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™ Cerdo:
vértebras lumbares
*™Cerdo:peso
3.Cerdo:
™ Forma:
* Fríjol aplanado.
™ Aspecto de la superficie:
* Lisa.
a. Papila renal.
b. Cálices renales
menores (10-12).
c. Cálices renales
mayores (2).
d. Pelvis renal.
e. Uréter.
Exámen Clínico
Los síntomas y signos clínicos que surgen de enfermedades del sistema urinario pueden ser
descritas en 3 categorías, Primero, están aquellos asociados con el acto de la masturbación;
ellos incluyen la frecuencia, la posición anormal y la evidencia de dolor. En segundo
lugar están aquellos signos que pueden ser determinados por el examen físico del sistema
urinario. En tercer lugar, aquellos síntomas y signos remotos del sistema urinario causados
por defectos de la excreción, desórdenes metabólicos y toxemia por enfermedades urinarias;
estos síntomas y signos emanan del sistema cardiovascular, el sistema digestivo y el sistema
nervioso.
La interpretación de los síntomas y signos clínicos que ocurren en esas 3 categorías es facilitado
por la consideración de ellas en relación con cualquier anormalidad encontrada en
el análisis de la orina.
Micturición: Como regla, los caballos solo orinan en reposo y frecuentemente lo hacen
cuando están en la cuadra. Normalmente, la posición adoptada por los machos y hembras es
que separan las patas traseras y ejercen presión sobre la pared abdominal. Con mucha
frecuencia el caballo emite un gruñido cuando está orinando. Se ha comprobado que los
caballos que viven una vida regular orinan en tiempos increíblemente marcados, no a
cualquier hora. Las vacas adoptan una posición igual a la de los caballos, levantan la cola y
el orine pasa con rapidez. En los machos del ganado vacuno el acto de orinar podría ser
descrito como un proceso de goteo, pasando la orina en cantidades comparativamente
pequeñas. Esto lo hacen cuando están en movimiento o estando en reposo, e incluso
comiendo. Los cerdos machos castrados pasan la orine en una forma que parece que es
eyaculada. Las perras adoptan una posición de casi sentadas en las patas traseras. El perro
macho levanta una pata trasera y como regla orina sobre algún objeto.
Frecuencia: Un incremento en la frecuencia del acto de orinar puede deberse a un
gran volumen de orina. Esto ocurre en la Diabetes equina, en la Nefritis crónica en
los perros, y puede ser debido a mucho fluido interno o a la acción de diuréticos; ocurre
también cuando baja latemperatura. El incremento en la orina puede ser debido a la
irritación de la uretra cuando hay alteraciones en el carácter de la orina que irritan la
membrana mucosa; tales alteraciones ocurren en la Nefritis crónica y en la Cistitis. Si la
vejiga no está completamente vacía, el residuo de orina puede descomponerse y volverse
altamente irritable. Si solo sale de la vejiga una pequeña cantidad de orina, la tensión
persiste. El cálculo en la vesícula, al irritar la membrana de la vejiga, estimula la pared de la
vejiga para ejercer la presión suficiente para botar orina y se inicia el reflejo de la
micturación. La inhabilidad para adoptar la posición normal para orinar puede prevenir el
vaciamiento total de la vejiga hasta que la presión de la orina en la vejiga es suficiente para
vencer el esfínter, cuando el orine es pasado más o menos pasivamente en pequeñas
cantidades a intervalos frecuentes. Cualquier enfermedad asociada con la paraplejia puede
llevar a este tipo de interferencias en el acto de orinar.
La poca frecuencia al orinar puede ser debido a una reducción en la cantidad de orina; esto
ocurrirá si hay deshidratación de cualquier causa o si la presión de la sangre muestra un
descenso marcado. Las dificultades para orinar pueden llevar primero a una retención de la
orina con aparente reducción de frecuencia, y cuando la vejiga está agudamente distendida y el
esfínter es vencido por la presión de la orina, ocurre incontinencia con un aparente incremento
en la frecuencia.
Posición: Cualquier alteración en la posición adoptada por el acto de orinar debe ser
tomada como evidencia de anormalidad. Es muy raro que la alteración en la posición sea
una aberración en los hábitos del animal. La adopción de una posición anormal puede ser
debido a alguna interferencia con el control muscular; así, un perro parapléjico puede ser
incapaz de balancearse en 3 patas y orina de pie. Por otro lado una razón para la adopción
de una posición anormal puede descansar en el sistema urinario; así, los perros machos
con Cistitis aguda, a menudo pasan orina en la posición en que lo hacen las hembras.
Dolor: El dolor al orinar puede surgir cuando es necesario vencer obstrucción en la uretra,
y se evidencia porque los animales gruñen y tensan los músculos abdominales. El dolor
puede ser debido a estimulación de la mucosa de la uretra por la orina que está tan alterada
que es irritante. La irritación en la mucosa de la uretra que surge así va a mostrar molestia
después de orinar el animal. Además se incrementa la frecuencia.
Forzamiento: La tensión excesiva o forzamiento puede ser debido a que el animal ya ha
ejercido la presión suficiente para vencer la obstrucción de la uretra; hasta que la
obstrucción no es completamente vencida sólo pasa una pequeña cantidad de orina; pero el
esfuerzo puede ser repetido luego de una breve pausa. El forzamiento con molestias que
sigue el paso de la orina puede ser reconocido por la disminución gradual del esfuerzo. Este
forzamiento y la aparición frecuente de intentos por orinar debido a cólicos en el caballo
debe ser diferenciado de una condición urinaria genuina.
En los animales grandes el posible palpar la vejiga PER RECTUM cuando el clínico puede ser
capaz de determinar el grado de distensión y la existencia de dolor en la vejiga cuando es
manipulada. Es posible también que la pared de la vejiga se ponga gruesa debido a un proceso
inflamatorio. Si la vejiga está vacía puede ser palpado el cálculo de la vesícula. En animales
pequeños esto puede hacerse con una mano, pero es más conveniente poner una mano en cada
lado de abdomen y ejercer una leve presión con los dedos sobre la vejiga.
Uretra: La obstrucción de la uretra tan pronto como la vejiga se distienda, dará lugar a
intentos repetidos de orinar. La inflamación de la uretra mantiene por irritación una
sucesión constante de estímulos al reflejo de la micturación resultando en el paso constante
de pequeñas cantidades de orina. Palpar la uretra es de poco valor, sin embargo la palpación
es de gran importancia al determinar anormalidades como tumores.
En los animales herbívoros cuando tienen fiebre y una abstinencia de alimentos por algunas
pocas horas, la orina se convierte en ácida. En la Nefritisaguda en todos los animales la orina
muestra un incremento en la acidez. En las enfermedades asociadas con una definida de
ketasis, la orina es altamente ácida en la reacción. En la Nefritis crónica intersticial en el perro
la orina puede ser anfóterica. En la Cistitis con descompensación bacterialla orina es alcalina.
Proteína: Aunque la presencia de proteína en la orina es uno de los signos más fácilmente
reconocidos de desorden de la función renal, esta presencia no indica necesariamente una
enfermedad renal severa. La proteína se encuentra frecuentemente en la orina de casos de
fiebre intensa e indica la presencia de daños en los tejidos como resultado del proceso feril.
La proteína en la orina puede tener origen post-renal; así en la Cistitis los productos del
proceso inflamatorio son evitados en la orina, y estos contienen proteína. En la Nefritis aguda,
además de que las células del epitelio se convierten en gelatinosas, los procesos inflamatorios
contribuyen a la cantidad de proteína presente en la orina, y la cantidad de estos casos es
usualmente considerable. En la Nefritis crónica intersticial la cantidad de proteína en la orina
tiende a decrecer cuando la enfermedad progresa, hasta las últimas etapas.
Pigmentos y sales biliares: La presencia de pigmentos y sales biliares en la orina indica
una condición pre-renal que puede tener su origen en el canal alimentario, en la sangre o en
el hígado.
Pigmento de sangre y sangre: Es de gran importancia en el diagnóstico hacer una
distinción entre el pigmento de sangre y sangre. El pigmento de sangre puede estar presente
en la orina como resultado de un condición pre-renal. Así, la hemoglobina es un signo bien
conocido de la piroplasmosis bovina, siendo los síntomas y signos suficientes para definir su
significación. La orina puede estar fuertemente coloreada y se puede obtener una reacción
positiva con una prueba para comprobar si la orina contiene pigmento de músculo como
ocurren en la Miohemoglobinuria paralítica equina.
Las condiciones inflamatorias del tracto urinario frecuentemente causan hematuria. Así en
la Nefritis parenquimatosa la orina contiene sangre. Similarmente, en la Cistitis aguda, la
orina puede tener sangre. El daño causado a la membrana mucosa urinaria por cálculos, causa
extravación de la sangre de la orina. La Cistitis crónica y la formación de tumores en la vejiga
causan, con frecuencia, una hematuria persistente.
Azúcar: La presencia de azúcar en la orina no depende de la presencia de anormalidades
del sistema urinario, sino de los desórdenes del tejido metabólico. En una pequeña
proporción de animales el azúcar en los riñones es baja, anormalmente baja y como
resultado el azúcar aparece en la orina; la existencia de esta condición de glicosuria renal es
establecida si el azúcar en la sangre cae dentro de los límites normales cuando la orina
contiene azúcar.
Depósitos: Como los depósitos en la orina son de gran significación en el diagnóstico
diferencial de enfermedades del sistema urinario, damos aquí descripción de sus
características. Los depósitos obtenidos de muestras de orina caen en dos categorías
principales, los depósitos no organizados consistentes en varias sales y otras sustancias que
se han establecido fuera de la orina, y los depósitos organizados consistentes en elementos
de tejidos como células rojas, corpúsculos blancos de la sangre, células epiteliales, etc.
La estimación de la cantidad de urea de una muestra aislada de orina es de poco valor, pero un
incremento sustancial en la sangre de la urea puede indicar una insuficiencia renal.
Exámen Radiológico
El examen radiológico del sistema urinario está limitado en los animales pequeños. Se emplea
principales para demostrar cálculo. La Pielografía intravenosa tiene aplicaciones limitadas.
La Pielografía retrógrada sólo es posible en las perras y raramente se practica.
Análisis de los síntomas y signos clínicos de la enfermedad del Sistema Urinario.
Nefritis Parenquimatosa Aguda: La aparición de los síntomas es repentina; hay una
acción febril con todos los síntomas concomitantes con la fiebre. El animal arquea la parte
trasera del lomo; no quiere moverse y si es forzado a hacerlo se pone tieso. En el perro
ocurre vómito con frecuencia. Aunque el pulso es acelerado no hay incremento definido de
presión. Son presentes los intentos de orinar y el paso de la orina causa una molestia visible.
Siguiendo al incremento en al orina hay luego una reducción en el volumen que está
relacionada con la severidad del proceso de la enfermedad en el riñón. La cantidad de sangre
en la orina varía desde la suficiente para darle una apariencia humeante hasta una cantidad
que forma un precipitado rojizo.
La gravedad específica de la orina, la reacción es ácida y la orina es usualmente llena
de proteínas. El examen microscópico de los depósitos muestra la presencia de sangre, moldes
de sangre y moldes epiteliales en las primeras etapas. En las últimas etapas aparecen moldes
glanurales.
La presencia de micro-organismos y células con pus en los depósitos urinarios puede sugerir la
existencia de piolenefrítis o pielitis.
La Nefritis parenquimatosa aguda causa un grado de toxemia proporcional a su severidad. El
perro, la lengua, las encías y los dientes se recubren de una sustancia mal oliente de color
marrón y puede ocurrir la necrosis de la mucosa oral. Mientras lis síntomas y signos clínicos
pueden sugerir la posibilidad de una Nefritis aguda, el diagnóstico definitivo debe depender
del examen de la orina.
Nefritis Intersticial Aguda: En el perro esta enfermedad es un elemento de infección
con LEPTOSPIRA CANICULA, McIntyre y Stuart (1949) describen esta fase de la
enfermedad como un daño renal primario. Este sigue aproximadamente 1 ó 2 semanas
después del estado invasivo. El animal afectado puede parecer haber perdido condiciones y
está deprimido. La respiración se dificulta. El pulso se incrementa en tiempo y fuerza. La
proteína está presenta en la orina. La Leptospirosis puede ser encontrada en la orina en una
alta proporción de casos.
Nefritis Intersticial Crónica: En los perros se reconocen dos tipos de esta enfermedad.
El primero ocurre dentro de las semanas o en pocos meses después de un ataque de
leptospirosis puede o no ser posible.
La primera forma ocurre en perros jóvenes y viejos. El perro se vuelve flaco y sediento. El
apetito es disparejo. La respiración es a menudo, poco regular y el pulso es resonante. Puede
existir una historia de vómitos ocasionales. La orina pasa en cantidades incrementadas, la
gravedad específica es baja, se encuentran trozo de proteína y los depósitos contienen células
epiteliales con bajo contenido de urea. La sangre en la urea se incrementa en casos severos
hasta 150 mg por cada 100 cc, o más. La correlación con la leptospirosis depende de la
demostración de una aglutinación anormal.
La segunda forma se encuentra frecuentemente en perros de 6, 7 y más años. Esta forma puede
ser la secuela de una infección anterior de leptospirosis, pero también puede ser resultado de
otras causas.
Con mucha frecuencia hay una historia de vómitos irregulares que se extienden por un período
de pocas semanas a dos o tres años. Estos vómitos pueden haber sido atribuidos a algún
desorden gástrico indefinido. La sed se asocia con poliuria e incontinencia nocturna. La
pérdida de condiciones, primero gradual, se acentúa y en la fase final el animal de la
enfermedad puede estar muy destruido.
Frecuentemente se presenta conjuntivitis catarral; se opaca la visión y en algunos casos puede
verse hemorragia subretinal cuando se examina los ojos. La piel se vuelve seca, sucia y con un
mal olor. Una característica de la enfermedad es la hipertensión arterial que causa un pulso
fuerte. El examen físico del pecho revelará crecimiento del corazón.
La orina es pálida, con una gravedad específica muy baja (1.003). La reacción del papel
tornasol es ácida o atmosférica. La proteína se presenta en pequeña cantidades y tiende a
decrecer cuando la enfermedad progresa. El porcentaje de urea es bajo y sube progresivamente
al tiempo que los riñones pierden su poder para concentrar orina.
La historia, los síntomas y los signos clínicos pueden ser muy fuerte y sugestivos, pero el
diagnóstico debe ser confirmado por un examen de la orina.
Nefritis Piaémica: Esta enfermedad es siempre una condición secundaria, y en la
mayoría de los casos los síntomas predominantes son aquellos de una enfermedad primaria.
Los síntomas atribuibles a la condición renal se asemejan a los de la Nefritis aguda. Antes
de que pueda ser determinada la naturaleza de la condición renal hay que hacer una
demostración de pus en la orina. Ya que la infección llega a los riñones por vía del torrente
sanguíneo el sitio inicial de las lesiones es en el copete glomerular, la orina no contiene pus
hasta que como resultado de un proceso inflamatorio, el pus puede pasar a través de los
tubitos colectores. El animal puede sucumbir a la pioémica causal antes de que el pus
aparezca en la orina.
Piolenefritis y Pielitis: Estas enfermedades afectan comúnmente solo l riñón. Con estas
enfermedades han sido asociados varios organismos; el más común en el ganado vacuno es
el CORYNECBACTERIUM RENALE. En la mayoría de los casos hay acción febril en cierta
medida, pero no pronunciada. Otros síntomas pueden ser de carácter indefinido. En las
vacas lecheras se observa dolor en las mamas. El palpar el riñón, si es posible, demuestra la
presencia de dolor. La orina puede ser nublada. La reacción es ácida y la orina contiene
proteína. La sangre se presenta irregularmente. Los depósitos contienen pus y células
epiteliales. El diagnóstico depende de la demostración de células con pus y organismos.
LaPielitis puede distinguirse de la Piolenefritis por la demostración de células epiteliales
columnares de los tubitos renales.
Cistitis: Usualmente, el primer síntoma que se nota es un acto de orinar doloroso. Los
caballos y en ganado vacuno sufren dolores parecidos al cólico. Los perros machos adoptan
la postura de la hembra para orinar. Los gatos adoptan la posición de agazapados y no
quieren moverse. Casi siempre hay diarreas y en el perro y en gato pueden presentarse
vómitos. El pulso es acelerado pero la evaluación de la temperatura no es constante. La
palpación de la vejiga puede ser dolorosa y se puede apreciar la inflamación de la pared, si la
vejiga está relativamente vacía. Ocurre retención de orina en algunos casos. La orina puede
tener un olor ofensivo; es turbia. La reacción tiende a ser alcalina y en algunos casos el
grado de alcalinidad es muy marcado. La gravedad específica se incrementa y se presenta
sangre y proteína. Aunque los síntomas y signos clínicos señalan a una inclusión de la
vejiga, es necesario un examen de la orina antes de confirmar el diagnóstico.
Prostatitis: Solamente en el perro macho la inflamación de la próstata tiene importancia
clínica. La mayoría de los casos son crónicos en su naturaleza y se desarrolla insidiosamente
en el perro viejo; ocasionalmente se encuentran casos agudos en jóvenes. La interferencia
con el pasaje de la orina no es común. La próstata agrandada, sin embargo, puede interferir
con el movimiento de las mamas a través del recto y el animal se vuelve constipado. En los
casos agudos el dolor es intenso y el animal se tuerce y puede aullar de dolor. El diagnóstico
depende de lo que de halle en el examen del recto.
Cálculo Urinario: El cálculo renal se halla en el examen post-mortem en animales que no
postraban síntomas de él durante su vida. A veces el tejido completo del riñón ha sido
destruido y la cápsula del riñón contiene un cálculo grande del tamaño del riñón. El cálculo
renal unilateral sólo causa síntomas subjetivos que no son discernibles por el clínico. Si el
cálculo renal es bilateral el daño al riñón (al tejido) puede ser suficiente para
causar insuficiencia renal que se manifiesta con síntomas de uremia.
El cálculo en la pelvis del riñón puede causar pielitis por la irritación; y luego por la invasión de
micro-organismos pueden convertirse en supurativa. Uno de los signos más tempranamente
reconocibles de irritación de la pelvis es la aparición de sangre en la orina. El cálculo en la
pelvis del riñón puede causar síntomas no muy serios hasta que los cálculos se muevan para la
uretra.
La determinación de la cusa del cálculo renal es posible solamente en los animales grandes si el
cálculo puede ser palpado vía rectal, pero si está en la parte anterior de la uretra estará fuera
del alcance del clínico; si el animal es gordo no puede llevarse a cabo un examen radiológico
con vistas a demostrar el cálculo, pero si el cálculo es relativamente pequeño esto será difícil.
El cálculo vesical puede causar frecuencia en el acto de orinar debido a la irritación de la pared
de la vejiga con una subsiguiente contracción del pasaje de la orina. La irritación continua de la
vejiga causa Cistitis inevitablemente.
El cálculo en la vejiga puede ser palpado vía recto en animales grandes y a través de la pared
abdominal en los animales pequeños. En el perro la condición dolorosa de la vejiga resulta en
una tensión de la pared abdominal, haciendo imposible palpar en esos casos. Es preferible una
demostración del cálculo por examen radiológico.
El cálculo en la uretra causa retención de la orina por obstrucción de la uretra. Los intentos
frecuentes de orinar sólo resultan en pocas gotas de orina con sangre. El pasaje de una sonda
en el caballo o en el perro revelará la presencia y situación de la obstrucción. En el perro macho
la obstrucción es comúnmente localizada en la parte posterior del pene. En el ganado vacuno,
el ganado lanar y los cerdos, la obstrucción es hallada con frecuencia posterior a la flexión en la
uretra, un punto a donde no se puede pasar la sonda. En el gato macho la vejiga distendida
puede sentirse a través de la pared abdominal y el examen del pene mostrará que la uretra está
impactada con material arenoso. La obstrucción de la uretra en las hembras es muy rara.
Uremia: El término uremia es aplicado al estado de la toxemia que sigue a la insuficiencia
renal. Puede ser debido a una enfermedad primaria de los riñones, o puede resultar de un
daño secundario de los riñones causado por una presión continua en la parte trasera, como
ocurre en una obstrucción completa uretral. La condición es esencialmente tóxica en
carácter y la severidad varía en proporción al grado de insuficiencia renal. La uremia
termina en Nefritis aguda.
Los síntomas y signos de la uremia que ocurren como secuela de una Nefritis aguda o fallo de
la función renal debido a presión retrógrada son aquellos de una depresión profunda que
termina en coma.
Una gran proporción de casos exhibe síntomas de una fase convulsiva antes del coma. Las
membranas mucosas están inyectadas, la respiración es ofensiva, la boca está seca y las
membranas mucosas pueden mostrar cambios necróticos. Ocurren vómitos en el perro y el
gato. El pulso es débil y suave. La temperatura es variable, pero en las últimas etapas se vuelve
anormal. El diagnóstico de la naturaleza de la toxemia depende de que se sepa que su origen
descansa en una condición urinaria.
La uremia en el perro, como resultado de una Nefritis intersticial se presenta en 3 formas. La
más común es la forma gastrointestinal, caracterizada por vómitos y pérdidas de condiciones;
el coma se desarrolla gradualmente y algunas veces el periodo del coma dura 2 ó 3 días, luego
viene la muerte.
La segunda es la forma respiratoria, menos común, y caracterizada por ataques frecuentes de
desorden y dificultad respiratoria. Si no se ha notado la presencia de insuficiencia renal, puede
hacerse erróneamente un diagnóstico de asma.
La forma cerebral es rara y se caracteriza por convulsiones y coma. La causa de los síntomas
nerviosos puede ser demostrada solamente por el examen de la orina.
Enfermedad: Alteración o desviación del estado fisiológico de una o varias partes del cuerpo.
Conjunto de fenómenos que se producen en un organismo que sufre la acción de una causa
morbosa o actúan contra ella.
Enfermedades del aparato urinario: Este aparato con sus muchas partes compone el, sus
dispanciones y extensa distribución anatómica, puede constituir un asiento importantísimo de
enfermedad a cualquier edad, vivir de los riñones, los uréteres, la vejiga o la uretra.
El objetivo de este trabajo es orientar como obtener, empacar y enviar muestras para su
diagnóstico de laboratorio, en afecciones del sistema urinario.
Obtención de muestra: Para el laboratorio que debe representar del padecimiento: Nefritis,
Cistitis, Uretritis (Refrigerada o con la adicción de 20-30 gotas de solución de formol al 10%).
La identificación del espécimen es de máxima importancia y debe consistir en:
a) Nombre y situación de la unidad veterinaria
b) Descripción animal: especie, raza, sexo, edad
c) Historia clínica adecuada con:
- Duración de la enfermedad
- Número de animales afectados
- Si hay o no mortalidad
- Clase de alimento
- Posible contenido con animales vecinos
- Síntomas clínicos
- Tipo de conservador usado en la muestra
Los exámenes de orina.
El análisis de orina es uno de los procedimientos de laboratorio más comúnmente aplicados en
la práctica veterinaria, por su ayuda para el diagnostico de padecimientos o diferenciación de
los mismos
Toma de una muestra de orina.
La muestra se recoge durante la micción o por sondeo, las muestras obtenidas por
este procedimiento son preferibles para estudios exactos, ya que están libres de detritus uretral
o vaginal.
Es digno de destacar que en el perro es difícil, más de una vez puesto que la reacción tisular al
traumatismo que se produce en el lumen uretral al paso del cateter por el OS PENIS en virtud
de la "S" peniana de los rumiantes. No son recomendables a menos que se utilice el método de
Beeson y col., en 1943, en bolsa plástica estéril, debe recogerse un mínimo de 120 cc.
Stan Done
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Vejiga desgarrada
Cistitis
Pielonefritis
Cristales en el suelo
En un examen post mortem se puede hacer una exploración Unión uretero-vesical normal
completa del aparato urinario. Sin embargo, antes de llegar a
este punto, se pueden percibir algunos indicios examinando
la tinción sanguínea de la región del perineo, tinción de orina,
lesiones cutáneas o presencia de cristaluria en la vagina o la
uretra. En las fotos se muestran imágenes que ilustran
algunas de las alteraciones macroscópicas observadas en el
riñón.
Enfermedades principales
En cerdos de cualquier edad podemos encontrar enfermedades graves, como la fiebre porcina
africana o la fiebre porcina clásica y otras septicemias graves como la salmonelosis o PDNS. Hay
más de 30 causas diferentes para el clásico riñón en huevo de pavo: no es patognomónico para
PPC ni PPA. Está provocado por congestión, hemorragia o émbolos en los glomérulos.
Riñones blancos con vetas son a menudo diagnósticos de nefritis intersticial y se cree que con
frecuencia están asociados con leptospirosis.
Tamaño
En muchos trastornos renales se produce un aumento del tamaño de los riñones. Normalmente se
debe al aumento del contenido de sangre y, raras veces, de orina y de tejido intersticial. Una
reducción del tamaño del riñón se debe habitualmente a enfermedades renales crónicas y a riñón
en fase terminal. La presencia de quistes puede provocar alteraciones morfológicas.
Color
El color del riñón se modifica por el grado de autólisis o hipostasia. Estos cambios pueden ser
generales (difusos) o focales. Un mayor enrojecimiento puede estar relacionado con congestión
asociada con PPA o PPC, septicemias o electrocución. La palidez puede ser signo de fibrosis,
infarto, ocratoxicosis, anemia, alteraciones grasas o necrosis tubular. Se observa alteración del
color hacia una coloración tostada en casos de ocratoxicosis y coloración marrón en la porfiria.
Aparecen enrojecimientos focales en situaciones de hiperemia difusa o émbolos en los glomérulos.
La palidez focal es característica de infartos o necrosis isquémica o nefritis intersticial. Las
manchas blancas indican normalmente la presencia de nefritis intersticial. No todas las manchas
blancas corresponden a leptospirosis pero la leptospirosis es la bacteria que con más frecuencia se
asocia a éstas. Se encuentran focos de color naranja en el riñón cuando se observan cristales de
urato o cristales.
Otros cambios
Doce horas después de la muerte los riñones empiezan a reblandecerse y después se vuelven
mollares (muy blandos). En la fibrosis crónica están duros, porque se encuentran en deshidratación
o neoplasia (no es raro encontrar nefroblastomas en cerdos jóvenes). Se pueden observar lesiones
de aspecto arenoso en los casos de cálculos renales; burbujas gaseosas en casos de autólisis
avanzada; hemorragias que pueden ser graves en la intoxicación por warfarina o en traumatismos:
equimosis en ASF, o CSF, salmonelosis, erisipelas, EMCV o enfermedad de Aujesky, en el
sacrificio, o intoxicación, leptospirosis aguda, pielonefritis o endotoxemia.
Vejiga
Las alteraciones de la vejiga urinaria se limitan por lo general a la mucosa y, a veces, se extienden
a la submucosa. Nada es patognomónico excepto la presencia de inclusiones en la mucosa. En
ocasiones se puede observar degeneración mucinosa. Se observan hemorragias en la vejiga en
septicemias mayores. Se encuentra moco, desechos en exceso, células, bacterias y fibrina en la
luz de la vejiga como parte de la cistitis aguda. En etapas subaguda y crónica los neutrófilos son
sustituidos por células linfoides.
Pruebas laboratoriales
La investigación microbiológica consiste en cultivos de tejido renal y de orina pero sólo en fresco es
de alguna utilidad. Se debe incubar sobre agar sangre y MacConkey durante 24 y 48 horas. Se
necesitan placas especiales de sangre de caballo para Arcanobacterium (Eubacterium) suis. En los
casos agudos también se pueden hacer cultivos para leptospirosis. Se hacen cultivos con
frecuencia para E. coli pero no se han observado características especiales en estos casos.
También se utiliza a veces la inmunofluorescencia y la iluminación sobre fondo negativo para
leptospiras. La orina porcina puede mostrar diversas características físicas anormales. Entre éstas
se incluyen orina roja, orina verde, orina blanca o viscosa, turbia, espumosa u olor a amoníaco.
Pueden aparecer varias sustancias con cambios de pH, bilirrubina, sangre, glucosa o cetonas y,
posiblemente, nitrito o proteína.
Los sedimentos pueden ser diversos como células epiteliales, eritrocitos, leucocitos, cilindros,
bacterias, espermatozoides, cristales o moco.
Los tres principales trastornos del aparato urinario son la ocratoxicosis, pielonefritis asociada con
A. suis y leptospirosis.
En la ocratoxicosis las lesiones renales son muy variables, observándose con la mayor frecuencia
estrías blancas. También hay necrosis tubular aguda. Se pueden hacer pruebas de ocratoxina,
pero la vida media es de sólo 3-5 días. Concentraciones de tan sólo 200 partes por billón en el
pienso provocarán lesiones renales.
La leptospirosis como problema de la piara se diagnostica por serología, pero a nivel individual
puede requerir iluminación sobre fondo oscuro, inmunofluorescencia, técnicas PCR o cultivo para
demostrar la infección.