores privados y están regulado por el Código Civil. Los comités están elegidos por los miembros de la comunidad y son responsables para la colección de aranceles y la operación y mantenimiento del sistema. Está escrito en Artículo 122 de la Constitución que toda tierra dentro de un radio de 50 metros de una fuente de agua está poseída por el gobierno de Guatemala. Las comunidades y otros operadores privados tienen que comprar la tierra y los derechos de agua para una fuente de agua antes de desarrollar un sistema nuevo. Asistencia a organizaciones comunitarias Proveer asistencia a proveedores de servicios basados en comunidades es una función clave en el sector del agua y saneamiento. En Guatemala esta función no es claramente asignado a una institución de gobierno. INFOM, a través de UNEPAR (ve encima debajo política), proporciona esta función. Además, muchos ONGs también apoyan organizaciones comunitarias. Uno de ellos es Servicios para el Desarrollo (SER), una ONG local dedicado enteramente a asuntos de agua y saneamiento a través de su programa "Agua para todos". Creado en 1996, SER incluye entre sus rangos a 14 profesionales de varias disciplinas, dedicados al apoyo de comunidades en encontrando soluciones sostenibles, integrados, y asequibles para el abastecimiento de agua y servicios de saneamiento. También intenta levantar la concienciación de la sociedad civil y del estado sobre agua y saneamiento, y emprende investigaciones y documentación para enfrentar sistemáticamente experiencias en el sector. Otro es Agua del Pueblo (AdP) . Fundado en 1972 en San Lucas Toliman, AdP ha construido más de 700 proyectos rurales de agua potable. El Estado de Misuri incorporó el organización sin ánimo de lucro Agua del Pueblo-EE.UU. en 1973. En ese tiempo el estado de Misuri sólo permitía empresas con nombres en inglés. Agua del Pueblo-EE.UU. es también conocido como People's Consultants (Asesores de la Gente).18 Finalmente los fundadores de Agua del Pueblo se incorporaron en guatemala: "Associacion para Agua del Pueblo" AdP ahora tiene su sede en Quezaltenango con oficinas en Coban, Alta Vera Paz y Poptun, El Petén. AdP usa agua como medios al objetivo definitivo de desarrollo rural.19 Además, varias ONGs de inspiración regligiosa, como Water For Life International ("Agua Para La Vida"; vea en los enlaces externos), ha sido activamente construyendo aljibes de agua fresca, proporcionando servicios de saneamiento y educando la población rural sobre higiene y salud. La mayoría de estos grupos tiene ubicaciones tanto en Guatemala y en los EE.UU. La mayoría también aceptan los voluntarios interesados en ayudar a los pobres de Guatemala para superar la carencia de agua y proporcionan maneras en uno puede involucrarse. Inversión En 2005 inversiones en agua y saneamiento estuvo solamente en EE.UU. $14 millones o aproximadamente EE.UU.$1 per cápita, uno de los niveles más bajos en Latinoamérica. En 1999 las inversiones habían sido mucho más altos. La OMS les estimó en Quetzales 285.8 millones (EE.UU.$37.1).22 Esto representó aproximadamente 0.2% del Producto Interno Bruto y 1.5% de los gastos de gobierno total para 1999. Los gastos por el gobierno central aumentó dramáticamente en el sector, de solamente EE.UU. $6.07 millones gastados en 1995 a EE.UU.$56.13 millones gastados en 1998. Inversiones en el sector quedaban a gran distancia detrás de los otros sectores en 1998, especialmente cuándo se toma en cuenta las pequeñas inversiones hechas anteriormenteen en agua y saneamiento. Por ejemplo, los gastos en cada uno de los sectores de Educación, Cultura y Deportes; Transporte; Defensa y Seguridad; y Trabajo y Provisión Social, superó el del sector para Agua y Saneamiento por una media de 900%. La inversión patrocinada por el gobierno se canaliza a través de varias organizaciones, incluyendo INFOM y UNEPAR, el Ministerio de Salud, el Fondo de Inversión Social (FIS), y el Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ). La carencia de la cohesión entre estas organizaciones prohíbe el crecimiento y progreso coordinado del sector de agua y saneamiento. Varios ONGs directamente ayudan a comunidades, especialmente en áreas rurales. Financiación Una proporción grande de la financiación para agua y saneamiento proviene de donantes extranjeros. Comunidades y gobiernos locales, aun así, también hacen contribuciones significativas en la forma de trabajo no calificado, materiales locales, y contribuciones de dinero en efectivo. Por ejemplo, bajo el programa "Agua, fuente de paz" iniciado en 1992, las comunidades contribuyeron 35% y gobiernos locales y otros inversionistas locales 25% de los gastos del proyecto, con solamente 40% financiados por donantes. El programa apoyaba a 800 comunidades rurales, centrando en aquellos en pobreza extrema http://www.gt.undp.org/content/guatemala/es/home/ourperspective/ourperspective articles/2017/03/22/acceso-al-agua-indispensable-para-el-bienestar.html http://www.gt.undp.org/content/guatemala/es/home/blog/2018/07/11/acceso-al- agua--indispensable-para-el-bienestar.html https://es.wikipedia.org/wiki/Agua_potable_y_saneamiento_en_Guatemala https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/27/agua-recurso-vital/ https://coordinadoraongd.org/2014/03/mas-del-90-de-las-fuentes-de-agua-en- guatemala-tienen-contaminacion-bacteriologica/ http://iies.usac.edu.gt/assets/bolet%C3%ADn-no.-08-agosto-2017.pdf