Sei sulla pagina 1di 2

6 claves para gestionar la incertidumbre en el mundo actual

por Roser Claramunt, 12-02-17 en Blog de Roser Claramunt, Liderazgo / Autoliderazgo consciente.

Estamos en un mundo complejo y cambiante, a una velocidad vertiginosa. Gestionar la incertidumbre en el


mundo actual es realmente un reto. Hemos pasado de un mundo donde muchas cosas eran previsibles y
estructuradas a un mundo donde todo fluctúa en cada momento. Con el ritmo actual, las prisas, cambios y
tecnología, todo esto forma parte del pasado.
No obstante, en general, todos tenemos un guion o expectativas sobre la vida, el trabajo, la pareja, la familia,
sobre nosotros mismos. Y tenemos muy arraigado el valor de la seguridad. Pero, como decía Lennon, “la vida
es aquello que nos pasa, mientras tenemos otros planes”.

Convivir con el cambio constante, pide una buena dosis de habilidades personales para gestionar la
incertidumbre, y todas las cosas que nos preocupan. Entre todo lo que nos preocupa, algunas puede que
ocurran, otras, la mayoría, no. Algunas, la solución depende de nosotros, de nuestra actuación, otras, muchas,
no.
Debemos tener claro y aceptar, que la incertidumbre está y estará siempre. Y, que no lo podemos tener
todo controlado. Toca aprender a convivir con ella, si o sí.
Recientemente, una persona muy joven me decía que le daba miedo no tener trabajo de aquello que está
estudiando. Miedo a que no le sirva para nada lo que ahora está estudiando. Sin ser consciente, que esto
genera una trampa: es la excusa perfecta para decirse uno mismo que no vale la pena estudiar o
esforzarse.
En el mundo de los adultos también pasa: cuando tenemos trabajo estable, tenemos miedo a perderlo. Cuando
lo tenemos inestable (trabajemos para un tercero, o por cuenta propia), tenemos miedo que surjan imprevistos
que no podamos asumir, o a que pase el tiempo sin encontrar un nuevo proyecto. Todo esto, a menudo se
traduce en desazones y ansiedad. Y en este estado emocional actuamos menos, ya que el miedo nos
paraliza e impide que veamos otras alternativas.

La ansiedad implica anticiparse a algo que todavía no ha pasado, y que el cerebro procesa como real
(independientemente que sea una cosa real o imaginaria, fruto del pensamiento). Y tiene una función
adaptativa que nos ha permitido sobrevivir: la ansiedad es una señal de alerta que invita a huir o luchar.
6 CLAVES PARA RELATIVIZAR Y GESTIONAR MEJOR LA INCERTIDUMBRE:
1. Preguntarnos qué depende de nosotros, ¿podemos hacer algo? Y si la respuesta es positiva, centrarnos en
aquello que podemos hacer. Si dedicamos la energía y la atención a cosas donde no podemos actuar, que no
dependen de nosotros, o donde no podemos influenciar, estamos perdiendo nuestra energía y crece nuestra
preocupación.
2. Observar la situación desde la distancia (o bien imaginando que estamos sobrevolando la situación,
como si fuéramos una águila, o imaginándonos que es lo que pensaremos de aquello que nos preocupa
actualmente dentro de 10 años.
3. Planificar y/o prever un plan de acción si aquello que pensamos que puede pasar y nos preocupa, pasa de
verdad. Dado que estamos actuando desde aquello que podemos hacer, nos da mayor sensación de control, y
ganamos tranquilidad.
4. Agradecer aquello que si tenemos, centrando la atención y dando las gracias por aquello que tenemos,
aquello que vivimos, por sencillo que sea, más que en aquello que nos falta. Cuando perdemos algo (salud,
amigo o familiar, trabajo, etc), es cuando nos damos cuenta de su valor. ¿Por qué no celebrarlo en la vida
cotidiana y tenerlo presente cuando se tiene?
5. Informarnos y prepararnos al máximo sobre la situación que nos preocupa. Todo es aprendizaje. Y en
cualquier momento, nos puede ser útil. Analizar y aprender de situaciones ya vividas.
6. Volver al momento presente, estar en el aquí y ahora. El Mindfulness o atención plena, invita a prestar
atención a aquello que está pasando mientras está pasando, en el momento presente. E invita a que, ante una
situación compleja o difícil, centremos la atención en aquello que depende de nosotros. La desazón surge a
menudo de no poder controlar, aquello que no es controlable. En muchas situaciones, podemos hacer algo
para provocar cambios o encontrar soluciones. En las que no, se invita a aceptarlo desde la amabilidad y a
convivir con ello. El psicólogo Carl Jung decía que “Aquello a lo que te resistes, persiste. Aquello que
aceptas, se transforma”.
Confucio decía “Si los problemas tienen solución, ¿de qué te preocupas?. Y si no la tienen, ¿por qué sigues
preocupándote?”. No es fácil no preocuparse, pero también es verdad, que a menudo, hace que nos sintamos
mal y nos paralicemos para actuar. Y eso, tampoco soluciona gran cosa, ¿no te parece?, ¿qué opinas?

Potrebbero piacerti anche