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Trabajo final Política Indígena

"Bienvenidos reyes, pero sus salmones no", "territorio yagán sin salmones", "el pueblo consciente
defiende el medioambiente". Esas son algunas de las consignas con que un grupo de
manifestantes "funó" el viaje de los reyes de Noruega a Punta Arenas. Durante una ceremonia en
que el alcalde de la comuna, Claudio Radonich, le entregó las llaves de la ciudad a los reyes Harald
V y Sonja, activistas de Greenpeace y de otras organizaciones sociales protestaron en la plaza de
armas en rechazo al avance que la industria salmonera pretendería concretar en la zona del canal
Beagle, a través de empresas donde predominan los capitales noruegos.

A la manifestación llegaron cerca de 50 personas, quienes con gritos y pancartas emplazaron a los
soberanos nórdicos a "no hacer lobby" para extender la presencia de compañías de acuicultura en
el sector. En medio de la protesta, la reina Sonja intentó conversar con algunos asistentes y
aseguró que su país está "a favor del cuidado del medio ambiente". Sin embargo, a juicio de los
activistas las salmoneras que estaría impulsando Noruega en el sur del país producirían un fuerte
impacto medioambiental, lo que podría ser incluso más dañino en la zona considerando su riqueza
en fauna marina. "Chile debe impedir que ocurra una 'conquista' de la Patagonia chilena por parte
de la monarquía de la industria salmonera. Permitir arrasar con el patrimonio más austral de Chile
es un atentado contra todo el país y de manera especial contra el pueblo yagán, que habita aquí
hace miles de años", señaló Ceballos.

Introducción al tema: en el trabajo abordaremos el proyecto de instalación de salmoneras en el


Canal Beagle, Puerto Williams, que ha sido foco de manifestaciones ciudadanas y, principalmente,
de la comunidad yagán de la zona. Este plan de la industria salmonera Nova Austral fue muy
discreto, y busca instalarse, a través de cuatro proyectos y 138 jaulas, en aguas del Beagle,
representando una seria amenaza al patrimonio medioambiental de la Patagonia chilena y
argentina. El pueblo yagán reclama la violación de la Ley 20.249, que crea el espacio para pueblos
costeros ancestrales, la introducción silenciosa y sin consulta previa del proyecto, el daño
medioambiental que este supone, y la vulneración del Convenio 169 de la OIT, vigente en Chile
desde 2009.

Historia de la demanda: En Puerto Williams los permisos ambientales entregados en su momento


a la salmonicultura datan de hace más de una década, los que serían inválidos en la actualidad, ya
que esos permisos vencen después de cinco años de no haberse concretado las operaciones.
Además, la zona es territorio de comunidades yaganes que no han sido consultadas por estos
proyectos -como obliga la normativa vigente- y que ya han manifestado su rechazo a la instalación
de salmoneras en sus históricos territorios.

En abril de este año los habitantes locales y la organización Greenpeace Pacífico Sur presentaron
un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, en contra de la empresa
pesquera Cabo Pilar que hoy cuenta con cuatro concesiones de salmonicultura en el Canal Beagle
otorgadas en 2005, y fue acogido. Además, se dictó una orden de no innovar que significó que la
Pesquera Cabo Pilar –hoy representada por Nova Austral– debió detener las faenas hasta que no
se resuelva el fondo del recurso. La medida fue acogida por la comunidad yagán y demás
habitantes de la zona como una batalla ganada en esta larga lucha por preservar su ecosistema.
David Alday, presidente de la comunidad yagán, dijo al respecto que la decisión de la Corte
magallánica es “una pequeña lucha que se ha ganado, que demuestra lo oscuro y turbio de cómo
se han conseguido estas concesiones y cómo se han utilizado estrategias para saltarse, por
ejemplo, la consulta indígena”.

El pasado 2 de mayo la Corte de Apelaciones de Punta Arenas dejó sin efecto la orden de no
innovar permitiendo que la empresa Nova Austral avance con el proyecto que considera el cultivo
de 2 millones de salmones en aguas australes. El 3 de mayo la directora nacional de Sernapesca,
Alicia Gallardo, firmó el documento dirigido a la Subsecretaría para las FF.AA donde informa que
las concesiones otorgadas a Cabo Pilar se encuentran en causal de caducidad por estar 24 meses
sin operación. Las esperanzas se han concentrado en la última acción de la Subsecretaría de Pesca,
que pidió caducar las concesiones acuícolas en el Canal Beagle.

Relevancia: es una problemática actual, que está ocurriendo en Chile y que implica importantes
daños medioambientales, tres temáticas que nos interesaba estudiar. Pero además, el hecho de
que la comunidad yagán sea numéricamente muy pequeña, hace que resulte interesante
estudiarla, ya que en general la literatura aborda casos exitosos de movilización que,
mayoritariamente, son de pueblos indígenas con muchos miembros.

Específicamente, nos gustaría analizar la demanda que ha habido en contra de la instalación de las
salmoneras, en la que han participado activamente organizaciones ambientalistas como
Greenpeace, y miembros de la ciudadanía, especialmente aquellos que residen en la ciudad de
Puerto Williams. En este sentido, apoyándonos en lo que plantean Conklin y Graham, el propósito
de nuestra investigación será indagar cómo ha operado la alianza eco-indígena en este caso,
enfocándonos en elementos como el discurso, aliados y estrategias. Dado que los territorios en
que desean instalarse las salmoneras son los espacios ancestrales de los yaganes, el vínculo con
este pueblo proporciona a las ONGs conocimientos locales y le dan un rostro humano a las
abstracciones científicas que usan las organizaciones para hablar sobre biodiversidad, manejo de
recursos naturales y daño medioambiental.

Pregunta de investigación: ¿Cómo ha operado la alianza eco-indígena en el caso de la demanda


contra la instalación de salmoneras en el Canal Beagle? ¿Cuáles son los beneficios y los problemas
que ha traído esta alianza para el pueblo yagán?

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