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FASCITIS PLANTAR

Definición

La fascitis plantar consiste en la inflamación de la fascia plantar, una banda de


tejido elástico que se extiende desde el calcáneo hasta la zona metatarsal,
situada delante de los dedos. Esta estructura tiene una función esencial en el
caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco
plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta
contra el suelo. Además, se encarga de proteger los metatarsianos evitando un
exceso de flexión de los dedos.

Tambien podemos decir La fascia plantar es una estructura plana, gruesa y


fibrosa situada en la planta del pie que se extiende en cada paso que damos.
Se origina en el hueso del talón y se inserta en todos los dedos.

La fascitis plantar es la condición más común de dolor en el talón. Esta


situación ocurre cuando el ligamento fibroso de la fascia plantar (en la planta
del pie) provoca desgarros en los tejidos, y ésto produce dolor e inflamación.

A menudo ocurre después de estar largos períodos de tiempo en reposo,


mucho tiempo de pie, exceso de ejercicio o actividad con calzado no adecuado
para la actividad que estamos realizando, calcetines no adecuados para el
calzado que llevamos…etc.

Pueden ser varias las sensaciones cuando padecemos fascitis, por ejemplo:
sentir que estamos caminando por un lecho de cristales, sobre un camino de
fuego o incluso dolor plantar al ponernos el zapato.

Las causas de la fascitis plantar son muy variadas, desde:

El uso de calzado inapropiado para la actividad que vamos a desarrollar. Esto


es, si voy a caminar mas de “X” minutos, por terreno montañoso, o a mucha
velocidad, tendré que ponerme el calzado que más se adapte.

Un esguince mal curado, el dolor al apoyar el pie en el suelo hace que


cambiemos la forma de apoyarlo y por tanto, puede producir cambios en la
pisada.

La falta de información sobre cuándo y cómo estirar los músculos de las


piernas, ya que por exceso o defecto de ejercicio, nuestra musculatura puede
verse afectada,

La sobrecarga muscular, que puede producir contracturas y acortamientos


musculares, haciendo que nuestra fascia trabaje más de lo normal y curse con
estrés en la planta del pie.

Además, la fascitis plantar lleva consigo un número importante de problemas


asociados, como por ejemplo un cambio en la postura o una disminución de
nuestra actividad diaria, ya que es complicado andar con tanto dolor. Esto nos
condiciona a la hora de realizar con normalidad las actividades de la vida diaria
y termina afectando a nuestro estado de ánimo.

La fascitis plantar se debe a la reiteración de correr unido a una mala pisada en


una superficie dura y uniforme. También puede estar causada por un pie cavo,
un pie vago o un exceso de curvación que provoca la inflamación de la fascitis”,
explica Ángel de la Rubia, presidente de la Asociación Española de Podología
Deportiva (Aepode). Otras posibles causas de este trastorno son la debilidad
muscular, la mala sujeción del calzado o un aumento repentino de la actividad
física o del peso.

Síntomas - signos

Después de un interrogatorio en el cual hemos encontrado mecanismos de


producción y/o antecedentes antes señalados, existen síntomas como:

- Dolor en la parte interna del pie, sobretodo en los primeros pasos del
día, o en los primeros pasos después de un reposo largo - ya que con el reposo
la fascia disminuye su longitud.

- También aumenta si mantenemos el pie quieto durante mucho tiempo, o si


realizamos alguna actividad física forzada.

- El dolor aumenta con una flexión dorsal tanto del pie como del tobillo,
acción que produce un estiramiento de la fascia lesionada .

- El dolor puede aparece también en la extensión forzada del primer dedo.

- Se pueden palpar granulosidades a la altura de la lesión y el dolor.

- El dolor también aumentará al estiramiento manual de la fascia.

- En este caso es más útil y barato la realización de una ecografía, siendo


también la resonancia magnética resolutiva aunque no barata. Por otro lado la
radiografía con toda seguridad no nos aportará información concluyente, a
excepción de mecanismos de producción traumáticos directos.

- Lo más habitual es que nos encontremos una huella plantar con


aumento de superficie de apoyo en su borde interno como signo de caída de
este arco.

huella-de-un-pie-afectado-por-fascitis-plantar

Huella de un pie afectado por fascitis plantar

Es posible que nos encontremos ante un dolor de características similares al


descrito cuya causa sea una irritación articular o la existencia de un punto
gatillo muscular, o incluso alguna alteración de la movilidad de los huesos que
forman el pie y que dará tensiones sintomáticas en tendones y ligamentos de
éste. En estos casos la fascia no ha llegado a afectarse pero la sintomatología
existe, es necesario por tanto buscar toda la información posible y
desenmascarar una posible pseudofascitis, aunque patologías de este tipo son
habituales precursores de la aparición de la inflamación de la fascia.

El síntoma principal de esta lesión es el dolor que se produce en la zona


interna del talón, la parte en la que se inserta la fascia plantar, y que suele
manifestarse más intensamente por las mañanas debido a la rigidez matutina
de la fascia, que por la noche se acorta. El dolor suele ir acompañado de
hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón.

En el caso de los deportistas, el dolor solo aparecerá por la mañana y tras la


práctica de la actividad deportiva por lo que, en general, podrá seguir
realizando la actividad.

Prevención

No es necesario esperar a sentir dolor para empezar a prevenir no solo la


fascitis, sino muchas otras enfermedades que pueden desencadenarse por una
pisada incorrecta. “En primer lugar, saber qué tipo de pie tiene el deportista.
Para ello es fundamental ir al podólogo deportivo para que este le haga un
estudio de la pisada”, indica de la Rubia. El objetivo de los estudios que se
realizan en las tiendas de deporte es asesorar al cliente sobre el tipo de
zapatilla más indicada para este y, por lo tanto, no tiene ninguna validez clínica.
Después de detectar el problema concreto de pisada del paciente, el podólogo
le prescribirá una plantilla personalizada que podrá adaptar perfectamente a su
calzado. “Las plantillas no son solo para proteger la estructura del pie, sino
para preservar el equilibrio de todo el cuerpo”, aclara el experto.

Tratamientos kinésico

Hacer precalentamiento y estiramiento antes de los deportes o el ejercicio


puede hacer que la fascia plantar se vuelva más flexible y puede disminuir las
probabilidades de lesiones y de inflamación.

Quizás desee tomar un analgésico (medicamento para el dolor), como un


medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE ), incluidos el ibuprofeno o el
naproxeno, para aliviar la inflamación y el dolor. Algunas personas toman AINE
al menos 30 minutos antes de hacer el ejercicio recomendado, para aliviar el
dolor y para poder hacer y disfrutar del ejercicio. Otras personas toman AINE
después de hacer ejercicio. Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga
todas las instrucciones de la etiqueta.

Después de hacer ejercicio, aplíquese hielo en el talón para ayudar a aliviar el


dolor y la inflamación.

Ejercicios de estiramiento antes de levantarse de la cama

Muchas personas con fascitis plantar tienen dolores intensos en el talón por la
mañana, cuando dan los primeros pasos después de levantarse de la cama.
Este dolor proviene de la tensión de la fascia plantar que ocurre durante el
sueño. Estirar o masajear la fascia plantar antes de ponerse de pie, a menudo,
puede reducir el dolor en el talón.
Estire el pie flexionándolo hacia arriba y hacia abajo 10 veces antes de ponerse
de pie.

Haga estiramiento de los dedos de los pies para estirar la fascia plantar.

Utilice una toalla para estirar la planta del pie ( estiramiento con una toalla ).

Otras medidas pueden ayudar a reducir el dolor en el talón cuando da los


primeros pasos después de levantarse de la cama. Usted puede:

Usar una tablilla (férula) nocturna mientras duerme. Las férulas nocturnas
sostienen el tobillo y el pie en una posición que mantiene el tendón de Aquiles y
la fascia plantar levemente estirados.

Masajear la planta del pie a través del ancho de la fascia plantar antes de
levantarse de la cama.

Usar siempre zapatos cuando se levanta de la cama, incluso si es solo para ir


al baño. Las sandalias de buena calidad, el calzado deportivo o cualquier otro
calzado cómodo que tenga un buen soporte de arco servirán.

Los ejercicios de estiramiento deberían producir una sensación de tirantez. No


deberían causar dolor. Pregúntele a su fisioterapeuta o médico qué ejercicios
serán mejores para usted.

Ejercicios para hacer todos los días

Los ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento ayudarán a reducir la fascitis


plantar.

Es mejor hacer cada ejercicio 2 o 3 veces al día, pero no es necesario que los
haga todos de una vez. nota 1

Utilice un palo de amasar o una pelota de tenis. Mientras está sentado, haga
rodar el palo de amasar o la pelota con el arco del pie. Si puede, a medida que
avance, haga el ejercicio estando de pie.

Estiramiento de los dedos de los pies

Estiramiento con una toalla

Estiramiento de la pantorrilla

Estiramiento de la fascia plantar y de la pantorrilla

Rollos de toalla para fortalecimiento

Levantar canicas con los dedos de los pies para fortalecimiento


El tratamiento inicial suele consistir en la combinación de antiinflamatorios con
diferentes tratamientos de fisioterapia dirigidos a aliviar la inflamación de la
fascia en la fase aguda de este trastorno.

Si tras el examen de pisada el podólogo determina que la inflamación de la


fascia se debe a un trastorno en la planta del pie, habrá que diseñar y fabricar
una plantilla personalizada que permita liberar la fascia y así, una vez se alivie
la inflamación de esta estructura, el paciente pueda retomar la actividad con
menos probabilidad de recaída. “Con las plantillas adecuadas se pueden
resolver hasta el 90 por ciento de los casos de las enfermedades que tienen
que ver con la fascitis plantar”, afirma de la Rubia. En los casos en los que hay
que recurrir a la cirugía, esta ya no es tan invasiva como era antes, pues ahora
a través de la ecografía es posible saber con exactitud el lugar en el que se
debe actuar, y por ello se logra liberar la fascia de forma satisfactoria la
mayoría de las veces. Sin embargo, como en toda operación, existe riesgo
tanto de infección como de no resolución.

dependiendo de la causa que origina la inflamación de la fascia el tratamiento


irá encaminado hacia un lugar o hacia otro.

Tanto si ha existido trauma sin fractura como si el dolor es tan intenso que
impide una correcta deambulación, se debe realizar como tratamiento inicial:

- Inmovilización con vendaje funcional de 7 a 10 días.

- Tratamiento fisioterápico, que en líneas generales consistirá en: tratamiento


de la inflamación mediante ultrasonidos y/o termoterapia profunda por
microondas, tratamiento del dolor mediante electroterapia analgésica.

- Mientras se mantiene el vendaje se puede empezar a realizar el tratamiento


osteopático específico, que detallamos más abajo.

- Terapias miofasciales y de estiramiento sobre la cadena posterior de los


miembros inferiores, así como de gemelos, soleo y pie.

- A la retirada de ésta se continuará con el tratamiento fisioterápico encaminado


la regeneración de la fascia y su cicatrización también mediante electroterapia
y/o ultrasonidos a la vez que se continúa con el tratamiento específico de
osteopatía. Es muy útil en esta fase la aplicación de un vendaje
neuromiofascial para activar musculatura imprescindible a la hora de sujetar
correctamente el arco plantar interno.

Por otro lado en ausencia de traumatismo, y con una sintomatología no muy


pronunciada, es posible que no sea necesaria ninguna inmovilización ni
tratamiento regenerativo de la fascia, aunque sí investigar sobre la causa que
está provocando las molestias. Es muy efectivo en este caso un tratamiento
específico osteopático ayudado por un tratamiento postural de fisioterapia, y la
confección si fuera necesario de plantillas y revisión de calzado y actividad
deportiva o laboral.
TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO ESPECÍFICO

Es fundamental, y su objetivo principal es ayudar al cuerpo a recuperar su


equilibrio, a que su función la realice dentro de los parámetros fisiológicos
normales, reduciendo así el tiempo de vuelta a la actividad normal con unas
garantías mínimas.

Técnicas de tratamiento

• Con técnicas de thrust para las lesiones en rotación tanto de cuboides


como de escafoides.

• Técnicas articulatorias para trabajar el valgo de calcáneo .

• Técnica de descompresión de la tibio tarsiana.

• Técnicas de thrust para iliaco, sacro y C0, C1 y C2.

• Técnicas de tejidos blandos para el trabajo de la fascia plantar y la


musculatura posterior de la pierna.

• Trabajo craneal, donde con frecuencia se ha de trabajar la esfeno


basilar, y el occipucio. Importante para mí el trabajo de las membranas de
tensión recíproca y los captores posturales -ojos y sistema estomatognático-
fundamentalmente, si hubiera relación.

• También es obligado revisar las vísceras, sobre todo colon ascendente,


descendente sigmoideo, válvula ileocecal, vejiga y útero y próstata para liberar
la movilidad de la pelvis.

• Manipular la charnela dorso lumbar y las glándulas suprarrenales para


mejorar la respuesta antiinflamatoria del organismo.

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