Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima

Managua – Nicaragua

Moral Fundamental I

Trabajo asignado por: Pbro. Oscar Chavarría.

Elaborado por: Paúl Fernando Tinoco Mejía.

Fecha de entrega: 22/06/16

San Pablo se dirige a la comunidad de los Gálatas y les enseña como ya por
Cristo, no basta solo la ley para la salvación, sino la fe también tiene mucha
relevancia. Pero la ley siempre ha venido instruyendo al hombre, para que poco
a poco vaya tomando conciencia de lo que es. Hay un principio antropológico
que reza, el obrar precede al ser, según nuestro obrar nosotros nos vamos
identificando con lo que realmente somos, y las leyes precisamente son una
ayuda para que logremos realizarnos según nuestra naturaleza.
Para los discípulos de Cristo no solo basta la ley, Jesús en el sermón de las
bienaventuranzas nos propone un estilo de vida mejor, un estilo de vida en el
que no basta cumplir normas de conducta, sino que van más allá; Perdonar al
que te ofende, rezar por los que te persiguen, si alguien te golpea en una mejía,
ponle la otra. Palabras como estás nos llevan a un estilo de vida acorde a las
enseñanzas del Maestro.
Pero Cristo nos da su Espíritu que actúa como Paráclito y nos ayuda para que
con su gracia cumplamos sus propuestas, no nos deja solo, para que con fuerzas
humanas que sería imposible, realicemos día a día el plan de salvación que él
instauró con su muerte y resurrección.
Vemos que los hombres han buscado poco a poco realizarse en la vida, debido
al mal uso del poder desde tiempos remotos, como lo fueron muchos reyes
déspotas, en los cuales quisiera mencionar los del imperio romano o egipcios,
cuya autoridad era atribuida o dada por las divinidades, otros se consideraban
dioses, los seres humanos formaron lo que hoy conocemos como ley natural.
Esto llevo a las personas a buscar aquellos preceptos que les proveyesen
deberes y derechos y a constituirse cada vez más en sociedades, vemos que de
los principios fundamentales se han derivado un cierto número de deberes; de
aquel principio has el bien y evita el mal, por ejemplo, hemos deducido que quitar
la vida a un inocente va en contra de esta ley natural. Se ha venido trabajando
también en bienes que son de mucho provecho para la humanidad como la
conservación de la prole, la procreación y la necesidad de establecerse en
sociedades para la buena realización de las ciudades.
Esta ley natural no es positiva (algo dictado por los hombres o escrita) porque
ella (ley natural) no se agota, gracias a nuestra razón podemos ir deduciendo
más formas de actuar y llegar así a una vida plena, la ley positiva nos preceptos
que no determinan a actuar de una u otra forma y en los peores de los casos nos
llevan a actuar en contra de leyes naturales como son la aprobación del aborto
terapéutico, el legalizar las adopciones por parejas homosexuales o lésbicas,
uso permitido de sustancias alucinógenas, etc.
Estas leyes positivas sin duda alguna atentan contra principios naturales como
el respeto de las vidas inocentes, la educación que solo un padre y una madre
le saben ofrecer a sus hijos, y la mala toma de decisiones bajo los efectos de
este tipo de sustancias.
Sin duda alguna los avances tecnológicos y científicos llevan a replantearse
muchas deducciones de leyes naturales, siempre debemos de tratar comprender
mejor nuestro cosmos, esto incluye nuestro organismo, en la medida que nos
vamos conociendo, podremos discernir mejor cuando actuamos conforme a la
ley natural o no, y no será necesaria una casuística.
La ley moral es obra de la sabiduría divina, en el sentido bíblico se puede definir
como una instrucción paternal, ver a Dios como pedagogo, toda ley tiene una
verdad inscrita primera y última. Decía santo Tomás de Aquino que es dada por
una autoridad competente para el bien de la comunidad. La ley moral tiene en
Cristo su plenitud y su unidad.
La ley natural es inmutable, es decir, está no puede cambiar, ya sea en distintas
culturas o regiones, si se tratase de arrancar de los hombres estas leyes,
volverían a nacer con los hombres para el desarrollo de las sociedades. En cada
región del mundo hay muchas leyes positivas que difieren, pero las naturales se
tratan de mantener por la mayoría de los hombres, aunque estas de manera
indirecta muchas veces sean relativizadas, especialmente por corrientes como
hedonismo, egoísmo, utilitarismo y lo que hoy conocemos como consumismo.
Vemos en la ley del antiguo testamento dada por Dios a Moisés, muchas
verdades, que proporcionan al hombre un amor hacia la divinidad y al prójimo.
Esta es una preparación para la revelación que se nos presenta en el nuevo
testamento, Cristo es la plenitud de la ley que nos regala la fuerza necesaria,
para lograr sus planes.
La nueva ley perfeccionada que nos muestra Jesús en sus enseñanzas,
trasmitidas por los evangelistas, nos ayudan a podernos configurar con nuestro
Maestro, sabemos que la ley mosaica permitía repudiar a una mujer con un acta,
pero Jesús trae nuevamente los principios de la ley que se estableció, para la
unión del hombre con la mujer, Jesús nos muestra como son uno solo, y si la
mujer repudiada se une a otro comete adulterio, lo mismo para el hombre, Jesús
perfecciona la ley hablando sobre quienes miran a una mujer con deseo, ya
cometen adulterio en sus corazones.
Hay tres conceptos que debemos de tener claro para la comprensión de la ley,
si decimos que la ley la podemos conocer por ser seres racionales y esta razón
es autónoma, no significa que ella pueda crear los valores y las normas morales,
no significa que debamos rechazar el mandato de Dios, lo contrario, debemos
aceptar esta ley moral. El otro termino a desarrollar es la heteronomía, si está
niega la determinación del hombre o imposición de normas ajenas a su bien, esta
entraría en contradicción con la revelación de la alianza y la encarnación
redentora, contrario a la sabiduría divina y a la dignidad de la persona humana.
El tercer y último término es el que todos los creyentes debemos de practicar,
este es la teonomía o teonomía participada que trata de la libre obediencia a
Dios por parte de la persona, que implican que la razón y la voluntad humana
participan de la sabiduría y de la providencia de Dios.
Como personas debemos de buscar siempre aquello que nos ayuda a
realizarnos en los distintos planos de la vida y velar por el bien común, dejar de
ser egoístas, buscando la satisfacción personal o de aquello que nos conviene.