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Acerca de los fundamentos de la identidad judía – Avraham

Infeld

Traducido de http://www.melitz.org.il/blog-entry/basics-jewish-identity-avraham-infeld

En Israel, uno puede dejar de ser judío


Mi padre fue profundamente judío, y ateo. Dedicó su vida al pueblo judío e insistió en hablarme en hebreo. Una
mañana me despidió con un: "Shalom". Le pregunté, "Abba, ¿a dónde vas?" Me respondió: "Yo no me voy. Sos
vos el que se está yendo. " Cuando le pregunté, "¿A dónde voy", me contestó, "Sos un joven judío y tenemos un
Estado judío. Shalom."
Mi padre nunca discutió conmigo los mandamientos de Dios, ni hablábamos sobre pecados o castigos. Me hablaba
con orgullo de ser un miembro del pueblo judío, me hablaba de un lenguaje compartido y de una conexión con un
determinado territorio. Cuando llegué a Israel sabía que ser un Judio significaba ser miembro de una nación con un
territorio, un idioma y una herencia. Hice aliá porque mi padre me dijo: "Sos Judio." En Israel, por otra parte, todo el
mundo me diría: "Ahora que estás aquí, ya no tendrás que ser Judio nunca más." Estaba tan desorientado, que
empecé a preguntarme a mí mismo lo que significaba ser Judio.

Una paradoja judía


Imagine la siguiente discusión entre "Bob", un activista en una organización judía estadounidense, y yo.
"Bob, ¿Usted es religioso?" - "Dios no lo quiera." - "¿Usted come kasher?" - "Sólo si no hay nada más que comer." -
¿Observa el Shabat? "-" No "-" ¿Reza? "-" No "-" ¿Va a la sinagoga? "-" Una vez al año, para reunirme con amigos."-
" ¿Es usted religioso? '- "No." - "¿Qué es el judaísmo?" - "Una religión." - "Quién es usted?" - "Un judio."
Él podría haberme hecho preguntas similares.
"Avraham - ¿Observa Shabat?" - "Por lo menos una vez a la semana." - ¿Reza? "-" Tres veces al día. "- ¿Come
kasher?" - "Todo el tiempo." - "¿Es el judaísmo una religión?" - ". Por supuesto que no" - "Quién es usted?" - "Soy un
Judio."

Los cinco pilares de la identidad judía


Suelo hablar de cinco pilares o preocupaciones centrales de la identidad judía contemporánea. Me encuentro con
muchos judios en todo el mundo y les hablo de estos cinco pilares, animándolos a elegir al menos tres como partes
centrales de sus propias vidas.
¿Por qué tres? De esa manera, todos aquellos que así lo elijan compartirán (al menos) un compromiso central con
todas los demás judíos. Reto a mis oyentes a que creen algún grado de unidad judía, sin uniformidad.

1. Memoria judía
Cuando empecé estudios avanzados en Israel, le escribí a mi padre que quería enseñar la historia judía. Su reacción
fue: ¿Qué? ¿Acaso enseñan historia judía en la Universidad Hebrea de Jerusalén ? ¡ No exite tal cosa como la
historia judía. Los no judíos tienen historia. Los judíos tienen memoria. - Si tuviera que describir en una frase lo que
significa ser judío, yo diría que un judío es una persona que nunca debe sufrir amnesia.
No se puede crear una familia judía, un nuevo hogar judío o cualquier aspecto de una nueva cultura judía sin hacer
referencia a la memoria judía.
¿Cuál es la diferencia entre historia y memoria?
Historia significa saber lo que sucedió en el pasado. Memoria significa preguntar cómo lo que ocurrió en el pasado
influye en mí y en mi vida actual. Es por esa razón que nosotros no enseñamos a nuestros jóvenes que nuestros
antepasados salieron de Egipto. Les enseñamos que "todo ser humano verse a sí mismo como si hubiese salido de
Egipto."
El desafío del judío consiste en cargar con la memoria colectiva judía y que sea parte de su propia vida.
Shavuot era un día de fiesta central de mi juventud. Tenía que caminar alrededor de la mesa con una cesta de fruta
mientras cntaba "llevamos nuestras cestas al hombro." Era una tontería. Era la estación equivocada (en Sudáfrica).
Yo estaba en la otra mitad del mundo. Uno termina rezando por la llegada de la lluvia en el momento equivocado.
¿Por qué?
Porque como judío, uno no reza por sí mismo sino como parte de la memoria colectiva del pueblo judío.

2. Lazos familiares
¿Quiénes somos? ¿Somos miembros de una religión?
Si estuviéramos realizando una investigación teológica, podría demostrar que no compartimos la misma religión.
En Nueva York, el Chase Manhattan Bank anuncia: "Usted tiene un amigo en el Chase Manhattan." Cuando el Bank
Discount de Israel abrió su primera sucursal allí, tenía un lema maravilloso, repetido cada hora en la radio local y
cada cuatro horas en la televisión: "Usted puede tener un amigo en el Chase Manhattan, pero nosotros somos
Mishpacha (familia)."
La esencia de nuestro ser judío es ser una familia. Por eso la Torá no nos llama judíos o hebreos, sino "Hijos de
Israel". Cuando ayudamos a absorber en Israel cientos de miles de inmigrantes de Rusia y Etiopía, estamos
ayudando a los miembros de nuestra familia

3. El Sinaí y la Halajá (la ley judía)


Los judíos no abandonaron Egipto y fueron directamente a Tel Aviv. En el camino, se detuvieron en un lugar llamado
Sinaí. Uno no puede ignorar la revelación del Sinaí, y no importa si uno es ortodoxo, conservador, reformista o
secular.
En el Sinaí nuestra familia nos legó a todos unos anteojos especiales, a través de los cuales vemos el mundo.
Hicimos un pacto con Dios, comprometiéndonos a vivir de acuerdo con ciertos principios:
a. Dar fe de la existencia de Dios. Esta es una tarea particularmente noble en un mundo secular. El peor destino que
espera a los seres humanos es que se crean dios y no vean sus propias limitaciones. Estamos aquí para decirles
que ese puesto ya está tomado.
b. Mejorar este mundo.
c. Vivir la vida de modo que profundicemos y potenciemos nuestra memoria. Sin memoria no hay futuro.

4. La Tierra de Israel y el Estado de Israel


La Tierra de Israel en su totalidad es un depósito de memoria judía. Sea que controlemos la totalidad o la mayor
parte de ella, sigue siendo central e importante para nosotros como judíos.
La otorgo la mayor importancia a que los judíos visiten Israel. No sólo porque deseo alentar la Aliá, sino también
porque hoy no se puede ser judío sin una conexión con Israel. Esta tierra es la casa de la memoria judía. El Estado
de Israel es importante para nosotros por muchas razones. Uno de ellos es el hecho de que hasta hace sesenta
años la descripción más común del judío era la de un refugiado - un vagabundo, el Judío errante. El Estado de Israel
borró del pizarrón esa frase, un cambio de importancia para cada judío. Uno no llega a Israel como turista. Uno viene
a Israel a explorar su alma, y a encontrarse con el lugar que transformó a su familia de un grupo de refugiados a
gente que no volverá a carecer de una patria. No podemos sobrevivir como pueblo sin un hogar soberano.

5. El Idioma Hebreo
Cierto domingo, en Omaha, Nebraska, mis anfitriones sugirieron que visitara la escuela dominical. Veinticinco chicos
de diez años estaban sentados y una maestra trataba de lograr que aprendieran una lengua extranjera.
Miré sus caras, y vi en ellas el sufrimiento de mi pueblo. Les pregunté: "¿Por qué rezás en hebreo?" Me contestaron:
"Porque Dios no entiende Inglés."
Los judíos rezan en hebreo, porque en todos los tiempos han cosas importantes en su propio lenguaje cultural.
El hebreo es esencial para el pueblo judío porque el lenguaje porta la de una generación a la siguiente.
Estábamos equivocados. Nos engañamos a nosotros mismos y a los demás cuando decíamos que el hebreo era
uno lengua muerta que revivió hace más de 100 años. Eso no es cierto. Hemos heredado una lengua viva y l
transformamos en una lengua hablada. Cada responsum sobre la ley través, a lo largo dos milenios, fue escrito en
hebreo. Las lenguas judías (el Yiddish, el Ladino, el Mugrabi, etc.) son una prueba viviente de que algunas cosas
sólo se pueden expresar en hebreo.
El idioma hebreo está lleno de conceptos centrales para nuestras vidas de hoy en día. Los judíos de todo el mundo
deben hablarse el uno al otro usando una lengua que tenga profundos vínculos con la memoria judía, recordando
que nuestra conexión es de tipo familiar.
Si nos relacionamos en el hebreo no como un simple medio de comunicación, sino también como una manera de
conocer a nuestros antepasados y hablar con ellos, podremos construir un futuro próspero y significativo para el
pueblo judío.
El autor fue el fundador de Melitz, su presidente desde hace treinta años y ahora es Presidente Emérito. Los
siguientes extractos aparecieron en un volumen publicado en hebreo en su honor por Melitz, de noviembre de 2001.

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