La Iglesia Adventista del Séptimo Día, adopta su nombre en el año de 1863, y recibe su

nombre por dos de nuestras principales creencias, La esperanza de la pronta venida de

nuestro Señor Jesucristo por segunda vez (Advenimiento) y por la creencia en los Diez
Mandamientos incluyendo el Sábado (como Séptimo Día) y su actual vigencia. La Iglesia
Adventista del Séptimo Día funda sus orígenes en la iglesia de Dios a través del tiempo, y
se esfuerza por cumplir la voluntad divina en completa armonía con la Biblia, a la que
considera como su única regla de fe y doctrina. Por lo tanto, se considera a sí misma
continuadora de la fidelidad patriarcal, de los hijos de Dios del Antiguo Testamento, de la
iglesia que Jesucristo fundó, de los santos apóstoles y demás grupos que han mantenido
una actitud leal a Dios a través de los siglos.

En los Estados Unidos de Norteamérica surgió un movimiento interdenominacional entre

los años 1839-1844, llamado milerismo por el nombre de su líder, Guillermo Miller. Este
grupo de más de cien mil personas no formaron una iglesia sino, más bien, deseaban
prepararse para la venida de Jesús. De ese grupo de creyentes surgieron los precursores
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: José Bates, Jaime White, Juan N. Andrews, Elena
Gould Harmon, Hiram Edson, quienes basaron sus creencias en la Biblia.

La IASD es una de las primeras asociaciones cristianas no católicas que se establecieron en

México. Fue en el verano de 1891 cuando llegó a la ciudad de México el misionero laico
Salvador Marchisio, italiano residente en Estados Unidos, como mensajero de las
doctrinas adventistas. En ese mismo año, el pastor L. C. Chadwick, sin saber de la
presencia de Marchisio, visitó el territorio mexicano en un viaje de reconocimiento por
toda América Latina, enviado por la Asociación General y la Junta de Misiones Extranjeras
de la IASD, con el propósito de explorar estos países y ver la posibilidad de establecer en
ellos una misión permanente. Dos años más tarde, en 1893, llegó el pastor D. T. Jones con
los mismos fines y ver cuál ciudad era la más apropiada para comenzar la obra organizada.

Finalmente, a principios de 1894 llegó un equipo misionero encabezado por el mismo

Jones, más una médica, dos enfermeras y una maestra. El grupo fue enviado y apoyado
por la Asociación General para establecer una estación misionera en Guadalajara. Ahí se
inició un consultorio médico y un jardín de niños, y se comenzó a preparar material en
español para difundir el mensaje de la IASD.

La obra médica en Guadalajara prosperó de tal manera que el 1° de enero de 1899 se

inauguró el hospital adventista en un flamante edificio construido para ese fin con ayuda
de los adventistas norteamericanos.
Ese mismo año, salió de Guadalajara rumbo a la ciudad de México un grupo de misioneros
encabezados por el pastor George W. Caviness y compuesto por los esposos Marchisio y
los esposos Cooper, para iniciar ahí su programa misionero.

Caviness y su equipo trasladaron a México la imprenta donde se imprimía la revista El

amigo de la verdad, a la que cambiaron el nombre por El Mensajero de la Verdad y
abrieron el templo de Tacubaya, primer templo adventista de la capital y de México. La
ciudad de México se convirtió en el centro de la obra adventista en la República Mexicana.

Entre los nuevos adeptos figuraban muchos protestantes. De la ciudad de México la obra
se fue extendiendo, a partir de 1900, por los estados de Puebla, Oaxaca y Chiapas, por
obra de los colportores y utilizando la revista. En 1903 la obra misionera se extendió por
los estados de San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Puebla, Veracruz,
Tabasco y otros más.
En el año de 1982, ya establecida la obra adventista en Tabasco y varias iglesias
organizadas, el ímpetu y el ardiente deseo de ver avanzar la causa de Dios, motivó a los
líderes de esta iglesias para continuar expandiendo el reino de Dios en Villahermosa.

Una de estas iglesias fue la central del distrito de Atasta, donde un grupo de aguerridos
laicos miembros del club distrital fueron enviados para abrir nuevos campos, con la firme
decisión de plantar nuevas iglesias, que asimismo fueran semilleros para otras
congregaciones.

Fueron designados los hermanos Jaime Villegas y Ramón Robles, para ir a evangelizar a la
zona de la ranchería Miguel Hidalgo, específicamente en la colonia Carlos A. Madrazo,
ubicada en la carretera que va a Buenavista, por toda la orilla del rio Carrizal. Esta colonia
era nueva por lo tanto había pocos habitantes, pero se auguraba que en poco tiempo la
población aumentaría y eso mostraba que habría mucho campo que conquistar.

El hermano Jaime quien era uno de los pocos habitantes de esta colonia, tuvo la visión de
algún día establecer una iglesia en esta localidad. Es así como en su propio hogar con su
familia formada por su esposa Ana María, su hijo Jaime Ernesto y el apoyo del hermano
Robles, empiezan a reunirse para alabar a Dios. Al mismo tiempo organizan las primeras
campañas de barrio, teniendo como resultado 3 miembros de la familia Reyes Mendoza
entregando su vida al Señor por medio del bautismo, estos fueron la Señora Adela
Mendoza y sus dos hijos José Guadalupe y Rosario.

De esta forma el pequeño grupo de adventistas empieza a crecer gracias a Dios. Por este
mismo tiempo llegan a vivir a esta colonia otras familias adventistas que se unieron al
pequeño grupo naciente, fortaleciendo poco a poco la obra adventista en este lugar.

Habiendo necesidad de más líderes en este lugar el Señor levanta a otros hermanos para
dirigir su iglesia, entre ellos el hermano Daniel Hernández, un hombre consagrado y buen
misionero que junto con su familia, pusieron todo su esfuerzo para ayudar a la causa de
Dios. Otro de los líderes que llegaron para aportar con sus trabajo y sus talentos fueron
Manuel Rodríguez, Juan Urquín, Bernabé Castillo, de quien cuenta una hermoso
testimonio el hermano Jaime: “un domingo el hermano Robles y yo veníamos caminando
entregando literaturas en los hogares ubicados a la orilla de la carretera, cuando
encontramos al hermano Bernabé quien en ese momento venía de su templo, ya que era
presbiteriano, no lo conocíamos pero al encontrarnos le dimos una revista, la tomó y
preguntó de qué iglesia éramos, cuando le dijimos que éramos adventistas y que nos
reuníamos en mi casa, nos dijo de pronto, que nos iba a dar una oportunidad para que
fuéramos a su casa y le diéramos estudios bíblicos y si le mostrábamos con la biblia que la
iglesia adventista era la iglesia verdadera, se uniría a nosotros. La tarde siguiente
estábamos en su casa estudiamos la biblia y nos dijo que le interesaba aprender más, es
así como el Señor le muestra el camino y se aparta de su antigua iglesia y se une a la
iglesia adventista, llegando a ser uno de los pilares en el crecimiento de la iglesia Nueva
Esperanza. Debido a su nueva fe el hermano Bernabé es probado y pierde su empleo,
pasando momentos difíciles pero esto lo fortalecía y lo acercaba más a Dios, quien lo
llama al ministerio del colportaje, iniciando así una exitosa trayectoria en el colportaje
hasta el día de hoy”. De esta manera el grupo había crecido de tal forma que en el año de
1983 el hogar del hermano Jaime ya no era suficiente para las reuniones. Con apoyo de la
asociación, del entonces pastor del distrito de Atasta Manuel Noverola y de los hermanos
se adquiere un lote en esta colonia, donde de inmediato se construye un pequeño templo
de techo de láminas, paredes de tablas, piso de tierra y bancas de tablas con blocks,
dando inicio los cultos en este lugar, eligiendo el nombre de “Nueva Esperanza”.

Durante dos años de arduo trabajo misionero la feligresía aumenta y se construye el

templo. Para el mes de septiembre de 1985, se realiza la organización de la iglesia
formando parte del distrito Primero de Mayo dirigido por el pastor Julián Gómez.

De esta manera muchas familias son bendecidas con el mensaje del evangelio y la iglesia
Nueva Esperanza crece para gloria de Dios.

Una característica peculiar es que predominan las mujeres y los jóvenes en la feligresía.
Para el año 1987 la iglesia pasa a formar parte del distrito de Atasta con el Pastor Feliciano
Uc. En los años siguientes los siguientes pastores dirigen a la Nueva Esperanza, Alfredo
Bárcenas, Joel Hernández, Pedro Guízar, Maximinio de la Cruz, Anselmo Landa, Felipe
Domínguez y Esteban Torres. Para el año 2009 se constituye un nuevo distrito siendo la
sede la iglesia Nueva Esperanza, designando la asociación al Pastor Pedro Luis May
Jiménez para dirigir el naciente distrito. Durante aproximadamente 4 años el pastor May
dirige el distrito y a mediados del 2012 es nombrado el pastor David Chan.

La historia de la fundación del club de guías mayores fue de esta manera: En enero de
1996 se llevó a cabo una campaña evangelística en la iglesia Nueva Esperanza, siendo el
orador el C.P. Salomón Maya Ramírez, quien en ese entonces era el tesorero de la
Asociación de Tabasco. Durante esta campaña una de las comisiones nombradas fue la de
vigilancia, siendo nombrados los jóvenes de la iglesia quienes acordaron usar el uniforme
de guías mayores que ninguno tenía pero todos hicieron el esfuerzo de conseguirlo para
este evento. Al finalizar la semana de conferencias el Contador Maya agradeció a toda la
iglesia y a las comisiones el apoyo brindado, en forma especial se dirigió a los jóvenes
agradeciendo al Club de Guías Mayores sin saber el que no existía dicho club. Se le
informó sobre esto y él sugirió que había un buen grupo de jóvenes y que sería de mucha
bendición organizar un club en la iglesia.
Esta idea entusiasmo a los muchachos y sembró en sus corazones el deseo de aprender y
conocer más acerca de los guías mayores.

Una comisión de jóvenes visitó al entonces director de jóvenes de la asociación el Pastor

Jonatán Santos, quien animó y felicitó a los jóvenes por su interés de involucrarse en las
actividades de los clubes, asimismo proveyéndoles de la información y materiales
necesarios para la organización el club. Es así como ese mismo año en el mes de febrero
se organiza formalmente el club de guías mayores con el apoyo del club Betelgeuse de
Atasta y del club del distrito Primero de Mayo. Iniciando con 10 miembros siendo
nombrado director el hermano César Arturo Hernández Serrano. Eligiendo el nombre
de”Shiloh”, que significa “El que da descanso”, basado en el texto de Génesis 49:10, en la
bendición de Jacob a su hijo Judá refiriendosé al Señor Jesús quién vendría de la
descendencia este. Este nombre fue propuesto por el hermano José Guadalupe Reyes
Mendoza.

En el mes de julio de ese año 1996 se llevó a cabo el Camporee de Guias Mayores de la
Asociación de Tabasco, en Tapijulapa, Tabasco, con una asistencia de más de 40 clubes,
destacando experimentados clubes como Betelgeuse de Atasta, Pioneros de Nueva
Villahermosa, etc., a este evento asiste por primera vez el Club Shiloh con pocos recursos,
poco conocimiento y experiencia, pero con mucho entusiasmo y deseos de aprender. En
esta primera experiencia el club “Shiloh” se ubicó en el lugar 16, obteniendo el derecho de
asistir al año siguiente al camporee de la Unión del Sur en Oaxaca en abril de 1997.

Para el año de 1999 surge la necesidad de atender a los jovencitos que no tenían la edad
para estar en el club de guías mayores, es así cómo se organiza el Club de Conquistadores
“Shiloh”, siendo la primera directora la hermana Lidia Velázquez. Actualmente el club de
conquistadores cuenta con 15 miembros activos y varios de sus ex miembros, que ya
forman parte de guías mayores, son jóvenes líderes destacados en la iglesia.

En los siguientes años el club de Guías Mayores participa en los camporees que organiza la
asociación, así como en las actividades de la iglesia tales como campañas, jornadas de la
bondad, servicios a la comunidad, recolección, etc.

A partir del año 2009 se organiza el Club de Aventureros “Shiloh”, con el objeivo de guiar a
los