Educar como un proceso de enseñanza es en esencia un diálogo
permanente, es una acción social en la que los individuos orientan su actuación en función de la interpretación del comportamiento de las y los otros. No solo se trata de un medio para adquirir conocimientos si no también es una herramienta por medio de la cual se construye la personalidad de cada individuo.
Las relaciones sociales que se establecen en el proceso educativo
son fundamentales en el desarrollo del individuo, la comunicación en los distintos espacios del centro educativo, el cruce de gestos, de miradas, las experiencias personales, valoraciones tradiciones, son la base para adquirir ciertos valores y habilidades sociales importantes en la vida de toda persona.
El aula, el colegio, el recreo, son contextos sociales en los que
los estudiantes pasan gran parte de su tiempo, a través de estos espacios, las personas se desenvuelven en su niñez, adolescencia y juventud, en donde adquieren la mayoría de los comportamientos sociales, interiorizando y reforzando conductas que reflejan la cultura que los rodea, las situaciones percibidas como positivas o negativas repercutirán o quedara condicionado de alguna manera su satisfacción sobre el proceso educativo .
En este sentido la percepción del estudiante sobre su proceso
escolar, la satisfacción personal, o lo que podemos traducir en el clima escolar es un aspecto transcendental que marcara la personalidad de cada sujeto. Al respecto de la definición del clima escolar Sánchez, N. (2009) citado por Pacheco, L. (2004), señala lo siguiente:
podemos considerar el clima escolar como el conjunto
de actitudes generales hacia y desde el aula, de tareas formativas que se llevan a cabo por el profesor/a y los alumnos/as y que definen un modelo de relación humana en la misma; es resultado de un estilo de vida, de unas relaciones e interacciones creadas, de unos comportamientos, que configuran los propios miembros del aula. (p, 41)
De acuerdo con lo citado el clima escolar incluye tanto una dimensión
estructural referida a la organización de los roles y las expectativas de los estudiantes en la clase y al hecho de compartir como grupo normas de conducta, como una dimensión afectiva o formas concretas mediante las que cada personalidad individual satisface sus necesidades.
En la concepción del clima escolar se pueden describir cuatro
componentes que serían; en lo académico; normas, creencias y prácticas de la escuela, en lo social; comunicación e interacción entre personas, a nivel físico; aspectos físicos y materiales y su mantenimiento y en lo afectivo sentimientos y actitudes compartidas en la escuela.
Un ambiente de confianza, de estímulo receptivo, sereno, con
modelos de interacción positivos entre las personas, propiciará un clima escolar adecuado para el desarrollo del proceso educativo y favorece en el rendimiento académico del estudiante. De igual manera un aula con alta organización permite a los estudiantes sentirse tranquilos y seguros, y genera un ambiente favorable para el aprendizaje esta organización de aula incluye el manejo de conducta del profesor, la manera de que los estudiantes responden a las reglas y normas de la clase y la productividad dentro de la sala de clase.
Los factores que se relacionan con un clima social positivo son:
ambiente físico apropiado, actividades variadas y entretenidas, comunicación respetuosa entre profesores y alumnos, y entre compañeros, capacidad de escucharse unos a otros, y capacidad de valorarse mutuamente
Con relación al clima escolar positivo la UNESCO (2013) expresa:
El clima escolar, sin embargo, suele ser reflejo de las
capacidades instaladas en las escuelas. Así, puede suponerse que una escuela con buen clima escolar es una organización profesional donde existe colaboración entre directivos y profesores, en la que participan las familias y los estudiantes, y en las que se promueve un trato respetuoso entre los niños y aprecio por los otros. (p, 5)
Desde este contexto un centro educativo de calidad es aquel en el
cual se potencia las capacidades cognitivas, sociales, afectivas, estéticas y morales del estudiantado, además de contribuir a la participación y a la satisfacción de la comunidad educativa en la cual los padres y, representantes ejercen también un papel importante, así mismo se brinda apoyo para el desarrollo profesional de los docentes. Es decir , los centros educativos son una importante institución de socialización, proveedora de comportamientos y actitudes sociales, solamente la familia puede estar por delante de ella.
Por otra parte es importante hacer mención de las experiencias
negativas que pueden alterar la calidad del clima escolar del estudiantado, aunque este es un tema complejo entre las más significativas se encuentran: Las múltiples exigencias de adaptación, provenientes de un entorno escolar altamente jerarquizado, burocratizado y tecnificado en el cual se crea una especie de competencia no saludable en la que se busca ser los mejores.
Así mismo La Violencia escolar, esta tiene muchas variantes, una de
ellas es el bullying el cual representa un fenómeno específico de comportamientos ofensivos repetidos en los que existe una diferencia sistemática de poder entre abusador y víctima. Es muy notorio que en algunos centros educativos se presenten este tipo de casos en los cuales existe la agresión física o verbal dentro de compañeros estudios, generando malestar en las victimas y rechazo, también puede provenir de alguna persona adulta que genere comentarios negativos, que afectan el buen desenvolviendo físico y emocional de la persona afectada.
De igual manera esta la discriminación, aunque este es un tema
controversial muchos niños e incluso docentes pueden verse afectados por este problema, en cual son rechazados por su estrato social, modo de vida, preferencias religiosas entre otros, en el caso de los maestros la universidad de procedencia es un tema muy particular que últimamente ha generado mucho exaltación en Venezuela, ya que se ha creado una matriz donde los profesionales que son egresados de universidades públicas son descalificados por colegas de otras instituciones. Es evidente que las situaciones antes mencionadas influyen y crean un clima negativo que es obstaculizador del desarrollo y genera en los estudiantes apatía por la escuela y en los demás actores del proceso educativo, desatención, estrés y desmotivación.
Las acciones de prevención del maltrato y la violencia en las
escuelas, deben considerar la formación de valores y una cultura de disciplina, concebida esta como el cumplimiento de los roles que a cada miembro de la comunidad educativa le compete. Por tanto, esta no debe ser vista exclusivamente en relación al estudiantado, sino también respecto de los adultos que forman parte de la comunidad escolar: docentes, padres, madres y directivos entre otros.
En este sentido la construcción de un clima escolar positivo y
favorable es una tarea de todos, y la cual depende de la habilidad que tengan los miembros del grupo escolar para resolver los conflictos de forma no violenta. Si no basados en el dialogo y en la socialización, estableciendo lazos de convivencia y tolerancia que permitan al estudiante sentirse en un ambiente de amor respeto e igualdad de condiciones.
En síntesis para que existe un clima de calidad debe crear un
ambiente en el cual los educandos estén contentos, alegres y motivados, involucrados con su propio aprendizaje y con el funcionamiento de la escuela; educadores y directivos motivados, comprometidos con la enseñanza de todos y de cada uno de los estudiantes y con la mejora de la escuela; familias orgullosas de su escuela e involucrados en las actividades que ella realiza. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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