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CEÑIDA CEÑIDA
90º 90º
TRAVES TRAVES
180º
135º 135º
LARGO LARGO
A SOTAVENTO A SOTAVENTO
EMPOPADA
El presente manual contiene la información teórica necesaria para el manejo de una embarcación de
vela ligera destinada a una navegación familiar o de recreo. Recomendamos comenzar con un barco
sencillo, tanto en el diseño del casco como en el del aparejado. La forma del casco debe conferirle
estabilidad y la superficie vélica no debe ser excesiva. Para la adquisición de las habilidades
prácticas se aconseja que, al menos las primeras horas, se acompañe de un instructor o un amigo ya
experimentado. Después el progreso es sólo una cuestión de práctica.
INDICE
Dirigir la embarcación….……………………………….…..página 6
Reglaje de las velas…….………….………………………...página 7
Fuerza de empuje, abatimiento, escora y deriva..…………...página 9
Maniobras……………….…………………………………..página10
Equilibrio…………….….…………………………………..página11
Cuadro resumen……...….…………………………………..página12
Capítulo 5: Seguridad……………………………………………..página 15
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Capítulo 1
NUESTRA EMBARCACIÓN DE VELA
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Las partes de una vela triangular son :
IMPORTANTE
Todo a bordo tiene un nombre concreto. Algunos están reflejados en las imágenes y texto mostrados
aquí, pero aún hay muchos más. No es necesario aprenderlos todos pero sí es importante
familiarizarnos con los de aquellos elementos de la embarcación fundamentales para el control del
barco: mástil, botavara, vela mayor, foque, drizas, escotas, timón y orza.
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Capítulo 2
RUMBO. POSICIONES RELATIVAS AL VIENTO.
PROA AL VIENTO: Un barco puede navegar a vela en cualquier dirección excepto en la que supone dirigir
la proa al viento en un ángulo inferior a 45º.
CEÑIDA: Se dice que un barco ciñe cuando navega recibiendo el viento por la amura, a 45º
aproximadamente respecto de la dirección del viento. Navegando en sucesivas ceñidas en forma de zig-zag
podemos realizar un recorrido contra el viento.
TRAVES: Un barco navega de través cuando recibe el viento por el través, formando un ángulo de 90º
respecto a la dirección del viento.
LARGO: Navegamos al largo cuando se recibe el viento por la aleta, a aproximadamente 135º.
EMPOPADA: Un barco navega de popa o de empopada cuando recibimos el viento por la popa, a unos 180º.
Nótese la curiosa posición de las velas. Al quedar el Foque tapado por la Mayor debe aquel ir al lado opuesto.
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Los términos amurado a estribor y amurado a babor hacen referencia al costado de nuestro barco por el que
recibimos el viento.
“Cuando los buques de vela se aproximen uno al otro con riesgo de abordaje, uno de ellos se mantendrá
apartado de la derrota del otro en la forma siguiente:
1. Cuando cada uno de ellos reciba el viento por bandas contrarias, el que lo reciba por babor se
mantendrá apartado de la derrota del otro (figura 1).
2. Cuando ambos reciban el viento por la misma banda, el buque que está a barlovento se mantendrá
apartado del buque que está a sotavento (figura 2)
3. Si un buque que recibe el viento por babor avista a otro buque por barlovento y no puede determinar
con certeza si el otro buque recibe el viento por estribor o babor, se mantendrá apartado de la derrota
de otro.
A efectos de esta regla se considerará banda de barlovento la contraria a la que se lleve cazada la vela mayor.”
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Capítulo 3
CONTROL DE LA EMBARCACIÓN.
Para gobernar una embarcación la tripulación debe trabajar en equipo: El patrón dirige la embarcación
mediante el manejo del timón e irá sentado siempre a barlovento, cerca del timón y frente a la vela mayor. El
resto de tripulantes a su vez debe encargarse de mantener la embarcación equilibrada, del manejo de las
escotas, de la orza y de señalar al patrón cualquier cosa que no haya notado.
Dirigir la embarcación
La dirección se controla con el manejo del timón.
Estas son las partes del timón clásico:
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El barco gira siempre al lado opuesto hacia el que llevemos la caña del timón. Si movemos la caña hacia la
derecha el barco girará a la izquierda. En relación al viento, si llevamos la caña a barlovento el barco gira a
sotavento y si llevamos la caña a sotavento girará a barlovento. Estas dos maniobras se conocen con el nombre
de Orzar y Arribar.
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ORZAR (fig. 2 y 3): orzar es alterar el rumbo cerrándose al viento, por ejemplo del largo al través, o del
través a la ceñida. Se logra llevando a sotavento la caña del timón hasta llegar al rumbo deseado (la referencia
del patrón es alejar la caña de sí mismo). Recuerda que lo máximo que podemos orzar manteniendo la
propulsión avante es hasta 45º en relación al viento. En un ángulo inferior el barco se quedará parado.
ARRIBAR (fig. 4 y 5): es la acción de alterar el rumbo abriéndose al viento, por ejemplo de la ceñida al
través, del través al largo o del largo a la empopada. Se logra llevando a barlovento la caña del timón hasta
llegar al rumbo deseando (la referencia del patrón será aproximar la caña a sí mismo). El límite en este caso
está en los 180º.
Siempre que cambiamos de rumbo debemos cambiar la orientación de las velas. La norma general es muy
sencilla: debemos cerrar el ángulo de las velas cuando pasamos a rumbos cerrados y abrirlo cuando pasamos a
rumbos abiertos.
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Si nos fijamos atentamente en el cuadro de rumbos de la página 5 podemos observar cómo el ángulo de la vela
con respecto al eje del barco se abre al pasar a rumbos más abiertos y se cierra progresivamente al pasar a
rumbos más cerrados.
Para cerrar el ángulo de la vela debemos tirar de la escota. Este gesto recibe el nombre de Cazar
Para abrir el ángulo de la vela debemos soltar la escota. Este gesto recibe varios nombres: los más usados son
Largar y Amollar.
Una vez que sabemos cuándo debemos cerrar y abrir las velas la pregunta sería cuánto: procuraremos llevar
las velas siempre al límite del flameo (lo más abiertas posibles sin que flameen).
Muchos principiantes piensan equivocadamente que cuanto más cerramos las velas más viento recogen y se
aumenta así la velocidad del barco. Navegan cazando las escotas continuamente, cerrando incluso las velas
cuando éstas no flamean. En la imagen siguiente podemos ver el efecto de una vela demasiado cazada en un
rumbo de través: el flujo ideal de aire en la vela se rompe produciendo turbulencias y la fuerza de empuje de
la vela se reduce. La fuerza actúa más lateralmente y menos hacia delante aumentando la tendencia a escorar y
reduciendo la velocidad.
Debemos presta por eso especial atención al reglaje de las velas. Sobretodo al navegar en rumbos abiertos
insistimos en la necesidad de abrir las velas para aumentar la fuerza de empuje y la velocidad.
Procura llevar la vela siempre al límite del flameo largando la vela progresivamente hasta llegar al punto en
que, si la dejo ir un poco más, comenzará a flamear.
IMPORTANTE
Recuerda que siempre que cambiamos de rumbo debemos cambiar la orientación de las velas,
cerrándolas al pasar a rumbos cerrados y abriéndolas al pasar a rumbos abiertos. Un fallo muy
común en navegantes poco experimentados es llevar siempre las velas en el mismo ángulo,
generalmente muy cerradas. Para provechar al máximo el empuje del viento y la eficacia de las velas
debemos abrir las velas en cada rumbo hasta el límite de flameo.
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Fuerza de empuje, abatimiento, escora y deriva:
La escora se evidencia sobre todo navegando en ceñida y debe contrarrestarse con el peso de los tripulantes.
El abatimiento se contrarresta gracias a la acción de la orza, aunque en rumbos cerrados, donde la fuerza de
abatimiento es mayor que la de avance, no se elimina del todo.
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Fig. 1: Con el viento de costado y la vela en la posición correcta la fuerza de empuje actúa principalmente
hacia delante, por lo que la fuerza de avance es grande y la fuerza de abatimiento pequeña.
Fig. 2 y 3: En ceñida la vela debe ir más cazada. Eso hace que aumente la fuerza lateral y se reduzca la fuerza
de avance. Hace falta toda la orza y buena velocidad para que el abatimiento sea mínimo y mayor contrapeso
de la tripulación para reducir la escora. La vela mayor debería ser llevada como máximo sobre el canto de
popa del casco, pues con la mayor cazada al centro toda la fuerza se ejercería lateralmente.
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Maniobras
Es importante mantener las velas cazadas durante toda la maniobra (si las abrimos el barco se frenará
demasiado y quedaremos parados proa al viento) y equilibrar la embarcación para evitar que vuelque.
Al virar las velas cambian de banda suavemente. En la trasluchada este cambio se produce a mayor velocidad,
de modo que si dejamos caer sola la vela mayor de un lado al otro el golpe podría ser muy violento pudiendo
volcar la embarcación y causar daños al aparejo.
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Equilibrio
El equilibrio de la embarcación debe ser valorado según dos aspectos: la seguridad y conseguir que la
navegación sea lo más eficaz posible.
Es evidente que en una embarcación ligera la estabilidad debe ser tenida en cuenta en todo momento para
evitar que vuelque y que la tripulación acabe en el agua. Las situaciones más críticas en cuanto a perdida de
estabilidad suelen darse navegando en ceñida o al realizar maniobras.
IMPORTANTE
Ya vimos que en ceñida la fuerza de abatimiento es grande y el barco tiende a escorar. Cuanto más
duro sea el viento mayor será el ángulo de escora. Esta fuerza debe ser equilibrada con el peso de la
tripulación. Pero si no es suficiente podemos reducir el ángulo de escora largando la mayor y
dejando que flamee ligeramente.
Navegando con oleaje por la aleta o sobre todo de popa las olas provocan en ocasiones balances bruscos en el
barco que deben ser corregidos por el timonel, orzando cuando la embarcación se inclina a barlovento y
arribando cuando lo hace a sotavento.
El equilibrio también merece ser vigilado porque si no es correcto frena y no debe hacerlo. Un barco que
navega plano (adrizado) deriva menos y consigue mejor velocidad que un barco escorado.
Sólo a poca velocidad con poco viento podemos escorar unos grados para reducir la superficie del casco en
contacto con el agua. Pero cuando el viento sube la formación de olas frena más que la fricción del casco. La
forma de la parte sumergida del casco es entonces más importante que la cantidad de superficie mojada, por lo
que debemos tratar de mantener entonces la embarcación siempre adrizada.
POPA Un barco navega de De empopada las El peso debe ser casi La dirección del barco coincide
popa o de empopada velas deben ir idéntico en las dos con el sentido del viento. El
cuando recibe el totalmente abiertas, bandas. Si el viento abatimiento es nulo o casi nulo
viento por la popa, a casi perpendiculares sube la tripulación y la orza irá solo al ¼ de su
unos 180º respecto a al eje del barco. El debe ir más a popa calado. Es un rumbo tranquilo
la dirección del foque queda tapado para evitar que se con poco viento pero
viento. por la mayor y no hunda la proa del complicado si este sube y hay
trabaja. Por eso barco y el timonel olas. El timonel debe ir muy
debemos llevarlo al muy atento porque las atento para no provocar una
lado opuesto olas pueden balancear trasluchada involuntaria. Por lo
navegando en “orejas bruscamente el casco. general es un rumbo lento.
de burro”.
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Capítulo 4
SITUACIONES FRECUENTES
El presente capítulo trata de dar solución a algunas situaciones que se dan con frecuencia durante el proceso
de aprendizaje.
Cuando estamos aprendiendo a navegar a menudo nos resulta difícil identificar en qué rumbo vamos.
Muchos optan por atar a los obenques hilos de lana o trozos de cinta que nos indican en todo momento cual es
la dirección del viento. Ciertamente son útiles, pero si nos acostumbramos a navegar siempre guiándonos por
ellos luego nos será difícil navegar correctamente sin llevarlos.
Los rumbos que son más fáciles de reconocer son la Ceñida y la Empopada. La empopada por la característica
posición de las velas en “orejas de burro”. La ceñida por esa imagen de la vela cerrada al máximo, el barco
escorado y con la tripulación en la borda. Es una escena bastante reproducida en publicidad y es sin duda la
manera más divertida de navegar.
Pero desde los 45º de la Ceñida a los 180º de la Popa nos encontramos con muchas posibilidades, además de
los 90º del Través o los 135º del Largo. Puede que el lugar al que me dirijo esté a un rumbo de 65º o a 117º.
Hay unas reglas sencillas que podemos seguir para navegar correctamente en cualquier rumbo, aunque no
sepamos exactamente de cual se trata.
1. Para mantener la dirección sólo tienes que usar correctamente el timón. Conseguir que el barco
navegue en línea recta quizá al principio no sea sencillo y, si hay olas, nos exige estar haciendo
constantes correcciones.
2. Para un buen reglaje de las velas no es imprescindible saber con exactitud en qué rumbo voy.
Recuerda que has llevar siempre las velas al limite del flameo.
3. Para no equivocarnos con el equilibrado del barco lo importante es q vaya derecho (adrizado) y
procurar que ni la popa ni la proa se hundan demasiado.
4. La orza puede ir siempre calada al máximo. Prestar atención al pasar por zonas con poco fondo.
Si al dirigir el barco hacia donde quieres ir te ves proa al viento recuerda que la
única forma de llegar navegando hasta ese lugar será haciendo sucesivas ceñidas
de un lado al otro en forma de zig-zag.
Las primeras veces que intentamos ceñir al máximo es habitual quedarse proa al viento y no darse cuenta.
Aunque la embarcación se detiene, como las olas y el viento empujan el casco, muchas veces no es evidente
que nos hemos quedado parados y que el barco ya no avanza.
Navegando en ceñida las velas han de ir bastante cerradas. Si las velas comienzan de pronto a flamear será
difícil cerrarla más, puesto que la escota va ya cazada al máximo. El flameo nos está indicando en este caso
que hemos cerrado demasiado nuestro rumbo y nos hemos quedado aproados. La solución es arribar
ligeramente. La vela se hinchará de nuevo y el barco reanudará la marcha.
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En ocasiones es el viento el que gira unos grados a sotavento y se nos coloca en la proa obligándonos a
arribar. Si nos obliga a arribar demasiado lo más recomendable es virar y continuar ciñendo en el bordo
opuesto.
Causa: He pasado por una zona con poco fondo y me he quedado varado.
Solución: Si ha sido sobre una zona de arena sube la orza y la pala del timón y baja del barco si es
necesario.Si ha sido en zona rocosa deberás comprobar además si se han producido daños en el casco.
El motivo suele ser la falta de velocidad. No es que haya que virar más rápido sino llegar con la máxima
velocidad posible y tratar de mantener la velocidad durante la maniobra.
Si te quedaste parado arriba ligeramente para que el barco acelere antes de intentar la maniobra de nuevo.
Cuando inicies la virada presta atención a no dejar de orzar gradualmente hasta que el barco haya girado y
sobretodo a que las velas permanezcan cazadas durante toda la maniobra.
Con viento suave podemos incluso hacer que el barco escore. Eso produce en el casco una tendencia a orzar
que nos ayuda a girar.
Es cierto que la virada por avante es una maniobra más segura, pero una tripulación con un poco de
experiencia y bien coordinada no debe tener problemas para realizar una o la otra. Se aconseja de todos modos
virar por avante con vientos duros porque una trasluchada en estas condiciones puede resultar muy violenta.
Lo habitual es virar por avante para cambiar de sentido desde la ceñida o el través y virar en redondo para
cambiar de sentido desde el largo o la popa.
También hay que valorar el espacio disponible de modo que será imposible virar por avante si tenemos un
obstáculo a barlovento y trasluchar si el obstáculo está a sotavento.
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Capítulo 5
SEGURIDAD
- Debe usarse siempre el chaleco salvavidas. Además de mantenernos a flote en caso de vuelco o caída
accidental, amortigua golpes y ayuda a mantener la temperatura corporal en días fríos.
- Con tiempo soleado es importante protegerse del sol para evitar quemaduras e insolación. Usa
camiseta, gorra, gafas de sol y protector solar en la piel.
- Con frío debes ir siempre bien abrigado, lo más corriente es llevar traje de agua o neopreno
- Es conveniente llevar calzado apropiado.
- Una buena preparación física para principiante exige saber nadar y ser capaz de enderezar la
embarcación y subir a bordo en caso de vuelco.
El material:
La situación meteorológica:
- Debe prestarse atención sobre todo a la dirección e intensidad del viento, estado de la mar, posibles
chubascos o tormentas y observar posibles cambios en el tiempo presente
- No salir con viento superior al recomendado. La intensidad apropiada para el principiante es del grado
2-3 en la escala Beaufort. Con viento fuerte y oleaje se precisan amplios conocimientos y una gran
destreza en el control de la embarcación.
Se debe además:
Capítulo 4
MEDIO AMBIENTE
Siempre que practicamos algún deporte en el medio natural tenemos que tener en cuenta que el lugar de que
disfrutamos no es solo nuestro y por ello debemos mantener una serie de normas básicas de comportamiento
que ayuden a mantenerlo.
1. Respeta en todo momento el medio natural; no captures o molestes a los animales, ni dañes o
recolectes plantas terrestres o acuáticas.
2. No arrojes desperdicios. No sólo afean sino que estropean el entorno y contaminan. Lleva bolsas de
plástico para su traslado y deposítalos en un contenedor.
3. Para disfrutar en armonía de la naturaleza no la inundes con gritos y otros ruidos.
4. Infórmate del lugar y sobre las especies que podrás encontrar y de su importancia ecológica. El
conocimiento te ayudará a disfrutar de lo que ves.
5. No arrojes objetos que puedan provocar un incendio.
6. Observa, escucha y disfruta del entorno sin que quede señal de tu paso.
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