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I
DE LA PRETENSIÓN DEL RECURRENTE
1. Alegó:
1.1 Que “…la causa que dio origen a la presente solicitud de revisión,
se inició con motivo de la denuncia formulada por el ciudadano ROMERO ACOSTA
MARCOS EUDALDO, quien expuso, que desde hace varios años Clínica Vista Alegre
C.A., mantiene una relación comercial con LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS
VISTA ALEGRE C.A., mediante la cual la primera le proporciona la exclusividad de los
exámenes médicos a los pacientes de la segunda, obteniendo una ganancia del treinta y
cinco por ciento (35%) del monto total ordenado, debiendo entregar la cantidad restante
es decir, el sesenta y cinco por ciento (65%) al laboratorio en cuestión, siendo el caso que
la clínica mencionada ha recibido ingresos por este concepto por el orden de los ciento
sesenta millones de bolívares (Bs. 160.000.000,oo) aproximadamente, sin que hasta la
fecha haya cumplido con la obligación de cancelar más de cien millones de bolívares (Bs.
100.000.000,oo) que le adeuda a LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA
ALEGRE C.A.”.
1.2 Que “…el Ministerio Público y la identificada víctima presentaron
formal acusación contra los ciudadanos CROCE PISANI FRANCISCO RAFAEL,
SÁNCHEZ CASTRO CARLOS ALBERTO y AYALA LAFEE FELIPE, por la comisión del
delito de Apropiación Indebida Calificada, previsto y sancionado en el artículo 470 del
Código Penal en grado de continuidad”.
1.3 Que, “…el 13 de julio de 2005, el Juzgado Decimonoveno de
Primera Instancia en función de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, en el acto de Audiencia Preliminar, una vez oídas a las partes,
apreció que los hechos en que se fundan ambas acusaciones, no se estructuran los
supuestos de hecho configurativos del delito de Apropiación Indebida Calificada, debido a
que tanto los hechos denunciados como el objeto de la investigación estaban referidos al
‘incumplimiento de una obligación contractual de carácter netamente mercantil’,
sosteniendo dicho juzgador que al existir una negativa de pago, la misma no podía ser
considerada dolosa y configurativa del delito de Apropiación Indebida Calificada, por lo
que al no existir bases ciertas para solicitar un juicio de reproche en contra de los
ciudadanos CROCE PISANI FRANCISCO RAFAEL, SÁNCHEZ CASTRO CARLOS
ALBERTO y AYALA LAFEE FELIPE, en virtud que (sic) los hechos no revisten carácter
penal, lo ajustado a derecho, como acertadamente lo decidió el Juez de Control, era
declarar con lugar la excepción opuesta, y en consecuencia DECRETAR EL
SOBRESEIMIENTO DE LA PRESENTE CAUSA, conforme lo estatuye el artículo 33
numeral 4 del Código Orgánico Procesal Penal ”.
1.4 Que “…contra dicha decisión ejercieron recurso de apelación los
abogados (…), en su carácter de apoderados judiciales de la empresa Laboratorios de
Análisis Clínicos Vista Alegre, C.A. y el (…) Fiscal Octavo del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, siendo el punto álgido
de dicho recurso que el Juez de Control para decretar el sobreseimiento de la presente
causa había usurpado funciones de juicio; a dichas apelaciones dio contestación el (…)
defensor de los imputados ”.
1.5 Que “…la resolución de los recursos de apelación correspondió a la
Sala 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, quien luego de resolver motivadamente cada uno de los puntos sometidos a su
conocimiento declaró sin lugar los recursos de apelación confirmando así la decisión
dictada por el Juez Décimo Noveno de Primera Instancia en funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante la cual decretó el
sobreseimiento de la presente causa seguida en contra de los prenombrados ciudadanos,
por no revestir los hechos carácter penal, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
28 y 33 numeral 4° ambos del Código Orgánico Procesal Penal, así como la condenatoria
en costas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 265 del Código Orgánico
Procesal Penal”.
1.6 Que “…el punto neurálgico de la decisión de la Corte de
Apelaciones y que fue atacado como motivo principal en el recurso de casación, es el
atinado análisis que realizó sobre la importancia de la función del Juez de Control en la
fase intermedia, específicamente en el acto de la Audiencia Preliminar”; sin embargo, la
Sala de Casación Penal nada dijo al respecto y se limitó, con “exigua motivación”, a
declarar con lugar el recurso.
1.7 Que “…llama poderosamente la atención a (esa) defensa, que
siendo la Sala de Casación Penal de este Máximo Tribunal tan rigurosa en la aplicación
de las técnicas recursivas que deben emplearse en la interposición del recurso de
casación, haya admitido el presente recurso en contradicción con las exigencias
establecidas en las múltiples jurisprudencias (sic) dictadas al respecto, tal y como se
advirtió en la oportunidad de dar contestación al recurso, cuando se indicó que el recurso
de casación estaba dirigido específicamente contra la decisión del Juez de Control y no
como lo señaló el artículo 459 del Código Orgánico Procesal Penal, que debe ser
interpuesto contra la sentencia de la Corte de Apelaciones que de manera motivada
resuelve las pretensiones de los recurrentes, pero que dicho pronunciamiento no satisfizo
las pretensiones de los mismos, ese descontento o inconformidad no es motivo para
recurrir en casación”.
1.8 Que “…los argumentos esgrimidos por la Sala de Casación Penal
para declarar con lugar el recurso de casación, no sólo carecen de relación con lo
decidido por el Juzgado de Instancia, sino que efectúa aseveraciones que no constan en la
decisión dictada por el Juzgado de Control”.
1.9 Que “…consideró la Sala de Casación Penal que el Juzgado
Décimo Noveno de Control en la Audiencia Preliminar entró a resolver el fondo de la
causa, al resolver la excepción opuesta, ‘analizando la prueba del contrato’ suscrito
entre la CLÍNICA VISTA ALEGRE C.A. y la empresa LABORATORIO DE ANÁLISIS
CLÍNICOS VISTA ALEGRE C.A., prueba esta, que fue promovida por el Ministerio
Público y los representantes de la víctima en sus respectivas acusaciones y que –según el
criterio errado de la Sala de Casación Penal- en esta etapa del proceso (fase preliminar)
no está permitido para el juez analizar y valorar pruebas, pues es materia de fondo que
debe ser debatido en el juicio oral”; sin embargo, “…de la simple lectura tanto del escrito
contentivo de la denuncia formulada por el ciudadano ROMERO ACOSTA MARCOS
EUDALDO, como de los respectivos escritos de acusación del Fiscal del Ministerio
Público y de la víctima querellante, se puede apreciar que son idénticos ‘los hechos’ que
dieron origen a la presente causa al estar referidos única y exclusivamente a
un INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO suscrito entre CLÍNICA VISTA ALEGRE C.A. y
la empresa LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA ALEGRE C.A., con base a
ello la Sala de Casación Penal de manera errónea interpretó que el Juzgado de Control
valoró una de las pruebas de las tantas promovidas como lo fue el contrato, sustentando su
decisión en dos (2) jurisprudencias (sic) que nada tienen que ver con los hechos allí
señalados, por cuanto el sobreseimiento se dictó como consecuencia de que los hechos no
revisten carácter penal, tal facultad está explícita en las causales que hacen procedente el
sobreseimiento, previstas en el artículo 318 ordinal del (sic) Código Orgánico Procesal
Penal, y en estas circunstancias no es necesario la celebración de un juicio oral y público,
porque es una declaratoria de mero derecho, lo cual no sucede en los casos en los cuales
dictaron las decisiones en las que se apoya la sentencia de la Sala de Casación Penal,
siendo que, una de ellas está referida a que el hecho no le puede ser atribuido al imputado,
y en segundo caso, un sobreseimiento por concurrir una causal de justificación en la
Audiencia Preliminar”.
1.10 Que “…decretar el sobreseimiento de la causa con el fundamento de
que los hechos no revistan carácter penal, no es una cuestión propia del juicio oral y
público que merezca contradicción e inmediación, sólo se requiere del análisis de los
hechos objeto de proceso y de efectuar una subsunción de los mismos en alguna norma de
nuestro ordenamiento jurídico penal, si ello no sucede es evidente que no puede realizarse
fundadamente un juicio de reproche contra persona alguna”.
1.11 Que la verdadera función del juez de control en la fase intermedia,
tal como lo reconoció esta Sala mediante sentencia n° 1303 de 20 de junio de 2005, es
“…efectuar el control material de la acusación para evitar de esta forma ordenar el pase a
juicio con acusaciones arbitrarias e infundadas, que no conllevarán al resultado que se
pretende, sino que se conduciría a un imputado a un juicio oral y público bajo el
pronóstico de una sentencia absolutoria”.
1.12 Que “…la Sala de Casación Penal con la decisión de declarar la
NULIDAD ABSOLUTA de la decisión del Juez de Control que decretó el sobreseimiento de
la causa por considerar, luego de una revisión y análisis de los hechos presentados en los
respectivos escritos de acusación, que los mismos no revisten carácter penal, no sólo, no
acató una decisión vinculante que se dictó en ejercicio de la jurisdicción normativa que
posee la Sala Constitucional, (…) sino que dictó una nulidad en perjuicio de los acusados,
lo cual les causa un gravamen irreparable al someterlos a lo que en doctrina ha
denominado la ‘pena de banquillo’, conduciéndolos a un juicio oral y público con unos
hechos que no pueden ser dilucidados en sede penal, por cuanto el conocimiento de los
mismos corresponde a la jurisdicción Civil y Mercantil, y que evidentemente el pronóstico
no es precisamente una sentencia condenatoria, que es el fin que persigue con la fase
intermedia, precisamente el motivo de la audiencia preliminar”.
2. Pidió:
“…se le dé a la presente solicitud, la tramitación procesal correspondiente y
en definitiva se revise y deje sin efecto la sentencia de la Sala de Casación
Penal antes mencionada”.
II
DE LA COMPETENCIA DE LA SALA
El cardinal 10 del artículo 336 de la Constitución le atribuye a la Sala
Constitucional la potestad de: “revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo
constitucional y de control de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por
los tribunales de la República, en los términos establecidos por la ley orgánica
respectiva”.
Tal potestad de revisión de decisiones definitivamente firmes abarca
aquellas que hayan pronunciado las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia así como
los demás tribunales de la República (Vid. ss. S.C n° 77 de 09-03-00, caso: José Alberto
Zamora Quevedo, n° 520 de 07-06-00, caso: Mercantil Internacional, C.A. y n° 93 de 6-02-
01, caso: Corpoturismo), pues la intención final es que la Sala Constitucional ejerza su
atribución de máximo intérprete de la Constitución, según lo que establece el artículo 335
del Texto Fundamental.
En el presente caso se solicitó la revisión del fallo No. 96 de 21 de marzo de
2006, que emitió la Sala de Casación Penal de este Tribunal Supremo de Justicia que
declaró con lugar el recurso de casación que incoaron el Ministerio Público y los
apoderados judiciales de la supuesta víctima ( Laboratorios de Análisis Clínicos Vista
Alegre C.A.) contra el acto decisorio de la Sala Accidental de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, de 12 de agosto de 2005, que
declaró sin lugar la apelación que habían interpuesto contra el acto de juzgamiento del
Juzgado Décimo Noveno de Primera Instancia en funciones de Control del mismo Circuito
Judicial Penal, del 13 de julio de 2005, mediante el cual, después que hubo resuelto la
excepción que fue opuesta por la defensa, decretó el sobreseimiento de la causa a favor de
la supuesta agraviante (Clínica Vista Alegre C.A., en la persona de sus accionistas
Francisco Croce Pisani, Carlos Sánchez y Felipe Ayala), razón por la cual esta Sala declara
su competencia para el conocimiento de la petición de autos. Así se decide.
III
DE LA SENTENCIA OBJETO DE CASACIÓN
El veredicto que pronunció la Sala Accidental de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, el 12 de agosto de 2005, fue
expedido en los términos siguientes:
“Esta Sala ha resumido los puntos centrales en los que se fundan las
apelaciones de las partes, de la siguiente manera:
1. Que el Juez de Control actuó usurpando funciones del Juez de Juicio.
2 Que los hechos no revisten carácter penal.
3. De la condenatoria en costas.
4. Que existe una segunda decisión en la cual se identifican como
víctimas las ciudadanas MARÍA BELSITA BARROS CORTIZO y LIZ
CAROLINA TORRES BARROS, cuando realmente es la empresa
LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA ALEGRE.
En relación al punto N° 1.- A los fines de establecer si el Juez de Control al
determinar que los hechos no revisten carácter penal usurpó funciones del
Juez de Juicio, esta Sala considera necesario señalar cual es la importancia
de la fase intermedia en el proceso.
Dado que la conducción de la fase investigativa o mejor dicho de la fase
preparatoria del proceso, corresponde al Ministerio Público, es
extremadamente importante que el órgano ajeno a la investigación del hecho
e identificación del autor o autores, controle la acusación presentada por el
Ministerio Público, y muy en particular la solicitud de apertura del juicio
oral peticionada por el representante fiscal.
Es evidente, que el Ministerio Público quien ha realizado la investigación, se
incline a prejuzgar y a defender a ultranza los resultados de ella, y por ello
no es posible que sea el fiscal quien determine el enjuiciamiento, sino que
dicha labor es exclusiva del Juez de Control, y no durante la etapa
preparatoria sino en la intermedia, al realizar la audiencia preliminar.
Esta facultad de controlar la acusación que tiene sin duda alguna el Juez de
Control se desdobla en una doble garantía: para el imputado, en el examen
de los extremos de la acusación, analizando sus fundamentos fácticos y
jurídicos, con el fin de evitar su pase a juicio oral y público con base en una
acusación carente de fundamento, y para la sociedad, en el sentido de (…)
garantía de control de la legalidad del ejercicio de la acción penal, y una
barrera para que en el Estado no se produzcan o sucedan esfuerzos
innecesarios, con los consecuentes costos, y sobrecargas inútiles en el
sistema de administración de justicia.
La fase intermedia, o su acto central, la audiencia preliminar, tiene una
función de filtro, y su objetivo funcional es determinar si de la acusación
emerge fundamento serio para el enjuiciamiento público del imputado
(artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal), es decir, si del resultado
de la investigación fiscal existe la alta probabilidad de una sentencia
condenatoria.
Ahora bien, esta Sala observa que el Juez Décimo Noveno de Control
declaró con lugar la excepción opuesta por la defensa, desestimó la
acusación y sobreseyó la causa de conformidad con el artículo 318, numeral
1° del Código Orgánico Procesal Penal, señalando lo siguiente:
‘…Primero: En lo referente a la excepción alegada por la defensa de los
imputados de autos de conformidad con lo establecido en numeral 4 literal
C del artículo 28 del Código Orgánico Procesal Penal, con el objeto de que
los hechos objeto de acusación fiscal no revisten carácter penal, este
Juzgado al efectuar el control formal y material a la acusación presentada
por el ministerio público, así como la acusación particular propia de la
víctima (…), advierte este juzgado que los hechos que dieron origen a la
investigación y posteriormente a las acusaciones presentadas no guardan
correspondencia con los preceptos jurídicos invocados, circunstancia esta
por la cual este tribunal en ejercicio de las facultades de control judicial y
regulación judicial, previstas en los artículos 104 y 282 del Código
Orgánico Procesal Penal, procede a efectuar las siguientes
consideraciones: Analizada como ha sido la acusación presentada por los
representantes del Ministerio Público, así como la presentada por el
acusador privado, las cuales al confrontarse con las actas contentivas de la
investigación, se aprecia que los hechos que la originan están referidos a un
contrato de naturaleza mercantil el cual se celebró entre CLÍNICA VISTA
ALEGRE C.A., y la empresa LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS
VISTA ALEGRE C.A.. Ese contrato consistió en que la empresa
LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA ALEGRE C.A. tenía la
exclusividad para realizar los exámenes médicos a los pacientes de la
CLÍNICA VISTAALEGRE C.A.. En dicho contrato se estableció un reparto
de beneficios de un 35% de las ganancias para la
CLÍNICA VISTA ALEGRE C.A. y un 65% para LABORATORIOS DE
ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA ALEGRE C.A., los cuales le debían ser
cancelados a los cinco (5) días siguientes de ser presentadas las
facturaciones quincenales. Se aprecia que los hechos que dieron origen a
las acusaciones presentadas en la presente causa están referidas al
incumplimiento del pago por parte CLÍNICA VISTA ALEGRE C.A..
Igualmente puede verificarse que los hechos objeto de la presente causa
obedecen a una negativa de cumplimiento a una obligación de una relación
contractual (…), estamos en presencia del incumplimiento a una obligación
contractual netamente mercantil.(…) En mérito de las consideraciones
expuestas, considera quien aquí decide que en el presente caso, los hechos
objeto de la presente causa (…) no pueden subsumirse en el hecho punible
por el cual acusó el Ministerio Público: Debido a que tal y como se ha
advertido los hechos son producto de una relación eminentemente mercantil
entre las partes, representada y regida por un contrato, tal y como se
expuso en la denuncia, y como se apreció en la exposición efectuada en el
escrito de acusación. Resultando lógico que ante el incumplimiento de las
obligaciones derivadas de ese contrato, pueden originarse acciones civiles,
tales como la demanda de cobro de bolívares o la resolución del contrato –
que de hecho ya han sido propuestas ante los órganos jurisdiccionales con
competencia civil-, sin poder desprenderse de tales hechos la comisión del
hecho punible por el cual acusa el Ministerio Público. En consecuencia,
habiéndose verificado que los hechos objeto de la investigación no son
constitutivos de delito, este juzgado declara con lugar la excepción alegada
por la defensa y en consecuencia de conformidad con lo establecido en el
artículo 33 del Código Orgánico Procesal Penal se acuerda el
sobreseimiento de la causa.
SEGUNDO: De conformidad con el artículo 265 del Código Orgánico
Procesal Penal, se condena en costas a la parte querellante (…).
(...)
Como puede evidenciarse, sin ningún género de dudas, nuestro
ordenamiento procesal penal vigente faculta al Juez de Primera Instancia
en funciones de control, para decretar el Sobreseimiento de la causa en la
fase intermedia, de verificarse una o diversas de las causales que lo hacen
procedente.
Ahora bien, en las acusaciones presentadas tanto por los representantes del
Ministerio Público, como por el acusador privado (…), por el delito de
apropiación indebida Calificada, están basadas en la negativa de darle
cumplimiento a su obligación contractual de cancelarle los servicios
prestados.
(...)
En tal sentido aprecia el tribunal que el Código Penal (derogado) en el cual
se efectúa la acusación establece lo siguiente en lo referente al delito de
apropiación indebida (…):
(...)
Como puede observarse de la trascripción que antecede, los objetos
confiados o entregados han de ser en razón de la profesión, industria,
comercio, negocio, funciones o servicios del depositario, o en el caso que lo
sean por causa del depósito necesario y el tiempo de la pena es superior, o
sea de uno a cinco años y el enjuiciamiento ha de ser de oficio.
(...)
Aprecia quien aquí decide, que en la presente causa las ciudadanas
TORRES BARROS LIZ CAROLINA y BARROS CORTIZO MARÍA BELSITA
en ningún momento han efectuado depósito de cosa alguna o dinero a los
ciudadanos CROCE PISANI FRANCISCO RAFAEL, SÁNCHEZ CASTRO
CARLOS ALBERTO y AYALA LAFEE FELIPE. Los hechos en que se funda
la investigación, no se encentran dados los elementos configurativos del
delito de Apropiación Indebida Calificada, los hechos denunciados y objeto
de investigación están referidos al incumplimiento de una obligación
contractual de carácter netamente Mercantil. El hecho de existir una
negativa de pago no puede ser considerada dolosa y configurativa de los
delitos de Apropiación Indebida Calificada, en razón de lo cual considera
quien aquí decide que en la presente causa no hay bases ciertas para
solicitar un juicio de reproche (…) en virtud de que los hechos no revisten
carácter penal, siendo en consecuencia procedente DECRETAR EL
SOBRESEIMIENTO DE LA PRESENTE CAUSA, conforme lo estatuye el
artículo 33 numeral 4 del Código Orgánico Procesal Penal. Y ASÍ SE
DECLARA’
Considera la Sala, que la acusación fiscal como acto formal debe cumplir
impretermitiblemente los requisitos del artículo 326 del Código Orgánico
Procesal Penal (…):
La acusación no es solamente imputar la comisión de un hecho punible, sino
que implica explicar, razonar, dar cuenta de los soportes de la misma, lo que
necesariamente conlleva la expresión de los elementos de convicción que
motivan ese razonamiento, ese proceso lógico de imputación.
En este contexto, observa la Sala, que ciertamente en las acusaciones
presentadas tanto por el Representante del Ministerio Público, así como la
presentada por la víctima-acusadora no existe una exposición que no se
refiera al hecho objeto de la acusación al incumplimiento de una relación
netamente mercantil. No existe una explanación de hechos distinta al
incumplimiento de las cláusulas referidas al contrato que regía dicha
relación, de lo cual advierte la Sala en la lectura efectuada al detalle de las
actas que conforman la presente causa, que la víctima acusadora antes de
elegir satisfacer su pretensión en sede penal acudió a los órganos
jurisdiccionales competentes en materia civil para buscar el cumplimiento
del contrato objeto de la pretensión penal, el cual tal y como se aprecia fue
anulado por la Sala Constitucional al advertir la subversión procesal en el
procedimiento incoado, al no notificarse como ha debido ser a la
Procuraduría General de la República, tal y como se aprecia en las actas que
conforman la presente causa.
Hecho este por el cual al existir identidad en las pretensiones incoadas tanto
en sede Civil como en sede Penal, resultó lógica y acertada la decisión
dictada por el Juez Décimo Noveno en Funciones de Control quien al
efectuar el control material de la acusación presentada constató al igual que
lo hace esta Sala que los hechos por los cuales acusaron tanto el Ministerio
Público como la Víctima Acusadora no podían subsumirse en el tipo penal
invocado, así como en ningún otro tipo penal, resultando forzoso concluir
que los hechos objeto de la investigación no revisten carácter penal.
Todo lo cual conlleva a esta Sala en justa correspondencia con la doctrina el
resaltar que el Juez de Control no es un receptor mecánico de la petición
fiscal o del querellante, por ende es a él quien corresponde analizar el hecho
que le ha sido presentado a los fines de determinar si de la acusación emerge
un fundamento serio para ordenar la apertura del juicio oral y público contra
los imputados.
De lo que se colige que el Juez de Control no actuó en la presente causa
usurpando funciones del Juez de Juicio, ya que su actuación y sus
pronunciamientos estuvieron ceñidos a lo establecido en los artículos 28 y
33 numeral 4 del Código Orgánico Procesal Penal.
En razón de lo cual esta Sala debe declarar Sin Lugar el recurso de
apelación interpuesto por este motivo. Y ASÍ SE DECLARA.
Con relación al punto N° 2, referido al pronunciamiento que lo hechos no
revisten carácter penal, esta Sala considera:
(...)
Ha constatado la Sala, al revisar exhaustivamente las actas que conforman la
presente causa, que la víctima en momento alguno confió o depositó valor u
objeto mueble a los imputados, situación ésta por la cual en atención del
principio de legalidad de los delitos y las penas no se materializó el delito
imputado tanto por el Ministerio Público como por la víctima.
(…). Al no poder subsumirse la conducta en el verbo rector del delito
imputado o en ningún otro delito es evidente que estamos en presencia de
hechos que no revisten carácter penal, tal y como es el caso de autos, donde
tanto el Ministerio Público como la Víctima pretendieron que el Juez de
Control relajara o hiciese extensivo el principio de legalidad antes referido.
Situación esta inaceptable desde todo punto de vista, debido que tal y como
se aprecia del hecho denunciado el cual dio inicio a la presente
investigación, así como del hecho explanado por el Representante del
Ministerio Público en su acusación y de la acusación particular propia en
procura del ius puniendi, están única y exclusivamente referidas al
incumplimiento de un contrato de naturaleza mercantil entre las partes,
conducta ésta que no puede subsumirse en el tipo penal por el cual se
acusaron a los imputados de autos.
Evidentemente los hechos objeto del presente proceso no revisten carácter
penal, ya que su conocimiento es exclusivo de la Jurisdicción Mercantil,
siendo en consecuencia procedente declarar Sin Lugar el recurso de
apelación interpuesto por este motivo. Y ASÍ SE DECLARA.
Respecto del punto N° 3. Referido a la condena en costas.
(...)
Se aprecia que la decisión dictada por el Juez Décimo Noveno en Funciones
de Control, al declarar el sobreseimiento de la causa, la misma le puso fin al
proceso, hecho por el cual, de manera coherente y ajustada a nuestra
normativa adjetiva procedió a condenar en costas a la parte querellante.
Advierte la Sala, no obstante la consideración anterior, aunado a los
pronunciamientos anteriores efectuados, que desde un primer momento se
aprecia en la presente causa un ejercicio distorsionado o mal entendido del
derecho de acción, tal y como ha sido el pretender ventilar en sede penal un
asunto ajeno a esta Jurisdicción.
(...)
Finalmente con respecto al punto N° 4.- referido a que en criterio de la
víctima acusadora existe una segunda decisión, donde además se identifican
como víctimas a las ciudadanas MARÍA BELSITA BARROS CORTIZO y
LIZ CAROLINA TORRES BARROS, cuando realmente es la empresa
LABORATORIO DE ANÁLISIS CLÍNICOS VISTA ALEGRE, considera
esta Sala.
(...)
La Sala observa, que el Juez de Control en la Audiencia Preliminar, al
escuchar a todas las partes, debe resolver en presencia de éstas lo
conducente, lo que indica que el Juez debe decidir en audiencia, y por auto
separado deberá dictar el auto fundado correspondiente, que bajo las
circunstancias descritas debe consistir en una decisión donde explane los
fundamentos de hecho y de derecho en que se fundan los pronunciamientos
dictados.
(...)
En el auto de fecha 13 de julio de 2005; el Juez Décimo Noveno de Primera
Instancia en Funciones de Control, dio a conocer mediante el auto los
fundamentos de hecho y derecho a las partes para que pudiesen atacar dicho
pronunciamiento por vía del recurso de apelación, ya que es impretermitible
su interposición mediante escrito fundado y, para ello es preciso conocer los
fundamentos de hecho y de derecho en que se funda la decisión que se
pretende impugnar.
En el caso en examen, bajo ningún concepto puede estimarse que el auto
fundado puede considerarse como una segunda decisión.
(...)
Ahora bien, considera esta Sala, que habiendo resuelto todos los puntos
controvertidos en los recursos de apelación interpuestos tanto por la víctima
acusadora como por el Representante del Ministerio Público, y en atención
los fundamentos jurídicos esgrimidos, se declaran Sin Lugar, los recursos de
apelación interpuestos (…) en contra de la decisión dictada en fecha 13 de
julio de 2005, y motivado por auto de dicha decisión, por el Juzgado
Décimo Noveno de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que decretó el
SOBRESEIMINETO de la causa seguida en contra de los ciudadanos
CARLOS SÁNCHEZ CASTRO, FRANCISCO CROCE PISANI y FELIPE
AYALA LAFEE, y en consecuencia se Confirma la decisión dictada por el
Juez Décimo Noveno de Primera Instancia en funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas mediante la cual
decretó el sobreseimiento de la presente causa seguida en contra de los
prenombrados ciudadanos, por no revestir los hechos carácter penal, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 28 y 33 numeral 4 ambos del
Código Orgánico Procesal Penal. Y ASÍ SE DECIDE”. (cursivas de la Sala)
IV
DE LA SENTENCIA OBJETO DE REVISIÓN
La decisión cuya revisión se pretende, juzgó, con el voto salvado del
Magistrado Héctor Coronado Flores, en los términos siguientes:
V
MOTIVACIÓN PARA LA DECISIÓN
En el caso bajo examen se pretende la revisión de la sentencia número 96
de 21 de marzo de 2006, que emitió la Sala de Casación Penal que declaró con lugar el
recurso de casación que interpusieron la representación fiscal y los apoderados
judiciales de la víctima contra el veredicto que expidió la SalaAccidental de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, el 12 de
agosto de 2005, que confirmó el fallo que pronunció, el 13 de julio de 2005, el Juzgado
Décimo Noveno de Control del mismo Circuito Judicial Penal, mediante el cual decretó
el sobreseimiento de la causa que se interpuso contra los ciudadanos Francisco Croce
Pisani, Carlos Sánchez y Felipe Ayala, por cuanto los hechos que fueron imputados no
revestían carácter penal.
Para su decisión, esta Sala Constitucional estima que es pertinente la
expresión de las siguientes consideraciones:
1. En relación con las excepciones susceptibles de interposición por
las partes como medios de oposición a la persecución penal, el Código Orgánico
Procesal Penal preceptúa lo siguiente:
“Artículo 28. Excepciones. Durante la fase preparatoria, ante el juez de
control, y en las demás fases del proceso, ante el tribunal competente, en
las oportunidades previstas, las partes podrán oponerse a la persecución
penal, mediante las siguientes excepciones de previo y especial
pronunciamiento:
1. La existencia de la cuestión prejudicial prevista en el artículo 35;
2. La falta de jurisdicción;
3. La incompetencia del tribunal;
4. Acción promovida ilegalmente, que sólo podrá ser declarada por
las siguientes causas:
a) La cosa juzgada;
b) Nueva persecución contra el imputado, salvo los casos dispuestos
en los ordinales 1 y 2 del artículo 20;
c) Cuando la denuncia, la querella de la víctima, la acusación fiscal,
la acusación particular propia de la víctima o su acusación privada, se
basen en hechos que no revisten carácter penal;
d) Prohibición legal de intentar la acción propuesta;
e) Incumplimiento de los requisitos de procedibilidad para intentar
la acción;
f) Falta de legitimación o capacidad de la víctima para intentar la
acción;
g) Falta de capacidad del imputado;
h) La caducidad de la acción penal;
i) Falta de requisitos formales para intentar la acusación fiscal, la
acusación particular propia de la víctima o la acusación privada, siempre
y cuando éstos no puedan ser corregidos, o no hayan sido corregidos en
la oportunidad a que se contraen los artículos 330 y 412;
5. La Extinción de la acción penal; y
6. El indulto.
Si concurren dos o más excepciones deberán plantearse conjuntamente”.
VI
DECISIÓN
Por las razones que fueron expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia,
en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la Repúblicapor autoridad
de la Ley, declara que HA LUGAR a la solicitud de revisión constitucional que
intentaron, el 17 de mayo de 2006, los ciudadanos FRANCISCO CROCE PISANI,
CARLOS SÁNCHEZ y FELIPE AYALA contra la sentencia número 96 que
pronunció la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, el 21 de marzo
de 2006. En consecuencia, ANULA el referido fallo y REPONE la causa al estado de
que la Sala de Casación Penal dicte nueva decisión respecto del recurso de casación que
incoaron la representación del Ministerio Público y la víctima, con estricta sujeción a la
doctrina que queda establecida en la presente decisión.
Se ORDENA la remisión de copia certificada de la presente decisión a la
Sala de Casación Penal.
Publíquese y regístrese.
La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
El Vicepresidente,
Los Magistrados,
El Secretario,
JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO
PRRH.sn.ar.
Exp. 06-0739
Ahora bien, quien suscribe no comparte tal resultado decisorio, toda vez
que tal criterio expuesto por la mayoría sentenciadora no resulta acorde con el diseño
del actual proceso penal. En otras palabras, no se considera acertado, a la luz de la
teleología de la fase intermedia del procedimiento ordinario, afirmar libremente y de
forma absoluta que ciertos tópicos que constituyen causales de sobreseimiento, tales
como la atipicidad de los hechos que se investigan, la concurrencia de una causa de
justificación, de inculpabilidad o de no punibilidad (reflejados todos ellos en el artículo
318.2 del Código Orgánico Procesal Penal), la inexistencia del hecho objeto del proceso
o la no atribuibilidad del mismo al imputado (artículo 318.1 eiusdem), puedan ser
examinados sin discriminación alguna por el Juez de Control en la mencionada fase, ya
que el último aparte del artículo 329 del Código Orgánico Procesal Penal, establece
expresamente la prohibición de plantear en la audiencia preliminar cuestiones propias
del juicio oral y público.
Los aspectos antes referidos pertenecen al ámbito del Derecho penal sustantivo
(por ejemplo, la categoría dogmática de la tipicidad), cuyo examen amerita
necesariamente, en la mayoría de los casos, la realización del debate probatorio, a los
efectos de precisar si tal categoría del edificio conceptual del delito se ha configurado o
no en el caso concreto (por ejemplo, la verificación de la concurrencia de algún
elemento formal del tipo, la determinación de la imputación objetiva de la conducta o
del resultado; o la verificación del tipo subjetivo, a saber, si se ha configurado el dolo o
la culpa). La oportunidad para tal actividad probatoria sólo se puede materializar en la
oportunidad del juicio oral y público, toda vez que es la fase natural del proceso para la
recepción y la valoración de la prueba, no siendo ello posible en la fase intermedia
Esta norma debe concatenarse con lo dispuesto en el último aparte del artículo
329 eiusdem, según el cual:
Por otra parte, en el fallo del cual se disiente, se señaló que es doctrina
consistente de esta Sala, la competencia del Juez de Control para revisar aspectos de
fondo. Quien suscribe estima que no resulta acertado formular tal afirmación, ya que tal
criterio no es doctrina consistente, ni pacífica, ni reiterada de esta Sala, lo cual puede
evidenciarse, por ejemplo, de la sentencia n° 1.655/2005, del 25 de julio. (Resaltado del
presente voto)
Fecha ut supra.
La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
El Vicepresidente,
Los Magistrados,
El Secretario,
FACL/
Exp. n° 06-0739
SALA CONSTITUCIONAL
Exp. N°11-0272
Exp. 11-0272
El 10 de noviembre de 2010, los abogados Pedro Jesús López y Jimis Edixón Chaparro,
en su carácter de defensores de los ciudadanos María Rosmari Jaime y Víctor Manuel Luque
Jaime, de conformidad con lo establecido en el artículo 447, numerales 4 y 5, del Código
Orgánico Procesal Penal, ejercieron recurso de apelación contra el referido auto del 03 de
noviembre de 2010, con fundamento en lo siguiente:
(…) esta Corte considera que el recurrente interpuso dentro del lapso legal el
recurso de apelación (…) ya que si contamos, a partir del día siguiente desde la
publicación del auto, comenzaría a transcurrir el lapso de apelación desde el día
cuatro (04) de noviembre de 2010 (primero), cinco (05) de noviembre de 2010
(segundo), ocho (08) de noviembre de 2010 (tercero), nueve (09) de noviembre
de 2010 y (sic) diez (10) de noviembre de 2010 (quinto) siendo interpuesto el
recurso de apelación el día quinto que fue el 10.11.2010 (sic), estando dentro del
lapso legal. Asimismo, se observa que el recurrente interpuso el recurso de
apelación el día quinto (…) de donde infiere esta Sala que la apelación fue
interpuesta dentro del lapso legal establecido; sin embargo, se evidencia el
interés procesal del recurrente de impugnar el acto que le causa agravio, por lo
que no debe declarar extemporáneo, como justo reconocimiento y respeto al
principio de la tutela judicial efectiva.
II
Que, la acción de amparo constitucional a su criterio: (…) “es la única vía, como
expedita y necesaria, en virtud de la Declaratoria Sin Lugar (sic) en fecha 17/01/2011 del
Recurso de Apelación (sic) del auto interpuesto por esta Defensa (sic) en fecha 10/11/2010”.
Que, la decisión dictada por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Barinas, incurre en una serie de violaciones al debido
proceso y a la tutela judicial efectiva, por lo cual la defensa la consideró: (…) “como aberrante y
un adefesio jurídico”.
El artículo 450 del Código Orgánico Procesal Penal, señala tácitamente, que
cuando el recurrente promueve pruebas, la alzada debe señalar en el auto de
admisión si las admite por considerarlas pertinentes o por el contrario no las
considera pertinentes ni útiles; en el primer caso, de ser admitidas, la corte de
apelaciones (sic) debe fijar una audiencia y en el segundo supuesto no es
necesaria. Siendo este artículo de tal connotación, que el mismo debe aplicarse
de manera taxativa cuando se promuevan pruebas; en el presente caso se violó
el debido proceso por cuanto se evidencia del auto de admisión, que la Corte de
Apelaciones no dijo nada en cuanto a las pruebas ni mucho menos fijó audiencia
(sic) a que se refiere este artículo.
Por otra parte, el mismo artículo señala que cuando se apela en relación al
ordinal 4º (sic) de la Norma Adjetiva Penal (sic) los lapsos, es decir, de diez (10)
días deben reducirse a la mitad; es decir, a cinco (05) días, por cuanto hay
personas privadas de su libertad, pudiéndose observar que al igual la Corte de
Apelaciones obvió reducir el lapso a la mitad, pronunciándose que se dictaría la
respectiva decisión dentro de los diez (10) días siguientes al acto de admisión.
Igualmente señaló la defensa que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de
la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, incurrió en un error judicial por las razones
siguientes:
De esta manera, quienes intentan la acción de amparo denuncian ante esta Sala la
violación de los artículos 26 y 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
por cuanto la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del
Estado Barinas no se pronunció sobre las pruebas promovidas y no se obtuvo una adecuada
respuesta en cuanto a los medios de prueba ofrecidos.
III
DE LA DECISIÓN ACCIONADA
…omissis…
Así las cosas, observa esta Alzada que (…) no le asiste la razón a la recurrente al
manifestar que la decisión judicial se basó en elementos realizados en
contravención a normas y garantías constitucionales.
Finalmente la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Barinas, indicó lo siguiente:
(…) En cuanto al punto de denuncia relacionado con que (sic) la decisión dictada
carece de motivación suficiente para decretar una medida cautelar privativa de
libertad, sosteniendo que existe la errónea apreciación de un elemento de
convicción viciado de nulidad absoluta (…) corresponde a esta Alzada determinar
(…) si le asiste o no la razón a la (sic) apelante
…omissis…
…omissis…
Avista la Sala que, ante la decisión del Tribunal Primero de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Barinas, de decretar
la Medida de Privación Judicial Preventiva de Libertad (sic) a los ciudadanos
Maríaa Rosmari Jaime y Víctor Manuel Luque, la defensa dispone de los
mecanismos procesales respectivos para obtener la sustitución de la medida de
coerción personal que actualmente cuestiona, aunado a que, los imputados de
autos (las veces que así lo deseen) y su defensa disponen de la posibilidad de
solicitar la revisión de la medida que pesa en su contra, tal como lo dispone el
artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, con lo cual no se vislumbra la
existencia del gravamen irreparable mencionado por el recurrente como base de
su recurso ya que la decisión dictada por el Juzgado A-Quo (sic), no es definitiva,
sino que por el contrario puede ser sometida a examen y revisión a petición de
parte e incluso de oficio por parte de la Jueza en el devenir del proceso
(Mayúsculas de la Corte de Apelaciones).
IV
DE LA COMPETENCIA
Ahora bien, como quiera que el amparo se ejerció contra un acto que emana de un
órgano jurisdiccional, la acción de amparo interpuesta es la prevista en el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, que establece:
Atendiendo a lo dispuesto en dicha norma, esta Sala estima necesario reiterar una vez
más el criterio referido sostenido en sentencia N° 1.019 del 11 de agosto de 2000,
caso: “Nardo Antonio Zamora”, en cuanto a los presupuestos especiales para la procedencia
de este tipo de amparo, sentencia en la que se estableció lo siguiente:
En el presente caso, aprecia la Sala que la parte accionante denunció una supuesta
inmotivación del fallo de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Barinas, así como el presunto incumplimiento del trámite
establecido en el artículo 450 del Código Orgánico Procesal Penal, específicamente porque no
se pronunció respecto a las pruebas ni convocó a una audiencia oral.
Al respecto, esta Sala observa que del texto de la sentencia accionada se evidencia que
la referida Corte de Apelaciones actuó dentro de los límites de su competencia y sin abuso de
poder, toda vez que conoció en alzada del recurso de apelación contra la decisión de primera
instancia, señalando las razones de hecho y de derecho por las cuales desestimó las denuncias
formuladas en dicho recurso, siendo que respecto a las pruebas promovidas resulta para esta
Sala –como instancia constitucional- la evidente previsión de que la audiencia será fijada
cuando ello sea necesario y útil, y en el caso planteado, si bien no existe una indicación
expresa respecto a las pruebas promovidas, lo cierto es que dicha audiencia no era necesaria
por cuanto se promovió como documentales las actas del expediente, sobre las cuales se basó
la decisión accionada, como se desprende de los folios 191 al 199, en específico al referirse a
las actas señaladas en los folios 195 y 196, siendo que respecto a las testimoniales promovidas,
es forzoso indicar que dicha apelación tenía por objeto la medida de privación judicial
preventiva de libertad, siendo lo pertinente que las mismas sean promovidas en la audiencia
preliminar para su valoración en el juicio oral correspondiente, por ser la calificación de
flagrancia y la adopción de tal medida privativa de libertad del conocimiento del juez de
control.
De allí que en el presente caso, la Sala observa que no existe la denunciada violación a
los derechos al debido proceso, a la defensa e igualdad, aducida por la parte accionante, en los
términos del artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en consecuencia, se declara improcedente “in limine litis” la acción de
amparo constitucional ejercida. Así se declara.
Finalmente, esta Sala estima pertinente advertir a la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, que en lo sucesivo, ante la
promoción de pruebas por las partes en un recurso de apelación, emita pronunciamiento
expreso.
VI
DECISIÓN
Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley
declara IMPROCEDENTE IN LIMINE LITIS la acción de amparo constitucional
interpuesta por los abogados Pedro Jesús López y Jimis Edixón Chaparro, en su carácter
de defensores de los ciudadanos MARÍA ROSMARI JAIME y VICTOR MANUEL
LUQUE JAIME, contra la decisión que dictó la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, el 17 de enero de
2011.
La Presidenta de la Sala,
El Vicepresidente,
Francisco Antonio Carrasquero López
Los Magistrados,
En razón de este cambio de sistema y con base en estos principios, nuestro legislador
estableció las normas recogidas en el Código Orgánico Procesal Penal, adecuándolas a las
normas constitucionales y tratados suscritos por la República de Venezuela vigentes.
En el Libro Cuarto del Código Orgánico Procesal Penal el legislador recogió los
lineamientos relativos a las modalidades de los recursos en materia penal, a
saber: disposiciones generales, el recurso de Revocación, el de Apelación, de Casación y de
Revisión, cada uno por títulos, a los fines de sistematizar la forma o modo de recurrir contra
las decisiones judiciales.
En tal sentido los artículos 425 y 426 del Código Orgánico Procesal Penal, establecen:
El artículo 454 del Código Orgánico Procesal Penal establece los motivos por los
cuales puede ejercerse el recurso de casación contra las sentencias dictadas por tribunales
de jurados, pero única y exclusivamente, respecto a decisiones dictadas tras un veredicto de
culpabilidad, bien sea por unanimidad o por mayoría.
Cabe señalar que no está dada la posibilidad de llenar un supuesto vacío o laguna del
legislador en relación con este punto, toda vez que el legislar en materia penal compete a la
Asamblea Nacional.
recurrir por parte de las víctimas, cuando se ha dictado al imputado una decisión
Tribunal Penal Cuarto de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo,
constituido con jurados, cuyo veredicto fue la absolución del ciudadano MIGUEL
dentro del Código Orgánico Procesal Penal que regule la forma de recurrir contra la
sentencia absolutoria emanada del Tribunal constituido con Jurados, conforme a lo
dispuesto en el artículo 458 ejusdem. Así se decide.
DECISION
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Penal, Administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la
ley, DESESTIMA POR INADMISIBLE el presente recurso de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 458 del Código Orgánico Procesal Penal.
El Vicepresidente,
La Magistrada Ponente,
La Secretaria,
BRMdL/rder.
VOTO SALVADO
La Sala de Casación Penal considera que en el Código Orgánico Procesal Penal no existe
norma relativa a recurso alguno contra las sentencias absolutorias del tribunal de jurados,
pues sólo se prevén en el artículo 454 los motivos que pueden viciar la sentencia condenatoria
que dicte dicho tribunal. Así mismo la Sala declara la necesidad de que sea objeto de revisión
para la reforma del citado código adjetivo el derecho de recurrir que debe poseer la víctima y
el Ministerio Público.
El autor español JUAN LUIS GÓMEZ COLOMER, en su obra "El proceso penal alemán.
Intruducción y normas básicas" (que cuenta con el aval dé ser prologada por JESCHECK),
asegura esto:
No se trata de negar los aciertos que sin discusión tuvo el Código Orgánico Procesal
Penal (los cuales también hubiera podido lograr sin llegar a los lamentables extremos que llegó
por otra vertiente), pero infortunadamente está signado porque parteó un sistema de
impunidad en muchos aspectos. Y éste que motivó mi voto salvado es uno de ellos.
Considero inconstitucional el artículo 454 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuya
disposición se basaron mis distinguidos compañeros de Sala para declarar inadmisible el
recurso de casación interpuesto por la parte acusadora. Y como tengo el deber de rango
constitucional (artículo 131 de la Constitución) de cumplir y acatar la Constitución y todo acto
dictado contra ésta es nulo (artículo 25 constitucional), me veo en la necesidad de salvar mi
voto.
En efecto, el artículo 454 del Código Orgánico Procesal Penal dispone lo siguiente:
Aseveré con anterioridad que el artículo 454 del Código Orgánico Procesal Penal es
inconstitucional porque vulnera de modo injusto los derechos humanos de las víctimas de los
delitos al establecer "sine iure" una discriminación respecto a ese grupo de ciudadanos que
no pueden litigar en condiciones de igualdad, ya que carecen de las mismas oportunidades de
los imputados y por tanto no pueden ejercer su derecho a defender los diversos bienes
jurídicos que les han sido conculcados. Así que cuando tales ciudadanos, que fueron con
anterioridad víctimas de unos delitos, pretenden del modo más justiciero concurrir a un juicio
penal en términos igualitarios respecto a sus contrapartes y emplear los mismos recursos -el
de casación en este caso- a los que sí tienen derecho esas mismas contrapartes e imputados,
resulta que no pueden y por consiguiente son hechas víctimas otra vez y, más grave aún, esta
vez por parte del Estado, que aprobó una disposición adjetiva injusta pues rompe el clásico
principio de la igualdad entre las partes y establece privilegios a favor de una de tales partes
litigantes.
Pues bien: el citado artículo quiebra ese ideal equilibrio procesal y la igualdad entre las
partes, al establecer que sólo los condenados pueden recurrir en casación y no así las víctimas
de los delitos, ya que no proceden los recursos de casación contra las sentencias absolutorias
provenientes de un tribunal de jurados y dictadas por unanimidad.
Esa parcialización en pro de los imputados viola las ocho disposiciones de rango
constitucional siguientes: ARTÍCULOS 1, 2, 3,7,19, 21, 26 Y 30 DE LA CONSTITUCIÓN.
En ese anterior voto salvado, también se copiaron sus articulados o disposiciones más
atinentes a la materia hoy discutida en la Sala de Casación Penal.
Sin embargo, es el literal “h” del numeral 2 del artículo 8 de la Convención o Pacto de
San José, lo más decisivo y hasta lapidario en esta materia:
(...)
También es oportuno citar esta opinión del autor español BERNARDINO J. VARELA
GÓMEZ, que en su obra “El Recurso de Apelación Penal” (Editorial Tirat Lo Blanch, Valencia
1.997), expresa:
...Con independencia de ello, el derecho a recurrir debiera corresponder a
todas las partes por igual (art. 14 CE), incluso a las acusadoras cuando
ha recaído sentencia absolutoria. Es más, determinados supuestos de
sentencia absolutoria implican un gravamen también para la parte
acusada, por lo que no debieran quedar fuera de la posibilidad de
recurso, como aquellos en que no recae condena merced a un
indulto.” (Pág. 107).
Negar la admisibilidad del recurso de casación que se interponga contra una decisión
que contenga un veredicto de inculpabilidad de un tribunal de jurados, implica reconocer que
en el Código Orgánico Procesal Penal existen dos concepciones del mismo principio "ne bis in
idem". En efecto, respecto a las decisiones pronunciadas por los tribunales unipersonales y
mixtos, sí existe la posibilidad de su impugnación por parte del Ministerio Público y de acuerdo
con lo que establecen los artículos 425, 426 y 443 "eiusdem", así como también la posibilidad
de ejercer el recurso de casación en los casos señalados en el artículo 451 del mencionado
código adjetivo.
En el caso del tribunal mixto, cuya competencia (artículo 61 del Código Orgánico
Procesal Penal) es para conocer de los delitos cuya pena mínima sea superior a cuatro años y
su límite superior no exceda los dieciséis, todas las decisiones absolutorias que ellos
pronuncien serían recurribles en términos de apelación y casación, según lo establecido en los
artículos 443 y 451 del Código Orgánico Procesal Penal, respectivamente.
En síntesis, del análisis anterior es obvio que al haber dispuesto el Código Orgánico
Procesal Penal que las decisiones absolutorias del tribunal de jurados son inapelables y que las
de los tribunales unipersonales y mixtos sí son recurribles, se creó una
paladina contradicción sobre el significado de lo que debería ser la doble persecución en el
ordenamiento procesal penal venezolano. Esto último traduciría materialmente una
situación grave en extremo. En efecto, habida cuenta de que el tribunal de jurados conoce de
los delitos con penas más graves, es decir, de aquellos cuyas penas en su límite máximo
excedan los dieciséis años,resultaría que las decisiones absolutorias relativas a tales
gravísimos hechos no podrían ser revisadas por la alzada, mientras que las sentencias
absolutorias dictadas en casos de los delitos menos graves (los que conocen los tribunales
mixtos y usualmente los unipersonales), asombrosamente revestirían una mayor
importancia para el Estado porque éste, aunque las penas fueran menores, estaría
interesado en que dichas decisiones fueran revisadas una o más veces y en trance de
apelación y casación.
Por otra parte, si el homicidio calificado fuera "in fraganti" y la decisión la dictara un
tribunal unipersonal, contra ella sí existiría recurso de apelación y eventualmente el de
casación. No ocurriría lo mismo si el fallo lo pronunciara un tribunal de jurados porque en
tales casos y según la tesis que se adversa, aparecería firme después de su publicación.
De no cambiarse el criterio respecto a tan inconstitucional disposición adjetiva y de no
hacérsele la congrua modificación, ello conduciría a la necesidad de aplicarla a todos los demás
fallos absolutorios que produjeran los tribunales unipersonales y mixtos. Aparte de lo ilógico
que resulta esa disposición en sí misma, tampoco resulta coherente que se impida la
impugnación del fallo absolutorio de un tribunal de jurados con base en que la revisión
constituye una nueva persecución y que sí se admita para los tribunales unipersonales y
mixtos. Indudablemente que ante las decisiones absolutorias que estos últimos produzcan,
bien podría aseverarse –de acuerdo con la extraña disposición– que también la apelación del
fiscal generaría una revisión que configuraría ¡una nueva persecución! e indudablemente una
violación de la prohibición de esa doble persecución.
En ese mismo código y al conjugar esta disposición con el contenido de los artículos
426 y 429 “eiusdem” se aprecia que, aunque las decisiones le causasen agravio, el Ministerio
Público no podría apelar de ellas si expresamente la ley no le hubiera atribuido tal posibilidad.
"Ejercer los recursos contra las decisiones que recaigan en los juicios en
que intervenga".
Por otra parte, en el ordinal 8° del artículo 117 del Código Orgánico Procesal Penal, se
establece como derecho de la víctima lo siguiente:
1) El fiscal puede interponer recursos contra las decisiones que le causen gravamen o
le perjudiquen, en los procesos en que intervenga.
El afirmar que la decisión absolutoria del tribunal de jurados no puede tener recurso,
alegando que si la Sala de Casación Penal dictara nueva decisión y hubiera un fallo
condenatorio se violaría el derecho a recurrir porque las decisiones del máximo tribunal no son
recurribles, sería ignorar que una situación igual podría ocurrir cuando al interponerse recurso
de casación contra una decisión de la Corte de Apelaciones (que mantuviere incólume la
decisión absolutoria de primera instancia) se obtuviere un fallo condenatorio en
casación: tampoco en este caso podría el acusado recurrir del respectivo fallo.
El aceptar que el recurso contra las decisiones absolutorias de los tribunales de jurados
podría conducir a un nuevo juicio y que ese nuevo juicio llevaría a una doble persecución,
constituye un absurdo: se daría un trato desigual a situaciones semejantes y se crearía una
situación desproporcionada: habría más benignidad frente a criminales -o al menos posibles
criminales- de alta peligrosidad, que respecto a los autores de delitos menos graves. Esta
última situación se daría en el caso de unas decisiones absolutorias de tribunales
unipersonales o mixtos y en los casos en que se anulara el fallo por una Corte de Apelaciones o
por la Sala de Casación Penal. Y en relación con estas decisiones, los nuevos juicios producirían
una "segunda persecución" ¡que estaría legitimada por el Código Orgánico Procesal Penal!
Así mismo surge un trato desigual respecto al artículo 533 "eiusdem", que establece lo
siguiente:
"Competencia transitoria. Durante los dos años siguientes a la entrada
en vigencia de este Código, el tribunal de jurados conocerá de las causas
por delitos cuya pena privativa de libertad, en su límite superior exceda
de veinte años. En este mismo término, los delitos cuya pena en su
límite superior exceda de dieciséis años y sea menor de veinte, serán de
la competencia del tribunal mixto".
Haciendo la conexión de esta disposición con las que se toman como fundamento para
negar el recurso a las decisiones absolutorias del tribunal de jurados, resulta que hasta
mediados del año 2001 el Ministerio Público tendrá posibilidad de impugnar por vía de
apelación o de casación, según sea el caso, las decisiones absolutorias de tribunales mixtos que
hayan tenido por objeto acusaciones por delitos cuya pena sea superior a dieciséis años de
privación de libertad, pero inferior a veinte, y que después de mediados del año 2001 esas
mismas decisiones no podrán ser impugnadas por el Ministerio Público porque su
conocimiento corresponderá al tribunal de jurados.
Incluso hay otro motivo, de pareja índole procesal y hasta jurisprudencial, que
permitiría el no aplicar esa inconstitucional disposición adjetiva: menudean las decisiones de
las Cortes de Apelaciones que consideran inadmisibles las apelaciones contra algunas
decisiones de Tribunales de Juicio y sobre la base de lo establecido en el Código Orgánico
Procesal Penal. Pero resulta que también a menudo -y siempre que se presenta esa situación-
la Sala Penal actual y porunanimidad ha venido haciendo caso omiso de lo así establecido en
el Código Orgánico Procesal Penal y aplicando el último aparte del artículo 451 “eiusdem”, con
el muy loable propósito de permitir la revisión íntegra de las causas penales y propender a una
justicia más indiscutible. ¿Por qué no hacer lo propio en este caso? La circunstancia es muy
similar, porque no sólo las condenatorias sino también las sentencias absolutorias ponen fin al
juicio e impiden su continuación.
Desde otro punto de vista, de singular importancia, puede argüirse en ese mismo
sentido y con una jurisprudencia emanada (9/3/2000, Exp. N° 00-0145) de la Sala
Constitucional y por tanto de fuerza vinculante porque se refiere a una materia de
orden constitucional:
"Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías dentro
de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente
e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación
de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter".
"La protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son
objetivos del proceso penal (...) Por su parte, los jueces garantizarán la
vigencia de sus derechos y el respeto, protección y reparación durante el
proceso. Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán
otorgarle un trato acorde con su condición de afectado, facilitando al
máximo su participación en los trámites en que deba intervenir".
Conforme a lo anterior, la víctima no necesariamente debe querellarse
para intervenir en el proceso, ya que la misma, tal como lo dispone el
artículo 117 del Código Orgánico Procesal Penal y la norma antes
reproducida, puede participar dentro del juicio.
DECISION
Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en nombre de la República y por autoridad de la
ley, REVOCA la decisión dictada por el Juzgado Superior Decimoctavo en
lo Penal de la Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de Caracas,
la cual declaró sin lugar la acción de amparo constitucional interpuesta
por el ciudadano ANTONIO JOSÉ VARELA, contra la ciudadana FANNI
JOSE MILLAN BOADA, Juez Titular del Juzgado Duodécimo de Primera
Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público de la
Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de Caracas, y el
ciudadano CARLOS JAVIER VARGAS YEYES, Secretario Titular del referido
Tribunal. En consecuencia se ORDENA a los funcionarios antes
mencionados o a cualquier otro Tribunal de la República que conozca del
proceso penal a que se ha hecho referencia, permitir al accionante su
participación en el mismo, con todas las garantías de igualdad y
defensa que le consagra el ordenamiento jurídico.
El Presidente-Ponente
Se pretendió que los profanos juzgarían acerca del hecho y no del Derecho; pero esta
distinción es casi un imposible en la realidad fáctica. Además los hechos del hombre no son,
como los de la naturaleza, fortuitos e imprevisibles (como la caída de un meteorito).
Los actos humanos tienen un disvalor porque son previsibles y por tanto ordenables a un fin.
Esto motivó el surgimiento de la escuela finalista y la recentísima tesis de la imputación
objetiva de la culpabilidad, cuyas bien complicadas esencias (que afectaron hasta el
conocimiento en la teoría de la causalidad) son de muy difícil comprensión. ¿Es posible que
quienes no tengan una sólida formación jurídica valoren debidamente estos hechos? Peor aún
es, como se ha propuesto y pretendido hacer aquí, ponerlos a juzgar "sólo acerca de si alguien
es culpable o inocente", como si fuera poco, pues la culpabilidad es la materia más delicada
del Derecho Penal y por tanto versa sobre una imponente y substancial cuestión jurídica, por
lo cual es falso que sólo juzgarán "hechos".
Un sistema justo y garantizador de libertad, tiene como característica indefectible que
los jueces den muy formal razón de su convicción y de por qué condenan o absuelven. Pero
el Código Orgánico Procesal Penal pretende que unos ignorantes del Derecho solucionen de
repente el más tremendo problema de la ciencia criminal ("culpable o inocente") y sentencien
sin razonamiento de ninguna índole. Y son de esos jurados las sentencias absolutorias de las
cuales no tienen las víctimas ni nadie derecho a impugnar con un recurso de casación.
Respeto mucho a las personas de los jurados en cuanto tales personas; pero tengo derecho y
razones para dudar de sus juicios por ignorantes del Derecho. Y conste que no los califico así
con "animus injuriandi" o con algún deseo de lastimar u ofender: me considero ignorante en
muchos aspectos, como por ejemplo para operar como cirujano y practicar una
apendicectomía. Tampoco tuvo intención injuriosa el notable procesalista venezolano BORJAS
cuando enseñó que el recurso es "una garantía pública contra los errores de la ignorancia,
los abusos de la arbitrariedad y la falibilidad del criterio del hombre".
¿Cómo se podrá justificar que se prive a las víctimas de tan esencial "garantía pública"
y del recurso de casación en aquel caso?
No hay discusión posible (pese a todo lo anterior) en cuanto a que las sentencias de
los jurados son perfectamente legales, pues así lo dispone el Código Orgánico Procesal
Penal. El problema estriba en qué debe hacerse -o en por qué algunos creen que no debe
hacerse nada- ante la imposibilidad de recurrir en casación contra las sentencias absolutorias
que los jurados dicten por unanimidad. En mi sentir esto es inconstitucional y por tal motivo
salvo mi voto.
Fecha "ut-supra".
EL PRESIDENTE DE LA SALA,
EL VICEPRESIDENTE,
(MAGISTRADO DISIDENTE)
LA MAGISTRADA,
LA SECRETARIA,
AAF/jm
"Violencia" es "cualidad de violento" y "violento" es lo "que se ejecuta fuera de razón y justicia".
SEGUNDA MUY INDICADA POR SER MAS RECIENTE
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EN SALA CONSTITUCIONAL
Exp. N° 14-0485
Los ciudadanos Ildemaro Salas Espinoza, Aloha del Carmen Isea Flores, Estebes
de Jesús Rivas Balza, Isabel Cristina Rodríguez Hurtado y Winder José Reinosa
Calderón, asistidos por el abogado defensor Julio Rafael Lara Guzmán, interpusieron
acción de amparo “sobrevenido” contra la decisión dictada, el 27 de marzo de 2014, por
el Tribunal Vigésimo Segundo de Primera Instancia en funciones de Juicio del Circuito
Judicial penal del Área Metropolitana de Caracas, que declaró sin lugar la excepción
prevista en el artículo 32.2 del Código Orgánico Procesal penal y opuesta en la apertura
del Juicio oral y público, en el proceso penal que se les sigue por la presunta comisión
del delito de lesiones culposas graves, bajo los siguientes argumentos:
Que “… el día 11 de diciembre de 2003 en ejercicio de nuestras respectivas
profesiones de médicos cirujanos y anestesiólogos, durante la realización de una
intervención quirúrgica en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo con sede en Caracas
en el marco de la política del Alto Gobierno denominada Plan Bolívar 2000; creada
para atender a las personas con menores recursos económicos del país; el ciudadano
Marcos Toledo, producto de una reacción idiosincrática o atípica a la anestesia
inducida; presentó una bradicardia severa que derivó en un paro cardio-respiratorio;
siendo por esta situación atendido adecuadamente y oportunamente con el empleo de la
ciencia, equipos, fármacos y de toda experiencia de los médicos anestesiólogos, sin
embargo; lamentablemente por de (sic) dicha situación presentó el Sr. (sic) Marcos
Toledo encefalopatía hipoxica producto de paro cardio-respiratorio que le ocasionó
una lesión cerebral que disminuyó sus facultades físicas y mentales”.
Que “… sin considerarnos en momento alguno como responsables
individualmente ni mucho menos en equipo; por actos de acción y omisión que
pudieran ser reprochados a cada uno de nosotros por la conducta individual o en
equipo desplegada en la ocurrencia de este lamentable hecho. Los familiares del Sr.
Marcos Toledo presentaron Querella en contra nuestra, la que fue admitida el 22 de
diciembre de 2004; y luego se aperturó (sic) investigación penal por parte de la
Fiscalía Nro. 63 del Área Metropolitana de Caracas, con fecha 17 de enero de 2005;
siendo imputados entre el 27 de enero de 2010 y el 8 de febrero de 2010, por el delito
de Lesiones (sic) Culposas (sic) Graves (sic) de acuerdo a lo establecido en el artículo
420, cardinal 2° concatenado con los artículos 414 y 415 eiusdem; dejando constancia
que en fecha de febrero y marzo 2005 fuimos citado (sic) e interrogados por la Fiscalía
sobre los hechos denunciados en nuestra contra, sin notificarnos que estábamos siendo
objeto de una investigación penal, lo que violó el debido proceso. Que
posteriormente el 17 de julio del año 2011, la Fiscalía Nro. 63 presentó su acto
conclusivo de Acusación por el delito de Lesiones (sic) Culposas (sic) Graves (sic). Que
de igual forma el 26 de mayo de 2013 se realizó la Audiencia Preliminar en el tribunal
9° en Funciones (sic) de Control del Circuito Judicial penal del Área Metropolitana de
Caracas, en la cual se ordenó pase a juicio oral y público y se declaró sin lugar la (sic)
Excepciones (sic) Opuestas (sic) por la defensa, entre otras la prevista en el artículo
28, cardinal 5° del Código Orgánico Procesalpenal; Extinción (sic) de la
Acción (sic) penal (sic) por Prescripción (sic); y finalmente que el 19 de febrero de
2014, se llevó a cabo la apertura del debate del juicio oral y público en sede del
Juzgado 22 en Funciones (sic) de Juicio del Circuito Judicial penal del Área
Metropolitana de Caracas, instancia donde se Opuso (sic) la Excepción (sic) del
Artículo (sic) 32, cardinal 2° del Código Orgánico Procesal penal, vigente; La
extinción de la acción penal por prescripción, siendo la misma declarada sin lugar.
Acotando que en ambos casos se planteó la Prescripción (sic) Judicial o
Extraordinaria”.
Que “… la Prescripción (sic) Judicial o Extraordinaria no es susceptible de ser
interrumpid[a], que es de Orden (sic) Público (sic) e irrenunciable debiendo
comenzar a computarse desde el día de la perpetración del hecho, tal como (sic) lo
prevé el principio de la legalidad previsto en el artículo 109 del Código penal…”.
Que “… es doctrina pacífica de la Sala Constitucional que en virtud de la
seguridad jurídica y confianza legítima de las partes, los nuevos criterios
jurisprudenciales o doctrinarios, producto de la evolución jurisprudencial de cada Sala
del Máximo Tribunal, deben ser aplicados siempre hacia el futuro, vale decir, a los
asuntos que con posterioridad a la sentencia que establece el nuevo criterio, sean
sometidos a su conocimiento. (Sala Constitucional Sentencia Nro. 1898 de fecha 11 de
febrero de 2008 Magistrado Ponente Arcadio Delgado Rosales)”.
Que “… el presupuesto de la no retroactividad de la Ley, se encuentra
plasmado en el artículo 24 constitucional…”.
Que “… son estas las razones en virtud de las cuales INTERPONEMOS
ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL SOBREVENIDO contra la decisión
tomada por el Juzgado Vigésimo Segundo AMC (sic), con fecha 27 de marzo de 2014,
durante la Audiencia (sic) de Juicio (sic) Oral (sic) y Público (sic); según consta en
Acta (sic) de Continuación (sic) del debate de la cual acompañamos copia
certificada…”
II
DE LA SENTENCIA APELADA
El 22 de abril de 2014, la Sala N° 9 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial penal del Área Metropolitana de Caracas declaró inadmisible la acción de
amparo constitucional interpuesta por los ciudadanos Ildemaro Salas Espinoza, Aloha
Del Carmen Isea Flores, Estebes De Jesús Rivas Balza, Isabel Cristina Rodríguez
Hurtado y Winder José Reinosa Calderón, asistidos por el abogado defensor Julio
Rafael Lara Guzmán, bajo los fundamentos siguientes:
“CONSIDERACIONES RESOLUTIVAS
Los derechos y garantías fundamentales y aquellos inherentes a todo ser
humano, se encuentran tutelados efectivamente en nuestra Carta Magna, y
para ello se contempló una acción con características excepcionales para la
restitución expedita y eficaz de éstos, la cual es la acción de amparo
constitucional, siendo un medio judicial breve y expedito, a través del cual se
protegen derechos fundamentales que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela reconoce, operando sólo cuando se dan las
condiciones establecidas como necesarias de esta institución de conformidad
con la ley que rige la materia.
La acción de amparo constitucional como medio procesal breve y sumario,
establecido en la Constitución y en la Ley opera para que cualquier persona
que vea amenazado o lesionado alguno de sus derechos o garantías
constitucionales, pueda acudir ante el órgano jurisdiccional competente a los
fines de que éste, previo cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y una
vez constatada la existencia de la amenaza o violación denunciadas, proceda
a ordenar el cese o restablecimiento de la situación jurídica infringida,
mediante las medidas solicitadas por el accionante, o en la forma que estime
más adecuada al caso concreto.
Es así como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela lo
consagra en el artículo 27 en los siguientes términos:
…
Ahora bien, con relación a la procedencia de la acción de amparo
constitucional la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha
sostenido lo siguiente:
…
De igual forma se encuentra consagrado en el artículo 1 de la Ley Orgánica
de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales de la forma
siguiente:
…
Así mismo contemplan los artículos 2 y 5 ejusdem lo siguiente:
…
Ahora bien, en el presente caso, según afirman los accionantes, su defensa
activo (sic) el mecanismo procesal de los medios de obstaculización del
proceso, en el caso en concreto excepciones, por cuando había transcurrido
un lapso holgadamente superior al previsto por el legislador para que
operara la prescripción de la acción penal en el presente caso, y en
consecuencia la extinción penal, procediendo el a quo a declarar sin lugar
dichas excepciones y continuar el juicio.
En el caso que nos ocupa el profesional del Derecho JULIO RAFAEL LARA
GUZMAN (sic), quien ejerce la defensa de los ciudadanos ILDEMARO SALAS
ESPINOZA, ALOHA DEL CARMEN ISEA FLORES, ESTEBES DE JESUS
RIVAS BALZA, ISABEL CRISTINA RODRIGUEZ (sic) HURTADO Y
WINDER JOSE (sic) REINOSA CALDERON, lejos de activar el mecanismo de
impugnación objetiva previsto en el artículo 423 del Código Orgánico
Procesal penal, acudió a la acción de amparo constitucional para adversar la
decisión que considero (sic) le fue desfavorable, al insistir que en el proceso
seguido a sus representados la acción penal se había extinguido.
En este sentido, se ha reiterado en doctrina y jurisprudencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el carácter esencial de la
acción de amparo y el problema que constituiría el otorgarle un carácter
sustitutivo de los demás mecanismos judiciales, los cuales al ser parte de un
sistema jurídicos homogéneo, se presentan como garantizadores y protectores
de los derechos y garantías constitucionales.
De tal manera que debe agotarse el recurso ordinario preexistente antes de
solicitar la tutela constitucional de los Derechos fundamentales, la cual, de
realizarse a la inversa se correría el riesgo de innovar un nuevo
procedimiento, sustituyendo así los recursos ordinarios por acciones de
amparos (sic) constitucionales (sic), en este sentido no podría los accionantes
interponer la acción de amparo sin recurrir en contra de (sic) la decisión en
caso de optar por la vía de amparo, y no de la apelación, deberá expresarlo
formalmente en su escrito de acción de amparo, lo cual no hicieron.
No resulta posible sustituir a través de la acción de amparo el ejercicio de
los recursos ordinarios para los cuales el legislador consagró un
procedimiento especial donde se otorgan garantías procesales a las partes,
por lo cual, es en el procedimiento ordinario en donde debe analizarse la
inconstitucionalidad del acto impugnado (Sala Constitucional, sentencia N°
438 de fecha 15-03-02, caso Michelle Brionne).
Así mismo respecto al particular tratado ut-supra, la citada Sala
Constitucional ha precisado lo siguiente:
…
En el caso sub-lite constata esta Corte, revisado como ha sido el Escrito
(sic) contentivo de la acción de amparo constitucional interpuesto por los
ciudadanos ILDEMARO SALAS ESPINOZA, ALOHA DEL CARMEN ISEA
FLORES, ESTEBES DE JESUS RIVAS BALZA, ISABEL CRISTINA
RODRIGUEZ (sic) HURTADO Y WINDER JOSE (sic) REINOSA
CALDERON debidamente asistidos por el profesional del Derecho JULIO
RAFAEL LARA GUZMAN (sic), que los mismos lo hacen en contra de (sic) la
resolución judicial emitida por el Tribunal Vigésimo Segundo (22) De (sic)
Primera Instancia En (sic) Funciones (sic) De (sic) Juicio Del (sic) Circuito
Judicial penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana De (sic)
Caracas, en fecha 27-03-2014, mediante la cual declaró sin lugar las
excepciones opuestas.
Es así como ante la interposición de una acción de amparo constitucional, se
debe verificar si en el proceso originario fue agotada la vía ordinaria o fueron
activados los mecanismos de impugnación, independientemente de la parte
que lo haya ejercido, y en caso de constatarse ello, la consecuencia debe ser
la inadmisión de la acción propuesta, sin entrar a analizar la idoneidad del
medio procedente, pues tal carácter tutitivo que la Constitución atribuye a las
vías o medios procesales ordinarios les imprime la potestad de conservar o
restablecer el goce de los derechos y garantías fundamentales, por lo que su
agotamiento, es un presupuesto procesal de inadmisibilidad de la acción de
amparo (Vid. Sentencia N° 3021 del 14-12-2004, Sala Constitucional).
Al respecto el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales prevé lo siguiente:
…
Según la norma anteriormente transcrita, para que resulte admisible la
acción de amparo constitucional, es menester que la presunta lesión
denunciada haya agotado previamente las vías judiciales preexistentes, en el
presente caso como lo establece el artículo 32 del Código Orgánico
Procesal penal.
Como corolario de lo anterior, advierte esta Corte que en el presente caso
los accionantes pretenden, mediante la acción de amparo constitucional, la
reposición de la causa a los fines que otro juez dicte una nueva decisión,
siendo el caso que aun cuando el profesional del Derecho JULIO RAFAEL
LARA GUZMAN (sic) interpuso escrito de excepciones por ante (sic) el
Tribunal 22° de Primera Instancia en funciones de Juicio de este Circuito
Judicial penal, dicha pretensión le fue declarada sin lugar, no obstante el
mismo, dispone del mecanismo de impugnación objetiva que prevé, en el caso
en (sic) concreto, el artículo 32 ultimo (sic) aparte del Código Orgánico
Procesal penal, el cual constituye un medio efectivo e idóneo para obtener la
revisión del fallo cuestionado por parte de la Corte de Apelaciones como
Tribunal de Alzada y a través del principio de la doble instancia, sobre las
denuncias planteadas en la pretensión constitucional.
En este orden de ideas, para este momento procesal en el presente caso se ha
producido una causal de inadmisibilidad, la cual, es la prevista en el numeral
5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, vale decir, que los accionantes no han agotado los recursos
ordinarios en forma previa a objeto de determinar si efectivamente hubo
violación del derecho que presuntamente se conculcó, en efecto, este Tribunal
Colegiado no puede atender el reclamo de quebrantamiento o de violación de
actos u omisiones de carácter constitucional durante el proceso sin haber
agotado la vía ordinaria correspondiente.
En consecuencia, estima esta Corte actuando en sede constitucional, que al
no haberse agotado con anterioridad del recurso de apelación como medio de
impugnación establecido en texto (sic) penal adjetivo (artículo 32), la presente
acción de amparo constitucional resulta inadmisible, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 6 numeral 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales. Y ASÍ SE DECIDE”.
III
DE LA COMPETENCIA
Ahora bien, debe esta Sala previamente hacer referencia a la sentencia N° 247
del 15 de febrero de 2007 (Caso: Oscar Sanguino Solano), que estableció lo siguiente:
“… las excepciones declaradas sin lugar en la audiencia preliminar pueden
plantearse nuevamente en la etapa de juicio del proceso, por ende, tal como lo
ha establecido esta Sala la defensa del accionante contaba con la oportunidad
para impugnar nuevamente y obtener el restablecimiento de la situación
jurídica presuntamente infringida y, si en esta etapa fuese declarada
nuevamente sin lugar dicha excepción, cuentan con el recurso de apelación, el
cual puede interponerse conjuntamente con la sentencia definitiva.” (Negrillas
del presente fallo)
En atención al criterio establecido por esta Sala, las excepciones declaradas sin
lugar en la etapa de juicio, cuentan con el recurso de apelación diferido, toda vez que su
impugnación se interpone conjuntamente con la sentencia definitiva.
En tal sentido, observa esta Sala que, en el presente caso, los accionantes
disponían del referido recurso de apelación contra la decisión dictada por el Tribunal
Vigésimo Segundo de Primera Instancia en funciones de Juicio del Circuito
Judicial penal del Área Metropolitana de Caracas, de conformidad con el trámite
indicado en el artículo 32 del Código Orgánico Procesal penal.
De las consideraciones previas, se desprende, entonces, que la acción de amparo
interpuesta resulta inadmisible de conformidad con el artículo 6.5 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
En atención a los razonamientos expuestos, esta Sala declara sin lugar el recurso
de apelación interpuesto por el abogado Julio Rafael Lara Guzmán, y confirma la
decisión dictada por la Sala N° 9 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial penal del Área Metropolitana de Caracas que declaró inadmisible la acción de
amparo interpuesta. Y así se decide.
VI
DECISIÓN