Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
La versión dominante sugiere que la deforestación total y abrupta de la Isla de Pascua hace
unos 1000 años se habría debido a una sobreexplotación de los recursos naturales por parte
del hombre. Ahora, un artículo publicado en la revista Frontiers in Ecology and
Evolution aborda la cuestión desde una nueva perspectiva y sugiere que, para explicar los
cambios sucedidos en la isla, es necesaria una visión sintética que considere de forma
conjunta los aspectos climáticos, ecológicos y culturales, y no solo la sobreexplotación por
parte del ser humano.
El artículo reciente subraya que, hasta la fecha, las hipótesis sobre el colapso ecológico y
cultural se basaban en análisis de polen de registros lacustres incompletos en los cuales se
observaba la sustitución súbita de bosques de palmeras por praderas de gramíneas unos
siglos antes de la llegada de los europeos en 1722. A través de sus nuevas investigaciones,
los científicos han logrado reconstruir lo ocurrido durante los últimos 3000 años sin
interrupciones en la línea temporal. De esta manera han podido constatar que la
deforestación no fue súbita, sino gradual, y que no ocurrió en toda la isla al mismo tiempo.
Además, las nuevas evidencias encontradas permiten constatar que en esa época también se
produjeron cambios climáticos relevantes en forma de sequías pronunciadas que podrían
haber desempeñado un papel importante en la deforestación y en la sociedad insular.
Publicidad
Según Valentí Rull, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera
(ICTJA-CSIC) y autor principal del estudio, todos estos hallazgos recientes cuestionan las
hipótesis tradicionales sobre la historia de la Isla de Pascua, en particular, la existencia de
un colapso ecológico y cultural súbito provocado por la sociedad ancestral de la isla.
"Todavía nos queda mucho por investigar pero, gracias a las nuevas pruebas, parece ser que
una larga y gradual sucesión de cambios climáticos, ecológicos y culturales
interrelacionados habrían conducido a la situación actual".
SOBRE EL AUTOR:
Investigación y Ciencia
Artículos recientes:
https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/las-causas-de-la-deforestacion-de-la-isla-
de-pascua-no-fueron-solo-antropogenicas/
2015-03-23
Compartir0
Flipear
Tuitear
Isla de Pascua | Flickr/CC/Christian Córdova
Durante años se ha afirmado que los habitantes de la isla de Pascua esquilmaron el medio
ambiente del hábitat en el que vivían y provocaron un auténtico ecocidio que casi acabó
causando su extinción. Pero, ¿y si realmente no sucedió exactamente así? Porque una
reciente investigación realizada por el arqueólogo Christopher Stevenson, de la Virginia
Commonwealth University, afirma que, lejos de comportarse como unos depredadores
insaciables, los nativos de Rapa Nui lo que hicieron fue aprovechar de forma inteligente los
escasos recursos naturales con los que contaban.
Fue en 2005 cuando el biólogo Jared Diamond publicó Colapso, el libro que consagró a
nivel popular la tesis de que los indígenas de Pascua habían causado su propia
autodestrucción. Diamond se hacía eco de las numerosas investigaciones arqueológicas que
hablaban sobre la progresiva escasez de recursos en la isla (su deforestación, el agotamiento
del suelo...), y su aportación personal consistió en afirmar que las causas fueron sociales.
El investigador postulaba que era muy probable que los diferentes clanes de la isla se
hubieran enfrentado en una especie de guerra de ostentación por ver quién levantaba los
moáis más grandes. Esa pugna incesante podría haberles llevado a talar árboles de forma
compulsiva para obtener la madera con la que fabricaban los "raíles" sobre los que,
supuestamente, transportaban sus colosales estatuas de piedra.
Para ello han usado como parámetro decenas de puntas de obsidiana desenterradas en
diversos lugares de Pascua. Hay que señalar que las primeras lascas de este material que se
encontraron allí aparecieron en cuevas, y se pensó que se habían utilizado para fabricar
armas (uno de los muchos datos que han llevado a pensar que pudo haber una guerra de
clanes).
Pero posteriormente se encontraron otras muchas enterradas en lugares que se usaron como
tierra de cultivo, por lo cual los investigadores saben ahora que también se empleaban para
fabricar herramientas de labranza. La obsidiana es un vidrio natural, y midiendo la cantidad
de agua que había penetrado en estas piezas fue posible conocer la antigüedad de cada
objeto y, por extensión, la de los estratos del suelo donde aparecieron.
Y lo que han descubierto es que, al parecer, los pascuenses supieron manejar bien esa
escasez. Lejos de agotar una zona de cultivo, las excavaciones indican que fueron
alternando el trabajo agrícola en diversas áreas, para así dejar que el suelo se fuera
recuperando dentro de lo posible. "Los nativos debían saber que los períodos secos y con
bajas precipitaciones no eran extraños en la isla", sigue explicando Chadwick. "Lo que
hemos descubierto demuestra que sabían cultivar la tierra de modo eficiente, sin agotarla
del todo. No corresponde con la imagen de un pueblo depredador de recursos naturales."
¿Y los árboles? ¿Qué ocurrió con ellos? ¿Realmente los talaron hasta despoblar la isla? Sí,
pero Chadwick añade un matiz: "Tenemos la idea equivocada de la isla de Pascua como un
gran vergel, y todo parece indicar que no era así. Había árboles, pero los bosques eran de
por sí un bien escaso. Si, además, las lluvias escaseaban, la repoblación a un ritmo óptimo
no era posible. Por eso, por mucho que trataran de ahorrar en el consumo de madera,
estaban condenados a agotar tarde o temprano ese recurso".
El primer occidental que llegó a las costas de Rapa Nui fue el marino holandés Jacob
Roggeveen en 1722. En aquel entonces, la población de la isla no superaba los tres mil
habitantes; aunque es difícil saberlo con exactitud, ya que, según el diario de la expedición
–escrito por un soldado llamado Friedrich Behrens–, el receloso Roggeveen ordenó disparar
los mosquetes cuando vio que los nativos se aproximaban. Esto provocó que huyeran a
refugiarse en cuevas y que casi no se mostraran durante los días que duró la estancia de los
holandeses.
Se calcula que en su momento de máximo esplendor el pueblo pascuense pudo rondar los
quince mil habitantes. Esto significa que su población se había reducido de manera
notable cuando tuvieron su primer (y nada agradable) contacto con los europeos. Ese es uno
de los motivos por los que se piensa que aquella comunidad colapsó de un modo brusco.
Pero el arqueólogo Christian Stevenson no está de acuerdo.
"Hubo un declive, eso es evidente", reconoce, "pero creo que se produjo de forma paulatina
y que no fue debido a ninguna guerra tribal ni a causas violentas. Las carencias provocadas
por las sequías y la casi imposibilidad de salir a pescar mar adentro fueron reduciendo
progresivamente el número de habitantes. En un entorno tan poco agradecido como aquel,
lo lógico es que se hubieran extinguido rápidamente. Pero si sobrevivieron tanto tiempo
significa que supieron hacer las cosas bien y aprovechar sus escasos recursos".
Para Stevenson, la causa definitiva de la casi desaparición de los habitantes del lugar la
tuvieron los europeos. La mortalidad en la isla aumentó tras su llegada. Por un lado,
debido a las enfermedades, como la sífilis, que les contagiaron los marinos; y por otro, por
la acción de los traficantes de esclavos, especialmente el catalán Joan Maristany i
Galceran, quien, en 1862, apresó a un tercio de los isleños y los vendió en Perú. Remató la
jugada contagiando de viruela a los que quedaron en la isla, lo que provocó una matanza
que dejó su población de casi tres mil habitantes reducida a once familias. De aquel
pequeño grupo de supervivientes descienden los casi cinco mil isleños que actualmente
habitan en Rapa Nui.
También en 'Quo':
Turismo letal
16 islas paradisíacas para darse un respiro
Cómo encontrar agua en una isla desierta
0
0
0