Ateísmo no le toca probar que no: es a mí que me toca probar que existe".
Y
by Rodrigo Borja 14 julio, 2018 in Enciclopedia
Es la negación de la existencia de dios. No es la simple ignorancia
de dios sino el rechazo o la negación deliberados y conscientes de
la idea misma de su existencia.
El primer ateo de que se tienen noticias históricas fue el filósofo
presocrático Anaxágoras de Clazomene (480-450 a.C.), quien fue
condenado a muerte en Atenas por su ateísmo y tuvo que huir
hacia Lampsaco, donde se dejó morir de hambre. Afirmó que el Sol
no era un dios sino una piedra incandescente y que la Luna era una
roca procedente de la Tierra que reflejaba la luz del Sol.
El poeta Diágoras de Melos (465-410 a.C.) también se declaró ateo
porque veía negada la existencia de dios por las perversidades del
mundo y las injusticias que quedaban impunes.
En el curso de los siglos hubo muchos pensadores, filósofos y
científicos que se declararon ateos, a pesar de los peligros que esta
declaración acarreaba. Uno de ellos, el científico y librepensador
italiano Lucilio Vanini (1585-1619) fue arrestado en Toulouse bajo
la acusación de herejía, arrancado la lengua y quemado en la
hoguera. Ese fue el precio que, por su descreimiento, le cobró la
Iglesia Católica.
El ateísmo cundió en los círculos intelectuales y científicos de
Europa a partir de los descubrimientos de la segunda mitad del
siglo XVII y principios del XVIII, especialmente el descubrimiento
de la ley de la gravitación universalpor Isaac Newton —que
establece que la fuerza que ejerce una partícula puntual con
masa m1 sobre otra con masa m2es directamente proporcional al
producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado
de la distancia que las separa— y de los demás descubrimientos
del científico inglés en los ámbitos de las matemáticas, cálculo
diferencial e integral, Física, Astronomía, Química y otros campos
en los cuales operó su revolución científica, que tuvo impactos
demoledores contra la teología. El parlamentario y escritor inglés
John Redwood, citado por Peter Watson en su libro“Ideas. Historia
intelectual de la humanidad” (2009), escribe que en aquel tiempo
las librerías europeas empezaron a“rebosar de panfletos, folletos
y periódicos dedicados a la amenaza atea”.
Los ateos franceses eran mecanicistas generalmente. Creían que
el universo y el hombre eran aparatos mecánicos. El filósofo y
médico francés Julien de La Mettrie (1709-1751), en su libro “El
hombre, una máquina”, realizó un amplio análisis del universo y el
hombre desde la perspectiva mecanicista y concluyó que no había
espacio para un dios. Y Paul Henry Thiry, barón de Holbach (1723-
1789) —ciudadano alemán afincado en París, que colaboró con
Diderot en la Enciclopedia francesa— afirmó que el concepto de
dios y de lo sobrenatural no pasaban de ser invenciones del
cerebro humano. Dijo que fue el hombre primitivo, incapaz de
explicarse los fenómenos de la naturaleza, quien forjó esas
ilusiones.
La argumentación central del ateísmo es la que esgrime el escritor
colombiano Fernando Vallejo en su libro "La Puta de Babilonia"
(2007): "Aquí estoy sosteniendo dos cosas: que Cristo no existió y
que Dios no existe. El que pretenda lo contrario lo tiene que probar,
la carga de la prueba le corresponde al que afirma. Yo puedo
afirmar que existe una montaña de diamante en Marte. Y a usted
1
agrega: "Dios es una explicación necia que no explica nada pues es
tan difícil imaginar la eternidad suya como la de la materia".
El filósofo francés André Comte-Sponville, en su obra “El alma del
ateísmo” (2006), exhibe como uno de sus argumentos para no
creer en dios la existencia amplia, desmesurada y atroz del mal en
el mundo, que “proporciona una fuerte razón para ser ateo”. E
invoca al respecto el testimonio del escritor latino Lactancio
referido a Epicuro:
“O bien Dios quiere eliminar el mal y no puede, o puede eliminarlo
y no quiere, o ni lo quiere ni puede, o lo quiere y lo puede. Si quiere
y no puede, es impotente, lo que no es adecuado a Dios. Si puede y
no quiere, es malvado, idea que es extraña a Dios. Si no puede ni
quiere, es a la vez impotente y malvado, y por tanto no es Dios. Si
quiere y puede, algo que sólo está al alcance de Dios, ¿de dónde
procede entonces el mal, o por qué Dios no lo suprime?”
Es la vieja y elemental reflexión sobre cómo un ser eterno,
omnisciente, todopoderoso, libérrimo e infinitamente bueno pudo
crear un mundo tan cruel, despiadado y caótico, en el que
campean la enfermedad, el dolor, el egoísmo, la injusticia, la
barbarie y la violencia en todas las especies vivientes, y en que los
terremotos, tsunamis, huracanes, tornados, sequías,
inundaciones, erupciones volcánicas y otros desarreglos naturales
matan, hieren y torturan a los seres vivos desde mucho antes de
que apareciera el homo sapiens sobre la faz de la Tierra.
Y si al hombre pudiese culpar del caos y violencia en la naturaleza,
habría que considerar que él no es más que una defectuosa
artesanía, cuyos actos debieron ser previstos por su creador.
Sostiene el filósofo francés que “existen demasiados horrores en
este mundo, demasiados sufrimientos, demasiadas injusticias —y
demasiado poca felicidad— para que la idea de que haya sido
creado por un Dios todopoderoso e infinitamente bueno me
parezca aceptable”.
Es un mundo montado sobre el sufrimiento. La sobrevivencia de
unas especies es a costa del dolor y la muerte de otras. Para poder
subsistir unos miembros de la escala zoológica devoran a otros
mientras son devorados por los más fuertes, en acatamiento de la
ley implacable de que “el pez grande se come al chico”. La vida de
unas especies se alimenta de la muerte de otras. Esa es la ley que
rige y ha regido la cadena alimentaria a lo largo de millones de años
en nuestro planeta. Y, en cuanto al hombre, desde que éste
apareció sobre la Tierra —feroz animal depredador— se alimentó
diariamente del dolor y muerte de muchas otras especies y de la
destrucción de la naturaleza. Las cosas siempre estuvieron dadas
así. El orden natural determina la eliminación de los más débiles
en un proceso que Darwin habría de calificar como “selección
natural” de las especies.
El pesimismo de Comte-Sponville va más más lejos.
Dice: “mientras más conozco a los seres humanos menos puedo
creer en Dios”. Declara que no tiene “una idea demasiado elevada
de la humanidad en general” ni de sí mismo, en particular, como
para imaginar que Dios sea la causa tanto de esta especie como de
este individuo. Rechaza la afirmación del Génesis de que “Dios
creó al hombre a su imagen y semejanza”. Escribe: “Que el hombre
descienda del mono me parece mucho más concebible, mucho más
sugerente y mucho más parecido. Darwin, maestro de un mejor entendimiento de la existencia de la vida”. Sostuvo
misericordia.” Y concluye que "creer en Dios es un pecado de que “la ciencia usa la evidencia para descubrir la verdad del
orgullo. Sería atribuirse una gran causa para un efecto tan universo” mientras que las religiones “nos enseñan a quedar
pequeño. El ateísmo, al contrario, es una forma de humildad. satisfechos con lo que no entendemos”. De esta manera, las
Somos hijos de la tierra (humus, de donde procede “humildad”) y religiones “cortan de raíz todo intento de entender el universo y
esto se nota…” proporcionan respuestas fáciles respecto de su existencia —
atribuyendo el cosmos a un hacedor— y así eluden ulteriores
El filósofo galo declara, con no poco candor, que preferiría que la
preocupaciones sobre el problema”.Concluyó que los avances de la
divinidad fuera cierta y exclama: "¡si soy ateo es porque preferiría
ciencia han llevado al hombre a “emanciparse de aquel impulso de
que Dios existiese!”
atribuir esas cosas a un creador”.
Como consecuencia del rechazo a la idea de dios,
Su oponente respondió: “Mi fe en Dios y en Cristo como hijo de
el ateísmo considera que las religiones no solamente son cosas
Dios no es una ilusión. Ella es racional y está basada en la
tontas sino también peligrosas porque invaden el ámbito de lo
evidencia. Parte de esa evidencia es objetiva, parte viene de la
público, fracturan las sociedades y siembran fanatismo,
ciencia, parte viene de la historia y parte es subjetiva y procede de
intolerancia y violencia.
la experiencia”. Con el argumento de que “la ciencia se levantó
El ateísmo ha tenido manifestaciones filosóficas y políticas muy sobre una base teísta”, Lennox trató de destruir la afirmación de
importantes en diferentes épocas históricas, en sus luchas contra Dawkins de que hay antinomia entre ciencia y religión.
los prejuicios religiosos, las tendencias teocráticas, el afán de
El científico inglés, hablando sobre el viejo tema de quién creó al
establecer una religión de Estado y los apetitos de poder de ciertos
creador, afirmó que hasta la presente fecha la ciencia no tiene
sectores del clero. Tomó mucha fuerza con la actitud mental y el
respuesta acerca del origen del universo, aunque el darwinismo
pensamiento racionalista del hombre del Renacimiento, ávido de
explica cómo se originó y se desarrolló la vida. “En este sentido,
buscar la verdad y de desgarrar todo dogma, y más tarde con el
bien puede decirse que la cosmología está esperando su
movimiento filosófico y cultural del siglo XVIII que se denominó
Darwin”, afirmó Dawkins.
la Ilustración.
Lennox respondió que “a Dios no se le ha creado porque es
Los filósofos de la Ilustración afirmaron, con arrogancia, la verdad
eterno” y que “judíos ni musulmanes ni cristianos podrían creer en
humana contra la divina y anhelaron, al decir del más joven de los
un Dios creado” porque, entonces, no sería dios. Y, valiéndose de
enciclopedistas franceses, Marie-Jean Condorcet (1743-1779), el
una referencia de orden personal, pretendió rebatir la afirmación
advenimiento de una época en que todos los hombres fueran
de que la existencia de dios no puede ser científicamente probada:
libres y no reconocieran otro amo que su propia razón.
dijo que “Dawkins creía que su esposa le amaba, a pesar de que
Es válida, sin embargo, la crítica que el <agnosticismo hace tanto ese hecho no es probable científicamente”.
al ateísmo como al >deísmo: la inteligencia humana, por sus
Según Dawkins, el pensamiento religioso cae siempre en “la
limitaciones y carencias, no está autorizada para afirmar ni negar
tentación de tomar la fácil idea de un Creador y decir que él movió
la existencia de dios. Resulta tan arbitrario sostener la una tesis
las “perillas” del universo y del big bang en la forma correcta” para
como la otra. Hay que tener conciencia de que las limitaciones del
generar el cosmos y la vida.
cerebro humano y la menguada experiencia vital del hombre sobre
la Tierra, como individuo y como especie, no le permiten Y, en lo que a los valores éticos se refiere, el etólogo británico
aventurarse en afirmaciones metafísicas sobre lo absoluto. sostuvo que “las personas son capaces de discernir entre lo que
está bien o lo que está mal sin necesidad de acudir a la Biblia”. Si
Como una variante del ateísmo está el enteísmo, que es la teoría
la gente toma su moralidad de la Biblia o el Corán su moralidad
filosófica que no reconoce otra existencia de dios que la que le da
será horrible y despreciable. “Tanto si actúas por temor de dios
el pensamiento o la imaginación del hombre.
como si tratas de absorberlo, ninguna de las dos actitudes es
El científico, escritor y humanista inglés Richard Dawkins, profesor noble”.
de la Universidad de Oxford y autor de varios libros científicos,
Ciertas creencias, como la de la vida después de la muerte, se
entre ellos “El gen egoísta” (1976), “El fenotipo extendido” (1982)
esparcen porque son atractivas, sostuvo Dawkins.“A la gente le
y “The god delusion” (2006), proclama y defiende el ateísmo como
desagrada la idea de morir y prefiere la idea de que sobrevivirá a
posición filosófica frente al mundo y a la vida. Con su cientificismo
su muerte”, dijo. Y agregó: “Si un ser querido muere, es alentador
irreligioso sostiene que la fe es ciega y exige al hombre
sentir que está en alguna parte interesándose por uno y que algún
conformarse con el desconocimiento, mientras que la ciencia se
día lo volveremos a ver”.Estas creencias son parte del consuelo que
basa en evidencias, a partir de las cuales desentraña el universo y
dan las religiones y por eso se las acepta. “Pero lo alentador no es
sus realidades.
necesariamente cierto”, razonó el pensador inglés, “y es una
Dawkins, en un debate sobre la existencia de dios contra el especie de cobardía intelectual decir: debemos dejar que la gente
pensador y cristiano John Lennox del Whitefield Institute de se revuelque en sus ilusiones porque eso le consuela”.
Oxford, el 3 de octubre del 2007 en la Universidad de Birmingham,
A lo cual replicó Lennox que el ateísmo es una ilusión o engaño: “Si
Alabama, expresó que “no hay una buena razón para creer en un
no hubiera resurrección —como afirman los ateos— los terroristas
creador sobrenatural” y que “las explicaciones religiosas acerca de
y fanáticos se fueran sin castigo”.
cómo se formó el mundo —como el creacionismo— son limitadas
y anticuadas, especialmente hoy en que la ciencia moderna ofrece
2
El debate dejó en claro la irreductible contradicción entre
creyentes y no creyentes.
En concepto de Dawkins, las sociedades impregnadas por la
religión son terriblemente discriminatorias. En la Inglaterra
actual —se quejó en el canal 4 de TV de Londres en enero del
2006— “es imposible ser elegible para un cargo público si se es
ateo”. Es una sociedad injusta que obliga a los ateos a ocultar su
posición filosófica. Y las cosas son peores en los Estados Unidos.
Allí un ciudadano ateo no es elegible para función pública alguna.
La gente se ha acostumbrado a la idea de que la religión debe estar
al margen de toda crítica y cuando un ateo no observa esa línea de
conducta es tachado de “arrogante”,
“iracundo” o “intolerante”, afirmó Dawkins.
“La fe religiosa es un subproducto de la tendencia infantil de creer
lo que nos dicen nuestros padres”. Los cerebros de los
niños “nacen con una regla empírica: cree lo que te dicen tus
padres”. Los niños, dice Dawkins, reciben consejos de sus
padres: no te metas en el fuego, adora a los dioses de la tribu. Y el
cerebro infantil está preprogramado para creer y obedecer lo que
los padres digan.
En su libro “Unweaving the Rainbow”, escrito a finales de los años
90 del siglo XX como respuesta a la imputación que se le hacía de
que su visión del mundo era fría y desolada, Dawkins escribió: “La
vida es preciosa. Nunca tendremos otra. Es ésta. No la
desperdicien. Abran sus ojos. Abran sus oídos. Atesoren las
experiencias que tengan y no pierdan su tiempo preocupándose
sobre una futura, inexistente, vida después de la muerte. Procuren
hacer ahora el mayor bien posible a los demás”.
Dawkins pidió a sus herederos que estas palabras, que están al
comienzo de su libro, se leyesen en su funeral.
Afirma el novelista y ensayista mexicano Jorge Volpi, en un artículo
publicado en el 2007, que “la tradición atea ha sido
sistemáticamente oscurecida en la historia intelectual por los
poderes religiosos que han gobernado —y aún gobiernan— al
mundo”. El pensamiento de todos quienes no se sometieron a los
dioses de su tiempo ha sido colocado en lugares secundarios de la
historia de las ideas. Según Volpi, después de la tradición de La
Mettrie, Helvetius, Sylvain Maréchal y el Barón d’Holbach, hubo
que esperar el “terremoto desatado por la tríada infernal del siglo
XIX: Darwin, Marx y Nietzsche, para que el ateísmo recuperara un
lugar preponderante en el pensamiento occidental”.
satisfactoriamente. Hoy como ayer, ante las dificultades actuales,
las religiones ofrecen una vida maravillosa cuando llegue la hora
del fin del mundo. Pero mientras eso ocurra, desprecian la vida
terrena, justifican el sufrimiento y legitiman la violencia, “desde la
Inquisición hasta el terrorismo islámico”.
Hitchens define a la religión como "el enemigo más viejo de la
humanidad”. Afirma que la filosofía, la ciencia y el sentido común
han descalificado sus argumentos. Las evidencias científicas han
probado que las afirmaciones religiosas sobre la existencia de dios,
el origen del mundo, la curación de las enfermedades o los
desastres naturales son falsas, de falsedad absoluta. La filología
demuestra el plagio de los textos sagrados entre las religiones y su
inconsistencia. Dice que los teólogos intentan vanamente
reconciliar textos primitivos y míticos con evidencias científicas
que, pese a todos sus esfuerzos por encubrirlas, han resultado
inocultables. Coincide con Richard Dawkins en que “las religiones
se conforman con no investigar y proclamar una interpretación
inamovible”. Un texto de Bertrand Russel —que cita
Hitchens— sostiene que ellas han perdido en los últimos
cuatrocientos años todas sus batallas contra la astronomía, la
geología, la física, la medicina, la anatomía, la fisiología, la biología
y las demás ciencias. Y añade Hitchens que la historia enseña la
responsabilidad de las religiones en las guerras, los genocidios, las
persecuciones de grupos minoritarios, la represión sexual, la
discriminación de la mujer y la sofocación de la libertad de
pensamiento y de expresión.
"The Portable Atheist. Essencial Readings for the Non-Believer" es
una recopilación de textos escritos por 47 autores —filósofos,
poetas, novelistas y científicos— a lo largo dos mil años. Contiene
la evolución del pensamiento ateísta en la historia. Empieza con un
texto de Thomas Hobbes referente a que el miedo y la ignorancia
hicieron que los hombres inventaran los dioses. Defiende el
derecho a pensar en forma diferente y rinde homenaje a quienes
lo defendieron cuando eso estaba prohibido. Hitchens dice que la
historia de las persecuciones es muy dilatada: desde Lucrecio en la
Antigüedad hasta Salman Rushdie y Ayaan Hirsi Ali, condenados a
muerte por el fundamentalismo islámico en nuestros días. Critica
a quienes adoran a un dios omnipotente, omnisciente,
omnipresente y bondadoso, que sin embargo castiga a los
inocentes, prohíbe el pecado, pero lo posibilita, está celoso de
otros dioses, ha escogido un solo pueblo entre todos los que ha
creado.

Sostiene que la forma radical de ignorancia y de negación de la

razón, que es la fe, ha llevado a sacerdotes, pastores, imanes,
rabinos y demás agentes religiosos a la megalomanía colectiva de
considerarnos el centro del universo, en el que todo está dispuesto
en función de nosotros.

En su “The Portable Atheist” (2007) —que contiene una antología

de textos contra las religiones que abarca dos mil años de historia:
desde Lucrecio hasta Ayaan Hirsi Ali— el filósofo británico
Christopher Hitchens, estadounidense por nacionalización,
sostiene que las religiones —todas ellas— se alimentan del miedo
y la ignorancia de los grupos primitivos a los fenómenos de la
naturaleza que no sabían explicar. Afirma que allí surgieron las
verdades reveladas, inmóviles y obligatorias que pretendían una
explicación mítica de fenómenos naturales que la ciencia analiza
3
 EL FANATISMO RELIGIOSO DESDE UNA
PERSPECTIVA PSICOLÓGICA
7 ENERO, 2015 ~ PSIC. ALBERTO BARRADAS
El fanatismo supone una adhesión incondicional a una causa. Una
persona que defiende con tenacidad desmedida sus creencias u
opiniones
La religión como concepto indica ligar, reunir, agrupar en base a
una creencia divina u sobrenatural principios morales específicos
En consecuencia y basado en los conceptos anteriores, el fanático
religioso tiene un apasionamiento desmedido por su creencia
Esa creencia en el fanático religioso lo ciega por completo y lo
coloca a sufrir una distorsión cognitiva llamada “filtraje”
El filtraje es una distorsión cognitiva que consiste en que el
individuo solo abstrae un aspecto del conjunto y olvida todo el
contexto
Un ejemplo de filtraje seria: Alguien pasa todo el día tocando
temas serios y en un momento hace un chiste. Quien sufre de
filtraje dirá que es un payaso
En términos psicológicos podríamos empezar diciendo que el
fanático religioso en base a lo expuesto anteriormente sufre de
filtraje
El fanático religioso abstrae lo que para él es la verdad verdadera
de su fuente de creencias y asume que el resto está equivocado
Para elaborar otro aspecto del fanático religioso debemos
remontarnos el término paranoia. Paso a explicar
La paranoia es una idea fija(delirante) que hace que el individuo
sienta que está en peligro y se atenta contra él. El fanático religioso
es propenso
Debido a la necesidad compulsiva de defender sus creencias, el
fanático religioso odia todo aquello que atente contra ella
(paranoia)
Ahora estamos manejando 2 conceptos importantes: filtraje y
paranoia. En el fanático religioso eso hace metástasis en su
personalidad
Al pensar que todo en lo cree es verdad (filtraje) y asumir que debe
defenderlo contra todo (paranoia), el fanático religioso se vuelve
peligroso
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¿Todo fanático religioso es peligroso? No. Pero dependiendo de
sus controles personales y limites conductuales, si puede llegar a
serlo
Ahora bien, cuando hablamos del fanático religioso debemos
también incluir un tercer concepto: obsesión. Paso a explicar
La obsesión es una idea fija sobre algo, incluso no queriendo no
tener esa idea (compulsión). El fanático religioso es un obsesivo
Cuando unimos la paranoia (todo atenta contra mí) y la obsesión
(pienso solo en eso), el fanático religioso puede convertirse en
mortal
En la obsesión del fanático religioso las ideas fijas de salvación,
pecado, virtud, verdad y sacrificio son fundamentales y lo
estructuran fijamente
Cualquier cosa que atente contra las ideas fijas referidas
anteriormente, hará que el fanático religioso prenda sus alarmas
Uniendo paranoia, filtraje y obsesión en una misma persona
(fanático religioso), podemos declarar que es una personalidad
enferma
La salvación es puesta a prueba si cometes pecado. En esa simple
frase el fanático religioso puede estructurar toda su patología.
Paso a explicar
La salvación (puesta como un todo es filtraje), es puesta a prueba
(idea fija ansiosa), si cometes pecado (foco paranoico)
Es por lo antes explicado que el fanático religioso siempre verá
peligro en cualquiera que atente contra su patrón de
pensamientos
Un dibujo, una sátira, incluso un comentario, puede activar la
triada (filtraje, paranoia, obsesión) en el fanático religioso
¿Toda persona religiosa es fanática? No. De hecho, el
fundamentalismo no es mayoría en el mundo, pero si muy
peligroso
¿Una persona fanática religiosa se puede volver psicótica? Si. De
hecho, si a la triada le incluimos un foco delirante, ya tendríamos
una psicosis
¿Un psicópata puede ser fanático religioso? Sin duda, de hecho, la
religión le sirve al psicópata para su megalomanía de sentirse
ungido y poderoso
En conclusión: el fanatismo religioso no es un diagnostico
psicopatológico pero los síntomas que conlleva, implican un claro
trastorno de personalidad
En caso que estés sufriendo debido a tus creencias religiosas,
puedes asistir a psicoterapia conmigo. Puedes comunicarte vía
correo a infopsicovivir@gmail.com (atendemos dentro y fuera
de Venezuela a través de Skype). Más información en el menú
de páginas