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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ISBN
978958465110-5

Fundación Social Afrocolombiana


Unidad en la Diversidad
MUNTÚ-BANTÚ

Director Ejecutivo
SERGIO ANTONIO MOSQUERA

E-mail
muntubantu@gmail.com

Teléfonos
(4) 673-28 45 310 823 8468 315 574 4496

Dirección
Carrera 18 Nº 12-65, Barrio Nicolás Medrano

Autor
SERGIO ANTONIO MOSQUERA

LUIS ALFONSO OROZCO


Diagramación

ALTO VUELO COMUNICACIONES


Impresion

Ciudad
Quibdó, Colombia

2014

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

INTRODUCCIÓN
Conocer los orígenes de todo cuanto existe, de cómo ha devenido la existencia de las
cosas, ha sido una obsesión y preocupación constante de los seres humanos; así sea
que esos orígenes se remonten a los mitos, y ello no implica que por ser mítico sea
falso, sino que la explicación adquiere un carácter sagrado, divino, porque fueron los
ancestros; es decir los dioses, quienes lo hicieron por primera y única vez. En ocasiones
ese secreto no fue revelado a los hombres, de ahí el estado de angustia y preocupación
por conocer lo que no le ha sido manifestado desde un principio, para a partir de ese
conocimiento disminuir su estado de angustia e ignorancia y aumentar su grado de
certeza y seguridad y así poder orientar sus acciones en la vida.

En el caso de los africanos traídos al Nuevo Mundo ellos tenían la seguridad y certeza
del origen divino de su existencia y de la pertenencia a su grupo étnico, y por lo tanto a
su universo cultural. Pero por efecto de la esclavización en América, y como estrategia
de dominación, a los descendientes de los esclavizados nos fue borrada parte de nuestra
memoria histórica y hoy, después de varios siglos, deambulamos en América, Colombia
y el Chocó, en muchos casos sin conocer nuestro origen étnico-cultural. Esto nos
hace difícil precisar los restos de un pasado que ha permanecido en forma de legados
culturales, los cuales fueron el soporte importante para sobrevivir en las condiciones del
desarraigo, la desterritorialización y la persecución generados por la esclavización. En la
actualidad los descendientes de los esclavizados, por lo menos en Colombia y el Chocó,
ya no nos preguntamos tanto por el origen del ser humano porque de alguna manera
tenemos grados de certeza, pero aún son muchas personas que indagamos por nuestro
origen africano. Ahora bien, decir que somos descendientes de africanos esclavizados
en el Chocó es una verdad imprecisa que no ofrece una respuesta satisfactoria porque
África es un inmenso continente, donde siempre han existido una variedad de grupos
étnicos. En consecuencia todavía seguimos formulándonos preguntas como: ¿De qué
parte de África fueron traídos nuestros antepasados?, ¿A cuales complejos étnico-
culturales pertenecían?, ¿Cuáles son esos legados culturales? Hasta que no obtengamos
respuestas satisfactorias nuestro grado de angustia, preocupación e ignorancia no
disminuirá; y por tanto no podremos establecer las conexiones temporo-espaciales
y culturales. Lo cual no es otra cosa que los nexos entre África y el Chocó; entre el
pasado y el presente, no solamente como categorías temporales sino como experiencia
histórica, social, política, económica y cultural.

El presente trabajo, que hemos denominado, “Afrochocoanos: orígenes y troncos


familiares”, pretende ofrecer respuestas a preguntas como las que acabamos de
señalar. Una vez presentado el panorama sobre las regiones y los grupos étnicos
fuentes de abastecimiento de la captura y secuestro, podremos precisar con alto grado
de certeza los orígenes de los africanos convertidos en prisioneros que luego fueron
traídos al Chocó, donde iniciaron su vida de esclavizados. Con el avance del proceso
de esclavización se fue haciendo cada vez difusa la precisión de las adscripciones

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

étnicas, hasta casi ser borradas o desaparecidas, pero paralelamente iba surgiendo una
antroponimia; es decir, una nueva forma de nombrar a los prisioneros africanos la cual
es un elemento cultural importante. Ella nos dice mucho de quien nombra, en el intento
de imponer una cultura, pero también del nombrado quien va siendo introducido en
otro universo cultural. En virtud de este proceso la gran mayoría de los descendientes
de africanos en el Chocó, Colombia y América, hoy llevamos nombres y apellidos que
nada tienen que ver con nuestra historia y cultura antes de ser obligados a cruzar el
Atlántico. La antroponimia que hoy llevamos; es decir, nuestros nombres y apellidos,
son un legado de la esclavitud y de los esclavizadores ante la necesidad de nombrar “la
mercancía”.

De otro lado, los descendientes de los antiguos esclavizados llevan hoy los apellidos
de los antiguos amos y ello no es prueba de familiaridad consanguínea. Ellos, al ser
juntados en las minas y rancherías, construyeron otro tipo de familiaridad; edificaron
los pueblos de familia por solidaridad. Sin embargo seguir los apellidos nos lleva a la
ubicación precisa donde quedaban ubicados los otrora reales de minas y el nombre de
los amos. Por ejemplo, uno puede ubicar el centro de dispersión del apellido Palacio(s)
que llevan los afrochocoanos en la antigua mina de Certégui, propiedad del Maestre de
Campo don Francisco González Trespalacios, luego heredada por su hijo don Matías
Trespalacios. Los esclavizados que salieron de esta mina con el apellido del amo
migraron por la cuenca del rio Quito hasta subir al Alto Baudó. Igual sucede con el
apellido Córdoba en Neguá donde quedaba la mina del esclavizador don Leonardo
de Córdoba y Velasco. El apellido Lozano se ubica en el actual municipio de Condoto
donde estaba ubicada la mina de don Luís Lozano Scipión. Así sucesivamente sucede
con los Mosquera, Valencia o Bejarano, entre otros.

De otro lado, aquellos “pueblos de familia” hemos intentado seguir algunos “troncos
familiares” desde el antepasado más remoto que pudimos ubicar, esto nos permite
ver, por ejemplo, que todos los Mosquera no son familia consanguínea. Pero a su vez
podemos determinar las sucesivas uniones familiares que van formando un tejido
consanguíneo que se extiende por todo el Chocó para determinar la gran familia
afrochocoana.

Finalmente, mis agradecimiento a la doctora Mariana Garcés Córdoba, ministra de


cultura, y al doctor Moisés Medrano Bohórquez, director de poblaciones del ministerio
de cultura, quienes consideraron que este trabajo, si bien constituye un estudio de
caso, puede servir de orientación para determinar los orígenes de la población
afrocolombiana en otras regiones del país, y de esta manera ir juntando algunas piezas
del rompecabezas que están dispersas desde hace más de cuatro siglos.

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PRIMERA PARTE
Orígenes

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

1. AFRICANOS EN EL CHOCÓ
El territorio que hoy conocemos con el nombre de América parece que fue visitado por
personas africanas mucho antes que Cristóbal Colón. Al decir de algunos autores, entre
ellos Humberto Triana y Antorveza, el Almirante genovés en su diario «hablaba de
comerciantes negros que vendían a los aborígenes de la española una mezcla de oro,
cobre y plata que los habitantes de Haití llamaban guanín»1. La certidumbre de dicha
presencia crece con los hallazgos arqueológicos en Veracruz (México) que revelan
rostros negroides esculpidos en rocas. Las fuentes árabes, particularmente las referidas
al imperio de Malí, también sugieren dicha aventura precolombina. Se ha considerado
a Sunjata Keita como el fundador del imperio de Malí; tras la muerte de este soberano
lo sucedió en el trono su hijo mayor Mansa Yerelenku o Mansa Wulen quien gobernó
entre 1250 y 1270 aproximadamente. Hacia 1307 el trono recayó en un sobrino de
Sunjata, Kanku Musa, conocido con el nombre de Mansa Musa I y quien reinó hasta
1332. Tras su conversión al Islam partió con una fastuosa caravana a visitar La Meca
deslumbrando a su paso a los musulmanes, tanto por los presentes que entregaba a los
dignatarios como por el número de acompañantes y las riquezas que portaban estos.

Mansa Musa I reveló en El Cairo que su predecesor en el trono había muerto en una
expedición marítima, «porque este soberano no quería entender que era imposible
llegar al extremo del mar circundante; él quería alcanzarlo y se ensañó en su intento».
Después del fracaso de los doscientos navíos «llenos de hombres y de otras muchas
cosas llenas de oro, agua y víveres, en cantidad suficiente para años…», el emperador
mismo tomó la dirección de las operaciones, y equipó dos mil barcos y partió. Ya no
volvería. Autores como Weiner y Jeffers han tratado el problema del descubrimiento
de América por los Malinkés ¡Los negros habrían llegado a las costas americanas dos
siglos antes que Colón!2. Pero la presencia mandinga no tuvo iguales repercusiones
para la historia de la humanidad porque no se trató de una colonización espiritual
ni territorial, tampoco de un saqueo de riquezas, y mucho menos de la esclavización
de una parte del género humano; fue una expedición con el único fin de explorar el
Atlántico.

Debemos admitir que la presencia africana anterior a Colón, en el hoy territorio


americano, es todavía una hipótesis no suficientemente documentada, argumentada
y atestiguada como para derribar una «verdad» que lleva más de cinco siglos de
construida, la cual podría poner a tambalear el edificio etnocéntrico y eurocéntrico. Lo
que resulta totalmente innegable es la presencia de africanos, y/o sus descendientes,
en los viajes colombinos y actuando en las posteriores hazañas de «descubrimientos»,
conquistas y colonizaciones. Esto se advierte en el famoso «juramento de Cuba», en

1. TRIANA Y ANTORVEZA, Humberto. Léxico documentado para la historia del negro en América. Siglo XV- XIX.
Tomo I. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. 1997. P. 65.
2. NIANE, D.T. (Director del volumen). Historia general de África. Volumen IV. Madrid. Editorial Tecnos/UNESCO. 1985.
Pp. 163-167.

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junio de 1494, cuando el Almirante Colón prometió castigar con cien azotes y cortarle
la lengua a los grumetes o personas de su condición que contradijeran su promesa de
encontrar gente civilizada3. Los grumetes eran grupos de negros cristianizados que
llegaron a adoptar nombres lusitanos, generalmente procedían de Gambia y Sierra
Leona, y resultaron auxiliares definitivos para las exploraciones y conquistas por los
saberes y oficios desempeñados4.

Algunos africanos o descendientes suyos, alcanzaron tanto renombre en estas empresas


que llegaron a convertirse en conquistadores y colonizadores famosos. Valga citar en
México los casos de Esteban y de Juan Garrido. El primero fue conocido como el negro
Esteban, o Estebanillo, quien salió de San Lúcar de Barrameda, en el año de 1527, con
la expedición de Pánfilo de Narváez, quien para entonces era el jefe de Hernán Cortés.
En 1539 Estebanillo fue escogido como guía de la expedición encargada de reconocer y
conquistar las regiones situadas al norte de México, particularmente Florida y Texas5.

En tierras Aztecas fue muy importante la presencia de Juan Garrido, negro africano
de condición libre, quien vino a América tras haber estado domiciliado primero en
Portugal. Garrido acompañó a Juan González Ponce de León en su viaje a San Juan
de Puerto Rico, donde pelearon con los Caribes y pacificaron La Isla. De igual manera
este africano participó con Diego Velásquez en la conquista y pacificación de Cuba. En
1519 Garrido acompañó a Hernán Cortés, y participó en la toma de Tenochtitlán. En
Coyoacán recibió un terreno donde instaló una huerta, en aquel sitio ocurrió un hecho
trascendental para la historia de México: La siembra de los primeros granos de trigo,
convirtiéndose en la primera persona que realizó la experiencia con dicho cereal en
Nueva España. Aquel conquistador, en 1523, actúo en la expedición de Michoacán;
entre los años 1527 y 1528 Garrido viajó a Zacatula (Michoacán) en busca de oro,
para lo cual contrajo deudas con el objeto de organizar una cuadrilla de trabajadores
esclavos. En 1535 nuevamente acompañó a Hernán Cortés en las expediciones a la Mar
del sur y a California6.

La cultura española hace su entrada al denominado territorio granadino, hoy Colombia,


por la región del actual departamento del Chocó. Es precisamente Santa María la Antigua
del Darién, en 1510, la primera fundación peninsular en América, con un proyecto de
inmigrantes españoles para poblar y habitar la ciudad. Del Castillo da cuenta de «un
grupo de negros esclavos que figura ayudando a Vasco Núñez de Balboa a construir
sus barcos en la Mar del Sur… lo que prueba que los hubo tempranamente en Santa
María la Antigua y que quizá fueron los primeros que se establecieron en tierra firme,
y por ende en actual territorio colombiano»7. Esos constructores y calafeteadores de
embarcaciones también eran denominados grumetes, conocían el oficio de marineros

3. Puede verse en: TODOROV, Tzvetan. La conquista de América. El problema del otro. Buenos Aires: Editorial siglo
XXI. Pp. 30-31.
4. TRIANA. Op. cit., pp. 68-71.
5. Ibid., p.74.
6. Ibid., pp. 75-77.
7. Del CASTILLO MATHIEU, Nicolás. La llave de América. Bogotá: Ediciones EL TIEMPO.1981. P. 194.

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y entre ellos, poco antes de la fundación, figura Ñuflo de Olano un esclavizado que
Balboa había traído y que salió junto con él a «descubrir» el Mar Pacífico en 1513. Pero
jamás se destaca el papel de Olano en las expediciones del Adelantado del Mar del Sur
como conquistador o co-descubridor; Balboa sólo, sin la compañía de esta gente negra,
no hubiese podido «descubrir» lo que para los indígenas no estaba cubierto y tampoco
encubierto8.

En 1514 el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, nombrado por el rey como veedor
del gobernador Pedrarias Dávila, y de las fundiciones de oro, viajó directo desde España
a Santa María La Antigua del Darién trayendo consigo un negro de su servicio y entera
confianza, acompañante que contribuye a dar fe que desde muy temprano la gente negra
comenzó su andanza en esta parte del continente y de Colombia, al lado de sus amos9,
pero infortunadamente muchos de sus nombres no fueron registrados. La presencia
del negro es prolongada en otras regiones del territorio neogranadino; Del Castillo,
retomando a los cronistas Juan Friede y Pedro Cieza de León, cuenta que Bastidas en
1525 en Santa Marta, con Vadillo en 1528 y en 1530 con García de Lerma, ya figuraban
unos pocos negros10. De acuerdo con esto podemos observar que comenzando la
segunda mitad del siglo XVI se da inicio en la Nueva Granada a un arribo forzado y
masivo, bien documentado, de los africanos en este territorio.

Finalmente, y quizá como sostiene Jorge Palacios Preciado,


Aún no se ha determinado el momento en que el negro africano hizo su aparición en
América. Junto a los que sostienen su arribo al continente aún antes de la llegada de Colón,
muchos historiadores creen que lo hizo inmediatamente después del descubrimiento, más
exactamente recién iniciada la conquista. En cualquier caso, la conducción del elemento
africano en su condición de esclavo no se hizo sistemática hasta cuando la explotación
económica de los territorios conquistados y la consiguiente disminución de la población
indígena fue considerable11.

Esta introducción masiva de africanos a América, y particularmente al hoy departamento


del Chocó, es la que nos ocupa porque significó un poblamiento del territorio por los
recién traídos en condición de prisioneros, para luego ser esclavizados.

8. Una importante discusión sobre el descubrimiento puede verse en O’ GORMAN, Edmundo. La invención de
América. México, DF: Fondo de Cultura Económica. 1977.
9. TRIANA, Op. cit., p. 121.
10. Del CASTILLO, Op. cit., p.195.
11. PALACIOS PRECIADO, Jorge. La trata de negros por Cartagena de Indias. Tunja. Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia. Ediciones «La Rana y el Águila». 1973. P. 23.

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2. LA FRONTERA MINERA CHOCOANA


La temprana presencia española en el Chocó, con efectivos africanos, no se tradujo
en una inmediata y progresiva ocupación de la región; por el contrario, el proceso de
apertura, constitución y consolidación de los distritos mineros de Nóvita (provincia del
San Juan) y Citará (provincia del Atrato) fue lento y tardío por los obstáculos a vencer.
La última escalada sostenida para apropiarse definitivamente del territorio comenzó en
1668 cuando
Antonio Guzmán de Toledo redujo a los noanamas, chancos y citaraes que durante
más de un siglo habían impedido la ocupación del Chocó. Hacia 1670 los habitantes
de Anserma habían instalado allí cien esclavos negros y los de Popayán se prestaban a
introducir cincuenta12.

Luego de transcurridos más de 150 años desde la presencia de Vasco Núñez de Balboa
y Ñuflo de Olano en Santa María la Antigua del Darién la colonización del Chocó
estaba sin completar; este proceso necesitó de una ofensiva militar con la consecuente
oposición de los nativos que en 1684 desencadenó una rebelión indígena en la región
que condujo a una guerra de exterminio. Como producto de ello la nueva frontera
quedaba abierta en forma definitiva pero la guerra dejaba detrás de sí problemas de
abastecimientos y de mano de obra casi insuperables13.

El etnocidio indígena sirvió de pretexto para la introducción en el Chocó de esclavizados


africanos destinados sobre todo al laboreo de las minas de oro, hecho que ya había sido
justificado y probado en América desde principios del siglo XVI, siendo su ideólogo el
obispo Bartolomé de Las Casas. Según
…parece que pocos años del descubrimiento de las Indias se fue reconociendo que el
trabajo de las minas y labor de los campos no podrían superarse por los indios y para
que les ayudasen se resolvió se pudiesen llevar algunos esclavos como fuesen negros…
[y] a raíz de la Real Cédula de 22 de enero de 1510 por la que se autorizaba a la casa de
contratación para enviar hasta doscientos esclavos con el objeto de que fuesen vendidos
en La Española (México)14.

Luego este hecho es continuado en la Nueva Granada en el momento en que Pedro


de Heredia «viene a Cartagena [y] se le autoriza a conducir cien esclavos negros (50
hombres, 50 mujeres)… En septiembre de 1565 se otorgaron licencias para importar 500
negros a los habitantes de Cartagena»15, lo que contribuyó a dinamizar la trata negrera,
que a finales del siglo XVII encuentra un nuevo escenario en la región chocoana.

12. COLMENARES, Germán(a). Historia económica y social de Colombia. 1537-1719. Tomo I. Bogotá: Editorial La
Carreta. Tercera edición. 1978. P. 264.
13. Ibíd., p. 265.
14. PALACIOS PRECIADO,Op. cit., p. 24.
15. Del CASTILLO,Op. cit., p. 196.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

En el Chocó, en forma paralela a la etapa final del proceso de «pacificación» de los


indígenas, empieza a ser perceptible la presencia de africanos y/o sus descendientes, toda
vez que esclavizadores del Gran Cauca comienzan a disputarse los recién descubiertos
lavaderos de oro a través del ofrecimiento y disponibilidad para enviar sus esclavizados.
Esta afluencia de empresarios provocó que entre 1690 y 1710, es decir, en el curso de
una generación, los mineros de Popayán consolidaron su supremacía en las regiones
mineras del Chocó… Uno de los primeros mineros en establecerse con cuadrillas fue
un vecino de Toro, Juan Jacinto Palomino, quien había firmado capitulaciones con la
Audiencia de Santa Fe para la reducción de la provincia, y en 1682 ya era propietario de
terrenos aledaños a los ríos Sipí y Garrapatas (en la provincia de Nóvita).

En 1690 el payanés don Francisco de Arboleda Salazar despachó una cuadrilla para el
Chocó y sostuvo un litigio con Palomino por la propiedad de la tierra. Por aquellos años
maestres de campo como Agustín de Valencia, Nicolás de Caicedo Hinestroza, Miguel
Gómez de La Espriella, capitanes como Martín Prieto de Tobar, Bernardo Alfonso
de Saa, y el Sargento Mayor Mateo Vivas Sedano, entre otros, todos con investidura
militar, continuaban la colonización del Chocó y consolidaban la frontera minera con
la introducción de esclavizados. Este proceso permite observar que para el año 1711
catorce propietarios Payaneses, muchos de ellos ausentistas, poseían un poco menos de
la mitad de los esclavos (356 de 821, 43.4%) que trabajaban en el Chocó, en concurrencia
con otros propietarios procedentes de Cali, Cartago, Toro, Santa Fe y residentes
permanentes en la provincia. Entre estos propietarios payaneses se destacaban dos
familias: la de los Mosqueras y la de los Arboledas, que poseían cerca de la cuarta parte
del total de los esclavos16. El interrogante que nos genera es: ¿de dónde provenían estos
primeros esclavizados conducidos al Chocó? La respuesta, en principio, puede parecer
obvia: eran trasladados de las haciendas y minas del Cauca. Pero seguramente muchos
de ellos eran bozales, y entonces ¿de cuales regiones africanas fueron raptados los
padres de esos esclavizados criollos? A continuación vamos a intentar seguir algunas
rutas, no sin antes advertir que muchas de ellas ya es imposible reconstruirlas para
recorrerlas.

16. COLMENARES, Germán (b). Historia económica y social de Colombia. Tomo II. Popayán: una sociedad esclavista.
1680-1800. Bogotá. La Carreta Inéditos Ltda. 1979. Pp. 144-145.

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3. LA TRATA NEGRERA Y SU INCIDENCIA


EN LA CONFORMACIÓN DE LA
POBLACIÓN CHOCOANA
El hecho de convertir a los africanos en «mercancía» dio origen a lo que se ha llamado
la trata de negros, inaugurando así el período más triste, sombrío y vergonzoso de la
historia mundial por cuanto se cometió el delito más grande y atroz en la historia de la
humanidad: la captura y comercialización de millones de seres. Es usual dividir aquel
período en tres grandes momentos: las licencias, los asientos y el libre comercio. Las
licencias eran especie de permisos o autorizaciones que La Corona otorgaba a sus
favoritos para que introdujeran a las Indias un número determinado de esclavizados, a
veces para fines domésticos y/o de colonización. La primera licencia concedida fue a
través de La Real Cédula de 22 de enero de 1510, ya citada.

Los Asientos eran convenios o acuerdos entre La Corona y un particular (individual


o constituyendo una compañía) mediante los que la primera arrendaba a favor del
segundo una explotación comercial con carácter de monopolio. Dada la importancia de
los contratos para proveer de mano de obra esclavizada a las Indias, la connotación del
término pronto quedó referido casi específicamente al asiento de negros17. Atendiendo
a la nacionalidad de los asentistas, fuera una persona natural o jurídica, estos se
conocen como el asiento portugués, holandés-portugués, francés e inglés, los cuales,
en ocasiones, adquirían un carácter de tratados internacionales porque comprometían
a las respectivas coronas a través de sus súbditos. En términos generales, el período
comprendido entre 1580 y 1640 fue de exclusividad portuguesa, de 1662 a 1701 estuvo
dominado por holandeses y portugueses, a partir de 1701 y hasta 1713 el monopolio
recayó en los franceses, desde esta última fecha y hasta 1743 la exclusividad estuvo en
manos de los ingleses, para luego entrar a la etapa del libre comercio.

3.1 El asiento portugués


El período de los asientos se inaugura el 22 de enero de 1595 siendo beneficiario el
portugués Pedro Gómes Reynel; con él se da inicio al asiento portugués que se extiende
hasta 1641 siendo sucesivamente contratantes los hermanos João Rodrigues Coutinho
y Gonzalo Vaz Coutinho, así como Antonio Fernández Delvás, Manuel Rodrigues
Lamego, Carlos Pereira, Melchor Gómes Ángel y Cristóbal Meneses de Souza, entre
otros. Durante este asiento los prisioneros africanos son embarcados, principalmente
en el puerto de Cacheo, Santo Tomé, Golfo de Benin, Golfo de Biafra y de la Costa
de Oro; San Tomé es relevado en importancia a partir de 1622 y su lugar es asumido
por el puerto de Loanda, por donde salen Angolas, Congos o Monicongos, quienes
en América van a constituirse en mayoría frente a los Araraes, Carabalíes, Lucumíes

17. PALACIOS PRECIADO, Op. cit., pp. 24-25.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

y Minas. Este predominio es repetitivo en muchas transacciones que se efectúan en


Cartagena, México y Perú, por lo cual hacia 1620
…hay ya, desde luego, una fuerte presencia de negros de Angola en Cartagena y Panamá
en el año 1621 cuando el negrero Manuel Méndez compra en esas dos ciudades un
centenar de esclavos para llevarlos al Perú: una negra ladina, 23 esclavos de los ríos, 41
angolas (29 varones, 12 hembras), 11 negros ardas (8 varones y 3 mujeres), 8 negros,
una criaturay una muchacha sin procedencia conocida, un negro arda, 23 angolas (18
hombres y 5 mujeres) y un negro congo alto.Eran exactamente 115 esclavos de los cuales
64 de Angola, 23 de Guinea, 12 ardas, 1 congo y el resto de origen desconocido18.

La supremacía Bantú parece ser generalizada porque en los esclavizados del sacerdote
Pedro de Claver se encontraban Andrés Sacabuche (de Angola), Ignacio Angola, José
Monzolo (del Congo), Alfonso Angola, Francisco Yolofo, Manuel Biáfara, Domingo
Fulupo, Ignacio Soso (Zape), Lorenzo Zape, Antonio Balanta, Domingo Bran y Francisco
Bran. Otro contemporáneo del padre Claver, el esclavizador Manuel Francisco
Henríquez, residenciado en Cartagena, era propietario de Jusepe Angola, Juan Angola,
Mariquita Angola, Cristina Angola, Feliciano Angola, Lucrecia Angola, Catalina Angola,
Francisca Angola, Pedro Mandinga, María Biojó y Pascuala Criolla19.

En el estudio que Bowser realiza de todo el período del Asiento portugués para el caso
del Perú, cuya situación debió ser similar para Cartagena, demuestra que los prisioneros
de Angola constituyeron el 32.4%, los de Guinea el 24.7%, los de Cabo Verde el 11.9%20.

Durante este Asiento Cartagena empieza su ascenso y consolidación, como el


principal puerto negrero de América. Los prisioneros vendidos en aquel puerto, con
destino al interior de la Nueva Granada, son conducidos preferencialmente a las minas
antioqueñas de Remedios, Zaragoza y Buriticá, a las de Mariquita, en el Tolima; y al
área de influencia de Cartagena21.

Señalemos que el Asiento portugués no va a tener incidencia directa en el Chocó porque


en el tiempo de sus operaciones la ocupación del territorio no se había llevado a cabo, y
por lo tanto era impensable la conducción de prisioneros africanos a esa región.

3.2 El asiento holandés


El período siguiente entre 1640 y 1701, empieza siendo holandés para terminar en
manos portuguesas y va a estar lleno de vici­ situdes. Primero que todo porque se
registra una gran crisis que se prolonga más de 30 años; en ella confluyen factores de
la geopolítica europea junto con otros de carácter local. Holanda y Portugal se liberan

18. Del CASTILLO, Op. cit., p. 220.


19. ASCENCIO, Michaelle. Del nombre de los esclavos y otros ensayos afroamericanos. Caracas: Universidad Central
de Venezuela. 1984.
20. Del CASTILLO, Op. cit., p. 217.
21. Ibíd., pp. 201-207.

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del yugo español; esta primera nación se instala en Angola, Cabo Verde y el Castillo de
El Mina, con lo cual se asegura importantes puntos de provisión de africanos Minas,
Ararás y Bantúes. Los holandeses negociaron a su favor algunas licencias que se
habían otorgado entre 1640 y 1662, además se instalaron definitivamente en Curazao,
lugar de re-exportación de esclavizados a tierra firme porque cada vez era más difícil
conseguirlos en los puertos africanos. A la disminución de la trata se suma ahora el
agotamiento de las minas de Antioquia que hace disminuir el tráfico y aumentar los
precios. Esta parálisis y desolación es presentada al Rey de España en dos cartas, de
1648 y 1654, por el gobernador de Cartagena Pedro Zapata de Mendoza. En la primera
le dice «a siete años que entran negros… importa más un navío de negros a la hacienda
real que galeones y flotas», posteriormente le informa «… y la disminución a que han
venido los negros que tenía esta provincia con haber cesado por el alzamiento de
Portugal el comercio de esclavos»22. No solo la peste que azota en la ciudad en 1651 es
causante de los estragos sino también la falta de negros que eran quienes realizaban las
labranzas; asimismo, hay un reconocimiento a Portugal como el principal proveedorde
esclavizados, por lo menos hasta esa fecha y para Cartagena, que se ve afectada por la
guerra contra España.

En 1671 se firma un Asiento con Domingo Grillo, Ambrosio Lomelín y Agustín Lomelín
(el asiento de los grillos) el cual reactiva en algo el tráfico hacia Cartagena, sin que
implique una recuperación de las minas de Antioquia. Al ello no ocurrir se avizora el
desplazamiento de la frontera minera hacia algún otro lugar de la geografía neogranadina.
La recuperación de la trata se deja sentir en lugares distantes de Cartagena y ya decía el
obispo de Popayán en 1665 que se podían conseguir otra vez esclavos, pero a precios muy
altos. Probablemente durante estos años de crisis en Cartagena y su zona de influencia,
y a partir de la lenta recuperación, fenómenos que afectan a todo el Nuevo Reino de
Granada, hayan empezado a conformarse las cuadrillas de esclavizados en Popayán.
Ellos debieron proceder de las factorías holandesas e inglesas en el Caribe, Curazao y
Jamaica respectivamente, por cuanto las relaciones entre España y Portugal estaban
rotas, y La Corona Española no permitía el acceso de los comerciantes lusitanos en sus
dominios. Los esclavizados de Curazao, según lo afirma Aguirre Beltrán, procedían de
Dahomey (Ararás) y de El Mina, en cambio los de Jamaica eran originarios de Angola.

A partir de 1676 se registra un ligero repunte de los esclavizados llevados legalmente a


Cartagena; pero es a partir de 1696, cuando se concede un Asiento a los portugueses,
que el tráfico tiende a regularizarse. Gracias a ello «el número de personas introducidas
por el puerto de Cartagena entre 1698 y 1702 durante el Asiento de La Compañía de
Cacheo fue de 9.853, es decir una media de 2.395 por año. Durante los cuatro años del
control de tráfico por los portugueses, «las importaciones» estuvieron compuestas en un
53% de bozales, es decir, africanos cautivos que eran traídos directamente de las costas
de África occidental, no hablaban ninguna lengua latina y no conocían los dogmas del
catolicismo. Los demás venían de Jamaica, Curazao y Barbados y solo representaban el
25%...»23. Para esta época las minas del Chocó han entrado en explotación, revitalizan
la trata, y esas tierras son el destino de muchos bozales e igualmente de reexportados
legal e ilegalmente desde las islas caribeñas.

22. Ibíd., p. 243.


23. MAYA RESTREPO, Luz Adriana. Brujería y reconstrucción de identidades entre los africanos y sus descendientes en
la Nueva Granada, siglo XVII. Bogotá: Misterio de Cultura. 2005. P. 181.

15
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

3.3 El asiento francés


Las rivalidades entre Francia e Inglaterra por obtener los beneficios de la trata negrera
en América no cesaban. Una sucesión en el trono español, a nombre de un Borbón, le
dio a La Compañía Francesa de Guinea el monopolio de las Indias entre 1701 y 1713,
rescindiendo de esta manera el contrato que España tenía con Portugal24. Este Asiento,
desde el momento de su firma, tuvo que sortear una serie de obstáculo porque un
sector del Reino español lo veía como la intromisión francesa en el gobierno; además,
el negociador por parte de Francia, el almirante Ducasse, no era persona grata para
los ibéricos por el asalto que años atrás había perpetrado a Cartagena de Indias. Como
si lo anterior fuera poco, la compañía francesa no disponía de excelentes sitios de
aprovisionamiento en las costas de África, situación que se agravaba aún más por la
prohibición vigente de no importar
…negros de minas y cabo verde [porque] son sumamente bárbaros y con dificultad entran
en nuestra sagrada religión además de inducir a otros a caer en errores y a que busquen
la libertad haciendo fuga, de que se seguiría que juntándose en número en los pueblos
poco defendidos y en los despoblados ocasionan notables daños…25

Todo ello conspiraba a dejar a la compañía francesa en una posición delicada sobre
todo frente a los competidores ingleses y holandeses.

El inicio de las actividades por parte del Asiento francés, no obstante a lo anterior,
va a ser muy significativo en la reactivación del tráfico negrero y la economía minera
de La Nueva Granada, especialmente para Chocó. Después de un período de recesión
económica el Virreinato asiste al
…segundo ciclo [del oro] [que] empleó casi exclusivamente mano de obra de origen
africano y por esta razón estuvo asociado más estrechamente a la suerte de los sucesivos
asientos: portugueses y holandeses entre 1662 y 1701, francés entre 1701 y 1713, inglés
entre 1713 y 174626.

Este repunte de las explotaciones mineras se centró en la costa pacífica, más


concretamente en las provincias chocoanas de Nóvita (San Juan) y Citará(Atrato). Así
también lo observa Del Castillo al decir que
…la mayoría de los esclavos que entraban por Cartagena (sobre todo en 1711 y 1712)
eran conducidos después al Chocó, el nuevo emporio minero de la Nueva Granada. A
partir de entonces el auge de la explotación del oro en toda la costa del Pacífico de
Colombia reactivó el tráfico negrero legal y sobre todo ilegal a través, principalmente, de
Cartagena27.

24. PALACIOS, Op.cit., p.114 Ver maniobras políticas para su firma entre... pp. 116-121.
25. Ibíd., p. 123.
26. COLMENARES, Germán (b), Op. cit., p. 40.
27. Del CASTILLO, Op. cit., p. 263.

16
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El inicio del siglo XVIII, y durante el Asiento francés, es una época de auge que en gran
parte determina la suerte de dicha compañía, ligándola estrechamente al Chocó. Esta
relación es perceptible al comparar los volúmenes de las introducciones de bozales
a los lavaderos de Nóvita y Citará, por cuanto en el asiento anterior no se registraron
cifras de tales magnitudes.
Según un informe del visitador Aramburu, entre 1711 y 1712 se condujeron más de 800
esclavos al Chocó y más o menos por la misma época, entre 1710 y 1711 por ejemplo,
llegaron a Cartagena 1.004 esclavos, lo que permite suponer que la mayoría de los negros
de la compañía de Francia se condujeron al Chocó28.

Los intermediarios, o quienes se encargaban de introducir la «mercancía» para el Chocó,


continuaban siendo los mismos del asiento anterior, entre ellos Francisco de Rentería,
Alonso Gil, José Pérez de Rivera y Cristóbal Romero, lo cual nos da una idea de la buena
administración y funcionamiento de los asentistas portugueses y de la dependencia
en que se encontraban los franceses. La permanencia de aquellos distribuidores se
aprecia en el caso de Alonso Gil, quien se interesaba mucho en negociar con «desechos
y rezagos». Este señor en 1708 compró un esclavizado a la factoría francesa por 160
pesos, a los dos meses y diez días lo vendió en Mompox en 300 pesos. Pedro de Astolfi,
el segundo comprador, cedió su derecho en el Sargento Juan Azcárate, vecino de
Mariquita, quien lo traspasó al mayorista Francisco de Rentería, y este a través de un
intermediario, lo vendió en Nóvita a Francisco Caicedo por 580 pesos al contado29.
Esta transacción nos ilustra sobre las ganancias y las artimañas para evadir controles
fiscales, pues el esclavizado fue comprado, luego vendido, posteriormente cedido,
después traspasado, y finalmente vendido. En cada una de estas figuras se evadía el
pago de impuestos a la Real Hacienda.

Hemos hecho alusión al fenómeno del contrabando, o introducciones ilegales de la


«mercancía», que era frecuente y visible en todos los períodos de la trata negrera,
pero deliberadamente decidimos no detenernos en su análisis porque en este estudio
no estamos interesados en cifras o volúmenes imposibles de cuantificar, sino de la
procedencia de la «mercancía», que sea legal o ilegal. Esta práctica, durante el presente
asiento y el subsiguiente, estuvo a luz del día en el Chocó a tal extremo que fue
causante del cierre del Río Grande del Darién (Grande del Sol Poniente), que pasó a
llamarse Atrato (cerrado al trato comercial)30. El contrabando de esclavizados por este
río se realizaba casi exclusivamente desde Jamaica y contaba con la connivencia de los
esclavizadores y algunos funcionarios; en este sentido, Palacios Preciado precisa que:
…las introducciones por el Atrato fueron muy frecuentes, particularmente en estos años,
debido a la demanda de mano de obra esclava que por entonces se registraba en las
minas del Chocó, tráfico que estaba amparado por los mineros y comerciantes de la zona

28. PALACIOS, Op. cit., p. 141.


29. Ibíd., p. 142.
30. VELÁSQUEZ, Rogerio (a). Voces geográficas del Chocó estudiadas en la historia y en la toponimia americana.
Medellín: Editorial LEALON. 1981. P. 16.

17
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

quienes siempre se opusieron a la prohibición de navegarlo y de conducir mercancías,


bastimentos o esclavos31.

Tal oposición era fruto de las ventajas obtenidas al evadir los impuestos en una zona
donde los controles estatales eran casi inexistentes. Una muestra de este tráfico ilegal
se registró en el año 1710 cuando se decomisaron 57 esclavizados que habían sido
introducidos ilícitamente; de ellos 16 eran Congos, 12 Luangos (norte del Río Congo),
9 Minas, 6 Popós, Ararás, 3 Carabalís, 2 Chalás y 1 Mandinga. El predominio Bantú
(Congos y Luangos) en este grupo es quizás producto del anterior Asiento portugués32
porque los sitios de aprovisionamiento de la compañía francesa siguieron siendo los
lugares poblados por Ararás y Minas.

3.4 El asiento inglés


Una nueva situación política en Europa, final de la guerra de sucesión, dejó a Inglaterra
en posición ventajosa para obligar a España a firmar algunos convenios o tratados.
Entre estos el más anhelado por los ingleses fue el Tratado del Asiento de Negros que
se suscribió el 26 de marzo de 1713, con una duración de 30 años. En la práctica este
tratado le dio sustento legal a una situación de hecho: la pérdida de la trata por los
franceses porque esta compañia tenía múltiples dificultades para el aprovisionamiento
y le venía cediendo a ingleses y holandeses derechos para reexportar prisioneros a
tierra firme desde Jamaica y Curazao.

La Corona inglesa, para la explotación del asiento, dispuso de un sistema organizativo


que aseguraría el permanente abastecimiento de prisioneros africanos. Para ello a la
Royal African Company (Compañía Real de África) se le encomendó el suministro de
prisioneros desde las costas africanas, estableciendo factorías en Whyda, Gambia, Sierra
Leona, Costa de Oro, WindwardCoast y luego en 1712 en Cabinda, en número de 7.000
esclavos anuales; de ellos 1.800 serían llevados a Buenos Aires y las 5.200 restantes a
Jamaica para después ser reexportados al continente33. Asimismo, los ingleses abrieron
en América factorías en los puertos de Veracruz, La Habana, Cartagena, Portobelo,
Panamá, Caracas y Buenos Aires.Valga señalar que durante este asiento, Cartagena
empieza a perder importancia como principal puerto negrero, siendo relevada por
Buenos Aires.

La South Sea Company (Compañía del Mar del Sur), a quien La Corona inglesa había
confiado el monopolio negrero, comenzó actividades en Cartagena de Indias en
noviembre de 1714 y en este primer período que va hasta 1740, arribaron al puerto 12
navíos negreros de los cuales 8 procedían de Jamaica, 2 de Barbados y únicamente 2
venían directamente de las costas de Guinea34. Lo cual es una prueba del importante

31. PALACIOS, Op. cit., p. 212.


32. Del CASTILLO, Op. cit., p. 272.
33. PALACIOS, Op. cit., p. 176.
34. Ibíd., p. 198.

18
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ascenso de Jamaica como «sitio de refresco», desde donde se realizaban transacciones


legales, pero al amparo de estas el contrabando florecía a vista y oído de mercaderes
y funcionarios Reales. La revitalización del tráfico negrero inglés se hacía sentir en
Cartagena; a este puerto, «entre 1724 y 1728, llegaron 2.390 esclavos, de los cuales
pasaron por Honda (con destino al Chocó, Cali y Popayán) 1725, es decir el 53%»35 y ello
porque las minas del Chocó demandaban mano de obra que hacía crecer la población
esclavizada, por ejemplo «en 1729 el gobernador del Chocó encontró 3.000 esclavos en
la provincia de Nóvita y 150 en la de Citará (actual Quibdó)»36. Para 1740 según algunos
cálculos e informes, entre otros de oficiales Reales como Pedro A. Valencia y Bartolomé
Tienda de Cuervo, los esclavizados en
Cuadro 1
el Chocó pasaban de 10.00037, cifra que
seguramente es un poco elevada. Sin dudas Referencia a posibles
que la población aumentaba por la trata, adscripciones étnicas
pero ya se dejaban sentir los efectos del
crecimiento natural, es decir, la reproducción Grupo Período
de esclavizados in situ. 1y2 3 Total

Según del Castillo, los africanos procedentes Arará 153 43 196


del Puerto de Whyda eran de origen Popós Carabalí 226 226
y Ararás (del interior de Dahomey), los Cetre 77 77
exportados por Cape Coast eran Akán (Minas) Congo 17 392 409
de habla Twi. Asimismo, las importaciones Chamba 64 64
inglesas a América en el período 1711-1721 Guagua 66 66
dieron un 39.6% del Golfo de Benin (Whydah) Luango 173 173
y 31.2% a la Costa de Oro (Cape Coast). En Lucumí 43 43
el período de 1721-1730 la costa de oro, con Mina 79 295 374
un 38.3%, superó al Golfo de Benín, 21.3%; Otros
predominancia que se mantuvo en la década Chalá X X X
siguiente. Cuando se abre la factoría de Chamba X X
Cabinda en 1721 los angolas, en esa década,
Popó X X
figuran con 14.9%; y entre 1731 y1740 con
Mandinga X X X
13.8%, para el mismo autor los esclavizados
Coramantí X X X
conducidos a Jamaica, quienes luego eran
Lucumí X X
llevados legal o ilegalmente al continente,
continuaban predominando los Minas de la Canga X X
Costa de Oro38. Bambara X X
Solongo X X
Nango X X
Germán Colmenares, al estudiar los orígenes
étnicos en las patentes de ventas registradas
en Cartagena de Indias, durante los tres períodos del Asiento inglés, encontró la
siguiente referencia a posibles adscripciones étnicas (Cuadro 1).

35. Ibíd., p. 290.


36. Del CASTILLO, Op. cit., p. 266.
37. PALACIOS, Op. cit., p. 14.
38. Del CASTILLO, Op. cit., p. 274.

19
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

De este Cuadro 1 conviene resaltar tres aspectos: primero, el repunte de esclavizados


procedentes del área Bantú (Congos y Luangos) para el tercer período (1731 a 1740), lo
cual es determinado por la apertura de la factoría en el Puerto de Cabinda. En segundo
lugar, la disminución de la presencia de los Minas y finalmente la aparición masiva de
los Carabalíes. El aumento de estos últimos y de los Congos, se debe a la importancia
que como puntos de abastecimientos, cobraron el Golfo de Biafra y el África Central. La
representación de los Minas ratifica las afirmaciones de Del Castillo, y como gran parte
de las introducciones llegadas a Cartagena durante este asiento tuvieron como destino
final al Chocó, esa tendencia pudo reflejarse en este territorio. En consecuencia, no
es una coincidencia fortuita que en 1728 el esclavizado Barule, quien se expresaba en
inglés, comandara una revuelta para constituir el palenque de Tadó, provincia de Nóvita
(San Juan), y que entre sus inmediatos lugartenientes figuraban Bernabé Mina, Antonio
Mina, Matheo Mina, Marcos Chalá, Francisco Arará, Joseph Nongo y Nicolás Nongo.
Todos ellos procedentes de áreas geográficas-culturales muy próximas39. Destaquemos
varios aspectos: primero, el hecho de que Barule se expresara en inglés implica una
permanencia suficiente en un lugar de esa habla, seguramente Jamaica. Segundo,
otros esclavizados conocían ese idioma; es decir habían compartido el mismo sitio de
cautiverio. Tercero, la grafía de nombres como Matheo y Joseph confirma una influencia
inglesa. Cuarto, el grupo Mina es mayoritario; lo cual corrobora las apreciaciones de
Colmenares y Del Castillo, fenómeno que se confirmará en el censo de 1759. Quinto, la
tendencia de los bozales a protagonizar los alzamientos o sublevaciones.

En el Chocó, durante el Asiento inglés, la población esclavizada experimentó un


repunte significativo; no hay duda que ese fenómeno estuvo ligado con la introducción
de bozales, pero también se encuentra asociado con un crecimiento natural por la alta
tasa de natalidad que va a garantizar una oferta de mano de obra criolla para satisfacer
la demanda interna, razón por la cual a partir de 1750, cuando Cartagena es desplazada
como principal puerto negrero, y el flujo del tráfico se traslada hacia otras regiones, los
entables chocoanos no sufren parálisis por escasez de mano de obra. Afirmación que
se colige al analizar una muestra de dos minas del censo de minas y esclavos de 1759,
donde se pudo observar que en la mina de Cértegui, propiedad del maestre de campo
Don Francisco González de Trespalacios, existían 126 esclavizados, de los cuales 84
eran útiles; es decir, estaban en servicio y 41 eran muleques, o sea menores de 12
años que por su edad no entraban en las labores de mina. Esta población representaba
32.8%, cifra considerablemente alta y constituían la reserva laboral. La mina de Santa
Bárbara, ubicada en el río Andagueda, cuyo propietario era el maestre de campo Don
Francisco Martínez, contaba con 71 esclavizados, existiendo 53 piezas útiles más 18
muleques quienes representaban 25.3% de los esclavizados.

Concluido el Asiento inglés la introducción de bozales a las provincias del Chocó, en


forma legal o ilegal, debió haberse reducido drásticamente por los siguientes factores:

39. LEAL, Bernardo. Los esclavos del Chocó, vistos a través de documentos judiciales del siglo XVIII. En: autores
varios: 150 años de la abolición de la esclavización en Colombia. Desde la marginalidad a la construcción de la
nación. Bogotá: Ministerio de Cultura. Editorial Nomos S.A. 2003. Pp. 343-344.

20
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primero, Cartagena ha perdido la primacía como principal puerto negrero, el tráfico


estaba orientado hacia las plantaciones del Caribe. Segundo, el río Grande del Darién
(Atrato) se encontraba cerrado debido precisamente al comercio de contrabando que
por esa arteria fluvial se realizaba. Tercero, por lo anterior se elevaron los costos
de producción que lentamente disminuyeron los márgenes de ganancias. Cuarto, la
existencia de esclavizados criollos, como ya lo señalamos para la mina de Cértegui,
garantizaba las necesidades de mano de obra. Después de este último asiento la trata
negrera va a entrar a la fase del libre comercio, pero ya habían sido traídos al Chocó un
significativo número de bozales, provenientes de diferentes sitios de la costa occidental
africana.

21
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

4. LOS ORÍGENES AFRICANOS


EN EL CENSO DE 1759
El tamaño de la población esclavizada, especialmente en el distrito de Nóvita, era causa
de preocupación para la minoría blanca; así se puede apreciar por los acontecimientos
capitaneados por Barule. En aquella ocasión el alcalde de Tadó le expresaba al gobierno
de Popayán que:
…el partido de Novita de muchas y numerosas cuadrillas e ymmediatas unas de otras, de
tal suerte que en dos oras se pueden fácilmente unir mas de mill negros,…40.

El número de esclavizados de aquel Partido es un indicativo de la cantidad que pudieran


existir en aquella provincia, cifra que podría estar próxima a la
…que proporciona el gobernador del Chocó, Francisco de Ibero, quien había encontrado
más de tres mil esclavos en la provincia de Nóvita y cerca de ciento cincuenta en la de
Citará en 172941

y un año después del levantamiento en Tadó. Aun así, la cifra de esclavizados para la
provincia de Citará nos parece sumamente baja. Considerando estos cálculos con los
reportados 30 años después, en el censo de minas y esclavos de 1759, nos sentiríamos
inclinados a dudar de ellos porque parecería que la población esclavizada hubiese
decrecido debido a que en el conteo de ese año aparecen reseñados 4.231 esclavizados.

Consideramos que la discusión cuantitativa entorno a los esclavizados es sin lugar


a dudas importante, pues se trata de medir el tamaño de la población, el número o
promedio de introducciones, el comportamiento por rangos de edades, su tendencia al
crecimiento y sobre todo para los descendientes de africanos porque en ocasiones las
cifras han servido al propósito de ocultarlos para convertirlos en minoría poblacional.
Conscientes de ello, y con esas salvedades, vamos a recurrir al padrón de 1759, no
en busca de cantidades sino de cualidades atribuidas a la población allí registrada.
Propósito diferente al seguido por historiadores como William Sharp y Germán
Colmenares quienes han recurrido a este documento desde la historia económica. Para
nuestros intereses seguiremos la línea de Germán de Granda en tanto nos aproxima a
determinar las posibles áreas y orígenes étnicos de las personas afrochocoanas.

El censo de minas y esclavizados realizado para el Chocó en 1759 nos arroja un total
de 4.231 esclavizados. Germán de Granda propone que de esta cifra, para los actuales
fines, hay que seguirle la huella a 2.528 porque el resto son niños, viejos e impedidos
a los cuales no se les puede aplicar el código de nombramiento que podría permitir la
obtención de la información buscada42. De la cifra anterior el autor señala que:

40. Ibíd., p. 341.


41. Colmenares, (b) Op. cit., p. 290.
42. Ver sobre el código de nombramiento en: ASCENCIO, Op. cit., pp. 43-61

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…según mi propio cómputo 1.299 esclavos ‘útiles’ reciben el nombre cristiano de pila,
al cual 409 unen la designación de su nacimiento en América (criollo) o en África
(bozal), 70 un apellido español (normalmente el de sus amos, padrinos de bautismo),
36 una designación individualizadora con base en cualidades o defectos personales, 72
una mención a sus características raciales (mulato, negro, etc...), 18 un gentilicio de
procedencia americana o (en pocos casos) extraamericana no africana y, en fin, 548 una
denominación étnica africana.

Este último grupo, que es el que directamente nos interesa aquí, constituye el 12,9%
del total de esclavizados reseñados en el documento que utilizamos, lo que representa
una cifra considerablemente alta…43. Al elaborar el Cuadro 2 hemos escogido 21
denominaciones que sugieren la pertenencia a un grupo étnico y que en el censo están
representadas como mínimo por dos individuos, lo que nos dio una población objeto
de análisis de 463 esclavizados. Además de la denominación se encontrará la región
geográfica, el grupo lingüístico y el país actual, para buscar una mejor ubicación y
conocimiento de los antepasados afro­chocoanos.

4.1 Las regiones


Senegambia. En términos muy restringidos esta zona comprende la cuenca de los ríos
Senegal y Gambia, actuales repúblicas de los mismos nombres, pero con la supremacía
del imperio de Malí se extendió hasta el norte de Ghana, los ríos de Guinea, Sierra Leona
y norte de Dahomey (Benín). A propósito, Sierra Leona debe su nombre al temor que
sentían los europeos cuando escuchaban el sonido producido por los vientos al chocar
contra la cordillera, ellos creían que se trataba de rugidos emitidos por los leones, lo
cual les causaba pánico y se ausentaban.

Una de las características de la región era la dispersión en un gran número de etnias


como los Soninkes y malinkés; es decir, el conjunto de los pueblos que hablan lenguas
maninka, bambara, jula, etc… formaban el núcleo del mundo mandinga (manden) y
su personalidad histórica logró la supremacía en el siglo XIII, cuando construyeron el
célebre imperio de Malí44, que se impuso al conjunto de Senegambia. Otros pueblos que
se destacaron fueron los balantes (o balantas) quienes eran hostiles a todo poder central
y se mantuvieron apartados y sólo parcialmente sometidos; ellos estaban ubicados en
el norte de Guinea superior que confinaba con Senegambia, y la maraña de brazos de
mar y de las desembocaduras de los ríos Casamance (la Casa del Mansa: porque según
la tradición un rey fue sepultado en el río, este fue su casa) y Cachen. Los sosoes, eran
agricultores y cazadores; los fulbés (peules), eran pastores seminómadas. De río Grande
a río Pongo era el territorio de los landumas, bayas, nalus, tyapis y temsies, todos ellos

43. De GRANDA, Germán. Los esclavos del Chocó. Su procedencia africana (S. XVIII) y su posible incidencia lingüística
en el español del área. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. 1988. P. 7.
44. PERSON, Y. Los pueblos de la costa: de Casamance a las lagunas de la Costa de Marfil. En: NIANE, DT (Director
del volumen). Historia general de África. Volumen IV. Madrid: Editorial Tecnos/UNESCO. 1985. op.cit. Pp. 326-327.

23
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

cultivadores de arroz y también pescadores; sus aldeas estaban construidas en medio


de cenegales, a veces sobre empalizadas45.

En el censo de 1759
Cuadro 2. Veintiuna denominaciones que sugieren
se registraron 52 la pertenencia a un grupo étnico
esclavizados oriundos Región Grupo N° Mina País actual
de esta zona, los cuales étnico linguístico Cértegui
representaban 11.2% de
los citados en el cuadro Mandinga Mande 21 1 Malí
Taui Mande 2   Sierra Leona
en mención. Ellos
Bambara Mande 9 2 Malí
pertenecían a los grupos Senegambia Canga West Atlantic 4   Sierra Leona
mandingas, tembo, (Cangá)  
bambara guagüi, canga Tembo West Atlantic 11 Norte de
y taui. Aunque esta Dahomey
cantidad nos parezca Guagüi Akan-Twi 5 2  
pequeña es una cifra Mina Akan 114 6 Ghana y Costa
considerable si se tiene de Marfil
en cuenta que para esta Costa de Oro Nongo Akan 2   Congo
época, siglo XVIII, la (Nango)
Arará Ewe-Fon 48 2 Benin, Ghana
trata y los principales
y Togo
sitios de abastecimiento
Chalá Ewe 26 4 Togo y
se han desplazado hacia Golfo de Benin Dahomey
el sur. Popo Ewe-Fon 21 X Benin, Ghana
y Togo
Costa de Oro. Para Lucumí Yoruba 5   Benin, Guinea,
Nigeria, Togo
los franceses esta área
Carabalí Ijo, Igbo, Efik 43 3 Nigeria
geográfica incluía los
Vivi Ijo, Igbo, Efik 5   Nigeria
golfos de Benín y Biafra. Golfo de Biafra Cuco Ijo, Igbo, Efik 3   Nigeria
Aquí está referida a la Caraba Ijo, Igbo, Efik 2   Angola, Zaire,
faja territorial que se Rep. Dem.
extiende desde el Cabo de del Congo
la tres Puntas hasta el río Congo Bantú 82 2 Congo
Volta, donde se incluye Africa Central Luango Bantú 3   Congo
toda la actual República Bamba Bantú 3   Congo
de Ghana, parte de las Área interior de Chamba Gur 28 2 Ghana y Togo
África Occidental (Chamba)
Repúblicas de Costa de
Costa de Marfil o
Marfil y de Liberia. Sobre
de La Pimienta Setres o Kru 26 2 Liberia
el nombre de estos dos Otros
Cetres
Estados el primero se
debe al comercio con los Culango Voltaico 1  Costa de Marfil
dientes de elefantes que Guanchera 1  
durante la trata tuvo una

45. Ibíd., p. 320

24
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época de apogeo, y el segundo se deriva de libertad. Fue un experimento de retorno al


África de los últimos esclavizados en Norteamérica.

En Costa de Oro floreció la sociedad Akán, quienes pertenecían al grupo lingüístico


kwa del cual hacían parte las lenguas ewe, yoruba, efik e igbo. Dicha sociedad se
fundamentaba por una lengua común con numerosas variables, de aquí que se haya
propuesto el término akán para el terreno político y la locución twi para designar el
grupo lingüístico que pertenece a la familia kwa. Asimismo, la música de los akanes
y sus danzas son las mismas para todos y tenían otras fiestas, en la recolección del
ñame46. En Ghana se encuentran entre los akanes las etnias siguientes: los bonos,
ashantis, twifos, akwamus, bumes, fantes; en Costa de Marfil se llaman akanes a los
brones, baoules, attyés, abeys etc… siendo mayoritarios en Ghana, 45% de la población47.

Las personas cuyo origen se pueden situar en la región de Costa de Oro son las más
numerosas en el padrón de 1759, constituyendo un número de 116 (25%) de nuestra
muestra. Ellos pertenecen a los grupos étnicos mina, nongo, fandi, bran y aguamú. Esa
mayoría poblacional es producto de la época del asiento inglés cuya principal factoría
era El Mina.

Golfo de Benín. El área también fue conocida con el nombre de Costa de los Esclavos;
comprende las tierras situadas entre el rió Volta48 al río Benín y las regiones situadas frente
a la bahía de Benín, en las actuales Repúblicas de Togo y de Benín (Dahomey). De esta
área se contabilizaron 100 (21.5%) esclavizados en el censo chocoano de 1759, siendo
la segunda región que con mayor aporte poblacional figuró. Ahora bien, si acogemos la
extensión que los franceses le daban a Costa de Oro, donde incluían al Golfo de Benín,
tendríamos un predominio absoluto de esas personas en el Chocó. Teniendo en cuenta,
además, que ellos eran hablantes de la familia lingüística Kwa, de donde se ramifican
los idiomas akán, ewe y yoruba. Así obtendríamos un aporte del 46.5% de la población.

Golfo de Biáfra. Esta área geográfica es una de aquellas que han suscitado muchos
debates e imprecisiones porque, según Megenney, se podría pensar que se refiere a la
Bahía de la costa occidental de África que está situada entre los cabos Formosa y López.
En su libro, Aguirre Beltrán dedica un párrafo a la discusión de los posibles orígenes de
los biafras. Escribe lo siguiente acerca de este problema:
«los bantús», grupo diferenciado de negros, aparecen en la costa occidental del África a partir
del río del Rey. De este grupo, una de las tribus [etnias] más tempranamente conocidas en
México fue la Biafra al norte del río Camerún, que no ha sido definitivamente identificada.
Con relación al nombre del río, que terminó siendo el de la actual república, se originó
porque los alemanes cuando se apropiaron de la zona comprobaron la abundancia de
camarones en uno de sus ríos; es decir río de los camarones y lo extendieron a todo el

46. MANNIX Y COWLEY. Historia de la trata de negros. Madrid: Alianza Editorial. P. 352.
47. Ibíd., p. 347.
48. Río de la Vuelta, del cual derivó el nombre que durante mucho tiempo se conoció a la República de Alto Volta. Sus
habitantes en un esfuerzo de descolonización la rebautizaron con el nombre de Burkina Faso.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

territorio. Desde luego, el nombre Biafra no tiene ninguna relación con la Biafara de
Guinea. Dapper coloca el país de Biafra al norte del río Camerún; Bosman lo sitúa al
este del mencionado río; Barbot nos informa que los Biafras vendidos en los mercados
de Calabar, procedían de tierras interiores desconocidas y al parecer situadas al norte y
al noreste. La confusión de los antiguos geógrafos y tratantes es tanto más asombrosa
cuanto que el pueblo denominado Biafra dio su nombre al golfo situado entre Nigeria y el
río Muni49 convirtiéndose en un caso especial donde, al parecer, un etnonímico da origen
a un toponímico.

Igualmente, Mannix y Cowley ubican el Golfo de Biafra al este de Cabo Formosa, cuyas
tierras son pantanosas; a veces se le denominaba la caleta de Biafra y otras veces como
Calabar. Los principales puertos fluviales eran Nuevo y Viejo Calabar. Los esclavos de
estos puertos solían ser vendidos como Ibos, a pesar de que muchos pertenecían a
otras etnias, entre ellas los Ibibios y Efiks, quienes tenían fama de amables y pacíficos,
pero la melancolía los hacía propensos al suicidio50.

El más importante de los nuevos Estados fue el antiguo Calabar, situado en el actual río
Cross y fundado por la rama Efik de los Ibibios. Sin embargo, su creación no parece datar
más que del siglo XVII. Las riberas del Cross fueron ocupadas anteriormente por los
ejegham, ekois y efusos, pueblos semibantúes que procedían del Camerún meridional.
Al igual que los ibos, conservaron una sociedad de linajes hasta su absorción por los
efikes51.

Africa Central. Esta área geográfica se enmarca entre el sur de Camerún y el norte
de Namibia, al occidente está bordeada por la costa atlántica. Comprende las actuales
Repúblicas de Gabón, Congo (Zaire), Angola y parte de la República Democrática del
Congo. Los pueblos ubicados en esta franja corresponden a lo que se ha denominado
la cultura Bantú. Aclaremos que «el plural del término protobantú muntu («hombre»,
«persona») es bantú («hombres», «gente», «pueblo»)»52. Los pueblos que se agrupan
bajo la denominación bantú, como lo señala Pierre Bertaux, no constituyen una unidad
étnica, sino únicamente cultural. Las personas que llamamos así corresponden a tipos
físicos muy diversos. Por el contrario, los innumerables dialectos [lenguas o idiomas] que
hablan presentan características comunes que sólo se pueden explicar presuponiendo
un origen común, buscando un hipotético foco de donde habría partido la expansión de
los pueblos que hablan un dialecto [lengua o idioma] bantú53. La «unidad cultural bantú»
estaría dada por un idioma madre plurilingüístico, un modo de vida fundamentalmente
agrícola basado en el uso del hierro y una diversidad étnica.

49. MEGENNY, Wiliam W. El palenquero. Un lenguaje post-criollo de Colombia. Bogotá: Publicaciones del Instituto
Caro y Cuervo. 1986. P. 65.
50. MANNIX Y COWLEY. op. cit., p. 31
51. REYDER, AFC. Desde Volta a Camerún. En: NIANE., op.cit., p. 355.
52. FUENTES GUERRA, Jesús y otro. Cultos afrocubanos. Un estudio etnolingüistico. La Habana. Editorial Ciencias
Sociales. 2004. P. 3.
53. BERTAUX, Pierre. África. Desde la prehistoria hasta los estados actuales. México. Editorial siglo XXI. P. 32.

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De la región de África Central se registraron en el censo en mención cuatro grupos


étnicos pertenecientes a la cultura bantú, que representaron 88 (19%) esclavizados
constituyéndose en la tercera región, después de Costa de Oro y Golfo de Benín, con
mayor presencia de personas africanas en el Chocó, posición que posterior a 1759
debió aumentar por los bajos costos de estos.

Costa de la Pimienta. Ubicada al oeste del Cabo de las Palmas, es decir, el actual
territorio de Liberia. El principal grupo étnico de esta zona era el Krumens, de ahí el
grupo lingüístico Kru, diferenciado de sus vecinos. Ellos eran pescadores y gente del
mar, muy corpulentos y dotados de poderosa musculatura por su constante remar54. En
este censo se registraron 26 (5.6%) esclavizados.

El anterior análisis nos permite inferir que en la conformación de la población


afrochocoana se dio una presencia de todas las regiones de la costa occidental africana,
la cual se ejemplifica claramente en los casos particulares de las minas de Cértegui y
de Santa Barbara, las cuales veremos más adelante. En los dos análisis, el general y el
particular, es evidente el predominio de la Costa de Oro, del Golfo de Benín y de Africa
Central.

4.2 Los grupos étnicos


Antes de adentrarnos en este análisis es necesario hacer unas consideraciones porque
en la demografía africana el tema etnológico debe ser abordado con mucho cuidado,
especialmente porque algunas denominaciones étnicas surgieron en el contexto de la
trata transatlántica y no escaparon de sus efectos; y como vamos a hablar de grupos
étnicos en una época donde no existían las etnias es necesario tener en cuenta ciertas
precisiones. Al respecto Colmenares nos advierte que:
…sin duda las designaciones [étnicas] tenían un origen africano. Sólo que ellas se
aplicaban por parte de los europeos y desde una perspectiva europea. Con ellas se podía
haber captado indistintamente un grupo lingüístico, una región geográfica más o menos
extensa o una categoría política (reino, ciudad dominante, confederación, etc.). De esta
manera los contornos de la designación no se ajustaban a una etnia y ni siquiera a una
región geográfica bien definida sino que podían rebasarla para incluir grupos vecinos.
El factor decisivo en este problema era el puerto de embarque, en donde se atribuían los
apelativos. Este factor, sin embargo, precisaba al menos una región aunque a menudo
coexistieran en ella varias culturas55.

Aquí develamos uno de los primeros errores y engaños que nos han hecho creer: los
africanos no se autonombraron ni auto identificaron. Fueron los europeos quienes

54. MANNIX y COWLEY., op. cit., p. 28.


55. COLMENARES., (B), Op. cit., p. 45.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

desde el comienzo de la trata americana por error o ignorancia, y sobre todo por
necesidad, nombraron a los africanos y les atribuyeron ciertas características desde
sus intereses y necesidades. Asimismo, luego de que los europeos le presentaran al
mundo el continente africano como el continente negro, imagen reforzada hasta la
actualidad, no resulta fácilmente comprensible la idea de una diversidad étnica; es
decir, lo que significa pasar a reconocer la multietnicidad africana o «negra» en lugar
de la monoculturalidad.

En los sitios de cautiverio y embarque hacia América era donde se realizaba la labor
de marcar, de ponerle un nombre a la «mercancía», que a partir de ese momento
la identificara y diera una mínima información sobre ella, muy necesaria para los
compradores en la otra orilla del Atlántico, de donde se desprende que en esos sitios
de cautiverios o campos de concentración empezaron a surgir las denominaciones
étnicas. Uno de los primeros aspectos que se consideraron fue la región donde eran
capturados los africanos, la cual también debe ser asumida con mucha reserva, pues,
…la identificación de las áreas territoriales de procedencia de los esclavos transportados
a América a partir de las denominaciones étnicas de los mismos está sometida a
fuertes condicionamientos negativos, derivados, entre otros factores, de su generalidad
clasificatoria, deformación fónica e inexactitud geográfica y, también del conocimiento
inadecuado y parcial que los investigadores actuales tenemos de múltiples circunstancias
de la trata56.

La identificación de las áreas geográficas es el factor más importante para aproximarnos


a los «grupos étnicos», pero a su vez podemos percatarnos de las múltiples dificultades
que entraña y nos puede conducir a errores, generalizaciones e impresiciones al
momento de ubicar la procedencia africana de los chocoanos y americanos. De las
circunstancias territoriales se deriva que muchos de los «grupos étnicos» africanos
que conocemos en América no existen ni existieron en África; ellos fueron nombrados
desde una realidad territorial y geográfica africana pero mal conocida y distorsionada
por los traficantes. Este es el caso Congo, territorio bañado por el río de ese nombre, de
contornos desconocidos. Los capturados en esa área pertenecían a distintas culturas
y/o «grupos étnicos» como lo veremos más adelante; asimismo fue el caso de Guinea,
vasto territorio de límites imprecisos.

En América también las deformaciones fónicas o corrupciones lingüísticas dieron


origen a la aparición de «grupos étnicos». Los traficantes europeos adaptaron a sus
idiomas las palabras que creían escuchar de boca de los africanos, razón por la cual
nombraron mandingas a los Malinkés. Asimismo, categoría política como N’gola,
nombre de rey de una zona, originó en América los Angolas y un sitio de cautiverio
transitorio o campo de concentración como el castillo de San Jorge de El Mina fue el
causante que en América apareciera el «grupo étnico» Mina, bajo cuya denominación
se encontraban gran número de pueblos. Idiomas africanos como el Nongo y el Chalá
también dieron paso a la existencia de «etnias».

56. De GRANDA., Op.cit., p. 5.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

De otro lado,
el hecho de que un hipotético origen étnico se especificara en los documentos que
formalizaban enajenaciones sucesivas sugiere que este era un elemento de identificación
de los esclavos (en cuanto a su lengua, por ejemplo), más o menos reconocible por
parte de los compradores. O también que, a través de esta especificación, se estuviera
expresando alguna cualidad sui generis que se garantizaba a los compradores57.

La denominación étnica estaba acompañada de unas cualidades que se atribuían a cada


grupo y eran necesarias para el comprador en América, por cuanto le brindaban alguna
información sobre la «mercancía». Además, esa denominación adquirió el carácter de
apellido para algunos bozales y sus descendientes, convirtiéndose en una cadena, en
un legado, de las circunstancias de la trata que arrastrarían por el resto de sus vidas.

Hechas las anteriores consideraciones y cuidándonos de ciertos riesgos, presentamos


algunas designaciones étnicas de los esclavizados bozales en el Chocó y las
características o información que en ellas se expresaban:

Arará. Es una palabra yoruba que significa enano58. Sobre este grupo William Megenney
dice lo siguiente:
nombre de una sub-tribu [étnia] fon que se encuentra entre Togo y Ghana hacia la Bahía
de Benín en el África. También es de la parte interior del Dahomey59.

Nicolás del Castillo, retomando al Padre Sandoval, dice que


al oriente de los minas se encontraban los ardas o araráes que todo es uno, los cuales
pertenecen a la llamada cultura Ewe-fon, centrada principalmente en el actual Dahomey
(Benín)».

El historiador Cassani, al registrar la llegada a Cartagena, poco antes de morir Claver,


de un navío con armazón de negros de nación arará escribe:
Eran estos de grande estimación en la América, porque son fuertes y valientes, resisten
mucho el trabajo: su misma ferocidad y el trabajo los hacen ladinos en más breves
tiempos; y así, aunque al principio haya el trabajo de domar su ferocidad, la utilidad que
después tienen los hacen más estimables60.

Ellos eran considerados vanos y soberbios. En este mismo sentido Adriana Maya
afirma que los llamados ararás pertenecen a la cultura Ewe-fon [y que] esta gente fue
deportada hacia América desde los puertos Arda y Ouidah. También se les consideraba
los mejores para los trabajos fuertes de hacienda61.

57. COLMENARES (b), Op. cit., p. 44.


58. ORTÍZ, Fernando. Los negros esclavos. La Habana. Editorial Ciencias Sociales. 1996. P. 21.
59. MEGENNEY, Op. cit., p. 47.
60. Del CASTILLO, Op. cit., p. 176.
61. MAYA, (b). Op. cit., pp. 35-38.

29
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Bambará. Raza [étnia] bien diferenciada del valle del Níger. Llega desde la Alta Guinea
hasta Tombuctú. En 1760 lograron formar un reino propio cuyos caudillos principales
fueron Bitón y Ngolo62. De acuerdo con Antonio Saco los esclavos de Bambará, que
proporcionaban los mandingas, se consideraban los mejores de África para el trabajo.
Eran fieles, sumisos, fuertes y sin la propensión de los de Guinea, a huirse o suicidarse63.

Canga o Cangá. De la tribu [étnia] de este nombre situada entre Sierra Leona y Costa
de Oro64.

Carabalí. No fue un grupo étnico, es un hidronímico en el sur de Nigeria. El nombre le fue


asignado al pueblo que allí residía. Natural del Calabar. Se les llama así por corrupción de
la voz inglesa Kalbary. Sabido es que la trata estuvo antiguamente en manos del inglés,
y de esta lengua se derivaron muchas voces de la jerga de los negreros65. Nicolás del
Castillo precisa que a orillas del río Calabar estaban situados los carabalíes y bajo este
nombre se cobijaban numerosos pueblos: ambo carabalí, abalomo, bila, cubai, coco,
cola, dembe, evo, ibo… Los ambos son situados por Curtin en Camerún y los mocos en
el río Cross (río Calabar). Algunos de estos pueblos podrían quizá identificarse con los
‘Fang’, grupo bantú que vivía en Gabón66. Según Lydia Cabrera un viajero anglosajón,
que visitó a Cuba en tiempos de la trata, definió a los carabalíes como
very industrious and avaricious; also choleric and hasty in temper. Most of the free negroes
in the island who are rich belog to this tribe… (Muy trabajadores y avaros, también
coléricos y con fuerte temperamento. La mayoría de los negros libres en la isla, aquellos
que son ricos, pertenecen a esta tribu…)67.

Del grupo ibo (igbo), que pertenece a esta familia, Eduard Ball sostiene que «vivían
en la zona del Golfo de Biafra, [y que] eran taciturnos, melancólicos y tenían fama de
suicidas»68. No olvidemos que el suicidio fue una de las formas como los prisioneros
africanos reaccionaron contra el cautiverio y la esclavización, porque ese estado les
producía una profunda depresión sicológica que les hacía ver la muerte como una
liberación en el entendido que el espíritu regresaba al hogar nativo. Del Castillo, en
relación a este mismo grupo, dice que:
los cultivadores jamaiquinos preferían los akán (Costa de Oro) a los ibos (Golfo de Biafra)
que, en las colonias españolas se llamaban carabalís, a pesar de que los primeros eran
considerados rebeldes en las otras antillas inglesas69.

62. ORTÍZ, Op. cit., p. 23.


63. Ibíd., p. 43.
64. VELASQUEZ, Rogerio (b). Gentilicios africanos del occidente de Colombia. Bogotá. Revista Colombiana de Folclor.
7; 1962; 124.
65. ORTÍZ, Op. cit., p. 23.
66. Del CASTILLO, Op. cit., pp. 180-181
67. Ibíd., p. 180.
68. BALL, Edward. Esclavos en la familia. Barcelona: Ediciones Península. 2000. P. 161.
69. Del CASTILLO, Op. cit., p. 286.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

El hecho de no preferir los ibos puede estar asociado con el temor de perder una inversión
por la tendencia suicida de estos. En cambio, era más seguro invertir en los akanes,
quienes después de haber sido sometidos no representaban riesgos ni peligros.

Para Fernando Ortiz


el carácter de los carabalís en general es bueno, son amantes del trabajo y cumplidores
de sus obligaciones, fieles y económicos. Son sobrios en el vestir y atienden siempre las
necesidades de su familia. Si son libres se procuran con sus ahorros una pequeña fortuna
trabajando en los muelles, si son hombres, vendiendo frutas en las calles y paseos de las
grandes ciudades, si son mujeres u hombres débiles70.

Cetre. Constituye un hidronímico. Megenney afirma que:


en cuanto a la denominación de Cetre el nombre es una corrupción de la denominación
portuguesa de uno de los ríos de la costa, Río dos Cestos, que dio origen también al locativo
Cetre-Kru, pueblo establecido en la desembocadura del sistema fluvial mencionado71.

Para del Castillo los Cetres equivalen a los kru de Liberia oriental72. En la actualidad
existe un pueblo llamado San Pablo Adentro, otrora importante Real de Minas, que
dista a cinco kilómetros de la cabecera municipal de Istmina, en la antigua provincia
del San Juan, donde gran parte de sus moradores llevan el apellido Cetre. A tal punto
que los afrochocoanos que así se apellidan son de ascendencia de ese lugar.

Chalá. Lengua voltaica hablada entre Togo y Dahomey, en cuyas fronteras se localiza
este grupo73.

Chamba o Chambá. Para Nicolás del Castillo, habitaba una zona al norte de los actuales
Togo y Dahomey (Benín)74, en cambio para Rogelio Velásquez estos son sudaneses de
la Costa de Oro (Ghana) que habitaban al norte de los Ashantis75.

Congo. Hidronímico del cual derivó su nombre el famoso reino perteneciente a la


cultura bantú. Durante el asiento inglés empezaron a llegar en grandes cantidades a
Cartagena de Indias y al Chocó, afluencia que seguramente se mantuvo en la época del
libre comercio, porque ellos eran más fáciles de someter y su precio comparativamente
bajo. Megenney sostiene que es el nombre de la República del Congo, lo que hoy se
llama Zaire. Ellos fueron exportados por los puertos de Loango, Pinda y Cabinda76. En
Del Castillo podemos apreciar que los esclavizados congoleses de la provincia de Batta
eran muy obstinados, y antes de la cristianización llevaban bellos nombres de plantas,
piedras, pájaros y animales77.

70. ORTÍZ, Op. cit., p. 44.


71. MEGENNEY, Op. cit., p. 66.
72. Del CASTILLO, Op. cit., p. 286.
73. MEGENNEY, Op. cit., p. 47.
74. Del CASTILLO, Op. cit., p. 286
75. VELASQUEZ (b), Op. cit., p. 127.
76. MEGENNEY, Op. cit., p. 47.
77. Del CASTILLO, Op. cit., p. 182.

31
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Bajo esta designación se agruparon étnias como los motembo, mumboma, musundi,
mumbala, cabenda, mayombe, Maringa, luango, musungo, mondongo. Sobre los
congos se decía que eran fuertes, pero tímidos y extravagantes, por la insubordinación
y la tendencia al reposo excesivo, no sienten entusiasmo por la libertad, holgazanes
por naturaleza y no ociosos por voluntad, están inclinados siempre a la desocupación
sin aspirar a progresos y a comodidades… de todos los negros africanos, los congos
son los más dormilones, abandonan todas las necesidades de su persona y de su
familia para entregarse, en el suelo, al sueño más profundo en pleno sol… los congos
no son susceptibles de educación y de perfección como otros negros; desobedecen las
indicaciones de sus amos; no aprenden nada difícil, aunque sea solícita la voluntad
de su patrón; no pueden escogerse para un trabajo donde se necesite algún celo; son
cobardes ante el peligro y las enfermedades; acogen con indiferencia el desdén y el
insulto; son humildes hasta el servilismo y acarician, sin mala fe, la mano que los
corrige sin guardarle el más leve rencor. Ellos eran tenidos por lo general como dulces,
alegres, inteligentes, muy adaptables al trabajo colonial y eran de los más estimados
por los amos, que escogían entre los de esa nación sus criados, calseleros y operarios.
Pero eran, según C. Villaverde, haraganes y sucios. De entre estos no eran tan gratos
los congos mondongos, por su ferocidad, contrastando con los otros congos, que eran
tímidos, aunque fuertes78.

La opinión (1763) de un viajero anónimo que conoció a los congos (angolas) en su


territorio nos ayuda a comprender parte de los juicios que en América se elaboraron
sobre esta étnia. Aquel hombre consagró que:
Angola era una zona de África extraordinariamente fértil, donde los nativos pueden
obtener todo lo que necesiten sin más esfuerzo que el de recogerlo de los árboles. Por
está razón llevan una vida indolente, y son, en general, perezosos y de naturaleza débil…,
de tal modo que, cuando esas gentes son traídas a nuestras islas de azúcar, es preciso
cuidarlos mucho y ponerlos a trabajar lenta y paulatinamente79.

Guagüi. Megenney sostiene que esta es una etnia del grupo lingüístico Kru que
habitaba el sureste de Nigeria80. En cambio, para De Granda, ellos pertenecían al grupo
lingüístico West Atlantic81.

Luango o Loango. Toponímico. Del Congo, pertenecientes a la cultura bantú82.

Lucumí o Yoruba. Toponímico. Lydia Cabrera dice


el nombre lucumí -me explican Sandoval y Lara al preguntarles por qué se llama Lucumí
a los yorubas- les viene de decir akumí, que eran de Akú. La lengua le gustó más decir
lucumí que akumí. Ellos mismos, cuando les preguntaban que eran, decían: ‘akumí

78. ORTÍZ, Op. cit., p. 45.


79. MANNIX y COWLEY, Op. cit., p. 32.
80. MEGENNEY, Op. cit., p. 60.
81. De GRANDA, Op. cit., p.10.
82. MEGENNEY, Op. cit., p. 61.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

lucumí’. En una ocasión la guardia civil al preguntarle a dos esclavos el nombre de


los amos, dónde viven y quiénes son, uno de ellos contesta: ‘yo… lo cangá’. Y el otro,
resuelto: yo l’akumí. ¡Uno decía que era cangá, y el otro lucumí!83.

Se localizaba la región ulkumí, al nordeste de Benín, casi en los deltas del Níger, así se
explica que pasasen por ulcumís (por corrupción lucumí o ucumí) los yorubas84. Con
frecuencia en Cuba se llama lucumís a las supersticiones que deben ser localizadas
en los pueblos yorubas y sus vecinos; decir religión dahomeyana, lucumí o yoruba
equivale a lo mismo. Ella tiene un panteón con más de 400 orishas. Lucumí, entonces,
es tenido como un subgrupo yoruba, centrados en Benín (Dahomey), en partes de Togo
y de Nigeria. Moraban al noreste de los Popós, según Sandoval estos eran gentes de
gran fidelidad, así para las guerras (cuando sus vecinos se quieren ayudar de ellos)
como para el servicio de sus amos que los cautivan85.

La mentalidad esclavizadora consideraba a los lucumís como los esclavizados más


inteligentes y civilizables, pero altivos y difíciles de subyugar y atropellar, buenos
trabajadores. En Cuba eran superiores, se rescataban así mismos con más facilidad
que los esclavos de otras naciones. Eran los preferidos, y muy limpios, si bien dados al
suicidio. Eran fieles, pero susceptibles; ellos realizaban escrupulosamente las excesivas
tareas que les son impuestas, y modestamente ocultan sus sentimientos de dignidad y
fidelidad que parecen faltar en los otros negros86.

Mandinga. Los Soninkes y Malinkes, fundadores del imperio de Malí, pasaron a


América con el nombre de mandingas, bajo cuya denominación quedaron ocultas
una gran cantidad de étnias como jolofo, berbesí, fula, dyulas, bámbara, takrur, entre
otras. Los yolofos o yolofes tenían fama de aguerridos, belicosos, difíciles de gobernar,
aunque excelentes cuando no eran indisciplinados87. Los fulas era un pueblo ganadero,
devotos mahometanos y los jóvenes de las mejores familias sabían hablar y leer en
árabe. Ninguno de los pueblos mandingas (excepto los felups) era considerado apto
para realizar trabajos rudos en el cultivo de la caña, el algodón y el arroz. Jhon Barbot,
un negrero del siglo XVII, los describía como:
gentiles y amables, por esa razón no son considerados los más eficientes para trabajar en
las plantaciones de América como los de la Costa de Oro, Ardra y Angola, pero sí como
los más aseados e idóneos para el servicio doméstico, además de ser muy serviciales e
inteligentes88.

Del Castillo, citando a Sandoval, dice que estos vivían en uno y otro lado del río Gambia
y entran por la tierra adentro más de 500 leguas, son mahometanos y muy proselitistas89.

83. CABRERA, Lydia. El Monte. La Habana. Editorial letras cubanas. 1993. P. 234.
84. ORTÍZ, Op. cit., p. 31.
85. MEGENNEY, Op. cit., p. 47.
86. ORTÍZ, Op. cit., p. 43.
87. Ibíd., p. 42.
88. MANNIX y COWLEY, Op. cit., pp. 26-27.
89. Del CASTILLO, Op. cit., p. 172.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Esto, por cuanto ya hemos visto, que después de la peregrinación a La Meca realizada
por el emperador Mansa Musa el imperio se convirtió al Islam. Los mandingas, según
Ball, eran proclives a fugarse o provocar levantamientos, no había que confiar de ellos,
aunque eran de buenos modales90. Como la región de Senegambia, donde residían los
mandingas, hacía parte de Guinea y del Sudan91 Megenney dice que:

los esclavos de procedencia guineana y sudánica fueron transportados al Nuevo


Mundo Hispánico con el propósito de servir a sus propietarios domésticamente, porque
desarrollaban mejor esta clase de trabajo92.

De otro lado, los mandingas fueron excelentes comerciantes de larga distancia por estar
situados en el terminal de la ruta transahariana, donde las caravanas árabes venían a
abastecerse de oro, sal, madera, marfil, nuez de cola y esclavizados.

Los mandingas, concordante con lo anterior, se les consideraba mansos de carácter,


fácilmente instruibles, negociantes hábiles e infatigables, generosos, francos,
hospitalarios, bastante fatalistas, acaso por la influencia del mahometanismo entre
ellos; eran los mejores negros para el trabajo, robustos, dóciles, fieles y resignados.
Dumont, quien observó un número suficiente de mandingas afirmó que:
se distinguen especialmente, por su gran tamaño, fuerza muscular y mirada inteligente y
simpática a la vez. Los administradores de ingenios proclaman altamente la amabilidad
y fidelidad de los mandingas hacia su patrón y para cuantos le rodean y consideran. Sin
embargo, ellos son fieros y decididos y siempre se han mostrado rebeldes y poco adeptos
a los abusos y exigencias de algunos mayordomos. La servidumbre, que para ellos carece
de las labores domésticas que la dulcifican, les ofende, y para obtener su antiguo régimen,
voluntariamente se sublevan93.

Por esta razón los amos se cuidaban de mezclar mandingas y congos por el temor que
los primeros propagaran sus ideas en los segundos, o de juntar mandingas y minas
porque fácilmente se podrían generar revueltas. Motivo que hacia tomar las mayores
previsiones
cuando se compraba o vendía un esclavo, negro de nación, era muy importante conocer
su país de origen; no era igual psicológicamente para el comprador un lucumí que un
congo o un mandinga. Hasta hubo ciertos países de los cuales no era lícito traer esclavos
a América, como los yolofes, por ser levantiscos y de carácter nada dócil94.

Mina. Toponímico en la Costa de Oro (Ghana). En la costa centro-occidental de África


estaban los minas (llamados así por estar situado allí el castillo -portugués hasta 1637-
de San Jorge de Mina, del cual ya nos ocupamos antes). Sandoval los ubica al occidente

90. BALL, Op. cit., p. 161.


91. egún Del Castillo el nombre de Guinea lo tomaron los portugueses de los beréberes marroquíes que la llamaban
Akal n- Iquinawen, es decir tierra de negros.
92. MEGENNEY, Op. cit., p. 39.
93. Ibíd., p. 39.
94. Ibíd., p. 37.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

del río Volta; los portugueses orientaron en el siglo XVI el castillo de San Jorge de
Mina hacia el comercio del oro y no reclutaban esclavos allí sino que los traían del
área de Benín (ararás y otros). Ellos, probablemente, harían parte de la cultura akán
del grupo lingüístico twi. Como el Castillo de El Mina era el sitio de cautiverio, los que
por allí salieron llegaron a América con ese nombre; pero en realidad pertenecían a
diferentes etnias o culturas como arará, ewe, fanti, ashanti, yoruba y coromanto, todas
ellas circunvecinas. Los fantis, al igual que los ashantis, procedían de una oleada de
emigraciones akan que, desde el siglo XVI, se había diseminado en unos veinte pequeños
Estados, no mucho mayores que una aldea95. Asimismo, fueron activos trabajadores y
comerciantes del oro hacia el Sudán occidental. A propósito de los coromantos, se trata
de otro toponímico, el puerto de coromantine, que tuvieron los ingleses y holandeses
en la misma área; con ese nombre debieron llegar a América diferentes grupos étnicos.
Sobre el temperamento de estos se afirmaba que eran «valientes, fuertes, duros y
rencorosos»96. Ningún otro grupo de esclavizados despertó tantas controversias; el
capitán William Snelgrave escribía en 1734:
sé que la mayoría de negros «cormantinos» despreciaban el castigo e incluso la muerte,
habiéndose dado el caso de que por haber sufrido malos tratos una veintena o más de
ellos se ahorcaron al mismo tiempo97.

El gobernador de las islas de Sotavento, Christopher Codrington, en su informe de 1701


decía que los coromantos
no sólo son los mejores y más fieles de nuestros esclavos, sino, además, todos ellos héroes
natos. Existe entre ellos y los demás negros una diferencia mayor de lo que sus señorías
puedan concebir. Mi padre, que lleva estudiando el temperamento y carácter de todos los
tipos de negros desde hace cuarenta y cinco años con un gran sentido de observación,
diría que nadie merecería poseer a un «coromanto» si no era capaz de tratarlo como a un
amigo, en vez de como a un esclavo98.

Quizás debido al temperamento de los minas su introducción al Nuevo Mundo Hispánico


fue suspendida en 1702 afirmándose que:
el único motivo de la prohibición había sido la experiencia que semejantes negros de
Minas y Cabo Verde son sumamente bárbaros y con dificultad entran en nuestra sagrada
religión además de introducir a otros a caer en errores y a que busquen la libertad haciendo
fuga, de que se seguiría que juntándose en número en los pueblos poco defendidos y en
los despoblados ocasionaban notables daños…99.

Los asentistas franceses en repetidas ocasiones demandaron ante la Corona para


que se levantase la medida, recibiendo iguales veces la negativa Real. El Cabildo de
Cartagena, en carta dirigida al Rey se quejaba expresando que

95. COQUERY – VIDROVITCH, C. y MONIOT, H. África negra. De 1800 a nuestros días. Barcelona: Editorial Labor, SA.
1985. p 27.
96. BALL, Op. cit., p. 101.
97. MANNIX y COWLEY, Op. cit., p. 29.
98. Ibíd., p. 30.
99. PALACIOS PRECIADO, Op. cit., p. 123.

35
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

…los negros angola los adquirían en último término por no ser tan aptos para el trabajo,
en tanto que los procedentes de Mina y Cabo Verde eran, decían, muy estimados por
ser sanos, robustos y a propósito tanto para Cartagena y su provincia, como para los
contornos100.

El llamado de los asentistas y de los cartageneros, fue acogido en julio de 1708, fecha
donde se le puso fin a la prohibición. Finalmente, los Minas eran, según Labat que los
conoció a finales del siglo XVIII, inclinados al suicidio por su temperamento melancólico
y por su arraigada creencia en una vida después de la muerte101.

La inclinación al suicidio, tanto de los minas como de otros grupos, se puede advertir en
unos documentos judiciales revisados por el antropólogo Bernardo Leal con respecto
a unos acontecimientos acaecidos en 1765 en la mina de Cértegui. En esa ocasión los
esclavizados se negaban a ser dirigidos por el administrador de la mina, don Ignacio
de Rentería, por la forma cruel como este los trataba. El testigo de la causa, don Tomás
Buscarones, dijo que ellos habían manifestado que:
…no querian ser Administrados por don Ignacio de rrenteria porque hera Enemigo de
hellos y se vengaria con la mala voluntad que les tenia y que primero que sujetarse
a esto se hecharian Al rio haogarse o se orcarian por lo que pedian amparo al señor
gobernador…102.

Quizás no se trataría de una simple amenaza sino de un comportamiento recursivo ante


los malos tratos recibidos, siendo conscientes que recurriendo a esa salida extrema le
causaban un gran daño al amo. Infortunadamente el documento en mención no hace
alusión a la pertenencia étnica de los esclavizados, pero sí sabemos que en este entable
los del grupo denominado mina eran mayoría, lo cual nos hace suponer que podía
tratarse de ellos o que estos hubiesen influido a los demás.

Popó. En una zona intermedia a las habitadas por los minas y los ararás se encontraban
los popós, también de cultura ewe-fon. Sandoval precisa que en la desembocadura
del río de la Vuelta (Volta) está una isla despoblada donde empieza con el rescate
el poderoso reino de los popós103, es decir, que probablemente pertenecían, o fueron
influidos, por los yorubas ubicados en el Golfo de Benín. Los popós eran tenidos como
hábiles, obedientes y afables104.

Viví o Bibí. Del grupo carabalí de Nigeria105.

El Mapa 1 nos ofrece una aproximación a las áreas geográficas y a la ubicación territorial
de los «grupos étnicos» traídos al Chocó.

100. Carta del Cabildo de Cartagena del 15 de noviembre de 1702. En: Ibíd., p. 122.
101. Del CASTILLO, Op. cit., p. 175.
102. LEAL, Op. cit., p. 359.
103. Del CASTILLO, Op. cit., p. 178.
104. BALL, Op. cit., p. 101.
105. MEGENNEY, Op. cit., p. 64.

36
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Mapa 1. Áreas geográficas y la ubicación territorial


de los «grupos étnicos» traídos al Chocó.

En el padrón de 1759 se refleja una presencia de diversos grupos étnicos de la costa


atlántica africana que moraban desde Senegambia hasta la actual Angola, y cuya área
interior comprendía parte de Malí, norte de Ghana y Benín, montañas de Camerún, parte
del actual Zaire (Congo Belga), entre otros. Esto pone de manifiesto que el fenómeno de
la trata, por lo menos en ese período y para esta parte del Nuevo Mundo y de la Nueva
Granada, no se surtió de pueblos que habitaban en el interior del continente africano,
sino de las zonas costeras y áreas adyacentes.

En el Gráfico 1 se aprecia los 21 grupos étnicos que en 1759 figuraron como mínimo
con dos personas. Los grupos taui, nongo y caraba eran los de menor representación
con solo dos personas, y el mayor representado el mina con 114 esclavizados, seguido
del congo con 82 miembros. Este comportamiento es explicable, como ya lo habíamos
señalado, por el dominio de la trata por los ingleses y a la apertura de nuevas factorías
en algunos lugares del continente. También en este gráfico aparece el comportamiento
numérico de los ancestros africanos de las personas chocoanas.

37
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

120

Arara
Bamba
100
Bambara
Canga
Caraba
Carabalí
80
Cetre
Chala
Chamba
Congo
114
Cuco 60

Guagüi
Luango
82
Lucumi
Mandinga 40
Mina 48
Nongo 43

Popo
Taui 20
26 26 28
Tembo 21 21
Viví
3 9 3 3 11
4 2 5 5 2 2 5
0
1
Gráfico 1. Comportamiento numérico de los ancestros africanos
de las personas chocoanas.

4.3 Estudio de caso: las minas de Cértegui y


de Santa Bárbara
En las minas de Cértegui y Santa Bárbara, que en 1759 eran propiedades de los Maestres
de Campo don Francisco González de Trespalacios y de don Francisco Martínez,
respectivamente, encontramos bozales procedentes de las áreas geográficas-culturales
descritas antes, cuyo comportamiento numérico y porcentual en las dos minas aparecen
en el Cuadro 3.

Además este cuadro permite deducir que los bozales de aquellas minas procedían de
los siguientes paisajes geográficos: un área sudano-saheliana, la cual comprendía parte
de Malí y la frontera interior de Costa de Oro y de Golfo de Benín; el bosque tropical,
donde se incluían Costa de Oro, Golfo de Benín y parte del Golfo de Biafra; y finalmente
la selva ecuatorial húmeda, representada por África Central. Estos paisajes, a excepción
del primero, tenían una fachada marítima atlántica surcada por ríos importantes como
el Senegal, Gambia, Volta, Níger y Congo. Las tres regiones de mayor representación
en estas minas fueron Costa de Oro, Golfo de Benín y Senegambia, para la mina de
Cértegui. Para la mina de Santa Bárbara lo fueron Costa de Oro, Golfo de Benín y África
Central. Estos comportamientos corroboran las tendencias en cuanto a los sitios de
abastecimientos durante el asiento inglés, los cuales se evidenciaron para todo el
Chocó en el censo en cuestión.

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Cuadro 3. Comportamiento numérico y porcentual


en las minas de Cértegui y Santa Bárbara

Región Mina Cértegui N° % Mina Santa Bárbara N° %

Senegambia 5 17.8 2 14.2


Costa de Oro 6 21.4 4 28.5
Golfo de Benin 6 21.4 3 21.4
Golfo de Biafra 3 10.7 1 7.1
África Central 2 7.1 3 21.4
Área interior 2 7.1 1 7.1
Costa Pimienta 2 7.1 - -
Otra 2 7.1 - -

Después de conocer la anterior síntesis, la cual es recomendable leer con detenimiento


y atención por las inferencias que se hagan, podemos decir que con todas las dudas que
las designaciones étnicas nos puedan suscitar, debemos tener en cuenta la orientación
de Colmenares en el sentido que aún si la casta no designa con precisión una étnia
o un grupo lingüístico sino que más bien indica el puerto de embarque o una región
entera que se cubre con una denominación desorbitada de su primitivo sentido, estos
apelativos permiten una aproximación al origen de los prisioneros africanos traídos
a América106 y al Chocó, y con ello intentar seguir el rastro de ciertos legados aún
sabiendo que determinadas piezas se perdieron para siempre. Ahora bien, con respecto
a las características, cualidades o atributos adjudicados a determinado «grupo étnico»
tengamos presente que estas fueron impuestas por el traficante y/o esclavizador;
además, a la vuelta de una generación, estas podían desaparecer al borrarse la
adscripción étnica y por lo tanto desaparecieron definitivamente con la extinción del
régimen esclavizador para la cual servían. Por aquella razón las denominaciones y
características deben ser entendidas en su contexto histórico y no significan lo mismo
en el siglo XVIII que en el XXI.

De lo anterior se infiere que con la decadencia de la introducción de bozales al Chocó


fueron desapareciendo paulatinamente las denominaciones que servían al régimen.
Como la traída masiva de bozales no se extendió por un largo tiempo, pudo influir
en la rápida desaparición de los etnonímos africanos en esta región; nótese que en
el censo en mención solo 13% de la población tiene alguna información que permite
seguir sus orígenes. Paralelamente, y como consecuencia de la desaparición de las
denominaciones étnicas, de la extinción de la esclavización, fueron desapareciendo
en el Chocó las diferentes características atribuidas a los bozales para dar paso a la
imagen generalizada, ya no de las castas o étnias, sino de un negro. Esto fue igualmente
beneficiado debido a que en cada mina del Chocó se dieron encuentros y fusiones

106. COLMENARES (b), Op. cit., p. 47.

39
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

interétnicas e interculturales que contribuyeron a borrar las caracterizaciones étnicas y


a mantener viva unas costumbres culturales independientemente de las etnias, porque
«los grupos étnicos se mezclaban indistintamente y los cruces matrimoniales sucesivos
terminaban por disolver una etnia para dar lugar a un negro genérico»107. Este proceso
de síntesis fue acompañado con la fijación en la mentalidad de los descendientes de
los esclavizadores y de los esclavizados, de una serie de características propias de ese
único tipo de negro. Esa sintetización de cualidades debía corresponder con el lugar
que los descendientes africanos ocupaban en la pirámide social.

Todas las características que vimos atribuirle a los diferentes grupos, más la síntesis
que apareció, no significa que los africanos y sus descendientes fueran así, sino que así
fueron vistos por los esclavizadores quienes se afanaron por nombrarlos, clasificarlos,
caracterizarlos y definirlos en provecho de la dominación ejercida. Por eso, como los
africanos y sus hijos ocupaban el último escaño en la pirámide social, los esclavizadores
perpetuaron las características infamantes de estos para perpetuar la discriminación
y las estructuras de poder que les eran útiles para mantener la dominación. Jamás
propagaron la imagen de los mandingas como inteligentes, comerciantes diligentes y
excelentes guerreros; nunca se enseñó que los lucumíes eran igualmente inteligentes y
limpios; nunca se habló del sentido de dignidad y orgullo que poseían los coromantos;
o de lo industriosos que eran los carabalíes. Las cualidades positivas fueron ocultadas
para esconder la historia y grandeza de los orígenes africanos de la población chocoana
y la esclavización terminó por borrar las denominaciones étnicas surgidas en la trata
transatlántica dándoles a las víctimas un nuevo nombre y apellido con el cual era menos
posible encontrar huellas de su pasado.

107. Ibíd., p. 46.

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SEGUNDA PARTE

Afrochocoanos
41
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

1. LOS NOMBRES DE LOS ESCLAVIZADOS


En esta parte nos referiremos a la manera cómo les fue impuesto el nombre propio
a los prisioneros africanos, y por tal entendemos el nombre propiamente dicho más
un adjetivo, una cualidad, un etnónimo, un topónimo, un apellido, una característica
síquica o física que lo sucede, la cual hará las veces de apellido. Para el caso de los
etnónimos y topónimos hay que tener muy en cuenta lo que acabamos de analizar
sobre los grupos étnicos. El nombre propio será entonces Juan Bravo, Juan Angola,
María Lucumí, María Criolla, Pedro Mulato, Pedro Cuesta. Estos nombres, para los
africanos y sus descendientes, fueron impuestos a través del sacramento del bautismo
porque el acto de bautizar es también una intención de nombrar, la misma comenzaba
en suelo africano antes de la partida hacia el Nuevo Mundo. Ese nombre, lógicamente,
tenía como referencia el marco cultural donde se pretendía introducir al africano, para
este caso la cultura castellana y católica; de esta manera la imposición de un nombre
era resultado de la imposición de un sistema religioso que moldearía su mentalidad.

En suelo africano el proceso de bautismo y conversión era superficial por la rapidez con
que se efectuaba, porque no mediaba una etapa de catequización, porque el africano
no entendía el idioma en que se le hablaba y tampoco la doctrina, por las tensiones
sicológicas que generaba el cautiverio y la ansiedad de un viaje a lo desconocido,
razones por las cuales los nuevos nombres que se les imponían quedaban débilmente
fijados. Esta situación obligaba a los sacerdotes residentes en América a rebautizar, a
renombrar a los prisioneros. Para esto se prescribía, en el caso de la Nueva Granada,
que
...persuadido ya el padre a que están bastantemente dispuestos, se les pone a todos diez
un nombre de los más comunes que puedan pronunciar, haziendoselo repetir para que
no se olviden del, y los unos los puedan acordar a los otros, si por acaso alguno se
olvidare: diziendoles, que con aquel nombre se han de llamar, y conocer de alli adelante
por christianos, e hijos de Dios, dexando, y olvidando el con que de antes se nombravan
de su tierra, porque era nombre de Moro, de Gentil y de hijo del demonio1 (resaltado del
autor).

Resulta importante observar tres aspectos:

Primero. Los bautismos son ceremonias colectivas en donde a cada grupo


de prisioneros se le impone un mismo nombre, regularmente escogido del santoral
católico. Esa comunidad de nombres hará que se adicione otro sustantivo o adjetivo
para calificar o poder diferenciar un esclavizado de otro, el cual cumplirá, entre otras
funciones la de apellido, tal como lo observamos en los casos de las minas citadas
atrás.

1. SANDOVAL, Alonso de. Un tratado sobre la esclavitud. Introducción, trascripción y traducción de Enriqueta Vilá
Vilar. Madrid: Alianza Editorial. 1987. P. 434.

42
MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Segundo. El nombre ha de ser de los más comunes porque los prisioneros


africanos no hablan castellano y se les haría difícil no solo pronunciar el nuevo nombre
sino también recordarlo; y esos nombres comunes eran en su mayoría los del santoral
católico.

Tercero. Al momento del bautismo se sataniza, se demoniza, la forma como


las personas africanas se nombraban en su contexto cultural. Al imponérseles el nuevo
nombre se les obligaba a olvidar el anterior, situación traumática al considerarse que el
viaje:
entre África y América esta[ba] marcado fatalmente por un cambio de nombre y ese
cambio de nombre no sólo señala que el individuo ya no es el mismo para ser otro, sino
que señala, además, otros cambios...2

Cambiar de nombre es vaciar de contenido la personalidad; es quitarle el soporte síquico


más importante a la persona. El bautismo católico no sólo se los quitó sino que una vez
en la Nueva Granada se les impedía nombrarse como antes, e inclusive recordar esos
nombres.

Los nombres africanos, así las cosas, se quedaron en los sitios de cautiverio y
aprovisionamiento, en los barcos negreros durante la travesía atlántica y/o en las pilas
bautismales. Aquellos que pudieron mantenerse sólo se escucharon, quizá durante
algún tiempo, en medio de un restringido grupo. En consecuencia, e identificándonos
con Ascencio quien no ha encontrado nombres originarios africanos en los documentos
que ha revisado en Venezuela, podemos decir que:
este nombre se perdía rápidamente debido a la dificultad de conservarlo entre la misma
población esclava o que este nombre no era en modo alguno considerado en el momento
de redactar algún documento oficial, por el interés de la institución en borrar todo vestigio
«pagano» entre la masa esclava3.

El control social, a través del nombre, era supremamente rígido para evitar que:
los nombres africanos se mantuvieran entre los prisioneros y esclavizados. Aquel control
hacía más fuerte el proceso de culturador porque quien tenía la potestad de imponer
el nombre lo hacía desde su visión, desde su cultura. Esta es la razón por la cual el
bautismo católico y el nombre que en él se imponía, pueden ser considerados como pieza
fundamental dentro del proceso de alienación de la esclavización y colonialismo.

Durante la época colonial los principales agentes del sistema esclavizador idearon unos
métodos para nombrar sus pertenencias. En el caso de los africanos que permanecieron
cautivos en los campos de concentración transitorios y luego trasladados a América en
calidad de prisioneros, empezaron a ser nombrados en la lengua del negrero en pleno
territorio africano. Los traficantes, antes de zarpar, realizaban algunas actividades

2. ASCENCIO, Michaelle. Del nombre de los esclavos y otros ensayos afrocolombianos. Caracas: Universidad Central
de Venezuela. 1984. P. 7.
3. Ibíd., p. 51.

43
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

como pago de cuentas a los intermediarios, a la tripulación y a la Corona e igualmente


bautizaban a los prisioneros. Estas últimas dos actividades exigían relacionar la
«mercancía» a transportar, lo que obligaba a la elaboración de una especie de factura
o planilla.

La fórmula del bautismo en principio era sencilla: el sacerdote, en forma por demás
apresurada, le imponía un mismo nombre a determinado grupo de cautivos, nombre
que regularmente se escogía del santoral católico o de su mundo cultural. Ese «primer
nombre del esclavo es, la mayoría de las veces, un nombre castellano como Luis,
Antonio, Domingo, María, Inés, proveniente generalmente del santoral católico.
Este nombre castellano le era dado al esclavo al nacer, si se trataba de un esclavo
criollo, o en el momento de la compra, si se trataba de un esclavo bozal»4 ,para ellos
aquel nombre era desconocido, raro, casi imposible de retener por las circunstancias
que antecedían y precedían al hecho de nombrarlos, y con el cual no se sentían
identificados. Luego, en el caso de los cautivos, el mercader lo relacionaba en el libro
de contabilidad sucedido de un toponímico, etnonímico o un adjetivo, el cual venía a
cumplir las veces de apellido tal como se observa en las listas de las minas de Cértegui
y Santa Bárbara de las cuales hemos hecho alusión. El negrero y/o esclavizador tuvo
la necesidad de crear un sistema para identificarlos, por eso al nombre castellano le
agregó, a manera de apellido, un etnónimo o topónimo africano. Como se trataba de
producir una «mercancía» para el mercado, ello servía de guía para que el comprador
identificara, según las características vistas antes, el «producto» de su predilección. En
una cargazón5 podía encontrarse una relación del siguiente tenor:
Esta manera de nombrar es la que permite construir
...el código de nombramiento [el cual] cumplía una doble función en la colonia: por un
lado identificaba al esclavo, distinguía un esclavo de otro, pero, por otro lado, informaba
al interesado de la condición o de las características que poseía este mismo esclavo en
provecho de la institución colonial. El nombre del esclavo es, entonces, un nombre para
el amo, una especie de marca que lo cosifica y le adjudica un valor frente a los ojos del
amo6 (Resaltado del autor).

De esta manera entendemos que el nombre impuesto a Pedro Carabalí ha de servir


para identificarlo a él, pero a su vez cumple la función de distinguirlo de Pedro Popó
y de Pedro Congo. El comprador sabe que Pedro Carabalí proviene de la región de
Calabar, que Pedro Popó, al igual que Pedro Congo, son miembros de esos grupos
étnicos; además, él conoce las características de cada grupo, las habilidades para
ciertas labores, la manera de comportarse y los adquiere según sus necesidades y
conveniencias. De igual forma, el nombre impuesto no es el nombre del esclavizado
en tanto él no siente reflejada su personalidad en aquella etiqueta, sino en el nombre
para el esclavizador en tanto ese nombre actúa como reflejo de su universo cultural.
La situación de los nombres podrá ser analizada detalladamente en las listas de los

4. Ibíd., p. 48.
5. También denominada armazón. Conjunto de prisioneros que transportaba el barco negrero. Regularmente la
cargazón estaba compuesta por 400 a 600 cautivos.
6. ASCENCIO, Op. cit., p. 63.

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esclavizados de las minas de Santa Bárbara y de Cértegui, las cuales presentamos


antes. Muchos de los allí nombrados, y nos referimos a quienes portan un gentilicio
africano, tal vez habrían sido bautizados en el puerto de embarque o quizás bautizados
o rebautizados en el de llegada, o tal vez en la mina. En estas listas observamos que
al nombre castellano le sigue un etnonímico como Mandinga, y a otros un toponímico
como Congo. Aquí alcanzamos a percibir que a medida que se incrementaban el tráfico
negrero y la esclavización fue necesario, para la mentalidad de la época, adicionar al
nombre otros sustantivos, adjetivos o características físicas o síquicas para nombrar a
los esclavizados.

Esa forma de nombrar no es al azar ni caprichosa, responde a unas necesidades de


parte de quienes imponen los nombres, y ellos se rigen por ciertas normas, las cuales
constituyen unas
reglas que sostienen al código de nombramiento[que] revelan el pensamiento de la época
en cuanto es el español el que nombra de acuerdo con los valores o con las características
que se aprecian o era pertinente destacar en los negros y que este código, además, al
clasificar a los esclavos en distintas categorías constituye un instrumento para el control
social de esta población7.

Ascencio propuso ese código de


José Mina Luis Arará nombramiento para el Chocó,
Pedro Carabalí Luis Mina pero ante casos similares en
Venezuela, lo ha ido extendiendo
Antonio Zape Antonia Angola porque descubrió la regularidad
Luis Mandinga María Mina de la mentalidad esclavizadora
José Bravo Juana Cambindo en la forma como nombraba a los
africanos y sus descendientes.
Antonio Mina María Zape
Pedro Chamba Luis Angola En dicho código el nombre del
José Sabanero Ignacio Mandinga esclavizado constaría de:
-un primer nombre castellano que
Pedro Popó Francisco Congo llamamos A.
Manuel Loango Joaquín Lucumí -un apellido, compuesto por uno
o varios «datos» sobre el esclavo y
Juan Angola Marta Mina
que pueden ser los siguientes:
-un adjetivo referido al componente
racial del esclavo, sea este negro o mulato, que llamamos B.
-un adjetivo referido a la circunstancia de nacimiento del esclavo: criollo o bozal,
que llamamos C.
-un gentilicio africano (Mina, Carabalí, Congo, etc.) que llamamos D.
-un gentilicio americano (Curazao, Bugueño, etc.) que llamamos E.
-un apellido castellano propiamente dicho (Álvarez, Ruiz, Holguín, etc.) a quien
llamamos F.

7. Ibíd., p. 44.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

-un adjetivo referido a una cualidad, a un defecto o a un oficio (Barriga, Calvo,


Herrero, etc.) que llamamos G.
-otros gentilicios. No africanos ni americanos. (Portugués, Guanchera, etc.) que
llamamos H8.

Según el código propuesto un esclavizado llamado Ventura podría figurar así:


A: Ventura
AB: Ventura negro o mulato
AC: Ventura criollo o bozal
AD: Ventura Cetre o Ventura Chalá
AE: Ventura Bugueño o Ventura Chocó
AF: Ventura Córdoba o Ventura Palacio
AG: Ventura Bravo o Ventura Carpintero
AH: Ventura Portugués o Ventura Catalán

Como lo indica el autor, este código está sujeto a reglas fijas, por ejemplo: el nombre
(A) será cualquiera, pero el apellido solo pertenecerá a una de las categorías fijadas (B,
C, D, E, F, G, H) dentro de estas opciones para uno y solo uno de los miembros9.

De acuerdo con lo anterior, analicemos la lista de esclavizados existentes en 1759 en


la mina de Santa Bárbara, río Andagueda región de Citará (Atrato, Chocó), propiedad
de don Francisco Martínez:

Los esclavizados de esta mina continúan teniendo un nombre castellano y sus apellidos
encuadran dentro del código de nombramiento: B, adjetivos referentes al componente
racial, mulato. C, adjetivos referentes a la circunstancia de nacimiento, criollo. D,
gentilicio africano, Mina, Congo, Carabalí. E, gentilicio americano, Jamaica. F, apellido
castellano, de la Cuesta. G, adjetivo que denota una cualidad, Barriga, Chato.

En el cuadro anterior empiezan a llamar la atención algunos casos. Primero, la


desaparición del adjetivo bozal, que era un indicador cultural, africano que todavía
conserva las costumbres culturales de su lugar de origen. Segundo, lenta aparición de
un apellido castellano, que con el correr de los años se hace frecuente y desplaza los
etnonímicos y toponímicos africanos. Tercero, lenta aparición de nombres compuestos.
Cuarto, progresiva aparición del adjetivo criollo, lo cual es síntoma de un aumento de la
población descendiente de africanos nacida en la Nueva Granada. Precisamente este es
el factor primordial para que a finales del siglo XVIII el código de nombramiento vaya
siendo cada vez más inapropiado para conocer la forma de nombrar a los descendientes
de africanos. Para nuestro interés es necesario tener en cuenta el segundo caso, que en
el código de nombramiento corresponde a la opción AF, es decir el nombre seguido de
un apellido castellano, porque esta es la opción predominante que hará imposible, por
vía de los apellidos, conocer los posibles orígenes africanos de la población chocoana.

8. Ibíd., p. 59. 10. Ibíd., p. 39.


9. Ibíd., pp. 60-63.

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Isabel, su mujer Bonifacio Criollo


Antonio Criollo Manuel Chalá Agustín Barriga
Manuel Guayacán Julián José Dori Feliciano de la Cuesta
María Manuela Bernardo Catambruno Francisca de la Cuesta
Lorenzo Criollo Petrona Mónica Ignacia Mulata
Martina Mulata Juan Bautista Ignacio Criollo
Agustín Chala Antonio, su mujer Inés
Quiteria, su mujer Francisco Mina Joaquín Mulato
Diego Chala María Antonia Mulata José Chamba
Juana, su mujer Catalina Guagüi Josefa Criolla
Juan Criollo Agustín Congo Juana
Antonio Mina Eusebio Mina Juliana
Josefa Antonio Tagüi Lorenza Mulata
Francisco Xavier Mulato Dionisio Marcela Conga
Pedro Criollo Luis Jamaica María Conga
Vicente Mina Antonio de la Cruz María Rosalía
Bernardo José Carabalí María Rosalía
Gerónimo Chato Ignacia Criolla Ventura Mandinga

Censo de minas y esclavos en el Chocó 1759. Fondo negros y esclavos

Los nombres son más que una simple etiqueta, más que una simple marca; ellos dicen
mucho de quienes los imponen, de quienes los llevan y también de sí mismos. De
quienes imponen porque suponen un proceso de escogencia dentro de un universo de
posibilidades y de valores, cultura e intereses; es decir, toda una intencionalidad. De
quienes los llevan porque «para la psicología el nombre propio es uno de los soportes de
la identidad que nos dice mucho de la reacción que los individuos pueden tener frente a
este intento de fijar su identidad ante mano»10. De aquí que el nombre es importante no
solo porque identifica sino también porque significa. De otro lado, los nombres dicen
mucho de sí mismos; ellos tienen un significado dentro de un universo cultural, fuera
del cual quedan vaciados de significados. A manera de ejemplo veamos una muestra de
los nombres que portaban los esclavizados de la mina Santa Bárbara y sus respectivos
significados:

CATALINA. Aunque la forma inicial es el griego Aikatharina, pasó al latín como


Katharina por la atracción de la palabra Katharós, «puro, inmaculado», lo que lo hacía
sinónimo Febe, Castalia, Inés y Pura.

10. Ibíd., p. 39.

47
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

IGNACIA. Forma femenina de Ignacio (ver Ignacio).

INÉS. Nombre popularísimo en todos los lugares y épocas. Del griego agne, «pura,
casta», incorrectamente aproximado al latino agnus, «cordero [de Dios]», razón por la
que este animal se convirtió en el símbolo de la santa y de la pureza en general.

ISABEL. Nombre babilónico («el dios Bel o Baal es salud»), adoptado por los judíos
pese a permanecer dominados e identificado por los puristas, por similitud fonética,
con Elisabet (en hebreo: la que jura por Dios).

JOSEFA. Forma femenina de José (ver José).

JUANA. Forma femenina de Juan (ver Juan).

MARÍA. Sin duda es el nombre femenino más popular en España, pero por esta misma
causa es poco frecuente solo, y es habitualmente el complemento de otro. Aunque
en los últimos años haya debido ceder los primeros lugares a otros, conserva un
puesto privilegiado. Del hebreo Miryam, para el cual se han propuesto hasta setenta
interpretaciones: para citar un par de las más conocidas, el hebreo mara, «contumaz», y
el egipcio mrym, «amada de Amón», es decir, de Dios. El nombre aparece transformado
en la Vulgata en la actual María, cuyo uso no se popularizó hasta bien entrada la Edad
Media por tabúes religiosos análogos a los que rodeaban los nombres de Cristo o Jesús.

MARTINA/MARTÍN. Del latín martines, gentilicio de Marte: «hombre marcial, belicoso,


guerrero». Célebre por san Martín de Tours (siglo IV), que compartió su capa con un
mendigo.

QUITERIA. Nombre latino, portado por una santa muy venerada en Galicia. Parece de
origen griego: Cytherea, epíteto de Venus, por xiton, nombre de una túnica corta (de
donde, también, Xitone, nombre de la diosa de túnica corta, Artemisa).

AGUSTÍN. El latín Augustus («consagrado por los augures») fue siempre un nombre
ilustre en Roma. Dignificado al máximo con Octavio Augusto, primer emperador romano,
llegó a convertirse en un título más, expresivo de la dignidad imperial. Gentilicio suyo
es Augustinus, «de la familia de Augusto», del que se originó Agustín.

ANTONIO. La familia romana Antonius intentó explicar de muchas formas el origen


de su nombre, al que atribuyó pintorescos significados: «el floreciente» (por el griego
anthos, «flor»), «el enemigo de los burros» (anti-onos, «anti-asnos»), «el inestimable»
(anti-onios, «sin precio, que no se puede comprar»), «el defensor» (anteo, «que se
opone»)… pero en realidad es que la voz es muy anterior, seguramente etrusca, y
su significado se ha perdido quizá para siempre. Innumerables santos y personajes
célebres han llevado este nombre.

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BERNARDO. Del germánico berin-hard, «oso fuerte». Famoso por san Bernardo de
Clairvaux, monje francés reformador de la orden del Cister (siglo XII), y, quizá más
todavía, por san Bernardo de Mentón, fundador de un asilo alpino de donde han tomado
nombre unos célebres perros de auxilio a las personas extraviadas en la montaña.

BONIFACIO. Nombre latino, abundantemente empleado por papas. Del latín


bonusfatum, «buen augurio, buen destino».

DIEGO. Variante de Jaime. Latinizado Didacus por influencia del griego Didachós,
«instruido». En el santoral, el nombre se ha independizado por san Diego de Alcalá.

DIONISIO. De Dios-Nysa, «dios de Nisa», localidad egipcia donde tenía un templo


este dios de las fiestas y bacales, que por ellas originó la palabra «dionisíaco» como
oposición de «claro, lúcido».

EUSEBIO. Del nombre de la diosa griega Eusebia, a su vez de eusébios, «de buena
piedad, piadoso. Muy popular en la Edad Media.

FELICIANO. Derivase de Felicidad, nombre latino (Felicitas), aplicado a una diosa


portadora del cuerno de la abundancia. Adoptado por el cristianismo en múltiples
derivados: Felicitas, Feliz, Félix, Feliciano, etc.

FRANCISCO. Del italiano Francesco, «francés», apodo dado por Bernardote de Asís
a su hijo Juan por afición a la lengua francesa. El Poverello de Asís (siglos XII y XIII) lo
convertiría en uno de los nombres más universales.

IGNACIO. Basándose en la forma latina del nombre, ignatius, se han propuesto


diversas interpretaciones: igneus, «ardiente, fogoso», o «nacido, hijo». En realidad es
una modificación culta del hispánico Ennecus, con el que concurriría nuevamente por
Iñigo López de Recalde (siglo XVI), fundador de los jesuitas y canonizado como san
Ignacio de Loyola.

JERÓNIMO. Del griego hieronimus, «nombre santo», retomado por el cristianismo y


popularizado por el redactor de la célebre Vulgata, la traducción de la Biblia al latín
todavía hoy vigente.

JOAQUÍN. Hasta el siglo XIV apenas fue tomado en consideración el nombre del
patriarca padre de la virgen María, hoy devenido uno de los más usados. Del hebreo,
yehoyaqim, «Jahvé construirá, erigirá».

JOSÉ. El nombre más expandido en España hasta hace poco, portado por el undécimo
hijo del patriarca Jacob, cuya madre Raquel, jubilosa de salir de su largo período de
esterilidad, exclamó al darlo a luz: «Auménteme (Dios) la familia» (Yosef). Su popularidad
masiva no se inició hasta el siglo XIX, cuando el papa Pío IX nombró a san José,

49
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

esposo de la Virgen María, patrono de la iglesia universal. Por su omnipresencia forma


abundantísimos compuestos como José María, José Ramón, y otros.

JUAN. Uno de los nombres más populares en todos los lugares y épocas. Del hebreo
yohannan, «Dios es propicio, se ha compadecido». San Juan Bautista inició su masiva
difusión, que ha dado jugar a multitud de portadores célebres y arquetipos relacionados
con su uso.

LORENZO. Forma evolucionada de Laurencio. La leyenda afirma que San Lorenzo,


diácono de la iglesia Romana, había nacido bajo un laurel. Su martirio (fue quemado
vivo en unas parrillas) fue rememorado por Felipe II en el monasterio de El Escorial,
consagrado al santo, y con la forma de una parrilla invertida.

LUIS. Más que un nombre, se trata de una constelación donde concurren diversas
fuentes onomásticas. La forma primitiva es Hluot-wig, «combate invicto, glorioso»,
derivado rápidamente de Clodivicus, y éste a Ludovicus y finalmente a la forma moderna.
…El nombre de Luis aparece ligado a dieciocho reyes franceses, siendo el más famoso
el santo del siglo XIII, por el que los franceses gustan denominarse «hijos de San Luis»,
y san Luis de Gonzaga, el más celebrado entre los españoles.

MANUEL. Abreviación del hebreo Emmanuel, personaje citado por el profeta Isaías
(Emmanuel, «Dios con nosotros»).

PEDRO. Simón, hermano de Andrés, fue nombrado conductor de la iglesia con las
palabras de Jesucristo «Tú eres piedra, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia». Así, el
que después sería el primer papa pasaba a ser designado con el nombre arameo de
Kefas, «piedra». Traducido al griego como Pétros, al latino como Petra y masculinizado
más tarde a Petrus, el nombre es hoy uno de los primeros de la cristiandad, aunque por
respeto no lo haya adoptado ningún otro papa (la apócrifa profecía de san Malaquías
enlaza el fin del mundo con el inminente Pedro II).

VENTURA. Nombre de buen agüero natalicio (latín venturum, lo que ha de venir).


Usado también hipocorístico de buenaventura.

VICENTE. Del latín vicens, «vencedor». Alrededor de esta palabra se han formado
numerosos nombres: Víctor, Victorio, Victoriano, entre otros11.

Fuera del contexto castellano y cristiano estos nombres no dicen nada, no significan,
únicamente identifican. Para los africanos de esta y otras minas, igual que a sus
descendientes, estos nombres no tenían nada que ver con ellos porque no los ligaba con
su historia pasada, con su religión, con su mundo cultural, simplemente los identificaban.
Razón por la cual con la imposición de estos nombres fueron despojados de una parte

11. ALBAIGES OLIVART, Joseph M. El gran libro de los nombres. Barcelona: Editorial Planeta. 1998.

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muy importante de su identidad; pasaron a ser otros. Los identificaron con un nombre
«oficial» ante las instituciones oficiales, ante el poder establecido; y ellos continuaron
imponiéndoles a sus hijos los nombres del universo cultural del esclavizador. Cuando
los amos blancos ya no estaban para imponer los nombres dejaron a los doctrineros, y
estos trajeron el calendario católico donde los afrochocoanos encontrarían los nombres
para «marcar» a sus hijos. Por ejemplo: el 21 de junio de 1907 nació en el corre­gimiento
de Neguá (Quibdó) un niño cuyos padres fueron Diego Córdoba y Eudoxia Córdoba. Su
padre quería bautizarlo, en su propio honor, con el nombre de Diego. Pero el sacerdote
le impuso el nombre de Luis porque el niño había nacido el día de San Luis Gonzaga;
en consecuencia aquel niño pasó a llamarse Diego Luis Córdoba Córdoba12. ¿Qué tenía
que ver ese nombre con la historia del niño o de su familia? Nada. ¿Qué significaba ese
nombre para el niño y su familia? Nada. ¿Y esos apellidos a quiénes pertenecían? A
sus padres, que a la vez los habían heredado de sus abuelos, y estos de sus bisabuelos,
quienes los tomaron de sus antiguos amos.

Casos como el anterior nos ilustran que esos nombres solo encuentran significado y
significante cultural en el mundo español -castellano- católico y «blanco». Nada nos
dicen de nuestra historia pasada, antes de que en calidad de prisioneros fuéramos
obligados a cruzar el Atlántico. Con esos nombres fuimos obligados a olvidar los de
nuestros sabios, guerreros, dioses, reyes, emperadores y artistas. Nos etiquetaron, y
aprendimos a etiquetarnos, con los nombres de sus santos, filósofos, gobernantes y
artistas para hacernos ver su historia, su cultura, como si fuera la nuestra. Los nombres
africanos fueron borrados, y jamás impuestos, para que evitáramos emular a nuestros
personajes, para que no soñáramos ser tan grandes como ellos.

2. LOS APELLIDOS DE LOS LIBERTOS


Los apellidos constituyen la segunda parte del nombre propio; ya vimos como a los
africanos y sus descendientes les fue impuesto un apellido por el negrero o por el amo,
el cual respondía a los intereses y necesidades del sistema esclavizador. En ocasiones
el apellido era un etnónimo o topónimo, otras veces una característica física, síquica,
o una circunstancia de nacimiento, o el color de la piel. En el censo en mención esta
fue la situación predominante, pero ya empezaban a insinuarse otros apellidos entre la
población esclavizada, y en ese padrón setenta esclavizados aparecen con un apellido
castellano. Al estudiar los testamentos y las cartas de libertad en la provincia de Citará,
para los años finales del siglo XVIII y hasta la abolición de la esclavización, constatamos
como empiezan a figurar los titulares de tales documentos con apellidos Palacio, Mena,
Mosquera, Andrade, Valencia, Becerra y Córdoba, entre otros13. Muchos de ellos, o
sus padres, habían ingresado a las minas con un gentilicio africano y salieron con un
nombre y apellido castellano.

12. Conversaciones con su hermana Lucía Córdoba Córdoba (qepd).


13. Se realizó una revisión en la Notaría Primera de Quibdó que cubrió los años 1780 a 1851.

51
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Las respuestas a cómo se operaron los cambios de apellidos pueden ser variadas de
acuerdo con circunstancias muy particulares; en este aspecto no existió un patrón,
regla o norma de fijación del apellido. Pero, sin duda alguna, en ello influyó el derecho
de patronato según el cual el amo tenía la potestad de nombrar sus pertenencias;
asimismo existió la costumbre de llamar a los esclavizados como «del señor Valencia,
del señor Córdoba»; tampoco debieron faltar amos que le «regalaran» su apellido a
los esclavizados preferidos; y con mucha frecuencia en la larga y oscura noche de
la esclavización los amos violaban a sus esclavizadas y/o las convertían en sus
concubinas y en ocasiones, para «descargo de su conciencia», reconocían los frutos
de estas uniones y les «daban» su apellido. Igualmente no faltaron esclavizados que a
motus proprio adoptaran el apellido de su último amo14. Dentro de estas circunstancias
podemos analizar casos, tal vez no únicos, como el de «Sebastián Córdova vecino
y natural de esta provincia hijo lexitimo de Anastacio Mina y Margarita Caravalí
ambos bosales...»15. Este afrocitareño no heredó el apellido de sus padres, adoptó un
apellido castellano de los que portaban los amos. De igual manera nos encontramos
con «Mateo Mena, hijo natural del finado Juan de Mena y de Concepción Maturana,
esclavos que fueron del difunto Don Francisco Alarcón de Mena...»16. Juan de Mena
tomó el segundo apellido de su amo y se lo impuso a sus hijos Lorenzo y Mateo. Los
hijos que le sobrevivieron a Lorenzo fueron «Xavier, María Francisca, Felipe, Agustín,
Santiago y Maria de la Cruz»17; por su parte la descendencia de Mateo Mena estuvo
conformada por «...Cornelia, Ynocencia, Juana, Juan Crisostomo, Ana, Agustina, José
Seferino, Marcial, José Angel, Andrés y Rafael...» 18, quienes continuaron portando el
apellido Mena del antiguo amo, el cual también heredaron sus descendientes. Más
adelante, al tratar los casos de los apellidos Palacios y Valencia, podremos apreciar con
claridad, para los primeros, como sus padres ingresaron a la mina de Cértegui con un
etnónimo, topónimo u otra característica que servía de apellido; y sus descendientes
empezaron a salir de dicha mina con el apellido del amo «blanco».

Los afrochocoanos debieron desear portar un apellido «blanco» como una forma
de buscar mejor aceptación, inclusión y nivelación social en un medio cuyo ideal
era hacerse cada vez más «blanco». Si esta pretensión, este anhelo y búsqueda de
reconocimiento es lógico, también cabe preguntarse: ¿Hasta dónde los amos fueron
permisivos en aceptar que los esclavizados portaran sus apellidos? Sobre todo cuando
muchos de esos apellidos constituían sinónimo de abolengo, y el hecho de que una
«casta» inferior los usasen podría ser interpretado como signo de igualación, y por
tanto le rebajaría el status social a aquellas familias. Los documentos escritos no nos
ayudan a resolver este interrogante, pero tal vez algunos amos debieron impedir a sus
antiguos esclavizados que tomaran sus apellidos, o estos últimos odiaron tanto a sus
antiguos «propietarios» que no quisieron cargar con ningún recuerdo de ellos, y de esta

14. MOSQUERA MOSQUERA, Sergio A. (1) De esclavizadores y esclavizados. Ensayo etno-histórico. Serie Ma’ Mawu
Vol. 1. Medellín: Promotora Editorial de Autores Chocoanos. 1997. P. 40.
15. Testamento de Sebastián de Córdoba. Notaría Primera de Quibdó. 1822.
16. Testamento de Mateo Mena. Ibíd, 1840. Ff 36r-38v.
17. Testamento de Lorenzo Mena. Ibíd, 1851. Ff 166r-167r.
18. Testamento de Mateo Mena. Claúsula 3.

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manera quisieron borrar esa huella de iniquidad. Probablemente el hecho de existir


pocas familias afrochocoanas, descendientes directos de esclavizados, con apellidos
Holguín, Mallarino, Conto o Ferrer, sea evidencia de las situaciones anteriores.

A partir de 1821, con la ley de libertad de vientres o de partos, la cual en su artículo


primero consagró que: «Los hijos de las esclavas que nazcan desde el día de la sanción
de la ley serán libres, y como tales se inscribirán sus nombres en los registros cívicos
de las municipalidades y libros parroquiales»19, con este artículo se oficializó el
reconocimiento de un derecho civil que no gozaban los hijos de las esclavizadas, y era
el derecho a tener un nombre, un apellido, una paternidad y por lo tanto a pertenecer
a una nacionalidad. Aquel mandamiento legalizó el derecho al uso del apellido, el cual
vino a completar el nombre propio, y la gran mayoría de los antiguos esclavizados
empezaron a adoptar los que conocían de los amos blancos; una minoría continuó con
los etnonímicos y toponímicos africanos que les habían impuesto.

Con el avanzar de la colonia el uso de los apellidos españoles y europeos, se generalizó


entre los afrochocoanos, a tal punto que, tomando como muestra la guía telefónica del
Chocó para el año 2012, más del 99% de las personas en los municipios de Condoto,
Istmina, Quibdó y Tadó aparecen portando los apellidos de los antiguos amos. En el
Cuadro 4 podremos apreciar esta muestra.

3. ORÍGENES, HISTORIA Y SIGNIFICADO DE


ALGUNOS APELLIDOS AFROCHOCOANOS
En Europa el uso de los apellidos empezó a difundirse desde principios de la Edad
Media, y ellos no solo servían para identificar a sus originarios portadores sino también
a distinguidas familias. Todos estos apellidos tienen un significado, una historia, que en
ocasiones está unida a ciertos linajes y abolengos que dan prestigio a sus portadores
indicando que son de noble cuna. Los apellidos que portan los afrochocoanos en su
gran mayoría son de origen castellano, lo que confirma el hecho de la colonización y
esclavización de los descendientes de africanos por súbditos de los Reinos de Castilla
y Aragón. Muchos de estos apellidos se originaron a través de un patronímico; es
decir, el nombre de la persona que inició a utilizarlo y del cual se derivó. Por ejemplo
Martínez, derivase de Martín; Sánchez a su vez de Sancho. En casos como estos la
terminación «es» y «ez» significa «hijo de». Hay casos en los cuales el apellido proviene
de un toponímico; es decir, el nombre de un lugar como Córdoba, Arboleda. También se
encuentran apellidos que surgieron a raíz de una edificación religiosa, militar o familiar;
entre ellos podemos citar: Torres, Castillo, Salas, Casas y Palacios. De igual manera
están presentes los que tienen como origen un hidronímico, entre ellos Arroyo y Ríos.
Asimismo los hay de historias singulares que se evidencian en Hurtado y Mosquera.

19. Ley de libertad de partos de 1821. Articulo 1º. Puede consultarse en: MOSQUERA MOSQUERA, Sergio A. (2). La
gente negra en la legislación colonial. Serie Ma’ Mawu. Vol. 9. Medellín: Editorial LEALON. 2004. P. 116.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Nos pareció poco relevante la preposición «de» en la formación de los apellidos porque
nada afecta el mismo, entre ellos citamos a de la Cuesta, de la Romaña; con el tiempo
el uso de aquella preposición desapareció. De los apellidos más frecuentes entre los
afrochocoanos de hoy podremos encontrar información a continuación señalando, en
algunos casos, esclavizadores de los cuales posiblemente tomaron el apellido.

ABAD / ABADÍA
El término Abad procede del título que llevan los superiores de los monasterios en
la mayoría de las órdenes monacales, y también los de algunas colegiatas. En varios
nobiliarios, al hablar de este apellido, se dice que los Abad de Aragón y Valencia, por
la desgraciada muerte de un pariente, comenzaron a vestir de negro y empezaron a
llamarse Abades, dejando durante algún tiempo de usar el apellido que antes tenían,
de ahí el que los apellidos Abad y Abades sea uno mismo. El apellido de origen vasco
encontrándose su primera casa solariega en el valle de la Bordejuela, con posterioridad
fue difundiéndose por toda la Península para pasar a la América Hispana. La línea de
Castilla desciende de Martín Fernández Abad que luchó contra los árabes, estableciendo
su primera casa en las cercanías de Ocaña (Toledo). En el orden militar, se designaba
como «Abad» al jefe de la Guardia del conde don Gómez, que tenía bajo su mando a
cincuenta ballesteros que eran hijosdalgo20.

Por otro lado, este apellido se trata de un derivado del latín ABBAS, -ATIS, voz de origen
arameo -abba ‘padre’- introducida en la lengua de Roma por intermedio del griego. Para
las precisiones semánticas téngase en cuenta que abad significó primero ‘sacerdote,
cura’, y que esta acepción se conserva todavía en diversas zonas hispánicas21.

Buesa y Lagüene dicen que Abadía procede del latín eclesiástico ABBATIA cuya base
nominal puede referirse a ‘una iglesia o monasterio regido por un abad o una abadesa’
o al ‘territorio, jurisdicción y bienes o rentas pertenecientes al abad o a la abadesa’,
pero también es posible que aluda a la ‘casa del cura’.

ESCLAVIZADORES
ABADÍA, Doña Tomasa. Natural de Cartago, en el norte del Valle del Cauca.
Esclavizadora y tratante, por ejemplo en 1823 aparece vendiéndole a la señora Petrona
Scarpeta una negra llamada Bernardina y su hijo Juan Bautista22.

AFROCHOCOANOS. El patio principal de los abadías es la región de Baudó,


especialmente en el corregimiento de Chachajo; inclusive, existe una localidad en el
Bajo Baudó llamada Puerto Abadía, y en ella la gran mayoría de sus habitantes tienen

20. GONZÁLEZ-DORIA, Fernando. Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España. En: www.surmanes.org./
apellidos/lista.htm
21. BUESA OLIVER, Tomas, LAGÜENE GRACIA, Vicente. Apellidos con Artículo en Aragón, referidos a edificios y otras
construcciones. Bogotá: Boletín del Instituto Caro y Cuervo. Thesaurus. Tomo L. 1995. P. 263.
22. Notaría Primera de Quibdó. 1823. Ff 12v-13r.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Cuadro 4
Origen
Condoto Istmina Quibdó Tadó
Andrade 6 4 43 11
Arias 3 1 83 X
Asprilla 13 27 134 3
Bejarano x 2 80 X
Caicedo 2 4 89 2
Chaverra 1 3 130 X
Córdoba 5 21 516 x
Cuesta x 4 214 X
Díaz 1 8 88 x
García 1 12 122 2
Gómez 2 9 65 11
González x 5 65 X
Hinestroza 2 9 103 4
Hurtado 2 23 64 X
Ibargüen 6 37 59 x
López 1 19 75 1
Lozano 30 18 81 1
Machado x 3 48 1
Martínez 2 22 69 4
Maturana 4 2 59 X
Mena 5 14 458 1
Moreno 13 35 403 3
Mosquera 71 274 706 37
Murillo 9 70 196 20
Palacios 2 40 689 8
Palomeque x 2 76 X
Parra X 2 89 3
Perea 11 38 191 45
Ramírez 2 12 114 3
Rentería 10 7 250 2
Ríos 1 15 81 1
Rivas 10 38 103 X
Robledo 1 x 56 x
Rodríguez 1 8 97 1
Romaña X 1 85 x
Salazar 2 9 39 1
Sánchez 13 22 149 7
Torres x 17 69 3
Urrutia 1 6 24 1
Valencia 1 25 204 x
Fuente: Directorio telefónico del Chocó. Año 2012.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ese apellido. Los troncos de los Abadía parecen tener un mismo origen. Algunos ubican
a Aníbal como su antecesor, otros sostienen que tres hermanos, entre los cuales hay un
Aníbal, trajeron el apellido. En lo que coinciden es en su procedencia del norte del Valle
del Cauca. De otro lado, la presencia de este apellido entre los afrochocoanos es muy
anterior a la llegada del norte vallecaucano en mención, porque en 1816 se registra
un cimarrón de nombres Carlos Quinto Abadía (Carlosquinto Abadía), quien luchaba
contra los ejércitos Realistas, al cual Rogerio Velásquez le compuso un poema23.
Asimismo, en la segunda mitad del siglo XIX existian unos Abadía en Istmina, de esta
familia desciende Sergio Abadía Arango quien nació en esta ciudad en 1895 y fue su
padre Octaviano Abadía24.

AGUILAR
Es un derivado del latín aquilare, que significa «lugar habitado por águilas». Aguilera es
un apellido derivado de Aguilar y tiene un significado lingüístico equivalente, pero no
está relacionado con el linaje Aguilar. El origen de este linaje, por cierto muy extendido
por todas las tierras y regiones del Estado español y de los países de habla hispana, ha
de remontarse en los lejanos tiempos de la Reconquista española cuando los ejércitos
cristianos ocupaban, lenta pero firmemente, las tierras que durante siglos habían sido
gobernadas por los musulmanes. Era muy lógico durante la época de la reconquista
que los soldados que estaban al servicio del ejército cristiano fueran premiados con
solares y porciones de terrenos y elevados a la categoría de nobles, con lo cual, sus
apellidos quedaron en constancia para los anales de la historia. Si hay un cierto número
de apellidos que podríamos denominar «universales», este es, sin duda, uno de ellos.
Si bien es cierto que el apellido tiene una raíz plenamente hispánica, también lo es
que muchos personajes que así se denominaban tuvieron un papel muy importante,
allende las fronteras españolas, participando activa y valerosamente en la conquista de
América. Por todo ello, el apellido ha sido muy extendido no sólo en toda la Península
y las tierras de habla hispana, sino también en los lugares donde la influencia española
es o fue evidente25.

Tibón, también sostiene que Aguilar significa «peña en que anida el águila», y es un
recuerdo del culto que el hombre ha rendido a la orgullosa ave rapaz por su gran fuerza,
la altura y rapidez de su vuelo y su vista perspicaz26.

23. Velásquez Rogerio. «Llanto por la muerte de Carlos Quinto».


24. GAITAN ORJUELA, Efraín. Grandes del Chocó. Desde Colón hasta hoy. Tomo I. Medellín: Editorial Alas Libres. 1994.
Pp. 20-21.
25. GONZALEZ-DORIA, op. cit.
26. TIBÓN, Gutierre. Diccionario etimológico comparado de los apellidos españoles, hispanoamericanos y filipinos.
México. Fondo de Cultura Económica. 2001. P. 6.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

ANDRADE
Gallego. De Betanzos (La Coruña), descendiente de uno de los cinco caballeros que
trajo en su armada el caudillo D. Mendo de Rausona, hermano de Desiderio, último rey
de los longobardos de Italia27. Para Gutierre Tibón se trata de un derivado de Andrés,
el cual es un nombre de pila usado como apellido y que significa varonil, masculino,
hombre28.

ESCLAVIZADORES
De ANDRADE de los SANTOS, Don Carlos María. Dejó escrito en su testamento,
con fecha 3 de mayo de 1817, que era vecino de esta provincia del Citará e hijo legítimo
de don Carlos María Freire de Andrade y doña María Rosalía de los Santos. Fue casado
con doña Ana María de Córdoba y tuvieron por hijos a doña María Leonor Freire de
Andrade, casada con don Pedro Ferrer; don Joaquín Freire de Andrade Córdoba, casado
con doña Patricia Lloreda y a José María, que murió a la edad de un año. También
declaró ser dueño de los siguientes esclavizados: Víctor, que hace de capitán, sus
hijos Benito, Josefa, y Juana María; Nicolás; Trinidad y su hijo José Joaquín; Antonio
María y Natividad y Severino; Melchor, sus hijos María de Jesús, Nicolás Tolentino y
Carlos María; Custodio, sus hijos Teresa, Magdalena; Gaspar, su mujer Inés, sus hijos
Jacinto, Eusebia y Apolinario; José María, su mujer Andrea, sus hijos Micaela, Teodora y
Manuela; Saturnino, su mujer Inés libre, sus hijos José Joaquín, Juan Francisco, Vicente
y María Josefa; Roberto; Matías y su hijo Cornelio; Joaquina, sus hijos Miguel, Manuel
de la Cruz, Manuel Higinio, su hermano Julián; Santiago y su hijo Antolino; Francisco el
congo; Félix, José María; José Joaquín; Anselmo y Miguelito29.

ARBOLEDA

Asturiano, del lugar de su nombre, en Cabanes, partido judicial de Infiesto, de donde


pasó a Castilla y luego a Colombia. En la parte inferior de su escudo hay varios árboles,
formando una arboleda o bosque, y entre ellos un oso30. Por lo tanto, este apellido es
un derivado de árbol y se interpreta como «sitio poblado por árboles»31.

ESCLAVIZADORES
La referencia de este apellido en el Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia, se remonta
a Jacinto de Arboleda, un comerciante que desembarcó en Portobelo, Venezuela, en

27. SOLÍS, José Antonio. Abecedario de los apellidos. Salamanca: El arca de papel editores. 2004. P. 22.
28. TIBÓN, Op. cit., p. 17.
29. MOSQUERA MOSQUERA, Sergio (3). Memorias de los últimos esclavizadores en Citará. Serie Ma’ Mawu. Vol. 1.
Testamento de don Carlos María de Andrade. Claúsula 3 y 22. Medellín: Promotora Editorial de Autores Chocoanos.
1996. Pp. 189-196.
30. SOLÍS, Op. cit., p. 27.
31. TIBÓN, Op. cit., p. 20.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

1617 y luego se radicó en Anserma y luego pasó a Popayán donde edificó la casa de
los Arboleda. Recién abierta la frontera minera chocoana miembros de esta familia
introdujeron esclavizados a esos territorios; entre ellos don Francisco de Arboleda y
Salazar, quien tuvo ocho hijos, y en 1690 despachó una cuadrilla al Chocó y ocupó la
quebrada de San Cristóbal. Veinte años más tarde su hijo don Gonzalo se internó en el
Chocó con una cuadrilla de esclavizados y a otro de sus hijos, Francisco José, le donó
unas minas en aquellos parajes32.

De ARBOLEDA, Don Pedro. En la provincia de Nóvita, Partido de Cajón, era propietario


de la mina denominada «San José», donde para el año 1755 poseía cincuenta y ocho
esclavizados33.

De ARBOLEDA, Doña María Josefa. En el año de 1755 poseía unas minas en la Boca
de Santa Bárbara, provincia de Nóvita, con cuarenta y nueve esclavizados34.

BECERRA

Galicia. Se extendió por toda la Península. Varias de sus ramas estuvieron en las
Órdenes Militares de Calatrava, Alcántara, Carlos III y San Juan de Jerusalén, en las
Reales Chancillerías de Valladolid. En su escudo hay dos becerras de oro, una encima
de la otra sobre un fondo de oro35. En asturiano se dice bicerra, «cabra montés»; Becerra:
toro y vaca hasta que cumplen uno o dos años, un derivado de este apellido es Becerril
que es el lugar donde se crían los becerros36.

ESCLAVIZADORES
BECERRA, Don Luis Antonio. Natural de Buga y vecino de Citará, tratante de
esclavizados. Le conocemos un hijo llamado don José Joaquín Becerra37.

BECERRA, Don Luis José. Casado con doña Gertrudis Pacheco, de esta unión
conocemos los hijos siguientes: doña Nicolasa, doña María Manuela y doña Ana María
Becerra y Pacheco. Don Luis José constituyó una capellanía en 1812 cuyos bienes en
esclavizados eran: Hilario, Jerónimo, Vicente, Ramón, Bernardo, Feliciano, Matías,
Valentín, Juan, Anastacia, Rosalía, José Aquilino y Juan de Dios38. Por su parte doña
Gertrudis heredó los esclavizados de su hija doña Nicolasa.

32. COLMENARES, Germán. Historia económica y social de Colombia. Popayán: una sociedad esclavista. 1680-1800.
Tomo II. Bogotá: La Carreta Inéditos Ltda. 1979. Pp. 144-149.
33. MURILLO MENA, Jorge Eliécer. El negro conquistador y colonizador de hispanoamérica. En: Archivo Histórico
Nacional (AHN), Fondo Negros y Esclavos. Ff 961r-964r. Bogotá: Docente Editores. 2003. P. 234.
34. Ibíd., p. 241.
35. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.
36. SOLÍS, Op. cit., p. 37.
37. Notaría cit. 1814. f 90r.
38. Ibíd., 1812. f 55r.

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BECERRA PACHECO, Doña Nicolasa. Falleció trágicamente el 23 de abril de 1809


en Bevaramá, sitio de su residencia. En su lecho de muerte, con mucha dificultad y
rapidez, alcanzó a dictar su testamento. En él dejó dicho que era hija legítima de don
Luis José Becerra y doña Gertrudis Pacheco, e igualmente que había sido casada con
don Lucas de Alarcón y Mena de cuyo matrimonio no hubo hijo alguno. Al realizarse
el inventario de sus bienes se relacionaron entre estos los siguientes esclavizados:
Tomás, como de sesenta años y bastante enfermo; Lino, mulato, como de treinta años;
Ignacia, como de dieciocho años; Lorenzo, como de dieciocho años; Andrés Avelino,
negro como de veinticinco años; José, casado con mujer libre; Pablo, como de treinta
años y casado con una bozal de los Corrales; Joaquín, como de cincuenta años y con
la vista dañada, su mujer Teodora de cuarenta años, sus hijos Baltasara negra tesada
como de dieciocho años, Joaquina de quince, Luisa de trece, Candelaria de siete, María
de los Santos de un año y Luis José; Severino como de veinticinco años, Clemencia
su mujer de veinte a veintidós años, sus hijos Rosa de ocho años, Antonia de cinco y
Segundo como de dos; José Cartagena como de veinticuatro años, su mujer Calixto,
llagosa, su hija Melchora; Francisco (alias el guapo) de treinta y cinco años poco más
o menos, su mujer Ignacia de veinticinco años; Pedro José de veinte años, su mujer
Tomasa de dieciocho; María de Jesús, mulata, de dieciocho años; Juan como de catorce
años; Silvestre como de treinta y cinco años, su mujer Cayetana con sus hijos Domingo,
Alexandra y Jacinta39.

BECERRA PACHECO, Doña María Manuela. Casada con don Francisco Antonio de
Lloreda. En 1812 era dueña de los siguientes esclavizados: Agustín, Dolores, José María,
Faustina, Mundo, Casilda, Calixto, Luciana, y Jerónima, quienes estaban laborando en
el río de Tanando40.

BECERRA, Doña Josefa. Le compró a doña Ana María de la Cuesta los siguientes
esclavizados: Julián y su mujer Brígida, Lucía, Miguel y Gregoria41.

BEJARANO

Portugal, desde donde pasa después a España y se establece en Extremadura42. Según


esta versión proviene de Beja, que es la ciudad capital de la provincia portuguesa del
Bajo Alentejo. Tibón dice que este apellido proviene de Béjar, originario de esa ciudad
en la provincia de Salamanca, pero que según Menéndez Pidal viene del bíclaro, a
través de un arcaico Béjaro; otra versión es que Bejarano es una corrupción del latín
Becor, pueblo fuerte romano. Gentilicio Bejarano, variantes Bejerano, Vejarano; otro
gentilicio es judío43.

39. En: Testamento e inventario de los bienes de doña Nicolasa Becerra. Claúsulas 3, 5 y 18. MOSQUERA (3), Op. cit.,
pp. 91-119.
40. Notaría Cit. 1812. f 56v.
41. Ibíd., 1808. Ff 38r-40v.
42. SOLÍS. Op. Cit., p. 37.
43. TIBÓN, Op. Cit., p. 37.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ESCLAVIZADORES
BEJARANO, Doña Rosa. Por la transacción de sus bienes testamentarios, llevada a
cabo en Quibdó el 14 de octubre de 1814, sabemos que era casada con don Joaquín
Palomeque a quien le correspondieron por intermedio de don Felipe Bejarano y Miguel
Pizarro, vecinos de Popayán, los siguientes esclavizados: Vicente, José Víctor y Salvadora
su mujer, Juan Bautista, María Lucia, Blas, Casimiro, Ignacia, Iberto, Pedro, Dominga y
Calixto. Por su parte a don Manuel Junguito, acreedor de dicha testamentaria, le fueron
entregados los esclavizados el capitán, Felipa su mujer y sus hijos Simón, Candida,
Pedro, Romualdo y Benita; María Santos y sus hijos Claudio, Lugarda, Pablo, Montano
y Petrona; Inés y sus hijos Candelaria, Manuel, Victoria, Avelina y Dionisio; Pablo,
Bonifacio su mujer y sus hijos Pedro Luis, María Antonia, Nicolasa y Antonio; José
Joaquín, su mujer Polonia y sus hijos Damasa y Juana; Simón hijo de Felipa, y otros dos
hijos de Inés nacidos después del avaluó44. Doña Rosa Bejarano era hermana de doña
Luisa, don Felipe, doña Josefa Bejarano45, naturales de Buga, y probablemente de los
señores Bonifacio y Salvador Bejarano, albaceas de don Manuel Salazar de la Serna. A
doña Josefa Bejarano le conocemos un hijo llamado don Luis Pizarro Bejarano, quien
era administrador de la mina de Palma46.

BONILLA

Castellano. Apellido de origen toponímico, del lugar de Bonilla en la provincia de


Cuenca (Castilla la Nueva). Según los etimologistas el nombre de lugar Bonilla viene del
nombre propio italiano «Bonfiglio» que a su vez viene del nombre latino «Bonusfilius»,
que quiere decir en castellano «buen hijo»47.

ESCLAVIZADOR
De BONILLA Y DELGADO, Don Juan. Sacerdote. En sociedad con su cuñado don
Francisco de Rivas Sontavilla eran propietarios en 1755 de noventa y ocho esclavizados
en su mina Sed de Cristo, en los alrededores de Nóvita48.

AFROCHOCOANOS. El patio donde este árbol plantó sus raíces fue en los alrededores
de El Tambo, antiguo poblado terminal de la ruta interoceánica que a través del Istmo
de San Pablo unía las provincias de Novita y Citará; es decir, los océanos Atlántico y
Pacífico. Con la decadencia de esta ruta, ocurrida a finales del siglo XIX, algunos de
los poblados levantados en sus orillas se los tragó la selva, de lo cual ni El Tambo se
escapó. Sus pobladores migraron para diferentes sitios y varios de ellos llegaron hasta
un asentamiento nuevo, un pueblo nuevo, que se estaba formando en Istmina, a la

44. MOSQUERA (3), pp. 162-163.


45. Notaría cit. F 92r.
46. Ibíd., 1819. f 108r.
47. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.
48. MURILLO, Op. cit., p. 240.

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margen derecha de la quebrada San Pablo cerca donde recibe las aguas de la quebrada
Citará. En ese nuevo lugar, hoy conocido como el Barrio Pueblo Nuevo, florecieron
otras ramas del tronco.

CAICEDO / CAYCEDO

ESCLAVIZADORES
De CAICEDO, doña Clemencia. Dama bogotana que según el censo de 1759,
poseía una mina en «La concepción de Neguá», provincia de Citará, con ciento nueve
esclavizados. Hoy un colegio de Bogotá, en honor a ella, lleva su nombre.

CASAS

Andaluz, descendiente del caballero francés D. Guillén, Vizconde de Limoges, que vino
a España a la conquista de Sevilla a las órdenes del Rey D. Fernando III «el Santo».
Según Buesa y Lagüene son numerosos los registros de Lacasa, apellido que presenta
las variantes Lascasas, Las casas, junto a Casa y Casas. El término ha adquirido diversos
significados derivados del principal a lo largo de su historia: además de ‘edificio para
habitar’, que fue la primera acepción, ‘estados, vasallos y rentas que poseía un señor’,
‘descendencia o linaje que tiene un mismo apellido y viene del mismo origen’, entre
otros. Hay que tener en cuenta el valor etimológico de ‘choza, cabaña’, que puede
conservarse en algunos de los abundantes topónimos originados a partir del apelativo49.
También es interpretado como edificio o parte del mismo en que habita un individuo o
una familia50.

ESCLAVIZADORES
CASAS, Don José Joaquín. Negrero. Casado con doña Luisa Martínez, le conocemos
un hijo llamado Juan Casas Martínez, casado con Tomasa Andrade; fueron los padres
de Juana Santiago, María de la Paz, Plácida y Juan de la Cruz Casas Martínez. Además
tuvo tres hijos naturales llamados Juliana, Gregorio y Bruno Casas51.

CASAS, Don José Cruz. Hermano de don José Joaquín. En 1812 constituyó sociedad
con don Ignacio Mosquera, vecino de Popayán y eran dueños de los siguientes
esclavizados: Manuel Antonio y Benita su mujer; Josefa viuda, y sus hijos Cándido,
Gervasio y Víctor Manuel; Pedro, Matilde, Gregorio y Paula52.

49. BUESA OLIVER y LAGÜENE GRACIA, op. cit. 249.


50. TIBÓN, Op. cit., p. 61.
51. Notaría Cit. 1833. MOSQUERA MOSQUERA, Sergio A., CANTILLO LOZANO, Liliana. Diccionario genealógico de la
provincia de Citará. Siglos XIX-XX. Serie Ma’ Mawu. Vol. 3. Quibdó: Artes e impresiones Don Bosco. 1997. P. 32.
52. Ibíd, 1812. 29v.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

CÓRDOBA
Linaje andaluz, de la ciudad de su nombre, descendiente de la familia feudal de los
condes de Trava y Trastamara. Probó repetidas veces su nobleza en las distintas órdenes
militares, enlazando con la primera nobleza española. Este apellido, al derivarse del
nombre de la ciudad, puede traducirse como rico, o tal vez ciudad rica53.

ESCLAVIZADORES
CÓRDOBA Y VELASCO, Don Leonardo. Por el testamento de su hija doña María
Francisca de Córdoba sabemos que él fue casado con doña María de Córdoba, vecinos
que fueron de esta provincia de Citará. Por menciones que hace su hija doña María
Francisca suponemos que de ese matrimonio sobrevivieron otros hijos, pues ella nombra
a sus hermanos doña Manuela y don Domingo Córdoba. En 1759 don Leonardo era uno
de los influyentes esclavizadores en la provincia de Citará toda vez que era propietario
de 208 esclavizados en su mina de Doatá, próxima a Neguá.

CÓRDOBA CÓRDOBA, Doña María Francisca. Hija de don Leonardo de Córdoba


y Velasco y doña María de Córdoba. Casada con don Lorenzo de Zea, fueron sus hijos
Juan Antonio, Mercedes, Lorenzo, Miguel y Francisco Zea y Córdoba. El 31 de diciembre
de 1814, cuando ella otorgó su testamento le sobrevivían Francisco y Mercedes; esta
última casada con don Javier Rentería, quienes dejaron una niña de nombre María del
Tránsito. Juan Antonio de Zea y Córdoba debió haber fallecido siendo mayor de edad,
pues su madre heredó de él algunos bienes. Doña María Francisca era propietaria de
seis esclavizados: María, como de cuarenta años de edad, su hija María Críspula de año
y medio; Joaquina y sus tres hijos llamados José Ignacio y Juan Laureano. Estos últimos
cuatro se los donó a su nieta María del Tránsito Rentería Zea54.

CÓRDOBA del PINO, Doña Ana María. El 26 de enero de 1824 fue la fecha en que
ella otorgó su testamento y en él dejó dicho que era natural y vecina de esta provincia
del Citará e hija legítima de don José Leonardo de Córdoba y doña Bárbara del Pino.
Otros hijos de esta unión fueron doña María Francisca, doña Manuela, don Joaquín y
don Alonso de Córdoba. Probablemente el nombre de su padre sea un homónimo del
de doña Francisca, pues sus esposas son diferentes.

Doña Ana María fue casada con don Carlos María de Andrade, natural de esta misma
provincia, en cuya unión fueron padres de Leonor, Joaquín y José María Andrade Córdoba;
este último fallecido. También ella manifestó haber tenido un hijo extramatrimonial de
nombre Manuel, cuyo padre es don Miguel Junguito Baquerizo quien lo reconoció por
tal. De otro lado, sus esclavizados eran: Natividad, Juan y Ana María; aunque debieron

53. TIBÓN, Op. cit., p. 74.


54. Testamento de doña María Francisca Córdoba Córdoba, clausulas 3ª, 5ª, 10ª y 12ª. En: MOSQUERA MOSQUERA,
Sergio (1). Memorias de los últimos esclavizadores en Citará. Serie Ma’ Mawu. Vol. 1. Medellín. Promotora Editorial de
Autores Chocoanos. 1996. Pp. 157-160.

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ser más porque su esposo, don Carlos María, recibió una dote superior a cinco mil
pesos representados en minas, tierras y esclavizados55.

CÓRDOBA del PINO, Doña María Francisca. Casada con don Bartolomé Polo y
Cobo, natural de Cali, quien era hijo legítimo de don Carlos Polo de la Vega, oriundo
de La Habana y de doña Elvira Cobo de Figueroa, natural de Cali. María Francisca y
Bartolomé fueron los padres de doña María Gertrudis, don José Domingo, doña María
Joaquina, doña María Ignacia, don José Joaquín y doña María Bárbara Polo y Córdoba56.

AFROCHOCOANOS. Su patio se ubica en el corregimiento de Neguá, y en toda la


cuenca del río del mismo nombre como Doatá, Nemotá, Nauritá y Guayabal.

Para el caso del apellido Córdoba seleccionamos el tronco del ex esclavizado Lorenzo
Córdoba el cual presentamos en un libro titulado «El clan de los Córdoba y otras
genealogías». El libro en comento es una exhaustiva historia de este grupo familiar
donde se desenredan los nexos de consanguinidad entre los descendientes de Lorenzo
Córdoba y Bernabéla Palomeque, dos ex esclavizados, fundadores del Clan.

Luego se continúa con Diego Luis Córdoba, fundador del Clan político, hasta llegar a
sus descendientes actuales y familiares colaterales. En dicho trabajo los autores dejan
entrever como esta es la única familia afrochocoana que realmente ha ostentado el
poder político gozando de todo tipo de beneficios que el produce57.

A continuación presentamos una muestra de cómo se entrecruzan la familiaridad y la


política en el CLAN DE LOS CÓRDOBA.

Observemos los vínculos de familiaridad así: Zabulón, Bernardino, Andrea y Julia


Córdoba, entre otros, son hermanos e hijos de Zabulón Córdoba quien es hermano
de Diego Córdoba y de Betsabé Córdoba. Diego fue padre del ex parlamentario Diego
Luis, de Ricaurte, Jorge Isaac y Carmen Córdoba. Estos a su vez fueron los padres del ex
gobernador Diego Córdoba Zuleta y Elena Córdoba Zuleta. Ricaurte lo fue de Emigdio y
de Nubia Córdoba. Jorge Isaac lo fue del ex alcalde de Quibdó, Arnobio Córdoba Palacio,
del ex diputado Manuel Córdoba Palacio y de la ex procuradora departamental Josefa
Córdoba Palacio, quien a su vez está casada con Yadir Torres ex personero municipal
de Quibdó. Carmen Córdoba es la madre de Mercedes Córdoba, y Betsabé fue la madre
de Esaú Becerra Córdoba. De donde resulta que Piedad y Besnaida Córdoba (qepd),
William Halaby Córdoba, ex gobernador y Esteban Caicedo Córdoba, ex gobernador, son
primos hermanos y sobrinos en segundo grado con los hijos de Diego Córdoba. Diego
y Elena Córdoba Zuleta son primos hermanos con Nubia, Emigdio, Josefa, Arnobio,
Manuel y Mercedes Córdoba.

55. Testamento de doña Ana María Córdoba del Pino, clausulas 3ª, 4ª, 6ª, 8ª y 9ª. En: Ibíd., pp. 199-204.
56. Notaría Cit. 1816. Ff 69r-71r.
57. MOSQUERA MOSQUERA, Sergio y PADILLA CÓRDOBA, Marcial. El clan de los Córdoba y otras genealogías.

63
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Elena, Emigdio, Nubia y Mercedes son los padres del ex alcalde de Quibdó, Carlos Escobar
Córdoba, del ex contralor de Quibdó y ex aspirante a la cámara de Representantes
Pedro Nel Escobar Córdoba. Nubia Córdoba es la madre de Dulima Moreno Córdoba,
ex secretaria de Hacienda Departamental y de Danni Moreno Córdoba, ex secretaria de
salud del municipio de Quibdó y esposa del ex contralor departamental y ex contralor
delegado, Carlos Murillo. Emigdio Córdoba es el padre del ex diputado, ex senador y ex
representante a la cámara Darío Córdoba Rincón (qepd). Mercedes Córdoba es la madre
del ex aspirante a la gobernación del Chocó Gustavo Makanaki Córdoba; Esaú Becerra
Córdoba fue el padre del ex alcalde mayor de Quibdó Bernardino Becerra Rodríguez.
Los hijos de Elena, Nubia, Emigdio y Mercedes Córdoba son primos segundos. De igual
manera ellos son sobrinos en segundo grado de la ex procuradora Josefa, del ex alcalde
Arnobio y del ex diputado Manuel Córdoba Palacio.

Por su parte Zabulón Córdoba es el padre de la ex senadora Piedad Córdoba. Bernardino


Córdoba lo es de la ex diputada y ex representante a la cámara Besnaida Córdoba
Panesso. Julia Córdoba fue la madre del ex gobernador William Halaby Córdoba, del ex
rector de la Universidad del Chocó y ex secretario de educación departamental Julio César
Halaby Córdoba (qepd), Andrea Córdoba es la madre del ex gobernador del Chocó y ex
aspirante a la cámara de representantes Esteban Caicedo Córdoba. Esta descendencia
resultan siendo primos hermanos y a la vez tíos segundos de los hermanos Pedro y
Carlos Escobar Córdoba, de Darío Córdoba Rincón y de Gustavo Makanaki Córdoba.

De igual manera Diego Luis Córdoba Córdoba fue el abuelo de Carlos Alberto y Pedro
Nel Escobar Córdoba. Arnobio, Josefa y Manuel Córdoba Palacio eran sobrinos de Diego
Luis; como también lo eran Mercedes, Emigdio y Nubia Córdoba. Besnaida y Piedad
Córdoba, lo mismo que William Halaby Córdoba y Esteban Caicedo Córdoba resultan
siendo sobrinos en segundo grado de Diego Luis Córdoba.

De otro lado y como Betsabé, Diego y Zabulón eran hermanos, Esaú Becerra Córdoba era
primo hermano con Andrea, Bernar­dino, Julia y Zabulón Córdoba. En consecuencia el
ex alcalde de Quibdó Bernardino Becerra Rodríguez era primo segundo con la senadora
Piedad y con la ex representante Besnaida Córdoba, con los ex gobernadores Esteban
Caicedo Córdoba y William Halaby Córdoba. Bernardino Becerra Rodríguez era sobrino
en segundo grado de Diego Luis Córdoba Córdoba.

LIBERTOS

CÓRDOBA, María Antonia. Junto con sus dos hijos, Melchor y Santiago, negros
libertos, compran a Don Tomás Polo la quebrada de Indipurdú con cuatro entables,
una casa, cuatro cabezas de ganado y una esclavizada llamada Quiteria en seiscientos
treinta y seis pesos castellanos58.

58. Notaría Cit. 1808. Ff 13V-15v.

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CUESTA

Castellano. Una rama pasó a Andalucía. Probó nobleza en las Órdenes de Calatrava y
Carlos III, así como en la Real Audiencia de Oviedo. El apellido significa «pendiente que
forma un terreno elevado». Proviene del latín costa, «lado», de donde costilla, «huesos
del costado». Variantes suyos son Lacuesta, Cuestas, de la Cuesta59.

ESCLAVIZADORES
De la CUESTA, Don Miguel. Maestre de Campo. Fue esposo de doña Manuela
Rodríguez, de cuyo matrimonio conocemos a sus hijos don Carlos Miguel, don Gregorio
Cornelio, don Miguel Ignacio y doña Ana María de la Cuesta y Rodríguez. En 1759
don Miguel era propietario de ciento un esclavizados que laboraban en su mina de
Tauchigadó. Sus hijos siguieron el oficio de esclavizadores así:

De la CUESTA RODRÍGUEZ, Don Carlos Miguel. Este señor expidió su testamento


el 23 de mayo de 1808, en donde dejó dicho ser casado con doña Brígida Fernández, de
cuya unión no hubo descendientes. Don Carlos Miguel heredó de su padre el derecho
de minas de Tauchigadó con sus entables, rancherías y parte de los esclavizados.
Al momento de morir era dueño de los siguientes esclavizados: Peregrino, Silverio
su mujer, e hijos Silverio y Bárbara; Teresa, viuda, e hijos Eugenio, Domingo y José
Antonio; Secundino, Urbana su mujer e hijos María, María Salomé y Agustín; Hilario,
sus hijos Bernardina y Gregoria; Tomás, su mujer María Rosa e hijos Josefa, Concepción
y Eugenio; Roque, su mujer Martina e hijos Eugenio, Sabina, Paula, Joaquina y Mateo;
Miguel Santos y María Teresa su mujer; Indalecio y Francisca su mujer; Ignacia, soltera,
e hijos Mateo, Mariana, Dominga, Vicente y Tomás; Enrique, María su mujer e hijos
Tomasa y María de los Santos; Damián, Margarita su mujer e hijos Juan, Lucas y
Agustina, y Manuela mujer de Juan; Luis, María su mujer, e hija Gertrudis; Estefanía,
viuda; Francisco, Antonio, Rafael, Guillermo, Tomas, José María, Miguel, Toribio,
Alexandra y su hija Anastasia, José Antonio y su mujer Francisca, Juan Pedro y su mujer
María Nieves60.

De la CUESTA RODRÍGUEZ, Don Miguel Ignacio. En su testamento otorgado el 23


de mayo de 1810 dejó dicho que era vecino de la provincia de Citará y residente en San
Miguel de la bodega de Bebará; también dijo haberse casado con doña María Manuela
[¿Sánchez?] de Arroyo, hija legítima de don Toribio Sánchez de Arroyo y doña Rosalía
Mosquera. De su matrimonio sobrevivieron dos hijos: María Micaela y Miguel Andrés
de la Cuesta [¿Sánchez?] de Arroyo; él reconoció un hijo natural llamado José Ignacio
(Cl. 4ª, 5ª, 7ª). Dijo haber heredado de sus padres algunos bienes representados en
tierras, minas, ganado y esclavizados, pero no hizo relación de ellos61.

59. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.


60. Testamento de don Carlos Miguel de la Cuesta Rodríguez. Claúsulas 20 y 23. En: MOSQUERA (3), Op. cit., pp. 27-
35.
61. Testamento de don Miguel Ignacio de la Cuesta Rodríguez. En: Ibíd, Op. cit., pp. 37-43.

65
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

De la CUESTA RODRÍGUEZ, Doña Ana María. Ordenó su testamento el 25 de


diciembre de 1809 donde manifestó haber sido casada con don Antonio García
Romero y Pontero, natural de los reinos de España, en cuya unión fue madre de
María Joaquina, Felipe, María Ana, Juan, María Clemencia y María Petrona García de
la Cuesta. Juan y Felipe fallecieron sin dejar herederos. Doña María Joaquina casada
con don Jacinto Álvarez del Pino y tuvieron una niña llamada María Rosa, que recibió
como parte de herencia dos esclavizados nombrados Juan Antonio y María Jesús.
Doña María Ana contrajo matrimonio con don Pedro Álvarez del Pino y recibió de su
madre tres esclavizados nombrados Bernabé, Victoria su mujer y Petrona. Doña María
Clemencia se casó con don Francisco Javier de Conto, e igualmente su madre le dio dos
esclavizados llamados Justo y Lorenza. Del matrimonio de doña María Clemencia y don
Francisco Javier nacieron doña María Agustina, don Felipe Antonio, don José Rafael,
don José María Nicomedes y don Carlos Miguel de Conto y Cuesta. De otro lado, doña
Ana María manifestó ser propietaria de los siguientes esclavizados: Fermín, Fausto,
Dionisia, Martín y sus hijos Pedro Antonio y José; Pedro Juan, Salvador y Juana su mujer,
Susana; Valeria y sus hijos Diego y Paula mujer de Diego, Salvador e Isidro con su mujer
Segunda y su hijo Juan Pablo; Toribia, Juana Brígida, Francisco, Casiano y Manuel de
Jesús con sus hijos Lugarda, Gregorio, Quintina, e Isidro; Pedro y sus hijos Francisco,
Marcelo, Mateo, Antonio, Lázaro, Juana María y Margarita62.

CHAVERRA

Vasco. De la forma Eche que significa «casa», con el artículo be, echabe, «parte inferior»,
«la casa de abajo». Derivados de esta forma son: Echeverría, Echevarría, Echandía,
Echeverri, Chavarri, Chavarria, y Chaverra, que es un superlativo para significar «espacio
Intermedio», «la casa más intermedia»63.

ESCLAVIZADORES
CHAVERRA CHAVERRA, Luis. Hijo legítimo de Manuel Chaverra y Tomasa Chaverra,
naturales y vecinos de la provincia de Citará. Casado con Eugenia Quejada, fueron sus
hijos: Rafael, Estefana, José, Santiago, María, Francisco y Narcisa Chaverra Quejada.
Poseía tierras y ganados en Beté, Neguá y Bevaramá; asimismo dijo tener doce
esclavizados pero no los dejó relacionados64.

62. Testamento de doña Ana María de la Cuesta Rodríguez. En: Ibíd., pp. 53-60.
63. TIBÓN, Op. cit., p. 84.
64. Notaría Cit. 1821. f94v-96r.

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DE DIEGO

ESCLAVIZADOR
De DIEGO JIMÉNEZ, Don Ramón. Esclavizador. Casado con doña Gertrudis Polo,
hija legítima de don Bartolomé Polo y de doña Francisca Córdoba, ambos vecinos de
Quibdó. Fueron sus hijos Ana Joaquina, José Leonardo, Ramón, José María, Trinidad,
Secundina, Francisco, Manuel Ignacio y José Ignacio De Diego Polo. Ana Joaquina De
Diego se casó con el francés Guillermo Eduardo Coutín Brissen, hijo de Juan Bautista
Coutín y de María Antonia Brissen; fueron sus hijos: María Adelaida, Ricardo, Célia y
Araminta Coutín De Diego. Secundina De Diego fue la esposa del comerciante italiano
Juan Capela y procrearon a Federico, Juan, Evaristo y Lisímaco Capela De diego. Ramón
De Diego contrajo matrimonio con Ulpiana Barona Mendoza y tuvieron dos hijos Ramón
y Silvia de Diego Barona. Manuel Ignacio De Diego se casó con la caleña Tomasa Berlín
y fueron padres de Berenice y José Antonio De Diego Berlín. Doña Gertrudis Polo de De
Diego era propietaria a la hora de su muerte de los siguientes esclavizados: Inés y su
hijo José María, Faustino, Andrés, Juan Agustín y Pedro Pablo. Además había recibido
los de su esposo que eran José Antonio y su mujer Baltasar, Francisco Antonio, Rosalía
soltera y sus tres hijos llamados Manuel Norberto, Eugenio y Silvestre; María Antonia y
sus hijos Remigia y José Ignacio65.

ESCOBAR

Castellano, de las montañas de León. En su escudo hay cinco escobas verdes puestas
en aspas y atadas entre sí con una cinta roja66. Para Tibón proviene del latín scopare,
«barrer», y es originario de una de las poblaciones de Murcia, León, Segovia, así llamada
por la abundancia de retamas indicadas para la fabricación de escobas67.

ESCLAVIZADORES
ESCOBAR, Don Antonio. Casado con doña Jerónima Velasco; ella era hija legitima
de don Miguel Velasco y de doña Brígida Velasco, vecinos de Popayán. Los hijos de don
Antonio y doña Jerónima fueron: Pedro, Juan, Bonifacio, Magdalena, Brígida que falleció
y Andrea Escobar y Velasco. Brígida Escobar fue la esposa de don Matías Sánchez de la
Cuesta, Andrea Escobar se casó con Vicente Sánchez de la Cuesta, al parecer hermano
del esposo de Brígida. Doña Jerónima era propietaria de los siguientes esclavizados:
Pascuala y sus hijos Santiago, Mercedes y Luisa 68.

65. Testamento de doña Gertrudis Polo. En: MOSQUERA (3), Op. cit., pp. 215-220.
66. SOLÍS, Op. cit., p. 58.
67. TIBÓN, Op. cit., p. 82.
68. Notaría cit. 1814. ff 97v-100r.

67
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ESCOBAR Y RAMOS, Doctor don Manuel Santos. Vicario superintendente. Recibe


de parte de doña Luisa de Alarcón y Mena una donación consistente en los siguientes
esclavizados: Pedro, Bruno, Manuel José, Petrona, Dolores, Felipa, Clara, Ruperto,
Ascensión, José Joaquín, Antonio y Juan Tomás69.

ESCOBAR ESCOBAR, Don José Joaquín. Esclavizador, tratante y minero. En 1818


era administrador de la mina de Cértegui70. Fueron sus hermanas Leona, Casilda, e
Isabel; cuyos padres fueron don Francisco Escobar Rentería y doña Manuela Escobar.
A don José Joaquín se le conoció un hijo legítimo llamado Manuel Escobar; Isabel dejó
un hijo de nombre Lorenzo Moya Escobar 71.

FERRER

El apellido Ferrer procede del nombre de oficio ferrer, que proviene de la voz latina
ferrum. Estos apellidos, los que se refieren a los nombres de oficios o profesiones, son
muy abundantes en Cataluña, pues tienen gran valor para individualizar a las persona,
sobre todo en lugares poco poblados, donde la profesión era ejercida por un solo
individuo. Ferrer también es un patronímico, procedente del nombre propio Ferrer, del
latín Ferrarius72.

Este apellido llegó a la provincia de Citará con don Juan Ferrer y Llovet y sus sobrinos
Carlos y Pedro Ferrer Xiques; ellos arribaron a estas tierras a principios del siglo XIX
en calidad de comerciantes. Para estos efectos constituyeron una compañía en 1803
y la liquidaron el 27 de agosto de 1813; en ese momento su capital ascendía a 23.737
pesos73. Juan Ferrer se radicó en Santa Marta; Pedro se casó en Quibdó con doña María
Leonor de Andrade, luego emigró para Cali. Carlos Ferrer se quedó en Quibdó donde
levantó su descendencia, aquí se casó con doña Manuela Scarpetta Roo y fueron sus
hijos: Carlos, Vicente, Marciana y María Manuela Ferrer Scarpetta. Carlos se casó con
Ludovina Andrade, Vicente con Ludovina Alfaro, Marciana con don Nicomedes Conto y
María Manuela hizo lo mismo con George Isaac. Marciana Ferrer Scarpetta y Nicomedes
Conto son los padres de César Conto Ferrer. María Manuela Ferrer Scarpetta y Jorge
Isaac fueron los padres de Jorge Isaac Ferrer quien lógicamente era primo hermano de
César Conto, ambos célebres figuras74.

La familia Ferrer y la familia Conto, fueron comerciantes, negreros y esclavizadores. Los


Ferrer, constituyeron una de las familias más «nobles» de Citará, quienes para mantener

69. Ibíd., 1821. ff92rv-93r.


70. Ibíd., 1818. ff 56rv.
71. MOSQUERA, CANTILLO, Op. cit., p. 103.
72. GONZÁLEZ-DORIA, Op. cit.
73. Not. Cit. 1813. Ff 101v-103v.
74. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., pp. 58-59.

68
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la «pureza de sangre» únicamente se casaban con «blancos» y entre miembros de la


misma familia. Por ejemplo: Ricardo Ferrer y Berta Ferrer fueron los padres de María,
Mercedes, Esther, Rosa y Heraclio Ferrer Ferrer. Mercedes Ferrer se casó con Adán
Ferrer; Esther con Mario Ferrer75. Solo después de la segunda mitad del siglo XX algunos
hombres de este linaje empezaron a tener hijos con afrochocoanas.

GARCÍA

Es un apellido español de origen patronímico habiéndose tomado del nombre propio


del padre de su primer portador, es decir del nombre propio castellano García; de esta
forma, el apellido García en un principio significó «hijo o descendiente de García». El
nombre propio García deriva de los vocablos germánicos: «Gar Win» que significan
en el idioma godo «príncipe de vista agraciada». De hecho, muchos de los caballeros
que llevaron dicho nombre desde remotos tiempos, tuvieron la dignidad de «ricos
hombres». Otra interpretación de este nombre es «lanza fuerte». El nombre y apellido
García adquirieron gran popularidad en la Península Ibérica durante la Edad Media; se
encuentran casas solariegas de este nombre por todo el territorio español además del
continente americano, sin que dichas familias guarden relación entre sí. De la villa de
Dicastillo, partido judicial de Estella, procedió don José García de San Juan y Salcedo,
que ingresó en la Orden de Santiago el 21 de mayo de 1666; de la misma casa procedió
la rama establecida en Colombia, de la que fue progenitor Francisco García Gómez,
Caballero de la Orden de Santiago con fecha 20 de abril de 1730.

Sobre este apellido también supimos que es un patronímico proveniente del nombre
personal prerromano García. De origen ibérico, derivó de Hortza, Artza o Hartze. Según
esta teoría, sería oriundo del lugar de Iparralde. García en el idioma godo significaba
«príncipe de vista agraciada», lo cual indica que antes de la invasión musulmana ya
existía como nombre en otras regiones españolas. Las primeras referencias de este
apellido se remontan al año 843. El apellido García fue frecuente entre los conquistadores
de América, pero incluso antes del descubrimiento, un García tuvo mucho que ver con
aquel hecho. El médico de Palos, García Hernández, frecuentaba el Monasterio de la
Rábida donde se reunía con personas amantes de la navegación, como Pedro Vázquez de
la Frontera, el piloto Sebastián Martín y los hermanos Pinzón. Este médico proporcionó
a Colón cartas de recomendación para el duque de Medinaceli. Una vez descubierto
el continente, entre los primeros que emprendieron la conquista se encuentra Diego
García de Paredes. Apenas llegó al Perú se alistó con Francisco de Pizarro y Diego de
Almagro. Finalizada la conquista del Perú pasó a Venezuela, fundando la ciudad de
Trujillo. Alonso García Bravo fue el constructor de la ciudad de Méjico después de ser
conquistado por Hernán Cortés76.

75. Ibíd., p. 59.


76. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.

69
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ESCLAVIZADORES
GARCÍA De la GRANDA, Don Bernardo. Esclavizador quien en el censo de 1759
figura como propietario de quince esclavizados.

GARCÍA Y RUIZ, Don francisco. Ordenó su testamento el 20 de enero de 1819,


en el cual dijo ser natural del reino de Sevilla, en los reinos de España, y vecino de
la provincia de Citará. Fue hijo legítimo de don Juan García y Bernal y doña Jerónima
Ruiz y Díaz. Casado con doña Catalina Maturana con quien no procreó hijo alguno;
pero él tuvo dos hijos naturales: don Antonio García y Falcón y don Francisco García y
Pacheco. Al matrimonio introdujo cuatro esclavizados llamados Narciso, Josefita, José
Barrios y Lorenzo. Él heredó de su esposa una cuantiosa fortuna en parte representada
por ciento treinta y siete esclavizados relacionados a continuación.

FAMILIAS: 1. Narciso, el capitán, su mujer Mariana, e hijos Benigno, Mariana Ignacia,


Aniseto y Manuel de la Concepción. 2. Vicente, mulato, su mujer Juana Gualberto, e
hijos Manuel de la O., Antonio Cucufate, José Ciprian, Petrona y Genaro. 3. Sebastián,
fiscal, María Encarnación, su mujer, e hijos Francisco, Rufina, Saturnina, María Ignacia,
Juliana, Faustina; Marcelino, Serapio, Facundo, Antolín y Rufino Cirilo hijos de Rufina;
Simona hija de Saturnina; María Jacoba hija de María Ignacia; María Luciana, María
Damiana y Fabián Canuto hijos de Juliana. 4. Fermín, herrero, María su mujer, e hijos
Benito, Leocadia y Florencia. 5. María Mercenaria, viuda, e hijos Inocencio, María
Mercenaria, Lorenzo, Francisco Antonio, Nicolás, Felipe Antonio, Santiago, Melchor y
María Ángela; Wenseslado hijo de María. 6. Felipe, su mujer María Magdalena e hijos
José Trino, Ángel María, Francisco Javier y Clemente. 7. Nicolás, libre, Antonia, su
mujer, liberta, sus hijos Toribio Antonio, libre, Salvador y Juan Nicolás. 8. Juan Pablo,
murió, Leonarda su mujer e hijos Eustaquio, Juan Bautista y María Magdalena, su nieta.
9. Domingo Sabanero, Rosa su mujer e hijos Matías, Florencio, María Ignacia, Juan,
Bernardo y Andrés Teodoro. 10. Catalina, viuda, sus hijos Pedro Ignacio, Dionisio,
Ceferino, Carmela, Santiago, y Pedro Hilario quien murió. 11. Bartola, viuda, e hijos
Rosalía, Fernando e Isabel. 12. Josefita Mancilla, viuda, e hijas María Concepción,
María Catalina y María Avelina; Lino, Manuel Encarnación, Jerónimo y Eugenio, hijos
de Concepción. José María Magdalena, María de la Cruz y Felipe, hijos de Avelina. 13.
Dionisio, María Joaquina, su mujer, e hijos Carlota, María Casilda, Joaquina, Victoria,
Rosalía y Cayetana. 14. María Candelaria, viuda, e hijas María del Carmen y Cuilia. 15.
Bruno y Petrona su mujer. 16. Francisco Lupe, Lucía su mujer, e hijos José de la Cruz y
Pedro Nolasco. 17. Leonardo Antonio María de los Santos su mujer, e hijo Mariano. 18.
Juan de la Rosa, María Petrona su mujer. 19. Florián, Juliana su mujer, e hijo Segundo.
20. Manuel María, María Dominga su mujer, e hijo Julián. 21. Fernando, viudo, e
hijos María Antonia, Francisca de Paula y Pío Quinto. 22. Juana, viuda, e hijo Bernabé
Antonio. SOLTERAS: Josefa Berrios, viuda; María Gregoria y sus hijas Antonia y María
Eugenia y Álvaro Gabino hijo de Eugenia, e Indalecio y Florián Placido hijos de Antonia.
23. María Tecla e hijas María Águeda, Claudio y Escolástica. 24. María liberata e hijos
Pedro Pablo, Bernardo, María Amalia y Teodoro. 25. María Francisca, libre, e hijos
Manuel Ascensión y María de Jesús Paula, e hijas Teresa de Jesús, libre, y María Casiana.
26. Gertrudis, e hijos Juan Bautista y María Gervasio. 27. María Andrea, e hijos Juan

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Ignacio, Estanislao y María Tomasa. 28. Rafaela, e hijas María Teresa, Manuela y Juana
Eustacia. SOLTEROS: Joaquín, Gregorio, Manuel Antonio, Francisquito, Juan José de
soldado pero esclavo, Ambrosio, Ramón, y José Nonato.

Al fallecimiento de don Francisco García y Ruiz sus bienes pasaron a propiedad de


Don Antonio García y Falcón, su hijo, porque lo declaró como su único y universal
heredero77.

AFROCHOCOANOS. Las personas afrochocoanas que hoy llevan este apellido


consideran el municipio de Lloró, en la antigua provincia de Citará, como su principal
centro de origen o dispersión. Sobre el particular en el libro de registros de 1855 de
la Notaría Primera de Quibdó, existe un documento donde se referencia un señor
León García, natural de Lloró, casado con la señora Seferina Rojas. Lo sorprendente
de este dato fue que coincide con la información suministrada por el señor Napoleón
García Ramírez, nacido en 1930, quien en una conversación refirió que dos hermanos
comerciantes, Eduardo y León García oriundos de España, se habían establecido
en Costa Rica y luego se trasladaron a Cartagena. No bien llegados a esta ciudad
conocieron las noticias de la abundancia de oro en el Chocó y se dirigieron a estas
tierras para intercambiar mercancías por oro, razón por la que fijaron domicilio en
Lloró. Como ellos no trajeron mujeres tuvieron muchos hijos con las lugareñas, fueran
indias capaceñas (del río Capá) o mujeres negras de la zona. Gracias al señor Napoleón
hemos podido seguir una línea de esta descendencia78.

De otro lado, ya en 1828 encontramos la presencia del apellido García en Lloró. En


esa fecha un señor de nombre Francisco Javier Robledo García dijo ser hijo legítimo
de Gaspar Robledo y de Catalina García. Francisco Javier dejó dicho que sus segundas
nupcias fueron con María de Jesús Ospina García, hija legítima de Vicente Ospina con
María Antonia García; todos ellos naturales de Lloró79. Lo cual sugiere que mucho
antes de la referencia de León y de Eduardo García ya existía ese apellido en la región
lloroseña.

GIL

El apellido Gil proviene de la forma «aegidius», que fue el nombre de un ermitaño


provenzal muy famoso que vivió en el siglo VII y que era llamado Pere Gid. Es, por tanto,
un apellido que deriva de un nombre propio y lo podríamos considerar patronímico a
todas luces80. Tibón nos informa que el apellido Gil derívase de Egidio, del latín Aegidius,

77. Testamento de don Francisco García y Ruíz, clausulas 4ª, 6ª y 20ª. En: MOSQUERA, (1). Op. cit., pp. 173-183.
78. ENTREVISTA con el señor Napoleón García Ramírez.
79. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., p. 134.
80. GONZÁLEZ-DORIA, Op. cit.

71
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

que según la etimología popular significa «el protegido», «el defendido», «el que está
bajo la égida» porque la égida no era sino la piel de la cabra81.

ESCLAVIZADORES
GIL, Don Alonso. Capitán. Tratante de esclavizados desde finales del siglo XVII.
Compraba prisioneros en Cartagena de Indias y a través de una red de intermediarios
los vendía en diferentes sitios de la Nueva Granada, especialmente en la provincia de
Nóvita donde tenía compradores como don Francisco de Caicedo y Maldonado82.

GIL, Don Nicolás. Casado con la señora Manuela Ospina, naturales de Buga. Se les
conoce dos hijos llamados José María y Joaquina Gil Ospina.

GIL OSPINA, Don José María. Esclavizador de la provincia de Nóvita quien convivía
con una de sus esclavizadas y le otorgó la libertad, junto con la de sus hijos, dejando
dicho que «como hombre frágil he tenido en la mencionada Antonia Rita mi esclava, los
hijos siguientes: Carmela, Teresa, Pedro, Francisco y Nicolás, a quienes por no poder
ser esclavos estos, ni su madre les doy carta de ahorro y libertad»83. Además fue padre
natural de Manuel, José, María Ignacia y Gertrudis Gil.

GÓMEZ

Es un apellido español de origen patronímico, que se deriva del nombre de pila del
padre de su primer portador. En este caso, Gómez se ha derivado del nombre de pila
Gome. Por consiguiente, Gómez quiere decir sencillamente «el hijo de Gome». La
terminación «ea» del apellido Gómez es parecida a «Mar» en irlandés e indica un origen
patronímico. Sus solares más antiguos se conocen en Burgos y Santander. Varias ramas
probaron nobleza en distintas épocas en las Órdenes Militares, en la Real Chancillería
de Valladolid y en la Real Audiencia de Oviedo84 (Cuadro 5).

GUERRERO
Extendido por toda la península, sus linajes más antiguos están en Castilla y Aragón.
En su escudo hay una banda de oro y sobre ella una espada de plata en un fondo
rojo85. Este apellido es un derivado de Guerra, «riña», «reyerta desordenada» y por tanto
viene a significar «que guerrea», o sea, «hace la guerra», «que tiene genio marcial y es
inclinado a la guerra»86.

81. TIBÓN, Op. cit., p. 107.


82. PALACIOS PRECIADO, Jorge. La trata de negros por Cartagena de Indias. Tunja: Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia. Ediciones «La Rana y el Águila». 1973. P. 142.
83. Notaría Cit. 1820. f 44v.
84. GONZALEZ-DORIA, op. cit.
85. TIBÓN, Op. cit., p. 108.
86. OLÍS, Op. cit., p. 69.

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ESCLAVIZADORES
GUERRERO LÓPEZ, Don Manuel Alberto. Presbítero y cura de la parroquia de
Lloró. Natural de Cali, hijo legítimo del señor Alberto Guerrero y de la señora Andrea
López. En su testamento dejó dicho que era dueño de los esclavizados Cipriano, Jacinta,
Tomasa, Joaquín, Mariquita y Catalina. Fueron sus hermanos María Jerónima, María
Josefa, Ignacia Rita y Joaquín87.

HURTADO

Este apellido tiene una historia interesante. Según ilustres autores y tratadistas, el
linaje de este apellido procede de la Infanta doña Urraca, hija del Rey don Alfonso
VI (1040 Toledo 1109). Esta infanta tuvo un amor oculto y se hallaba embarazada. El
niño, por haber permanecido oculto durante mucho tiempo, fue llamado «el Hurtado».
Sin embargo, este origen legendario no es de los Hurtado en general, sino de los
Hurtado de Mendoza, noble e ilustre familia que proceden de los señores de Llodin y
los señores de Vizcaya. En efecto Hurtado es patronímico, eso es, se ha derivado del
primer nombre del padre u otro antecesor de la primera persona de este apellido. Así,
significa sencillamente «hijo o descendiente de Fortunio» porque es patronímico de
este primer nombre.

En la villa de Palomares del Campo (Cuenca) moró una familia de este apellido y de ella
fue don Juan Hurtado y del Ala, que contrajo matrimonio con doña María de Montoya,
naciendo de esta unión don Melchor Hurtado y Modoya, vecino de Palomares, que el 28
de noviembre de 1564 obtuvo ejecutoria de nobleza en la Real Cancillería de Granada88.

Este apellido fue traído a la Nueva Granada por don Alonso Hurtado del Águila, un
comerciante que se estableció en Popayán en 1618 y se unió a las más prestantes
familias de la ciudad89.

ESCLAVIZADORES
HURTADO IBARGÜEN, Don Marcos. Hijo legítimo de Antonio Hurtado y de María
Bárbara Ibargüen del Pino, tratantes de esclavizados90.

87. Testamento del presbítero Manuel Alberto Guerrero López. Cláusulas 2 y 27. En: MOSQUERA (3), Op. cit., pp. 221-
227.
88. TIBÓN, Op. cit., p. 118.
89. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.
90. COLMENARES, op. cit., p. 150.

73
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

IBARGÜEN

Vascuence. Parientes Mayores de Vizcaya (valle de Gordejuela) desde el siglo XIV91.


Este apellido proviene de la voz vasca ibar, «vega», con el artículo a Ibarra, «la vega» o
la «ribera»; con la partícula güen, Ibargüen «límite», «parte alta de la vega», «la vega de
arriba»92.

ESCLAVIZADORES
IBARGÜEN, Don Juan Bautista. En 1755, junto con doña Tomasa Gómez de la
Aspriella y Novoa, era propietario de ciento treinta esclavizados en sus minas de
Nóvita93.

IBARGÜEN, Doña Juana María. Esclavizadora de Nóvita. Legitima esposa del


español don José María Mallarino, quien fuera teniente de gobernador y oficial Real de
la provincia de Nóvita94.

Lozano
De las montañas de León. En realidad, este apellido pertenece al noble linaje de los
Espinosa, cuyas armas constan de cuatro cuarteles que corresponden a los cuatro
apellidos: Espinosa, Cutillas, Quintana y Lozano. El significado de Lozano es viveza
y gallardía nacidas de su vigor, robustez, orgullo y altivez. Lozano es un linaje muy
antiguo que se documenta ya en tiempos del Cid Campeador y se reconoce como su
fundador a Bugo Lozano, de quien fue descendiente don Raimundo Lozano, natural de
Segovia, secretario del rey don Fernando «el Santo», miembro de su Real Consejo y su
confesor, que acabó siendo arzobispo de Sevilla, cuando esta ciudad fue tomada a los
moros en el año 124895.

ESCLAVIZADOR
LOZANO SCIPIÓN, Don Luis. Natural de Roldadillo (Valle del Cauca), casado con
doña Juana de Molina y fueron sus hijos Vicente, Pedro, Esteban, Luis José y María
Gregoria Lozano Molina. Algunos de ellos, probablemente Pedro y Vicente, se radicaron
definitivamente en la población de Condoto ejerciendo el mismo oficio de su padre. En la
segunda mitad del siglo XVIII Don Luis Lozano Scipión se estableció en los alrededores
de lo que hoy es el municipio de Condoto con una cuadrilla de esclavizados para la
explotación de la riqueza aurífera96.

91. SOLÍS, Op. cit., p. 72.


92. TIBÓN, Op. cit., p. 121.
93. Archivo Histórico Nacional. Fondo Negros y Esclavos Ff 964rv.
94. Notaría Cit. 1818. F 86v y 1820. f 39r.
95. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.
96. ANTON SÁNCHEZ, Jhon. Condoto, crónicas y leyendas. Cali: Nayith Quintana Editores. 2004. p. 21.

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Cuadro 5. Esclavizadores

Esclavizador Lugar Escl. útiles Chusma* Total

Don Salvador Gómez Playón 364 203 563


de la Aspriella y Novoa
Don Francisco Gómez Salto 84 108 192
de la Aspriella y Novoa
Don Francisco Gómez Tadó 59 20 79
de la Aspriella y Novoa
Don Francisco Gómez Cajón 37 32 69
de la Aspriella y Novoa
Doña Tomasa Gómez Santa Bárbara 166 103 269
de la Aspriella y Novoa y Cajón

Tomado de: Censo de minas y esclavos de las provincias del Chocó. 1759. Fondo de negros y esclavos. Archivo
Histórico Nacional.

LOZANO, Don Manuel. Tratante de esclavizados. En 1814 era escribano de la


provincia de Nóvita97.

LÓPEZ

El apellido español López es de origen patronímico, derivado del nombre de pila del
progenitor de esta familia. Significa sencillamente «hijo de Lope». Lope tiene su origen
en la palabra latina «Lupus», que quiere decir «»lobo» y fue un nombre muy popular
en España, Italia, Grecia y otros países europeos. Como otros apellidos patronímicos
españoles, López se extendió con mucha rapidez por todo el territorio español, llegando
incluso a Portugal donde tomó la forma de Lopes98.

Tibón dice que en realidad Lope significa «lobo», animal salvaje carnívoro frecuente
en España. Proviene de la raíz latina lupus, de la raíz indoeuropea ulkus, «malvado»,
«sediento de sangre». Antiguo apodo de guerrero temerario99.

97. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., p. 59.


98. GONZALEZ-DORIA, op. cit.
99. TIBÓN, Op. cit., p. 138.

75
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ESCLAVIZADOR
LÓPEZ de GARCÍA, Don Miguel. Esclavizador que en su mina de San Lorenzo, hoy
corregimiento de Nóvita, poseía en 1759 ochenta esclavizados.

MACHADO

Apellido canario, oriundo de Portugal. Se estableció en La Orotava, isla de Tenerife.


Pertenece este apellido a una de las familias más antiguas de la Lusitania. Procede de
Don Moninho Viegas, padre de Don Egas Moniz, fundador del Monasterio de Cucujães.
Sigue el linaje de este ilustre apellido Martín Martínez Machado, que fue señor de la
Torre del valle de Jarras o Geraz de Riva Cadavo en tierras portuguesas de lañoso. Era
hijo natural del Rey Don Sancho I de Portugal y de Doña Maria Muñiz de Rivera. Lope
Machado, descendiente directo del anterior, pasó de Guimarães a las Islas Canarias,
siendo Conquistador y Poblador de Tenerife, obteniendo repartimientos de tierras en
la zona de Tacoronte, según data de 23 de octubre de 1497, expedida a su favor por
el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo. Estaba casado con Catalina Yánez,
en Guimarães, su pueblo natal en la Lusitania. Tuvo varios hijos entre los cuales se
destacó: Sebastián M. Conquistador de Tenerife, que como su padre también obtuvo
importantes datas de tierra100.

Tibón afirma que Machado es participio pasivo de machar, «machacar», de donde procede
macho, «especie de yunque para forjar el hierro». Probablemente es variante mozárabe
de mazo, que a su vez viene de maza, «arma antigua de guerra». De la acepción mazo,
«hacha para cortar madera», se deriva Machado como mote de un leñador101.

ESCLAVIZADORES
MACHADO, Don Nicolás. Casado con María Manuela Hernández Lemos, hija de
Manuel Hernández y María de la Cruz de Lemos, esta era hija natural de Tomasa de
Lemos, natural de Anserma. De los hijos de don Nicolás y María Manuela conocemos
a María Serafina y María de Jesús Machado Hernández. La primera se casó con
don Saturnino Llóreda y procrearon a Mercedaria Llóreda Machado. María de Jesús
Machado fue la esposa de don Juan José Mendoza, fueron hijos de esta unión Pedro José,
Francisco Antonio, José Ignacio, María Gregoria, Manuel María, Secundina, Juan José,
Simeón, María Josefa y María Georgina Mendoza Machado. Don Juan José Mendoza
al momento de su matrimonio con María de Jesús Machado recibió por dote materna,
para su administración, unos bienes por valor de mil ochocientos veinticuatro pesos
castellanos, entre ellos figuraron los siguientes esclavizados: un negro llamado José
Feny, un mulato llamado Luis José, una negrita llamada Camila, una negrita llamada
Ascensión, una mulata Josefa, una negrita Regina, una negrita Juana María, una negrita

100. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.


101. TIBÓN, op.cit., p 142.

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Juana Nepomuceno, una negra Anataria, un negro llamado Agapito, un negro llamado
Tomás y un negro llamado Antonio102.

MARTÍNEZ

El apellido español Martínez es de origen patronímico, es decir, deriva del nombre de


pila del padre de la persona que llevaba originalmente el apellido. En este caso se ha
derivado del popular nombre Martín/o y significa sencillamente «hijo de Martín/o».
La terminación de «es» o «ez» en español quiere decir «hijo de» e indica el origen
patronímico del apellido. El nombre de pila Martín derivó del nombre Martinus en latín,
y éste a su vez diminutivo de Martius, derivado de Mars, nombre del dios romano de
la guerra. Los primeros registros del apellido Martínez hacen mención de un Esteban
Martínez, nacido en Aibar en 1586. Su hijo el capitán Martín Martínez pasó hacia 1634
a las Indias donde sirvió con cargos militares en Buenos Aires y Chile, y también fue
Regidor perpetuo en Quito103.

Esclavizadores
MARTÍNEZ, Don Francisco. Maestre de campo y gobernador general de las provincias
del Chocó, quien de acuerdo con el censo de 1759 poseía en su mina de Santa Bárbara,
en el río Andagueda, setenta y un esclavizados.

MARTÍNEZ De CASSO, Don Fernando. Según el censo en comento este esclavizador


poseía setenta y ocho esclavizados en su mina de «el salto».

MARTÍNEZ IBARGÜEN, Beatriz. Hija natural de don Francisco Martínez y de Rafaela


Ibargüen. Ella fue madre de tres hijos naturales llamados Felipa, Juan y José Martínez.
Felipa se casó con Nicolás Becerra y José con María Chaverra104.

MARTÍNEZ de la TORRE, Mercedes. Natural de Cali y vecina de Citará, hija legítima


de don Indalecio Martínezy doña María Luisa de la Torre. Casada con don Manuel
Scarpeta y fue madre de Manuel Antonio y de Dolores Scarpeta Martínez105.

MATURANA

ORIGEN. Vasco, originario de la aldea en la provincia de Álava; proviene de madura,


«marisma», «terreno llano a orillas de arroyos o ríos», y ana, «sitio de», «vega aguanosa»106.

102. Notaría cit. 1808. ff15v-16rv.


103. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.
104. Notaría Cit. 1824. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., p. 96.
105. Ibíd.,
106. TIBÓN, op. cit., p. 151.

77
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

ESCLAVIZADORES
De MATURANA, Don Francisco. En 1755 era propietario de setenta y ocho
esclavizados en sus minas del río Andagueda, provincia de Citará.

MATURANA de la ROMAÑA, Doña María Catalina. Ella era vecina de la provincia


de Citará, residenciada en el pueblo de San José de Murrí. Fue hija legítima de don
Francisco de Maturana con doña María Teresa de la Romaña y Borja; hermana de doña
Manuela y de doña Inés. Nieta de doña Francisca de Borja, quien en el censo de 1759
figuró, junto con sus yernos Domingo y Antonio Patiño, con 104 esclavizados en su
mina del Rosario que desaguaba a la ciénaga de Tauchigadó. Asimismo era sobrina
de don Jacinto, don Francisco y don Jorge de la Romaña y prima de doña Juana de
Argomedo. Doña María Catalina fue casada con don Francisco García y Ruiz, natural de
los reinos de España, en cuyo matrimonio no hubo hijo alguno. Ella dejó una cuantiosa
fortuna representada en ciento treinta y siete esclavizados y catorce mil quinientos
patacones que heredó su esposo. Todo ello consta en su testamento otorgado el 19 de
febrero de 1819 107.

MORENO

El apellido Moreno se ha derivado de un apodo, es decir, pertenece al tipo de apellidos


que describen una característica física o personal de la primera persona que lo llevó.
De esta manera Moreno viene del latín «maurus» y del sufijo «eno», palabra con dos
acepciones diferentes. Moreno describe a un mahometano, es decir, a un creyente de
Mahoma. Su significado literal es «gentil, pagano, no bautizado». Los que profesaban
esta religión en España eran los moros, cuya piel oscura hizo que hoy día a personas
con este tono de piel se les llame morenas, aunque moreno es también aquel cuya piel
ha sido tostada por el sol o simplemente una persona de cabello oscuro. Los moros
invadieron la península Ibérica en el siglo VIII y fueron expulsados en el siglo XV,
pero una minoría se convirtió al cristianismo, requisito obligatorio para todo aquel
que quería permanecer en España y conservar sus tierras u otras propiedades. Moreno
tenía también antiguamente la acepción de «persona inflexible», aunque la primera
acepción es la más corriente108.

Por su parte Fernando González-Doria en su «Diccionario heráldico y nobiliario de los


reinos de España», dice que el apellido tuvo su primitiva casa solar en Castilla. El apellido
desciende del caballero romano Lucio Murena, muy extendido por toda la Península.
Sus solares más antiguos radicaron en Santander, la Rioja, Aragón, Castilla y Galicia, de
donde pasaron a Andalucía y Extremadura. Hay dos teorías sobre el apellido Moreno.
Una, procedente de Julio de Atienza en el «Nobiliario español», señala que desciende

107. Testamento de doña María Catalina Maturana, clausulas 3ª, 4ª, 5ª, 6ª, 10ª, 11ª, 13ª. En: MOSQUERA (3), Op. cit.,
165-172.
108. TIBÓN, op. cit., p. 154.

78
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del caballero romano Lucio Murena. Otra teoría señala que el apellido proviene de
algún mote o apodo. Es decir, que en determinada época existió cierto personaje al que,
por lo oscuro de su tez, se le apodó «el moreno». Este apellido probó numerosas veces
su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Carlos III y en la Real Compañía de
Guardias Marinas 109.

ESCLAVIZADOR
MORENO Y ESCANDÓN, Don Miguel. Esclavizador, vecino de Bogotá. En 1741
era dueño de minas y esclavizados en el río Pureto, las cuales estaban bajo la
administración de su pariente don Domingo Cabandi y Escandón. Don Miguel fue el
padre de don Antonio Moreno y Escandón, quien también estuvo vinculado con la
minería esclavizadora chocoana110. Don Miguel, según el censo de 1759, en su mina
nombrada «Nuestra Señora de la Soledad de Opogodó», hoy corregimiento del municipio
de Condoto, poseía treinta y seis esclavizados.

PALACIO / PALACIOS

El apellido Palacio tiene un linaje vasco. Del valle de Gordejuela (Vizcaya). Los marqueses
de Casa Palacio y de Villarreal de Álava, rama primogénita del linaje, añaden a las
citadas armas bordura de gules con cuatro puñales de plata encabados de oro y cuatro
llaves de plata, a lternando.

De igual manera, según los estudiosos consultados, el apellido Palacios procede


de la zona del valle de Carranza, en Vizcaya, de donde pasó a Castilla y Navarra.
Concretamente, Fernando González-Doria señala dicha procedencia y añade que a lo
largo de su historia, el apellido se repartió por otras tierras de la Península Ibérica y
también por diversos países de América Latina. Procede del latín palatium («Monte
Palatino», palacio de los Césares sobre este monte). Es la palabra con la que se
designaba la residencia del emperador romano desde Augusto, por haber sido ésta
edificación construida en la cumbre del Monte Palatino, una de las siete colinas de
Roma. Parece que el topónimo derivaba de palari, «apacentar», por las muchas ovejas
que allí pastaban. En todo caso el nombre pasó a designar con el tiempo a cualquier
residencia principal o palaciega. A veces, por razones fonéticas o de tipo lingüístico, de
un apellido proceden diversos derivados. Sin embargo, el apellido Palacios no procede
de la forma Palacio. Los dos tienen una evolución y escudo de armas diferenciado111.

Tibón va un poco más allá y sin distanciarse mucho de lo anterior, dice que Palacio
proviene del latín palatium. En el año 31 a.C. Julio César Octaviano derrota a Marco
Antonio y Cleopatra; a su regreso a Roma se convierte en emperador, con el título de

109. Ibíd, op. cit., p. 182.


110. COLMENARES, op. cit., pp. 139-140.
111. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.

79
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

augusto. Para conmemorar su victoria hace construir sobre el Palatino (donde se había
criado el fundador de Roma, Rómulo y donde él mismo había nacido) un majestuoso
edificio imperial; por expreso deseo de Augusto, se conserva en él el nombre tradicional
de la colina. Palatium se convierte en la denominación genérica de la residencia del
monarca. Entre las etimologías de Palacio las que más convencen son las de palari,
«apacentar» o por las muchas ovejas que allí balaban. En España, Palacio es la casa
solariega, la mansión infanzona de los nobles. De los treinta lugares de la península
llamados Palacio proceden las familias Palacio esparcidas en el mundo hispánico.
Variantes de este apellido son Palacios y Trespalacios112.

AFROCHOCOANOS. Consideramos que el origen del apellido Palacio o Palacios que


portan muchos afrochocoanos no se deriva exactamente de las formas anteriores. Como
ya hemos visto, en la localidad de Cértegui existió una rica mina propiedad del Maestre
de Campo don Francisco González Trespalacios. En 1779, tras el fallecimiento de don
Francisco, la mina fue heredada por su hijo don Matías Trespalacios113. Los antiguos
esclavizados, al obtener su libertad, no añadieron a su nombre el apellido Trespalacios
sino que utilizaron la forma Palacios o Palacio; así los hemos encontrado no solo en las
cartas de libertad sino también en algunas reclamaciones, particularmente en el poder
otorgado en 1818 a don José Joaquín Girón Girón por
…Antonio Palacios, Rufino Palacios, Francisco Javier Palacios, Juan Anselmo Palacios, y
Rufinito Palacios, negros libertos de Cértegui para que los represente en el desalojo que
intentan los dueños de la mina de Cértegui a través de su administrador don José Joaquín
Escobar114.

Desde el sitio de Cértegui, hoy municipio del mismo nombre, se dispersó el apellido
por diferentes puntos de la geografía chocoana, particularmente hacia el Alto Baudó,
lugar de refugio elegido por muchos libertos quienes remontaron los ríos Quito y Pató
para establecerse en esos territorios de libertad. En la actualidad existe un colegio
de bachillerato en la cabecera municipal de Cértegui que lleva por nombre Matías
Trespalacios, en «honor» al antiguo amo.

LIBERTOS

PALACIO, Manuel. Pardo libre, paga la libertad de su hermana Micaela Palacios,


esclavizada de la mina de Cértegui115.

PALACIO, Antonio. Negro libre, paga la libertad de su hermana Marta Palacio,


esclavizada de la mina de Cértegui116.

112. TIBÓN, op., cit. p. 182.


113. Notaría Cit. 1818. F108r.
114. Ibíd, 1818. Ff 2v-3rv, 56rv.
115. Ibíd, 1818. Ff 144rv.
116. Ibíd, 1808. F147rv.

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PALACIO, Narciso. Negro libre, paga la libertad de sus primos hermanos Rufino e
Isabel Palacio, esclavizados de la mina de Cértegui117.

PALACIO, Pedro. Negro libre, compra la libertad de su hijo Esteban Palacio, esclavizado
de la mina de Cértegui118.

PALACIO, Raimundo. Negro libre, compra la libertad de su hermano Tomás Palacio,


esclavizado de la mina de Cértegui119.
PEREA

De Beotegui, en el ayuntamiento de Ayala, partido judicial de Amurrio (Álava)120.

PEREA
Pablo Perea Díaz, hijo de José María Perea y Cesárea Díaz, nace en Nóvita al promediar
el siglo XIX y en 1873 se casa con Teresa Quesada Argáez, hija de la prestante familia
conformada por Pedro José Quesada y Clemencia Argáez. Cuando Teresa falleció
Pablo se casó con otra hermana de esta llamada Petrona Quesada Argáez; del primer
matrimonio sobrevivieron Julio y Pablo Perea Quesada, y del segundo fue hijo único
Hernán Perea Quesada, siendo Julio y Pablo hermanos de padre más primos hermanos
de Hernán.

Con la decadencia de Nóvita como centro político-administrativo Pablo Perea Díaz, junto
con su familia, fijó residencia en Quibdó donde sus hijos levantaron la descendencia
sin abandonar cierto prestigio social y étnico del cual se sentían herederos, gracias a lo
cual Hernán Perea Quesada, apodado el «Tigre Mono», logró ser gobernador del Chocó
en 1946. Su hermano, Julio Perea Quesada, se casó con Carmen Mosquera Garcés hija
de Juan Bautista Mosquera y hermana de Manuel Mosquera Garcés, ex ministro de
Estado121; estos Mosquera son descendientes de antiguos esclavizadores por lo cual el
matrimonio entre Hernán Perea y Carmen Mosquera representó la unión y revalidación
de viejos privilegios étnicos y de clase social. Una descendiente de este matrimonio,
Teresa Perea Mosquera, fue representante a la cámara por la circunscripción del Chocó.

Pablo Perea Quesada unió su vida a Beatriz Valoyes con quien fue padre de siete hijos;
dos de los cuales, Danilo y Ramón Emilio, tuvieron una larga descendencia y fueron
estos quienes «regaron el apellido»122 Perea entre los afrochocoanos.

117. Ibíd, 1808. F 150rv.


118. Ibíd, 1808. F 152rv.
119. Ibíd, 1808. F155rv.
120. TIBÓN, op. cit., p. 183.
121. MOSQUERA Y CANTILLO, Op. cit., p. 103.
122. Así lo expresó la señora Rocío Perea en diálogo sostenido.

81
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Esclavizador Lugar Escl. útiles Chusma* Total


Don Agustín Perea y Salinas La PlatinaTadó 26 4 30
Don José Perea y Salinas Tadó 6 6 12
Don Francisco Perea y Salinas Tadó 5 5

Tomado de: Censo de minas y esclavos de las provincias del Chocó. 1759. Fondo de negros y esclavos. Archivo
Histórico Nacional.

RAMÍREZ

El apellido español Ramírez es de origen patronímico, derivado del nombre de pila


del padre del progenitor de esta familia. Ramírez viene del nombre de pila castellano
«Ramiro» y del sufijo patronímico «ez», que significa «hijo o descendiente de», y por
consiguiente significa «hijo de Ramiro». El nombre Ramiro deriva, a su vez, del nombre de
pila germánico «Reinmar», compuesto de los elementos «ragin» que significa «consejo»
y «mari o meri» que quiere decir «fama». Este nombre se hizo muy popular después de
la invasión visigoda a la Península Ibérica en los siglos V y VI, de manera que se puede
encontrar por toda España y al ser tan común, algunas familias decidieron unirlo al
nombre del lugar donde vivían o al de sus propiedades o al apellido de la esposa, para
distinguirse de otras familias del mismo apellido 123.

ESCLAVIZADORES
RAMÍREZ RENGIFO, Don Juan Antonio. Natural de Buga, hijo legítimo de don
Antonio Ramírez y de doña Ignacia Rengifo, naturales de la misma ciudad. Casado con
doña María Teresa Lazo, fueron sus hijos Juan Antonio, José Joaquín, José Ignacio, Ana
María, María Ignacia y María Isabel Ramírez y Lazo124. Fue hermano de María Isabel
Ramírez, quien se casó con don Juan Manuel Arce125. De otro lado, don Juan Manuel
fue administrador de la mina de Cértegui, tras su fallecimiento el cargo lo ocupó don
Joaquín Escobar126.

RIBAS / RIVAS

Linaje castellano, de las montañas de León, muy extendido por toda la península127.

123. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.


124. Notaría Cit. 1813. Ff 20r-22v.
125. Ibíd, 1810. f 236r.
126. Ibíd, 1813. f 60r.
127. TIBÓN, op. cit., p. 206.

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ESCLAVIZADORES
De RIVAS, Don JUAN. Maestre de Campo. En 1755 era dueño de la mina «El Salto»,
en las inmediaciones de Nóvita, con cuarenta y nueve esclavizados.

ROBLEDO

Castilla. De Burgos. En su escudo hay un roble en un fondo de plata128. De donde se


infiere que el apellido Robledo, al igual que el plural Robles, es una derivación de Roble
relacionado con fuerza, robustez, debido a la reciedumbre, dureza y compactación de
esa apreciada madera129.

ESCLAVIZADOR

ROBLEDO SALAZAR, Francisco. Vecino de Lloró, en la antigua provincia de Citará.


Hijo legítimo de Juan Robledo y Tomasa Salazar, vecinos que lo fueron de Lloró; casado
con Manuela Nieto a quienes les sobrevivieron dos hijos: José Andrés y Juan Inocencio
Robledo Nieto. Francisco, al momento de redactar su testamento, dejó dicho que
era propietario de los siguientes esclavizados: Juana María y sus tres hijas llamadas
Trinidad, Juana, e Hilaria130.

SALAZAR

Vasco. Derivase del bearnés en que sala define una casa más modesta que un palacio,
«casa comunal» y zar «viejo», «antiguo»: «dehesa vieja», «palazuelo antiguo», «cortijo
viejo», «cabaña comunal vieja»131.

ESCLAVIZADORES
SALAZAR de la SERNA, Manuel. Natural de la provincia de Citará y residente en el
curato de Lloró, otorgó su testamento el 28 de julio de 1813 dejando dicho que era hijo
legítimo de José Salazar y Catalina de la Serna, quienes fueron vecinos de esta provincia.
Asimismo, dijo que había sido casado con Estefanía Robledo con quien procreó dos
hijos legítimos: Luis y María Salazar Robledo. También hizo mención de una hermana
legítima llamada Narcisa Salazar y de su hija Marcelina Vivas Salazar. Entre sus bienes
enumeró los siguientes esclavizados: Feliciano, Juan de Dios, Cruz, Manuela, Teresa,
Manuela Pinilla y Juan de la Cruz 132.

128. SOLÍS, op. cit., p. 104.


129. Ibíd., p. 105.
130. Notaría Cit. 1818. Ff 35rv.
131. TIBÓN, op. cit., p. 210.
132. Testamento de Manuel Salazar. Claúsulas 2, 3, 5, 9 y 11. En: MOSQUERA (3). op. cit., pp. 135-138.

83
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

SALAZAR ROJAS, Nicolás. Vecino de la provincia de Citará e hijo legítimo de Antonio


Salazar y Josefa de Rojas; ordenó su testamento el 20 de abril de 1814 expresando en
él que había sido casado con María de Jesús Trejos, de cuya unión nacieron José María
del Rosario, Ana María, Fermín de Jesús, Juan Bautista, Carlos María, María Isidoro y
Pedro Esteban Salazar Trejos. Asimismo dejó dicho que sus esclavizados eran Martín,
Juan Roso, Raimunda, Josefa, Andrea, Gregoria e Isidra133.

SÁNCHEZ

El apellido español Sánchez es de origen patronímico, ya que es uno de aquellos


apellidos derivados del primer nombre del padre de la persona que llevaba originalmente
el apellido. En este caso, el apellido se ha derivado del nombre personal de Sancho. Así,
el apellido Sánchez significa sencillamente «hijo de Sancho». El nombre Sancho se ha
derivado del nombre latín «Santus» que quiere decir literalmente «santo» o «sagrado».
La terminación de «ez/es» de muchos apellidos españoles significa «hijo de» e indica
el origen patronímico de este apellido. Debido a su origen patronímico son muchos
los linajes de este apellido, los cuales no tienen ningún lazo de parentesco entre ellos
y muchos añadieron otros nombres para distinguirse. El apellido se extendió por
Asturias, León, Galicia, montaña de Santander, la Rioja, en efecto por todo el país. Los
primeros registros de este popular apellido hacen mención de un Andrés Sánchez de
Cagle Bustamante, nacido en Santillana en 1664 que se casó con Josefa de Valdivieso
en Santillana en 1691134.

ESCLAVIZADORES
SÁNCHEZ, Don Julián. Maestre de Campo. En 1759 poseía una mina en el río Cabí,
provincia de Citará, la cual laboraba con sesenta y dos esclavizados.

SÁNCHEZ ARROYO, Don Toribio. En 1759 era propietario de la mina «El Carmen»,
la cual laboraba con cuarenta y cinco esclavizados.

SÁNCHEZ AGUIRRE, Don Mariano. Dejó dicho en su testamento, otorgado el 6


de junio de 1814, que era natural de la provincia de Cundinamarca y vecino de la del
Citará e hijo legítimo de don Gregorio Sánchez y doña María Antonia Aguirre, naturales
y vecinos de la provincia de Cundinamarca. Igualmente expresó ser casado con doña
Rosalía Trinidad Ortega, en cuyo matrimonio tuvieron y procrearon a María Mercenaria
Jacoba, que falleció de tierna edad; María Josefa Raimunda, María Gregoria Dolores,
María de los Dolores y María Dionisia Concepción de las Mercedes Sánchez y Ortega.
También declaró tener los siguientes esclavizados: José María, Joaquín, Isidro, Manuela
y Antonio, inválido135.

133. Testamento de Nicólas Salazar. Claúsulas 3 y 5. En: Ibíd, pp. 141-144.


134. GONZÁLEZ-DORIA, op.cit.ç
135. Testamento de don Mariano Sánchez, clausulas 3ª, y 7ª. En: MOSQUERA, (1), Op. cit., pp. 151-155.

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TORRES
El apellido Torres es muy antiguo, anterior a los siglos XIV y XV, y procede de la
zona castellana. Según Fernando González-Doria en su «Diccionario heráldico y
nobiliario de los reinos de España», el apellido tuvo su primitiva casa solar en Castilla.
Etimológicamente, el apellido procede del sustantivo torre (del latín «turre»). Otros
apellidos proceden de la misma raíz latina, tienen el mismo origen aunque la historia
y el escudo de armas sean diferenciados. Formas compuestas del apellido Torres son:
Torradella, Torralbo, Torrebadell, Torrella y otros, son derivados con valor diminutivo
o aumentativo. El apellido estuvo presente en la conquista y posterior colonización de
América, donde personajes llamados Torres participaron en las hazañas. El apellido se
extendió por otras zonas de la Península Ibérica y por los diversos países de América
Latina, sobre todo en Colombia, Venezuela y Argentina. Los Torres de Iberoamérica
proceden principalmente de las ramas catalanas del apellido.

El apellido también se considera originario de la Casa Real de Navarra que tuvo por
progenitor a Fortunio de Torres, rico hombre y señor de la villa de Pancorbo (Burgos),
de quien se afirma que era nieto del Monarca Navarro Fortún II. Dice otro informe que
dicho Fortunio era descendiente del Infante don Fernando, Rey de Castilla, llamado
Fernando I «el Grande» y de su mujer doña Sancha, cuyo enlace matrimonial unió los
reinos de León, Galicia y Castilla, lo que consta en privilegios reales de gran antigüedad
que fueron otorgados por don García Sánchez, Rey de Navarra, al mencionado Fortunio
de Torres, como nieto del Rey Fortún II, el 4 de diciembre del año 927, escrita en
pergamino y en latín y confirmada por el también Monarca Navarro Sancho I, hijo del
anterior. El apellido Torres es de origen locativo, es decir basado en una característica
geográfica del sitio donde vivía. La etimología del vocablo «torres», proviene del latín
«turris» que significa «edificio fuerte que sirve para defenderse de los enemigos»136.

Sobre este apellido Buesa y Lagüene dicen que son abundantes los apellidos constituidos
sobre el sustantivo torre; Latorre, La Torre y De la Torre; sin artículo Torre, Torres, junto
con derivados y compuestos como Torrecilla, Torralba. Este apelativo tiene diversas
acepciones particulares, además del significado general de «edificio fuerte, más alto
que ancho, antiguamente destinado a la defensa»; de ellas nos interesa la siguiente,
con la marca diatópico de ser propia de Aragón, Cataluña, Murcia y Navarra: «casa
de campo o de recreo, o granja con huerta». Este valor se descubre en documentos
navarroaragoneses del siglo XII (en los que de forma más esporádica se mantiene el
significado de edificación militar)137.

ESCLAVIZADORES
De la TORRE, Don Antonio. En 1755 era poseedor de las minas de «La Llave» en el
partido de Lloró, provincia de Citará, en donde tenía veinticuatro esclavizados.

136. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.


137. BUESA, op. cit., p. 261.

85
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

De la TORRE, Doña Francisca. En sus minas del río Andagueda, provincia de Citará,
poseía ocho esclavizados en el año 1755.

De la TORRE Y VELASCO, Don Antonio José. En el censo de 1759 este señor figura
con cincuenta y ocho esclavizados en su mina de Cabí, provincia de Citará.

De TORRES, Don Cristóbal. Alférez. De acuerdo con el censo de 1759 este señor poseía
una mina de oro en el río Bevaramá, la cual explotaba con diecinueve esclavizados.

TORRES PRADO, Doña Lugarda. Otorgó su testamento el 9 de febrero de 1820,


dejando dicho en él que era hija legítima de don Cristóbal de Torres y doña Antonia
Prado y que había sido casada con don Gerardo Rodríguez y tuvieron como hijos a
José Hermenegildo, Mariana, María Manuela, José Agustín, María Francisca y María
Josefa Rodríguez Torres, esta última fallecida a los siete días de nacida. Doña Lugarda
repartió entre sus hijas algunos de sus esclavizados, así: a María Francisca Rodríguez,
casada con don Antonio Andrade, una negra llamada Agustina con sus hijos Juan María
y Ramón Doroteo; a Josefa Rodríguez, casada con don Joaquín Patiño, le dio cuatro
esclavizados de nombres Juan Bautista, Ciriaca, la mulata Rodulfa, y la mulatita Cecilia.
María Manuela Rodríguez contrajo matrimonio con don Francisco de Paz y fueron sus
hijas María Rosa Cándida, María Narcisa y María Marcelina Paz Rodríguez138. Finalmente
declaró ser dueña de los siguientes esclavizados: María Nieves, Manuel, Diego, José y
la mulata Joaquina139.

URRUTIA

El apellido Urrutia significa «lo lejos, lejano, lejanía; lugar lejano, apartado solitario».
Otra interpretación es: «ojo de agua», «el lugar de abundantes ojos de agua», «los saltos
de agua; avellaneda». La obra «Apellidos Vascos-diccionario etimológico», escrita por
Endika de Mogrobejo, que nos brinda con su detallado trabajo el conocimiento del
significado de la mayoría de apellidos vascos, documenta el apellido Urrutia. De él, nos
dice que también se puede presentar con la forma Urruti. Proceden de la casa solar de
Urrutia, en la anteiglesia de Arasolo, Vizcaya. Francisco de Urrutia vino a Sevilla en
1720 y casó con Ana de Mena Morales, siendo padres de José Urrutia de Mena, el cual
ocupó cargo de Caballero Veinticuatro en 1753. Se trata de un linaje vasco-navarro,
si tenemos en cuenta que en el reino de Navarra se habló el euskera hasta el siglo
XVII; sabemos que este apellido también fundó casas solares en Navarra, La Rioja y
Aragón140.

138. Notaría Cit. 1814. Ff 24v-25rv.


139. Testamento de doña Lugarda de Torres, clausulas 2ª, 3ª, 4ª, 8ª, 9ª y 11ª. En: MOSQUERA, (1). op. cit., pp. 185-188.
140. GONZÁLEZ-DORIA, op. cit.ç

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ESCLAVIZADORES
URRUTIA, Don Tomas Francisco. Esclavizador quien en el censo de 1759 tenía una
mina en el Peñón, provincia de Nóvita, la cual contaba con veinte esclavizados.

URRUTIA, Doña María Rosalía. Esclavizadora a la cual, junto con don Juan
Nepomuceno Mosquera, se le atribuye la fundación de la cabecera municipal del actual
municipio de Istmina. En 1834 estos señores poseían minas y esclavizados en el actual
barrio de Cubis.

Las anteriores historias y significados que dieron orígenes a los apellidos no tienen
nada que ver con la cultura e historia de los afrochocoanos, por eso para ellos estos
apellidos no significan sino que identifican. Únicamente le recuerdan el hecho de la
esclavización cuando sus antepasados eran propiedad del señor Mosquera, del señor
Palacios, o del señor Córdoba, entre otros. A través de las historias y significados de los
apellidos «blancos» no sabemos cuáles grupos étnicos africanos se escondieron, nada
nos permite siquiera suponer que detrás de un Mosquera hay un congo, un carabalí, un
mandinga, un yoruba, o un ashanti; o que un Mena es un mina, o un palacios es fon.
Por esta vía es imposible llegar a desenterrar las raíces profundas de nuestros árboles,
de nuestros troncos familiares.

4. LA TRANSMISIÓN DE LOS APELLIDOS


Para los afrochocoanos la adquisición de los apellidos es un hecho relativamente
reciente pues data del siglo XIX y su generalización se produce después de la abolición
de la esclavización cuando los libertos «nacen» a la vida civil. Al comienzo no existía un
patrón o regla fija para portar un apellido, en ocasiones se tomaba el del amo, la madre
o el padre. En la segunda mitad de aquella centuria es obligatorio el uso de los dos
apellidos, primero el del padre y luego el de la madre; pero los mandatos del catolicismo
introdujeron una excepción: los hijos naturales o bastardos no podían llevar el apellido
del padre. ¿Qué efecto habrá causado en la desaparición de los etnónimos y topónimos
africanos? Esto, sumado a lo anterior, es un obstáculo para la realización de estudios
genealógicos en la población afro­colombiana, porque eran muy frecuentes los casos
que dos hermanos tuvieran distintos apellidos, lo cual oculta su consanguinidad.

En la tercera parte del presente estudio se podrán apreciar situaciones de este tipo.
Aún en las familias blancas se podía dar el caso de hermanos y hermanas que tuvieran
apellidos diferentes, siendo hijos del mismo padre y de la misma madre. Esto era así
porque en esas familias se extendió la costumbre de que cada hijo o hija escogiera
sus apellidos (primero, segundo, y ¡hasta tercero!) de entre los existentes en las
generaciones de sus padres y sus abuelos. Nada impedía que alguien llevara como
primer apellido el segundo apellido de su abuela materna, seguido del primer apellido
del abuelo paterno, por ejemplo. Las razones para escoger uno u otro apellido podían
ser que la persona en cuestión los tomaba como homenaje especial a un antepasado

87
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

concreto o bien el portador entendía que los apellidos escogidos eran de mayor prestigio
social que los otros existentes; o, en algunos casos, era una obligación impuesta en un
testamento para recibir una herencia de un abuelo o una abuela. De todas formas, lo
que no se podía hacer era tomar un apellido que no hubiese sido llevado por algún
antepasado directo de las dos o tres generaciones anteriores141. Uno de estos casos nos
encontramos con Don Matías Trespalacios, hijo del Maestre de Campo y propietario de
la mina de Cértegui Don Francisco González de Trespalacios, nada le impidió a su hijo
tomar como su primer apellido el segundo del padre.

El sistema de transmisión de los apellidos, que es el heredado e impuesto por los


españoles, trae aparejada otra situación: como el primer apellido que se hereda es el
del padre rápidamente el apellido materno empieza a extinguirse, lo cual esconde lazos
de familiaridad e igualmente dificulta la realización de estudios genealógicos por vía
materna. Las mujeres casadas o viudas, que después de su primer apellido usaban el
«de» o «viuda de», contribuían con el tiempo a la pérdida del apellido materno porque
este entraba en desuso.

141. www.surmanes.org./apellidos/lista.htm

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TERCERA PARTE

Troncos
Familiares
89
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Para los estudios genealógicos entre los afrochocoanos partimos de la consideración,


tradicional en esta población, de lo que son los troncos familiares. Ellos, con este
concepto, se refieren a los descendientes de un antepasado común y el hecho de
pertenecer a él les da cohesión a los miembros del grupo. Para Nina S. de Friedemann
«los troncos corresponden en la literatura antropológica a los ramajes. Son grupos
cognáticos de parientes consanguíneos que remontan su linaje tanto por vía materna
como paterna, hasta un antepasado hombre o mujer fundador de la descendencia»1.
En tanto realidad social y familiar uno podría sentirse inclinado a ver en la estructura y
funcionamiento del tronco la versión afrochocoana del clan africano, surgida y recreada
en estos territorios como estrategia de subsistencia, unidad y protección grupal. El clan
africano es una forma incipiente y rudimentaria de organización social, algunos de
ellos evolucionaron hasta convertirse en reinos. Los miembros del clan reconocen su
descendencia de un antepasado común, quien arbitra los conflictos entre sus integrantes
y todos le deben obediencia y respeto porque imparte justicia2. Su autoridad está basada
en el conocimiento, pues él es un depositario de los saberes que le fueron transmitidos.

Los miembros del tronco al remontarse en la búsqueda de ese antepasado común


no hacen otra cosa que desenredar los complejos tejidos consanguíneos que unen el
grupo; es decir, de las diferentes ramas que se desprenden del tronco pero siguen unidas
a él, aunque de ellas se desprendan otras ramas. Esa identificación del antepasado
fundador se mantiene a través de la tradición oral porque en muy pocos casos hay
registro escrito de él; este hecho lleva a una ubicación relativamente cercana en el
tiempo pasado debido a que la memoria familiar no ha podido conservar, almacenar y
transmitir la información. A pesar del esfuerzo por contribuir a mantener la memoria
en torno al fundador del tronco, conocer sus orígenes y descendencias, es casi seguro
que ya jamás podremos saber de los primeros africanos que en el Chocó dieron origen
a determinado tronco, los perdimos para siempre.

A continuación presentamos varios casos de troncos familiares, ellos fueron


seleccionados un poco al azar y por el simple capricho de conocer una familia, sin que
para su escogencia haya mediado un criterio de selección válido. En muchos de ellos
seguramente faltarán varias ramas, en ocasiones ellas se desprendieron del tronco,
se fueron del Chocó, y sus familiares no volvieron a saber de ellas. En otros casos,
aduciendo motivos de seguridad, algunas personas se negaron a colaborar con la
información. También los vacíos en la memoria han producido lagunas, no solo en la
actualidad, sino en el pasado; personas que por diferentes causas no conocieron a sus
padres y por tanto carecen de información sobre sus abuelos y bisabuelos. He aquí los
desarrollos:

1. FRIEDEMANN, Nina de S. La saga del negro. Presencia africana en Colombia. Bogotá; Pontificia Universidad
Javeriana. 1993. P. 80.
2. NIANE, D. T. (Director). África entre los siglos XII-XVI. Historia general de África. Vol. IV. Madrid. Tecnos/UNESCO.
1985. P. 33.

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MOSQUERA

Origen y Significado

Gallego. Procede de la casa solar del fundador de esta familia Ramiro de Mosquera
tomando su apellido de su hacienda Mosquera. En el siglo V ya figuraba enlazado
con MOSCOSO, uno de los cuatro solares más antiguos de Galicia. Los Mosquera se
extendieron por Galicia, Las Castillas, Extremadura y América. En Galicia uno de los
solares más antiguos radicó en el Coto de Villar de Payo Muniz, a dos leguas de Orense.
Otro hubo en la villa de Villarino de Corso.

Según etimologistas el lugar de nombre Mosquera hace alusión a un lugar donde


crecen gran cantidad de ARCES y se deriva de la palabra MOSCÓN que en la lengua
del lugar hace referencia a dicho árbol. Una rama de la familia se asentó en Portugal
donde tomó la forma de MOSQUEIRA. Los siguientes nombres figuran en las listas de
la Orden de Carlos III: Gabriel Mosquera, Luis Mosquera y Julián Mosquera. Antonio
Mosquera, nacido en España fue soldado de las guerras de Flandes y Gobernador de la
Isla de Puerto Rico. Pasó a Chile con un refuerzo de mil hombres, llegando a Santiago
en el 6 de octubre de 16053.

Para Gustavo Arboleda el solar de los Mosquera es en Orense. Derívase del apellido
Moscoso, solar de los más antiguos de Galicia, que proceden de Dórico, príncipe de
Moscovia, que fue en auxilio de Ramiro II de León, con una de cuyas hijas, Inga Luisa,
casó y después de una batalla volvió ensangrentado. «Mosquera trae mi yerno», díjoles
el rey a quienes lo acompañaban, cuando se les presentó Dórico, a quien rodeaban las
moscas a causa de la sangre vertida; y el mismo Ramiro, al propio yerno, «que Moscoso,
venís» le expuso, de donde surgieron los dos apellidos4.

ESCLAVIZADORES
El lugar de dispersión de este apellido en la Nueva Granada lo es Popayán, capital
del antiguo departamento del Gran Cauca. Sitio donde se edificó el poder de los
conquistadores españoles Francisco Mosquera y Figueroa y Cristóbal Mosquera, los
dos primeros que trajeron el apellido y levantaron un emporio económico gracias a las
inversiones en la esclavización que les permitió descollar entre las principales familias
de la Nueva Granada durante el siglo XIX, alcanzando gran figuración política hasta
llegar en varias ocasiones a la presidencia con Tomás Cipriano de Mosquera. Vástagos
de esta familia todavía son influyentes políticos caucanos y uno de ellos, Víctor Mosquera
Chaux, fue vicepresidente de Colombia en el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

3. GONZÁLEZ-DORIA, Fernando. Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España. En: www.surmanes.org./
apellidos/lista.htm
4. ARBOLEDA, Gustavo. Diccionario biográfico y genealógico del antiguo departamento del Cauca. Bogotá: Biblioteca
Horizontes. 1962. P. 281. Consultar en: www.pergaminovirtual.com.ar/apellidos/mosquera.html

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Desde finales del siglo XVII los Mosquera se hicieron presentes en el Chocó con sus
cuadrillas de esclavizados,
«en 1699 Cristóbal de Mosquera Figueroa llevó esclavos a trabajar a la confluencia del río
Mungarra con la quebrada de Chato, en las proximidades de Tadó, permaneció dos o tres
años y regresó a Popayán pero lo sucedió su hermano Jacinto. Este trasladó la cuadrilla
al río Iró y vivió allí quince años»5.

En 1759 los Mosquera continuaban siendo una de las mayores y más ricas familias de
esclavizadores en el Chocó. En el censo de minas y esclavizados de ese año figuraron los
siguientes miembros de esa familia con bienes en minas y esclavizados representados
de la siguiente manera:

Otros esclavizadores que permanecieron en el Chocó fueron:

MOSQUERA, Don Ignacio. Dueño de minas y esclavizados. En 1812 conformó una


sociedad con don José Cruz Casas (ver: Casas, José Cruz).

MOSQUERA, Don José. Esposo de doña Rosa Trujillo, ella era hija legítima de don
Javier Trujillo con doña Carmela Sánchez, oriunda de esta provincia. Ellos fueron los
padres de Bautista, Nicolás, Santos y Joaquín Mosquera Trujillo6.

MOSQUERA, Don Juan Nepomuceno. Esclavizador payanés (ver: Urrutia María


Rosalía).

Retoños chocoanos de los Mosquera caucanos son los descendientes de Juan Bautista
Mosquera, casado con Eulalia Garcés cuyos hijos fueron Juan Bautista, Fausto Nicanor,
Luis Néstor, Manuel, Carmen, Eulalia, Cándida y Josefina Mosquera Garcés. Manuel
Mosquera Garcés, nacido en Quibdó el 22 de junio de 1907 y fallecido en Bogotá el 31
de mayo de 1972, fue Ministro de Estado en tres ocasiones7. Una sobrina suya e hija de
su hermana Carmen, Teresita Perea Mosquera, fue parlamentaria por el Chocó.

Otra línea de estos Mosquera payaneses es la de Lisandro Mosquera, quien nació en


Popayán en 1858 y en 1879 se graduó como institutor, trasladándose al año siguiente
para Quibdó. Aquí ejerció el magisterio, llegando a ser director de instrucción pública
de la intendencia8. En esta ciudad de casó con Julia Valencia, hija del intendente Jorge
Valencia Lozano, y procrearon a Daniel y a Lisandro Mosquera Valencia. Lisandro
Mosquera falleció en Quibdó el 10 de septiembre de 19239 y en su honor un plantel
educativo de la ciudad de Quibdó perpetúa su memoria.

5. COLMENARES, Germán. Historia económica y social de Colombia. 1680-1800. T.II. Popayán: una sociedad
esclavista. 1680-1800. Bogotá: La Carreta Inéditos Ltda. 1979. P. 146.
6. Notaría cit. 1822. Ff 12r-13rv
7. GAITAN, Op. cit. T. II. P. 681.
8. ARBOLEDA, Op. cit., p. 679.
9. GAITAN, Op. cit. T. II. P. 679.

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Afrochocoanos

MOSQUERA AYALA, Francisco Antonio. El patio de este tronco está ubicado en


Istmina cerca al derribado legendario árbol del Coroco, sector conocido antiguamente
como La Cabecera, después como La Tatabrera y hoy como el barrio Offel. Francisco
Antonio nació en Istmina hacia 1840, bajo la esclavización. Se casó con Vicenta Murillo
y fue padre de Liberata y de Salomón Murillo. Liberata se casó con José Ramón Mosquera
Ayala. De esta unión son hijos Roque Antonio, Ismael, Valerio, Jesús Esteban, Antonia,
Sabad, Liberata y Sofía Mosquera Murillo.

1. MOSQUERA MURILLO, Ismael (el Congo). Nacido en Istmina en 1874, y falleció


en la misma ciudad en 1961. Casado con Úrsula Rivas, al parecer oriunda de Nóvita,
nacida en 1880 y fallecida en 1985. Ella era hija de Manuel Santos Rivas con Amalia
Mosquera. Ismael y Úrsula fueron padres de Ramón, Sofía, Ismael, Eulogio, Ángel,
Arcedonio, Tulio, Felisa, Isauro y Laura Mosquera Rivas.

MOSQUERA RIVAS, Ramón. Nació en Istmina el 13 de julio de 1905 y falleció el 5 de


enero de 2004. Casado con la señora Virginia Torres, fueron sus hijos Virginia, Gilma,
Darío, Jairo y Fabio Mosquera Torres; también fue padre de David Mosquera Valencia.

Mosquera Torres, Virginia. Casada con Fabián Sanz, padres de María Virginia y Lucía
Sanz Mosquera.

Mosquera Torres, Gilma. Casada con Jacques Aprile-Gniset. Radicados en Cali.

Mosquera Torres, Darío. Casado con Luz Sánchez. Son sus hijas Andrea y Patricia
Mosquera Sánchez.

Mosquera Torres, Jairo. Casado con Ana Sofía Sierra. Padres de Juan Carlos, Jairo A. y
Camilo Mosquera Sierra.

Mosquera Torres, Fabio. Casado con María B. Lozano. Son sus hijos Angélica, Diana y
Karen Mosquera Lozano.

Mosquera Valencia, David. Esposo de Noretty Porras con quien es padre de Andrés,
Jesús y Edward Mosquera Porras.

MOSQUERA RIVAS, Sofía. Nació en Istmina el 1 de marzo de 1907 y allí mismo


falleció el 6 de octubre de 1984. Casada con el inmigrante jamaiquino Steady Maturín
Plaiama, de cuya unión son hijos Ruperto, Sisita, Bengi, Steady, David Gabriel, Sairis
Elías, Sara Cecilia, Doretty y Guillermo Maturín Mosquera.

Maturín Mosquera, Ruperto (Rupe). Casado con Juana Palacios Mosquera, con ella
fue padre de Gloria del Rosario, Roberto, Juana, Guillermo, Yira y de Sofía Maturín
Palacios; igualmente fue padre de Eda Maturín. Gloria del Rosario se casó con Vicente

93
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Sanclemente y fue madre de Cenith, Niceth y Vicente Sanclemente Maturín; Cenith


es madre de Sorien Estefany Ortiz Sanclemente; Vicente es padre de María Camila
Sanclemente. Eda Maturín es madre de Ludy Karina Mosquera Maturín, cuyo padre es
Sergio Antonio Mosquera; Ludy Karina es madre de Afra Imara Mosquera.

Maturín Mosquera, Elizabeth (Sisita). Casada con Toribio Orejuela, fueron sus hijos
David (Palomo), Elizabeth (Quicata) y Roberto Orejuela Maturín. Elizabeth se casó
con Alejandro Murillo (Umaña) y es madre de Liz, Alexandra y de Alexander Murillo
Orejuela.

Maturín Mosquera, Sara Cecilia. Madre de Benjamín Elías (Lágrima) y de Milton


(Pinguele) Mosquera Maturín. Benjamín Elías se casó con Osiris Murillo.

Maturín Mosquera, Doretty. Madre de Cheme, Ailan Mackenzie y de Jhonatan Mosquera


Maturín. Ailan Mackenzie es padre de Aidi Tatiana Mosquera Mosquera (Ver: Mosquera
Nagles, Doris del Carmen).

Maturín Mosquera, Sairis Elías. Padre de Sairis (Magulo), Heiler, Wilmer y Yineth Maturín.

Maturín Mosquera, Steady. Padre de Lotti, Samira, Alexa, y Enrique Maturín.

Maturín Mosquera, Guillermo. Casado con Maria Enith Córdoba Palacios (Maruja) es
padre de Dalí Sofía, Guillermo Steady, Dalia Enith, Darleni y Darley Maturín Córdoba.
Darleni es madre de David Antonio Rodríguez Maturín y Guillermo Steady es padre de
Sara Doretty Maturín.

Maturín Mosquera, Bengi. Célibe.

Esclavizador Lugar Escl. útiles Chusma*


Total
Don José de Santa Rita de Iró 64 69 133
Mosquera y Figueroa
Don Cristóbal Santa Bárbara de Iró 108 71 179
Mosquera y Figueroa
Don Francisco Javier San Joaquín de Iró 60 50 110
Mosquera y Figueroa

Tomado de: Censo de minas y esclavos de las provincias del Chocó. 1759. Fondo de negros y esclavos. Archivo
Histórico Nacional.

MOSQUERA RIVAS, Ismael (Ismael Majajo). Casado con Virginia Gutiérrez, con
ella fue padre de Amín y de Elcy Mosquera Gutiérrez. Con la señora Rosalía Quinto
procreó a Gustavo, Francisco y Betsy Mosquera Quinto; y con Ulda Perea fue padre de
Ismael, Liz Jaini y Yelgi Mosquera Perea.

94
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Mosquera Gutiérrez, Amín. Padre de Adonis Mosquera, Elcy Mosquera Perea, Yaneth
Mosquera Perea, Nelson y Deli Zurama Mosquera Navarro. Elcy Mosquera Perea
(Sandunga), se casó con Ecce Homo Hinestroza. Yaneth Mosquera Perea (Nena Boba),
se casó con Julio César Luna.

Mosquera Gutiérrez, Elcy (Kika). Nació en Istmina el 3 de abril de 1933 y falleció en la


misma ciudad el 12 de marzo de 2004. Casada con Lino Orejuela, le sobrevivieron Jhon
Jairo, Jhoan y Zair Orejuela Mosquera. Jhoan es madre de Yaisi y Andrés Mosquera
Orejuela. Zair lo es de Yussi y Yustin Ríos Orejuela, cuyo padre es Yuselino Ríos Hurtado.

Mosquera Quinto, Gustavo. Padre de Virginia, Wilber, Widali, Marta, Lorena y Heidi
Mosquera.

Mosquera Quinto, Betsy (Muñeca). Casada con Humberto Martínez, es madre de Birlen
Aleyda, Carlos Humberto y Jhon Edward Martínez Mosquera.

Mosquera Perea, Ismael (Nene Majajo). Padre de Karen Mosquera.


Mosquera Perea, Yelgi. Madre de Yackson, Fernando, Yesika Mosquera.

MOSQUERA RIVAS, Eulogio. Nació en Istmina en 1914 y murió en la misma ciudad en


el año 2006. Casado con Ana Criseria Mosquera, con ella fue padre de Egidio, Carmen
Elvia, Enoth, Libia Edith, Pedro Isnel, Ana Belén, Yocasta, Ángel Eulogio, David y Carlos
Enrique Mosquera Mosquera.

Mosquera Mosquera, Egidio. Casado con Felicidad Gil (Chiacita). Fueron sus hijos:
Abraham Egidio, Ana, Jaime, Isaac, Emir y Mignón Mosquera Gil. Además, en la
señora Teófila Palacios, Egidio fue padre de Sandra, Yaneth, Carlos Enrique y de Rafael
Mosquera Palacios. Jaime es padre de Cindy y de Brandon Mosquera; Ana es la madre de
Daris y de Darío Peña Mosquera; Isaac es el padre de Alexandra y Alexander Mosquera
y Mignón es madre de Wilmin y Luliana Copete Mosquera.

Mosquera Mosquera, Elvia (Tití). Con el señor Olmedo Perea fue madre de Ciro, Jairo
(Riqui), Ana del Carmen (Tutu) y Milton Albeiro Perea Mosquera. Jairo unió su vida
con Lilian Ivonne Ibargüen y fue padre de Jainer, Jaiser y Jailer Perea Ibargüen; Ana del
Carmen, con el señor Héctor Arenas, fue madre de Alexander Arenas Perea.

Mosquera Mosquera, Enoth. Padre de Jafeth, Jefferson y Libia Mosquera.


Mosquera Mosquera, Libia Edith (Cuca). Sin descendientes.

Mosquera Mosquera, Pedro Isnel (Chicao). Nació en Istmina el 12 de diciembre de 1944


y falleció en la misma ciudad el 15 de abril de 2004. Casado con Aída Zulia Palacios, en
ella fue padre de Karol, Yuli, Zugey, Jesús David y Angie Mosquera Palacios. Además fue
padre de Osiris y Fernando Mosquera.

Mosquera Mosquera, Ana Belén. Sin descendientes.

95
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Mosquera Mosquera, Yokasta (Yola). Con Héctor Albornoz Rivas fue madre de Zarina y
de Tales Albornoz Mosquera.

Mosquera Mosquera, Ángel Eulogio. Con Maritza Mena Mosquera fue padre de Mildrey
Alexa Mosquera Mena; con Anuncia Quinto lo fue de Angélica, Engels, Anderson y de
Carlos Yasser Mosquera Quinto y con Amparo Palacios procreó a Consuelo y Ángelo
Mosquera Palacios.

Mosquera Mosquera, David (Penjamo). Falleció sin descendientes.

Mosquera Mosquera, Carlos Enrique (Pío). Nació en Istmina el 13 de septiembre de


1957 y falleció el 7 de diciembre de 1983. Dejó una hija con Indalecia Gil de nombre Ana
Milena Mosquera Gil.

MOSQUERA RIVAS, Ángel Antonio (Ángel Majajo). Nació en Istmina el 27 de agosto


de 1918 y falleció en la misma ciudad el 18 de noviembre de 2004. Padre de Ángela
Mosquera, luego se casó con Marina Bonilla Borja en quien procreó a José Anilio (Moro
Anilio), Aída, Guillermo, Argelis de Jesús (Pía), Xiomara (Oma), Ruth Noemí (Morita),
Ángel Marino (Malagueño o Mala), Eccio, María Estela, Betsy Mari y Mirta Mosquera
Bonilla (ver Bonilla Borja, Marina). Finalmente fue padre de Sayi Sofía Mosquera.

MOSQUERA RIVAS, Arcedonio.

MOSQUERA RIVAS, Tulio.

MOSQUERA RIVAS, Isauro.

MOSQUERA RIVAS, Felisa. Vivió en Andagoya, donde conformó un hogar con el


inmigrante jamaiquino Martín William del cual fueron hijos Alberto, Marco y Alba
William Mosquera. Posteriormente con el señor Telmo Rentería tuvo a Telmo y Jenny
Rentería Mosquera.

William Mosquera, Alberto. Casado con la señora Rosalba Escobar.

Rentería Mosquera, Telmo (Chilli). Padre de Erika Victoria, Felisa, Marquiño Andrés y de
Amilkar Rentería Becerra e igualmente de Telmo Marcel Rentería Ortiz.

Rentería Mosquera, Jenny (Morena). Casada con el señor Juan Carrasco Perea, con quien
fue madre de Gloria Yaneth, Juan Carlos, Jhon Alexander y de Carlos Mario Carrasco
Rentería. Juan Carlos es padre de María Alejandra Carrasco Hurtado.

MOSQUERA RIVAS, Laura.

2. MOSQUERA MURILLO, Jesús Esteban. Casado con María del Tránsito Moreno
Perea, en quien fue padre de Jesús María, Alejandro, Elia y Benigno Mosquera Moreno.

96
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MOSQUERA MORENO, Jesús María (Cuco). Nació en Istmina en 1912. Casado con
Aura Orejuela, en ella fue padre de Flor Alba, Eunicides, Jesús Esteban, Lilian, Vicente,
Eneida y Elia Mosquera Orejuela.

Mosquera Orejuela, Flor Alba.


Mosquera Orejuela, Eunicides.
Mosquera Orejuela, Jesús Esteban (Cuco).
Mosquera Orejuela, Lilian.
Mosquera Orejuela, Vicente.
Mosquera Orejuela, Eneida.
Mosquera Orejuela, Elia.

MOSQUERA MORENO, Alejandro. Nació en Istmina en enero de 1917. Casado con


Ana Octavila Bonilla Borja, en ella fue padre de María Yola, Luis Alejandro, Federico y
Luis Alberto Mosquera Bonilla. Además fue padre de Edgar Orlando Mosquera Guerrero
y Luz Mila Mosquera.

Mosquera Guerrero, Edgar Orlando.

MOSQUERA MORENO, Elia. Nació en Istmina el 18 de mayo de 1922 y falleció en la


misma ciudad el 2 de julio de 1989, casada con Juan Bautista Mosquera (nacido el 31 de
diciembre de 1917 y fallecido en Istmina el 15 de octubre de 2001), fue madre de Juan
Esteban y Cilia Guiomar Mosquera Mosquera.

Mosquera Mosquera, Juan Esteban (Juansito). Casado con Daisy Moreno. Padre de
María Teresa (Maité), William Albeiro, Luis Guillermo, Yudi Eliestina Mosquera Moreno.
Otro hijo suyo es Francisco Eduardo Mosquera Córdoba.

Mosquera Moreno, William. Padre de Paola y María Paula Mosquera.

Mosquera Moreno, María Teresa (Maité). Madre de Juan Guillermo y Carlos Alberto
Mosquera Moreno.

Mosquera Moreno, Luis Guillermo. Padre de Diyi Mosquera López.

Mosquera Mosquera, Cilia Guiomar (Chiquita). Casada con Digno Palacios, con quien fue
madre de Guiomar Esperanza (Estrella), Alfonso de Jesús, Jhon Henri (Yan), Antistenes,
Amilkar, Sol Yadira y Alejandro Palacios Mosquera.

Palacios Mosquera, Alfonso. Padre de Digjhonal Palacios Mosquera.

Palacios Mosquera, Jhon Henri (Yan). Padre de Benjamín Andrés y Jhon William Bautista
Palacios.

Palacios Mosquera, Antistenes. Padre de Andrés Felipe Palacios Daza.

97
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

MOSQUERA MORENO, Benigno. Casado con Cecilia Correa, con ella fue padre de
Oneida y Carmen Tulia Mosquera Correa.

Mosquera Correa, Oneida. Casada con Arnold Bean Torres, con quien es madre de
Jhoana, Jhoan Arnold (fallecido), Joe (fallecido), Jhorleidi, y Jhonatan Bean Mosquera.

Bean Mosquera, Jhoana. Casada con Yassir Parra Rentería, con quien es madre de Luis
Arnold Yassir Parra Bean.

3. MOSQUERA MURILLO, Antonia (Antuca). Madre de Ricardo Agualimpia; con


Inocencio Mosquera fue madre de José, Jesusita y Medardo Mosquera.

AGUALIMPIA MOSQUERA, Ricardo. Casado con Virgelina Mosquera, en ella fue


padre de Nidia, Alberto, David, Elías King, Tarcy Agualimpia Mosquera.

4. MOSQUERA MURILLO, Sabad. Falleció en Istmina el 27 de agosto de 1988. Madre


de Carlos Renelmo (Carlos Quema’o).

MOSQUERA, Carlos Renelmo (Carlos Quema’o). Con Rosa fue padre de Leonel
Mosquera. Alberto, Ángela, Celmira, Machaco, Aguello, Juan Antonio, Marta, Teresa
Mosquera Rivas. Con Luz Largacha tuvo a Fernando Mosquera Largacha10.

MOSQUERA MENESES, Lorenzo. Nació en Istmina posiblemente hacia 1880, donde


tiene sus raíces en el actual barrio Offel. En Cornelia Lozano fue padre de Miguel Ángel
Mosquera Lozano. Luego en primera nupcias se unió con Benita Moreno y nace Manuel
María, Ana Teresa y Lorenzo Mosquera Cuesta. En segundas nupcias casado con Celsa
Asprilla Ampudia, natural del corregimiento de El Tigre (municipio de Nóvita). Fueron
padres de Nicolás, Antonio, Saraminta, Esneda, Arquímedes, Reinaldo y Carlos Alberto
Mosquera Asprilla.

1. MOSQUERA LOZANO, Miguel Ángel (Miguel Santero). Nació en Condoto en


1904 y murió en Quibdó en 1974. Casado con Ana Tilde Sánchez, de esta unión es
hija Nohemí Mosquera Sánchez. Con Nelly Castrillón fue padre de Ángela Mosquera
Castrillón; con Arnulfa Ríos tuvo una hija llamada Patricia Mosquera Ríos; con
Escolástica Conto Quejada procreó a Miguel Ángel Mosquera Conto; en Inocencia
Lemus Córdoba fue padre de Inocencia y Cornelia Lemus Mosquera; en Paulina fue
padre de Nury Mosquera; con Juana Lorenza Mosquera Mosquera fueron sus hijos:
Tijelino, Petronio, Rafael, Ciris y Rosa Elena Mosquera Mosquera. Igualmente fue padre
de Juan y Delcia Mosquera.

10. Agradecimientos a Gilma Mosquera Torres y David Mosquera Valencia por la información y documentación
suministrada. Además se entrevistó a Darleni Maturín Córdoba, Betsy Mosquera Quinto, Jhon Edward Martínez
Mosquera, Tales Albornoz Mosquera, Telmo Rentería Mosquera, Gloria Yaneth Carrasco Rentería, Alejandro Mosquera
Moreno y los hermanos Cilia Guiomar y Juan Esteban Mosquera Mosquera, entre otros.

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MOSQUERA CASTRILLÓN, Ángela. Sin descendencia.

MOSQUERA CONTO, Miguel Ángel (Mianco). Nació en el corregimiento de Neguá


(Municipio de Quibdó) el 1º de noviembre de 1939. En la señora Alba Rocío Caro López,
natural del municipio del Carmen de Atrato, es padre de Miguel Ángel, Escolástica del
Rosario y Víctor Alfonso Mosquera Caro. Radicado en Quibdó.

LEMUS MOSQUERA, Inocencia (Chencha). Nació en Bagadó el 13 de mayo de 1942.


Casada con Luis Arturo Uribe, con quien es madre de Luis Carlos, María Brenilde, Niza
Stella y Marta Yolima Uribe Lemus.

Uribe Lemus, Luis Carlos. Casado con Yolanda Palacios, es padre de Leonardo, Mariana
y Gabriela Uribe Palacios.

Uribe Lemus, María Brenilde (Maruja). Casada con Octaviano Luna, es madre de Maira
y María Camila Luna Uribe.

Uribe Lemus, Niza Stella. Con Armando Valencia Casas es madre de Niza Karina
Valencia Uribe.

Uribe Lemus, Marta Yolima. Con Jorge Luis Lozano Obando es madre de Jorge Andrés
Lozano Uribe.

MOSQUERA SÁNCHEZ, Noemí.

MOSQUERA MOSQUERA, Tijelino. Con Isabel es padre de Indira y de Nairobi


Mosquera; con Aniria tuvo una hija llamada Amalia Mosquera; con Magola procreó a
Lesli y a Tijedward Mosquera; además es padre de Ibrahim Mosquera.

Mosquera, Nairobi. Con Joaquín Moreno es madre de Kenia Moreno Mosquera; con
Wilson Rodas lo es de Kevin Rodas Mosquera.

MOSQUERA MOSQUERA, Petronio. En unión con Petronila Ríos es padre de Yanier


y de Yeison Mosquera Ríos.

MOSQUERA MOSQUERA, Rafael. Murió sin descendencia.

MOSQUERA MOSQUERA, Ciris. Con Salomón Parra fue padre de Salomón y Yira
Jessica Parra Mosquera.

MOSQUERA MOSQUERA, Rosa Elena. Con Américo Lozano es madre de Nidia


Lozano Mosquera; con Edgardo Arce lo es de Edgardo Arce Mosquera; y con José
Obando, de Neiber Obando Mosquera.

2. MOSQUERA MORENO, Manuel María. Nació en Istmina en 1906 muy joven se


fue para Bogotá a estudiar música en el Conservatorio Nacional. En esa ciudad se casó

99
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

con Magola Rodríguez, con quien tuvo sus descendientes. Falleció en Bogotá el 27 de
noviembre de 1966.

3. MOSQUERA MORENO, Ana Teresa. Fue madre de Miliza, Zita Emperatriz,


Elimeleth, Atilano y Colombia Copete Mosquera.

COPETE MOSQUERA, Miliza. Con el señor Antonio José Maya González (Maya G.),
oriundo del Carmen de Atrato donde nació el 20 de mayo de 1919, fue madre de Antonio
Heráclito y de Yocasta Maya Copete; también es la madre de Jenny Yurgaky Copete.

Maya Copete, Antonio Heráclito (Toño Maya). Natural de Quibdó donde nació el 22 de
noviembre de 1939, casado con Imelda Velasco Mosquera a quien el apellido Velasco
le viene por ser hija del inmigrante español (de Asturias) Ángel Velasco y el Mosquera
por ser hija de Cándida Mosquera, nieta de Juan Bautista Mosquera, quien fue el padre
de Ramón Mosquera Garcés, descendientes de los antiguos esclavizadores payaneses.
Antonio Heráclito e Imelda fueron padres de Camilo y Marcela Maya Velasco; él fue
padre de Rubén Darío Maya.

Maya Copete, Yocasta. Casada con Tomás Aguilar, es madre de Tomás, Tamy y Ronmy
Aguilar Maya. Radicada en Cartagena.
Yurgaky Copete, Jenny. Madre de Jhon Jairo y Dania Paola Asprilla Yurgaky.

COPETE MOSQUERA, Zita Emperatriz. Casada con Manuel Antonio Peña. Son sus
hijos: Carlos Enrique, Diocles Darío, Teresa, Ramón Antonio y David Peña Copete.

Peña Copete, Carlos Enrique. Casado con Lotty Figueroa Mena, en cuya unión es padre
de Cindy Lorena, Angie Paola Peña Figueroa.

Peña Copete, Diocles Darío. Casado con Yalira Perea Guzmán, natural de Istmina, en
quien procreó a Anny Marcela y Luliana Peña Perea. También fue padre de Daris y
Darío Peña Mosquera en Ana Mosquera Gil.

Peña Copete, Teresa. Casada con James Taylor Mosquera Sánchez, natural de Istmina
e hijo de Balbino Mosquera y Susana Sánchez. Teresa y Taylor son padres de Taylor
Andrés, Manuel Fernando y Milton David Mosquera Peña.

Peña Copete, David. Casado con Patricia Cubillos, padres de Luisa Fernanda, Leidy
Laura y Angélica Peña Cubillos.

Peña Copete, Ramón Antonio (Moncho). Con Ana Francisca Valencia, padres de
Katherine Peña Valencia.

4. MOSQUERA MORENO, Lorenzo. Nació en Istmina posiblemente hacia 1870.


Casado con Alejandrina Correa, en ella procreó a Benito y a Lorenzo Mosquera Correa;
con Asunción Caicedo Rentería, natural de Quibdó, fue padre de Moisés, Lorenzo,
Marco Tulio, Aníbal, Lorenzo, Marco Tulio, Luis Ernesto, Oswaldo, Marco Tulio,

100
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Lorenzo, Asunción, Manuel María y Nilda Rafaela Mosquera Caicedo; en Leticia Díaz
fue padre de Ana Teresa, Lucas, Rosana y Tirso Mosquera Díaz; en Nabora Milán de
Mirna Mosquera Milán; en Cerbelina Palacios de Carmen Tulia Mosquera Palacios
(Maruchenga); en Isolina Mosquera, natural de Istmina, fue padre de Gabriel Mosquera
Mosquera; en Dolores Bermúdez tuvo a Margarita y a Demóstenes Mosquera Bermúdez;
con Eduviges Valencia procreó a Víctor Modesto Mosquera Valencia; con Ofelia Porras
a Esther Mosquera Porras; con Anuncia Gamboa a Miguel Antonio Mosquera Gamboa;
en Olga María Mosquera lo fue de Carmen Eliza Mosquera Mosquera; y en Carmen
Lemus fue padre de Alicia María Mosquera Lemus.

MOSQUERA CORREA, Benito. Nació en Quibdó el 23 de octubre de 1933. Fallecido.


MOSQUERA CORREA, Lorenzo. Nació en Quibdó el 17 de mayo de 1935. Fallecido.

MOSQUERA CAICEDO, Moisés. Nació en Quibdó el 8 de diciembre de 1935. En


Mercedes Blandón Pino fue padre de Moisés, Mercedes, Mariela, Marlon, Maritza, y
Margoth Mosquera Blandón.

Mosquera Blandón, Moisés. Casado con Neicy del Carmen Figueroa Mena. Son sus
hijos Glency del Pilar y Moisés Andrés Mosquera Figueroa.

Mosquera Blandón, Mercedes. Con Fabio Marín fue madre de Heidi Yubelsi Marín
Mosquera.

Mosquera Blandón, Mariela. Madre de Edward Samir Valencia Mosquera, cuyo padre
es Cardenio Valencia.

Mosquera Blandón, Marlon. Con Martha Lucía Mosquera Casas es padre de Yesenia
Lucía Mosquera Mosquera.

Mosquera Blandón, Maritza. Célibe.

Mosquera Blandón, Margoth. Casada con Sydney Moreno.

MOSQUERA CAICEDO, Lorenzo. Nació en Quibdó el 12 de marzo de 1939. Fallecido.

MOSQUERA CAICEDO, Marco Tulio. Nació en Quibdó el 12 de noviembre de 1941.


Fallecido.

Mosquera Caicedo, Aníbal. Nació en Quibdó el 27 de noviembre de 1945. Fallecido.


Mosquera Caicedo, Lorenzo. Nació en Quibdó el 3 de noviembre de 1937. Fallecido.
Mosquera Caicedo, Marco Tulio. Nació en Quibdó el 10 de enero de 1935. Fallecido.
Mosquera Caicedo, Luis Ernesto. Nació en Quibdó el 19 de junio de 1940.
Mosquera Caicedo, Oswaldo. Nació en Quibdó en 1942.

MOSQUERA CAICEDO, Lorenzo. Nació en Quibdó el 7 de noviembre de 1946. Casado


con Ninoska Salamandra, natural de Quibdó. Ella es hija de Oscar Enrique Salamandra

101
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Córdoba y Ángela Julia Martínez. Radicados en Quibdó. Son sus hijos: Jessica, Lorenzo
Enrique y Eric Mauricio Mosquera Salamandra. Jessica es la madre de Cristian Cuero
Mosquera y Lorenzo Enrique es padre de Juan Camilo Mosquera.

MOSQUERA CAICEDO, Asunción. Nació en Quibdó el 6 de mayo de 1948. Casada


con Hernando Quejada, natural de Riosucio. Radicados en Quibdó, son los padres de
Yirley, Yubi y Hernando Quejada Mosquera. Yubi es la madre de Elkin Jean Pierre Mena
Quejada.

MOSQUERA CAICEDO, Manuel María. Nació en Quibdó el 22 de agosto de 1949.

MOSQUERA CAICEDO, Nilda Rafaela. Nació en el pueblo de San Rafael (Raspadura-


Unión Panamericana) el 22 de octubre de 1953. Con José Ángel Valderrama Copete es
madre de Diani Yiceth Valderrama Mosquera.

Mosquera Díaz, Ana Teresa. Fallecida.


Mosquera Díaz, Lucas. Casado con Dency María Sarria, son sus hijos Lucas y Johan
Mosquera Sarria.
Mosquera Díaz, Rosana. Nació en Quibdó el 31 de agosto de 1954. Fallecida.
Mosquera Díaz. Tirso. Nació en Quibdó el 15 de mayo de 1956. Fallecida.
Mosquera Milán, Mirna. Célibe.

MOSQUERA PALACIOS, Carmen Tulia (Maruchenga). Nació en Quibdó el 29 de


mayo de 1947. Casada con Jorge Parra Castillo (Tuin), residenciados en Quibdó. Son sus
hijos Jorge, Olga y Dolly Parra Mosquera.

MOSQUERA MOSQUERA, Gabriel (Coquio). Nació en Istmina el 3 de diciembre de


1928, radicado en Baranoa (departamento del Atlántico) donde tuvo su descendencia.
Gabriel es primo hermano de Benjamín, Alejandro, Heliodoro, Jenny y Teresa Arango
Mosquera, naturales de Istmina e hijos de Heliodoro Arango con la Mocha Mosquera;
quien era hermana de Isolina.

Mosquera Bermúdez, Margarita. Nació en Istmina el 27 de agosto de 1928.


Mosquera Bermúdez, Demóstenes. Nació en Istmina. Fallecido.
Valencia, Víctor Modesto. Nació en Istmina el 19 de octubre de 1923. Fallecido.

MOSQUERA PORRAS, Esther. Nació en Cértegui el 3 de octubre de 1938. Es madre


de Ángel Palacios Mosquera y de Erick Valencia Mosquera.

Palacios Mosquera, Ángel. Es el padre de Carlos A. Palacios Moreno.


Valencia Mosquera, Erick. Padre de Erika Valencia Rodríguez.
Mosquera Gamboa, Miguel Antonio. Nació en Quibdó el 25 de julio de 1944. Fallecido.

Mosquera Mosquera, Carmen Eliza. Nació en Quibdó el 18 de noviembre de 1950.


Mosquera Lemus, Alicia María. Nació en Bagadó el 22 de octubre de 1950.

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5. MOSQUERA ASPRILLA, Antonio. Padre de Abelardo.

6. MOSQUERA ASPRILLA, Nicolás. Nació en Istmina en 1929 y murió en Quibdó


en 1966. Casado con Ofelia Astié Cuesta, hija de Guillermo Astié Mendieta con Ana
María Cuesta Rentería. Guillermo era hijo del francés Charles Astié con la panameña
Concepción Mendieta. Fueron sus hijos Esneda, Nicolás, Celsa, Ofelia, Antonio y
Esperanza Mosquera Astié.

MOSQUERA ASTIÉ, Exceda. Nacida en Istmina y radicada en Quibdó. Fue madre de


Franklin Alberony Chamat Mosquera, Catalina Rebolledo Mosquera y Andrés Mauricio
Mosquera Mosquera.

Chamat Mosquera, Franklin Alberony. Padre de Sara y de Carolina Chamat Bechara en


Nerviyi Bechara Gómez y de Juan Diego Chamat Palacios en Nubia Palacios y de Lina
Estefanía Chamat.

MOSQUERA ASTIÉ, Nicolás. Nacido en Istmina. Padre de Carlos Alberto Mosquera


Córdoba y este es padre de Ofelia Mosquera Córdoba, cuya madre es Yenni Córdoba.

MOSQUERA ASTIÉ, Celsa. Nacida en Istmina y radicada en Quibdó. Madre de Oscar,


Karina, Any y Carlos Castro Mosquera. Oscar es padre de Oscar Enrique Castro Asprilla;
Any es madre de Harianni Murillo Castro y Carlos es padre de Karol Michel Castro
Asprilla.

MOSQUERA ASTIÉ, Ofelia. Nacida en Istmina y radicada en los Estados Unidos.


Madre de Ricardo Domínguez Mosquera y Natalia Rentería Mosquera.

MOSQUERA ASTIÉ, Antonio. Nacido en Quibdó y radicado en Bogotá, donde tiene


su descendencia.

MOSQUERA ASTIÉ, Esperanza. Nacida en Quibdó. Madre de Pablo Mosquera, Alina


María Valencia Mosquera, de Felipe y David Mosquera.

7. MOSQUERA ASPRILLA, Saraminta. Con el señor Alberto Arango fue padre de


Ricardo, Gregorio y Miguel.

ARANGO MOSQUERA, Ricardo. Nació en Quibdó el 9 de septiembre de 1939. Casado


con Evelin Tapias, con quien fue padre de Edisón, Jhon y Sara Arango Tapias.

Sus segundas nupcias las celebró con Olivia Valencia Abadía, siendo padre de Edward
Arango Valencia.

ARANGO MOSQUERA, Gregorio (Goyo Arango).

8. MOSQUERA ASPRILLA, Exneda.

103
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

9. MOSQUERA ASPRILLA, Arquímedes.

10. MOSQUERA ASPRILLA, Reinaldo. Falleció el 23 de septiembre 1949, padre de


Reinaldo Mosquera Morante (Chapo), en la señora Zulma Morante Moya. Reinaldo
Mosquera Morante es padre de Reinaldo y de Dolly Stella Mosquera Córdoba, además
de Roberto Carlos Mosquera Caicedo y de Andrés David Mosquera Córdoba.

11. MOSQUERA ASPRILLA, Carlos Alberto. Fue el hijo menor de este matrimonio,
nació en Istmina el 15 de abril de 1924 y murió en Quibdó. Casado con la señora Luz
Amparo Lozano Garcés (ver: Lozano Garcés, Luz Amparo). Radicados en Quibdó,
fueron los padres de Carlos Alberto, Ramón Enrique, Higinio, Reinaldo Antonio, Luz
Amparo y Lorenzo Mosquera Lozano.

MOSQUERA LOZANO, Carlos Alberto. Casado con Danny Mosquera Aguilar. Son
sus hijos Carlos Alexander, Víctor Manuel, Carlos Armando y Danny Amparo Mosquera
Mosquera.

MOSQUERA LOZANO, Ramón Enrique (Caramelo). Casado con Victoria Mosquera,


natural de Istmina e hija de Jorge Aldemar Mosquera. Padre de Gisela Mosquera
Mosquera. Luego con Opal Downs Michel es padre Wendy y Yenes Mosquera Downs.
Radicados en San Andrés Islas. Gissela es madre de Erick David Marín Mosquera, cuyo
padre es Edwin Ernesto Marín Waldo.

MOSQUERA LOZANO, Higinio. Nació en Quibdó el 13 de junio de 1957. Casado con


Isabel Cristina García Osorio, de cuya unión nacen Diana Andrea, Cristina Marcela y
Horianna del Mar Mosquera García. Además con Margarita Zapata Vera es padre de
Karla Blondineth Mosquera Vera. Y recientemente contrajo nupcias civiles con Dunia
Madyuri Zapata Machado. Diana Andrea, casada con Edwin Márquez, es madre de
Andrea Camila Márquez Mosquera y Cristina Marcela se casa con Jonier Mena y es
madre de Isabela Mena Mosquera.

Mosquera Lozano, Reinaldo. Casado con Clementina Aguilar y padre de Duftin, Nicolás
Eduardo y Nelly Mosquera Aguilar.
Mosquera Lozano, Luz Amparo. Casada con Rafael Chaverra Sánchez y es madre de
Lilibeth, Cristina, Nelly y Carla Chaverra Mosquera.

MOSQUERA LOZANO, Lorenzo. Con Gineth Serna Mosquera fue padre de Carlos
Lorenzo, Luz Danessa y Tatiana Mosquera Serna.
Luego se casa en Bolivia con Sandra Guevara Iriarte y es padre de Carlos Alberto,
Lorenzo y Cristian Mosquera Guevara11.

11. GAITAN, Op. Cit. T. II. pp. 655 y 685-686. También: RIVAS LARA, César (1). Quién es quién en el Chocó. Medellín:
Tipografía Italiana. 1974. P. 164. Igualmente se entrevistó a Higinio Mosquera Lozano, Esneda Mosquera Astié, Ángela
Mosquera Castrillón, Miguel Ángel Mosquera Conto, María Brenilde Uribe Lemus, Tijelino Mosquera Mosquera, Carlos
Enrique Peña Copete, Lorenzo Mosquera Caicedo, Reinaldo Mosquera Morante y Luis Ernesto Mosquera Caicedo, este
último me permitió fotocopiar un documento manuscrito de su padre con fecha 24 de enero de 1966 donde relacionó
el nombre y otros datos de quienes reconoció como sus hijos.

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MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

MOSQUERA, Prudencio. Nació en Istmina en ¿1887? Este es uno de los troncos


considerados fundadores del actual Barrio Pueblo Nuevo. Prudencio se casó con Juliana
Mosquera fue padre de Juan Sabino, Neftalí, Humildad y de Hercilia Mosquera Mosquera.

1. MOSQUERA MOSQUERA, Juan Sabino. Falleció en Istmina el 26 de diciembre de


1980. En la señora Alicia Mosquera fue padre de Flavio Sabino Mosquera Mosquera;
también fue padre de Osias Mosquera.

MOSQUERA MOSQUERA, Flavio Sabino. Nació en Istmina el 6 de julio de 1920


y falleció en la misma ciudad el 13 de diciembre de 1987. Casado con María Ángela
Mosquera, fue padre de Numidia, Flavio Antonio, Dager James, Luis Alberto y de Ibis
Jesús Mosquera Mosquera.

Mosquera Mosquera, Numidia (María Negrita). Madre de un hijo llamado Francis.


Mosquera Mosquera, Flavio Antonio (Moro Sabino).
Mosquera Mosquera, Dager James.

MOSQUERA MOSQUERA, Osias. Con Elizabeth Valencia Mosquera es padre de


Marta Cecilia, y de Margarita Mosquera Valencia; con Cilia Mosquera lo es de Yaneth
Mosquera Mosquera.

2. MOSQUERA MOSQUERA, Neftalí. Nació en Istmina el 18 de enero de 1914 y


falleció en Quibdó el 13 de abril de 1990. En primeras nupcias se unió con la señora
Inés Rincón, siendo padre de Julia Zulema, Dafni Magno, Amed Neftalí, Diana Inés y
Abraham Mosquera Rincón. Sus segundas nupcias las celebró con la señora Ana Ernés
Córdoba y con ella fue padre de Danae Ernés, Cloris María, Castor Rodolfo, Augusto
Cicerón, Ariosto Napoleón, Darío Aquiles, Fidias Lovi, y de Leda Juliana Mosquera
Córdoba.

Mosquera Córdoba, Danae Ernés.


Mosquera Córdoba, Cloris María.
Mosquera Córdoba, Castor Rodolfo.
Mosquera Córdoba, Augusto Cicerón. Célibe.
Mosquera Córdoba, Ariosto Napoleón.
Mosquera Córdoba, Darío Aquiles.
Mosquera Córdoba, Fidias Lovi.
Mosquera Córdoba, Leda Juliana.

3. MOSQUERA MOSQUERA, Humildad. Nació en Istmina el 31 de diciembre de 1900


y falleció en la misma ciudad el 3 de julio de 1977. Casada con el señor Jeremías Ibargüen,
fue madre de César, Martín, Roberto (estaquita) y Prudencio Ibargüen Mosquera.

IBARGÜEN MOSQUERA, César (Cajorca). Fue padre de Mirna Luz y de César


Ibargüen; posteriormente se casó con María Isabel Mosquera y fue padre de Carmela,
Oliva, Luisa, Laura, Salomón y Osias Ibargüen Mosquera.

105
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Ibargüen, Mirna Luz (Chombita). Casada con Migdonio Mosquera.

Ibargüen, César (Chegu). Padre de Lady, Anuar, Noria y Jhon Ibargüen Becerra y también
de César Erley Ibargüen.

Ibargüen Mosquera, Carmela (Morita). Casada con Cleofás Antonio Perea (Sam) en quien
fue madre de Elkin Samir, Frederick Cleofás, Andrés Mauricio y Paola Perea Ibargüen.

Ibargüen Mosquera, Oliva. Con Ángel Amelio Valencia Cross fue madre de Angélica
Mercedes Valencia Ibargüen (ver: Valencia Cross, Ángel Amelio), posteriormente fue
madre de Yudi Sugey Moreno Ibargüen.

Ibargüen Mosquera, Luisa (Timbu). Es la madre de Maira Yiseth Mosquera Ibargüen.


Ibargüen Mosquera, Laura. Madre de Yasmín Enrique y Yeimar Mosquera Ibargüen.
Ibargüen Mosquera, Salomón. Sin descendencia.
Ibargüen Mosquera, Osias. Sin descendencia.

IBARGÜEN MOSQUERA, Martín (Mochale). Con Eloisa Mosquera Mosquera es


padre de Juliana Mosquera Mosquera. Posteriormente se casó con la señora Lilian
Nagles en quien fue padre de Doris del Carmen, Maritza, Franklin, Eulalia, Betsy y
Harlim Mosquera Nagles.

Mosquera Mosquera, Juliana (Chicharra). Madre de Marlen Yhajaira Sánchez Mosquera,


Julio Yarinson y Nancy Lorena Mosquera Mosquera; e igualmente de Yeison Javier y
Yonatan Alexander Montaño Mosquera. Marlen Yhajaira es madre de Cindy Maryuri
Barrero Sánchez y Livianni Sánchez. Julio Yarinson es padre de Julián Andrés Mosquera
Murillo.

Mosquera Nagles, Doris del Carmen (Ponguir). Con Ailan Mackenzie Mosquera Maturín
es madre de Aidi Tatiana Mosquera Mosquera.
Mosquera Nagles, Maritza (Mazorca). Con Heriberto Osorio es madre de Yasson Yair
Osorio Mosquera; con Carlos Varela (Nene) lo es de Greisi Lilianni, Carlos Andrés y
Yeison Felipe Varela Mosquera.
Mosquera Nagles, Franklin (Alférez). Padre de Yussi Catherine Mosquera Hurtado
(Diola).
Mosquera Nagles, Eulalia (Lala). Sin descendencia.
Mosquera Nagles, Betsy (Coti). Con Leyton Lozano es madre de Susel Adriana y Adrianni
Alexandra Lozano Mosquera.
Mosquera Nagles, Harlim (Chan). Con Karim Aley (Tami) Mosquera Bonilla es padre de
Harlim (Yupito), Harleidis (Bienvenida), Karim Harlesi (Camila) Mosquera Mosquera.

IBARGÜEN MOSQUERA, Alberto (Estaquita). Casado con Berta Murillo, son sus
hijos Luz del Carmen, Humildad, Hugo Alberto, Franklin Antonio, Marlenis y Nancy
Mosquera Murillo.

106
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Mosquera Murillo, Luz del Carmen. Sin descendencia.


Mosquera Murillo, Humildad. Madre de Juan Camilo y José David Castillo Mosquera.
Mosquera Murillo, Hugo Alberto. Padre de Denni y Maryuri Mosquera.
Mosquera Murillo, Franklin Antonio. Padre de Julieta Mosquera.
Mosquera Murillo, Marlenis. Sin descendencia.
Mosquera Murillo, Nancy. Sin descendencia.

IBARGÜEN MOSQUERA, Prudencio. Casado con Ilva Mosquera, con ella fue padre
de Hannover, Hawar, Hamley, Harvey, Hamlue Ibargüen Mosquera.
Ibargüen Mosquera, Hannover.

Ibargüen Mosquera, Hamley. Casada con Arbey Antonio Pino Peña.

4. MOSQUERA MOSQUERA, Hercilia. Con el señor Arenas fue madre de Víctor Emilio
y de Arcángel Arenas Mosquera. Posteriormente se casó con el señor Eleazar Asprilla
y fue madre de Aidault, Eleazar, Ruth, Euménide, Leonor, Neftalí, César Desdémones,
Desdémona, Ismenia y Genoveva Asprilla Mosquera.

ARENAS MOSQUERA, Víctor Emilio. Nació en Istmina en octubre de 1924 y murió


en la misma ciudad en febrero de 2000. Padre de Arenita, Dido Yomaira, Nive Arenas y
Marta Luz Arenas Ibargüen; con la señora Aminta fue padre de Esmirna Arenas.

Arenas Ibargüen, Dido Yomaira (Popiro). Madre de Yenci y de Marcela Arenas;


posteriormente con Rigno Antonio Rentería (Cocho) fue madre de Yirlean Rentería
Arenas.

Arenas Ibargüen, Nive (Monene). Falleció en Istmina el 10 de noviembre de 2003.

Arenas Ibargüen, Marta Luz (Chacu). Es la madre de Dido Yomaira Perea Arenas, de
Luis Enrique Urruchurto Arenas y de Manuela Arenas. Dido Yomaira es la madre de
Karith Yaeli y Yaedi Copete Perea.

Arenas, Esmirna (Gringa). Con Juan Carrasco fue madre de Gloribeth y Yineza Carrasco
Arenas.

ARENAS MOSQUERA, Arcángel (Chori). En la señora Paulina Mosquera fue padre


de Abraham (Cheiran), César Augusto (Cununo) y Nury Delis (Mora) Arenas Mosquera.

Arenas Mosquera, Abraham (Cheiran). En Aída Luz Murillo fue padre de Edwin Arley,
Livis, Dalina, Deibison y Anni Yulieth Arenas Murillo; con Esperanza Ríos fue padre
de Danny Arenas Ríos; con Ana del Carmen Perea Mosquera de Alexander Arenas
Mosquera; con Maricel Hurtado fue padre de Hilda Yaleidy y Yackson Arenas Hurtado;
con Yolima Mosquera procreó una hija de nombre Yuenny Paola Arenas Mosquera.
También es padre de Erika Arenas.

107
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Arenas Mosquera, César Augusto (Cununo). Padre de Saidy, César y Marly Arenas
Mosquera.

Arenas Mosquera, Nury Delis (Mora). Con Efraín Mosquera es madre de Delis y Efraín
Mosquera Arenas.

ASPRILLA MOSQUERA, Aidault. Falleció el 24 de marzo de 1987. Casado con


Hermencia Hurtado, son sus hijos Adonis, Venus Mosquera Hurtado.

ASPRILLA MOSQUERA, Eleazar.

ASPRILLA MOSQUERA, Ruth. Casada con Juan Pablo Palacios fue la madre de
Hercilia y Juan Tito Palacios Asprilla.

Palacios Asprilla, Hercilia. Casada con Carlos Alberto Ríos Hurtado (Mello Piquiña),
fueron sus hijas Adela Alexandra y Ruth Victoria Ríos Asprilla.

Palacios Asprilla, Juan Tito (Pío). Con Marisol Valoyes Ruiz es padre de Rubén Darío,
Fernando y Juan David Palacios Valoyes.

ASPRILLA MOSQUERA, Euménide (Tita). Falleció en Istmina el 10 de abril de 1980.


Fue la esposa de Ramón Calixto Peña (nacido el 5 de abril de 1939 y fallecido el 13 de
septiembre de 2003), con quien fue madre de Naomi, Magda, Euménide, Yannira y
Ramón Calixto Peña Asprilla.

Peña Asprilla, Naomi. Casada con Gumercindo Valencia Cross, madre de Daniela
Valencia Peña.
Peña Asprilla, Magda (Naochita). Casada con Asnoraldo Manyoma.
Peña Asprilla, Euménide (Naima).
Peña Asprilla, Yannira (Nen).
Peña Asprilla, Ramón Calixto (Morancho). Padre de Noraili Peña Quinto, Yhajaira, y Liz
Peña Asprilla.

Asprilla Mosquera, Leonor. Célibe.


Asprilla Mosquera, Neftalí (Pollí).

ASPRILLA MOSQUERA, César Desdémones (Memo). En Luz Mireya Sánchez


Rojas (Macha) fue padre de Emerson Asprilla Sánchez; con Maritza García procreó a
Luz Vanesa, Xiomara y Lucy Asprilla García. Además es padre de Yensi, Carlos Mario y
Cristian David Asprilla Mosquera.

Asprilla Mosquera, Desdémona (Mema). Madre de Diana Quinto Asprilla, Yasenia


Guzmán Asprilla y Yadira Asprilla.

Asprilla Mosquera, Ismenia. Célibe. Falleció en Istmina el 14 de diciembre de 1994.

108
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Asprilla Mosquera, Genoveva. Casada con José William Mosquera Urrutia, con él fue
padre de Luz Olivia, Luis Ernesto y William Darling Mosquera Asprilla.

Mosquera Asprilla, Luz Olivia (Lucha). Casada con Carlos Pino, fue madre de Karoli
Hasley, Carlos William y Carlos David Pino Mosquera.

Mosquera Asprilla, Luis Ernesto (Campa). Casado con Yarli Enith Mosquera, con ella
fue padre de Leandra, César Luis y de Luna Ester Mosquera Mosquera12.

MURILLO
Origen Y Significado

Linaje aragonés. Al igual que Muriel es un diminutivo de Muro. Este viene del latín
murus; «amparo», «defensa», «pared» o «tapia». En sentido figurado durante los siglos
XVI y XVII significó «castillo», «fuerte», «palacio», «cumbre» o «monte», «recinto de
ciudad»13.

Esclavizadores

Afrochocoanos

MURILLO, Espíritu Santo. Nació en Tadó en ¿1880?, casado con Rosalina Garcés
González, en ella fue padre de Marco Tulio, Dora, Nelfa y de Ana Murillo Garcés. Con
Trina López fue padre de Egidio, Celestina y Emiliano Murillo López. Otros hijos suyos
fueron Teresa, Adriano y Francisco Murillo.

1. MURILLO, Teresa. Radicada en Istmina donde falleció el 27 de enero de 1986.


Casada con Pedro Mosquera con quien fue madre de Elvia, Evangelina, Norberto,
Francisca y Teresa Mosquera Murillo.

MOSQUERA MURILLO, Elvia. Casada con el señor Valencia, fueron sus hijos Nur,
Guillermo, Julia Irene, Luis, Danilo y Jorge Valencia Mosquera.

Valencia Mosquera, Nur. Casada con Hortencio Medina (Negro Medina), fueron sus
hijos Jairo, Elen, Marta, Gustavo y Elvia Medina Valencia.

12. RIVAS LARA, César (2). Semblanza de Neftalí Mosquera y Mosquera. Promotora Editorial de Autores Chocoanos.
Medellín. 1995. Pp. 49-51. Además se entrevistó a Doris del Carmen Mosquera Nagles, Paola Perea Ibargüen, Juan Tito
Palacios Asprilla, César Desdemones Asprilla Mosquera, entre otros.
13. TIBÓN, Op. cit., p. 165.

109
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Valencia Mosquera, Julia Irene.


Valencia Mosquera, Danilo. Falleció sin descendencia.
Valencia Mosquera, Guillermo.
Valencia Mosquera, Luis (Lucho Trosa).
Valencia Mosquera, Jorge.

MOSQUERA MURILLO, Evangelina. Casada con el señor Américo Mosquera, con


él fue madre de Gerenarda, Ruby, Américo, Carmenza, Henry, Luz Amparo y Rommel
Mosquera Mosquera.

Mosquera Mosquera, Gerenarda. Casada con Salvador Castañeda en quien es madre de


Ani del Mar Castañeda Mosquera.

Mosquera Mosquera, Ruby. Célibe.


Mosquera Mosquera, Américo.
Mosquera Mosquera, Henri (Henri Nina). Padre de Carlos Mosquera Murillo.
Mosquera Mosquera, Carmenza. Sin descendencia.
Mosquera Mosquera, Luz Amparo (Lucha). Casada con Cecilio Rodríguez, sin
descendencia.

Mosquera Mosquera, Rommel. Casado con Yhajaira Castillo Hurtado en quien es padre
de Rommel y de Cristóbal Mosquera Castillo.

MOSQUERA MURILLO, Norberto. Casado con Bernarda Gómez, fueron sus hijos
Pedro Eliécer, Glidiar Teresa, Luis Norberto, Jhon Fidel y Carlos Javier Mosquera Gómez;
además fue padre de Julio Mosquera.

Mosquera Gómez, Pedro Eliécer. Casado con Luisa Echeverri, en ella es padre de Kevin
y de Jhoan Mosquera Echeverri.

Mosquera Gómez, Glidiar. Madre de Teresa Mosquera.

Mosquera Gómez, Luis Norberto (Vicario). Padre de Luis Valmic Mosquera Moreno.

Mosquera Gómez, Jhon Fidel. Con Rosa Lemus es padre de Joser y de Teresa Mosquera
Lemus; además es padre de Jhonier Mosquera.

Mosquera Gómez, Carlos Javier. Con Aída Rentería es padre de Kaira Teresa Mosquera
Rentería.

MOSQUERA MURILLO, Francisca (Pachita). Casada con Humberto Perea, fueron


sus hijos Natalia, Maribeth, Humberto, Socorro, Haver y Alan Perea Mosquera.
Perea Mosquera, Natalia. Casada con Simón Hinestroza Sánchez.
Perea Mosquera, Maribeth.
Perea Mosquera, Humberto. Con Juana Murillo Salazar.

110
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Perea Mosquera, Socorro. Casada con Hernando Ramírez Cañizales.


Perea Mosquera, Haver.
Perea Mosquera, Alan.

MOSQUERA MURILLO, Teresa. Es la esposa del señor Cleomenes García, en cuyo


matrimonio fue madre de Xiomara y Cleomenes García Mosquera.

García Mosquera, Xiomara. Con Darío Kujar.

García Mosquera, Cleomenes. Con Diana Buenaños fue padre de Cleomenes García
Buenaños14.

Esclavizador Lugar Escl. Útiles Chusma* Total

Don Tomas Murillo Torrá 84 28 112


Don Félix Ignacio Murillo Torrá 22 8 30
Don Manuel Murillo Santa Bárbara 25 5 30
Tomado de: Censo de minas y esclavos de las provincias del Chocó. 1759. Fondo de negros y esclavos. Archivo
Histórico Nacional.

2. MURILLO, Adriano.

3. MURILLO LÓPEZ, Egidio. Con la señora María Luisa Mosquera fue padre de
Hernán y Diomedez Mosquera Murillo; con Juana Sánchez lo fue de Nimia y Orlando
Murillo Sánchez.

MOSQUERA MURILLO, Hernán. Nació el 24 de agosto de 1936 en San José del Palmar.
Casado con Rocío Mosquera Ordóñez, radicados en Cali. Fue padre de Genoveva, Elida,
Minerva, Orfelia, Jhuver Ney, Carlos Hernán, Sara Inés, Hilda Rocío, Olga Cecilia y Pablo
Alexander Mosquera Mosquera.

Mosquera Mosquera, Genoveva. Con Javier Arcila es madre de Diana Marcela, Francisco
Javier, Alejandro y Luis Miguel Arcila Mosquera. Radicados en Quibdó.

Mosquera Mosquera, Elida. Casada con Jorge E. Jordán. Son sus hijos Leiby y Cristian
Jordán Mosquera.

Mosquera Mosquera, Minerva. Es madre de Jean Pierre Mosquera.

Mosquera Mosquera, Orfelina. Casada con Otoniel Palacios. Es madre de Yonni


Alexander Palacios Mosquera.

14. ENTREVISTA con Luis Norberto Mosquera Gómez.

111
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Mosquera Mosquera, Jhuver Ney. Casado con Luz Dari.


Mosquera Mosquera, Carlos Hernán. Sin descendencia.
Mosquera Mosquera, Olga. Es madre de Juan Sebastián Mosquera.

MOSQUERA MURILLO, Diomedez. Casado con Petronila Mosquera, quien es


hermana de Rocío la mujer de su hermano Hernán. Fueron sus hijos Marta Neison,
Ofelia, Rita, Robeiro, Fernando y Lisandro Mosquera Mosquera.

SÁNCHEZ MURILLO, Nimia. Sin descendencia15.

4. MURILLO, Francisco. Fue padre de Francisco (Kico), Esau y Luz Marlene Murillo
Camacho; Elizamad, Jafeth y Judith López Camacho. Ellos caprichosamente optaron
por sus apellidos, por eso algunos son Murillo Camacho y otros López Camacho.

Murillo Camacho, Francisco (Kico). Padre de Edinson, Amed y Mari del Carmen Murillo
Albornoz.

Murillo Camacho, Esau. Padre de Yasser, Jessica y Anni Murillo Mena.


Murillo CamachO, Luz Marlene. Madre de Zorith y Tatiana Murillo Mosquera.
López Camacho, Elizamad. Madre de Darwin, Gineth y Jefferson López16.

5. MURILLO GARCÉS, Marco Tulio. Nació en 1910 y murió en 1995. Conformó varios
hogares. Casado con Carmen Palacios Martínez. Fueron sus hijos: Nidia del Carmen,
Antonio José, Justa, Marco Tulio, Eutiquio y Espacia Murillo Palacios. Con Cristobalina
Mosquera fue padre de Marocsia, Ana Rosa, Marco Tulio y Aysa Murillo Mosquera; con
Carmelina Ramos procreó a Miguel Ángel, Pablo, Severiana, Marta Tomasa y Marco
Tulio Murillo Ramos; con Alejandrina Martínez fueron sus hijos Jacinto y Horacio
Murillo Martínez.

Otros hijos suyos fueron Edda, Jorge y Balbino Murillo.

MURILLO PALACIOS, Nidia del Carmen. Falleció célibe.

MURILLO PALACIOS, Antonio José (Toño Murillo). Nació en Quibdó el 10 de


agosto de 1930. Conformó varios hogares. Casado con Ildefonsa Mena con quien fue
padre de Socorro, Tadeo, Ludilde, Pasleida y Tulio Murillo Mena. Con Josefina Córdoba
fue padre de Marco Eladio y Estrella Murillo Córdoba; en Teresa Martínez lo fue de
Adolfo y Carlos Murillo Martínez; con Aminta Gómez tuvo a Edilma, Norvey, Antonio,
Homero y Aminta Murillo Gómez; con Ana Arce a Leybi, Elmi Tricia y José David Murillo
Arce y con Rita Mena fue padre de Antonio José Murillo Mena.

15. ENTREVISTA con Hilda Rocio Mosquera Mosquera.


16. ENTREVISTA con Esau Murillo Palacios.

112
MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Murillo Mena, Socorro. Casada con Luis Fernando Ochoa, con él fue madre de
Luisa Fernanda Ochoa Murillo; luego con Petronio Salamandra fue madre de Duban
Salamandra Murillo.

Murillo Mena, Tadeo. Con Ana Teresa fue padre de Julián Esteban Murillo; casado con
Carmen Rosa Chávez es padre de Francis David Murillo Chávez.

Murillo Mena, Ludilde. Casada con Rafael Ibargüen, es madre de Ani, Edward, Delis y
Dalia Ibargüen Murillo.

Murillo Mena, Pasleida. Casada con Asterio Arriaga Mosquera; madre de Leiden y Mari
Paz Arriaga Murillo.

Murillo Mena, Tulio. Con Delvis Murillo fue padre de Pasleidi Murillo Murillo; con
Francesca Murillo de Tulio Edier Murillo Murillo y con Cristina Mosquera de Carolina
Murillo Mosquera.

Murillo Córdoba, Marco Eladio. Casado con Sadi Valencia, en ella es padre de Yaneli y
Yijan Murillo Valencia.

Murillo Córdoba, Estrella. Casada con Reinaldo Ferrer, fueron sus hijos Jhon Mario,
Helen, Carolina y José Eduardo Ferrer Murillo.

Murillo Martínez, Adolfo. Fue padre de Yuladi, Arlet y Heli Murillo; se casó con Enith
Benita Casas y en ella tuvo a Arlet Murillo Casas.

Murillo Martínez, Carlos. Casado con Mirta Cortéz, con quien procreó a Yessenia,
Carlos, Yerri, Alexandra y Marcela Murillo Cortéz.

Murillo Gómez, Edilma.


Murillo Gómez, Norvey.
Murillo Gómez, Antonio. Casado con Cecilia Lozano Martínez.
Padre de Federico Murillo Lozano.
Murillo Gómez, Homero.
Murillo Arce, Leybi. Sin descendencia.
Murillo Arce, Elmi Tricia. Casada con Lisandro Mosquera Dueñas, madre de Johann
Mosquera Murillo.
Murillo Arce, José David. Casado con Liliana Garcés, con ella es padre de José David
Murillo Garcés.
Murillo Mena, Antonio José. Casado con Maritza, son sus hijos José Eduardo, Juan David
Murillo.

113
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

MURILLO PALACIOS, Justa. Casado con Ovidio Robledo. Madre de Jesús Erwin
Robledo Murillo.

Murillo Palacios, Marco Tulio. Casado con Socorro Valencia. Son padres de German y
Luis Fernando Murillo Valencia; además él es padre de Marco Tulio Murillo.
Murillo Palacios, Espacia. Casada con Nereo Asprilla Geneco. Son sus hijos Nereo,
Antonio, Julia Belén y Carlos Asprilla Murillo.

MURILLO PALACIOS, Eutiquio (Mirindulo). Casado con Genoveva Vivas, en ella


fue padre de Lucy del Carmen y Eutiquio Murillo Vivas; con Luisa Ramos tuvo un hijo
de nombre Edinson Murillo Ramos; con Carmen Cuesta fue padre de Jacinto y Carmen
Murillo Cuesta; en Beatriz Herrera lo fue de Ana María, Juan Camilo, Nidia Hermelina y
Eutiquio Murillo Herrera y con Yaneth Córdoba Palacios, de Euyana Murillo Córdoba17.

6. MURILLO GARCÉS, Ana. Casada con Avelino Mosquera, son sus hijos Andrés,
Fausto, Lucina, Lilian Farith y Julio Mosquera Murillo.

7. MURILLO GARCÉS, Nelfa. Madre de Gloria Eliris y de Enrique Copete Murillo,


también de Luz Colombia, Carmen, Olga, Alberto y Jairo Murillo.

8. MURILLO GARCÉS, Dora. Nació en Tadó el 28 de febrero de 1819, es la menor


de todos los hijos de Espíritu Santo Murillo, casada con Luis Antonio Parra Palomeque.
Son hijos de esta unión Luis Enrique, Gabriel, Lacides, Yasmín, Gisela, Francisco, María
Luisa y Carmen Zulema Parra Murillo.

PARRA MURILLO, Luis Enrique (Lucho Parra). Casado con Adolzaida Rentería
Abadía, Lenín Enrique, Yassir, Darling Yanice y Gabriel Parra Rentería; además él es
padre de Eduardo Parra Gamboa.

Parra Rentería, Yassir. Casado con Johana Bean, en ella es padre de Luis Arnold Yassir
Parra Bean.

Parra Rentería, Darling Yanice. Madre de Yanice Eliana Meza Parra.


Parra Murillo, Gabriel. Célibe.
Parra Murillo, Lacides. Casado con Yolanda Sarmiento, padre de Luis Carlos y Olga
Patricia Parra Sarmiento.

Parra Murillo, Yasmín. Casada con Luis Eduardo Segura Castañeda, con quien es madre
de Samir Enrique Segura Parra.

Parra Murillo, Gissela. Casada con Pierre Deiudonne. Madre de Margaret Deiudonne
Parra.

17. ENTREVISTA con Ildefonsa Mena, Pasleida Murillo Mena y con Eutiquio Murillo Palacios.

114
MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Parra Murillo, Francisco. Célibe.


Parra Murillo, María Luisa. Célibe.
Parra Murillo, Carmen Zulema. Fallecida sin descendencia18.

VALENCIA
Origen y Significado

Es un apellido «toponímico». Pertenece a un grupo numeroso de apellidos que tienen su


origen en lugares concretos de España, ya sean pueblos, villas, ríos, ciudades, comarcas,
etc. En este caso el apellido tomó el nombre de una ciudad con una historia que comienza
en el año 138 aC por el cónsul romano Décimo Junio Bruto quien comenzó la población
de la ciudad estableciendo en ella a antiguos seguidores de Viriato. Su nombre romano
fue el de Valentía Edetanorum, pero su importancia quedaba muy disminuida ante la
importancia de la vecina Sagunto, ciudad fiel, aliada de Roma. El apellido Valencia es
antiquísimo, de origen castellano, aunque una rama pasó a las Indias. Así lo afirma
Fernando-González Doria en su «Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de
España», destacando que tuvo su primera casa solar en León. En concreto el apellido
partiría de la población de Valencia de don Juan y sería por tanto de origen toponímico.
Otra obra destacada «El Solar Catalán, Valenciano y Balear» dice que es un linaje de
Cataluña y Valencia. A Francisco Valencia, natural de Piera (Barcelona), le concedió
Felipe III, privilegio de caballero del Principado de Cataluña, dado en Denia el 14 de
agosto de 1.599. Luis y Antonio de Valencia y Franquesa, fueron habilitados como
nobles en las Cortes de Barcelona de 1.702. Finalmente, Vicente Valencia, natural de
Xátiva, consiguió privilegio de caballero del reino de Valencia, dado por Felipe IV, el 28
de febrero de 1.63319.

Esclavizadores. Este es uno de esos apellidos que establecieron casa en Popayán entre
finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, convirtiéndose en ilustres familias de buen
linaje y abolengo. Esta casa caucana procede de don Pedro Valencia, un comerciante
que desembarcó en Cartagena y trajo a Popayán partidas de esclavizados. Este señor
tuvo una larga descendencia, quince hijos y su heredero Pedro Agustín Valencia dejó
doce hijos20. Los de este linaje que vinieron con esclavizados al Chocó se establecieron
principalmente en Nóvita, Tutunendo y en Mungarrá, alrededor de Tadó; en esta última
localidad hacia 1730 el Maestre de Campo don Agustín de Valencia había explotado
minas21.

18. ENTREVISTA con María Luisa Parra Murillo.


19. GONZALEZ-DORIA, Op. cit.
20. Colmenares, Op. cit., p. 247.
21. Ibíd., p. 145.

115
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

De VALENCIA y ESTRADA, Don Felipe. En 1755 era propietario de la mina «San


Felipe de Tamaná», la cual laboraba con cuarenta y tres esclavizados.

VALENCIA HURTADO, Don José María. Nacido en Popayán, hijo legítimo de don
Sebastián Valencia Fernández Castillejo y de doña Bárbara Hurtado del Águila, también
Payaneses. Don José María fue casado con doña Josefa de Rebolledo y Jiménez, quien
era hija legitima de don Francisco Antonio de Rebolledo, natural de Castilla (España) y
de doña Tomasa Jiménez de Cuevas, payanesa. Fueron hijos de don José María y doña
Josefa Francisco Javier, María Josefa, María Gertrudis, José Cornelio y Juan José Valencia
Rebolledo. Don José María fue un influyente hombre en la vida política de la provincia
de Citará, miembro de la Junta de Gobierno en 1812 y gobernador de las provincias del
Chocó. Su prestigio político encontró el pilar en el origen y en las actividades realizadas
como negrero y esclavizador (1815). Don José María era tío de los hermanos don Manuel
y don Antonio Valencia22.

VALENCIA, Don Joaquín. Casado con la señora Joaquina Valencia, payaneses. Dos
hijos de este matrimonio se establecieron como esclavizadores en Citará: don Manuel
y don Antonio Valencia Valencia. Este último fue el dueño de la mina y esclavizados
de Tutunendo, de donde muchos esclavizados salieron con el apellido Valencia. A
don Manuel se le conocen tres hijos naturales llamados Manuel Antonio, Tomasa y
Encarnación Valencia (1837)23.

VALENCIA, Camilo Enrique. Según William Valencia Robledo este esclavizado,


junto con su hermano Zoilo, fue traído del Cauca por don Manuel Valencia para que le
administrara la mina de Tutunendo y por escritura pública, que él no cita, les otorgó el
apellido24. Camilo se casó con María Antonia Mendoza y fue padre de Zoilo, Leonardo,
Cleofe, Petrona, Juana Juliana y Ventura Valencia Mendoza.

VALENCIA MENDOZA, Zoilo. En Juana Saucedo fue padre de Leonidas Valencia


Saucedo; con María de la Luz Becerra (tercer matrimonio) procreó a Julio Ricaurte,
Nicolasa, Ana Teresa, Alberto y Alicia Valencia Becerra; con Eloisa Robledo fue padre
de Germán Valencia Robledo.

VALENCIA BECERRA, Julio Ricaurte. Padre de Gonzalo, Lilian, Celmira, Sergio Elías,
Zoilo, Reinaldo, Reinaldo y Afranio Valencia. Con su esposa Aura Cuesta Mosquera fue
padre de Ana Zoraida, Nohemí, Julia, Dolores y Alicia María Valencia Mosquera25.

22. Notaría. Cit. 1812. F 69v.


23. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., p. 152.
24. VALENCIA ROBLEDO, William. De la nostalgia a la esperanza. Cali: Gráficas Salesianas. 1992. P. 64.
25. ENTREVISTA con las hermanas Alicia, Dolores y Nohemí Valencia Cuesta. La información sobre la familia Valencia
fue recogida en los meses de febrero y marzo de 2007.

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Valencia, Celmira. Madre de Jesús y de Yolanda Valencia. Jesús es padre de Alicia


Andrea y Julio Estiven.

Valencia, Sergio Elías. Casado con Amparo Moreno, son sus hijos Albert y Sergio
Valencia Moreno.

Valencia, Reinaldo. Casado con Licenia Rengifo, padre de Julio y Jorge Valencia Rengifo.

Valencia Cuesta, Ana Zoraida. Casada con Ramón Moreno fue madre de Aura Zamira,
Ramón, Sara Gina y Julia Itiani Moreno Valencia.

Valencia Cuesta, Nohemí. Casada con Nereo Mena con quien es madre de Julio Américo,
Carlos Enrique, Jacinto Yair, Javier, Ana Julia y Yhajaira Mena Valencia.

Valencia Cuesta, Julia. Casada con Raúl Armando González Martínez, con él fue madre
de Raúl Armando, Roger Andrés, Rubi y Rosmery González Valencia. Roger Andrés es
padre de Julián Francisco y Mariana González; Rosmery es madre de Deiner David Bello
González, cuyo padre es Gustavo David Bello.

Valencia Cuesta, Dolores María. Con Manuel Cobo es madre de Girleza Cobo Valencia.
Valencia Cuesta, Alicia María. Casada con Guido Serna García, son hijas Marenth Gisel
y Ligia Nareth Serna Valencia26.

VALENCIA MENDOZA, Leonardo. Con la señora Modesta Mena fue padre de


Salomón, Julián, Idelfonsa y Antonia Valencia Mena y con Delfina Plaza lo fue de Abulia
y María Valencia Plaza.

VALENCIA MENDOZA, Cleofe. Con Benjamín Robledo tuvo a Griselda, Bruna, Marco,
Benjamín y Eduardo Robledo Valencia.

VALENCIA ROBLEDO, Petrona. Casada con Baldomero Mena, con él procreó a


Cervelina, Esneda, Próspero, Juan Daniel, Regina y Primitiva Mena Valencia.

VALENCIA MENDOZA, Juana Juliana. Casada con Antonio Mena, hermano de


Baldomero. Fueron sus hijos Eduvigia y Enrique Mena Valencia.

VALENCIA MENDOZA, Ventura. Sin información sobre sus descendientes.

VALENCIA, Zoilo. Hermano de Camilo Enrique. Casado con María Ángela Mena, con
ella fue padre de Andrés, Calixto (mulato), Francisco, Rufo y Rosaura Valencia Mena.

VALENCIA MENA, Andrés. Casado con Eulalia Mena fue padre de Vidal, Epifanio,
Ciprian y Andrea Valencia Mena.

26. ENTREVISTA con Rosmery González Valencia.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

VALENCIA MENA, Calixto (mulato). Casado con Zacaría Robledo en quien fue padre
de Luis, Juana Francisca y Jovita Valencia Robledo.

VALENCIA MENA, Francisco. Casado con Pastora Quejada, con ella fue padre de
Ramón, Zoilo, Francisco, Eugenia y Basilisa Valencia Quejada.

VALENCIA MENA, Rufo. Casado con Bibiana fue padre de Eliseo, Donaldo, Juana y
Elena Valencia. Con Marcelina Romaña lo fue de Juan del Carmen, Pedro, Evarista y
Eladio Valencia Romaña.

VALENCIA MENA, Rosaura. Casada con Fabricio Gamboa, con quien fue madre
de Pastora, María Castola, Alejandrina, Felicinda, Gorgonia, Emiliana y Juan Gamboa
Valencia.

GAMBOA, Calixto (negro). Lo llamaban así para diferenciarlo de Calixto (mulato)


Valencia Mena. Hermano de Melchor, Francisco y Fabricio. El apellido de ellos era
Gamboa, pero los descendientes de Calixto, a excepción de Eugenia, por alguna razón
se cambiaron el apellido por Valencia. Calixto se casó con Silverio Gamboa y fueron
sus hijos Eugenia, Juan, Carlos, Idelfonso, Eugenio, José Andrés y Serapio Valencia
Gamboa.

GAMBOA GAMBOA. Eugenia. Casada con Laureano Ramírez fue madre de María
Ramírez Gamboa.

VALENCIA GAMBOA, Carlos. Casado con Leocadia Caicedo Robledo en quien fue
padre de Rafael, Isabel, Denia, Carolina, Alejandro, Escolástica, Getzomina, Azarias y
Serapio Valencia Caicedo.

VALENCIA CAICEDO, Rafael. Casado con Digna María Blandón, con ella es padre de
Rafael, Digna, Emerita, Modesta, Julia Amparo, Beatriz Leocadia, Abigail, Marta Cecilia,
Carlos Hernando, Yesi Consuelo, María Yaneth, Fabiola y Erika Valencia Blandón.

Valencia Blandón, Rafael. Con Elda Cecilia Madrid fue padre de Elda Yaneth y Rafael
Andrés Valencia Madrid.

Valencia Blandón, Digna Emerita. Con Marino Valencia es madre de Rafael Marino
Valencia Valencia.

Valencia Blandón, Modesta. Con Senén Palacios es madre de María Fernanda, Luis
Eduardo y David Felipe Palacios Valencia.

Valencia Blandón, Julia Amparo. Con Ovidio Martínez es madre de Charles y Cristian
Martínez Valencia.

Valencia Blandón, Beatriz Leocadia. Con Jairo Zapata es madre de Yair Zapata Valencia.

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Valencia Blandón, Abigail. Padre de Rocío Valencia Mosquera, cuya madre es Luz
Marina Mosquera. Con Fanny Barón tiene un hijo llamado Luis Fernando Valencia
Barón.

Valencia Blandón, Marta Cecilia. Con Carlos Villareal es madre de Sandra, Yaneth y
Andrés Camilo Villareal Valencia.
Valencia Blandón, Carlos Hernando. Con Dolis Córdoba es padre de Edier Valencia
Córdoba. Además, es padre de Kelly Yuseth y Carlos Andrés Valencia Moreno, cuya
madre es Cenith Moreno.

Valencia Blandón, Fabiola. Con Euclides Pino Córdoba es madre de María Victoria del
Carmen y Víctor Fabián Pino Valencia.
Valencia Blandón, Erika. Con Luis Fernando Cruz Contreras es madre de Angie Carolina
y Steff Cruz Valencia.

VALENCIA CAICEDO, Denia (qepd). Casada con Antenor Cubillos, dejó tres hijos
llamados José, Eduardo y Antenor Cubillos Valencia.

VALENCIA CAICEDO, Escolástica. Casada con Julián Mena, les sobrevivieron Ana
Julia, Marisol y Luz Marina Mena Valencia.

VALENCIA CAICEDO, Cerapio. Con Ana Mosquera es padre de Katerine Valencia


Mosquera.

VALENCIA CAICEDO, Getzomina. Casada con Antonio Asprilla con quien procreó a
Gisela, Xiomara, Yensi, Farol Asprilla Valencia.

VALENCIA CAICEDO, Alejandro. Con Petrona Valderrama es padre de Jenny,


Alexander, Cristian y Sandra Patricia Valencia Valderrama.

VALENCIA CAICEDO, Azarías. Con Leopoldina Robledo es padre de Wilton y Luis


Fernando Valencia Robledo.

VALENCIA GAMBOA, Idelfonso. Con Eulogia Ayala tuvo un hijo llamado Eugenio
Valencia Ayala.

VALENCIA GAMBOA, Juan. Casado con Carolina Moreno, en ella fue padre de
Petronila, Bernabela, Felipa, Catalino, Aniceta, Felisa, José Nicolás, Juan Ramón y
Evergisto Valencia Moreno.

VALENCIA MORENO, José Nicolás. Nació en Tutunendo el 20 de marzo de 1942.


En primeras nupcias fue padre de Carolina Rosa, Sandra Janeth, Betzy Vanessa y de
Johanna Mauren Valencia; luego se casó con Betzy Palacios Díaz y procreó a Mercy
Carolina y Anny Marcela Valencia Palacios27.

27. GAITÁN, Op. cit. T. II. p. 1049.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

VALENCIA GAMBOA, Eugenio. Con Marciana Chaverra fue padre de José Gregorio y
Senen Valencia.

VALENCIA GAMBOA, Serapio. Sin información sobre sus descendientes.

VALENCIA GAMBOA, José Andrés. Con Idelfonsa Valencia (Choncha) fue padre de
Alejandra y de Rosario Valencia Valencia y con su esposa Idelfonsa Palacios lo fue
de Euclides, Elena María, Luis Adolfo, Nohemí, Armando Hermógenes, Imilce y Evelio
Valencia Palacios quien es el hijo menor, nacido en 1937.

VALENCIA PALACIOS, Elena María. Sin descendencia.

VALENCIA PALACIOS, Euclides. Con Elodia Cordulia Chaverra Arce fue padre de
Elida Rosa y Euclides Valencia Chaverra. Otros hijos suyos fueron María Rosario,
Demóstenes, Cilia y Ramón Andrés Valencia Martínez.

VALENCIA PALACIOS, Luis Adolfo. Fue padre de Víctor Valencia Valoyes, José Luis,
Luis Adolfo y Lucinda Valencia Rodríguez y Luz Elena Valencia Parra.

VALENCIA PALACIOS, Armando Hermógenes. Casado con Eufracia Elena Casas


Maturana, con ella fue padre de Armando, Auren Aldemar, Abel Dionisio, Sandra Isabel
y Betsy Rocío Valencia Casas. Con Isabel Mena lo fue de Edwin Andrés Valencia Mena;
con Marina Valoyes procreó a Virgilio, Armando, Luz Marina y Vilma Valencia Valoyes.
Otra hija suya fue Estrella del Carmen Valencia Rentería.

Valencia Casas, Armando. Padre de Diego Armando y Sally Catherine Valencia


Matallana; Liza Karina Valencia Uribe, cuya madre es Niza Estela Uribe Lemus (Ver:
Mosquera Lozano, Miguel Ángel).

Valencia Casas, Auren Aldemar. Padre de Dani Valencia Ayala.


Valencia Casas, Abel Dionisio. Padre de Mauricio Valencia Lara.
Valencia Casas, Sandra Isabel. Madre de Didi Alex Mena Valencia28.

VALENCIA PALACIOS, Imilse. Casada con Jorge Rodríguez, es madre de Rodrigo,


Omar, Virreina y Elizabeth Rodríguez Valencia. Radicados en Bogotá.

VALENCIA PALACIOS, Evelio. Casado con Nancy María Roldán, padre de Nilza María,
Elsy, Madeleine, Ademir y Elkin Valencia Roldán.

Valencia Roldán, Nilza María. Madre de Juan Camilo y Pablo Serna Valencia.

Valencia Roldán, Ademir. Padre de Isabel Sofía y Andrés Camilo Valencia29.

28. Diálogos con Armando Valencia Casas.


29. ENTREVISTA con Evelio Valencia Palacios.

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LIBERTOS

VALENCIA, Juan José. Negro liberto, compra la libertad de sus hijos Lucas, José Ignacio
y Cayetana; esclavizados de don Antonio Valencia dueño de la mina de Tutunendo30.
Al parecer Lucas se casó con María Francisca Mena, ambos naturales de Tutunendo.
Fueron hijos de este matrimonio: Lorenzo, Pantaleón, Juana de Dios, Vicente, Natalia,
Juan Anselmo y Victorina Valencia Mena. Vicente al morir dejó como hijos a Sandalio,
Juana, Nicolasa y Dámaso Valencia. Natalia se casó con Sebastián Ortiz (1890)31.

¿VALENCIA?, Beatriz e Hilaria. Compran su libertad a don Antonio Valencia, dueño


de minas y esclavizados32.

¿VALENCIA?, Carmelo. Compra su libertad a don Antonio Valencia, procedente de la


cuadrilla que este mantiene en el Real de minas denominado Tutunendo33.

¿VALENCIA?, José Ramón. Esclavizado de la mina de Tutunendo, compra su libertad


y la de su esposa Josefa a don Antonio Valencia34.

¿VALENCIA?, José María. Junto con su esposa Leonor, propios esclavizados de don
Antonio Valencia, compra su libertad35.

30. Notaría Cit. 1813. Ff 122r-123v.


31. MOSQUERA y CANTILLO, Op. cit., p. 151.
32. Notaría Cit. 1818. Ff 3v-4r
33. Ibíd, 1818. Ff 43rv.
34. Ibíd, 1818. Ff 48rv-50r.
35. Ibíd, 1818. F 52rv.

121
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

CONCLUSIONES
El recorrido que acabamos de realizar nos permitió develar varios aspectos que en el
texto no quedaron explícitos y por lo tanto, pasan casi inadvertidos:

En primer lugar el estudio de estos troncos nos pone en evidencia la permanencia de los
nombres con origen castellano y católico, al lado de los cuales se puede observar que
surgen nombres de la cultura grecolatina y anglosajona. Esto es una consecuencia de los
contactos e imposiciones culturales que los afro­chocoanos han tenido durante algunos
períodos de su historia. Por otro, los apellidos españoles son todavía los dominantes
y no se observan los que llamamos de origen africano, los cuales infortunadamente
entraron en vía de desaparición.

De otro lado, la gran mayoría de los pueblos del Chocó central se levantaron sobre
antiguos lavaderos de oro pertenecientes a uno o varios esclavizadores; si conocemos
sus nombres podremos en la actualidad precisar los sitios de dispersión u origen
territorial de los apellidos que tienen los afrochocoanos. Porque para el primero de
enero de 1852, cuando entró en vigencia la ley de abolición de la esclavitud que había
sido promulgada el 21 de mayo del año anterior, muchos antiguos esclavizados ya
habían trazado los caminos donde construyeron su territorio de libertad; los nuevos
libertos imitaron a estos, y otros se quedaron en las inmediaciones de las propiedades
de los antiguos amos. Con cada movimiento se desplazaba el apellido «blanco» como
una nueva cadena que arrastraban los otrora esclavizados. Así por ejemplo, quienes
llevan el apellido Palacios tienen sus raíces en Cértegui, sitio donde quedaba la mina
y esclavizados de don Francisco González Trespalacios, de aquí se esparcieron para
el Alto Baudó y por toda la cuenca hidrográfica del Quito. Igualmente sucede con los
afrochocoanos de apellido Valencia, son de Nóvita o de Tutunendo; los Mosquera, de
la región del San Juan donde se asentaron los esclavizadores de Popayán; muchos
Moreno son originarios de Opogodó, así como los Perea lo son de Tadó y los Lozano
de Condoto. A su vez los Córdoba, en su gran mayoría, provienen de la cuenca del
río Neguá y por extensión de la región del Atrato. De esta área se dispersaron para
el Alto Baudó una vez adquirida su libertad, especialmente por automanumisión y
cimarronismo. Otros, con la bonanza aurífera platinífera en Condoto y la oferta laboral
por parte de la Compañía Minera Chocó-Pacífico, se radicaron en la región del San Juan
y algunos otros se dirigieron hacia el Medio y Bajo Atrato para trabajar en el Ingenio
Sautatá y en las coqueras de Playona (Acandí) y no faltaron quienes aprendieron el
oficio de la pesca y se radicaron en los pueblos de pescadores del bajo Atrato.

En relación con lo anterior se destaca una característica muy importante entre la


población afrochocoana: los pueblos de familias. En ellos las uniones de parejas refuerzan
los vínculos entre los troncos familiares, presentándose casos en que tres o cuatro
apellidos predominan en la localidad. Por ejemplo: en Tutunendo nos encontramos con
los Valencia, Gamboa, Caicedo, Mena y Robledo, quienes tienen entre sí vínculos de
consanguinidad por las uniones matrimoniales. En Nóvita priman los Valencia, López,
Ibargüen y Rivas; en Tadó los Copete, Perea y Murillo. En Lloró los García, Machado,

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Rentería, Ríos y Guerrero; en Boca de Raspadura los Quinto, Martínez y Waldo. En Yuto
los Hinestroza, Palacios, en Bagadó los Llóreda, Córdoba, Gracia y Moreno. Los vínculos
entre los troncos contribuye a que estos sean pueblos de convivencia pacífica, porque
las diferencias que puedan surgir es solucionada por la vía del diálogo. Esto no invalida
que existan troncos rivales, enemigos, o que se eviten las uniones matrimoniales con
miembros de ellos.

Un cuarto aspecto nos demuestra que los apellidos entre los afrochocoanos no constituyen
prueba de consanguinidad, ni de pertenecer a un mismo tronco familiar. La información
que ello nos puede dar es que los antepasados, probablemente, pertenecían a un mismo
grupo familiar de esclavizadores de quienes tomaron el apellido. Por ejemplo: a Neftalí
Mosquera Mosquera, Ramón Mosquera Rivas y Eladio Mosquera Mosquera, no los une
ningún vínculo de consanguinidad, pertenecen a diferentes troncos familiares. Ellos,
quizás, se formaron al irse desintegrando las cuadrillas de esclavizados y cada jefe de la
familia dio origen a su propio tronco. Los miembros de un tronco se reconocen entre sí
en la medida que tienen información sobre de quien descienden, y regularmente es un
adulto que les hace ver su relación, la que se manifiesta en actos de solidaridad como la
muerte, en sitios de trabajo como la mina o el monte, o a la hora de escoger un padrino
para los hijos.

Contrario a lo anterior, es muy frecuente encontrar personas o familias que tienen


diferentes apellidos pero muy cercanos vínculos de familiaridad, lo cual al observador
desprevenido no le permite deducir que pertenecen al mismo tronco familiar. Esta
relación se oculta porque su padre no heredó el apellido de la línea paterna, situación
muy frecuente entre los hijos que no eran legítimos, es decir, de matrimonio católico.
Situación más repetitiva cuando un padre o madre tenía hijos con otras parejas*.

Otro aspecto que evidenciamos es relativo al color de la piel, determinado por la


ausencia o presencia de melanina, el cual no constituye prueba única y fehaciente
de pertenecer al grupo étnico. En ocasiones hay personas que en el color «blanco»
de su piel ocultan el origen africano, el cual puede ser percibido como una mácula,
una afrenta, una carimba que quisieran borrar para que nadie se percatara de su
«ennegrecimiento». En otros casos el color oscuro de la piel no revela un antepasado
con ascendencia no africana, de quien seguramente se sentirían muy orgullosos al
poder exhibir su «blanqueamiento». Solo para citar dos casos de troncos familiares
muy conocidos en el Chocó podríamos mirar algunos descendientes de Antonio Maya
Copete, en los cuales es muy difícil leer su ascendencia africana; igual sucede con
los hijos de Diego Córdoba Zuleta. Por el contrario, en una rama del tronco de José
María Perea, la de Pablo Perea Quesada, radicados en Quibdó, nadie podría percatarse
fácilmente de la información genética que se oculta en su piel, toda vez que una rama
de estos Perea es de ascendencia «blanca».

* Evitamos abundar en ejemplos de este tipo porque para algunas familias, en la actualidad «distinguidas», estas
situaciones pueden ser hoy motivo de vergüenza, por eso procuran que la memoria no las conserve.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

Las dos situaciones anteriores nos remiten a un viejo conflicto entre la biología y la
cultura; la primera unida al concepto de raza y la segunda al de étnia, el cual llevó
a la supremacía de la raza sobre la cultura. Hoy la situación es diferente y la étnia
ha recuperado espacio, riqueza y dinamismo frente a la raza. Lo afrochocoano, y por
extensión lo afrocolombiano, no es una construcción de tipo biológico o racial, sino
cultural. Por esta razón es importante conocer no solo las genealogías, sino también
los orígenes culturales, para que viejos prejuicios que todavía se anidan en nuestras
mentes, no nos produzcan cegueras.

Finalmente, conocer los troncos familiares afrochocoanos es penetrar en la urdimbre, en


la fina trama de su filigrana que no se observa a simple vista pero que está muy presente
en la determinación del tejido social de ese Chocó profundo, mágico, que no por poco
evidente se encuentre ausente. Todos somos miembros de la gran familia africana en
el Chocó, todos brotamos del gran árbol de los ancestros que tiene sus raíces en los
patios de la madre África; así los nombres, los apellidos, o el color de la piel pretendan
ocultarlo, esas marcas no son otra cosa que huellas de las estrategias introducidas
por el hombre blanco en la intención de borrar nuestros orígenes para brutalizarnos y
dividirnos. Los afrochocoanos, unidos por ese cordón umbilical, sabemos con certeza
de la existencia de ese tejido social profundo que emerge en nuestra cotidianidad
cuando estamos frente a alguien que no conocemos y preguntamos: y ese ¿cuyo es?
o ¿cuyo hijo es? En otras palabras ¿quiénes son sus padres? ¿A qué tronco o familia
pertenece? Porque nuestro espíritu nos recuerda que cuando no es por lo Perea, es por
lo Córdoba, por lo Moreno, o por lo Mosquera, pero todos resultamos siendo familia.

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GLOSARIO
BOZAL: Prisionero recién traído de África, en proceso de esclavización y por tanto,
conservaba sus raíces culturales.

CARGAZÓN O ARMAZÓN: Era el número de prisioneros reunidos para llenar el barco


con rumbo a América, regularmente oscilaba entre 400 y 600 prisioneros.

CRIOLLO: Esclavizado nacido en América.

DESECHOS Y REZAGOS: Término utilizado para referirse a los esclavizados


enfermos, con tachas o defectos físicos notorios que influían negativamente en su
precio. En Estados Unidos fueron denominados «negros residuales»; un negro residual
era una persona que o bien tenía problemas de salud, o bien no atendía las órdenes o
sencillamente tenía mal carácter. Los hacendados evitaban comprar residuales, porque
ellos entendían que eran «basura humana».

ENTRONQUE: Derívase de entroncar; es decir, unir o juntar dos troncos que encajan,
casan, perfectamente. En este caso se refiere a la unión de dos troncos familiares a
través de la unión de un hombre y una mujer.

MORO: Este vocablo aparece en el siglo VIII, cuando el destacamento árabe partió
con rumbo a cruzar el estrecho de Gibraltar y llevaba entre sus integrantes numerosa
población berebere (mauritana) quienes se habían adherido al islamismo y participaron
en las expediciones a Europa. Los españoles al ver llegar esta población musulmana
de origen africano la denominaron «moros», como forma despectiva por provenir
de Mauritania, región del África Norte que comprendía parte del actual Marruecos,
Argelia, Túnez y la hoy Mauritania, cuyo nombre se deriva del griego Maurus y del
latín Mauritius. A Mauricio, navegante portugués, se le atribuye su fundación. Estas
raíces, griegas y latinas, traducen «oscuro» y «moro»; por lo que negro y moro vienen a
significar lo mismo; en forma discriminativa y peyorativa implican de mala condición,
bien sea social, económica, religiosa o étnica. Moro, desde el punto de vista religioso,
se ha mantenido entre los afrochocoanos para referirse al niño que está sin bautizar,
sin convertir a la fe católica.

MULEQUE: Denominación para los esclavizados, hombre o mujer, entre los 7 y 17


años, cuya edad les impide ser incorporados como mano de obra productiva.

PATIO: Solar ubicado en la parte posterior de las casas donde se cultivaban plantas
frutales y medicinales, e igualmente se criaban animales de corral como gallinas y
cerdos. En ocasiones en los patios traseros estaba ubicado el fogón de leña, que se
armaba juntando dos troncos. Para algunas madres los patios tenían un significado muy
especial porque junto a las raíces de los árboles «sembraban» o enterraban el ombligo
de sus hijos para que estos al crecer no se alejaran de la casa. Otras acostumbraban
sembrar un árbol con el nacimiento de cada hijo, convirtiéndose así en su espíritu

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

gemelo. Cuando el hijo abandonaba la casa yéndose a buscar fortuna, el árbol florecía,
daba abundantes frutos, si a él le estaba yendo bien; en caso contrario, el árbol se
mantenía en un aspecto marchito. Si se marchitaba muy temprano era indicio que ese
hijo no iba a tener una larga existencia.

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FUENTES

A. ARCHIVOS

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GARCÍA RAMIREZ, Napoleón
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MOSQUERA BONILLA, Eccio.
MOSQUERA BONILLA, María Yola.
MOSQUERA LOZANO, Higinio.
MOSQUERA MORENO, Alejandro.
MOSQUERA MOSQUERA, Cilia Guiomar (Chiquita).
MOSQUERA MOSQUERA, Hilda Rocio.
MOSQUERA VALENCIA, David.
MOSQUERA Genis Libertad.
MOSQUERA Luís Ernesto.
MOSQUERA, Juan Esteban.
MURILLO MENA, Pasleida.
PARRA MURILLO, María Luisa.
PEÑA MOSQUERA, Carlos Enrique.
RENTERÍA MOSQUERA, Telmo.
SANCHEZ BONILLA, Freddy.
VALENCIA CÓRDOBA, Juana.
VALENCIA CUESTA Alicia.
VALENCIA CUESTA Dolores.
VALENCIA CUESTA Nohemí.

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AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

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130
MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Contenido
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................5

PRIMERA PARTE.........................................................................................................7
Orígenes.................................................................................................................................7
1. AFRICANOS EN EL CHOCÓ...................................................................................8
2. LA FRONTERA MINERA CHOCOANA.................................................................11
3. LA TRATA NEGRERA Y SU INCIDENCIA EN LA CONFORMACIÓN
DE LA POBLACIÓN CHOCOANA.............................................................................13
3.1 El asiento portugués.............................................................................................13
3.2 El asiento holandés..............................................................................................14
3.3 El asiento francés.................................................................................................16
3.4 El asiento inglés...................................................................................................18
4. LOS ORÍGENES AFRICANOS EN EL CENSO DE 1759.................................................................22
4.1 Las regiones.........................................................................................................23
4.2 Los grupos étnicos................................................................................................27
4.3 Estudio de caso: las minas de Cértegui y de Santa Bárbara..................................38

SEGUNDA PARTE......................................................................................................41
Nombres y Apellidos de los Afrochocoanos........................................................................41
1. LOS NOMBRES DE LOS ESCLAVIZADOS...........................................................42
2. LOS APELLIDOS DE LOS LIBERTOS...................................................................51
3. ORÍGENES, HISTORIA Y SIGNIFICADO DE ALGUNOS
APELLIDOS AFROCHOCOANOS.............................................................................53
Abad / Abadía.............................................................................................54
Esclavizadores..................................................................................54
Aguilar..........................................................................................................56
Andrade........................................................................................................57
Esclavizadores..................................................................................57
Arboleda.......................................................................................................57
Esclavizadores..................................................................................57
Becerra.........................................................................................................58
Esclavizadores..................................................................................58
Bejarano.......................................................................................................59
Esclavizadores..................................................................................60
Bonilla..........................................................................................................60
Esclavizador......................................................................................60
Caicedo / Caycedo.......................................................................................61
Esclavizadores..................................................................................61
Casas............................................................................................................61
Esclavizadores..................................................................................61
Córdoba........................................................................................................62
Esclavizadores..................................................................................62
Libertos.........................................................................................................64
Cuesta...........................................................................................................65
Esclavizadores..................................................................................65
Chaverra.......................................................................................................66
Esclavizadores..................................................................................66

131
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

De Diego.......................................................................................................67
Esclavizador......................................................................................67
Escobar.........................................................................................................67
Esclavizadores..................................................................................67
Ferrer............................................................................................................68
García...........................................................................................................69
Esclavizadores..................................................................................70
Gil.................................................................................................................71
Esclavizadores.........................................................................................................72
Gómez.........................................................................................................................................72
Guerrero........................................................................................................................................72
Esclavizadores..............................................................................................................73
Hurtado .........................................................................................................................................73
Esclavizadores..........................................................................................................73
Ibargüen........................................................................................................................................74
Esclavizadores..........................................................................................74
Lozano..........................................................................................................................................74
Esclavizador................................................................................................................74
López.............................................................................................................................................75
Esclavizador.............................................................................................76
Machado.......................................................................................................................................76
Esclavizadores............................................................................................................76
Martínez.......................................................................................................................................77
Esclavizadores..............................................................................................................77
Maturana......................................................................................................................................77
Esclavizadores..........................................................................................78
Moreno..........................................................................................................................................78
Esclavizador.............................................................................................79
Palacio / Palacios......................................................................................................................79
Libertos.......................................................................................................................................80
Perea..............................................................................................................................................81
Ramírez........................................................................................................................................82
Esclavizadores..........................................................................................82
Ribas / Rivas...............................................................................................................................82
Esclavizadores..............................................................................................................83
Robledo.........................................................................................................................................83
Esclavizador..................................................................................................................83
Salazar..........................................................................................................................................83
Esclavizadores..............................................................................................83
Sánchez........................................................................................................................................84
Esclavizadores..............................................................................................................84
Torres............................................................................................................................................85
Esclavizadores..............................................................................................85
Urrutia...........................................................................................................................................86
Esclavizadores..............................................................................................................87
4. LA TRANSMISIÓN DE LOS APELLIDOS............................................................................87

TERCERA PARTE.......................................................................................................89
TRONCOS FAMILIARES.....................................................................................................................................89
MOSQUERA.............................................................................................................................................91

132
MUNTÚ-BANTÚ Fundación Social Afrocolombiana

Origen y Significado..........................................................................................................91
Afrochocoanos...........................................................................................................93
MURILLO................................................................................................................109
Origen Y Significado.................................................................................................109
Esclavizadores..........................................................................................................109
Afrochocoanos...........................................................................................................................109
VALENCIA...............................................................................................................................................115
Origen y Significado.................................................................................................................115
LIBERTOS...............................................................................................................................................................121

CONCLUSIONES..................................................................................................................................................................122

GLOSARIO.............................................................................................................................................................................125

FUENTES........................................................................................................................................127

133
AFROCHOCOANOS: Orígenes y Troncos Familiares

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