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NOMBRE: ​Andrés Felipe Zúñiga Nipaz

CÓDIGO: ​41171106

JESÚS DE NAZARET
CONTEMPORANEOS DE JESUS

1. ANCIANOS:T​anto la palabra hebrea ​za·qén ​como la griega ​pre·sbý·te·ros ​significan “hombre


mayor” o “anciano”, y su uso no se circunscribe a la acepción literal, personas de edad
avanzada o de más edad que otras , sino que también aplica de manera especial a aquellos que
ocupan una posición de autoridad y responsabilidad en una comunidad o nación. Es en este
último sentido como con mayor frecuencia se utiliza este término tanto en las Escrituras
Hebreas como en las Griegas.
Desde tiempos antiguos se ha acostumbrado a tener en alta estima al hombre de edad
avanzada y a respetarlo por su experiencia y conocimiento, así como por la sabiduría y el
buen juicio que ese bagaje puede aportar. Los habitantes de muchas naciones se han sometido
a la dirección de sus ancianos, ya fueran los miembros de más edad de algunos linajes o los
que se destacaban por su conocimiento y sabiduría. Como resultado, la expresión “anciano”
tenía un doble significado: tanto podía aplicar en sentido físico como designar un puesto o
cargo. Las referencias a los “ancianos [“funcionarios que tenían autoridad”, ​VP​] de la tierra de
Egipto”, así como a “los ancianos de Moab y los ancianos de Madián”, no incluían a todos los
varones de edad avanzada de esas naciones, sino que aplicaban a aquellos que servían como
consejo para dirigir y guiar los asuntos nacionales: eran los “príncipes [heb. ​sa·rím; ​“jefes”,
VP​]” de esas naciones.
De la misma manera, las expresiones “ancianos de Israel”, “ancianos de la asamblea”,
“ancianos de mi pueblo” y “ancianos del país”, se utilizan en este sentido oficial, y no aplican
a cada hombre de edad avanzada de la nación de Israel. En los relativamente pocos casos
donde aparece ​zeqe·ním​(ancianos) sin ninguna palabra calificativa, hay que contar con el
contexto para determinar si aplica simplemente a varones ancianos o a los que tienen un
puesto oficial de jefes.

2. ESCLAVOS: ​a palabra que en el Nuevo Testamento es traducida normalmente como «siervo»


significa realmente «esclavo» y se refiere a una persona que era propiedad o era controlada
por alguien, y no solamente a un servidor contratado para realizar un determinado trabajo.
Algunos esclavos realizaron penosas tareas domésticas. Otros, llamados «mayordomos»,
supervisaban la labor de los siervos inferiores o administraban las finanzas de sus amos. En la
época de Jesús, algunas personas eran esclavas porque habían nacido de padres esclavos.
Otros, porque habían sido capturados en la guerra y obligados a convertirse en esclavos. Y
aún otros, porque se habían vendido a sí mismos como esclavos ya que así era más fácil tener
un mejor nivel de vida comparado con el tener que encontrar vivienda o alimentos por su
propia cuenta.
Algunos esclavos eran mejor educados que sus amos y servían como maestros de los hijos de
sus amos. Los esclavos de amos ricos tenían todo tipo de oportunidades, cosa que nunca
hubieran conseguido por su propia cuenta. Pero los esclavos no tenían ninguna libertad, y sus
propietarios podían hacer con ellos lo que quisieran, incluso venderlos a otra persona.
Después de que los esclavos alcanzaban la mayoría de edad (30 años), muchos se convertían
en «hombres libres» que seguían colaborando con sus antiguos amos y a sus familias.
Algunos esclavos ganaban suficiente dinero como para comprar su propia libertad, lo que
significaba que sus hijos podían obtener también la libertad.
3. ESCRIBAS: ​Jesús declaró que los escribas, al igual que los fariseos, habían convertido la Ley
en una carga para la gente al saturarla de sus añadiduras. Además, como clase, no le tenían
ningún amor a la gente ni deseo de ayudarla, no estaban dispuestos ni siquiera a mover un
dedo para aliviar sus cargas. Amaban los aplausos de los hombres y los títulos altisonantes. Su
religión era solo una fachada, un ritual, que encubría su hipocresía. Jesús mostró lo difícil que
sería para ellos obtener el favor de Dios debido a su actitud y sus prácticas, diciéndoles:
“Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?” (Mt 23:1-33.)
Los escribas tenían una gran responsabilidad, puesto que conocían la Ley. Sin embargo,
habían quitado la llave del conocimiento. No se contentaban con rechazar a Jesús, de quien
testificaban sus Escrituras, sino que se hicieron más reprensibles al intentar impedir por todos
los medios que nadie lo reconociera o siquiera lo escuchara (Lu 11:52; Mt 23:13; Jn 5:39; 1Te
2:14-16).
Los escribas no solo eran responsables como “rabíes” de las aplicaciones teóricas de la Ley y
de la enseñanza de esta, sino que también poseían autoridad judicial para dictar sentencias en
tribunales de justicia. Había escribas en el tribunal supremo judío, el Sanedrín (Mt 26:57; Mr
15:1). No recibían ningún pago por juzgar, y la Ley prohibía los regalos y los sobornos. Puede
ser que algunos rabíes poseyeran riquezas heredadas, pero casi todos tenían un oficio, del que
se enorgullecían, puesto que les permitía mantenerse al margen de su servicio religioso.
Aunque no estaba permitido remunerarles por su labor judicial, es posible que esperaran y
recibieran pago por enseñar la Ley. Esto se puede inferir de lo que dijo Jesús cuando advirtió
a las muchedumbres de la avaricia de los escribas y también cuando habló del asalariado a
quien no le importan las ovejas (​Marcos​ 12:37-40; ​Juan​ 10:12-13).
4. ESENIOS: ​Los esenios (​eseos o ​essenoi​) eran un verdadera secta religiosa que se formó a raíz
de la división con los asideos en la época macabea. Su número osciló alrededor de los 4000,
esparcidos por Judea y Galilea. Vivieron en comunidades rurales, evitando las ciudades y
siguiendo una forma de vida que ya fue enseñada a los griegos por Pitágoras. Ciertamente,
estos curiosos hombres tuvieron mucho en común con los pitagóricos: se organizan en
comunas, compartían la tierra y las propiedades y practicaban virtudes como la abstinencia, la
modestia, la autodisciplina, la discreción y una estricta pureza espiritual y corporal.
Eran un grupo estrictamente organizado. Había registros con la inscripción de cada miembro,
que eran confeccionadas según un orden válido también para las reuniones: sacerdotes,
levitas, israelitas y prosélitos. Hay prescripciones que regulan con exactitud la admisión a la
comunidad. Sólo los adultos pueden ser admitidos en el número de los que son
inspeccionados, y la edad mínima para entrar en la congregación eran 20 años.

5. FARISEOS:​Los fariseos, cuyo nombre significaba “los separados” (​parûs​) o “los santos”
(​qadôs)​ , eran el grupo religioso más sobresaliente en la época de Jesús. Se llamaban así
porque propugnaban ser el “resto escogido por Dios” para la salvación, la verdadera
comunidad mesiánica que el día del juicio sería la primera en ser salvada. No se componía
precisamente de gentes del estrato superior, sino que abarcaba toda categoría social, e incluso
gentes sin formación en su mayoría. Sin embargo, su relación con los escribas era muy
estrecha. Todos los fariseos del sanedrín eran escribas, y aunque podía haber escribas no
fariseos, no era lo común. Por eso fariseo y escriba eran en tiempos de Jesús palabras que casi
venían a significar lo mismo.
Los fariseos se agrupaban en comunidades fariseas (​habûrôt​), de tendencia muy cerrada. No
se podía ser fariseo si no se pertenecía a alguna ​habûrôt.​ Sólo en Jerusalén, en tiempos de
Jesús, había varias de estas comunidades. Tenían en sí muchos fines de interés público y obras
de beneficencia. Eran una parte muy importante del pensar fariseo, cuyos pilares básicos eran:
la pureza, las prescripciones de la ley, y las buenas obras caritativas.
Los fariseos estaban preocupados por la estricta interpretación y observancia de la Torá,
siendo el extremo más radical en la aplicación de los preceptos con el mayor detalle posible.
De hecho, tenían en tanta estima, e incluso más, a la interpretación tradicional de la Torá, la
halaká o tradicional oral, que a la propia Torá escrita. “Es más culpable enseñar contra las
enseñanzas de los escribas que contra la Torá misma”, decían.
6. HERODIANOS: ​Eran un partido político que también proponía la expulsión del poder
romano de tierras palestinas, pero en este caso por implantación de la realeza herodiana. Eran
un grupo no muy numeroso de parientes y partidarios de la familia real de Herodes; sus
miembros, judíos de nacimiento, eran en el fondo paganos. Sin embargo, este motivo no les
hacía ser despreciados por el pueblo pues tenían como aliados a los saduceos. Como ellos
vivían en una posición de privilegio, eran ricos y también excépticos. Por eso no creían en las
consideraciones de los zelotas, que estaban apoyados por los fariseos y eran ambos unos
celosos defensores de la ley. Se podría decir que los herodianos representaban el partido
político de los ricos, mientras que los zelotas el de los pobres. Su número, sin embargo,
siempre fue mucho más limitado que el de los zelotas.
Jesús, durante su vida, como se desprende de los evangelios, tuvo que encararse en alguna
situación con ellos.

7. NAZAREOS: ​Los nazareos constituyen una pequeña hermandad de hombres y mujeres


consagrados a Dios. Eran tenidos en muchísimo respeto porque solamente ellos podían tener
acceso al Santo de los Santos en el Templo, junto al Sumo Sacerdote.
Vivían en pequeñas comunidades donde se tenía todo en común. Para ingresar a la orden
había que realizar unos votos vitalicios: abstenerse de toda bebida alcohólica, ni de ningún
fruto de la vid, aunque no estuviera fermentado; debían dejar crecer libremente su pelo; no se
acercaban a lugares donde hubieran estado muertos ni tocaban a ningún muerto ni nada que
hubiera estado en contacto con un muerto. Se consideraba en aquella época que eran estas tres
cosas las que provocaban una impureza que impedía estar completamente puro en la presencia
de Dios.
Las colonias donde se reunían era auténticos centros del saber. Eran hombres que estudiaban
profundamente las escrituras, llevaban una vida rural muy monástica, casi al estilo de los
esenios, y se ganaban la vida del fruto del campo y la ganadería y de las dádivas que
frecuentemente los judíos ricos hacían a la orden. Al frente de cada colonia había un director.
En muchas cosas de su organización los esenios copiaron a estas sencillas hermandades o
comunidades.

8. PUBLICANOS: (en latín, ​publicanus,​ pl. ​publicani)​ , en Roma, era nominado genéricamente
así quien obtenía, mediante locatio (arrendamiento), alguna delegación jurisdiccional del
estado para efectuar la recaudación de tributos del tipo ​vectigalia (es decir, los ingresos
regulares). Esta práctica de gestión del ​Aerarium incluía los ámbitos del ager publicus, la
administración provincial, afectaba el comercio y por ende toda la economía en la Antigua
Roma. Esta concesión representaba un cargo de alto prestigio y responsabilidad, estos podían
requerir y comisionar auxiliares entre los naturales de la región, dando lugar a una segunda
clase de publicanos, que aunque no eran los titulares del contrato público, formaban parte lata
del concepto.
Otra actividad complementaria de los ​publicanos era constituir «compañías comerciales» que
operaban en las provincias, con «accionistas» romanos y presididas por un ​Princeps
publicanorum del ​ordo equester​, las «sedes» estaban en Roma y existía cierto grado de
monopolio y opacidad.

9. SADUCEOS: ​El origen de este grupo está en la división que se produjo en la época macabea.
Su nombre proviene quizá de que se consideraban la descendencia legítima de Sadoc, y por
ello con posibilidad de ocupar el puesto de los cargos dirigentes.
A este grupo saduceo, aparte de las familias sacerdotales dirigentes, pertenecían también las
principales familias patricias de Jerusalén y la nobleza laica del campo judío, cuyos
representantes constituían, con la aristocracia sacerdotal, parte del Alto Consejo, el Sanedrín.
Pero esto no significa que todos los sacerdotes fueran saduceos, pues habían también un buen
número de sacerdotes que eran fariseos o que sencillamente no formaban parte de ninguna de
las dos facciones. Básicamente, los sacerdotes saduceos eran los sacerdotes pertenecientes a
las familias más distinguidas y constituyentes de las instituciones de poder.
Los saduceos ocuparon un lugar señalado dentro de la historia judía en el período que va de
los asmoneos a la guerra judaica. Durante esta época el judaísmo se transformó radicalmente
por los influjos religiosos helenísticos y babilónicos. En la agrupación de los saduceos se
asociaron tendencias liberales y conservadoras: liberales en lo tocante a la aceptación de las
formas de vida helenística, y conservadoras en lo que atañía a la conservación del estatuto
religioso del Estado del Templo fundado en la ley.

10. SAMARITANOS: ​Los samaritanos eran un pueblo mestizo judeo-pagano que vivía engastado
en un reducido territorio entre Judea y Galilea, llamado Samaría. La actitud de los judíos
hacia estos vecinos suyos no judíos era de total desprecio.
Este sentimiento de enemistad entre judíos y samaritanos surgió de la siguiente manera: unos
700 años antes de nuestra era, Sargón, rey de Asiria, al aplastar una revuelta en la Palestina
central, se llevó en cautiverio a más de 25000 judíos del reino septentrional de Israel e instaló
en su lugar a un número casi igual de descendientes de los cutitas, serfavitas y amatitas. Más
adelante, Asurbanipal envió otros grupos más de colonos a Samaría. La enemistad religiosa
entre los judíos y los samaritanos databa del retorno de aquellos del cautiverio de Babilonia;
en esta ocasión, los samaritanos trataron activamente de prevenir la reconstrucción de
Jerusalén. Más adelante ofendieron a los judíos porque ofrecieron ayuda a los ejércitos de
Alejandro. En recompensa por su amistad, Alejandro dio permiso a los samaritanos para que
construyeran un templo sobre el monte Gerizim, donde adoraban a Yahvé y a sus dioses
tribales y ofrecían sacrificios, todo esto muy en la manera de los servicios del templo de
Jerusalén. Continuaron practicando este culto hasta el tiempo de los macabeos, cuando Juan
Hircano, hacia el 129, destruyó su templo en el monte Gerizim. Tal vez hubo una mejora
ligera de la situación hacia el final del siglo I antes de nuestra era. Herodes desposó a una
samaritana, tratando de unir a ambos pueblos; pero doce años después de la muerte de
Herodes, bajo el procurador Coponio (6-9 d.C.), cuando Jesús vivía, los ánimos volvieron a
encenderse en una fiesta de la Pascua por un acto de venganza de los samaritanos en
represalia por otro de los judíos, al profanar el templo extendiendo en él huesos humanos en
los pórticos. Esta gravísima profanación, que probablemente trajo como resultado la irrupción
de la fiesta, proporcionó un nuevo alimento a la vieja amistad. A partir de este momento, la
hostilidad entre ambos grupos se hace implacable.
11. ZELOTES: ​La historia de Israel entre el levantamiento de los macabeos y la guerra contra los
romanos está llena de movimientos de resistencia. Los zelotes son precisamente eso, un grupo
de resistencia contra los invasores. Por fundador se tiene a un tal Judas el Galileo, y su origen
a raíz del censo y la posterior recaudación de impuestos que tuvo lugar el primero hacia la
época del nacimiento de Jesús, y el segundo en su adolescencia.
Su resistencia no se basaba sólo en acciones armadas, sino que promulgaban una serie de
doctrinas subversivas, jamás hasta ese momento proclamadas, que les dio muy pronto a sus
miembros una coherencia de principios y de unidad. El movimiento partió de Galilea, aunque
la mayor agitación por el pago de los impuestos se produjo en Judea y luego subió hacia el
norte.
La actividad de los zelotas para convertir en realidad su credo del reino exclusivo de Dios se
desarrolló de diferentes maneras. Abominaban de las imágenes en todas sus formas, ya se
tratara de imágenes de hombres, especialmente de gobernantes, o de imágenes de animales,
que en su mayor parte tenían un significado simbólico. El culto incipiente al emperador
fomentó de manera decisiva la oposición a Roma; las imágenes del Emperador eran las que
producían mayor escándalo. Los linchamientos se hicieron la norma general contra las
impurificaciones y profanaciones perpetradas en el recinto del Templo. La venganza de los
zelotas se abatía también sobre los israelitas que se unían a mujeres no judías. Se obligaba a la
gente a circuncidarse; sino, se le mataba sin ningún miramiento. Los profetas y falsos mesías
acompañaban en su camino a los zelotas: fue una predicación profética la causa que
desencadenó un masacre por culpa de Pilato.

12. SANEDRÍN: ​El Sanedrín en el Antiguo Israel era una asamblea o consejo de sabios
estructurado en 23 jueces en cada ciudad judía. A su vez, el Gran Sanedrín era la asamblea o
corte suprema de 71 miembros del pueblo de Israel. El Sanedrín constaba de 71 miembros: el
sumo sacerdote y 70 hombres prominentes de la nación.

13. SUMO SACERDOTE: ​El término sumo sacerdote o, menos frecuentemente, suma
sacerdotisa (del latín: ​summus,​ supremo o que no tiene superior), generalmente se refiere a
una persona que ejerce la función de sacerdote-gobernante o al que es la cabeza de una casta
religiosa.

BIBLIOGRAFÍA

● Jerusalén en tiempos de Jesús”, Joaquín Jeremías, Ediciones Cristiandad.


● “Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús”, Emil Schürer, Ediciones Cristiandad.
● Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
● En el ​apéndice de la Traducción del Nuevo Mundo​, se encuentra una lista de todas la
enmiendas de los soferim.
● Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaustivo . W.E. Vine,
2008.
● A History of the Jewish People, by Hayim Ben-Sasson, Harvard University Press (October
15, 1985)
MAPA DE PALESTINA EN TIEMPOS DE JESÚS

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