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1.

BENDICIÓN Y EXORCISMO DEL


ACEITE (Rit. Rom. TIt. IX, C. VII,
N°8)
V/. Nuestro auxilio es el nombre
del señor. R/. Que hizo el cielo y la
tierra.

Exorcismo
Te exorcizo, creatura de aceite,
por Dios Padre Omnipotente que
hizo el cielo y la tierra, el mar y
todo lo que allí existe. Que se aleje
de este aceite toda fuerza del
adversario, toda acción diabólica y
toda incursión de satanás, a fin de
que dé a todos los que te usen
salud mental y corporal, en el
nombre de Dios + Padre

1
Omnipotente, de Jesucristo + su
Hijo y Señor nuestro y del Espíritu
+ Santo Paráclito y en el amor del
mismo señor Jesucristo que ha de
venir a juzgar a los vivos y a los
muertos. Amén.
V/. Señor! Escucha nuestra
oración. R/. Y llegue a ti nuestro
clamor. V/. El Señor esté con
vosotros. R/. Y con tu Espíritu

Oremos
Señor Dios omnipotente delante
de quien está con temor el
ejército de los ángeles, cuyo
servicio espiritual conocemos,
dígnate mirar, bendecir + y
santificar + este aceite con el cual
mandaste ungir a los enfermos, a
2
fin de que, una vez obtenida la
salud, te diesen gracias a Ti, Dios
vivo y verdadero. Te rogamos que
cuantos usen este aceite que
bendecimos + en tu nombre
queden libres de toda
enfermedad, de todo dolor y
todas las insidias del enemigo, y
asimismo se libren de toda
adversidad y nunca sean heridos
por la mordedura de la antigua
serpiente, ya que los has redimido
con la sangre de tu Hijo. Por el
mismo Señor Nuestro Jesucristo
que contigo vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo por los
siglos de los siglos. Amén (Se hace
aspersión con agua bendita)

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2. BENDICIÓN Y EXORCISMO DE
LA MEDALLA DE SAN BENITO

Exorcismo

V. Nuestro auxilio es el nombre del


señor. R. -Que hizo el cielo y la
tierra.
V.-El señor este con vosotros R. – y
con tu espíritu.
Yo exorcizo esta medalla por Dios
Padre + Todopoderoso, que hizo el
cielo y la tierra, el mar y todo lo
que en ellos se contiene.
Que todo el poder del enemigo,
todas las fuerzas y asaltos del
demonio, toda tentación
diabólica, sean destruidos y
expulsados de esta medalla.

4
Que aquellos que la usen gocen de
salud del alma y del cuerpo en
nombre de Dios Padre
Omnipotente y de Jesucristo, su
Hijo y Señor nuestro y del Espíritu
Santo paráclito y en el amor del
mismo nuestro Señor Jesucristo,
que ha de venir a juzgar a los vivos
y a los muertos por medio del
fuego. –Amén.

Bendición
V. Nuestro auxilio es el nombre del
señor. R. Que hizo el cielo y la
tierra.
V.-El señor esté con vosotros R. – y
con tu espíritu.

5
Oremos:
Dios Todopoderoso, dispensador
de todos los bienes, te suplicamos
que, por la intercesión de san
Benito, bendigas esta medalla a fin
de que el que la use y practique
buenas obras, merezca obtener la
salud del alma y del cuerpo, la
gracia de santificarse y las
indulgencias que nos son
concedidas. Que pueda, con el
auxilio de tu misericordia,
rechazar todas las acechanzas y
engaños del demonio y
presentarse un día santo e
inmaculado ante tu presencia. –
Amén.

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(Acto seguido, el oficiante rocía la
medalla con agua bendita).

3. BENDICIÓN DE CUALQUIER
MEDICINA (Rit. Rom. TIt. IX, C.
VII, N°4)
V. Nuestro auxilio está en el
nombre del señor. R. Que hizo el
cielo y la tierra

Oremos
Oh Dios, Que maravillosamente
creaste al hombre y más
maravillosamente lo reformaste,
que te has dignado socorrer con
múltiples remedios las diversas
enfermedades que aquejan la
mortalidad humana: atiende

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propicio nuestras invocaciones
derrama desde el cielo tu santa +
bendición sobre esta medicina
para que quien le tomare (quienes
la tomaren) merezcan recibir la
salud de las mentes y del espíritu.
Por Cristo nuestro señor. Amén. Se
asperja con agua bendita

4. BENDICIÓN Y EXORCISMO DE
AGUA Y SAL

El sacerdote revestido de alba y


estola morada pronuncia la
siguiente invocación: V/. Nuestro
auxilio es el nombre del señor. R/.
Que hizo el cielo y la tierra

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Exorcismo de la sal
Te exorcizo oh creatura de la sal
por Dios + vivo, por Dios +
verdadero, por Dios + santo, por
Dios que ordenó por medio del
profeta Eliseo que fueses puesta
en el agua para sanar su
esterilidad: para que te conviertas
como sal exorcizada en salud para
los creyentes, para que seas salud
del alma y cuerpo para todos
aquellos que te consuman; para
que huya y se aparte del lugar
donde seas puesta, toda maldad,
toda acción del demonio, todo
espíritu inmundo conjurado por
este señor que ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos y el

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siglo por medio del fuego”.
Amén.
Imploramos humildemente tu
inmensa clemencia, omnipotente
y eterno Dios para que te dignes
con tu piedad bendecir + y
santificar + esta creatura de la sal
que Tu creaste para uso del
género humano, a fin de que se
convierta en salud de alma y
cuerpo para todos los que la
consuman; y para que todo
aquellos que sea tocado por esta
sal carezca de toda inmundicia y
de toda impregnación del espíritu
del mal. Por Nuestro Señor
Jesucristo.
R. Amén

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Exorcismo del agua
Te exorcizo, oh creatura de agua,
en nombre de Dios + Padre
omnipotente, en el nombre de
Jesucristo + su hijo Nuestro Señor,
y con el poder del Espíritu + Santo:
para que seas agua exorcizada
para ahuyentar toda fuerza del
enemigo y para que puedas
erradicar y arrancar al mismo
enemigo con sus Ángeles
apostatas, por virtud del mismo
Jesucristo.

Oremos
Oh Dios, se propició a nuestras
suplicas e infunde la fuerza de tu
bendición + a esta agua que

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hemos preparado con estas
purificaciones para que esta tu
creatura sirva para alejar a los
demonios, sanar las
enfermedades; para que al ser
derramada sobre las casas y los
lugares de los fieles estas queden
libres de toda inmundicia y de
todo mal, que no resida allí un
espíritu pestilente, se alejen todas
las insidias del enemigo, y si hay
algo que perjudique a los que
habiten en ella o a su tranquilidad,
por la aspersión de esta agua
huyan, para que la salud que te
pedimos por invocación de tu
nombre, quede defendida de toda

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impugnación del maligno por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
El sacerdote coloca tres veces sal
en el agua a manera de cruz
diciendo: que esta mezcla del agua
y la sal se realice en el nombre del
Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo. Amén. V/ El señor este con
vosotros. R/. Y con tu Espíritu.

Oremos
Oh Dios autor de todo poder y rey
insuperable de todo dominio y
siempre triunfador magnifico, que
reprimes las fuerzas del dominio
del mal, que superas la servicia del
enemigo, que poderosamente
vences las huestes enemigas, a ti
humildes te pedimos, oh señor
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que mires con bondad, estas
creaturas de sal y agua y las
santifiques con tu bondad, para
que dondequiera que sea regada
por invocación de tu santo
nombre desaparezca toda
infestación del Espíritu inmundo,
sea alejado el terror de la
serpiente infernal, mediante la
presencia del Espíritu Santo nos
concedas benigno tu misericordia
ya que humildemente te la
suplicamos. Por Nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de
los siglos.

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4. BENDICIÓN DEL AGUA

Señor, Padre santo, dirige tu


mirada sobre nosotros, que,
redimidos por tu Hijo, hemos
nacido de nuevo del agua y del
Espíritu Santo en la fuente
bautismal; concédenos, te
pedimos, que todos los que
reciban la aspersión de esta agua
queden renovados en el cuerpo y
en el alma y te sirvan con limpieza
de vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
R. Amén.

Que esta agua nos recuerde


nuestro bautismo en Cristo, que

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nos redimió con su muerte y
resurrección.
R. Amén.

5. BENDICIÓN PARA UNA


FAMILIA
En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.

R .Guarda en tu paz nuestra


familia, Señor.

Tú que consagraste la vida


doméstica, viviendo bajo la
autoridad de María y José,
- santifica esta familia con tu
presencia. R.
Tú que estuviste siempre
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atento a las cosas de tu Padre,
haz que Dios sea honrado y
glorificado en todas las familias.
R.
Tú que hiciste de tu santa
familia un modelo admirable de
oración, de amor ·y de
cumplimiento de la voluntad del
Padre, santifica esta familia con
tu gracia y cólmala de tus dones.
R.
Tú que amaste a tus parientes
y fuiste amado por ellos,
afianza a todas las familias en el
amor y la concordia. R.
Tú que en Caná de Galilea
alegraste los comienzos de una
familia, al hacer tu primer signo,
convirtiendo el agua en vino, alivia
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los sufrimientos y
preocupaciones de esta familia y
conviértelos en alegría. R.
Tú que, velando por la unidad de
la familia, dijiste: «Lo que Dios
ha unido, que no lo separe el
hombre», guarda a estos
esposos siempre unidos con el
vínculo indestructible de tu
amor. R.

Oremos
Oh Dios, creador y
misericordioso restaurador de tu
pueblo, que quisiste que la
familia, constituida por la alianza
nupcial, fuera signo de Cristo y
de la Iglesia, derrama la
abundancia de tu bendición ·
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sobre esta familia, reunida en
tu Nombre, para que quienes
en ella viven unidos por el
amor se mantengan fervientes en
el espíritu y asiduos en la oración,
se ayuden mutuamente,
contribuyan a las necesidades
de todos y den testimonio de la
fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

6. BENDICIÓN A LOS ESPOSOS

En el nombre del Padre, y del


Hijo, y del Espíritu Santo.

R. Amén.

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R. Renueva, Señor, la fidelidad de
tus servidores.

Padre santo, que eres llamado fiel,


y que pides y premias la
observancia de tu alianza llena de
tus bendiciones a estos servidores
tuyos, que recuerdan el
aniversario (vigésimo quinto,
quincuagésimo, sexagésimo) de
su matrimonio. R.

Tú que con el Hijo y el Espíritu


Santo gozas eternamente de la
plena unidad de vida y comunión
de amor haz que estos servidores
tuyos recuerden siempre la alianza
de amor que contrajeron en el

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matrimonio y la guarden con toda
fidelidad. R.

Tú que, en tu providencia,
dispones de tal modo los
acontecimientos de la vida
humana que llevas a tus fieles a
participar del misterio de Cristo,
haz que estos servidores tuyos,
aceptando serenamente lo
próspero y lo adverso, se
esfuercen por unirse a Cristo y
vivir sólo para él. R.

Tú que quisiste que el matrimonio


fuera modelo de vida cristiana haz
que todos los esposos sean
testigos en el mundo del misterio
de amor de tu Hijo. R.

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Oremos
Señor, Dios nuestro, en cuyos
mandatos encuentra la familia su
auténtico y seguro fundamento,
atiende a las súplicas de tus
servidores y concédeles que,
siguiendo los ejemplos de la
Sagrada Familia, lleguen a gozar
de los premios de tu reino en el
hogar del cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

R. Amén.

8. BENDICIÓN DE NIÑOS

S: Nuestro auxilio es el nombre del


Señor.
R: Que hizo el delo y la tierra.

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a) Para un niño ya bautizado

Señor Jesucristo, tanto amaste a


los niños que dijiste que quienes
los reciben te reciben a ti mismo;
escucha nuestras súplicas en favor
de este niño (esta niña) y, ya que
lo (la) enriqueciste con la gracia
del bautismo, guárdalo (guárdala)
con tu continua protección, para
que, cuando llegue a mayor,
profese libremente su fe, sea
fervoroso (fervorosa) en la caridad
y persevere con firmeza en la
esperanza de tu reino. Tú que
vives y reinas por los siglos de los
siglos.

R. Amén.

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b). Para niños no bautizados

Dios, Padre todopoderoso, fuente


de bendición y defensor de los
niños, que enriqueces y alegras a
los esposos con el don de los hijos,
mira con bondad a este niño (esta
niña) y, ya que ha de nacer de
nuevo por el agua y el Espíritu
Santo, dígnate agregarlo
(agregarla) a los miembros de tu
grey, para que, una vez recibido el
don del bautismo, sea partícipe de
tu reino y aprenda a bendecirte
con nosotros en la Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

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9. PARA LOS PROMETIDOS

R. Haz que te amemos siempre,


Señor.

Tú que has querido que tus


verdaderos hijos, hermanos de
Cristo, se hicieran conocer por su
mutuo amor. R.

Tú que impones a los hombres las


suaves exigencias de tu amor, para
que, sometiéndose a ellas,
encuentren la felicidad. R.

Tú que unes al hombre y a la


mujer con el amor recíproco, para
que la familia que nace de esta
unión se alegre con el gozo de los
hijos. R.
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Tú que prefiguraste
espiritualmente la plenitud del
amor de los desposados en el
sacramento del matrimonio por el
sacrificio pascual de tu Hijo, que
amó a la Iglesia, y, por su sangre,
la presentó ante ti inmaculada. R.

Tú que llamas a N. y N. a aquella


plena comunión de amor por la
que los miembros de la familia
cristiana llegan a tener un mismo
pensar y un mismo sentir. R.

Oremos

Señor Dios, fuente de todo amor,


tu designio providente hizo que
estos prometidos se encontraran;
te pedimos que a quienes
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imploran tu gracia en este tiempo
de preparación al matrimonio les
otorgues la ayuda de tu bendición,
para que progresen en el mutuo
afecto y se amen con amor
sincero. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

R. Amen

10. BENDICIÓN DE UNA MUJER


ANTES O DESPUÉS DEL PARTO

a) Antes del parto

Señor Dios, creador del género


humano, cuyo Hijo, por obra del
Espíritu Santo, quiso nacer de la
Virgen María, para redimir y salvar
a los hombres, librándolos de la
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deuda del antiguo pecado, atiende
los deseos de esta hija tuya, que
te suplica por el hijo que espera,
y concédele un parto feliz; que su
hijo se agregue a la comunidad de
los fieles, te sirva en todo y
alcance finalmente la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

b) Después del parto

Oh Dios, autor y protector de la


vida humana, que has concedido
a esta hija tuya el gozo de la
maternidad, dígnate aceptar
nuestra alabanza y escucha con
bondad lo que te pedimos: que
guardes de todo mal a la madre y
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a su hijo, que los acompañes
siempre en el camino de esta vida
y que, a su tiempo, los acojas en la
felicidad de tu morada eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

11. BENDICION A UN ANCIANO

Señor, Dios nuestro, que has


concedido a estos fieles tuyos la
gracia de esperar en ti y de
experimentar tu bondad, en
medio de los vaivenes de la vida,
te bendecimos por haberles
concedido abundantemente tus
dones a lo largo de tantos años, y
te pedimos que vivan siempre
con la alegría de una juventud de
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espíritu constantemente
renovada, que tengan el necesario
vigor corporal y que su conducta
sea un hermoso ejemplo para
todos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

R. Amén.

12. BENDICIÓN A UN ENFERMO

Oremos al Señor por nuestro


hermano enfermo y por todos los
que lo cuidan y están a su servicio.

R. Te rogamos, óyenos.

-Mira con amor a este enfermo


(N).
R. Te rogamos, óyenos.

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-Da nueva fuerza a su cuerpo.
R. Te rogamos, óyenos.

- Alivia sus angustias.


R. Te rogamos, óyenos.

- Líbralo del pecado y de toda


tentación.
R. Te rogamos, óyenos.

- Ayuda con tu gracia a todos los


enfermos.
R. Te rogamos, óyenos.

- Asiste con tu poder a los que se


dedican a su cuidado.
R. Te rogamos, óyenos.

- Y da vida y salud a este enfermo,


a quien en tu Nombre vamos a

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imponer las manos.
R. Te rogamos, óyenos.

Oremos

Señor, Dios nuestro, que enviaste


al mundo a tu Hijo para que
sobrellevara nuestros sufrimientos
y aguantara nuestros dolores, te
pedimos por nuestros hermanos
enfermos; dales paciencia y
fortaleza, reanima su esperanza;
que, con tu bendición, lleguen a
superar la enfermedad y, con tu
ayuda, alcancen un completo
restablecimiento. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

R. Amén.

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13. PARA LOS QUE VAN A VIAJAR

Dios omnipotente y
misericordioso, que a los hijos de
Israel los hiciste atravesar a pie
enjuto el mar Rojo, y a los Magos,
que iban a adorar a tu Hijo, les
mostraste el camino por medio
de una estrella, protege a
nuestros hermanos y concédeles
un buen viaje, para que, con tu
ayuda y compañía, lleguen
felizmente al término de su viaje y
puedan finalmente arriba al
puerto de la salvación eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R.
Amen.

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14. BENDICIÓN DE UNA NUEVA
CASA

Con ánimo agradecido y gozoso


invoquemos al Hijo de Dios, Señor
de cielo y tierra, que, hecho
hombre, habitó entre nosotros, y
digamos:

R. Quédate con nosotros, Señor.

Señor Jesucristo, que con María y


José santificaste la vida doméstica,
dígnate convivir con nosotros en
esta casa, para que te
reconozcamos como huésped y te
honremos como cabeza. R.

Tú, por quien todo el edificio


queda ensamblado, y se va le-
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vantando hasta formar un
templo consagrado, haz que los
habitantes de esta casa se vayan
integrando en la construcción,
para ser morada de Dios, por el
Espíritu. R.

Tú que enseñaste a tus fieles a


edificar su casa sobre piedra
firme, haz que la vida de esta
familia se apoye firmemente en tu
palabra y, evitando toda división,
te sirva con generosidad y de todo
corazón. R.

Tú que, careciendo de morada


propia, aceptaste con el gozo de la
pobreza la hospitalidad de los
amigos, haz que todos los que

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buscan vivienda encuentren, con
nuestra ayuda, una casa digna de
este nombre. R.

Oremos

Asiste, Señor, a estos servidores


tuyos que, al inaugurar (hoy) esta
vivienda, imploran humildemente
tu bendición, para que, cuando
vivan en ella, sientan tu presencia
protectora, cuando salgan, gocen
de tu compañía, cuando regresen,
experimenten la alegría de tenerte
como huésped, hasta que lleguen
felizmente a la estancia preparada
para ellos en la casa de tu Padre.
Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R. Amén.

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15. BENDICIÓN DE UNA TIENDA
DE COMERCIO

Dios, Padre providentísimo, que


pusiste en manos del hombre la
tierra y sus productos para que
contribuyera con su trabajo a que
los bienes creados alcancen a
todos. Bendice a los que usen este
local y haz que, observando en sus
compras y ventas la justicia y la
caridad, puedan alegrarse de
contribuir al bien común y al
progreso de la comunidad
humana. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

R. Amén.

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16. BENDICIÓN DE UNA
INSTALACIÓN DEPORTIVA.

Señor, te alabamos sin cesar,


porque todo lo dispones de modo
admirable y moderas con
sabiduría el trabajo y las
ocupaciones de los hombres,
concediéndoles un tiempo de
descanso y honesta diversión,
para reposo de sus cuerpos y alivio
de sus mentes. Imploramos, Señor
, tu clemencia, para que este lugar
cumpla debidamente su misión,
favorezca el ocio y el recreo del
espíritu y asegure la salud del
cuerpo y de la mente, de modo
que los que aquí acudan se
enriquezcan mutuamente con un
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trato fraterno y juntos te alaben
con alegría. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

R. Amén.

Dios, que ilumina nuestras mentes


y repone nuestras fuerzas
corporales, dirija todas nuestras
acciones, para que poseamos,
cada día con más plenitud, la
alegría del corazón y la concordia
de nuestras voluntades.

R. Amén.

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17. BENDICIÓN DE UN VEHICULO
CUALQUIERA

Dios todopoderoso, creador del


cielo y la tierra, que, en tu gran
sabiduría, encomendaste al
hombre hacer cosas grandes y
bellas, te pedimos por los que
usen este vehículo: que recorran
su camino con precaución y
seguridad, eviten toda
imprudencia peligrosa para los
otros y, tanto si viajan por placer o
por necesidad, experimenten siempre
la compañía de Cristo, que vive y
reina contigo por los siglos de los
siglos.

R. Amén.

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18. BENDICIÓN DE UN
INSTRUMENTO TÉCNICO
CUALQUIERA

Bendito eres, Señor, Dios nuestro,


y digno de toda alabanza, tú que,
mediante el ingenio y el trabajo
del hombre, cuidas del progreso
de toda la creación, y en los
inventos de la raza humana
manifiestas de modo admirable tu
grandeza y tu bondad; te pedimos
que quienes desean servirse de
estos instrumentos para mejorar
su calidad de vida te reconozcan
admirable en tus obras y se
esfuercen por consagrarse
plenamente a tu servicio. Por

41
Jesucristo, nuestro Señor. R.
Amén.

19. BENDICIÓN DE
INSTRUMENTOS DE TRABAJO

Oh Dios, de quien desciende la


plenitud de la bendición, y hacia
quien sube la oración del que te
bendice, protege con amor a tus
servidores, que confiadamente
presentan ante ti sus
instrumentos de trabajo, y
concédeles que con actividad
infatigable colaboren en el
perfeccionamiento de la creación,
ganen su sustento y el de los
suyos, ayuden al progreso de la
sociedad humana y alaben sin

42
cesar la gloria de tu Nombre. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

Cristo, el Señor, que, para realizar


su obra salvadora, asumió la ley
del trabajo, nos alivie con su
consuelo y nos conceda su paz.

R. Amén.

20. BENDICIÓN PARA ANIMALES

Oh Dios, autor y dador de todos


los bienes, que has hecho que
también los animales sirvan de
ayuda al hombre en sus
necesidades y en su trabajo, te
pedimos por intercesión de san N.

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que utilicemos debidamente estos
seres, necesarios para nuestra
subsistencia. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

R. Amén.

Dios, que creó los animales para


nuestra ayuda, nos proteja y
guarde siempre con la gracia de su
bendición.

R. Amén.

21. BENDICIÓN DEL CAMPO

Señor, Padre santo, que mandaste


al hombre que guardara y
cultivara la tierra, te suplicamos
con humildad que nos concedas

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siempre cosechas abundantes, des
fertilidad a nuestros sembrados, y,
alejando de nuestros campos las
tormentas y el granizo, las semillas
puedan germinar con abundancia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

Dios, fuente de todos los bienes,


os bendiga + y dé fecundidad a
vuestro trabajo, para que podáis
alegraros de sus dones y
proclamar siempre sus alabanzas.

R. Amén.

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22. BENDICIÓN DE ACCIÓN DE
GRACIAS DE LOS FRUTOS

Dios y Señor nuestro, Creador de


todas las cosas, que, con el rocío
del cielo y la fertilidad de la tierra,
nos concedes cosechas
abundantes, te damos gracias por
los frutos que hemos recolectado,
y, ya que por estos dones,
recibidos de tu generosidad, has
cumplido los deseos de tus fieles,
concédenos alabarte sin cesar por
tu misericordia, y que el disfrute
de estos bienes temporales nos
anime a buscar con más interés
los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R. Amén.

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23. BENDICIÓN DE LAS COMIDAS

a) Antes de comer

Dios, Padre misericordioso, que,


para devolvernos la vida, quisiste
que tu Hijo se hiciese hombre,
bendice + estos dones tuyos, con
los que vamos a rehacer nuestras
fuerzas, para que así, fortalecidos
en el cuerpo, nos mantengamos
en vigilante espera de la gloriosa
venida de Cristo. Que vive y reina
por los siglos de los siglos.
R. Amén.

b) Después de comer

Te damos gracias, Dios


todopoderoso, que has restaurado
47
nuestras fuerzas con los dones de
tu providencia; te pedimos que, al
restaurar nuestro cuerpo,
fortalezcas también nuestro
espíritu. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

R. Amén

24. BENDICIÓN DE LA CORONA DE


ADVIENTO

La tierra, Señor, se alegra en estos


días, y tu Iglesia desborda de gozo
ante tu Hijo, el Señor, que se
avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos
en las tinieblas de la ignorancia,
del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida,
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tu pueblo ha preparado esta
corona con ramos del bosque y la
ha adornado con luces. Ahora,
pues, que vamos a empezar el
tiempo de preparación para la
venida de tu Hijo, te pedimos,
Señor, que, mientras se acrecienta
cada día el esplendor de esta
corona, con nuevas luces, a
nosotros nos ilumines con el
esplendor de aquel que, por ser la
luz del mundo, iluminará todas las
oscuridades. Él que vive y reina
por los siglos de los siglos.

R. Amén.

49
25. BENDICIÓN DE UN PESEBRE

Oh Dios, Padre nuestro, que tanto


amaste al mundo que nos has
entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María, para
salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición
+ estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad
con alegría y a ver a Cristo
presente en todos los que
necesitan nuestro amor. Te lo
pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado, que vive y reina
por los siglos de los siglos.

R. Amén.

50
Cristo, el Señor, que se ha
aparecido en la tierra Y ha querido
convivir con los hombres nos
bendiga y nos guarde en su amor.

R. Amen.

26. BENDICIÓN DE UN ÁRBOL DE


NAVIDAD

Bendito seas, Señor y Padre


nuestro, que nos concedes
recordar con fe en estos días de
Navidad los misterios del
nacimiento de Jesucristo.
Concédenos, a quienes hemos
adornado este árbol y lo hemos
embellecido con luces, vivir
también a la luz de los ejemplos
de la vida santa de tu Hijo y ser
51
enriquecidos con las virtudes que
resplandecen en su santa infancia.
Gloria a él por los siglos de los
siglos.

R. Amén.

27. BENDICIONES DE LAS


ESTACIONES DEL VIACRUCIS

Oh Dios, cuyo Hijo murió y


resucitó por nosotros para que,
muertos al pecado, vivamos para
la justicia, ayuda con la gracia de
tu bendición a tus fieles que
recuerdan devotamente los
misterios de su pasión, para que
los que siguen a Cristo llevando
con paciencia su cruz rebosen de
gozo cuando se manifieste su
52
gloria. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

R. Amén.

Mientras inciensa las cruces puede


recitar:

Tu cruz adoramos, Señor, y tu


santa resurrección alabamos y
glorificamos; por el madero ha
venido la alegría al mundo entero.

Después se bendice al pueblo,


diciendo:

Dios, que por la muerte y


resurrección de su Hijo se dignó
redimir al género humano, os
conceda que, recordando con

53
piedad la pasión de Cristo, sigáis al
Señor crucificado, y así, en el cielo,
gocéis de su presencia gloriosa.

R. Amén.

Y a todos vosotros, que estáis aquí


presentes, os bendiga Dios
todopoderoso, Padre, Hijo + y
Espíritu Santo.

R. Amén.

28. BENDICIÓN DE OBJETOS DE


DEVOCIÓN

Bendito seas, Señor, fuente y


origen de toda bendición, que te
complaces en la piedad sincera de
tus fieles; te pedimos que

54
atiendas a los deseos de tus
servidores y les concedas que,
llevando consigo estos signos de
fe y de piedad, se esfuercen por
irse transformando en la imagen
de tu Hijo. Que vive y reina por los
siglos de los siglos.

R. Amén.

Dios, que en Cristo nos ha


revelado su gloria, haga que
vuestra vida sea imagen suya, para
que podáis un día gozar de su
presencia gloriosa.

R. Amén.

Y la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo y
55
Espíritu Santo, descienda sobre
vosotros.

R. Amén.

29. BENDICIÓN DE UN ROSARIO

Bendito sea Dios, Padre nuestro,


que nos concede recordar y
celebrar con fe los misterios de su
Hijo. Él nos dé su gracia, para que,
sostenidos por la piadosa súplica
del rosario, nos esforcemos por
meditar y conservar
continuamente en nuestro
corazón los gozos, los dolores y la
gloria de Jesús, junto con María,
su madre. Por Jesucristo, Nuestro
Señor.

56
R. Amén.

30. BENDICIÓN DE UN
ESCAPULARIO

Oh Dios, inicio y complemento de


nuestra santidad, que llamas a la
plenitud de la vida cristiana y a la
perfección de la caridad a los que
han renacido del agua y del
Espíritu Santo, mira con bondad a
estos servidores tuyos, que
reciben con devoción este
escapulario para alabanza de la
santísima Trinidad (en honor de la
pasión de Cristo, en honor de
santa María Virgen), y haz que
sean imagen de Cristo, tu Hijo, y
así, terminado felizmente su paso

57
por esta vida, con la ayuda de la
Virgen Madre de Dios, sean
admitidos al gozo de tu mansión.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R. Amén.

El Dios todopoderoso os bendiga


con su misericordia y os llene de la
sabiduría eterna.

R. Amén.

30. ORACIÓN PARA IMPOSICIÓN


DE UN ESCAPULARIO

"Recibe este escapulario bendito y


pide a la Virgen Santísima que por
sus méritos, lo lleves sin ninguna
mancha de pecado y que te

58
proteja de todo mal y te lleve a la
vida eterna".

32. BENDICIÓN DE UNA CASA

Nuestro auxilio es el nombre del


Señor:

- Que Hizo el Cielo y la tierra.

Invoquemos al Señor Jesús que se


hizo todo para todos diciéndole:

- Escúchanos Señor.

Tú que viviste como hijo de familia


en el hogar de Nazaret. R.

Tu que te hospedaste en casa de


Marta, María y Lázaro. R.

59
Tu que conviviste con tus
discípulos como en familia y que
nos has prometido llevarnos a la
casa del Padre. R.

Te rogamos por los que no tienen


techo, vivienda y por los que viven
en condiciones infrahumanas. R.

Te rogamos por los que han


colaborado en la construcción de
ésta casa y por todos los que aquí
van a habitar. R.

Te bendecimos por habernos


proporcionado estas habitaciones
y te suplicamos que en ésta casa
solo se vean siempre ejemplos
santos de buen vivir. R.

60
Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amen.

33. RITO DE LA UNCIÓN DE LOS


ENFERMOS.

Saludo: La Paz del Señor llegue a


ésta casa u a todos los que
habiten en ella.

Queridos hermanos: En el
evangelio leemos que nuestro
Señor Jesucristo curaba a los
enfermos que acudían a Él en
busca de la salud. El mismo que
durante su vida sufrió tanto por
salvarnos a nosotros, está ahora
presente aquí en medio de los que
hemos reunido en su nombre y
nos dice por medio del apóstol
61
Santiago: “¿Está enfermo alguno
entre vosotros? Llame a los
presbíteros de la Iglesia, que oren
sobre él y le unjan con óleo en el
nombre del Señor. Y la oración de
la fe salvará al enfermo, y el Señor
hará que se levante, y si hubiera
cometido pecados, le serán
perdonados”.

Pongamos pues a nuestro


hermano enfermo en manos de
Cristo, que lo ama y puede
curarlo, para que le conceda alivio
y salud.

Acto penitencial

Hermanos: para participar con


fruto de esta celebración,
62
comencemos por reconocer
nuestros pecados.

Yo confieso…

Dios Padre todo poderoso tenga


misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amen.

Liturgia de la Palabra. (Mt 8, 5-10)

Al entrar en Cafarnaúm, se le
acercó un centurión y le rogó
diciendo: "Señor, mi criado yace
en casa paralítico con terribles
sufrimientos." Dícele Jesús: "Yo iré
a curarle." Replicó el centurión:
"Señor, no soy digno de que
entres bajo mi techo; basta que lo
63
digas de palabra y mi criado
quedará sano. Porque también yo,
que soy un subalterno, tengo
soldados a mis órdenes, y digo a
éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven",
y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y
lo hace." Al oír esto Jesús quedó
admirado y dijo a los que le
seguían: "Os aseguro que en Israel
no he encontrado en nadie una fe
tan grande.

Oración.

Con humildad y confianza


invoquemos al Señor en favor de
nuestro hermano N.N. diciendo:

R: Señor, ten piedad.

64
Tu que soportaste nuestros
sufrimientos y aguantaste
nuestros dolores. R.

Tu que te compadeciste de la
gente y pasaste haciendo el bien y
curando a los enfermos. R.

Tu que mandaste a los apóstoles


imponer las manos sobre los
enfermos. R.

R: Te rogamos óyenos.

Dígnate Señor visitar a nuestro (a)


hermano (a) con tu misericordia y
confortale con la santa Unción. R.

Alivia sus dolores y los dolores de


todos los enfermos. R.

65
Asiste y bendice a los que se
dedican al cuidado de los
enfermos. R.

Libra Señor a este (a) enfermo (a)


del pecado y de la tentación. R.

Dale Señor vida y salud y santidad


a quien en tu nombre vamos a
imponer las manos y a ungir con
óleo santo.

Unción

Bendito seas Dios, Padre


todopoderoso que por nosotros y
por nuestra salvación, enviaste a
tu Hijo al mundo.

R: Bendito seas por siempre Señor

66
Bendito seas Jesucristo, Hijo único
de Dios, que te has humillado
haciéndote hombre como
nosotros, para curar nuestras
enfermedades. R.

Bendito seas Señor, Espíritu Santo


Consolador que con tu poder
fortaleces la debilidad de nuestro
cuerpo. R.

Mitiga Señor los dolores de éste(a)


hijo(a) tuyo(a) a quien ahora,
llenos de fe vamos a ungir con el
óleo santo; haz que sienta
fortaleza en su enfermedad y
alivio en sus sufrimientos. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amen.

67
ungir la frente y las manos del
enfermo diciendo:

POR ÉSTA SANTA UNCIÓN Y POR


SU BONDADOSA MISERICORDIA TE
AYUDE EL SEÑOR CON LA GRACIA
DEL ESPÍRITU SANTO. AMEN.

PARA QUE, LIBRE DE TUS


PECADOS, TE CONCEDA LA
SALVACIÓN Y TE CONFORTE EN TU
ENFERMEDAD. AMEN.

Oremos

Te rogamos Señor, redentor


nuestro, que por la gracia del
Espíritu Santo suavices el olor de
este (a) enfermo (a), sanes las
heridas de su alma y de su cuerpo,
68
perdones sus pecados, ahuyentes
el sufrimiento de su cuerpo y de
su alma y le devuelvas la salud
espiritual y corporal, para que al
restablecerse por tu misericordia,
se incorpore de nuevo a los
quehaceres de su vida. Ya que has
querido asociarle a tu pasión
redentora, haz que confíe en la
eficacia de su dolor para la
salvación del mundo. Haz que
confortado(a) con el don del
Espíritu Santo permanezca en la fe
y en la esperanza y de a todos
ejemplo de paciencia y así
manifieste el consuelo de tu amor.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen.

69
Y ahora, todos juntos, invoquemos
a Dios con la oración que el mismo
Cristo nos enseñó: Padre nuestro…

Bendición final.

Que Dios Padre te bendiga. Amen.

Que el Hijo de Dios te conceda la


salud del cuerpo y la salud del
alma. Amen.

Que el Espíritu Santo te ilumine.


Amen.

Que el Señor proteja tu cuerpo y


salve tu alma. Amen.

Que Jesucristo el Señor esté


siempre a tu lado para defenderte.
Amen.
70
Que Dios haga brillar su rostro
bondadoso sobre ti y te conceda
un día la vida eterna. Amen.

Y la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo, y
Espíritu Santo descienda sobre
vosotros y os acompañe siempre.
Amen.

La paz del Señor esté siempre en


ésta casa. Amen.

En el nombre del Padre….

33. ORACIÓN DE LIBERACIÓN.

Dios omnipotente, que a los


abandonados los haces habitar en
tu casa, y concedes la felicidad a

71
los cautivos, mira mi (nuestra)
aflicción, y ven en mi (nuestro)
auxilio, vence al enemigo inicuo,
de modo que superada la
presencia del adversario, mi
libertad alcance su descanso y
restituido a la tranquila devoción
pueda confesar que eres
admirable y que concediste a tu
pueblo la fuerza. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.

Invocaciones a nuestro Señor


Jesucristo

Jesús, Hijo del Dios vivo… ten


misericordia de mí (él) (ella)
(nosotros).

Jesús, imagen del Padre….


72
Jesús Sabiduría eterna…

Jesús, esplendor de la luz eterna…

Jesús, Hijo de la Virgen María….

Jesús Dios y hombre…

Jesús, Sumo Sacerdote…

Jesús, heraldo del reino de Dios…

Jesús, camino, verdad y vida…

Jesús, pan de vida…

Jesús, vid verdadera…

Jesús, hermano de los pobres…

Jesús, amigo de los pecadores…

73
Jesús, médico del alma y del
cuerpo…

Jesús, salvación de los oprimidos…

Jesús, consuelo de los


abandonados…

Tú que viniste a este mundo, ten


misericordia de mí…

Tú que liberaste a los oprimidos


por el Diablo…

Tú que pendiste de la Cruz…

Tú que moriste por nosotros…

Tú que yaciste en el sepulcro…

Tú que descendiste a los


infiernos…
74
Tú que resucitaste de entre los
muertos…

Tú que ascendiste a los cielos…

Tú que enviaste al Espíritu Santo a


los Apóstoles…

Tu que te sientas a la derecha del


Padre…

Tú que has de venir a juzgar a los


vivos y a los muertos…

Por tu encarnación...líbrame(nos),
Señor

por tu nacimiento…

por tu bautismo y tu santo


ayuno…

75
por tu Cruz y tu Pasión…

por tu muerte y resurrección…

por tu admirable ascensión…

por la efusión del Espíritu Santo…


por tu gloriosa venida…

Sálvame, Cristo Salvador, por la


fuerza de tu Cruz + [el fiel puede
signarse]. Tú que salvaste a Pedro
en el mar, ten misericordia de mí
(nosotros). Por el signo de la Cruz
+, líbranos de nuestros enemigos,
Dios nuestro.

Por tu Cruz + sálvanos, Cristo


redentor, que muriendo destruiste

76
nuestra muerte y resucitando
restauraste la vida.

Honramos tu Cruz +, Señor.


Recordamos tu gloriosa Pasión.
Ten compasión de nosotros, tu
que padeciste por nosotros.

Te adoramos Cristo y te
bendecimos, que por tu santa Cruz
+ redimiste al mundo.

Invocaciones a la dichosa Virgen


María

Bajo tu protección nos acogemos,


Santa Madre de Dios. No desoigas
nuestras súplicas. Antes bien
líbranos de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita.
77
Consoladora de los afligidos, ruega
por nosotros. Auxilio de los
cristianos, ruega por nosotros

Concédeme (nos) alabarte, Virgen


sagrada. Dame (nos) fuerza contra
tus enemigos.

Madre mía (nuesta), confianza


(nuestra) mía.

Virgen madre de Dios, María,


suplica a Jesús en favor mio
(nuestro).

35. ORACIÓN POR UN DIFUNTO

Oh Dios, en quien todos los


muertos viven y los santos
encuentran la felicidad eterna,

78
escucha nuestras súplicas por
nuestro hermano N., que ya no
contempla la luz de éste mundo, y
concédele en cambio, gozar
eternamente de la claridad de tu
presencia. Por nuestro Señor
Jesucristo… R. Amen.

36. EXORCISMO CONTRA


SATANÁS Y LOS ÁNGELES
REBELDES

(Publicado por orden de Su


Santidad León XIII)

_ En el Nombre del Padre y del


Hijo y del Espíritu Santo

Salmo 67

79
Levántese Dios y sean dispersados
sus enemigos y huyan de su
presencia los que le odian. Como
se disipa el humo se disipen ellos,
como, se derrite la cera ante el
fuego, así perecerán los impíos
ante Dios.

Salmo 34

Señor, pelea contra los que me


atacan; combate a los que luchan
contra mí. Sufran una derrota y
queden avergonzados los que me
persiguen a muerte. Vuelvan la
espalda llenos de oprobio los que
maquinan mi perdición. Sean
como polvo frente al viento
cuando el Ángel del Señor los

80
desbarate. Sea su camino oscuro y
resbaladizo, cuando el Ángel del
Señor los persiga. Porque sin
motivo me tendieron redes de
muerte, sin razón me abrieron
trampas mortales. Que les
sorprenda un desastre imprevisto,
que los enrede la red que para mí
escondieron; que caigan en la
misma trampa que me abrieron.
Mi alma se alegra con el Señor y
gozará de su salvación.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al


Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora


y siempre, y por los siglos de los
siglos. Amén.

81
Súplica a San Miguel Arcángel

Gloriosísimo príncipe de la milicia


celestial, Arcángel San Miguel,
defiéndenos en la lucha que
mantenemos combatiendo
“contra los principados y
potestades, contra los caudillos de
este mundo tenebroso, contra los
espíritus malignos esparcidos por
los aires” (Ef. 6, 12). Ven en auxilio
de los hombres que Dios creó
incorruptibles a su imagen y
semejanza (Sap. 2, 23), y a tan
“alto precio rescatados” (I Cor. 6,
20) de la tiranía del demonio. Con
las huestes de los ángeles buenos

82
pelea hoy los combates del Señor,
como antaño luchaste contra
Lucifer, corifeo de la soberbia y
contra sus ángeles apóstatas. Ellos
no pudieron vencer, y perdieron
su lugar en el Cielo. “Fue
precipitado el gran dragón, la
antigua serpiente el denominado
diablo y Satanás, el seductor del
universo: fue precipitado a la
tierra y con él fueron arrojados sus
ángeles” (Apoc. 12, 8-9).

He aquí que el antiguo enemigo y


homicida se ha erguido con
vehemencia. Disfrazado de “ángel
de

83
luz” (II Cor. 11, 14) con la escolta
de todos los espíritus malignos
rodea e invade la tierra entera, y
se instala en todo lugar, con el
designio de borrar allí el nombre
de Dios y de su Cristo, de
arrebatar las almas destinadas a la
corona de la gloria eterna, de
destruirlas y perderlas para
siempre. Como el más inmundo
torrente, el maligno dragón
derramó sobre los hombres de
mente depravada y corrompido
corazón, el veneno de su maldad:
el espíritu de la mentira, de la
impiedad y de la blasfemia; el letal
soplo de la lujuria, de todos los
vicios e iniquidades.

84
Los más taimados enemigos han
llenado de amargura a la Iglesia,
esposa del Cordero Inmaculado, le
han dado a beber ajenjo, han
puesto sus manos impías sobre
todo lo que para Ella es más
querido. Donde fueron
establecidas la Sede de San Pedro
y la Cátedra de la Verdad como luz
para las naciones, ellos han erigido
el trono de la abominación de la
impiedad, de suerte que, golpeado
el Pastor, pueda dispersarse la
grey. Oh, invencible adalid, ayuda
al pueblo de Dios contra la
perversidad de los espíritus que le
atacan y dale la victoria. La Iglesia
te venera como su guardián y

85
patrono, se gloría que eres su
defensor contra los poderes
nocivos terrenales e infernales;
Dios te confió las almas de los
redimidos para colocarlos en el
estado de la suprema felicidad.
Ruega al Dios de la paz que
aplaste al demonio bajo nuestros
pies, para que ya no pueda
retener cautivos a los hombres y
dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras
oraciones al Altísimo, para que
cuanto antes desciendan sobre
nosotros las misericordias del
Señor (Salmo 78, 8), y sujeta al
dragón, la antigua serpiente, que
es el diablo y Satanás, y, una vez
encadenado, precipítalo en el

86
abismo, para que nunca jamás
pueda seducir a las naciones
(Apoc. 20). Después de esto,
confiados en tu protección y
patrocinio, con la sagrada
autoridad de la Santa Madre
Iglesia, nos disponemos a rechazar
la peste de los fraudes diabólicos,
confiados y seguros en el Nombre
de Jesucristo, nuestro Dios y
Señor.

V. He aquí la Cruz del Señor, huid


poderes enemigos.

R. Ha vencido el León de la tribu


de Judá, la raíz de David.

V. Señor, que tu misericordia


venga sobre nosotros.
87
R. Como lo esperamos de Ti.

V. Señor, escucha nuestra oración.

R. Y llegue a Ti nuestro clamor.

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.

Oremos.

Dios y Padre de Nuestro Señor


Jesucristo, invocamos tu santo
Nombre y suplicantes imploramos
tu clemencia, para que, por la
intercesión de la Inmaculada
siempre Virgen María Madre de
Dios, del Arcángel San Miguel, de
San José, Esposo de la Santísima
Virgen, de los santos Apóstoles
88
Pedro y Pablo y de todos los
Santos, te dignes prestarnos tu
auxilio contra Satanás y todos los
demás espíritus inmundos que
vagan por el mundo para dañar al
género humano y para la
perdición de las almas. Amén.

Exorcismo

Te exorcizamos, todo espíritu


maligno, poder satánico, ataque
del infernal adversario, legión,
concentración y secta diabólica,
en el nombre y virtud de Nuestro
Señor Jesucristo, para que salgas y
huyas de la Iglesia de Dios, de las
almas creadas a imagen de Dios y
redimidas por la preciosa Sangre

89
del Divino Cordero. En adelante no
oses, perfidísima serpiente,
engañar al género humano,
perseguir a la Iglesia de Dios,
zarandear a los elegidos y cribarlos
como el trigo. Te lo manda Dios
Altísimo, a quien en tu insolente
soberbia aún pretendes
asemejarte, “el cual quiere que
todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento de la
verdad” (II Tim. 2).

Te lo manda Dios Padre te lo


manda Dios Hijo; te lo manda Dios
Espíritu Santo. Te lo manda la
majestad de Cristo, el Verbo
eterno de Dios hecho hombre,
quien para salvar a la estirpe
90
perdida por tu envidia, “se humilló
a sí mismo hecho obediente hasta
la muerte” (Fil. 2); el cual edificó
su Iglesia sobre roca firme, y
reveló que los “poderes del
infierno nunca prevalecerían
contra ella, Él mismo había de
permanecer con ella todos los días
hasta el fin de los tiempos” (Mat.
28, 20). Te lo manda el santo signo
de la Cruz y la virtud de todos los
Misterios de la fe cristiana. Te lo
manda la excelsa Madre de Dios,
la Virgen María, quien con su
humildad desde el primer instante
de su Inmaculada Concepción
aplastó tu orgullosa cabeza. Te lo
manda la fe de los santos

91
Apóstoles Pedro y Pablo y de los
demás Apóstoles. Te lo manda la
sangre de los mártires y la piadosa
intercesión de todos los Santos y
Santas. Por tanto, maldito dragón
y toda legión diabólica, te
conjuramos por Dios vivo, por Dios
verdadero, por Dios santo, que
“de tal modo amó al mundo que
entrego a su unigénito Hijo, para
que todo el que crea en Él no
perezca, sino que viva la vida
eterna” (Juan 3); cesa de engañar
a las criaturas humanas y deja de
suministrarles el veneno de la
eterna perdición; deja de dañar a
la Iglesia y de poner trabas a su
libertad. Huye, Satanás, inventor y

92
maestro de toda falacia, enemigo
de la salvación de los hombres.
Retrocede ante Cristo, en quien
nada has hallado semejante a tus
obras. Retrocede ante la Iglesia
una, santa, católica y apostólica, la
que el mismo Cristo adquirió con
su Sangre. Humíllate bajo la
poderosa mano de Dios. Tiembla y
huye, al ser invocado por nosotros
el santo y terrible Nombre de
Jesús, ante el que se estremecen
los infiernos, a quien están
sometidas las Virtudes de los
cielos, las Potestades y las
Dominaciones; a quien los
Querubines y Serafines alaban con
incesantes voces diciendo: Santo,

93
Santo, Santo es el Señor, Dios de
los Ejércitos.

V. Señor, escucha mi oración.

R. Y llegue a Ti mi clamor.

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu).

Oremos.

Dios del Cielo y de la tierra, Dios


de los Ángeles, Dios de los
Arcángeles, Dios de los Patriarcas,

Dios de los Profetas, Dios de los


Apóstoles, Dios de los Mártires,
Dios de los Confesores, Dios de las
Vírgenes, Dios que tienes el poder

94
de dar la vida después de la
muerte, el descanso después del
trabajo, porque no hay otro Dios
fuera de Ti, ni puede haber otros
sino Tú mismo, Creador de todo lo
visible y lo invisible, cuyo reino no
tendrá fin: humildemente te
suplicamos que tu gloriosa
Majestad se digne libramos
eficazmente y guardamos sanos
de todo poder, lazo, mentira y
maldad de los espíritus infernales.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

V. De las asechanzas del demonio.

R. Líbranos, Señor.

V. Haz que tu Iglesia te sirva con


segura libertad.
95
R. Te rogamos, óyenos.

V. Dígnate humillar a los enemigos


de tu Iglesia.

R. Te rogamos, óyenos.

(Se rocía con agua bendita el lugar


y a los presentes).

Señor, no recuerdes nuestros


delitos ni los de nuestros padres,
ni tomes venganza de nuestros
pecados (Tobías 3, 3).

Padre nuestro…

CONTENIDO

1. Bendición y exorcismo del


aceite

96
2. Bendición y exorcismo de la
medalla de san Benito
3. Bendición de cualquier
medicina
4. Bendición y exorcismo de
agua y sal
5. Bendición de agua
6. Bendición de una familia
7. Bendición de los esposos
8. Bendición de los niños
9. Bendición de los
prometidos
10. Bendición de una mujer
antes o después del parto
11. Bendición a un anciano.
12. Bendición a un enfermo.
13. Bendición a alguien que va
a viajar

97
14. Bendición de una nueva
casa
15. Bendición de una tienda de
comercio
16. Bendición de una
instalación deportiva
17. Bendición de un vehículo
cualquiera
18. Bendición de un
instrumento técnico cualquiera
19. Bendición de instrumentos
de trabajo
20. Bendición para animales
21. Bendición del campo
22. Bendición de acción de
gracias de los frutos
23. Bendición de las comidas

98
24. Bendición de la corona de
adviento
25. Bendición de un pesebre
26. Bendición de un árbol de
navidad
27. Bendición de las estaciones
del viacrucis
28. Bendición de objetos de
devoción
29. Bendición de un rosario
30. Bendición de un
Escapulario.
31. Oración para imposición
del Escapulario.
32. Bendición de una casa.
33. Rito de la Unción de los
enfermos.
34. Oración de liberación.

99
35. Oración por un difunto
36. Exorcismo contra satanás y
los ángeles rebeldes.

100

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