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¿EL DESEQUILIBRIO EN LA DISTRIBUCIÓN DE LAS COMPETENCIAS EN LAS

CONSTITUCIONES, GENERARON INESTABILIDAD EN EL PAÍS?


Introducción. Después de la Revolución Francesa y sus consecuencias, las corrientes liberales aspiraban
al logro de una verdadera separación de poderes bajo un sistema de pesos y contra pesos. Esta idea fue
influencia directa al desencadenamiento de los deseos de independencia en los Estados-Colonias de
América. Así pues, en el caso de Colombia, ya desde la Constitución de Cúcuta en 1821, se empezaba a
palpar en su ordenamiento jurídico claros intentos por lograr un equilibrio entre los tres poderes públicos
tradicionales. Pero lograr esto era una carrera ardua, agotadora e incluso conflictiva; todo esto no sólo por
lo difícil que era en sí lograr la organización de un Estado distribuyendo adecuadamente funciones
públicas sin que esas funciones se sobrepusieran desorbitadamente a las funciones dadas a otro de los
poderes, sino también porque habría corrientes y personas que se antepondrían de cualquier manera ante
ésta idea. Más sin embargo esta tarea pudo haberse logrado mucho antes de la constitución de 1991, y aun
así no se logró y no se logró ya que faltaba implementar la importante idea de una Colaboración
Armónica entre los poderes. Es una fórmula que en nuestros tiempos puede parecer bastante sencilla y
comprensible, pero que en antaño fue difícil de implementar y siquiera de llegar a considerar. Debido a lo
anterior debemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿Separación de poderes y colaboración armónica
son la misma herramienta para un equilibrio de poderes? Es necesario dar pronta respuesta a esta
pregunta, porque de esta manera podremos entender el orden que hacía falta en las anteriores
constituciones para lograr lo que se logró en 1991. Debemos empezar diciendo que tanto la separación de
poderes como la colaboración armónica son elementos del sistema de pesos y contra pesos pero con uso
diferido y especifico; la separación de poderes es el principio guía para otorgar funciones naturales a cada
rama del poder, mientras que el principio de colaboración armónica genera la estabilidad de ese sistema,
de esta forma se evita que todo sea sólo choque entre poderes y hace que también haya cooperación entre
ellos, gracias a éste principio dejan de ser antagonistas y pasan a ser compañeros: El legislativo colabora
con el ejecutivo y viceversa mientras ambos conservan su independencia y autonomía. Por todo lo
mencionado el objetivo de esta reflexión es contemplar como hizo falta la adopción del principio de
colaboración armónica en alguna de las constituciones más importantes que tuvo Colombia antes del 91.

De la manera en que el desequilibrio de poderes públicos y la falta de independencia y autonomía de


cada uno de ellos afectó la forma de gobernar: Desde la Constitución de Cúcuta se empezó a hacer
evidente la disconformidad que se generaba debido a la falta de independencia y autonomía en las ramas
públicas, en esta carta magna de 1821 se le atribuyó un gran poder al legislativo, tanto que básicamente el
Estado se sostenía en la ley, el legislativo se veía inmiscuido en cada una de las funciones más importantes
del ejecutivo hasta el punto en que el presidente en los casos de conmoción interior armada y en los de
guerra exterior podía dictar medidas extraordinarias sólo si el congreso lo consentía; la falta del principio
de colaboración se notaba también ya que en esta constitución el presidente no podía presentar proyectos
de ley, en la actual constitución la razón por la que el presidente si puede hace esto es gracias al
mencionado principio. Caso similar a este se vio nuevamente en la constitución de 1832, en la que se
debilitó nuevamente el poder del presidente en favor del congreso. De esta forma se repite a lo largo de la
historia la falta de una yuxtaposición de las ramas del poder, siempre había un “antagonismo” sobre todo
entre el ejecutivo y el legislativo, con cada reforma o con cada nueva constitución se configuraba un
exceso de poder en uno o en otro, haciendo que alguno se encontrara superior a los demás. Estas
situaciones por lo tanto hicieron que el gobierno durante todos esos años fuera discontinuo, ya que algunas
veces el poder ejecutivo se encontraba muy limitado y otras veces excesivamente facultado, lo que
muchas veces hacía que el presidente de turno algunas veces frustrara sus intenciones y planes de
gobierno y otras veces se encegueciera de poder y actuara de manera déspota.
Un último principio para lograr el equilibrio de poderes en Colombia (el control reciproco):
Anteriormente se expresó la manera como se vio afectada la forma de gobernar el país, y como se puede
denotar es una afectación negativa, la situación se entiende así; el desequilibrio genera que algún poder se
encuentre por encima de los demás, por lo tanto si un poder se encuentra en esa posición supedita al resto,
en otras palabras les arrebata la independencia y la autonomía y por ello la función que debiesen cumplir
generalmente no se llevará acabo adecuadamente, por ejemplo si al presidente se le veta la potestad de
elegir a sus ministros y colaboradores y esta competencia se le otorga al congreso, éste último órgano los
elegirá a como le sea conveniente, y por ello el presidente puede encontrar dificultades y mayores
obstáculos de los que habitualmente encontraría si él eligiese su propio gabinete, su propio equipo de
trabajo. Es por esta razón que a diferencia de constituciones como la de año de 1821 y la de 1832, la actual
constitución de 1991 si entrega esta potestad al presidente. De lo contrario el país tendría que soportar
gobiernos mediocres si fuera el caso de que el ejecutivo se encontrase supeditado a leyes hechas a
conveniencia del presidente si fuera el caso de falta de autonomía del legislativo o de decisiones judiciales
influenciadas por congresistas y presidentes si la jurisdicción no fuera independiente. Así que, aunque el
actual equilibrio no es perfecto logra garantizar que no exista una diferencia desorbitada porque además
existe un control reciproco entre poderes.
LAS COMPETENCIAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA Y DEL CONGRESO EN LAS
CONSTITUCIONES COLOMBIANAS

Emilio Carmona Hernández

Oscar Elieser Moreno Salamanca

Wilson Gaviria Naranjo

Universidad de Medellín

Facultad de Derecho

Derecho Constitucional Colombiano I

Medellín, agosto de 2019

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