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Historia de la psicología social.

Seidmann
Estudia la interacción entre el individuo y medio ambiente/sociedad. La caracteriza el concepto
de relación, independencia, interacción, influencia – modificación dela conducta y las creencias
de una persona debido a la presencia de otros. Aborda la experiencia subjetiva de las personas,
tal como se construye en la interacción social.
Se desarrolló en un terreno empírico al formó de las demandas de la sociedad y de la utilidad
de respuestas que fue brindando.
El contexto social en el surgimiento yacen en el terreno occidental europea en el siglo XIX
y, su florecimiento más reciente es un fenómeno característicamente americano,
especialmente en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Hitler es tomado como la
persona que mayor impacto tuvo tanto en el surgimiento de problemas humanos como en la
búsqueda de soluciones.
Los precursores franceses Tarde y Durkheim polemizaron acerca de la influencia fundante del
ser humano: lo individual vs. Lo social.
Tarde enfatizó el papel del individuo, de sus innovaciones y sus invenciones sobre el desarrollo
social. La persona interioriza las normas. La cc colectiva no tiene una existencia independiente
de los individuos. La coerción normativa se hace interior, frente a las creencias y deseos. El
carácter dinámico y selectivo de la imitación. Somos el resultado de una multiplicidad de otros.
“asumimos el rol del otro”.
Durkheim afirmaba que lo social, las normas sociales son exteriores al individuo y ejercen
sobre él una coerción que le es extraña. El hecho social no puede ser comprendido desde la
perspectiva psicológica individual, en el abordaje sociológico de la moralidad y en la
diferenciación entre representación individual y representación colectiva. Le interesa cómo
diferentes formas de organización social generan sistemas organizados de creencias y
conocimientos sobre la realidad, las categorías básicas del pensamiento y la conciencia
colectiva.
En EEUU la PS hace su aparición en 1908. En la historia de la PS prevalecieron dos corrientes
- Psicología Social Psicológica: deriva de la psicología general y surgió a principios del
siglo XX en EEUU, vinculada al conductismo. La psicología dejó de ser la ciencia de la
mente para transformarse en ciencia ser la conducta. Desde la posición epistemológica
(positivismo lógico) se enfatizó la posibilidad de estudiar la conducta observable, desde
una aproximación externa a la gente. Se utilizó el método experimental en el tendió de
los laboratorios, intentando formular leyes generales sobre la conducta social. Desde
esta perspectiva, la psicología social se desarrolló como una estructura empírico y
experimental
- Psicología Social Sociológica: mar emparentada con la sociología, estuvo vinculada con
el interaccionismo, escuela que de desarrolló en ls Universidad de Chicago, a partir del
siglo XX.

Las 2 realidades. Watzlawick


No existe una realidad absoluta, sino sólo visiones o concepciones subjetivas de la realidad,
de las que se supone que responden a la «verdadera» realidad.
Realidad del primer orden aquellos aspectos de la realidad que
se refieren al consenso de la percepción y se apoyan en pruebas experimentales, repetibles
y, por consiguiente, verificables. Se asemeja a lo que creemos objetivo.
propiedades puramente físicas (y por ende objetivamente constatables) de las cosas y
responde, por tanto, al problema de la llamada «sana razón humana» o del proceder científico
objetivo.
Realidad del segundo orden adscripción de un sentido y un valor a estas cosas y, en
consecuencia, a la comunicación. Refiere a la subjetividad. En este ámbito resulta absurdo
discutir acerca de una realidad “real”. (Contiene los significados que se le otorgan a esa realidad de
1er orden.
Vivimos bajo la ingenua suposición de que la realidad es naturalmente tal como nosotros la
vemos y que todo el que la ve de otra manera tiene que ser un malicioso o un demente.
Lo verdaderamente ilusorio es suponer que hay una realidad «real» del segundo orden y que
la conocen mejor las personas
«normales» que los «perturbados psíquicos».
Planolandia. Watzlawick
PLANOLANDIA representa la relatividad de la realidad. Un cuadrado, habitante de Planolandia,
un mundo bidimensional, visita en un sueño Linelandia, un mundo unidimensional, y le resulta
imposible explicar la realidad de Planolandia al monarca de Linelandia, quien lo toma por loco.
Sin embargo, incurre en el mismo error del que quería sacar al rey de Linelandia al calificar
como insensato a su nieto, quien planteó la posibilidad de la existencia de otra dimens ión.
Luego aparece un habitante de Espaciolandia (mundo tridimensional) quien intenta explicarle
la realidad de su mundo, pero al cuadrado le cuesta comprenderlo y cuando ve ese mundo al
principio piensa que es la locura o el infierno. Sin embargo, cuando comprende que ha
penetrado en una realidad totalmente nueva, desea predicar aquello que ha visto a todos pero
finalmente es encarcelado por la inquisición de Planolandia. Lo que se considera como
realmente real y que no hay otra cosa que exista se pone en tela de juicio, no hay nada
realmente real, sino la realidad que nosotros percibimos como real, y no hay que descartar que
pueda existir otra realidad a la que aún no conocemos.
Acerca de estar sano en un medio enfermo. Rosenhan
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Acerca de estar sano en un medio enfermo – ROSENHAN

La normalidad y anormalidad no son conceptos de validez general, aquello que es considerado


normal en una cultura puede ser totalmente anormal en otra. La diferenciación de normalidad y
anormalidad que en la psiquiatría se apoya en el criterio aparentemente objetivo de adaptación a la
realidad de un individuo puede por lo tanto no ser exacta. Dicha realidad es de segundo orden, y por
ende relativa. Los diagnósticos psiquiátricos solamente existen en el cerebro del observador y no
son un resumen válido de características que presenta el observado.

Internación de pseudos pacientes. El hecho de que la normalidad de los individuos no fuera


descubierta por los psiquiatras puede deberse a que los médicos poseen una fuerte inclinación a
cometer errores de tipo 2, es decir que se inclinan más a declarar enferma a una persona sana que
al revés pues consideran que es más peligroso no darse cuenta de la enfermedad que no darse
cuenta de la salud. El problema es que los diagnósticos psiquiátricos conllevan estigmas personales,
jurídicos y sociales.
Tan pronto como una persona es catalogada como anormal, todas sus otras formas de conducta y
rasgos caracterológicos se verán teñidos por esta clasificación. De hecho, la clasificación es tan
poderosa que muchas de las formas de conducta de los pseudopacientes fueron pasadas por alto o
malinterpretadas para adecuarse al diagnóstico.

Una clasificación psiquiátrica crea una realidad propia y con ella sus propios efectos, puede funcionar
como una profecía autocumplidora. Tan pronto como se asume que el paciente es esquizofrénico,
la expectativa es que siga siéndolo. Tal clasificación influye tanto en las personas cercanas al
paciente como en él mismo, que finalmente acepta el diagnóstico con todas sus implicancias y
expectativas adicionales y se comporta correspondientemente. Al hacerlo, también él se ha adaptado
a esta construcción de la realidad.

Una característica tácita de los diagnósticos psiquiátricos es que buscan la fuente de la confusión
mental dentro del individuo y sólo rara vez en la multiplicad de los estímulos que los rodean. Formas
de conducta provocadas por el entorno son así adjudicadas por lo general a la enfermedad del
paciente.
En el ambiente del hospital psiquiátrico, se produce una despersonalización de los pacientes, que
son expuestos a la destrucción de su personalidad generando sentimientos de impotencia. Por un
lado, solemos tener una actitud ambivalente hacia los enfermos mentales que se caracteriza por el
temor, la desconfianza y expectativas horribles a pesar de nuestras buenas intenciones, llevando a
la proscripción. Por otro, contribuye la estructura jerárquica del hospital psiquiátrico: los que están
en lo alto de la jerarquía son los que menos tienen que ver con los pacientes y su comportamiento
influye en el resto del personal. Además, el uso de psicotrópicos convence al personal de que se
está realizando un tratamiento y por tanto no es necesaria una mayor comunicación con el paciente.

La propia institución crea una realidad especial, en la que el significado de las formas de conducta
muchas veces es malinterpretada. La consecuencia para los pacientes que permanecen en ese
medio de impotencia, despersonalización, aislamiento, humillación y desvaloración, no puede
favorecer la terapia ya que desarrollan un proceso de adaptación que suministra formas de conducta
que no son útiles para la vida fuera.
• Resumen y conclusiones
o Es evidente que en las clínicas psiquiátricas no es posible distinguir las personas sanas
de los enfermos mentales. La propia institución crea una realidad especial, en la cual el
significado de las formas de conducta es muchas veces malinterpretado. La consecuencia para
los pacientes que permanecen en tal medio, es decir, el de la impotencia, la despersonalización,
el aislamiento, la humillación y la desvalorización, indudablemente no favorecen la terapia

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