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CONTRATO POR
ADHESION
Ley No 19.496
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cida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico,
químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocoPia, sin permiso previo del editor.
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ISBN 95G10-137&9
ry. INTERPRETACION DEL CONTRATO
PORADHESION
32- concepto. En atención, por una parte, a que las reglas for-
males y el control material del contrato por uáh.sión hán sido
regulados débilmente por laLey, otorgando una precaria pro-
tección al bien jurídico que los justifica y, por otfa, a la pobre
jurisprudencia sobre los criterios de buena fe y abuso áe de-
recho, es natural que ésta sufra la tentación de intervenir el
contenido de este contrato con la excusa de interpretar su sen-
tido.
Por loables que parezcar. los motivos de esta intervención,
no son suficientes para violentar la naturaleza de la interpre-
tación, que ni siquiera bajo el pretexto de restablecer un equi-
librio razonable entre las prestaciones puede sustituir ,.1^
partes en el contrato. Esta conclusión, lejos de esconder un
apego irreflexivo a los conceptos, se funda en las incertidum-
bres que generaría un control encubierto clel contrato, por
la carencia de criterios uniformes y, por consiguiente, d.e^re-
visiones a la corrección del razonamiento de lcxjueces.
Por el contrario, la interpretación del contrato por adhe-
sión debe perseguir exclusivamente la determinación del al-
cance de las obligaciones de las partes, y por ello no difiere
de la interpretación del contrato libremeñre discutido, que,
de acuerdo a las reglas del derecho ciüI, debe indagar ta in-
tención de los contratantes o, como ha sostenido finamente
127
128 CON'I'I{A'I'O POI{ ADI{ESION
337
En tmno a una teoría generar d,e ta intelnvtac,ión, Bogotá, Reüsta de
la uni-
versidad Exrernado de colombia, 1966, volumen vII, NE t,
iags. 93 y ss. BETTr
se refiere a la interpretación en otros estudios. sin duda.i;á;
impártante de
éstos es la Tbmia generale della interlretaziane, Mllán,Istituto di Teoria della Inter-
pretazione, Dott. A. Giuffré Editore, 1955. Thmbién en Intupretaziane
deila legqe
e degli atti giuridici" Mlláq Dott. a Giuffré Editore,
338
lgz\,z'edición.
Digz-Ptcazo: "El contrato y laley son reglas jurídicas, pero mientras
la.ley es ura regla abstracta y general, el'contrató "r..,
precepto concreto; y
mientras la ley es un precepto heterónomo, el contrató ",
., ,r' precepto de
autonomía prirrada... ello lleva a la conclusión de que mientras
I
L.
w. INTERPRETACION DEL CONTRATO PORADHESION 129
33e
LópEz, Sisternas..., op. cit., pág. 136.
uno
op. cit.,pá,g.l9o.
3al
¡" todas formas, aunque la reprodujera, ésta no es una norma her-
menéutica que permita construir un sistema de interpretación autónomo, sino
que es una regla de simple preeminencia de uno de los intereses frente a am-
bigüedades insaly¿bles.
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glas fue elaborada por los comentadores del Código de \¿_
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poleón, sustentándose en la jurisprudencia de la Corte de
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Casación fiancesa, que afirmaba que ellas no son norrnas, sino
I meros consejos a losjueces.342 un reconocido defbnsor de esta
tr
posición es Giorgio Gtoncl, quien atribuyó a una confusión
histórica del legislador francés la inclusión de estas normas
en el Código Civil, pues habrían sido tomadzrs por PorHmR
de las Inst.ituciones y de las Pandecras, libros que son en par-
te códigos y en parte recopilaciones doctrinales, siendo mas
propizrs las reglas de interpretación a esta última disciplina.3as
Considerar a estas reglas como meros consejos tiene el grave
inconveniente de entregar ala prudencia de losjueces no sólo
la búsqueda del sentido del contrato, sino también la elección
de los medios y propósitos que debe perseguir la interpreta-
ción, es deciq equivale a dejar a su arbitrio la determinación
de su contenido; cuestión que ha sido repudiada desde la co-
dificación.344 Por otra parte, las reglas de interpretación cons-
342
Así lo sostiene CIÁ,RO, quien con su extenso conocimiento de la doctri-
na francesa de la época, cita como autores que acogieron esta teoría a: Toulr.rn&
MERLIN, DnmNrr y Corounr on Sevrnnn¡, I-AROMBIERE, DEMOLoMBE, Huc,
BnunRv-l-acaNrnvÉnrn y BARDE, r-AURENT, AusRv y Rau. Explicaciones..., op. cit.,
tomo XII, volumen III, pá9. 5 y nota 2. Brrrt cita, además, a MAT-üRoro. Tbu
ría general dzl negocio..., op. cit., pág.246 (nota 1). Alguna jurisprudencia ha re-
cogido esta tesis: corte suprema, 13 de junio de 1949, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, 1949, tomo XIVI,2u parte, sección 14, pág. 566.
7az
Ttoría de las obligaciones m el derccho moderno, Madrid, Editorial Reus,
1930, traducción de la 71 edición italiana de la Revista General de Legisla-
ción yJurisprudencia, 2q edición española, volumen ry 1Bb. Estas reglas ha-
bían sido enunciadas también por Douan. véase López, Los contratos..., op. cit.,
tomo II, pág. 437.
3aa
BETTI, 'Ibmía gennal del negocio..., op. cit., pág. 242. Este autor cita, ade-
más, como defensores de esta teoría a MESSINA, cenNerurTl y GRASETTI. Tám-
bién Cr¡no, Explicaciones.., op.c'it-,tomo XII, volumen III, pág. 16.
!:
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I
i.
tituyen en gran medida, según ha expuesto l¿nENZ, principios que
:
por su propia fuerza de conücción pueden jrxtificar decisiones
jurídicas.3a5 gtt ese entendido, Pam BET-fl, su carácter imperativo
no deriv¿ de su nahrraleza legal, sino de su sr.Lstancialidad, Pues
el principio que las fundamenta es "idóneo de por sí p^ara deter-
minar htonáucta de las partes, o la deljuez al menos".346
La conclusión de que estas reglas son vinculantes para los
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I
¡ jueces es aun más categórica en el contrato por adhesión. La
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búsqueda de la intención comrin de los contratantes, a que
3
l obligan las normas legales, es una protección Para ambas par-
tes: para el adherente, al evitar una hermenéutica que dé pre-
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l
eminencia al sentido de la declaración del redactor y, para el
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empresario, al impedir que disposiciones inequívocas, por
:
ejemplo, se interpreten en su corttta-347
Por último, también una razón procesal permite concluir
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que en el derecho nacional las normas de interpretación son
1
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vinculantes para los jueces, por cuanto es procedente su revi-
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tI sión mediante el recurso de casación en el fondo cuando se
348
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I desnatur aliza al con trato.
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34. Propósito de inteqpretación del contrato por adhesión. Las
La
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reglas de interpretación contractual persiguen la voluntad sut>
1 jetiva de los contratantes, o bien, la obtención de su significado
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1
bb¡.tirro en un determinado momento.34e Desde la perspectiva
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subjetiva, la interpretación se orienta a indagar la verdadera vo-
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1
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3a5
Metodología de la ciencia del derecho, Barcelona, Editorial Ariel, 1980, tra-
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:! ducción de la 4i edición alemana de Marcelino Rodríguez, pág. 418.
'j 3a6 op. cit., pág- 247
Tesrío gennal d,el negocio..., -
1 3a7
Es posible citar a este respecto la memoria de prueba de Mario C.eNCl-
i NO: "corriéntemente lajurisprudencia ha ¡ iliTado la excusa de la ambigúedad
i para valorar el contenido contractual, separarrdo una cláusula injusta pero cla-
ra e interprerándola del modo más conveniente al adherente". Luego transcri-
be los cas^os citados por AtraRo para apof¿r su posición. Las cortdiciunes general'es
cle cuntratación y bs-aspectos uyntiactual¿s d,e la pu¿rticidai,^S^an:dago, memoria de
prueba, Faculád de lierecho, Universidad de Chile, 1992, pág' 58'
^ ¡q¡ Según la doctrina de Cr-q.no. Véase el extenso estudio que efectúa Ló-
PEZ en Los contratot..., oP. cit., tonto II, págs. 507 y ss'
3oe
Respecto de esias interpretaciórrés, Bnfl, Tburía gmnal del negocio"',
op. cit., págs. 255 y ss.
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350 Los contratos..., op. cit., tomo II, págs. 419 y ss. Véase sobre esta Pers-
pectiva, entre otros,DiEZ-PlcAzo, Fundamtntos---, op- cit., págs.369 y ss.; y Gton-
Gr, op. ciú., volumen IV, págs. 179 y ss.
351
Metodología..., oÍt. cit., pág. 295.
352
Las reglás del BGB sobre la interpretación se reducen a dos: el pará-
grafo 133: "En la interpretación de una declaración de voluntad será necesa-
áo investigar la voluntad real sin atenerse aI sentido literal de las palabras"; y
el panígrafo 157: "Los contratos deberán interpretarse como exige la buena
fe y h intención de las partes, determinada según costumbre". Tiaducción
de Alejo GnnCÍn MORINO, 'fexto y cornmtario al código ciail del impnio alemán,
Madrid, Centro Editorial de Góngora, 1897, págs.44y 48.
353
¡tr este sentido, el artículo 1563, que atiende a Ia naturaleza del con-
trato y a las cláusulas de uso común. Comentando normas italianas análogas
a las reglas del Código CiüI, GALGANO ha sostenido que "los criterios de in-
terpretación enunciados por la ley son de dos tipos: unos, llamados criterios
delnterpretación subjetiva, se basan en la investigación de la intención co-
mún de las partes... otros, llamados de interpretación objetiva, se aPoyan en
IV. INTERPRETACION DEL CONTRAI'O PORADHESION 133
35a
Explicaciones... ap. cit., tomo XII, volumen III, pá9. 19
Fl--
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!
IV. INI'ERPRE'IACION DEL CONTRATO POR AD HESION 135
l.
355
lünrJamentos..., op. cit., págs. 376 y ss. También GloRGI, op' cit', volumen
M pág.
^
186;y Cuno, ibidem-
rs6 Bn este senrido Cr¡no, Ibidern, pág. 20. También Lópyz, que agrega:
"El principio según eI cual nadie puede crearse un título para sí mismo, im-
pidÉ que ál intérprete tome en consider¿ción la ejecución unilateral que haya
podido recibir .ottttuto". Sistemas..., op. cit.,pág-97'
357 "f
Op. cit., pág. 86. Sobre esta regla, véase Corte Suprema, 13 de diciem-
bre de tétg, néuirta cle Derecho y.|urisprudencia, 1921, tomo XVIII,2a par-
te, sección 1n, pág. 279 (considerandos 36y 37,14 instancia)'
---a
136 CON'TRATO POR ADI I[.]SION
358
¡" forma coherente, Iajurisprudencia ha sostenido en reiteradas oca-
siones que si el sentido de la cláusula es "claro y preciso" no es aplicable esta
'1
regla: Corte Suprema, 10 de diciembre de 1931 y 24 de noviembre de 1932, i
Jurisprudencia, T9ST , tomo XXXIV, 2a parte, sección la, págs. 515 y ss.
35e
Dinz-Ptcezo, Fundamentos..., op. cit., pág. 377; y Cu,no, Explicaciones.-.,
oft. cit., tomo XII, volumen IIl, pág.23.
360 gn
este sentido, Corte Suprema, 21 de octubre de 1933, Revista de De-
recho,yJurisprudencia,1934, tomo XXXI,2a parte, sección 1n, págt. 178 y ss.
361
G¡t cANo señala que "las expresionés que puedan tenei más de un
signifrcado, en la duda, deben 'ser entendidas en el sentido más conveniente
a la naturaleza y al objeto del contrato', es decir, dando relieve a la función
económica-social objetiva de aquel tipo contractual determinado". El negocio...,
op. cit., pág. 433. Támbién Dtnz-Prcezo, Fundammtos..., op. cit., pág. 278; y Cr,tr-
xo, Explicaciones.-., op. cit., tomo XII, volumen III, págs. 23 y ss.
IV. INTERPI{E'IAC]ON DEL CONTRATO POI{ ADHISION 137
362
Lópr.z, Las contratcts..., op. cit-, tomo II, págs- 451 y ss.
L
138 CON'I'I{AI'O POI{ ADI IESION
363
¡o
obstante, Lóvxz, acogiendo la teoría de que los usos son diferen-
tes a las costumbres por no tener necesariamente la generalidad de éstas ni
la opinio iuris (corno sostuvieron ALESSANDRI y Souanruve), concluye paradó-
jicamente que loi usos pueden emplearse en la interpretación del contrato.
Ibidem, pág. 453.
36a
¡B C,¡srno advierte estos riesgos. Las condiciones..., op. ci,t., pág. 310.
365
Fundamentos..., op. ci,t., pág.374.
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I
1
366
CLA,RO, Explicaciones..., op. cit-, tomo XII, volumen III, pág. 26- Este au-
tor cita como sostenedores de esta telis a Bauony-L¡cnNrINÉRrn y Bannn. Este
mismo artículo contiene otra regla de interpretación sistemática: "Podnin tam-
bién interpretarse por la de otro contrato entre las mismas partes y sobre la
misma materia". Según Lópsz, "la convención susceptible de ser considerada
en la interpretación puede ser anterior o posterior al contrato objeto del liti-
gio, pues lo que interesa es la comprobación de la voluntad interna de las
portét, debiendo aprovecharse todo elemento capa7, de revelarla". Sin embar-
go, regla es de menor importancia en el contr¿to por adhesión, Pr.res no
"tta
es conciliable con la naturaleza de la contratación en masa, emincntemente
impersonal e instanlánea. Los co'ntratos.-., olt- cit-, tomo II, pág' 448'
367
lbidem, pág.27.
368
[bidem, pág.28.
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B. REGTA DE, IA
INTERPRETACIOI{
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COI{TRA EL REDACTOR
iil 37. Artículo 1566 del código civil. Este arrículo contiene dos
11
fr.
38. origen histórico. La regla del inciso Iq del artículo 1b66,
fri
según cIoRcI, tiene origen en el derecho romano, que en los
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contratos de venta y alquiler "quería que la duda se resolvie-
ilt;
I:! se siempre contra el vendedor y contra el alquilador".36e La
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expresión "in dubio contra stipulatorern" es una generalización
I de los glosadores.3T' Est' regla corresponde a una de las for-
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uu' Op.ciú.,
I'i volumen IV, pág. 192. En este mismo sentido, BETTI: ,,Este
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modo de considerar la oposición de cada una de las partes contrayentes res-
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ponde a la concepción romana, según la cual la iniciativ¿ de la declaración
Iiil
contractual incumbe a la parte a cuyo favor se crea una obligación de la con-
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traria, mientras a ésta corresponde el asentir; así, la iniciativa se atribuye, en
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la stipulatio al stipulator, en la venta y arrendamiento de fund.os al vendedor y
iir arrendado¡ los que solían, al parece4 dictar las respectiuas leges contractus. La
jurisprudencia romana reconocía a cargo de éstos un criterioáe autorrespon-
¡r
sabilidad, que se justificaba con la posibilidad y por tanro, el deber de hablar
en forma abierta e inequívoca". Tbrría general d.el negocio..., op. cit., pág. 266.
370
WACKE, citado pbrArrano, Las condicuner...lop. clt.,$ag.32b
óoa ga).
En este capítulo se utiliza de este último autor el trabajo denominad o La in-
ter(tretación de las condiciones gmerales de los contrafos, Madrid, Revista de Dere-
cho Mercantil, 1987, Ns 183-184, págs. 7 y ss., y el capítulo cuarto de Las
condiciones..., op. cit.
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i
muladas por PorHJERsTl y fue tomada por el artículo I162 del
:
Código Civil francés, que dispone: "En la duda, la convención
se interpreta contra aquel que ha estipulado y en favor de
aquel que ha contraído la obligación". Arreno concluye acer-
tadamente que en los códigos modernos "tiene el inconve-
i niente de que, dado que el que hoy estipula no es siempre,
t como ocurría en el Derecho Romano, el acreedor de la pres-
I
tación, la regla puede beneficiar al predisponent.u.sT2
Por su parte, la regla del inciso 2q de este artículo tam-
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inmediata parece más bien encontrarse en las Siete Partidas:
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I "Et si alguna destas razones eljudgador non pudiere catar nin
1 veer, estonce debe interpretar la dubda contra aquel que dixo
?
la palabra 6 el pleyto escuramente, á daño dél et á pro de la
t otra parteu.373 H Código Ciül francés no la contempla, aun-
l.
,i que como señala LÓpnz, "su existencia actual no es dudosa"
),
l
4 en la jurisprudencia.3Ta El Código Civil italiano, en cambio,
c
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además de reconocer la regla anterior, f1jó una norrna espe-
¡
J cialmente aplicable al contrato por adhesión: "Las cláusulas
I
371
: Regla séptima: "En caso de ducla, una cláusula debe interpretarse con-
tra aquel que ha esüpulado alguna cosa y en descargo del que ha contraído
¡ la obligación... Al acreedor debe imputarse el no haberse expresado mejor...
1 Por ejemplo, si por un arriendo de tierras se hubiese dicho que el arrenda-
I
dor entregará al propietario, en cierto tiempo, una cantidad de trigo de la
; finca anual, sin que se especificara en qué punto la entrega había de tener
I
lugar, la cláusula debe entenderse en ese sentido, que deberá hacerse en la
j
I
casa del arrendador y a aquellos que vendrán a buscar el trigo de la parte del
1
propietario, por lo mismo que ese sentido es el más ventajoso para el arren-
J
dador que ha contratado la obligación. Cuando el hacendado quiera que el
trigo sea entregado en su granero, debe especifi.carlo en la contrata". Op.cit.,
:
págs. 85 y ss.
372
Lot condiciones..., op. cit., pág. 318.
373
7^ Siete Partidas del llq don Alrfonso Et Sabio, Parüda Séptirna, T'ítulo
XXXIII, Ley II, edición de la Real Academia de la Flistoria, glosadas por Grc-
gorio López,París, Lecointe y Lasserre Editores, 1843, tomo IV pág. 718. Por
eso, no es efectivo lo afirmado por Lót'tiz, que atribuye la originalidad de esta
disposición al Código Civil.los contrato.t..., oft. cit., tomo I, pág. 15r2 y nota 192.
37a
Sistemas..., op. cit., pág. 744.
142 CONI'RAI'O POI{ ADHESION
375
M,EssINEo, Doctrina..., op. ,it., tomo [I, pág. 4S7. La ley italiana, que modi-
ficó el código Civil, contiene también una norrna aniloga (artículo 146óquater).
En el derecho español ,la Ley 26/84 establecía: "Las dudas en la interprét^.ión
se resolverán en conüa de quien las haya redactado" (artículo 10.2 inciso 2n
).La
Ley 7 /98 reemplazó esta norma por la siguiente: "En caso de duda sobre el senti-
do de una cláusula prevalecer:í la interpretación más favorable para el consumi-
dor" (artículo 6.2). 1,a t¡sdificación obedece a la necesidad de coherencia con
la Directiva 93/73: "En caso de duda sobre el sentido de una cláusula, prevalece-
rá lainterpretación más f,avorable para el consumidor" (artículo bn ).
"'o cI-¡\Ro concluye que "nadie es presumido obligarse; la ribertad es de
derecho común; y para que haya obligación o para agravar la obligación, lo
que constituye una restricción impuesta a la libertad natural del deudo4 es
preciso que éste lo haya aceptado y se pruebe su aceptación; en la duda debe
concluirse que la obligación o su agra\¡ación no existe: la duda debe inter-
pretarse a favor del deudor". Explicaciones..., op. cit., tomo XII, volumen III,
págs. 29 y ss. En ese sentido se ha pronunciado claramente lajurisprudencia:
"Existiendo dudas sobre si los intereses de un saldo adeudado y que debe pa-
garse por períodos anuales, corresponden al saldo total o a cada período, se
declara que el interés corresponde a cada período por ser éste el sen[ido más
claro de la cláusula y que al propio tiempo favorece al deud.or". Franklin orn-
po, concordancias y jurisprudmcia del código ciuit chileno, santiago, casazamo-
rano y Caperán, 1928, tomo IV, págs. 230 y ss.
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EL CON'I'I{A'I'O POIT AD HLS ION t43
il,'l IV. IN1'[I{PI{E1'ACIO N D
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t.; claro a quien lleva la iniciativa de una declaración contrac-
tt2zl" -377 bOf*nnn reconoce este fundamento, Pero no inde-
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pendiza su natural ezz de la regla anterior: "al acreedor debe
I
ii
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i-prrOrre el no haberse expresado mejor".378 Como se indi-
có, en el derecho moderno no siempre el acreedor es el re-
i:
::
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i: dactoE lo que ha conclucido a que esta regla se aPlique con
i: prescindencia de ese catáctet-37')
.i
i1 Esta regla que atribuye la responsabilidad de la redacción
:: al emprer-io ,ro r. fundamenta en la presunción de excep-
'2
I
381
DÍsz-PtcAZO sostiene que "una consecuencia muy importante del prin-
cipio de buena fe en materia de interpretación es la regla llamada de la inter-
pretatio contre stipulatorem... Así enunciada Ia regla parece ante todo una
sanción. La sanción consiste en no ser favorecido con la interpretación. Pero
si bien se mira, hay, además, un fin de protección de intereses impuesto por
la buena fe: no favorecer al causante de la oscuridad quiere decir favorecer a
su adversario". Fundamentos..., op. cit., pág.373.
382
lbide*, pág. 386.
uuu
Lot condiciones..., op. cit., pág. 319.
38a 'feoría
general del'negocio..., op. cit., pág. 266. Por otra parte, como seña-
la GIoRcI, no es posible relacionar esta norma, como hacen algunos autores,
con la que atribuye la carga de la prueba en eljuicio a una de las partes. Esto
por una razón muy sencilla: "quienquiera que se presente como actor en jui-
cio y alegue un hecho, debe probarlo" y quien alega no necesariamente será
el redactor del contrato. Op.cil., volumen IV, pág. 190.
IV. INTERPRETACION DEL CONTRATO PORADHESION 145
i
J
contrato. Su propósito es dirimir un problema de interpreta-
i
ción insalvable con las reglas a que se ha hecho referencia,
: por ello sólo es procedente cuando el sentido del contrato
1
,ro pr..d. extraerie Por medio de éstas.385
rl
ri según lo concluido en el párrafo 33, las reglas de inter-
i
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i
pretación son vinculantes para los jueces y, en atención a
I
é11o, no es posible recurrir a reglas de interpret.ación distin-
tas con el objeto de evitar la aplicación de esta interpreta-
ción contra el redactor. Sin embargo, en el contrato por
j
J
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adhesión, como consecuencia de la regla del inciso 2e del
i artículo 17 d,e la Ley, el juez deberá previamente buscar la
. intención de los contratantes privilegiando aquellas condi-
I
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l
:
385 CLA.RO: "Cuando existe para los tribunales un medio legal cualquie-
ra de descubrir la voluntad de las partes, no les es permitido fundar su de-
cisión en las reglas del art. 1566. No pueden por lo mismo atenerse a estas
reglas para favorecer al deudor a expensas del acreedor. No puede eljuez
q"l fru comprobado la existencia de una obligación, o q-ue tiene el medio
d" .o-proÉarla, desconocerla so pretexto de equidad". Exltlicaciones"',
op. cit., ámo XII, volumen III, pág. 31. También en este sentido Lop¿2, Si.s-
t)mas..., op. cit., pág. 144; y ALraRo, Las condiciones"', op' cit', pág' 325' La ju-
risprudencia nacional también se ha pronunciado en este mismo sentidtl:
Corte Suprema, 6 de agosto de 1992, Reüsta de Derecho yJurisprudencia,
1992, tomo LXXXIX, iu purt", sección 14, págs. 115 y ss. No es correcta la
consecuencia que deriv¿ FIZ,*RO del carácter subsidiario de esta regla: "Esto,
obviament", ."itu eficacia a su aplicación como mecanismo de control" ' Con-
rliciones..., oft. cit., pág.204. No resta eficacia porque' es insostenible Prcten-
der aplicarü cuando las cláusulas no son ambiguas. Tampoco, y por nineún
moti'Jo, puedc considerarse que ésta es una norma cle cc¡ntrol, tal como se
concluye en este caPítulo.
146 CON'I'RA]'O POt{ ADI'IESION
.l
literal o susceptible de varias interpretaciones, es un fuerte ,1
I
argumento para sostener que esa cláusula es ambigua y que .1
,l
deberá interpretarse contra el redactor, pero no es posible I
,.i
388
ALFARo, ibidem, pág.324. Advierte que "este supuesto sólo se produce
cuando el predisponente sólo se limita a reproducir la norma aplicable y no
cuando expone su contenido con sus propias palabras". Sin embargo, aun-
que el redactor proponga cláusulas que reprodüzcar' no[nas legales, alterando
su redacción, es posible aceptar Ia exclusión de la interpretación contra el
redactor siempre que las palabras utilizadas sean usuales y permitan desen-
trañar fácilmente su sentido. Así, la Directiv¿ 93/13 de la Comunidad Eco-
nómica Europea dispone: "Las cláusulas contractuales que reflejen disposi-
ciones legales o reglamentarias imperativas, así como las disposiciones o los
principios de los convenios internacionales, en especial en el ámbito de los
transportes, donde los Estados miembros o la Comunidad son parte, no esta-
rán sometidas a las disposiciones de Ia presente Directiv¿" (artículo 1.2). En
lajurisprudencia nacional, a propósito de un recu-rso dS-pf-"1*e-.-giÓ¡ interpues-
to contra un banco que unilateralmente cerró una cuenta bancaria, recurso
42. Redactor. Esta regla exige que las estipulaciones sean "ex-
tendidas o dictadas por una de las partes", refiriéndose a
3e1
ütidem, pág. 286. Continúa: "Tiasladando esta idea al campo que nos
ocupa, podemos afirmar que la mayor gravedad -y, por lo tanto, la no inclu-
sión- se produce en los casos de incomprensibilidad, y la menor gravedad -y
la consiguiente aplicación de la regla contra proferentem- en las hipótesis
de simple ambigüedad".
3e2
lbidem, pág. 321. No lo ha entendido de esta forma la Corte de Casa-
ción italiana, como expone GercaNo, El negocio..., op. cit., pág. 434 (nota 11).
IV. INf 'EIU' RTiI'ACIO N D EL CO N I'ITAI'O POR AD FI]iSION 149
¿
i
43. Perjuicio y beneficio. Cuando la ambigüedad se debe a
.,t la falta de explicación que ha debido dar el redactor, debe
i;
t interpretarse la cláusula contra éste. Desde esta perspectiva,
1 la interpretación se presenta más como una sanción al redac*
1
l
i
tor que como una protección a los intereses del adherente.
a
fuí, la regla se aplica cuando la ambigüedad se debe a una
.t
t
explicación deficiente y no cuando proviene de otras causa^s,
¡
:
como por ejemplo, de la particular incapacidad de compren-
t sión del adherente.
Que se interprete contra el redactor significará que de los
,
;
:
varios sentidos razonablemente posibles deberá elegirse el
:
menos favorable a sus intereses. Así, si de la redacción de la
¡
-r
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cláusula surgen incertidumbres si nacen o no derechos pa;ra
,
i
3s3
ALrARo, ibidem, pág. 323.
3ea
lbidr*, pág.32O (nota 83). También en ese sentido, E.-IL PERRT,AU,
Cláusulas manuscritas y cláusulas impre.sa.s, Sanüago, Reüsta de l)erecho yJuris-
prudencia, 1927, tomo XXIV la parte, pág. 122. Este último autot a pesar
de no relerirse explícitamcnte al contrato por adhesión, extrae criterios de
la antigua jurisprudencia fr¿ncesa que resultan aplicables a estc contrato in-
cluso en ia actualidad.
150 CON'I'RAI'O POR ADFI!]SION
3e5 Ar FARO, siguiendo a Utltfn, señala que "las cláusulas dudosas que im-
pongan obligacioáes o riesgos al adherente se interPretarán restrictilamente
que le ."áorror.^r, derechos Io serán de modo extensivo"'
-i"it*, qr.é 1.. De forma coherente, la jurisprudencia arbitral de Ia super-
Ibid.em, pa[. zzr.
intendencla de Isapres ha señalado que los contruttos de salud constituyen con-
tratos por adhesiótr .r.y.r cláusulas de exclusión deben interpretarse
restrictivamenre. véase, por ejemplo, fallo de 16 de abril de 1997, Oficina
Coordinad ora, 1997, Memorándum Ne 1 13'
3e6
lArtículo 6.2.) A diferencia de la antigua disposición que repetía
la regla de interpretación contra el que haya "redactado" (artículo 10'2
inciso 2q).
3e?
Bn el recurso de protección aludido en la nota 388, el voto de mino-
ría del ministro MiltonJuica, quien estuvo Por acePtar el recurso, señala que
por trat¿rse de un .orr"t*to pór adhesión debe interpretarse en favor de la
p.r,. -"nos favorecida, y por eso en este caso se debería exigir al menos una
causal para poner término aI contrato'
t.
f' I V. IN'I'E RPRE'IACIO N DE L CO N]'Iq-I'O PO R AD rIE SI ON l5l
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a. al considerarla nula, siempre que ello no involucre un con-
i,
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trol encubierto del contenido del contrato.3e8
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I 44. Arúculo 17 inciso 2e de la Ley. LaLey carece de normas ge-
.¡
I
nerales de interpretación y ni siquiera repite, a diferencia de la
t
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1
legislación comparada que le sirvió de fuente material, la regla
I de interpretación contra el redactor. Sin embargo, este artículo
t
sugiere un criterio que lajurisprudencia debe seguir en la inter-
pretación del contrato por adhesión: "En los contratos impresos
en formularios prevalecer.in las cláusulas que se agreguen por
sobre las del formulario cuando sean incompatibles entre sí'.
t
Esta regla presume que al agregarse cláusulas al formula-
'1
t
I
rio, las cond.iciones generales dejan de reflejar la voluntad de
¡
l las partes y debe dárseles preferencia cuando sean contradic-
a
.]t
I
¡
torias. Constituye una evolución en el derecho de contratos,
t
pues de ella, así como del resto de las nornas de la Ley objeto
:
encubierto del contenido. A tal fin, debe tenerse en cuenta sobre todo que
l
l
la regla sólo es aplicable cuando la cláusula sea realmente dudosa y el predis-
ponente haya incurrido en responsabilidad por la formulación".
3ee
PnRREeu señala que el debate se disipó "desde que, celebrando im-
portantes empresas gran número de contratos de esta naturaleza, tenía vcn-
tajas para facilitar su conclusión y Fljar la norma y PrePar¿r de antern¿rno un
gran número de fbrmularios". Op- cit., pág. 109.
152 CONI'RA I'O I'OR AD I,IF]SIO N
400
Así, en una disposición calificada por PotuIER como "muy sabia",
"l'Amirauté du Palais, por reglamento de 7 de diciembre de 17b7, prescribió
que todas las cláusulas derogatorias de la ordenanza de la marina, y en ge-
neral del derecho común, fuesen manuscritas en las póIizas de seguro, y que
carecerían de valor en caso de estar impresas". Ibidem, pág. 110.
a'l Sesión 324 ordinaria, Legislaturá Ordinaria,
21 de agosto de 1gg1, Cá-
mara de Diputados, pág.3067.
a02 yu
indicación es la siguiente: "sin perjuicio de lo dispuesto en este
artículo, en los contratos impresos en formularios prevalecen las cláusulas que
se agreguen por sobre las del formulario, cuando son incompatibles entre sí,
aunque éstas últimas (sic) no hayan sido canceladas". Las razones de su in-
corporación, según sus autores, son las siguientes: "Muchas veces se negocia
entre las partes, lo que deriva en que éstas aceptan condiciones que no esta-
ban en el contrato original, pero que se anotan en el actual. ¿Cuáles cláusu-
las prevalecen? Proponemos una norrna que favorezca la verdadera intención
de las partes, y por eso se dice que en los contratos impresos en formularios
las cláusulas que se agreguen prevalecen por sobre las del formulario, por-
que, norrnalmente, esas cláusulas son fruto de la negociación, y existe la pre-
sunción de que v¿n a favorecer a la parte más débil. Las impresas, en cambio,
representan el criterio del que las elaboró. Se parecen más a un contrato de
adhesión". sesión 194 ordinaria, Legislatura ordinaria,2o dejulio de 1993,
cámara de Diputados, págs. 7755 y 1788. Tres observaciones es posible efec-
tuar de la historia de esta regla: i) Los legisladores consideraron que permite
desentrañar la voluntad común de las partes, argumento utilizado poi lr. doc-
trina para afirmar que constituiría una auténtica regla de interpretación. ii)
Los legisladores presumieron que la cláusula que se agrega favorece ala par-
te más débil. como se expondrá, esta norma no contiene la prevención, que
sí contempla la Ley 26/84, que prevalece la cláusula agregada sólo cuando
beneficia al adherente. iii) En la norma aprobada en definitiva por el legisla-
:
aqa
LopEZ, Si.stema.s..., op. cit., págs. 146 y ss.
a),L
tUaem, pág. 147. f'ambiérrprnru¡u, op. cit., pág. 118.
'106ALI.-ARo, Contrad.icción...,
cir-, pág. gZ0.
"p.
154 CON-I'RAI'O POI{ A-DHESION
Lópnz, Sistemas..., op. cit., pág. 146. A este respecto es útil tener Pre-
a07
aoe
PERREAU, olt. cit., pág. 120.
u10
ALFARo, La.s cond,iciones..., op. cit., párg. Z0l .
alt lbidqn.
412
Artículo 10.2 inciso 2o de la Ley 26/84 y artículo 6.1 cle la Ley 7 /gS.
al3
Véase nota 402.
araALlARo, Las cond,icio,nes,
op. cit., pár.. Z0Z.
!|.
I (]ON-I'I{,A
li-rG I'O POR ADI.IESION
418
Las condiciones..., op. cit., pág. 310.
n1s
oF. cit., p^g. 7\7.
a20
lbidem. Agrega este autor: "las póIizas contra incendio terminan por
una cláusula manuscrita en que el asegurador se oblisa a responder por uno
u otro de estos riesgos ordinariamente excluidos".
a2t
lbidr*, pág. 119.
n22
ft,ide*, pág.120.