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Olga Patricia López Soto1, Jorge Eduardo Acebedo Vallejo2, Luz Dary Joya
Rodríguez3, Adriana Marcela López Macías4
Resumen
Abstract
Introducción
Una de los factores más importantes para el éxito de las restauraciones con
resina compuesta depende directamente de su grado de polimerización y
consecuentemente de la intensidad de la salida de luz de las unidades de
curado. Una intensidad de luz suficiente, una correcta longitud de onda (400 a
520 nanómetros) y un tiempo adecuado de curado son variables críticas para
lograr una polimerización completa. Si cualquiera de estas variables es
inadecuada, los materiales sólo quedan polimerizados parcialmente (1). Este
curado parcial aumenta la absorción de agua, la solubilidad y disminuye la
dureza lo que puede ocasionar una falla grave del material (2).
Las unidades LEDs producen una longitud de onda de 400 a 500 nm, que está
cerca del pico de absorción de la canforoquinona (9). La luz halógena, tienen un
espectro pleno de longitud de onda, utiliza filtros para remover las longitudes
de onda inactivas a la canforoquinona, usando sólo el 1% de la energía
producida. Estas unidades pueden generar altas temperaturas que degradan
sus componentes con el tiempo, dando a la luz una vida útil de 100 horas
aproximadamente(10).
Algunos estudios, han demostrado que comparadas con la luz halógena, las
LEDS presentan resultados similares o inferiores influyendo en las propiedades
de la resina compuesta de fotocurado (11). Ambas unidades de fotocurado
producen un grado de conversión similar y de microdureza, cuando la resina no
tiene un grosor mayor a 1 mm y la distancia de la luz no es mas de 3mm a la
superficie de la resina compuesta(12).
Materiales y Métodos
Resultados
De las 64 lámparas que fueron objeto del estudio, 77% eran del tipo luz
halógena, el 32,8 % pertenecían a la casa comercial Indufen, 14,1% a
Fendental, 47% a la Caulk, 47%, a la SDI y 14,1% no registraban ninguna
marca comercial.
Discusión
El adecuado curado de las resinas compuestas es fundamental para su buen
desempeño clínico. El fotoiniciador utilizado en la mayoría de las resinas se
activa con una longitud de onda de 400 a 515 nanómetros, siendo la cifra de
470 nanómetros el pico de absorción del iniciador más comúnmente utilizado
(14). La luz de fotocurado debe tener suficiente energía para ser efectiva, en un
rango de 400 a 515 para activar con efectividad el incremento de resina que
será irradiado. La luz también debe ser capaz de generar suficiente densidad de
energía o intensidad, para curar a través del grosor del incremento (15). Las
investigaciones han mostrado que una intensidad de luz de 300mW/cm2 puede
polimerizar la mayoría de los matices de resinas compuestas si se utiliza el
tiempo apropiado de curado (15) . En este trabajo el 39% de las lámparas de
fotocurado no cumplieron con esta intensidad mínima de salida y no deberían
utilizarse debido a que su comportamiento clínico sería inadecuado (1).
Conclusiones
La potencia de las lámparas L.E.D. oscila entre los 1000-1400 mW/cm2 , a pesar de que sólo se
necesita 300-400 mW/cm2 para lograr una buena polimerización.(6) Debido a su alta potencia
los fabricantes aseguran que, en comparación con una lámpara halógena convencional, las
lámparas L.E.D. logran una mayor polimerización de las resinas compuestas con un menor
tiempo de exposición lumínica.(6) Sin embargo, se postula que una polimerización demasiado
brusca podría derivar en un mayor stress de polimerización que se traduciría en un material
más frágil y por lo mismo en una disminución de la resistencia mecánica de las resinas
compuestas.