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¿s Señales de los Tiempos

U a trimotor francés, destinado al servicio de pasajeros entre Francia y sus colonias.

(^Foto Contreras y Vilaseca.)

(Véase en la páéina 3 el artículo


"La E d a d de O r o de la Tierra".

PRECIO: 50 céntimos
la segunda es una manifestación de esa ^¡^ a
L a ciencia de los antiguos y de la Bifclia resultado de su cultivo. U n rústico ignorant ^^^^^
H e m o s v u e l t o a leer ú l t i m a m e n t e el libro del aba- veces, más inteligente que u n sabio, y en to
te M o r e u x La ciencia misteriosa de los Faraones, que y o sepa, j a m á s h a n sido sinónimos i-''*'
p u b l i c a d o hace u n o s diez años. Contiene datos ver- e inteligente." (Páginas 6 4 y 6 5 . ) gs",
daderamente interesantes, dignos de u n estudio de- A p a r t e la mención del " h o m b r e de las caf^^^-uer-
tenido. cuya existencia p o n e m o s en d u d a , estamos
E n dicha obra el a u t o r estudia la pirámide de d o con el abate M o r e u x . N o solamente aparee ^
Keops, en E g i p t o , y descubre en ella las pruebas de pre el h o m b r e como u n ser inteUgente, 4^^^¡a.
p r o f u n d o s conocimientos científicos por parte de h a b i d o siempre manifestaciones de su inte '^^^^te
sus constructores m u c h o s siglos antes de Jesucristo. Y a u n q u e en nuestros días haya constant^ ^^^^^
Hace varios siglos ya que otros sabios venian n o - nuevos descubrimientos científicos, que dan ' ' p í a
t a n d o en las dimensiones de la pirámide, el lugar tra época u n significado e x t r a o r d i n a r i o en a ^j,
escogido para su construcción, la orientación del con el plan de Dios, según queda expuesto^^^
enorme m o n u m e n t o , considerado por los antiguos artículo de este n ú m e r o , n o deja de ser ver ^.^jjj,
como u n a de las siete maravillas del m u n d o , coin- los antiguos pueblos tuvieron también una ^]
cidencias asombrosas con descubrimientos a s t r o n ó - zación m u y desarrollada. ¿ P o r qué no, ya^^^ go-
micos, geométricos y geodésicos más recientes. E s t o h o m b r e fué desde su creación u n ser eivibza^^^.
parece indicar que los egipcios, c u a n d o se c o n s t r u y ó bre esto dice el abate M o r e u x en la misma o ^j^j^o.
la G r a n P i r á m i d e , poseían conocimientos científi- " T o d a s las religiones derivadas d e l cristian
cos e x t r a o r d i n a r i o s , que la ciencia m o d e r n a se com- incluso la judaica, enseñaron que el hom ^^^p
place a veces en negar a la antigüedad. creado p o r Dios en estado de perfección, de ^.^^^.^s
M . E. M . A n t o n i a d i , a s t r ó n o m o del Observa- zación a v a n z a d a , y siempre ha parecido a ^^^^
torio de M e u d o n , publicó el a ñ o pasado u n libro sabios tarca digna de sus esfuerzos poner en
sobre la a s t r o n o m í a egipcia. Se refiere t a m b i é n en juicio esa enseñanza tradicional y doctrina • j^s
él a la G r a n P i r á m i d e y los considerables conoci- " D e este m o d o , en vez de limitarse a duí^^^
mientos científicos que poseían sus constructores. hechos y sus causas, la Ciencia ha a b a n d o n ^ ^ ^ j ,
H e aquí su conclusión: verdadero papel para convertirse en el apoyo_, ^pa-
"Los hechos que se h a n e n u m e r a d o presentan u n nas hipótesis y de doctrinas preconcebida?-
gran interés y p r u e b a n la realidad de los conoci- gina 66.) _ _
mientos adquiridos p o r los egipcios en geometría, Bien se puede h a b l a r con cierta ironía ^^g'
ciencia que h a b í a n t e n i d o el m é r i t o de crear en u n m o d e r n o s que niegan cultura a los znú?,^°^^0}í>
t i e m p o m u y r e m o t o . El p l a n o de la pirámide h a b í a blos, y son dignos de compasión los que ^
sido concebido p o r los sacerdotes en sus más nimios que la Biblia carece de exactitud científiea^^
detalles, y ejecutado en t o d o con la preocupación está en abierta contradicción con la Ciencia- ¿e
constante de obtener las relaciones sorprendentes en- lidad es m u y distinta. Los libros más antig j^¡.jli
tre la geometría p l a n a y la del espacio. Y el hecho, la Biblia contienen datos científicos que ^^'^ ¿¿tt^^
t a n inesperado, descubierto p o r la intuición de J o - a m u c h o s sabios, p o r q u e la Biblia presenta ^^^g^f
m a r d , según el cual el p e r í m e t r o de la base del m o - teorías científicas siglos y milenios antes eS'
n u m e n t o de Keops era igual a medio m i n u t o de l o s h o m b r e s a las mismas conclusiones pof ^í-
g r a d o terrestre, parece indicar que los egipcios h a - tudios. P e r o lo cierto es que dichas afirrnací
b í a n m e d i d o la tierra con el m a y o r é x i t o . " blicas h a n sido confirmadas p o r la ciencia m o , ^íjS
E s t o desmiente r o t u n d a m e n t e la idea según la L a Biblia afirma q u e la tierra es u n 26''^'^'
cual la ciencia es algo reciente que n o conocían los 40:22), que está suspendida sobre nada (Joh ^j^yo
a n t i g u o s . Se ha creído y dicho m u c h a s veces que la y que n o es el centro del U n i v e r s o , como ^e
familia h u m a n a que vivía en aquellos remotos tiem- durante tanto tiempo (Job 26:14). La ^^lo-'l'))'
pos era i g n o r a n t e . El estudio de los m o n u m e n t o s bla t a m b i é n del peso del viento o aire ( J o b ^ ^ t ^ s
que sobrevivieron de aquel lejano pasado revela que y J o b afirmó este hecho u n o s treinta ^'2'° ¡jf-
n o fué así. Se n o t a , al c o n t r a r i o , que los h o m b r e s de los experimentos de Galileo sobre el P'"' (.titU,^
de entonces t e n í a n conocimientos que después se P o d r í a m o s seguir c i t a n d o ejemplos de la eX gjjjll'
perdieron, descubriéndolos n u e v a m e n t e la ciencia científica de la Biblia. C o n s t a , pues, que la ^¡^0
moderna. n o es u n l i b r o para engañar a los ignorant^j^j
El abate M o r e u x dice en el citado l i b r o : " P o r q u e es capaz de satisfacer al más exigente de jj^a
m u y lejos que nos r e m o n t e m o s en el p a s a d o , siem- vestigadores. Debe desaparecer para siempre
pre nos aparece el h o m b r e con el m i s m o g r a d o de de que en los tiempos de los a n t i g u o í Faraón ^^j,.
inteligencia y de religiosidad. Sin d u d a hemos p r o - Moisés y el p u e b l o de Israel imperaba la 18 ¿fi'
gresado respecto al h o m b r e de las cavernas: pero ese cia. L a Biblia y los m o n u m e n t o s
progreso es ú n i c a m e n t e con referencia a las a d q u i - demuestra''^^^fi-
siciones intelectuales, materiales e industriales. M e r a m e n t c que n o fué así. Seguramente que ^°^g^C^^'
explicaré: es necesario distinguir entre la potencia tos bíblicos c o n t r i b u y e r o n a la cultura de en ^^5-
y el acto, entre la inteligencia y la aplicación que de y su lectura y estudio n o dejarán de ser P^^jj^ie'''
ella hacemos. L a primera es u n a facultad de h e c h o ; otros t a m b i é n u n a fuente inagotable de conO
tos útiles y necesarios. R-
P Á G I N A DOS
PRECIOS
Red»cior;
^- GERBER LAS S E Ñ A L E N liunsMlti . .
PtM.

1.51
^"imlnlstración;
{Krifcüi iiDil n
^ ° v a r r u b ¡ a 8 , 28
''"«léfono 34155
D E íos TIEMPOS Espiii . 5,00
U ll tttititien . . W
Madrid — REVISTA M E N S U A L

M a d r i d NúM. 4
"ío 1935

A EDAD DE ORO
DE LA T I E R R A

parte de u n capítulo del interesante libro «La H o r a


más crítica de la Historia»

Escrito por Arturo S. Maxwell


N u e v o auíorrail capaz a andar a la velocidad de m á s de 1 4
de ij''^^^^ verdaderamente la hora más portentosa kilómetros por Kora,
(Foto Contreras y Vilaseca.)
ticfj^ ^ i s t o r i a . V i v i m o s en la edad de oro de la
Po, ' ^ o t n o u n a flor cerrada durante m u c h o tiem-
'"úch"'^ ha estado m a d u r a n d o lentamente durante cendio de u n bosque. Sobre sus cenizas se ha erigido
to f °^ milenios, el genio del h o m b r e se ha abier- el edificio de la civilización del siglo X X . H o m b r e s
de |J*^"'^inamente con esplendente gloria. El sueño de ciencia, químicos, exploradores, ingenieros, con la
tif siglos h a t e r m i n a d o en u n poderoso desper- mente iluminada p o r los nuevos conocimientos, y
lia t ^ ocurrido algo milagroso. E n pocos años se llenos de celo, en su búsqueda constante de más a m -
fevoi''l^^oruiado tierra. La ciencia aplicada ha plias conquistas, todos se h a n u n i d o para crear este
1iafgg'"'°nado la vida en todos sus aspectos. U n a m u n d o de maravillas. E n cuanto a riqueza, poder
Krt^^ nuevas ideas h a penetrado en la mente del y magnificencia, n o hay nada semejante en los ana-
clüsg "^on^ci cuando se abre u n a compuerta de es- les de la H u m a n i d a d . Las más brillantes épocas del
"^onipe u n dique. pasado palidecen, hasta quedar insignificantes, al
^Ujjj^'^"^^ de largas épocas de estancamiento, la lado del brillo deslumbrador de esta esplendorosa
Ig^/^^'^^d se ha encontrado lanzada bruscamente edad de oro.
]g araúnda de este tiempo asombroso. Saliendo
d^l t^ortuosas sendas, t a n lentamente recorridas, COMO U N T R I U N F O R O M A N O
ii ,i^^ado, se ha colocado de repente en u n a rapi-
que avanza con aterradora veló- ¡Qué espectáculo más glorioso se ofrece a nuestra
le ] j ' ^ h a b i d o aceleramiento en todas las esferas vista al contemplar esta hora maravillosa a la cual
Sot ^.^'-'^ividad h u m a n a . Según las palabras del se- hemos llegado! Secretos capturados y poderes de la
^^l George, " n o s precipitamos con una rapi- Naturaleza sometidos pasan ante nosotros en con-
%e ^'•'^'ginosa, haciendo en u n a ñ o el recorrido tinua procesión, llevados en triunfo p o r los cesares
qUe^'^tes exigía siglos". L a corriente de la vida, modernos de la ciencia. M o m e n t o tras m o m e n t o , se
'tatjp í^ante m u c h o tiempo proseguía su marcha con desarrollan nuevas y grandes maravillas. Proezas
^^do p serenidad por pacíficas llanuras, ha 11c- portentosas d a n testimonio de la casi ilimitada ca-
j>j^rinalmente a las cataratas. pacidad del genio del h o m b r e .
Pasgj '"^proviso, la sencillez de vida de los siglos De la tierra, del aire, del éter, del mar, sí, hasta
^SQJ^J^^^ quedó radicalmente modificada p o r los del fondo del mar, surgen los elogios a su espíritu
'^s},j^?sos inventos modernos. Las costumbres y conquistador, mientras que a nuestros oídos llega el
^Os Co muchas generaciones h a n sido arrasa- sonido de u n a v o z , que clamaba hace m u c h o s si-
un g r u p o de chozas de madera p o r el i n - glos: "Bienaventurados los ojos que v e n lo que

PÁGINA TRES
vosotros veis, p o r q u e . . . m u c h o s profetas y reyes cie- al sol con plateados reflejos, u n dirigible, que ^
^searon ver lo que vosotros veis, y n o l o v i e r o n . " za majestuosamente hacia nosotros. M á s allá ^^^^^
(Lucas, 1 0 : 2 3 , 24.) o t r o , y o t r o , verdaderos buques aéreos, llenado
Considerad p r i m e r a m e n t e las maravillas de la más de cien m i l metros cúbicos de gas, y ^^^f^^¿¿
tierra. t a n d o miles de toneladas de mercancías alrededo
U n coche pasa c o m o u n relámpago, v i a j a n d o a mundo.
u n a velocidad de 4 0 0 k i l ó m e t r o s p o r h o r a , y n o s P o r encima y p o r debajo de ellos se ven P^'^^^jos
m a r a v i l l a m o s ante la h a b i l i d a d de los mecánicos y mariposas, aviones de b o m b a r d e o gigantes y •.
el d o m i n i o p r o p i o del conductor que hacen posible de reconocimiento, que recorren el aire con
tal velocidad. dad de águilas. P e r o ¡ m i r a d ! Destacándose ^^j,
U n a l o c o m o t o r a gigantesca se l a n z a a u n a velo- distante neblina se presenta ante nuestros asoin
cidad de 1 3 0 k i l ó m e t r o s p o r h o r a . L a siguen m u - dos ojos aquel t r i u n f o de la h a b i l i d a d ^lem^^Jj^d
chos coches con centenares de pasajeros. Sigue ade- barco v o l a n t e , el Dornier D. O. X., llevando
lante, siempre adelante, c r u z a n d o ingentes viaduc- pasajeros a través de los océanos. j^e-
tos y macizos puentes de acero, h u n d i é n d o s e en el D e p r o n t o se oye algo así c o m o u n silbin°-^
c o r a z ó n de las m o n t a ñ a s y p e n e t r a n d o bajo el le- v a n t a m o s nuestras cabezas y vemos pasar p ° j^j,,
c h o de los ríos. V a , siempre adelante, recorriendo cima de ellas c o m o u n r e l á m p a g o "la bala ^j^^fj
diferentes naciones, e n l a z a n d o grandes ciudades y t e " , que viajó a r a z ó n de 720 k i l ó m e t r o s pc"^
o l v i d a d o s pueblos, l l e v a n d o nueva vida y nuevos en la carrera para el trofeo Schneider. a
p e n s a m i e n t o s a t o d o el m u n d o . P e r o ¿qué es esto? E l avión cohete, impu'^ jo-
Se oye u n z u m b i d o c o m o de muchas d í n a m o s . velocidad fantástica p o r u n n u e v o m é t o d o ^jj^a
Aparece u n gran dique cerrando el paso a las aguas p u l s i ó n . E x t r a ñ o y maravilloso, p r o v i s t o d e ¡js
de u n r í o y conduciéndolas p o r canales hechos a serie de cohetes bien cargados, trata de ronap^
p r o p ó s i t o con objeto de t r a n s f o r m a r la fuerza de la ligaduras que le sujetan a la tierra y lanzarse, ^^^¡j
gravedad en potencia y calor, y o b l i g a n d o a las vés de los ú l t i m o s vestigios de la atmósfera,
aguas del valle a i l u m i n a r las casas de las colinas y el gran m á s allá, hacia la luna y las estrella^'
p o n e r en m a r c h a la m a q u i n a r i a de mil fábricas. quiera l o lleve el D e s t i n o . ^^ví'
P o d e m o s ver las llamaradas de m u c h o s altos h o r - ¡Escuchad a ú n ! P o r q u e a q u í vienen las
nos, de los que salen toneladas y m á s toneladas de lias del éter. Viabl'"
m i n e r a l de hierro convertido en acero fino, y tra- Llegan a nuestros oídos voces que nos h ¡1
b a j a d o y m o l d e a d o hasta f o r m a r vigas gigantescas, desde los cabos de la tierra. A t r a v e s a n d o 1 " ' " ' ' p 1'
macizas ruedas y otros i n s t r u m e n t o s de la i n d u s t r i a . k i l ó m e t r o s , llegan a n o s o t r o s las palabras c .j.
L a música de las prensas llega a nuestros oídos y m i s m a m o d u l a c i ó n de la v o z del que las p r o ^ el
aparecen aquellas obras maestras del ingenio h u m a - L o s sonidos m á s débiles, el chapoteo del ^^^ga'
n o q u e p e r m i t e n la existencia de los grandes r o t a t i - a r r a s t r a r de los pies, el r u i d o p r o d u c i d o al ^ ¡s'
vos de h o y en d í a . C i l i n d r o s que giran r á p i d a m e n t e u n papel, t o d o se reproduce con u n a exactitiJ
a r r o j a n millas y millas de papel en la boca insacia- crupulosa. jite-
ble de estos titanes m o d e r n o s , que las t r a n s f o r m a n E l R e y de I n g l a t e r r a h a b l a , e instantáneam^^
con u n a velocidad increíble, en crónicas completas trescientos millones de s u b d i t o s están al alcalá
de los acontecimientos diarios del m u n d o , a r a z ó n su v o z . Seguramente que n i n g ú n monarca tu
de ochenta m i l p o r h o r a . m á s t a n g r a n poder y privilegio. ^]}C'
O í m o s el golpeteo de las m á q u i n a s calculadoras, P e r o ¡ m i r a d ! A q u í se v e n imágenes que ^^^j{,fr
y vemos empleados q u e s u m a n , c o l u m n a tras co- ven. Misteriosamente, a través del éter, la* , ( 0 ^
l u m n a de cifras, con esos milagros de la h a b i l i d a d ciones llegan al a p a r a t o q u e tenemos ante tio^
del i n v e n t o r , r e s t a n d o , dividiendo, m u l t i p l i c a n d o , Y se convierten i n m e d i a t a m e n t e en seres, con -^^i
y t o d o ello con u n a exactitud absoluta y u n m í - riencia de vida, que corren, que h a b l a n , que '^^'^'^¿^i
n i m o de esfuerzo. c a n t a n . ¡ Q u é t r i u n f o m á s a s o m b r o s o de esta
Percibimos u n r u i d o c o m o de m u c h a s segadoras, maravillosa!
y vemos grandes tractores q u e recorren r á p i d a m e n t e
los sembrados segando, a t a n d o y t r i l l a n d o , t o d o al
LAS MARAVILLAS D E L MAR
mismo tiempo.
U n gran estruendo atruena nuestros oídos. P o - Desapareciendo en la lejanía está el que
tentes b o m b a s extraen el agua de las e n t r a ñ a s de la del A t l á n t i c o , el barco Mauretania, que
tierra, mientras q u e u n m i l l ó n de personas, en las durante ^-
ciudades circundantes, se b a ñ a n t r a n q u i l a m e n t e en de veinte años recorrió los mares de u n o a o t í " ¡jo
aquella agua traída de e n o r m e distancia. tinente. E r a u n a m a r a v i l l a ; pero a h o r a h a t^J^^íO
que ceder la p a l m a al majestuoso Europa, el ^
Y magnífico barco alemán, que h a c r u z a d o c |
LA CONQUISTA D E L AIRE
lántico en nueve h o r a s m e n o s que el ^aureto^ ^^M
C o n t e m p l a d a h o r a las maravillas del aire. C o n t e m p l a d t a m b i é n t o d o s estos enormes D n
U n confuso susurro se percibe a lo lejos. L e v a n - que pasan en gloriosa f o r m a c i ó n : el Mdl^^'/^ak
t a m o s la vista y vemos allá, en la lejanía, b r i l l a n d o Olimpic, el Leviathan, el Bremen, el Empress o M
tain Y veintenas de barcos m á s pequeños, lín^^ g
PÁGINA CUATRO
calir,' 'i^nipañía tras compañía, n a v e g a n d o hasta los i n s t r u m e n t o s construidos recientemente. T o m a d este
.5i.de la tierra. gran telescopio, con sus inmensas lentes, y dirigid
de'n,-"^^d' Los barcos de guerra llegan. E s t á n llenos vuestra mirada hacia los infinitos dominios de D i o s .
bre y poder, pues t o d o el ingenio del h o m - ¡Cuan vastos s o n ! ¡Cuan i n m e n s o es el espacio! E s -
/}ey ^, sido empleado en su construcción. El Rod- trellas tras estrellas, sistemas tras sistemas, n e b u l o -
defQj ^elson, el Renown, los cruceros, los torpe- sas, planetas, asteroides, m u n d o s sin fin. ; O h D i o s !
ta (Je P o r t a m i n a s , los h i d r o p l a n o s . ¡Qué pléto- ¡ C u a n terrible es este tu poder que has revelado a
ellQj, niatavillas contienen todos y cada u n o de los h o m b r e s en este gran d í a !
¡Maravilloso espectáculo de nuestro t i e m p o ! Y ,
gj ^hota contemplad las maravillas submarinas, sin embargo, ¡cuan incompleto resulta el cuadro de
tros ^^^"^dose de las profundidades delante de nues- todas las asombrosas maravillas que constituyen h o y
to ^ J'-'s,^emerge u n s u b m a r i n o gigante, u n crucc- las cosas más corrientes de nuestra v i d a !
se y ^ eañones de seis pulgadas, capaz de sumergir- D e n t r o de las paredes de cualquier fábrica se en-
tos 2 j r de n u e v o a la superficie en pocos m i n u - cuentran obras maestras de m a q u i n a r i a que llena-
deroj ° '^'•ad de su c o m a n d a n t e . E q u i p a d o con p o - rían de a s o m b r o a nuestros antepasados. L o s mé-
tecQ motores y bien provisto de oxígeno, puede todos de fabricación que p o n e n los tejidos más se-
cié g''^ centenares de millas sin subir a la superfi-
lectos, las sedas más finas y los encajes más precio-
y d " su interior a n g o s t o h a y h o m b r e s que comen
sos al alcance de los menos a f o r t u n a d o s n o son otra
an y juegan en las profundidades
cosa que milagros del genio i n v e n t i v o . L o s m é t o d o s
de producción en masa, que m a n u f a c t u r a n centena-
pa^^^ ¿qué es aquello? U n a nueva y extraña cam-
res de automóviles, m á q u i n a s de coser, refrigerado-
Ut) jj^sumergible que se descuelga p o r el costado de
HO ^ ' - O ' y que va a descansar en el f o n d o del océa- res, m á q u i n a s de escribir, bicicletas y t a n t a s otras
fanii].''^'-'^° de ésta campana v a n u n h o m b r e y su cosas de valor en u n solo día y permiten que h o m -
do ig^^.' están estudiando, p i n t a n d o y fotografian- hres y mujeres que tienen relativamente pocos me-
tán 1 y fauna s u b m a r i n a s . ; Q u é más i n v e n t a - dios de f o r t u n a p u e d a n adquirirlos, son igualmente
dos hombres? maravillosos, a u n q u e nuestra familiaridad con ellos
h a y a desarrollado en nosotros u n injustificado des-
"LOS C I E L O S C U E N T A N " precio hacia todas estas cosas.
teve°j''^"^P'ad a h o r a las maravillas de los cielos,
^das como nunca antes p o r los maravillosos (Continuará en el próximo número.)

II
La Hora más crítica de la Historia
Por ARTURO S. MAXWELL

O b r a de actualidad, d o n d e el conocido a u t o r
inglés Sr. M a x w e l l explica, con el a p o y o de las
enseñanzas de la Historia, el significado del cre-
cimiento diario de la violencia, la gigantesca lu-
cha entre el capital y el trabajo y los f o r m i d a -
bles preparativos de guerra, con la angustia de
todas las naciones.
La hora más crítica de la Historia tiene u n
mensaje para los intelectuales, los h o m b r e s de
negocios, las madres de familia y los jóvenes
amantes del saber y del progreso.
Esta hermosa obra contiene 4 1 2 páginas, con
numerosos grabados. Está encuadernada en tres
estilos, y se vende a los siguientes precios: "gra-
n i t o l " , 16 pesetas; 'tela, 1 4 ; rústica, 1 2 .

EDITORIAL E S P A Ñ O L A . - -Apartado 4078.


MADRID.

PÁGINA CINCO
g a r : "Su Sociedad, v u l g a r m e n t e llamada b'^'l"''^'
extiende a u d a z m e n t e p o r toda la tierra, y. ^^^Qp.
preciando las tradiciones de los Santos Padres.
trariamente al célebre decreto del -concilio de Tre
que prohibe vulgarizar las Santas Escrituras,^ V
blica traducciones en todos los idiomas de la ti^
V a r i o s de nuestros predecesores p r o m u l g a r o n
para desviar este a z o t e ; y nosotros también, P
c u m p l i r con nuestro deber apostólico, ordenan!
los pastores que aparten cuidadosamente su re •
de estos pastos mortíferos." (Bula publicada
L e ó n X I I para la apertura del J u b i l e o de ^.,'¡e
¿Habéis oído bien? ¡La Biblia y su contenido^j,
<Debe leerse la Biblia? llaman pastos mortíferosi ¿Y por quién? 1 °

P o r J. C . GUENIN P^P^- p ¿tei


E n realidad, ¿es bien cierto que los Santos ^'^n-
T a l p r e g u n t a parece enteramente superfina, p o r h a y a n h a b l a d o contra la lectura de la Biblia? L^
n o decir fuera de lugar, si se dirige a cristianos, ca- se las siguientes citas: ye
tólicos o protestantes, p o r q u e t a n t o los u n o s como " N o descuidemos nunca la P a l a b r a de Dios-
los otros a d m i t e n la divina inspiración de las Sa- es la fuente de todas las virtudes... Alimentaos
gradas Escrituras. " E s t a m o s seguros de la d i v i n i - dos los días de la Sagrada Escritura." (San
dad de las Escrituras—dice el abate Bergier—, p o r - brosio.) Af
que fueron dadas a la Iglesia cristiana p o r Jesucristo " A p r e n d e d todos los días u n cierto número
Je-
y sus apóstoles." El apóstol P a b l o declara: " T o d a versículos de la Sagrada E s c r i t u r a " , «escribía San
Escritura es inspirada d i v i n a m e n t e y útil para en- r ó n i m o a una j o v e n d a m a r o m a n a . _^ ¿
señar, para redargüir, para corregir, para instituir " A l i m e n t a d vuestra alma con la meditación / ^
en justicia, para que el h o m b r e de Dios sea perfecto, estudio de las divinas Escrituras." (San Agus^^'^j
enteramente i n s t r u i d o para t o d a buena o b r a . " (2 "Perseverad en escuchar en la iglesia, coni^ •,
T i m o t e o 3 : 1 6 , 17.) vuestra costumbre, la lectura de la Sagrada 7" )
L a Escritura es inspirada para que sea útil, y es tura, y volved a leerla en vuestras casas."
útil p o r q u e es inspirada. Se comprenderá fácilmen- " Q u e vuestras Sagradas Escrituras, Señor, s
te que su utilidad será efectiva solamente si se lee. siempre mis más castas delicias." ( í d e m . ) ji-
C u a n t o más se lea, t a n t o más enseñado e i n s t r u i d o " C u i d a d , mis más queridos h e r m a n o s , de ^ ^ ^ j -
se está en la v o l u n t a d divina y el camino de la P r o - tar bien la P a l a b r a de Dios. N o descuidéis los d
videncia, y t a n t o más se siente t a m b i é n la necesidad n o s escritos que son c o m o las cartas que nue
de corregirse y c o n f o r m a r la conducta a las ense- C r e a d o r nos ba d i r i g i d o . " (San Gregorio.)
ñ a n z a s bíblicas. D a v i d , el c a n t o r de Israel, decía " E l e m p e r a d o r del cielo, el Señor de los h o m
ya mil a ñ o s antes de J e s u c r i s t o : "La ley de J e h o v á y los ángeles, os ha enviado cartas relativas a
es perfecta, que vuelve el a l m a : el t e s t i m o n i o de J e - vación, m i m u y querido y m u y ilustre hijo, Y
h o v á , fiel, que hace sabio al p e q u e ñ o . L o s m a n - cuidáis su lectura." ( í d e m . )
d a m i e n t o s de J e h o v á son rectos, que alegran el co- "Es útil y necesario que cada cual aprenda de
r a z ó n : el precepto de J e h o v á , p u r o , que a l u m b r a Escrituras d i v i n a m e n t e inspiradas lo que debe h^^^^
los o j o s . " (Salmo 1 9 : 7 , 8.) para afirmarse más en la piedad y para n o deja
" L á m p a r a es a mis pies t u palabra, y l u m b r e r a a llevar a las m á x i m a s del m u n d o . " (San Basilio-Zg^,
mi c a m i n o . " ( S a l m o 1 1 9 : 1 0 5 . ) " N o descuidemos el escuchar la lectura de la^ ,^5,
H e a q u í , pues, c ó m o D i o s nos recomienda la gradas Escrituras, p o r q u e es el d e m o n i o quien
lectura de la colección de libros que ha conservado vía a los cristianos de ello, p o r q u e n o puede sop
para nosotros de una manera t a n milagrosa, y Jesús t a r que las consideren como u n tesoro que puede e
n o s dice t a m b i é n : " E s c u d r i ñ a d las E s c r i t u r a s . " riquecerlos." (San J u a n C r i s ó s t o m o . )
(Juan 5:39.)
"Os e x h o r t o siempre, y n o dejaré nunca de
M i e n t r a s que D i o s , en la Biblia, nos enseña a b o r t a r o s , a n o c o n t e n t a r o s con escuchar las m^f^
leerla para ser sabios y a escudriñarla con el fin de clones que se d a n acjuí, sino a que leáis con asid
e n c o n t r a r en ella la vida eterna, h a y h o m b r e s que dad la Sagrada Escritura c u a n d o estáis en casa, -^j^j
a s u m e n el p o d e r de r e g l a m e n t a r o l i m i t a r su lec- otros, que vivimos en medio de las agitaciones í
tura, o hasta de p r o h i b i r l a r o t u n d a m e n t e . tempestades de esta vida, y que estamos expues
E l p a p a P í o I V d i j o : "Cualquiera que se atreva a cometer u n a infinidad de faltas, necesitamos eS
a poseer este l i b r o y a leerle sin h a b e r o b t e n i d o u n c o n s t a n t e m e n t e auxiliados y sostenidos p o r las
permiso especial, n o p o d r á recibir la absolución de h o r t a c i o n e s y las consolaciones que se h a l l a n en
sus pecados, a n o ser que entregue su Biblia al Sagrada E s c r i t u r a . " ( í d e m . )
obispo."
Así es falso decir que los P a d r e s se h a y a n oP
E l p a p a L e ó n X I I dijo, al h a b l a r de las Socieda- t o a la lectura de la Sagrada Escritura. Las citas 4
des bíblicas que d i f u n d e n la Biblia en lengua v u l - preceden contienen, al contrario, m u y buenas ra2

PÁGINA SEIS
les Pa ,
todfv , determinar al pueblo a leerla y meditarla trará a Jesús, se inspirará en sus enseñanzas para
^os dias. ordenar su conducta y reproducir su vida, la del
papg°|^P,^^ad las palabras de C r i s ó s t o m o con las del M o d e l o de toda perfección. La experiencia demues-
e| X I I : el p r i m e r o dice que es el d e m o n i o tra que u n o n o se cansa nunca de esta lectura, p o r -
Segyjjj esyía a los h o m b r e s de las Escrituras, y el que se descubren constantemente en él nuevas ri-
de ? dice a los sacerdotes que aparten a los fieles quezas. Sin embargo, ¡cuántos cristianos n o h a n
Puede Felizmente, n o es siempre así, como leído una sola vez el texto completo del E v a n g e l i o !
Pu d^^^^ testimonios que siguen: N o se percatan de que se h a n p r i v a d o así de c o n o -
edici¿ '^^"^ primera página de la segunda cimientos que les h a b r í a n a y u d a d o a vivir mejor
estas " francés de la Biblia del abate C r a m p ó n , conforme a su fe, porque se ama verdaderamente
obisj.^ P^'^'^ras '^^^ d i f u n t o cardenal D u b o i s , arz- sólo lo que se conoce. Además, existe indudable-
mente una gracia especial para los cristianos que ali-
..Po de París, con fecha de 1 9 2 3 :
m e n t a n su piedad en esta mesa misteriosa de la E s -
Vnt ^'^^^^ " P a l a b r a de Dios, su T e s -
critura y sobre t o d o del Evangelio... N u n c a se p o -
la °".el T e s t a m e n t o de la antigua Ley, donde
drá recomendar bastante el estudio de la Sagrada
regij^^..^^,ión, la historia, la profecía, la poesía, las
Escritura: será la luz de la inteligencia, alimentará
Un (. .'^'^rgicas y los preceptos de la moral f o r m a n la piedad y convencerá de la necesidad de servir
5iet)|. "•JJ^'^'^o a r m o n i o s o e i n c o m p a r a b l e ; el T e s t a - mejor a nuestro Señor."
pOf ? ^ ^ . l a nueva Ley, inaugurada y consagrada
'Pastel de D i o s y predicada al m u n d o por los "La B i b l i a — h a dicho u n cristiano e m i n e n t e —
contiene el pensamiento de Dios, el estado del h o m -
IgW^''^ libro divino está confiado a la guarda de la bre, el camino' de la salvación, el destino de los j u s -
U rí^ "^ouio u n depósito sagrado. Vela sobre él. tos y de los impíos, la luz que dirige, el alimento
1^ preserva de toda tentativa de adulteración; tiene que sostiene y el consuelo que regocija.
los '^'on de comunicarlo a los fieles para instruir- "Sus doctrinas son santas, sus preceptos son obli-
.yonducirlos a Dios. gatorios, sus historias son verídicas, sus decisiones
falii^j °'^que ""-^ depósito es la verdad. V e r d a d in- son irrevocables.
(jUg -f' viene de D i o s ; verdad saludable, "Leedla para ser sabios; creedla para llegar a ser
Per,' ""lina los h o r i z o n t e s de esta vida y nos abre j u s t o s ; practicadla para ser santos.
a jj^^'^'^ivas misteriosas, pero radiantes, en cuanto " E s el mapa del viajero, el bastón del peregrino,
^^^tro destino f u t u r o ; verdad confortadora, ya la brújula del piloto, la espada del s o l d a d o y el có-
«e yj? P^ra nuestras almas p a n de vida, una especie digo del cristiano.
ttoj ^'•"^o sagrado, capaz de prever y reparar nues- " C r i s t o es su gran tema, nuestro bien es su o b -
ecaimientos en el c a m i n o de la eternidad. jeto, y la gloria de D i o s su fin.
Parj] autor de la Imitación no teme establecer u n "Debería llenar la memoria, gobernar nuestro
%rp ^"^'^f ^a Santa Eucaristía y la Biblia: "El corazón y guiar nuestros pasos.
absQ[ C r i s t o — d i c e — y la Sagrada Escritura son " E s u n a m i n a de riquezas, u n paraíso de gloria,
..j^^tamente necesarios al alma fiel." u n río de placeres.
d¡as ^'-'^'ón particularmente o p o r t u n a en nuestros " O s es dada mientras estáis con vida, quedará
<:ui(j' P'^'^^ue d u r a n t e demasiado t i e m p o se ha des- abierta en el día del juicio, y se recordará d u r a n t e la
Ijk,. ° el alimentarse h a b i t u a l m e n t e de nuestros eternidad.
Sagrados. " I n v o c a las más altas responsabilidades, recom-
s i a d u d a , h a y necesidad de prudencia, y la Igle- pensa las obras más elevadas y condena a todos los
lilo .^razado ciertas reglas; pero desea que el p u e - que t r a t a n su contenido con ligereza."
tew'^'^'^tiano se familiarice cada vez más con los
sagrados.
Iqj ^ todos los que le ayuden a realizar este deseo,
'^'Os "^^"^fa como buenos obreros...; a la vez sa-
He ^P°stoles..., que alienta y bendice."
te o t r o testimonio más reciente, el del aba-
^^f^ch^ ' "^apellan de exploradores, d o c t o r en
o canónico, sacado de una obra que n o lus-
Poj. a m e n o r sospecha, puesto que está aprobada
^Qc¡i- a u t o r i d a d eclesiástica. Su t í t u l o es: Poui
tis 'fer l'étude de la Bible. (Editions Spes, P a -
' -^932.)
"p
Ít¡L ste trabajo n o tiene p o r finalidad el eximir del
Ptep"^ de abrir la Biblia, sino al c o n t r a r i o , el de
tiq^^'^^r al d e b u t a n t e para que pueda apreciar las
«CQ J'^^S doctrínale^ y morales, y excitar en él el de-
e conocer mejor las enseñanzas que transmite.
Vjjj^"- El Evangelio es por excelencia el libro de la
'^"l cristiano. Es m e d i t a n d o en él como encon-

PÁGINA SIETE
Siete señales de la v e n i d a bargo, tenemos la obligación de conocer y comP
der lo que ya se nos ha revelado, pues Cristo
del S o b e r a n o o r d e n ó que veláramos. , ¡ju-
E n realidad, se manifiesta nuevamente la sa
Por J. B. SPENCER ría de D i o s al n o revelarnos la hora exacta. ^
hubiera dicho la h o r a , muchísimas almas se P
D i j i m o s en el articulo anterior ( m a r z o ) que J e - rían, p o r q u e sólo pensarían en diferir su P'^^Jjfjics
sús v e n d r á a la tierra p o r segunda vez, a finalizar ción. Cristo nos da algunas señales inconfuu
la tarea comenzada hace casi dos mil años. E s t u d i a - como pruebas de su p r ó x i m a aparición. Agr^ga^^^
mos que vendrá en las nubes del cielo, a c o m p a ñ a d o tonces que c u a n d o veamos estas cosas, es
p o r todos los santos ángeles, y que estos seres celes- apercibidos".
tiales son los segadores de la cosecha de la vida. Su-
pimos t a m h i é n que t o d o ojo le verá, ya que retor-
nará en la gloria de su Padre, en su propia gloria, "¿QUÉ SEÑAL HABRÁ?"
y en la gloria de las huestes angelicales. N o s ente-
A l responder a la p r e g u n t a de sus discíp^l^^s
r a m o s asimismo de que en el m o m e n t o de su retor-
n o h a b r á dos clases de h o m b r e s en la t i e r r a — l o s f o r m u l a d a en M a t e o 2 4 : 3 : " ¿ C u á n d o serau
preparados y los sin p r e p a r a r — . L o s primeros re- cosas, y qué señal h a b r á de tu venida, y del r' g¿
cibirán a Jesús en las nubes e irán con él al h o g a r m u n d o ? " Jesús describió diversas señales, Y aS ye
divino, en las mansiones celestiales. Mientras t a n t o , luego; " C u a n d o viereis todas estas cosas, sabe^^^^^5
los sin preparar q u e d a r á n aniquilados p o r la gloria está cercano, a las p u e r t a s . " E s i n d u d a b l e que
de su venidla. no nos habría o r d e n a d o que supiéramos que
cercano" si fuera imposible conocer la inminen
Los autores del A n t i g u o T e s t a m e n t o nos ofrecen su venida. N o s dice también que la generación ^,
múltiples descripciones de este acontecimiento. H e vea el c u m p l i m i e n t o de estas cosas existirá en e
a q u í las palabras de J e r e m í a s : "Miré la tierra, y he m e n t ó de su regreso. , ^ ja
a q u í que estaba asolada y vacía; y los cielos, y n o
¿Se halla h o y Jesús "a las p u e r t a s " ? ¿Es ^s
h a b í a en ellos l u z . M i r é los m o n t e s , y he aquí que
generación aludida? ¿Encajan las actuales^.^^j-
t e m b l a b a n , y t o d o s los collados fueron destruidos.
clones del m u n d o en el molde profético? 'jica-
M i r é , y n o parecía b o m b r e , y todas las aves del
mos que corresponden con exactitud matem ^^^^¡
cielo se h a b í a n ido. Miré, y he aquí el C a r m e l o de-
P o d r í a m o s escribir capítulos enteros sobre
sierto, y todas sus ciudades eran asoladas a la pre-
sencia de J e h o v á , a la presencia del furor de su ira." pruebas indiscutibles. E n este breve articula
(Jeremías 4 : 2 3 - 2 6 . ) limitaremos a l l a m a r vuestra atención a l°s,?''?jggo
bosquejos y a invitaros a que los estudiéis
minuciosamente.
EL TESTIMONIO DE LA BIBLIA E n la Biblia aparecen cerca de cuarenta f yj
de la venida de Cristo. E n t r e ellas, treinta y ^^^^^{fl-
A l final de nuestro p r i m e r artículo afirmamos se h a n c u m p l i d o o se encuentran en vías de
que C r i s t o v e n d r á en esta generación, y que la m a - p l i m i e n t o . E n realidad, las tres señales impor
y o r í a de los h o m b r e s vivos actualmente verán el que faltan p o r cumplirse antes del fin del tiemP
c u m p l i m i e n t o de t o d o lo que hemos escrito acerca gracia del h o m b r e se convierten rápidamente eH^ ^¡
de este glorioso suceso. P e r o ¿qué razones tenemos chos ciertos. N o h a y dudas de que gran núme^ j ^
p a r a hacer semejante afirmación? ¿ Q u é a u t o r i d a d señales se c u m p l i r á n con m u c h a m a y o r exacti ^.^^j
nos asiste para creer que Jesús regresará m u y p r o n - intensidad, a medida que nos acerquemos al ¿i
t o a exigir cuentas al pecado y los pecadores y que de la historia del m u n d o . A l llegar el tie^^^^gcef
el t i e m p o de gracia del h o m b r e está a p u n t o de ter- D i o s se c u m p l i r á n sin dilación. D e b e m o s ag^^^^j",
minar? que los ángeles de D i o s aún "detengan los ^le'' ¡j^o
A f i r m a m o s enfáticamente estas doctrinas, p o r q u e según las palabras del apóstol J u a n en el ^^P (-ja
creemos que la Biblia es la p a l a b r a inspirada de D i o s , capítulo del Apocalipsis, y que a ú n se brinde g
y que encierra el testimonio de Jesús respecto a sus y misericordia al pecador culpable. P e r o a ^ yO
mismas obras. T e n e m o s allí una guía infalible. T o - j a n z a de los tiempos de N o é , el E s p í r i t u de L'i ^j.^;.
das las palabras de los profetas, relativas al p r i m e r luchará eternamente p o r convencer a los ijS
a d v e n i m i e n t o de C r i s t o , se c u m p l i e r o n al pie de la
M u y p r o n t o se producirá u n cambio súbito ,..
letra. ¿ P o r qué h e m o s de d u d a r de que los escritos
relaciones de D i o s con la h u m a n i d a d . ' ^^j-
proféticos acerca de la segunda venida n o se c u m p l i -
p o r q u e c u a n d o viniere de repente, n o os halle
r á n con idéntica exactitud?
m i e n d o . " (Marcos 1 3 : 3 5 , 3 6 . ) . ^ il
N i n g ú n ser h u m a n o , existente en la actualidad, P e r m i t i d n o s esta p r e g u n t a : Si hubierais v i S
puede a n u n c i a r el t i e m p o preciso de su regreso. N o c u m p l i m i e n t o de treinta y siete de las cuaren .j^^
se h a revelado el día n i la h o r a . El b u e n conocedor nales, exactamente como se predicen en la ¿tí'
de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras nunca ¿quedaría en vosotros alguna d u d a sobre la e UQ
b a fijado ni fijará fecha alguna para la venida de t u d de las tres señales restantes? ¡ N o ! ^ J^,¡
C r i s t o . Sólo c u a n d o la v o z de D i o s así lo anuncie, m e n o s ahora al ver que las tres ú l t i m a s sena
el h o m b r e sabrá el día y la h o r a exactos. Sin e m - aparejan p a r a su c u m p l i m i e n t o exacto. Actúa
te 1
Cü'j °f hombres n o necesitan basarse sólo en la fe, c u a n t o a Sodoma, conocemos su triste reputación.
coj, ° se discute la segunda venida. P o d e m o s ver Las Sagradas Escrituras nos dicen que la sociedad
Por ^^^^'•ros propios ojos. Esta observación dará contemporánea, al retorno de Cristo, será semejante
j^resultado una fe genuina. a S o d o m a . Estudiad M a t e o 2 4 , Lucas 17 y L u -
cas 2 1 . Si deseáis entender las razones de la actual
a sabjj ^^""^^ cuarenta señales en siete clases,
lucha de clases, entre los ricos y los pobres, leed el
''omb ^™"'*^^s señales proféticas. -—• D a m o s este q u i n t o capítulo de Santiago. E s t o también consti-
dos i m p o r t a n t e s bosquejos proféticos halla- tuye una señal inconfundible de nuestros tiempos.
rías p .iel y el Apocalipsis, referentes a nuestros 6." Señales en las iglesias.—Hay entre ellas se-
tuig' , °?sideremos, p o r ejemplo, el segundo capí- ñales alentadoras y también señales desconsoladoras.
hisf
Jlisj ^. Daniel.
' - " " l e i . El S u m o Hacedor describió aquí la
Cí o u m o r
L a Biblia nos habla claramente de la iglesia rema-
años "ri^ h u m a n i d a d con dos mil quinientos nente o postrera, sus pruebas, sus desengaños, su
Babij .^'^'•^'^ipación. Iriformó a Daniel que desde mensaje de prevención y su victoria final. T a m b i é n
°'^^a habría sólo cuatro reinos universales. El se refiere en términos precisos a la u n i ó n entre la
pretendida iglesia cristiana y el E s t a d o , así como a
niáj ° reino se dividiría en diez partes, que nunca
la redacción y c u m p l i m i e n t o de las leyes religiosas.
Por J'°'^''ían j u n t a r s e ; los h o m b r e s se esforzarían
Las Santas Escrituras nos revelan que "en los pos-
del ^'phinar nuevamente estas partes destrozadas
treros dias v e n d r á n tiempos peligrosos; que h a b r á
%s '^'•'^^^ Imperio r o m a n o , pero en los días de
reyes, el m i s m o D i o s fundaría su reino para hombres... amadores de los deleites más que de D i o s ;
<os • • P o d e m o s decir que actualmente vivimos en teniendo apariencia de piedad, mas h a b i e n d o nega-
de ."^e la imagen descrita en el segundo capítulo d o la eficacia de ella". (2 T i m o t e o 3 : 1 - 5 . ) E l L i -
acüejj^^^l- M u y p r o n t o caerá esa piedra, que, de b r o divino nos declara asimismo que en los postre-
feiu ° <^on la profecía, ha de destruir todos los ros días los h o m b r e s " n o sufrirán la sana doctrina;
DjQj^ terrenales, estableciendo al fin el reino de antes, teniendo comezón de oir, se a m o n t o n a r á n
maestros conforme a sus concupiscencias, y aparta-
rán de la verdad el o í d o , y se volverán a las fábu-
Ma^te .^^^^''^^s en los cielos.—Jestis nos dijo en
las". (2 T i m o t e o 4 : 3 , 4 . )
'as es? y : 2 9 que habría señales en el sol, la luna y
ap3 tallas. E n su primera venida, la estrella que 7." Señales entre los espíritus malignos.—El
Su en el cielo de Belén fué la señal anunciada, a u m e n t o del poder y la difusión del espiritismo
tiieu^'^^so se distinguirá por gloria y poder tan in- constituyen también temas de la profecía. E n el
des(.j°^ "ítie nos parecerá que innumerables estrellas tiempo del fin. Satanás dedicará a la lucha t o d o su
faitj^^den de los cielos. (Apocalipsis 6 : 1 2 , 13.) La poder, sus prodigios, sus señales mentirosas. Los
espacio nos impide entrar aquí en detalles h o m b r e s que rechacen la verdad, cederán fácilmente
gUH3^^"^as señales. N o s l i m i t a m o s a decir que ya al- a estos engaños y falsedades. U n a clase numerosa <
se h a n c u m p l i d o . de h o m b r e s se someterá p o r completo a su d o m i - I
nio, sumiendo al m u n d o entero en un m a r de de- •
sastres y perturbaciones, sin paralelo en la historia
^EÑALgg POLÍTICAS, SOCIALES Y RELIGIOSAS
de la h u m a n i d a d .
lüej Señales en la tierra.—^Hallamos entre éstas B u s q u e m o s nuestras Biblias y estudiemos todas
adej)j' ^ ' s m a tierra envejece "como u n a vestidura", estas señales. P i d a m o s a Jesús un corazón h u m i l d e
caitjg^^ de las plagas de insectos, los hongos, la y la luminosa influencia de su E s p í r i t u S a n t o .
^ "destrucción de los árboles y plantas, las epi- Procuremos entonces seguir el sendero que nos con-
'os (j ^' ^°s terremotos, las erupciones volcánicas, duzca al h o g a r del Señor.
Sos j^^astres en m a r y tierra y las h a m b r e s en diver-
«eüg| Sares. T o d o s estos sucesos y condiciones son
4 fs de su regreso.
fec¡j^ Señales entre los Gobiernos.—Ciertas pro-
^sta¿ 'Plicas, c o m o las referentes al poderío de los
"•^t^^ U n i d o s de Norteamérica, a las naciones en
^e apj'^''.^^ conferencias de p a z al m i s m o tiempo que
Oriejj''^''^ri para la guerra, el despertar del E x t r e m o
'^'stijg^' t o d o esto y m u c h a s otras señales caracte-
''lerep^ "^^ ^^^^ tiempo e n t r a n en la clasificación y
5 nn estudio detenido.
Señales en la sociedad.—Jesús anunció que
^dvgj^- ^\as inmediatamente anteriores a su segundo
'as jj^.^^iento nuestra sociedad se distinguiría p o r
ibp, ^^^as condiciones existentes en los días de L o t .
tietfg^nsolador a n u n c i o ! E n los días de Noé, "la
^ato ^^"^aba llena de violencia". Prevalecía el des- E l diiigible norteamericano " M a c ó n " , que fué d e s t r u i d o recien-
^^Tt[\¡^ ley. Los pensamientos del corazón de los temente por u n a tempestad.
•"es eran de c o n t i n u o solamente el mal. E n
( F o t o Contreras y Vilaseca. )

PÁGINA NUEVE
jos de los h o m b r e s " . P e r o si los "afligiere—a"
LA IRA DE DIOS la E s c r i t u r a — , t a m b i é n se compadecerá según
Por José B o i x m u l t i t u d de sus misericordias". T a m b i é n esta
crito en o t r o l u g a r : " H e aquí, bienaventurao
II el h o m b r e a quien D i o s castiga. P o r t a n t o , ^ ^
T e n i e n d o en cuenta lo dicho sohre este m i s m o nosprecies la corrección del T o d o p o d e r o s o . \ ° ^ ^
tema en u n artículo que fué pubUcado en el n ú - él es el que hace la llaga, y él la v e n d a r á ; él ^''^''JQIJ
m e r o 9 de esta revista, correspondiente al mes de sus m a n o s c u r a n " (Lamentaciones 3 : 3 3 , 3 2 ,
septiembre p r ó x i m o pasado, proseguiré haciendo al- 5:17, 18). ' de
g u n a s breves consideraciones más. Según las enseñanzas proféticas de la Palahr
L a ira de D i o s , metafóricamente h a b l a n d o , em- D i o s , en este postrer t i e m p o , los castigos de ^-^^^^^
pezó a manifestarse desde que "el pecado e n t r ó en con la m i x t u r a de su amorosa gracia, se irán g ^^^^
el m u n d o por u n h o m b r e , y p o r el pecado la muer- r a l i z a n d o e intensificando cada vez más, hasta . j
te, y la muerte así pasó a t o d o s los h o m b r e s , pues m a r poderosamente la atención de muchos. ^
que todos pecaron. P o r q u e la ley obra ira (la ley castigos o "juicios serán c o m o luz que sale . ^
transgredida) ; p o r q u e d o n d e n o h a y ley, t a m p o c o cuales sacudirán fuertemente al m u n d o pecado
h a y transgresión..., pues el pecado es transgresión a l g u n o s serán despertados de su letargo y ^P^^^¿z'
de la ley" ( R o m a n o s 5 : 1 2 : 4 : 1 5 , y 1 J u a n 3 : 4 ) . r á n a obedecer p o r m e d i o de C r i s t o a las J^^tas^^^^
M a s el h e c h o de que el L i b r o i n s p i r a d o nos diga m a n d a s de la sacrosanta ley de D i o s ; "porque
que llegará u n t i e m p o c u a n d o t o d o s los transgre- ¡ go que h a y juicios t u y o s (de D i o s ) en la tierra-''
sores de la santa ley de D i o s que desecharon su gra- ' dice el profeta I s a í a s — l o s moradores del ^ j
cia beberán "del v i n o de la ira de D i o s , el cual está ' a p r e n d e n justicia" (Oseas 6 : 5 ; Isaías 2 6 : 9 ) -
echado p u r o (sin mezcla. Versión M o d e r n a ) en el que el orgulloso rey de Babilonia, N a b u c o d o n o ^^j
cáliz de su i r a " , nos revela que los que h a n acep- pudiese alabar, engrandecer y glorificar "al R^^ijd,
t a d o la gracia de D i o s lo h a n de beber con m i x - cielo", y reconocer que "todas sus obras son ver
tura, es decir, con la mezcla del a m o r , gracia y mi- y sus caminos j u i c i o " , fué necesario que du ^
sericordia de D i o s . siete años fuese severamente a z o t a d o , y que m ° ,
"con las bestias del c a m p o " , y que el rocío del c ^
L A IRA D E D I O S C O N .MIXTURA p o cayese sobre él. F u é después que la ira de
D i o s ha m a n i f e s t a d o su desagrado p o r el pecado se d e r r a m ó sobre él, c u a n d o a p r e n d i ó los jni'''°^3-
d e r r a m a n d o en múltiples ocasiones, sobre i n d i v i - su justicia e h i z o la siguiente confesión: "Yo- ^
d u o s , pueblos y naciones, su ira con m i x t u r a ; esto b u c o d o n o s o r , alcé mis ojos al cielo, y mi lo-
es, a la p a r que h a m a n i f e s t a d o su indignación p o r me fué v u e l t o ; y bendije al A l t í s i m o , y alabé y,^j.¡o
las impiedades e injusticias de los h o m b r e s , ha m a - rifiqué al que vive para siempre; p o r q u e su ^^^ír^y
nifestado t a m b i é n su inefable a m o r para con los es sempiterno, y su reino p o r todas las edades
pecadores, unificando en u n t o d o a r m o n i o s o los niel, cap. 4 ) . , \o
eternos a t r i b u t o s de su carácter: el de su a m o r y el E l terrible azote de u n a "gran h a m b r e " ^^^,^CÍ
de su justicia. " P o r q u e de tal manera a m ó D i o s al que a y u d ó al h i j o p r ó d i g o de la parábola a vp
m u n d o — n o s dicen los anales s a g r a d o s — , que h a a su hogar, y a volver en sí, diciendo: " ¡ C n a ^ j e
d a d o a su H i j o u n i g é n i t o para que t o d o aquel que jornaleros en casa de m i padre tienen abundan^i^^
en él cree n o se pierda, mas tenga vida eterna"
p a n , y yo aquí perezco de h a m b r e ! M e leva ntaf^
( J u a n 3 ; 1 6 ) . " M i e n t r a s más estudiamos el carác- iré a mi padre, y le diré: P a d r e , he pecado con^^ itra
ter d i v i n o a la l u z de la c r u z — n o s dice la a u t o r a de cielo y contra t i ; ya n o soy d i g n o de ser llamad'' o
El camino a Cristo, p á g . 1 5 — , más vemos miseri-
h i j o . . . Y levantándose, v i n o a su padre. Y
cordia, t e r n u r a y p e r d ó n , u n i d o s con equidad y j u s - do'
a ú n estuviese lejos, v i o l o su padre, y fué moV|- y
ticia, y más claramente d i s t i n g u i m o s pruebas i n n u - misericordia, y corrió, y echóse sobre su cueb ' lio.
merables de u n a m o r que es infinito y de u n a tier- besóle" (Lucas 1 5 : 1 7 - 2 0 ) . M u c h o s casos análoS^j,
na piedad, que sobrepuja la ardiente simpatía y consignados en los anales de los Oráculos de 1^^^,
anhelosos sentimientos de la m a d r e p a r a con su h i j o p o d r í a n citarse para corroborar la divina ^ ^^j^o'
extraviado." ción de que, c u a n d o los j u s t o s juicios de Dios
L o s castigos de D i o s se h a n m a n i f e s t a d o en el t a n a los pecadores, "los m o r a d o r e s del
curso de los siglos y se manifiestan a ú n con m á s i n - aprenden justicia" ; así fué en lo pasado, lo
tensidad en n u e s t r o t i e m p o , p o r causa de nuestras t u a l m e n t e , y lo será hasta que las p u e r t a s de la »
m a l d a d e s y rebeliones; pero bien considerados en sí cia queden definitivamente cerradas y la obra
m i s m o s , constituyen u n a grande manifestación del redención t e r m i n a d a . jj
a m o r y misericordia de D i o s . Q u e a D i o s n o le L a ira de D i o s con m i x t u r a se derrama so bre
complace castigarnos está s o b r a d a m e n t e evidenciado iJi'
tierra en forma de pestes, guerras, terremotos,
en su P a l a b r a ; pero c u a n d o lo permite, es con el sa- cendios, inundaciones, tempestades, sequías, e t c , ^^^^
b i o y elevado p r o p ó s i t o de que a b a n d o n e m o s nues- tal c o m o C r i s t o lo predijo en su notable sermón P^^^
t r o s pecaminosos extravíos y entremos "por la puer- fético de S a n M a t e o 2 4 y se predice en otros
ta estrecha... que lleva a la v i d a " . Está escrito que gares de la Biblia. E l profeta D a n i e l h a b l ó de
D i o s " n o aflige ni congoja de su c o r a z ó n a los bi- obra redentora que D i o s llevaría a cabo en nues

PÁGINA DIEZ
cl)QjP°' cuando dijo que en el tiempo del fin " m u - de D i o s ; el cual pagará a cada u n o conforme a sus
dos- ^^''^'^ limpios, y emblanquecidos, y purifica- obras. P o r q u e el cáliz está en la m a n o de J e h o v á , y
iün' impios o b r a r á n i m p í a m e n t e , y n i n - el vino es t i n t o , lleno de m i x t u r a ; y él derrama del
ejif ° e los impios, entenderá, pero entenderán los m i s m o : ciertamente sus heces chuparán y beberán
Vero ( ^ ^ n i e l 1 2 : 1 0 ) . A la par que los se- todos los impíos de la tierra" ( R o m a n o s 2 : 5 ; Sal-
jusj.-^.'-astigos de Dios son una manifestación de su mo 75:8).
%e'?^'- ^° t a m b i é n de su a m o r , y en esto con- L A IRA D E DIOS SIN M I X T U R A
ii^ . ^ 'ra de Dios con m i x t u r a . Es verdad que "los A u n q u e está escrito que "Dios es paciente para
Píos ^ ° h r a r á n i m p í a m e n t e , y n i n g u n o de los i m - con n o s o t r o s " , su paciencia tiene ciertamente u n lí-
entenderá". E l l o es debido a que h a n llenado mite en su p l a n redentor. D u r a n t e muchas genera-
,,^°razones "de los cuidados de esta v i d a " , y n o ciones Dios ha s o p o r t a d o nuestras rebeliones, injus-
Pueden
'os'if'^ ni quieren oir la v o z del Dios del amor, que ticias y perversidades, pero el t i e m p o llega c u a n d o
'lama al a r r e p e n t i m i e n t o ; mas t e n d r á n que oír la justicia de D i o s tiene que quedar plenamente sa-
cugjj°^ "del D i o s de la justicia, que los llama a dar tisfecha; "bien que el pecador haga mal cien veces,
% '^^ "todas sus obras de impiedad que h a n he- y le sea dilatado el castigo" (Edesiastés 8 : 1 2 ) . C o n
los "^P'amente", y de "todas las cosas duras que t o d o , el castigo le llegará, porque al " m a l o dijo
dj^Pecadores impíos h a n h a b l a d o contra él" ( J u - D i o s : ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes, y que
el'll^'^'^^' Entonces—como Cristo dijo—será t o m a r mi pacto en t u boca, pues que tú aborreces el
oro y el crujir de d i e n t e s " . D i j o el P r o f e t a : castigo, y echas a tus espaldas mis palabras? Si veías
cij/^nzará piedad al i m p í o , y n o aprenderá j u s t i - al ladrón, tú corrías con él; y con los adúlteros era
a ij " tierra de rectitud hará iniquidad, y n o mirará tu parte. T u boca metías en mal, y t u lengua com-
Va^j^^^ajestad de J e h o v á . J e h o v á , bien que se le- p o n í a engaño. T o m a b a s asiento y h a b l a b a s contra
%o rnano (para castigarles) n o ven: verán al tu h e r m a n o ; contra el h i j o de t u madre p o n í a s in-
'larán^ se a v e r g o n z a r á n . . . " (Isaías 2 6 : 1 0 , 1 1 ) . Se famia. Estas cosas hiciste, y y o he callado: pensabas
Por atienta de ello c u a n d o ya n o h a b r á remedio, que de cierto seria y o c o m o t ú : y o te argüiré, y p o n -
V^^*^ demasiado t a r d e ; pero, a f o r t u n a d a m e n t e , drálas delante de tus ojos. E n t e n d e d ahora esto, los
Pios "^án los e n t e n d i d o s " , y "muchos serán lim- que os olvidáis de D i o s ; n o sea que arrebate, sin
gte ' ^ emblanquecidos, y purificados... con la san- que nadie libre" ( S a l m o 5 0 : 1 6 - 2 2 ) . El Príncipe del
^ha sa de Cristo, c o m o de u n cordero sin m a n - universo ha permanecido callado d u r a n t e muchísi-
sin c o n t a m i n a c i ó n " . Los tales oirán, recono- mas generaciones, s o p o r t a n d o con paciencia nues-
PQJ.'^ y obedecerán el mensaje que D i o s les envía tras muchas rebeliones y maldades, pero está escrito
toj^'^edio de su P a l a b r a y p o r medio de los rigu- que n o callará para siempre. La a u t o r a de la obrita
castigos que h o y a z o t a n a la H u m a n i d a d precitada, al considerar a la luz de la palabra profé-
j ' ^ ' ^ o padre a m o r o s o y j u s t o que n o desea el m a l tica los tiempos actuales, y los que seguirán inme-
k¡. ' hijos, nos habla Dios a cada u n o en particu- d i a t a m e n t e después, dice lo siguiente:
Ips siguientes t é r m i n o s : " H i j o m í o , n o me- "El fin de todas las cosas está cerca. Dios n o t o -
«te5''"^eies el castigo del Señor, ni desmayes cuando lerará m u c h o más t i e m p o los crímenes y la degra-
'^^stio^ él reprendido. P o r q u e el Señor al que ama d a n t e i n i q u i d a d de los hijos de los h o m b r e s . Sus
^"ftis ^ azota a cualquiera que recibe p o r hijo. Si crímenes h a n llegado, a la verdad, a los mismos cie-
Porq^ castigo, Dios se os presenta como a Ijíjos; los, y p r o n t o recibirán la respuesta de las temibles
*W \ ^*í"é h i j o es aquel a quien el padre n o cas- plagas de D i o s sobre la tierra. Beberán la copa de la
lian' • estáis fuera del castigo, del cual todos ira de D i o s , sin mezcla de misericordia. E l t i e m p o
' ' l o K - ° hechos participantes, luego sois bastardos, vendrá c u a n d o los h o m b r e s llegarán en el fraude y
^los otra parte, t u v i m o s p o r castigadores la insolencia a u n límite tal, que el Señor n o p o d r á
ípOj.P^'dres de nuestra carne, y los reverenciábamos; p e r m i t i r que sea sobrepasado, y aprenderán e n t o n -
'le I "í^é n o obedeceremos m u c h o mejor al P a d r e ces que h a y u n limite para la paciencia de J e h o v á .
^ad ^ espíritus, y viviremos? Y aquéllos, a la ver- M e d i a n t e las catástrofes que ocasionan actualmente
t^atp P^'^ pocos días nos castigaban c o m o a ellos les la ruina de grandes edificios y de barrios enteros.
Parj mas éste para lo que nos es p r o v e c h o s o : D i o s nos muestra lo que acontecerá en toda la tie-
1ij]g^^"e recibamos su santificación. Es verdad que rra. El Espíritu' de D i o s se está retirando, gradual,
•'lo castigo al presente parece ser causa de gozo, pero ciertamente, de la tierra. Y a están cayendo j u i -
\ [ • tristeza; mas después da fruto apacible de cios y plagas sobre los que menosprecian la gracia
'^:5'? "í^^ él son ejercitados" (Hebreos de Dios. L a s calamidades en tierra y mar, la inesta-
^^l>Ov' ' F a m b i é n se nos dice que los "ojos de bilidad social, las amenazas de guerra, c o m o funes-
'^lajjj^^ están sobre los justos, y atentos sus oídos al tos presagios, a n u n c i a n la p r o x i m i d a d de aconteci-
de ellos" ; mas "la ira de J e h o v á contra los mientos de la m a y o r gravedad. E l conflicto se des-
Jllici^^l hacen...", p o r q u e " h a b i e n d o e n t e n d i d o el arrolla entre los requisitos de D i o s y los de la bes-
S , ^e Dios que los que hacen tales cosas son dig- tia ( R o m a eclesiástica). E l p r i m e r día, institución
\ ^ muerte, n o sólo las hacen, mas a u n consien- papal que contradice directamente el cuarto m a n d a -
\ j l o s que las hacen" (Salmo 3 4 : 1 5 , 1 6 ; R o m a - m i e n t o (el S á b a d o ) , ha de ser u s a d a todavía c o m o
''ia d A t e s o r a n d o para sí m i s m o s "ira para el u n a prueba por la bestia de dos cuernos (Estados
^ la ira y de la manifestación del j u s t o juicio (Continúa en la página trece.)

PÁGINA ONCE
seaba el poder de Dios, pero n o su carácter, ^^.^^''^j,
í Q u i é n es el mayor? para sí si lugar m á s alto, y t o d o ser que sea
sado p o r su espíritu hará lo m i s m o . Así resul _
P o r l a S r a . E . G . de W H I T E inevitables el enajenamiento, la discordia y la ^^^^
C u a n d o Cristo y los discípulos estaban solos en tención. El d o m i n i o viene a ser el premio del ,
la casa, mientras P e d r o babía ido al mar, Jesús l l a m ó fuerte. E l reino de Satanás es u n reino de fue
a los otros a sí y les p r e g u n t ó : " ¿ Q u é disputabais cada u n o mira al o t r o c o m o u n obstáculo en su P
entre vosotros en el c a m i n o . ' " La presencia de Jesús, pío progreso o como u n escalón para poder trep
y su pregunta, le dieron al a s u n t o u n carácter ente- u n puesto más elevado.
ramente diferente del que les había parecido que M i e n t r a s Lucifer consideró como presa ^e^^a
tenía mientras d i s p u t a b a n p o r el camino. La ver- el ser igual a Dios, Cristo, el ensalzado, "se ,^
güenza y u n s e n t i m i e n t o de condenación les insti- dó a sí m i s m o , t o m a n d o forma de siervo, he
garon a guardar silencio. Jesús les bahía dicho que semejante a los h o m b r e s ; y h a l l a d o en la '^'^^ ^^•^f
iba a m o r i r p o r ellos, y la ambición egoísta de ellos como h o m b r e , se h u m i l l ó a sí m i s m o , hecho o^^^
ofrecía u n doloroso contraste con su a m o r altruista. diente hasta la muerte, y muerte de c r u z . " ^^y_,¿'
C u a n d o Jesús les dijo que iba a s o p o r t a r la muer- m o m e n t o s , la cruz le esperaba; y sus propios
te y resucitar, estaba t r a t a n d o de llevarlos a u n a pulos estaban tan llenos de e g o í s m o — ^ ^ , * ' j „ .
conversación acerca de la gran prueba de fe. Si ellos principio del reino de Satanás—-que n o podían ¡j
hubiesen estado listos para recibir lo que él deseaba tir simpatía p o r su Señor, ni siquiera compren
comunicarles, se h a b r í a n a h o r r a d o amarga angustia mientras les hablaba de su h u m i l l a c i ó n en fa'^°
y desesperación. Sus palabras les h a b r í a n i m p a r t i d o ellos. ,5Ís,
consuelo en la h o r a de duelo y desilusión. Pero a u n - M u y tiernamente, a u n q u e con solemne em
que él había h a b l a d o tan claramente de lo que le es- Jesús t r a t ó de corregir el mal. D e m o s t r ó cuál e ,
peraba, el mencionar que p r o n t o iba a ir a Jerusa- principio que rige en el reino de los cielos, y ^n ^
lén r e a n i m ó su esperanza de que se estuviese p o r consiste la verdadera grandeza, según se estima V
establecer el reino, y los i n d u j o a preguntarse quié- las n o r m a s celestiales. Los que eran impulsados r^j
nes desempeñarían los cargos más elevados. A l v o l - el o r g u l l o y el a m o r a la distinción, pensaban ^.^jj^
ver P e d r o del mar, los discípulos le h a b l a r o n de la mismos, y en la recompensa que h a b í a n de r^*-' |gs
p r e g u n t a del Salvador, y al fin u n o se atrevió a in- más bien que en cómo p o d í a n devolver a ^ 1 ° ^ «1
terrogar a Jesús: " ¿ Q u i é n es el m a y o r en el reino de dones que b a b í a n recibido. N o t e n d r í a n cabida e^^^,
los cielos?" reino de los cielos p o r q u e estaban identificados
Jesús reunió a sus discípulos en derredor de sí, y las filas de Satanás.
les d i j o : "Si a l g u n o quiere ser el p r i m e r o , será el Antes de la h o n r a viene la h u m i l d a d . Para
elíí
postrero de t o d o s , y el servidor de t o d o s . " H a b í a p a r u n lugar elevado ante los h o m b r e s , el Cielo
en estas palabras u n a solemnidad y u n carácter i m - al que trabaja c o m o J u a n el Bautista, escogiend''^.
presionante que los discípulos distaban m u c h o de lugar h u m i l d e delante de D i o s . El discípulo
comprender. Ellos n o p o d í a n ver lo que Cristo dis- más se asemeja a u n n i ñ o es el m á s eficiente e
cernía. N o c o m p r e n d í a n la naturaleza del reino de l a b o r para D i o s . L o s seres celestiales pueden ^?
Cristo, y esta ignorancia era la causa aparente de su rar con aquel que n o trata de ensalzarse a sí ga-
disputa. P e r o la verdadera causa era más p r o f u n d a . sino de salvar almas. El que siente más P^yi-J
E x p l i c a n d o la naturaleza del reino. Cristo p o d r í a mente su necesidad de la a y u d a divina la ped'^
h a b e r apaciguado su disputa p o r el m o m e n t o : pero el Espíritu S a n t o le dará vislumbres de desus y,
esto n o h a b r í a alcanzado la causa f u n d a m e n t a l . A u n fortalecerán y elevarán su alma. Saldrá de la ^j^j
después de h a b e r recibido el conocimiento más com- n i ó n con Cristo para trabajar en favor de a1^^ jO
pleto, cualquier cuestión de preferencia p o d r í a haber que perecen en sus pecados. H a sido u n g i d o Pf^.j ^
r e n o v a d o la dificultad. Así el desastre p o d r í a h a b e r misión, y tiene éxito d o n d e mucbos de los sabí
a m e n a z a d o a la iglesia después de la partida de C r i s - intelectualmente preparados fracasarían. ^
to. La lucha p o r el puesto más elevado era la m a n i - ' N o era suficiente que los discípulos de^Jesus
festación del m i s m o espíritu que dio origen a la g r a n ' sen instruidos en c u a n t o a la naturaleza de su ""^^
controversia en los m u n d o s superior£S, y que h a b í a i L o que necesitaban era u n cambio de corazón ^
t r a í d o a Cristo del cielo a morir. S u r g i ó delante de los pusiese en a r m o n í a con sus principios. Lia
él u n a visión de Lucifer, el hijo de la m a ñ a n a , que d o a u n n i ñ i t o a sí, Jesús lo p u s o en medio de e
superaba en gloria a t o d o s los ángeles que rodean el y luego, rodeándole tiernamente con sus bra •
t r o n o , y estaba u n i d o con los más í n t i m o s vínculos d i j o : "De cierto os digo que si n o os volviere' j
al H i j o de D i o s . Lucifer h a b í a d i c h o : "Seré seme- fuereis como n i ñ o s , n o entraréis en el reino d ^
j a n t e al A l t í s i m o " , y el deseo de exaltación propia cielos." La sencillez, el olvido p r o p i o , y el a,^
h a b í a i n t r o d u c i d o la lucha en los atrios celestiales, confiado del n i ñ i t o son los a t r i b u t o s que el
y desterrado u n a m u l t i t u d de las huestes de D i o s . aprecia. Son las características de la verdadera 8
Si Lucifer hubiese deseado realmente ser como el deza.
A l t í s i m o , nunca h a b r í a a b a n d o n a d o su puesto se-
ñ a l a d o en el cielo; p o r q u e el espíritu del A l t í s i m o se Jesús volvió a explicar a sus discípulos ÍJ^^J
manifiesta en u n ministerio a b n e g a d o . Lucifer de- reino n o se caracteriza p o r la dignidad y ostenta^
terrenales. A los pies de Jesús se o l v i d a n todas ^

PÁGINA DOCE
ig^J'^^'o^es. Los ricos y los pobres, los sabios y los y e n d o — u n acto como el de J u a n al p r o h i b i r a otro
jj^^rantes, se encuentran sin pensamiento a l g u n o que realizase milagros en el n o m b r e de C r i s t o — ,
ni de preeminencia m u n d a n a l . T o d o s se en- podía desviar sus pies p o r la senda del enemigo, y
de J '^'^•^ ^''^ c o m o almas compradas por la sangre causar la pérdida de u n alma. Jesús dijo que antes
las ^j*^^' ^ todas p o r igual dependen de A q u e l que de hacer una cosa semejante, "mejor le fuera si se le
« a i m i ó para Dios, atase u n a piedra de m o l i n o al cuello, y fuera echado
de i^- ^^"^a sincera y contrita es preciosa a la vista en la m a r " . Y a ñ a d i ó : " Y si tu m a n o te escanda-
HQ ^^'°,S- El pone su propia señal sobre los h o m b r e s , lizare, córtala; mejor te es e n t r a r a la vida manco,
de^.,'?*^" su jerarquía ni su riqueza, ni p o r su gran - que teniendo dos m a n o s ir a la G e h e n n a , al fuego
1 SefÍQ "^felectual, sino por su u n i ó n con Cristo. El que n o puede ser apagado. Y si t u pie te fuere oca-
sojj ^ e gloria queda satisfecho con aquellos que sión de caer, c ó r t a l o ; mejor te es entrar a la vida
Uiij^'^^sos y humildes de corazón. "Dísteme asi- cojo, que teniendo dos pies ser echado en la G e -
tu ^ °7~-dijo D a v i d — e l escudo de tu salud: . y henna, al fuego que n o puede ser a p a g a d o . "
tin ^"'Stiid'ad—como elemento del carácter h u m a - ¿ P o r qué empleó Jesús este ferviente lenguaje,
ha acrecentado." que n o podría haber sido más enérgico? P o r q u e "el
liño ^'^^ recibiere en mi n o m b r e u n o de los tales H i j o del h o m b r e v i n o a salvar lo que se había per-
reciij^ "^^sús—, a mí recibe; y el que a m í d i d o . " ¿ H a b r á n de tener menos consideración sus
W-^' 'lo recibe a m í , mas al que me e n v i ó . " " - T P - discípulos p o r las almas de sus semejantes de la que
de -I? así: El cielo es mi solio, y la tierra estrado manifestó la Majestad del cielo? Cada alma ha cos-
hut^j'APies: . . . mas a aquel miraré que es pobre y t a d o u n precio infinito, y cuan terrible es el pecado
de apartar u n alma de Cristo, de manera que para
^ ' d e de espíritu, y que tiembla a mi p a l a b r a . "
ella el amor, la h u m i l l a c i ó n y la agonía del Salva-
c¡p^?^ palabras del Salvador despertaron en los dis-
d o r h a y a n sido en v a n o !
su tin sentimiento de desconfianza propia. E n
cui3j.^P"esta, él n o h a b í a indicado a nadie en p a r t i - " ¡ A y del m u n d o p o r los escándalos!, p o r q u e ne-
cesario es que vengan escándalos." El m u n d o , ins-
fiici' J u a n se sintió inducido a p r e g u n t a r si
p i r a d o p o r Satanás, se o p o n d r á seguramente a los
í'rv''° acción había sido correcta. C o n el
que siguen a Cristo, y t r a t a r á de destruir su fe; pero
^ ' ^ ele u n n i ñ o , presentó el a s u n t o a Jesús.
¡ay de aquel que h a y a t o m a d o el n o m b r e de C r i s t o
d i j o — , hemos visto a u n o que en tu
y, sin embargo, sea h a l l a d o haciendo esta o b r a !
^'güe-*^^ echaba fuera los demonios, el cual n o nos N u e s t r o Señor es a v e r g o n z a d o p o r aquellos que ase-
c ' y se lo p r o h i b i m o s , p o r q u e n o nos sigue." veran servirle, pero representan falsamente su ca-
ajjj.^l'ago y J u a n h a b í a n pensado que al reprimir rácter; y m u l t i t u d e s q u e d a n engañadas y conduci-
cijjp^ h o m b r e buscaban la h o n r a de su Señor; mas das p o r sendas falsas.
Re^^^'^han a ver que sentían celo p o r la propia.
Jesijj'^^e^eron su error y aceptaron la reprensión de C u a l q u i e r h á b i t o o práctica que indujera a pecar,
qUg / N o se lo p r o h i b á i s ; p o r q u e n i n g u n o h a y y atrajese deshonra sobre Cristo, debe ser deshecha,
cualquiera sea el sacrificio. L o que deshonra a D i o s
deejj. ^^a milagro en mi n o m b r e que luego pueda
n o puede beneficiar al alma. L a bendición del Cielo
bjjj ^ a l de m í . " N i n g u n o de los que se manifesta-
n o puede a c o m p a ñ a r a u n h o m b r e que viole los eter-
^epep j ^^Stina forma amistosos con Cristo debía ser
nos principios de la justicia. Y u n pecado acariciado
CQJ) o. H a b í a m u c h o s que estaban p r o f u n d a m e n t e
es suficiente para realizar la degradación del carác-
cuy^^ °^íclos p o r el carácter y la obra de Cristo, y
ter, y extraviar a otros. Si para salvar el cuerpo de
V i '"°'^azón se estaba abriendo a él con fe; y los
la muerte u n o se cortara el pie o la m a n o , o a u n se
fen»?^T^' 1"e n o p o d í a n leer los motivos, debían
arrancara u n ojo, ¡con c u á n t o más fervor debería-
'¡o
^0 TT ^Ü'idado de n o desalentar a estas almas. C u a n - mos desechar el pecado, que trae muerte al a l m a !
y l¿ ^^"^s ya n o estuviese personalmente entre ellos.
>la
tic¡p°'^t-a fuese dejada en sus m a n o s , n o debían par- (Viene de la página once.)
lifg ^e u n espíritu estrecho y exclusivo, sino ma- U n i d o s ) . Y entonces la solemne amonestación de
'^n o, ^"^ ^a misma extensa simpatía que h a b í a n visto Dios declara la penalidad en que incurren los que se
Maestro. p o s t r a n ante la bestia y su imagen (el P r o t e s t a n t i s -
N f ^^eho de que u n o n o haga en todas las cosas m o a p ó s t a t a ) . Beberán del v i n o de la ira de D i o s ,
HQ ^tirie a nuestras ideas y o p i n i o n e s personales, que es d e r r a m a d o sin mezcla en la copa de su in-
biQ^°s justifica para p r o h i b i r l e que trabaje para dignación."
de •• Cristo es el gran M a e s t r o ; nosotros n o hemos L a s Sagradas Escrituras n o s explican claramente
^^nt "^^^^ '^^^ órdenes, sino que cada u n o debe c ó m o p o d e m o s llegar a tener el m i s m o "sentir que
dej ^^se_ con h u m i l d a d a los pies de Jesús y apren- h u b o t a m b i é n en C r i s t o J e s ú s " , es decir, nos ense-
l(,;j^e él. C a d a al ma a la cual D i o s ha hecho v o - ñ a n c ó m o p o d e m o s llegar a ser cristianos "sin m á -
feve]^''*?' es u n c o n d u c t o p o r medio del cual Cristo cula y sin r e p r e n s i ó n " , y c ó m o p o d e m o s escapar a
liejjj^''^ su a m o r p e r d o n a d o r . ¡ C u a n cuidadosos de- las ú l t i m a s siete plagas, en las cuales queda consu-
Hlifg°s ser para n o desalentar a u n o de los que t r a n s - m a d a la ira de D i o s , y las d e m a n d a s de su santa ley
VQS ^ la l u z de Dios, a fin de n o interceptar los ra- vindicadas. " B i e n a v e n t u r a d o s los que g u a r d a n sus
j^'ÍUe él quiere hacer brillar sobre el m u n d o ! m a n d a m i e n t o s , para que su potencia sea en el á r b o l
Pm^^/lureza y frialdad manifestada p o r u n discí- de la vida, y que entren p o r las p u e r t a s en la ciu-
hacia u n a persona a la que C r i s t o estaba atra- dad" (Apoc. 22:14).

PÁGINA TRECE;
EL S U E Ñ O R E P A R A D O R sobre t o d o p o r q u e envenenan el sistema n^r^'^^j.
Se obtienen resultados m u c h o más duraderos
P o r el D r . J U A N NUSSBAUM c a n d o y c o m b a t i e n d o las causas mismas de
somnio. , , jccf
C o n la m a y o r í a de mis clientes me basto
El sueño es indispensable al h o m b r e y a los ani- desaparecer los desarreglos digestivos de que sU ^^^^
males... Es más necesario que el a l i m e n t o . D u r a n t e y que, sin e m b a r g o , n o h a b í a n n o t a d o en yc-
las horas de t r a b a j o y de vigilia, el cuerpo requiere casos, para que todas las molestias de que se 4^^
más energía de la que recibe, y el proceso de des- j a b a n desapareciesen t a m b i é n c o m o por encanto^^^
gaste de nuestras células es m a y o r que el de su rege- casi increíble el n ú m e r o de personas que duef
neración. El equilibrio se restablece d u r a n t e el sue- m a l p o r q u e tienen la digestión laboriosa o P° ^^¡.^
ñ o , que es t a n t o más necesario c u a n d o el desgaste su intestino trabaja con pereza. H a y que guar ^
nervioso ha sido m a y o r . Las naturalezas t r a n q u i - en este caso, de recurrir a los laxantes habitúa
las, de lentos m o v i m i e n t o s , necesitan menos sueño a los p u r g a n t e s . Así se haría desaparecer una en
que las que se agitan m u c h o . Pero, sobre t o d o los medad para crear otra. Se vacia el intestino, P"^
niños, deben d o r m i r más que los a d u l t o s , para que inflama su pared y se irrita el r i ñ o n . Es preciso .
el t r a b a j o del crecimiento se realice n o r m a l m e n t e . plear medios más suaves y más naturales. Las s
L a vida m o d e r n a se presta bastante mal a la o b - lias de psyllium, finas y mucilaginosas, con^i^^^
servancia de estas leyes de la Fisiología. El h o m b r e para el estreñimiento n o espasmódico, pues el
de nuestro t i e m p o está más o c u p a d o que el del si- cílago p u r o tiene indicaciones m u y precisas: !^.^,
glo pasado. A d e m á s de su t r a b a j o cotidiano, que se los más hermosos resultados se obtienen por
hace en condiciones más desfavorables, mil distrac- rra radioactiva, que limpia el intestino, absorf ,g
ciones le i m p i d e n pensar en el descanso. El cine, venenos y t o x i n a s , y proporciona, con un ^^^^¡Í
la T . S. H . , los dancings, disfrutan de u n a prospe- t r a n q u i l o , u n g o z o de vivir que conocen raras ||
ridad increíble. Y c u a n d o , a g o b i a d o por el cansan- los intoxicados del t u b o digestivo. ,
cio, p o r el exceso de t r a b a j o y los m u c h o s placeres, E n u n cierto n ú m e r o de casos basta corregid
quiere entregarse al descanso, su pobre cuerpo, agi- g u n o s errores para obtener u n sueño norma'-
t a d o p o r las numerosas excitaciones sufridas p o r su cena es frecuentemente demasiado a b u n d a n t e , 5
sistema nervioso, n o logra conciliar el sueño repa- n o , se c o m p o n e de alimentos demasiado excita ,
r a d o r que t a n t o necesita. o sencillamente demasiado energéticos. El suen^jj^j;
P o r q u e para que el sueño sea útil y perfecto es tarda en venir es t u r b a d o p o r sueños y pcsadi
preciso que sea reparador. E s u n error c o n t a r sola- el descanso es ilusorio; el despertar, penoso, )
mente las horas de descanso, p o r q u e h a y que pre- primera parte del día está oscurecida p o r ideas
ocuparse m a y o r m e n t e de la calidad del sueño. L o s simistas y u n a sensación indefinible de fatiga-
que duermen mal necesitan más descanso que los desaparece pocas veces antes de la noche. Así s^^^y
que d u e r m e n bien. Y esto explica el hecho de que plica muchas veces la situación de los que dicen-
ciertos h o m b r e s estén bien dispuestos después de cierta sorpresa: " E s t o y menos cansado por y
seis o siete h o r a s de sueño, mientras que otros se che, al fin de mi j o r n a d a de trabajo, que por la
despiertan de mal h u m o r si n o h a n d o r m i d o d u - ñaña." , ¡1,
rante ocho o nueve h o r a s . Ciertos enfermos, cuyo t u b o digestivo es ^'•^
El C a r d e n a l de Richelieu d o r m í a poco, y además n o toleran m u y bien los a l i m e n t o s farináceos V
lo hacía en dos veces. E n efecto, frecuentemente, la noche, con la excepción del p a n y las patatas-/l^j
después de u n sueño de dos o tres horas, l l a m a b a a s o p o r t a n mejor. He n o t a d o que esta intolerand ,
su "secretario de n o c h e " , con el cual trabajaba hasta frecuentemente t a n t o más notable c u a n t o más V^^^^,
la m a ñ a n a , t o m a n d o después u n a h o r a de descanso, t o se acuestan. Las legumbres y, sobre t o d o , las
d u r a n t e la cual d o r m í a p r o f u n d a m e n t e . d u r a s les convienen m e j o r ; basta a veces es pj*^ j^j
N a p o l e ó n tenía t a m h i é n la reputación de d o r m i r suprimirles las frutas en la cena, por causa de
m u y poco, pero tenía esta facultad, tan rara, de p o - fermentaciones que engendra en ciertas persona^
der d o r m i r c u a n d o quería; de m o d o que si d o r m í a asociación de las verduras con las frutas frescas-,^.^
sólo cuatro o cinco h o r a s p o r la noche, y a veces tres F i n a l m e n t e , u n cambio de régimen alimen_ ^
solamente, frecuentemente, d u r a n t e el día ganaba lo puede provocar desórdenes nerviosos que engen
p e r d i d o . P e r o es cierto que tenía menos descanso el i n s o m n i o u o r i g i n a n varios desarreglos, que
que la m a y o r í a de sus c o n t e m p o r á n e o s , y esto era j u d i c a n la calidad del sueño. L a cesación brusca ,
debido, sin d u d a , a la excelente calidad de su sueño. u n régimen que encierra u n a cantidad impor^a^^j^
L i t t r é , el a u t o r del f a m o s o diccionario, trabajaba de carne puede ser la causa de u n i n s o m n i o P
hasta las tres de la m a d r u g a d a , para empezar de n a z . E n este caso, n o h a y que acusar al régimen -j
n u e v o a las ocho, y llegó a la edad de ochenta años. getariano, sino aplicarlo con más prudencia Y je
Los que d u e r m e n m a l , cuyo sueño es pesado o sabiduría. Se s u p r i m i r á la carne al mediodía, í
demasiado agitado, los que d u e r m e n poco o que p a - conservará p o r la noche d u r a n t e algunas sema"
san a veces noches enteras sin d o r m i r , recurren ge- d i s m i n u y e n d o progresivamente la cantidad '•^'^
neralmente a los calmantes y los soporíferos, medi- m i d a cada día. Insensiblemente el o r g a n i s m o se a"^
camentos c u y o uso h a b i t u a l debe desecharse, p o r - t u m b r a r á a privarse de u n a l i m e n t o excitante, c
que n o d a n nunca resultados serios y definitivos, y c o n s u m o diario presenta peligros seguros.

PÁGINA CATORCE
— J o v e n , n o d u d o dc l o que usted dice. Usted es aquel a
quien se le llama "el hombre de la Biblia subrayada", ¿ n o es
cierto?
— S í . señor; y pedí al señor Anderson que leyera l o s textos
en m i Biblia h o y .
El señor juez t o m ó el libro en las manos, y mientras lo h o -
jeaba sus ojos se humedecían.
Señor A n d e r s o n — d i j o — , esto me hace acordar de m i j u -
ventud, durante la cual mis padres trataron dc encaminarme
hacia una vida religiosa. C o m o muchos muchachos, insensata-
Por sendas e x t r a v i a d a s mente me sentía inclinado a tener en poco al cristianismo, y
antes que me pudiera dar cuenta de ello, los días de m i j u v e n -
tud pasaron: recibí m i diploma de la Universidad, y entré en
Por C A R L O S L. T A Y L O R mi carrera profesional, sin esperanza en cuanto a D i o s . M i
educación sirvió tan sólo para cristalizar m i incredulidad tem-
CAPITULO XI prana, y durante todos l o s años que h a n transcurrido desde
entonces, poco o nada he visto en la iglesia c o m ú n o en sus
INVESTIGADORES INTERESADOS enseñanzas que pudiera hacerme cambiar. U n pensamiento,
sin embargo, me ha seguido siempre, u n pensamiento expre-
niomf^""'' Anderson, usted me perdonará que le detenga unos sado p o r m i madre. U n o s días antes de morir, ella me l l a m ó
V cxnr ^^'^ culto me obliga a venir a estrecharle la mano y me d i j o : "Hijo, y o sé que n o he v i v i d o delante de ti c o m o
gl'fMarle mi aprecio. debiera haber vivido, y que t ú tienes dudas acerca del cristia-
"^-Es*^ A"derson n o reconocía al que le hablaba, nismo. Pero algún día, n o sé cuándo, verás seguramente q u e
'íijie "^"^"^to que usted n o me conoce, y, por tanto, permi- la Palabra dc D i o s es cierta, que hay quienes han probado que
es divina, y de este m o d o serás inducido a entregar tu corazón
Utt](, "^^ presente a mí m i s m o : s o y el juez Kershaw, de
al A u t o r dc ella, y a amarle y servirle." Usted n o sabrá, a m e -
• •^•Om'^' '^'^ Arkansas. nos que se lo diga, p o r qué esta Biblia me hace recordar aque-
'üg ayej^' ¿^^''^'^ el caballero que interrogó al señor Spauld-
llos tiempos, ya lejanos. B u e n o ; es que está subrayada c o m o
•De ' ^'^nor, aunque tal v e z debiera avergonzarme de lo que mi madre subrayaba la suya. Y , p o r extraño que parezca, l o s
lUe 1 P-'tecido después una impertinencia. Pero debo decirle diez mandamientos estaban anotados especialmente c o m o l o
tado °'^<^'¡iraciones del señor Spaulding me habían impacien- están en ésta. M t madre era una firme creyente en cada u n o de
^'^iós 'í"^ ™^ acordaba de aquella ocasión en que, hace los mandamientos dc D i o s . Pero fíjese en ello. A q u í estoy y ó ,
un anciano dc setenta años y cercano a la tumba. ¿Le parece
filé ^ instancias suyas, un miembro de vuestra iglesia
que esta es la hora en que la oración de m i madre ha de ser
*1 dnJ'^^'^° ^ comparecer delante de m í p o r haber trabajado contestada?
•j. "lingo.
"ló ^" Pronto c o m o empezara a hablar el Sr. Kershaw se f o r - H u b o un m o m e n t o de profundo silencio. T o d o s parecían
pasajero.'! interesados, entre l o s cuales se h a - ^ darse cuenta dc que se estaba haciendo una decisión secreta, una
decisión que entrañaba la salvación de u n alma, en respuesta a
C
ítec:
'Q i j ocasión—siguió diciendo el señor juez—me pa- | las plegarias que elevara medio siglo antes una madre consa-
'l^toler^^'^"'^'^^'^
«tolera • "^"^' parte" de—lo( acusadores u—"T n claro espír7'
itu de'
grada.
•tii j Z-'^' que, a m i parecer; era enteramente ajeno al espi- Entonces habló el Sr. Sevcrance, y d i j o ;
"ifcst-,, ^^"'^'•'sto. P^í'O' a pesar de ello, cl joven acusado m a - — S e ñ o r juez, este dia ha sido un dia de revelación para
'"'lio ^ rasgos dc paciencia más hermosos y el mayor d o - mi también. Pero quiero saber más. Señor Anderson, ¿puedo
h qu^^^°PÍo,
° Pi-opio, y c o m o él hablaba c o m o su propio defensor, y o hacerle unas pocas preguntas breves? P o r ejemplo, si el sá-
^ persuadido de que sus principios eran de un orden bado es el verdadero día de descanso, y si estamos moralmente
obligados a observarlo, ¿por que n o lo ve y reconoce la Igle-
'scui-jj'l?^ le condenó, señor iui
j u e z ? — p r e g u n t ó u n o de los que sia en c o n j u n t o ? Esto me perturba.
. — N o dudo, señor Sevcrance—dijo el Sr. A n d e r s o n — d e
^•freijjj,'' 'títra de la ley había sido violada; el Jurado en su que s o n muchas las causas que h a n inducido al m u n d o cris-
'fticia p '"^ declaró culpable, y f u i obligado a dictar su s e n - tiano profeso a observar el d o m i n g o en v e z del sábado. S i n
"lal ""^ hirió, me hirió hondamente, dc un lado, embargo, diré que se h a dejado cl sábado a u n lado p o r la
'cusji^^^Piritu manifestado p o r l o s cristianos profesos que le misma razón por la cual se han descuidado o rechazado otros
y. p o r otro lado, el excelente espíritu del que fué grandes deberes morales. U s t e d recordará que cl apóstol Pablo
"(^ta r¡ Ahora creo que he descubierto el secreto de la c o n - predijo claramente u n t i e m p o en q u e l o s cristianos profesos
de
S'o 2 q uel joven. T e n i a a Cristo en su alma. T e n í a u n "no sufrirán la sana doctrina", sino que, "teniendo c o m e z ó n
"'ido ^ cuales todos nosotros éramos ajenos, de oir, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscen-
"las q ^j'^^a — p 1 "o "r dictar ,a la sentencia, le pregunté si tenía algo cias, y apartarán de la verdad el o í d o " . ( 2 T i m o t e o 4 ; 3 , 4 . )
'Stadg^^ '^'^'^ir al Tribunal, y él contestó: "Señor juez, quiero Siempre ha sido, al parecer, fácil para los hombres tener en
''cia xf¡^'^usted y a los señores del Jurado el espíritu de j u s - poco la Palabra de D i o s . Y seguramente que lo es ahora, cuan-
tetie^'"^^^'^^'^° ''"rante el juicio. N o necesita usted lamentar d o la alta crítica halla fácil acceso a l o s predicadores y l o s
5"^ Hü'^,?"'^ '^'.''í" ^^'"^ sentencia. Bien podemos todos sentir miembros laicos de las iglesias, colocando los escritos inspira-'
1a^ códigos tengan aún unas pocas leyes que entra- dos al m i s m o nivel que las obras de Shakespeare, Emerson,
So , 'i^ultades para ciudadanos inocentes e inofensivos, y p e r - Spencer y otros autores. H a llegado el día en que muchos c o n -
l^'lUsa/"''^ « p e r o ver cl día en que nuestro hermoso Estado sideran que aun los diez mandamientos s o n anticuados y n e -
s q ^ 2 ^ imponer esta ley que h o y me manda a la cárcel. cesitan una revisión.
' nieto gustosamente a la penalidad, c o m o debe hacerlo — S í — d i j o u n a de las personas del g r u p o — ; ayer, sin ir
1uie'^"°' Perdono de corazón a l o s que me han traído aquí, más lejos, me dijo un hombre que parecía ser predicador, q u e
í <:ou° '^^^ todos sepáis que tengo en m i corazón una p a z n o p o d e m o s ya tener la Sagrada Escritura c o m o autoridad i n -
. IQ/'^P^^^ entendimiento, una p a z que habrá de ale- disputable. D i j o que se ha comprobado que m u c h o del A n t i -
l>tod
•s cnv'?^ '^'^^ y horas que y o haya de pasar encarcelado." guo T e s t a m e n t o n o es histórico, y q u e gran parte de l o s m i -
í^iora i!*^ ^ cárcel, y en ella murió. Y desde ese día hasta lagros registrados en l o s Evangelios s o n alegóricos. Le inte-
'bin
^la Vi pensado i-^''^tiu>j muchas veces en él, y he querido saber q u é
l i i u L i i a s veces en ei, y ne q rrogué particularmente acerca de la resurrección y ascensión
---.-I^-^'^^" '^^ él la clase de hombre que era. de Cristo, y el tan sólo se encogió de h o m b r o s y sonrió.
v'fii j^'^'^úlpeme si Ic interrumpo, señor j u e z ; pero y o t a m - •—Naturalmente, señor Scverance—siguió diciendo el señor
'son^ P^^ ''"^ "'"'^ ^^'^ j o v e n — d i j o Haroldo A n d e r s o n — , que n o todos l o s que profesan pertenecer al p u e -
V . ¡_~~7' ^ hallado desde que estoy a^ bordo dc este v a - blo de D i o s se h a n apartado tan lejos de las sendas antiguas
'ía ho ''^•'^'^o en esta verdad del sábado que fué presen- que desechen así la Palabra. H a y muchas excepciones hermosas
y notables. Pero si usted quiere saber p o r qué la Iglesia de h o y

PÁGINA QUINCE
día, hablando en general, rechaza la verdad del sábado, ha- habían dejado de recoger la doble porción en el día
llará la razón en los hechos que le he señalado. pero no hallaron nada (versículo 2 7 ) . Era absolutamente
— S e ñ o r A n d e r s o n — d i j o el Juez K e r s h a w — , lo que usted posible cambiar el cómputo. Ahora notemos el f ^"^^.,^^j^js-
nos ha citado de los escritos proféticos se está cumpliendo de les llegó como resultado de su desobediencia negligente: i ,«
una manera sorprendente en este tiempo m i s m o . Acabo de ta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis /.
leer en cierta revista u n articulo titulado "Haremos volar la (versículo 2 8 ) . La prueba de lealtad se hacia ver en el ca
roca de la eternidad", en el cual se demuestra que por todas exacto, como D i o s contaba, teniendo al sábado como ¡j
nuestras instituciones avanzadas de saber, incluso nuestros se- jetivo. Puede seros de interés saber que en su primera j
minarios teológicos, se enseñan teorías abiertamente incrédulas. el pueblo hebreo solía relacionar cada día de la semana c
Se adoptan teorías que anulan completamente t o d o principio sábado, medíante un método m u y inusitado. L'^'"^ jucc-
moral contenido en la palabra de D i o s . Difícil me era creer l o días así: primero del sábado, segundo del sábado, Y ^^'^j,j(io
que leía. Y éstas s o n , naturalmente, las escuelas en que se for- sivamente por toda la semana. Se contaba realmente el ^ . j ^ ,
man nuestros predicadores. cada día. Y, n o olvidemos nunca que, p o r medio de tres ^^^^
— N o tengo el menor deseo de criticar—respondió el señor gros por semana. D i o s señaló de un m o d o especial y * ^^gcc
A n d e r s o n — , porque la crítica es una práctica peligrosa. Pero cuál era el séptimo día de la semana: en primer lugar, ^^^^g;
usted debe conocer, por amor a su propia alma, los peligros diendo al pueblo una doble porción de maná en el
de este tiempo, y amonestar con bondad a otros contra ellos. en segundo lugar, privándole enteramente de él en el „ el
Por ejemplo, usted ha oído decir que n o se puede saber la ver- timo, y en tercer lugar, conservando la porción extra
dad; que la Biblia es como un violín, que toca cualquier t o - día séptimo. .¿ü
nada que se desee, y que esto es conforme al plan de D i o s . Se — B u e n o , señor Anderson; esto contesta bien la ^ ^^q^é
declara con frecuencia que "lo que es verdad h o y , es error ma- del cálculo. Sin embargo, n o me es enteramente claro el P
ñana", y viceversa. Pero Jesús d i j o : "Conoceréis la verdad" es tan necesario el día a b s o l u t o — d i j o el Sr. Severance. ^^j,
(San Juan 8 : 3 2 ) , y "el que quisiere hacer su voluntad, c o - — C r e o que una simple ilustración aclarará el asunto—^^^j,
nocerá de la doctrina" (San Juan 7 : 1 7 ) . Cuando un hombre p o n d i ó el Sr. A n d e r s o n — . S u p o n g a m o s que y o de
tiene hambre y sed de la verdad, el Espíritu de D i o s le revela lante de usted siete vasos. Seis están llenos de agua, ^ í'-u'iete
las cosas profundas de D i o s , y hace de ellas una parte de su un raro y delicioso néctar de fruta. Le d i g o : S i "^^^^¡c\>y
misma vida. (Léase 1 Corintios 2 : 9 - 1 2 . Véase también San tomar el séptimo vaso, hallará que contiene u n o de 1°^ ^^^jj.
Juan 6 : 4 5 ; 1 6 : 1 3 - 1 5 . ) T a m b i é n se oye enseñar que con tal jes más maravillosos que se hayan conocí do. Usted desea ay
de que sea u n o sincero en lo que hace, su servicio es acepto. lio de lo cual le hablé. Sin embargo, hay sólo un vaso Q
Esto parece bueno, pero erróneo en su conclusión. La sinceri- contiene, y ese único vaso es "el séptimo", y para ^? ycdi'
dad es necesaria, pero nunca excusa la ignorancia. que usted desea tiene que adoptar mi m o d o de contar. Si P
— D é j e m e comprender l o que quiere decir usted, señor A n - expresarlo así, la bendición del néctar de fruta está 5"^"^^! si'
d e r s o n — d i j o el Sr. Severance—. ¿ N o habrá sido reconocida mi m o d o de contar los vasos. Sucede justamente así <^°" -j e»
por D i o s mi observancia sincera del d o m i n g o P o r cierto que bado. D i o s bendijo el séptimo día. Él p u s o su presen ^^^^
he procurado ser cristiano. aquel día especial y en ningún otro. Y si he de hallar',^ ppf
— S í , hermano; usted ha disfrutado, indudablemente, del mi corazón realmente anhela conocerle, debo principa ÍQ,
amor de D i o s , porque hacía gustosamente lo que sabía ser contar como él contó, haciendo que mis días primero , segu' los
justo. Pero supongamos que vea la l u z del cuarto mandamien- tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo correspondan a ^ ^1
t o , y luego deje de seguirla. Jesús dijo acerca de aquellos que yos. Y cuando l o hago, quedo recompensado por -orq"'
vivían en su t i e m p o : "Si n o hubiera venido ni les hubiera verdaderamente, conociéndole y descansando en él. Es P^^ ¿e\
hablado, n o tendrían pecado; mas ahora no tienen excusa de estoy con él en el sábado, que tengo reposo. El observa ^^^jcio
su pecado" (San Juan 1 5 : 2 2 ) . Pablo señaló el mismo prin- sábado verdadero e inteligente, por tanto, tiene en su ¿g.
cipio cuando d i j o : "Empero D i o s , habiendo disimulado los una bendición que ni siquiera un sincero observador
tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres m i n g o llega jamás a conocer. , Ao-^^'
en todos los lugares que se arrepientan" (Hechos 1 7 : 3 0 ) . La — A h o r a entiendo, señor Anderson, ahora entieno
sinceridad en el hacer mal deja de ser posible desde el m o - claró el Sr. Severance—, y en este día me u n o con us'^ yjted
m e n t o en que la l u z revela el camino mejor. La sinceridad obli- el gran servicio del sábado que D i o s ha dado. ¿Q"'^'^„eg"'
ga entonces al hombre a cambiar su curso de acción. orar por mí? Necesito especialmente su ayuda para a
Haroldo W i l s o n , intensamente entusiasta en su recién h a - mis negocios. ,, gjto?
llada experiencia y ávido de aprender, pidió el ptivilegio de — S e ñ o r Severance, alabo a D i o s por esta decisión. ^^¡¡^
hacer otra pregunta. seguro de que es la decisión de la fe. D i o s le ayudara a
— S e ñ o r Anderson. u n o de los predicadores me ha dicho que nar sus asuntos para su servicio. jn^?
está m u y bien que guardemos el séptimo día, pero que la única — S i n e m b a r g o — d i j o el Sr. Severance—, tengo P'^f^'^.'^^.
cuestión es: ¿dónde hemos de empezar a contar? Él díjo que de lo que usted cree. Este es un día de enorme convicc'"^ ^^¡.
guardaba el séptimo dia. pero que empezaba su cálculo con carrera comercial durante todos los años del pasado se .^j^oS'
el lunes. ¿Qué piensa usted de ello? arrollado en ramos que el m u n d o considera como l^g' po-
— E s t o es l o que se me ha enseñado a m í t a m b i é n — a ñ a d i ó pero algo me ha dicho esta tarde que si quiero ser santo^^ j¡j
el Sr. Severance. nocer a Aquel que es santo, y gozar de su presencia en ^^•^o
— Y a he contestado parcialmente la p r e g u n t a — d i j o el se- santo, debo volver a andar sobre muchos de mis pa5°*'^j^tta'
ñor A n d e r s o n — ; pero notemos, además, l o siguiente: en el ajustar todos mis métodos a normas diferentes, y b^'^^g; ^ó'
capítulo 1 6 del É x o d o y la historia del maná se nos dice que confesiones a mis clientes y asociados en el comercio, ^^^¿y
D i o s quiso poner al pueblo a prueba para ver si quería o n o más: tendré que hacer que más de un peso vuelva a su ^^^^jf
andar en su ley. E l plan era que el pueblo había de recoger dero dueño. ¿Cree usted que D i o s me habilitará para
maná para su alimento cada día, desde el primero hasta el sexto. la cruz?
Cada día, durante cinco días, habían de recoger sólo lo que
E n ese m o m e n t o el capitán Mann entró en la sala.
necesitaban para ese día, n o habiendo de sobrarles nada para
la mañana siguiente. Sin embargo, el día sexto habían de re- (Contí
coger una provisión para dos días, de la cual la segunda por-
ción se había de usar en el día séptimo, en el cual n o caía
maná. T a l era el arreglo del Señor. Ahora bien, el cálculo de
los días n o fué dejado a la elección del hombre. D i o s m i s m o
se encargaba del c ó m p u t o . Y si alguno trataba de hacer un
cambio y n o se acomodaba al orden de D i o s , el único resultado
era confusión y pérdida, además de la reprensión definida del
Señor. E s evidente que algunos trataron de hacer un cambio,
intentando guardar de esa comida hasta la mañana siguiente;
pero "crió gusanos, y pudrióse" (versículo 2 0 ) . Otros salie-
ron el séptimo día para recoger maná (posiblemente porque

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