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EL PECADO

Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de
dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él. Gn. 4:7 DHH

INTRODUCCIÓN

El pecado yace a la puerta y quiere dominar, sin embargo, tenemos la buena noticia de parte de Dios que nosotros
podemos dominarlo, antes que él a nosotros. Una de las cosas que son prioritarias a conquistar y vencer, es
precisamente el pecado. El versículo anterior nos refiere, al momento cuando Dios le está hablando a Caín,
precisamente antes que el tentador llegara a su vida; porque Dios es bueno y nos presenta una oportunidad para que
no caigamos en la tentación del pecado. Por eso fue que cuando Abraham iba de camino, se le presenta Melquisedec
para que Abraham no cayera ante la tentación del rey de Salem cuando le hiciera todos los ofrecimientos que le hizo.

En la Biblia Latinoamericana (BLA) dice “el pecado está agazapado a las puertas de tu casa” es decir que el pecado
está agazapado, que toma una forma de cazador y como una fiera esperando a su presa, se esconde para cazarla; esa
es la postura del pecado; sin embargo la ordenanza de Dios es que dominemos el pecado (Ro. 6:14); no es una
posibilidad, sino que con la seguridad debemos y tenemos que hacerlo. Vemos que el pecado está esperando a las
puertas; el pecado no se retirará hasta que nos confronte, no se retirará a descansar; se quedará para agotar el
tiempo necesario y hacer su mejor intento en dominarnos, pero nosotros tenemos la obligación de dominarlo a él
porque si nosotros no tomamos la autoridad en dominarlo, el pecado si lo hará porque es incansable; la ventaja que
tenemos sobre el pecado es que nosotros tenemos la ayuda del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo con lo cual no
tenemos excusa para no dominarlo.

DESARROLLO

La palabra pecado que aparece en texto base viene de la raíz H2403 kjattaá de H2398; ofensa (a veces pecaminosidad
habitual, y su pena, ocasión, sacrificio, o expiación; también (concretamente) ofensor:- culpa, expiación, expiatorio,
pecado, pecador, pecar, pena. En otras palabras el pecado es una de las tres clases de ofensa a Dios (Transgresión,
pecado e iniquidad), pero que el mismo se puede dividir en 3 tipos, que veremos a continuación:

1. PECADO POR COMISIÓN, Lv. 4:14 (Anti-Lugar Santisimo), la palabra “comisión” se refiere al acto de
cometer una acción, encargo que alguien da a otra persona para que haga algo (DRAE). Este es el pecado que
reúne las obras de la carne (Gl. 5:19-21), es un pecado que es evidente, se exterioriza y podemos decir que es
el pecado que la ley, en Antiguo Testamento, juzgaba y condenaba; sin embargo el Señor Jesucristo dijo en
cierta oportunidad cuando querían apedrear a una mujer que había sido sorprendida en el acto mismo del
adulterio, que tirara la primera piedra el que estuviera libre de pecado (Jn 8:7); porque Jesús discernía lo que
los fariseos llevaban en su corazón.

2. PECADO DE INTENCIÓN, Lv. 19:17 (Anti-Lugar Santo) la palabra “intensión” se refiere al pecado
que aunque no se ha cometido se tiene en el corazón. El Señor Jesucristo dijo al dar Sus mandamientos que
inicialmente se les había dado el mandamiento contra el adulterio; pero Él estaba adicionando o
complementando ese mandamiento porque no era necesario llegar a consumar el acto de adulterio, sino que
era suficiente con la intensión que hubiera en el corazón para haber pecado. También podemos ver que esa
fue la razón por la cual Luzbel fue echado del monte de Dios, por la intención de ocupar el lugar que solo le
correspondía a Dios (Is. 14:13-15).

3. PECADO DE OMISIÓN, Lv. 4:2 VMP (Anti-Atrio) Este pecado es muy sutil, se esconde fácilmente y quizá
en determinado momento nosotros no le llamaríamos pecado, pero por falta de conocimiento; porque este
pecado se basa en no hacer lo bueno; o sea, no es pecado por hacer lo malo, sino por omitir hacer aquello
que sabemos que pudimos hacer y lo omitimos. Cuando omitimos o evadimos algunas situaciones, estamos
cayendo en pecado y es esa la primera oportunidad que encuentra el enemigo.

4. EL PROCESO DEL PECADO, Stgo. 4:17 BAD, Notemos que de las 3 clases de pecado, tuvimos que haber
empezado el proceso de pecado, por omitir hacer algo bueno figura anti-Atrio, no por hacer lo malo; de esa
manera se creó una atmosfera con la que después de haber dejado de hacer lo bueno, entonces se da lugar a
la mala intención, con lo que estamos avanzando al anti-Lugar Santo; una vez que se ha creado esa
atmosfera; es más fácil que alguien llegue al pecado de comisión, el cual es figura del anti-Lugar Santísimo.
Para ver un ejemplo, podemos citar al pecado de David, él inicio su pecado de omisión dejando de hacer lo
bueno porque era tiempo de guerra y David tenía que salir a la batalla, pero ese día se quedó en el palacio;
después ve a la mujer de su amigo Urías y la desea en su corazón y por último llega al acto mismo del
adulterio porque mando a sus subalternos a que la llevaran al palacio donde no hubo nada que le impidiera
pecar con ella (2 Sa. 11:1-4).

Lo que necesitamos ver son las cosas buenas que dejamos de hacer y que nos son contadas como pecado
según el apóstol Santiago (4:17 LBA); no estamos viendo lo que es considerado directamente como pecado;
porque las artimañas del enemigo son engañarnos en que dejemos de hacer lo bueno para que esa atmosfera
nos lleve fácilmente a lo que es considerado comúnmente como pecado.

5. COMO HACER LO BUENO PARA NO PECAR, A veces pensamos que pecado es hacer algo malo, sin
embargo pecado es también dejar de hacer lo bueno sabiendo que lo pudimos hacer y lo omitimos. Si
nosotros hacemos lo bueno, el pecado no estará a las puertas, no se acercará porque Dios guarda de las
tentaciones a los que son piadosos, a los que practican el bien; no obstante para llegar a esta estatura,
necesitamos aprender hacer lo bueno. Veamos que es hacer lo bueno:

a) No negar un bien a quien es debido, Pr. 3:27-28 RVA, Dios no tienta a nadie; pero a veces somos
probados cuando se acerca a nosotros un necesitado y es en ese momento cuando somos confrontados
con el pecado de omisión.

b) No tramar mal contra tu prójimo, Pr. 3:29 RVA, empezó advirtiendo el pecado de omisión, pero
ahora viene la advertencia del pecado de intención; porque podría convertirse no solamente en pecado de
intención sino, en traición.

c) No pleitear sin razón, Pr. 3:30 RVA, en este versículo podemos decir que está manifestándose el
pecado de comisión, cuando llega el momento en el que debemos apartarnos completamente del mal,
resulta que nos enfrentamos al pecado en forma directa porque no tuvimos el discernimiento ante el
pecado de omisión.

d) Ayudaron al pobre y al necesitado, Ez.l 16:49 DHH, el pecado de Sodoma empezó cuando
estuvieron en abundancia y comodidad, no ayudaron al pobre y al necesitado; no compartieron el pan con
el hambriento.

 La palabra pecado que aparece en este texto viene de la raíz H5771 Avón Perversidad, castigar, castigo
(de iniquidad), falta, iniquidad, mal, maldad, malo, delito, pecado. El no compartir con el necesitado
puede convertirse en iniquidad, por eso fue que Sodoma terminó llena de pecados que Dios abomina.

e) No volverse orgullos para no cometer cosas que Dios detesta, Ez. 16:50 DHH, Notemos que
como consecuencia de haber omitido hacer lo bueno, fueron llevados a un nivel en el que Dios no soportó
si su presencia y las terminó destruyendo.

f) No endurecerás el corazón, ni cerrar la mano al hermano pobre, Dt. 15:7-9 LBLA, No haber
ayudado a uno de nuestros hermanos cuando tuvo una necesidad, también es pecado. Hacer el bien,
buscar la justicia, reprender al opresor, defender al huérfano y abogar por la viuda. (Isaías 1:17 LBLA) es
hace el bien, hacer lo contrario es pecado.
g) Orar por otros, enseñar el camino bueno y recto, 1 Samuel 12:23 BAD, Notemos a lo que el
profeta Samuel está llamándole pecado: dejar de orar por aquellos que quizá nos han hecho algún daño
porque si alguien no conoce el buen camino y recto, es porque anda por el mal camino y no sabe hacer lo
bueno, quizá nosotros mismos fuimos víctimas de esas personas; pero en nosotros está el hecho que
sigamos orando por ellos. El profeta Samuel está consciente que existe el pecado de omisión y sabe el
antídoto ante ese pecado.

h) Orar por las autoridades, 1 Ti. 2:1-3 PDT, El Apóstol Pablo decía que debemos hacer oración por la
autoridades que nos están gobernando; sin importar los que estén al frente porque solo Dios sabe la
razón por la cual ellos están de gobernantes de nuestra nación, nuestro deber es orar por ellos para que
tengan la sabiduría necesaria y conduzcan nuestra nación por el camino del bien.

i) Dar gracias a Dios, Sl. 92:1 LBLA, RV60, Cuando no damos gracias a Dios, también dejamos de hacer
lo bueno; cuando dejamos de cantar alabanzas a Dios, dejamos de hacer lo bueno y como consecuencia
estamos pecando.

j) Congregarnos, Sl. 133:1 RV 1960 Cuando dejamos de congregarnos, dejamos de hacer lo bueno =
pecado de omisión, y estamos corriendo el riesgo de pecar por intención, lo que puede llevarnos
finalmente al pecado de comisión. Quizá un día decidimos no asistir a la Iglesia y lo consideramos como
algo que no es pecado (pecado de omisión); nos acomodarnos frente al televisor por varias horas (pecado
de intención), pero lamentablemente sintonizando los diferentes canales que prestan las mejores
empresas de cable que ofrecen toda clase de presentaciones; repentinamente sin buscarlo, llega una
película de pornografía y hace que el pecado que estaba a la puerta, finalmente entre (pecado de
comisión) y por habernos quedado en casa, como lo hizo el rey David, cuando era día de salir a la batalla;
el pecado logró alcanzarnos.

CONCLUSIÓN

Tenemos la oportunidad en el que podemos pedirle sabiduría a Dios para saber qué cosas buenas hemos omitido en
nuestra vida, para que nos levantemos en el nombre de Jesús como guerreros de Dios y que no solamente dejemos de
hacer lo malo, sino que no dejemos de hacer lo bueno, que seamos cristianos que practican lo bueno como parte de
nuestra vida.

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