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SALVEMOS EL MUNDO: CUIDEMOS LA CASA

Carlos Arboleda Mora UPB 2018

Buenos días. Es un placer y un honor poder compartir con


ustedes algunas ideas sobre una realidad que nos une: el
voluntariado como una expresión activa y real de lo más
humano que tenemos: el cuidado.

La primera idea que compartimos es que el voluntariado


tiene validez, MIENTRAS SEAMOS HUMANOS. Hoy se
habla ya del transhumanismo y del poshumanismo. Este
es un movimiento cultural, intelectual y científico que
afirma el deber moral de mejorar las capacidades físicas
e intelectuales del ser humano para poder eliminar
aspectos no deseables o no necesarios de la condición
humana tales como el sufrimiento, la vejez, la misma
mortalidad.1 El desarrollo de la Inteligencia artificial, la
neurología, la nanotecnología, la biotecnología aplicada,

1
BOSTROM, Nick. Intensive Seminar on Transhumanism. Yale University, 26 June 2003

1
sugieren cambios radicales en la condición humana con el
objetivo de mejorar la naturaleza humana y lograr,
incluso, la inmortalidad. Se trata de hacer el hombre
perfecto: ampliar el transcurso de la vida, más
capacidades cognitivas, tener un cuerpo según los deseos
propios, hacer copias de sí mismo y tener control
emocional total. Sería ir más allá de lo humano, un
transhumanismo. Incluso ya hay un fuerte movimiento
transhumanista2 cuyo principio es la confianza radical en
la tecnología del futuro. Se piensa en un paraíso
favorecido por las técnicas del homo technologicus, que se
funda en los principios de la confianza absoluta en las
posibilidades de la técnica, la concepción del ser humano
como conjunto de conexiones neuronales y biológicas y la
esperanza de un ser humano sin fragilidad . Y ya se tienen
algunas tecnologías al respecto como la ingeniería
genética, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la
criogenización, la eugenética embrional, terapias génicas,
…apuntando incluso a una existencia posbiológica o
inmortalidad tecnológica cuando se puedan traspasar a

2
http//:www.transhumanism.org

2
un computador todas las relaciones y contenidos
cerebrales.

Todo esto que parece ciencia ficción es una realidad en


ascenso. Pero podemos preguntarnos: ¿un ciborg sin
emociones, un robot programado, un programa
postbiológico …. serían seres humanos? ¿Cualquiera de
nosotros sin emociones, sin amor, sin rabia, sin dolor, sin
nostalgia.. ¿sería un ser humano?

Pero dejemos el futuro y sus retos a las futuras


generaciones. A lo mejor encontrarán la forma de
responder a los desafíos de la Revoluciones tecnológicas y
científicas. Por ahora, seamos más realistas.

Estamos en un mundo de humanos. Con grandes y


maravillosas cosas pero también con tremendos errores e
injusticias. No es acá el momento de hacer el elenco de
todas ellas pues son bien conocidas. Por eso centrémonos
en la situación presente MIENTRAS SEAMOS
HUMANOS.

LA PREGUNTA POR EL HOMBRE

3
El ser humano siempre ha sido una incógnita. Los filósofos
y pensadores han buscado una respuesta y siempre les ha
sido esquivo el esfuerzo. Toda definición se queda corta o
es parcializada. El hombre, al final, es un misterio.

La base constitutiva del hombre no es una cosa ni un


concepto. Al entenderlo como cosa se lo está considerando
como un ente más, sujeto a su biología, su evolución
natural y como un ser más dentro de la naturaleza que le
fija sus reglas. Esto ha dado pié a su objetivización o
cosificación sea por el poder o por la ideología, y ha
justificado la esclavitud, la distinción racial, la minoría de
edad de los indígenas o de ciertas comunidades humanas
como judíos, gitanos, homosexuales, etc; o simplemente
su destrucción como seres inferiores. Por otra parte, si se
le entiende como un concepto, por ejemplo, animal
racional, no se está dando cuenta de la totalidad de su
realidad pues aunque tiene un substrato biológico y unas
capacidades intelectuales, no se reduce a ellas pues es
además libre y emocional.

4
Las reflexiones contemporáneas han dicho que el hombre
es indefinible, que es un misterio, que no pertenece al
orden normal de los objetos, aunque esté sujeto a una
estructura biológica común que lo conecta con el orden de
la vida, la VIDA en sentido amplio, lo que incluye a la
naturaleza y a los demás seres vivos.

El problema de saber qué es el hombre ya lo había


manifestado Agustín:

¿Qué hay más cerca de mí que yo mismo? Siendo tan


cercano a mí mismo, ¿no debería conocerme a mí mismo
como lo más obvio e incuestionable? «Quieren, sin duda,
saber por confesión mía lo que soy interiormente, allí
donde ellos no pueden penetrar con la vista, ni el oído, ni
la mente» (Conf. X, iii, 4, 393). «Entonces me dirigí a mí
mismo y me dije: ‘¿Tú quién eres?’» (Conf. X, vi, 9, 397).
Yo no soy capaz de abarcar totalmente lo que soy. (Conf.
X, viii, 15, 402).

Un gran filósofo del siglo XX, Martín Heidegger parte de


esta afirmación de Agustín:
5
«Mucha admiración me causa esto y me llena de estupor.
Y van los hombres a admirar las alturas de los montes, y
las ingentes olas del mar, y las anchurosas corrientes de
los ríos, y la inmensidad del océano, y el giro de los astros,
y no se preocupan de sí mismos» (Conf. X, viii, 15, 402).

La idea que toma Heidegger de san Agustín, es la idea del


cuidado, la Cura como inquietud, preocupación por la
vida. Heidegger fue muy sensible a la descripción …de la
existencia en términos de un intermitente desasosiego: la
imagen de la existencia atenazada por la angustia de
existir, que es lo más existencial de la vida humana. Vivir
preocupados por la existencia es lo que define mejor al ser
humano. La existencia es una preocupación que exige el
cuidado para poder realizarse.

Por ahí se va llegando a una descripción de lo


genuinamente humano, es decir, un proyecto existencial
de vida. Mientras que el animal o el vegetal viven su vida
biológica con un modelo ya fijado, el hombre aparece
como un ser en el mundo. Progresivamente nos vamos
abriendo a ese mundo y nos vamos dando cuenta de que

6
estamos dados, (regalados en el mundo). Descubrimos
que estamos vivos, que estamos en una comunidad, en
una cultura, y que allí establecemos unas relaciones con
otros como nosotros mismos. Estamos llamados a la
existencia como una apertura que es llenada por el mundo
circundante, personas, grupo social, animales, naturaleza
. Nos damos cuenta que no estamos solos ni en el vacío,
sino que estamos en un mundo, una familia, una sociedad,
y que los demás nos reclaman como miembros del grupo.
Allí encontramos el sentido de la vida, nuestro ser más
alto. Lo que nos introduce a la humanidad es la caricia y
la mirada de la madre y del padre, las manos que nos tocan
y las bocas que nos hablan, los pañales que nos arropan,
la cama que nos recibe, los cantos de cuna que nos
arrullan, el clima que sentimos, la comunidad que nos
enseña.. es decir, la aceptación de los otros. Eso nos va
haciendo humanos.

Allí, con el tiempo, somos concientes de que somos un


proyecto de vida dentro de una cuádruple relación : tener
un lugar en el mundo, un puesto en el grupo, un sentido de
vivir y un yo que piensa y ama, sufre y goza, siente y
7
disfruta. Es decir, estamos llamados a vivir ahí y a salir de
sí mismos para poder hacer verdad nuestro proyecto. En
cuanto vamos teniendo conciencia nos damos cuenta de
que estamos allí para abrirnos al entorno total, lo que
vamos logrando por la comprensión, la afectividad y el
lenguaje. Caemos en cuenta de que estamos dados allí en
el mundo, para realizar un proyecto de vida. Pero estamos
allí porque hemos sido llamados y cuidados, es decir
llamados y cuidados por amor. De lo contrario, no
existiríamos o ya habríamos muerto.

El hombre conciente de sí mismo, se siente llamado y


cuidado, o sea amado. En ese momento descubre que está
allí para algo, para un fin. Ese fin no es otro que responder
al llamado de la y cuidar del contexto vital. En síntesis,
el ser humano es un vacío que no puede llenar por sí
mismo sino por una donación, algo que se le da:
naturaleza, conciencia, sociedad y sentido.

EL HOMBRE ES VULNERABILIDAD.

Nosotros estamos en una cultura que se hace más


conciente de la vulnerabilidad. Hoy hay dos concepciones

8
de la vulnerabilidad. Una en la que hemos sido educados:
la modernidad y otra que vamos descubriendo: la del
cuidado integral.

Para un pensamiento liberal moderno, de tipo ilustrado y


científico, el concepto de hombre es el de un ser
absolutamente racional, poderoso, capaz de lograr todas
las cosas que se propone. La edad moderna nos ha llevado
a un antropocentrismo, el hombre como rey del universo,
capaz de todo lo que se propone. Un hombre que ha
tomado el mundo en sus manos y es capaz de
transformarlo. La ciencia nos ha dado mucho pero es
necesario un control ético sobre ella porque de este
antropocentrismo nos ha resultado la crisis ecológica
global pues si nos entendemos reyes de la creación,
consideramos la naturaleza como esclava y sirviente, y no
como medio y atmósfera de la vida. De ahí que el concepto
favorito del hombre moderno sea el de animal racional
para favorecer la consideración material-biológica del
hombre y el poderío racional del mismo.

9
Esto ha llevado a que consideremos como vulnerables a
los otros. No a mí, sino al otro. Yo soy potente, autónomo,
invulnerable, libre. Yo he conquistado el mundo. De ahí
surge la idea de que los otros “son pobrecitos”, “de malas”,
personas a las que el estado y las iglesias deben ayudar.
Los vulnerables son los otros, no yo. La defensa del
individualismo, la autonomía y la independencia se ha
encargado de relegar la vulnerabilidad a los pobres y a
defender la invulnerabilidad del poderoso. El moderno es
inmune, de ahí que confunda comunidad con inmunidad.
De ahí viene la corrupción (todo lo puedo y nadie me toca),
la soberbia de los doctores (yo soy el que sabe, soy inmune
a la ignorancia), la impunidad (yo tengo dinero, todo lo
compro). 3

A la sombra de esta modernidad, se desarrolló la


racionalización de los procesos de producción, la
medicalización de la atención a los enfermos, los formatos
y protocolos para atender a los necesitados, la asunción
por parte del estado de las tareas de promoción social, etc.

3
Roberto Esposito, Comunidad, inmunidad y biopolítica (Barcelona: Herder, 2009).

10
Esto está bien pues es función del estado asegurar la
justicia, pero se cayó en mero funcionalismo de los
servicios, y, a pesar del desarrollo económico, todavía hay
muchas personas y grupos que no reciben los beneficios
del progreso y de la ciencia. Hoy todavía, hay quienes
creen que la misericordia y el cuidado son cosas de gente
pobre, miserable o disminuída, pues hay que ser fuertes,
racionales, insensibles y dominadores, buscando prestigio,
poder y riqueza. En la época de la filosofía moderna se
llegó a una separación de la ciencia de lo emocional ,
haciendo de esto último, un desecho que había que
eliminar. La ciencia y la política se emancipaban de la
misericordia y del cuidado, considerando a estos como
residuos del romanticismo y de las visiones premodernas
del mundo.

Miremos esta carta:

Y yo cada vez aprovechaba todos estos logros para


sentirme más poderoso, más inteligente y más arrogante.
Estaba seguro que iba a seguir cosechando en mi vida solo
triunfos, dinero, fama y poder. Nada me iba a detener.
11
Nada me hacía falta….Yo sentía que era un gran ejecutivo
y sentía que estaba destinado a cosas maravillosas.
Ganaba muy bien, tenía poder (o eso creía), tenía acceso a
todo lo que yo quería. Mi vida era una vida material y
banal, enfocada a la riqueza artificial y mundana y muy
lejos de lo que es en realidad la felicidad. Pero en ese
momento yo estaba ciego y no me daba cuenta de esto.
Para mí era suficiente ganar muy buena plata, darme los
lujos que quería, saber que todo el mundo hablaba bien de
mí y que yo era un ser privilegiado por todas estas cosas.
Mi vida solo tenía un sentido y era seguir cosechando
triunfos materiales para tener riqueza y hacer lo que me
diera la gana. Me olvidé de mis amigos del colegio con los
que no volví a tener contacto y también de los amigos
reales que tenía. Cada vez quería tener más conocidos y
personas más influyentes a mi lado. Mi familia pasó a un
segundo plano, me distanciaba más de mis padres y
hermanos y de las personas a las que realmente les
importaba... Era el magno VicePresidente Financiero del
Grupo InterBolsa y todo lo que quería lo podía hacer. (
Jorge Arabia Watemberg)
12
Pero la realidad antropológica del ser humano es la
vulnerabilidad universal. Todos somos vulnerables. Seres
finitos, mortales, corporales, sujetos a la muerte, el dolor,
la enfermedad y la pérdida. Todos somos dependientes
uno del otro, de la naturaleza, de la sociedad, buscamos el
para qué de nuestra vida. Vulnerable es todo aquel que
en algún momento de la vida vea amenazada su dignidad,
su integridad, su salud, su autonomía, su cultura y su
sentido de la vida. En este sentido todos somos
vulnerables. La vulnerabilidad iguala a todos los hombres
por la sencilla razón de que se trata de una condición
inherente a lo humano. Siempre el mismo hombre frágil
presente en todos los hombres. Todos valemos lo mismo,
no hay ninguno que posea algo distinto que lo haga más
digno, más superior, o poseedor de más cantidad o calidad
de naturaleza humana. Todos somos válidos, no sobra
ninguno.

Frente a esto, se puede decir que la “1. La vulnerabilidad


es contraria a la ética individualista propia de la sociedad

13
occidental, que defiende la idea de la autonomía. 2. La
Vulnerabilidad reconoce el valor del cuerpo como un
elemento esencial de la vida humana. Más aún la
vulnerabilidad es un rasgo más básico de la constitución
humana que la racionalidad, porque se da en todos los
seres humanos sin excepción (mientras que es posible
encontrar seres humanos no racionales). 3. La filosofía
moral tradicional tiende a ser racionalista, y por tanto a
dejar sin lugar los sentimientos. Pero la vulnerabilidad
tiene que ver con los sentimientos.4

EL HOMBRE ES CUIDADO

Cuidar es sostener la vida asegurando la permanencia en ella


de todo lo existente, lo que implica el aseguramiento de la
permanencia de las condiciones para la vida en su totalidad
(naturaleza, persona, sociedad y sentido de la vida) y exige la

4
Hoffmaster, Barry. (2006) «What does vulnerability mean?» Hastings Center Report 36 (2): 38-45.
Vulnerability does not mean much for our contemporary morality. It is antithetical to our emphasis on
individualism and rationality; it requires that we attend to the body and to our feelings. Yet only by
recognizing the depth and breadth of our vulnerability can we affirm our humanity.

14
satisfacción de la totalidad de las condiciones de lo existente
para continuar en la existencia.

Por eso hoy, la ética del cuidado es la reflexión sobre la actitud


propiamente humana de cuidar de todo el entorno físico,
personal, social y cultural de la humanidad.

Los fundamentos de una ética del cuidado radican en el


reconocimiento del don que es la vida y en el reconocimiento
de ese don como un regalo que se recibe, se reconoce y se
responde a él. La vida es un don que nos encuentra y se nos
da. Se supera así, la mera ética del deber por el deber, la ética
ilustrada de la justicia y la libertad, la ética del consenso y la
normatividad legal únicamente positiva y extrínseca.

Volvamos a Martín Heidegger5 que es, pues, un autor clave


para hacer una reflexión sobre el cuidado. Heidegger sitúa el
cuidado como como elemento intrínseco del ser humano, el
hombre es cuidado, ese es el elemento filosófico constitutivo.
No es simple objeto material sino un proyecto situado en el
cosmos, la sociedad y el sentido. Es cuidado como solicitud

5
Heidegger, M. Introducción a la Fenomenología de la Religión. Madrid: Siruela. 2005.

15
6
y entrega constituyentes. Para ello, se sirve de una lectura
hermenéutica de la fábula 220 de Higinio7:

“Al atravesar Cura un río, ve un gredoso barro, y cogiéndolo


meditabunda lo comenzó a modelar.

Mientras piensa en lo que hiciera, Júpiter se presenta. Pídele


Cura le dé espíritu y fácilmente lo consigue. Como Cura
quisiese darle su propio nombre, niégase Júpiter y exige se le
ponga el suyo.

Mientras ellos discuten, interviene también la Tierra


pidiendo que su nombre sea dado a quien ella el cuerpo diera.

Tomaron por juez a Saturno, y éste, equitativo, juzga: ‘Tú,


Júpiter, porque el espíritu le diste, en la muerte tendrás el
espíritu; y tú, Tierra, pues le diste el cuerpo, el cuerpo
recibid; reténgalo Cura mientras viva, porque fue la
primera en modelarlo.

Y en cuanto a la disputa entre vosotros por el nombre,


llámesele hombre, ya que del humus ha sido hecho”.

6
Heidegger, Martín. Ser y tiempo. Santiago de Chile, Ed. Universitaria, 1997. Pp. 200 ss.
7
Ibidem p 219

16
El cuidado es asumir la vida desde el punto de vista
existencial, no simplemente conceptual. Y asumirla con
fortaleza, no solamente resignarse a ella y quedarse aislado o
encerrado en sí. Precisamente el cuidado rompe la cáscara de
la soledad y se aproxima al otro pues es apertura al otro y al
mundo. En ese mundo se hace la vida y se realiza lo que se
es (amor que cuida). El ser abierto se comprende
existencialmente en la afectividad de la experiencia vivida, no
en el encuentro conceptual de teorías y proyectos. La única
manera de vencer la angustia es emprender el camino de la
apertura, de lo contrario quedaría la muerte o el suicidio. Y de
esa relación afectiva surgen posteriormente las razones para
la ciencia, la política, la economía, etc.

En el siglo XX, además de la visión de Heidegger, otros


pensadores han puesto de relieve la reflexión sobre el cuidado
como Jean Piaget, Lawrence Kohlberg, Carol Gilligan.8 Los
dos primeros insisten en que hombre insiste más en la
individuación y la justicia (con un enfoque ilustrado-moderno
basado en la autonomía, la individualidad y la razón),

8
Tealdi, Juan Carlos. Hacia una ética del cuidado. Gonett, Argentina: Escuela Latinoamericana
de Bioética, 1992

17
mientras que la mujer es más emotiva y tolerante. Gilligan
dice que TODO eso hay que unirlo pues la justicia y el
cuidado responsable son complementarios y no dos conceptos
distintos. En 1982, ella indica que “su juicio moral (el de la
mujer) sigue una secuencia, en la cual primero se trata de la
sobrevivencia, luego de la benevolencia y por último de la
comprensión reflexiva del cuidado para la resolución de
conflictos”.9 La filósofa Nel Noddings profundiza las ideas de
Gilligan centrando sus reflexiones en el valor de los cuidados
y la actitud solícita de las mujeres , que encontramos desde el
momento del nacimiento, cuando somos totalmente
dependientes del cuidado de otros. Valora así lo femenino y
el vínculo afectivo que se establece. El cuidado, además, no
es una virtud solamente femenina sino que es humana.10 “Se
aprecia cómo en las culturas antiguas el hombre es símbolo de
poder, de violencia, de fuerza, de muerte, mientras que la
mujer simboliza la piedad, el cuidado, la sensibilidad ante el
dolor”. (Alvarado García, 2004. P. 31).

9
Alejandra Alvarado García.(2004). “La ética del cuidado”. REVISTA AQUICHAN. AÑO 4 - Nº 4 - 30-39 .
OCTUBRE 2004, p. 31. Cfr. VICTORIA VÁZQUEZ VERDERA . La educación y la ética del cuidado en el
pensamiento de Nel Noddings . Tesis doctoral presentada en la UNIVERSITAT DE VALÈNCIA. Valencia: Servei
de Publicacions 2009.
10
Gilligan, Carol. La moral y la teoría. Psicología del desarrollo femenino, México, FCE, 1994.

18
Emotividad, afectividad, responsabilidad, tolerancia,
preocupación, son expresiones del mismo “cuidado” esencial
del que hablaba Heidegger. Defender la vida no es tarea
femenina sino humana.

Hoy con el movimiento feminista, los reclamos de los grupos


emocionales (pentecostalismo, la teología mística, el
reconocimiento de la ternura y de la misericordia, el énfasis
en las experiencias vividas, el reconocimiento del sujeto y sus
experiencias vividas… se va creando una cultura que da valor
a la emotividad, el sentimiento, la pasión, la amistad, la
compasión, la solidaridad, la experiencia vivida, como forma
complementaria de conocer y de actuar.

En filosofía, se abre el campo al sentimiento, al amor como


concepto generoso, ampliando así el campo de la razón
moderna. Hay un paso más profundo y es el que plantea Jean
Luc Marion con el amor. Sólo el amor permite y exige la
individuación del otro con nombre y circunstancias propias.
El amor que cuida es siempre amor y cuidado de este otro
particular con nombre y con historia. Una víctima, por

19
ejemplo, no es un código o un número sino una historia
personal. Para el filósofo Marion, la individuación del otro
es posible sólo en el eros-amor, no en la simple ética del
otro.11

Un autor que ha conjugado la opción por los pobres, con el


cuidado integral, ha sido Leonardo Boff. Propone que el
trabajo y el cuidado son dos formas básicas de ser en el mundo
y define el segundo como una actitud fundamental, un modo-
de-ser mediante el cual la persona sale de sí y se centra en el
otro con desvelo y solicitud, y que la repercusión de ese modo
de ser, será volver al amor, la ternura vital, la caricia esencial,
la amabilidad fundamental, la convivencialidad y la
compasión radical. Ese cuidado es integral: cuidado del
planeta; cuidado de los pobres y excluídos; cuidado integral
del ser humano, cuerpo, alma y espíritu; cuidado de la gran
travesía que es la muerte.

“El ethos que ama se completa con el ethos que cuida. El


cuidado constituye la categoría central del nuevo paradigma

11
Críticas a la posición de Marion sobre Lévinas se encuentran en Gschwandtner, Christina. Ethics, Eros, or
Caritas?: Levinas and Marion on Individuation of the Other. 2005. Philosophy Today 49(1):70-87. Lisa
Guenther .“Nameless Singularity”: Levinas on Individuation and Ethical Singularity.
https://philarchive.org/archive/GUENSv1

20
de la civilización que trata de emerger en todo el mundo. La
falta de cuidado en el trato dado a la naturaleza y a los recursos
escasos; la ausencia de cuidado en referencia al poder de la
tecnociencia que construyó armas de destrucción en masa, de
devastación de la biosfera y de la propia supervivencia de la
especie humana, nos están llevando a un impase sin
precedentes. O cuidamos o perecemos.” (Boff, 2003, p. 1). 12

La estructura del ser humano es la estructura del cuidado de


lo que le ha sido dado. O sea que se es y se actúa
simultáneamente: una donación de amor a la que se responde
amando. El hombre es un dado que se hace dándose en su
mundo. Este mundo está constituído por el sí mismo, el otro,
lo otro y el Otro. El humano ya está siendo en un mundo y
además abierto a este mundo. Esto señala su ética en la
manera de ocuparse, interesarse, ser capaz de gozar y amar,
trabajar y descansar; el cuidado amoroso es una totalidad
provista de unidad que no puede pensarse separada del “todo”,
o sea que este “todo (la cuaternidad) es el fundamento

12
Boff, L. El ethos que cuida.Julio 26 de 2003. Columna semanal. [Versión Electrónica).
http://www.servicioscoinonia. org/boff. Otros textos suyos son: Ecología: grito de la Tierra, grito de los
pobres. Madrid: Trotta, 2006. El cuidado esencial: Ética de lo humano, compasión por la Tierra. Madrid:
Editorial Trotta, 2002.

21
ontológico de cada elemento de la estructura cuaternaria. La
ética es la apertura del humano para poder recibir el sentido y
realizarlo. El amor que cuida es la estructura original,
existencialmente anterior a todo comportamiento del
humano, es decir se halla implícito en el; por ello no es una
actitud teórica racional frente a un actitud práctica ética, sino
que el amor que cuida es la posibilidad que corresponde al
hombre.

El siguiente cuadro nos resume el cuidado del yo, del otro, de


la naturaleza y del sentido, cuya armonía produce la vida
buena y feliz de cada uno de nosotros.

Todo está interconectado, todo está relacionado con todo. Ese


todo son las instancias con las que se da la vida: sí mismo
como sujeto, los otros como comunidad socio-política, la
naturaleza que nos sostiene en la vida, y el sentido que en la
tradición judío cristiana es el Dios que amorosamente da la
vida.

22
CONCLUSION

El desafío hoy es antropológico: reconstruir lo más


humano del humanum.
• Volver a las relaciones humanas, a "la relación con
el otro", “con lo otro” y con el Otro, en medio de una
cultura individualista, y voyeurista (gozar viendo la
miseria).

23
• El "ocuparse del otro en el mundo" es una tarea de
profundo sentido humano y religioso.

EL VOLUNTARIADO es hoy el SIGNO DE QUE AUN


SOMOS HUMANOS y EXPRESA LA VOLUNTAD DE
SER plenamente HUMANOS EN LA ARMONIA DE LA
CUATERNIDAD.

EL VOLUNTARIADO REALIZA LA SOLIDARIDAD


EFICAZ EN UN MUNDO FRAGMENTADO,
DIVIDIDO, QUE HA DEJADO A MUCHOS AL LADO
DE LA HISTORIA Y DE LA VIDA

MUESTRA QUE EL AMOR A CADA UNO SI ES


POSIBLE EN UN MUNDO A VECES
DESESPERANZADO.

LA INVITACION ES A SER TODOS VOLUNTARIOS


PUES TODOS NECESITAMOS DE TODOS, TODOS
DEPENDEMOS DE OTROS Y TODOS NECESITAN DE
CADA UNO DE NOSOTROS.

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