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Los distintos agentes higiénicos que es posible encontrar en los diferentes puestos
de trabajo y actividades laborales, se clasifican de acuerdo a su naturaleza en
agentes físicos, químicos y biológicos.
Agentes Físicos
Todo tipo de trabajo físico genera calor en el cuerpo. Por ello, el hombre posee un
sistema de autorregulación con el fin de mantener una determinada temperatura
constante en torno a los 37 ºC.
El confort térmico depende del calor producido por el cuerpo y de los intercambios
con el medio ambiente y, viene determinado por una serie de variables como:
Temperatura
Humedad
Ventilación
Actividad física realizada
Vestimenta empleada
El estrés térmico se define como una agresión térmica intensa, bien por exposición
a calor elevado, bien por exposición a frío intenso. Los efectos de la exposición
intensa al calor se presentan de forma relativamente brusca. El más grave es el
DIPLOMADO VIRTUAL EN: HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL
UNIDAD DIDÁCTICA 1: HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL
CLASIFICACIÓN DE LOS AGENTES
DOCUMENTO: HIGIENICOS
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conocido como "golpe de calor", en el que se produce un cese brusco en la
sudoración a pesar de hallarse en condiciones de calor extremo, lo que supone un
rápido e intenso aumento de la temperatura interna del cuerpo, y si no se efectúa
un tratamiento rápido y adecuado para reducirla, puede sobrevenir la muerte.
Ruido
Las lesiones auditivas y la pérdida de audición no son los únicos efectos adversos
del ruido ya que el oído está relacionado con numerosos órganos por lo que puede
desencadenar efectos negativos sobre ellos. Puede afectar al sistema circulatorio,
producir taquicardias y aumentar la presión sanguínea, disminuir la actividad de los
órganos digestivos y acelerar el metabolismo y el ritmo respiratorio, provocar
trastornos del sueño, fatiga psíquica,
Vibraciones
El ser humano percibe las vibraciones en una gama de frecuencias que va desde
una fracción de hercio hasta 1.000 Hz.
Las ondas de radio, los rayos ultravioletas, la luz visible, la radiación de infrarrojos,
los rayos X, son todas ellas formas de radiación electromagnética, que se
diferencian unas de otras por su origen, su frecuencia y por la cantidad de energía
que son capaces de transportar (la energía de cualquier radiación es directamente
proporcional a su frecuencia ―ecuación de Planck).
Los efectos para la salud de este tipo de radiación dependen de la dosis absorbida
por el organismo, pudiendo afectar a distintos tejidos y órganos (médula ósea,
órganos genitales…) provocando desde náuseas, vómitos, cefaleas hasta
alteraciones cutáneas y cáncer. Estos efectos se pueden agrupar en dos categorías:
Efectos mediatos. Aquellos que aparecen cuando el individuo recibe una dosis
de radiación alta en un tiempo corto.
Radiaciones no ionizantes
Radiofrecuencia y microondas.
Infrarroja.
Ultravioleta.
Visible.
Laser.
Campos electromagnéticos.
Radiofrecuencia y microondas
Cuando este tipo de ondas inciden sobre medios biológicos, éstos absorben parte
de la energía de la radiación y la transforman en calor, de tal manera que si la
cantidad de calor generado es tan grande que el propio organismo no es capaz de
disiparlo, puede ocasionar quemaduras e incluso producir un golpe de calor.
Ejemplo
Desde que surgió la telefonía móvil, y con ella la necesidad de antenas dentro de
los propios núcleos urbanos (por ejemplo, en las azoteas de edificios altos), no ha
cesado el debate del posible daño que su radiación pudiera causar en lo
ciudadanos, que se encuentran tan próximos. E incluso se ha ido más allá, y se ha
planteado el riesgo de los teléfonos móviles o celulares para sus usuarios. Algunos
estudios han llegado a determinar el aumento de la temperatura de la cabeza como
consecuencia del empleo del celular.
Radiación infrarroja
Los órganos más sensiblemente afectados por este tipo de radiación son los ojos y
la piel (las partes externas del cuerpo humano; la radiación infrarroja, como la
ultravioleta o visible, no tienen energía suficiente como para dañar órganos internos,
no expuestos directamente a las mismas).
Radiación ultravioleta
Al igual que en el caso de la radiación infrarroja, los órganos más sensibles son la
piel y los ojos.
Radiación visible
Las fuentes de radiación visible pueden ser de origen natural (sol) o artificial. Éstas
segundas, a su vez, pueden ser de tipo incandescente (como la de las lámparas
tradicionales, o a que emite el arco de soldadura) o de descarga de gases, tubos de
neón, fluorescentes, pantallas de plasma, semiconductores, etc.
Radiación láser
La radiación producida por los láseres, según su frecuencia y por tanto su energía,
puede provocar quemaduras en la retina.
Su aplicación es cada vez mayor, tanto a nivel industrial, como médico, doméstico,
etc. En el sector metalúrgico, por ejemplo, se emplea en máquinas de corte de
precisión. Para ello obviamente, se necesitan láseres de alta potencia.
Campos electromagnéticos
Agentes Químicos
Líquidos. Los líquidos pueden estar compuestos de una sustancia pura o de una
solución de dos o más sustancias (por ejemplo, ácidos, disolventes, compuestos
de metales alcalinos como el litio, sodio, potasio o cesio). Un líquido almacenado
en un recipiente abierto se evapora parcialmente (pasa a estado gaseoso). Las
operaciones o actividades con líquidos pueden producir contactos con la piel,
por ejemplo por salpicaduras, además de vapores nocivos.
Gases. La manipulación de gases implica siempre un riesgo de exposición, a
menos que el proceso se realice en un sistema cerrado. Los gases introducidos
en contenedores o tuberías de distribución pueden sufrir fugas accidentales.
Todo proceso que incluye una combustión emite gases o vapores (por ejemplo,
la que se produce en motores de combustión). También hay otras operaciones
realizadas a elevadas temperaturas (por ejemplo, la soldadura) en las que
también se generan gases.
Agentes Biológicos
Vías de Exposición
Para valorar la inhalación, hay que observar la posibilidad de que las sustancias
químicas queden suspendidas en el aire en forma de gases, vapores, polvo, fibras,
humo o niebla.
La ingestión puede ser una vía importante de contaminación para partículas sólidas
como el plomo. La ingestión puede producirse al comer alimentos contaminados, al
comer o fumar con las manos contaminadas y al toser y después tragar partículas
inhaladas.