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Título: Demolición de obras realizadas en contravención al reglamento de administración y abuso del derecho
Autor: Tachella, Diego H.
Publicado en: LA LEY 10/05/2019, 10/05/2019, 5
Cita Online: AR/DOC/967/2019
Sumario: I. El caso en análisis.— II. Cumplimiento del Reglamento de Propiedad Horizontal.— III.
Legitimación activa.— IV. Demolición de obras realizadas en contravención. Abuso del derecho.— V.
Conclusión.
(*)
I. El caso en análisis
En el fallo en estudio, la sala H de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil rechazó la
demanda interpuesta por la accionante, mediante la cual, en su calidad de propietaria de la unidad funcional nro.
1, peticionó la restitución a su estado original de las construcciones hechas en la unidad funcional nro. 2.
Al promover la acción, la parte actora fundamentó su petición alegando que dichas obras no habían sido
autorizadas por el consorcio (compuesto por tan sólo tres unidades funcionales) y que, además, aquéllas la
perjudicaban.
De los considerandos del fallo en análisis se desprenden algunas cuestiones que merecen ser resaltadas:
— Un copropietario que no sea damnificado en forma "directa" en su unidad funcional, pero sí lo es en
relación con las partes o cosas comunes, cuenta con legitimación activa para pedir el cumplimiento del
Reglamento de Administración.
— Si bien debe lucharse por el cabal cumplimiento del Reglamento de Copropiedad como única vía
saludable para mantener la armonía en el seno de la vida consorcial, y que en caso de excesos los comuneros
deben ser obligados a respetar las normas consorciales, disponiéndose por ejemplo la demolición de obras
nuevas que impliquen modificaciones no autorizadas por el ente consorcial, cierto es que importa un abuso del
derecho pretender hacer cumplir el Reglamento cuando quien lo peticiona tampoco lo cumple, y el resto de los
consorcistas tampoco.
Expuestas sucintamente las conclusiones del fallo motivo de este comentario, habré de tratar la cuestión
relativa al cumplimiento del Reglamento de Administración, para luego analizar el tema de la legitimación
activa para pedir el cumplimiento del referido estatuto y, por último, ahondar en la temática atinente a la
demolición de obras realizadas en contravención, con especial tratamiento del instituto del abuso del derecho
(art. 10 del Cód. Civ. y Com. de la Nación).
II. Cumplimiento del Reglamento de Propiedad Horizontal
El Reglamento de Propiedad es un contrato que regula la vida consorcial de un edificio sujeto al régimen de
propiedad horizontal. Opera como una ley, al que, junto a las disposiciones previstas en el tít. V del Código
Civil y Comercial de la Nación (arts. 2307 y ss.) los comuneros y/u ocupantes de las distintas unidades
funcionales deben sujetar su comportamiento.
Aquél representa el vínculo que une a los copropietarios en la gestión de los intereses comunes y constituye,
por lo tanto, el verdadero estatuto inmobiliario regulador de los derechos y obligaciones de la comunidad. Sus
cláusulas constituyen la ley a la que los propietarios deben ajustar sus relaciones recíprocas (1) y se integra al
título suficiente sobre la unidad funcional (art. 2038 del Cód. Civ. y Com.).
Cabe recordar que, conforme a lo previsto por el art. 2036 de dicho Código, aquél debe contener
obligatoriamente: a) determinación del terreno; b) determinación de las unidades funcionales y
complementarias; c) enumeración de los bienes propios; d) enumeración de las cosas y partes comunes; e)
composición del patrimonio del consorcio; f) determinación de la parte proporcional indivisa de cada unidad; g)
determinación de la proporción en el pago de las expensas comunes; h) uso y goce de las cosas y partes
comunes; i) uso y goce de los bienes del consorcio; j) destino de las unidades funcionales; k) destino de las
partes comunes; l) facultades especiales de las asambleas de propietarios; m) determinación de la forma de
convocar la reunión de propietarios, su periodicidad y su forma de notificación; n) especificación de
limitaciones a la cantidad de cartas poderes que puede detentar cada titular de unidad funcional para representar
a otros en asambleas; ñ) determinación de las mayorías necesarias para las distintas decisiones; o)
determinación de las mayorías necesarias para modificar el Reglamento de Propiedad Horizontal; p) forma de
computar las mayorías; q) determinación de eventuales prohibiciones para la disposición o locación de unidades
complementarias hacia terceros no propietarios; r) designación, facultades y obligaciones especiales del
administrador; s) plazo de ejercicio de la función de administrador; t) fijación del ejercicio financiero del
En ese orden de ideas, se ha dicho que la ausencia de legitimación procesal tiene lugar cuando el actor o el
demandado no son las personas especialmente habilitadas por la ley para asumir tales calidades con referencia a
la materia concreta sobre la que versa el proceso (7).
En lo que atañe concretamente al tema en estudio, es dable señalar que, conforme a lo previsto por el art.
2069 del Cód. Civ. y Com., en caso de violación por un propietario u ocupante de las prohibiciones establecidas
en el Código o en el Reglamento de Propiedad Horizontal, el consorcio o cualquier propietario afectado tienen
acción para hacer cesar la infracción.
Así pues, la faz activa para accionar en estos casos pertenece tanto al ente consorcial como a cualquier
propietario afectado.
En cuanto al consorcio, no caben dudas de que su legitimación es amplia y de que no debe argumentar
perjuicio determinado alguno para incoar su reclamo, sino que es suficiente su interés en hacer cumplir el
Reglamento de Administración.
En ese orden de ideas, se ha dicho que aun ante la inexistencia de perjuicios para el consorcio, cuando se
produce una violación a las previsiones legales o contractuales, el consorcio tiene derecho a exigir que se
cumplan las normas dispuestas en interés común, aunque no se ocasione un perjuicio material, no pudiendo
oponerse a éste la ausencia de perjuicios, pues le basta demostrar la infracción cometida, ya que lo que cuenta es
la conducta antijurídica, es decir, la violación a sabiendas de las normas legales y reglamentarias (8).
Por el contrario, con respecto a los copropietarios, las opiniones no son coincidentes. En efecto, existe una
postura que sostiene que la legitimación de los copropietarios para solicitar el cumplimiento del Reglamento es
restringida y sólo pueden peticionarlo quienes hayan sido afectados por la infracción; y otra teoría más amplia,
que asevera que los copropietarios se ven afectados por la sola infracción a las obligaciones impuestas por el
Reglamento de Administración o la normativa legal, y por esa simple cuestión se encuentran legitimados para
ocurrir judicialmente para requerir el acatamiento de dicho estatuto.
Por ejemplo, se ha dicho al respecto que la legitimación activa para instar "la acción" corresponde al
"consorcio" o a cualquier propietario afectado" . Al igual que con la vigencia del art. 6º de la ley 13.512, de las
palabras de la nueva norma se desprende que las infracciones hacen nacer el derecho del administrador a
solicitar el cese por el solo hecho de la perturbación, mientras que el consorcista debe además acreditar el
perjuicio (su afectación) como requisito de procedencia del reclamo (9).
En esa misma inteligencia, se ha sostenido que el copropietario que reclama la demolición de las obras
hechas en infracción debe demostrar que la violación del Reglamento le ocasiona un daño efectivo, mensurable
y demostrable ante la inactividad del consorcio. En cambio, al administrador del consorcio, para poder reclamar
por la construcción de obras en infracción al Reglamento de Copropiedad, le basta con invocar la infracción al
Reglamento, sin necesidad de acreditar, como sí le es reclamado al propietario, la existencia del interés
particular. La circunstancia de ser un consorcio de sólo dos propietarios, que no cuenta con un administrador
designado, no resulta suficiente para que el copropietario que se siente afectado por la obra no deba demostrar el
perjuicio concreto sufrido, ya que la ley no efectúa distingos fundados en esas circunstancias (10).
En ese mismo sentido, se ha dicho que cuando quien demanda no es el consorcio sino uno de los
consorcistas, éste debe demostrar que la transgresión le causa un daño; un perjuicio individual y concreto; una
afectación cierta y personal (11).
En sentido contrario, y en el mismo lineamiento que el seguido en el fallo en análisis, se ha señalado que al
ser todos los consorcistas condóminos sobre las partes comunes, el aprovechamiento de ellas en beneficio
individual supone una usurpación del derecho de dominio que les corresponde a todos y, en consecuencia,
determina la existencia de una lesión patrimonial concreta y directa que afecta a cualquiera de los propietarios
(12).
restituir una unidad al estado anterior, si la acción fue promovida un año y medio después de comenzados los
trabajos, con conocimiento y sin la oposición de aquél (Fallos 289:400).
Por el contrario, se ha dicho que si bien desde un punto de vista económico la destrucción es lamentable, la
actitud de la vecina damnificada no se presenta como abusiva en los términos del art. 1071 del Cód. Civil, pues
resulta afín al objeto tanto de la Ley de Propiedad Horizontal como del Reglamento de Copropiedad y no se ha
verificado un actuar de la actora reñido con la buena fe, ya que la oposición fue manifestada sin dilaciones y de
manera sostenida. Además, tampoco se ha demostrado que exista una desproporción de valores económicos en
relación con el interés lesionado. De todo lo dicho anteriormente se sigue que no corresponde convalidar la obra
de quien, soslayando las disposiciones legales y reglamentarias mencionadas, ha intentado hacer valer los
hechos consumados como argumento para justificar la afectación del derecho de propiedad e intimidad de su
copropietaria vecina. La construcción existente en las terrazas correspondientes a una unidad funcional del
consorcio de propiedad horizontal debe ser demolida, al haberse acreditado que fue realizada sin autorización
alguna en violación al art. 7º de la ley 13.512 y que causa un perjuicio a otro consorcista, al haber generado
nuevas vistas hacia su unidad funcional, afectando asimismo su luminosidad a nivel de los dos pisos que ésta
comprende, con afectación del derecho de propiedad e intimidad (21).
Así, también se ha decidido que resulta procedente demoler o desarmar una construcción antirreglamentaria,
reponiendo el inmueble al estado anterior a la existencia de esas construcciones irregulares. No media abuso de
derecho por parte del consorcio o de un propietario cuando se requiere el cumplimiento de la normativa
consorcial. El reconocimiento de un derecho expresamente consagrado por el Reglamento de Copropiedad y la
orden de cesar en su violación es un simple ejercicio del derecho y no un abuso de éste. El abuso de derecho no
puede ser invocado por el propietario que en su interés particular pretende utilizar partes comunes en su
exclusivo beneficio. En la especie, se trata de un derecho real, que dentro de los confines normales tiene límites
en la ley nombrada con anterioridad y que deben ser respetados por los consorcistas, no encontrándose
justificado que la mera tolerancia o inacción por algún tiempo por el consorcio o un propietario perjudicado
impida el ejercicio posterior de la acción para exigir su fiel cumplimiento. La tolerancia en este caso no puede
ser fuente de derechos para los consorcistas beneficiados con el uso exclusivo de partes comunes, en donde se
colocó un espacio techado y cerrado con aberturas en el espacio común de uso exclusivo. Las obras en cuestión
no fueron aprobadas por unanimidad por la asamblea de consorcistas, violando con ello lo previsto en el
Reglamento de Copropiedad del ente consorcial (22).
En un supuesto similar al aquí estudiado, se ha dicho que las faltas cometidas por uno de los copropietarios
no son compensables con las de los otros, pues ellas no autorizan a proseguir en una cadena interminable de
infracciones que alterarían el orden, el cual es garantía del derecho generado por la ley 13.512 (23). Si otros
copropietarios cometen infracciones reglamentarias corresponderá hacer valer los mecanismos consorciales a fin
de actuar en lo pertinente con ellos, mas tal conducta no autoriza a una diversa infracción de la aquí demandada
(24)
Expuestos algunos antecedentes jurisprudenciales, debe resaltarse que cada supuesto presenta sus propias
particularidades y tiene que ser analizado de acuerdo con las cláusulas impuestas por el Reglamento de
Administración, sin dejar de olvidar distintos principios, como el abuso del derecho, la equidad, la congruencia
y la doctrina de los actos propios.
Concretamente en lo que hace al fallo en cuestión, debe señalarse que en lo que atañe al caso de los
denominados "PH" o "departamentos tipo casa", respecto de los cuales hubo una gran demanda en los últimos
años por poseer muchas unidades patios, terrazas o espacios verdes, o por abonar pocas expensas (o aun en
algunos casos, por no pagar), se presenta una situación particular que merece ser atendida con especial cuidado,
ya que su vida consorcial diaria es muy diferente a la que se vislumbra en entes consorciales donde funcionan
todos sus órganos. En gran cantidad de esos consorcios, establecidos en muchos casos en edificios de
numerosos años con pocos departamentos, el Reglamento de Copropiedad y la normativa de propiedad
horizontal han pasado al olvido, ya que no se celebran asambleas hace años, no hay administrador ni consejo de
administración vigente y no se abonan expensas. Además, en muchas situaciones, muchos propietarios han
modificado sus unidades afectando partes comunes. Por eso, tal como se resolvió en el fallo en análisis,
pretender la demolición de obras nuevas, si no afectan concretamente a los otros propietarios, cuando el resto de
los comuneros también habían efectuado obras clandestinas, importa un abuso del derecho en los términos del
art. 10 del Cód. Civ. y Com.
V. Conclusión
A tenor de lo expuesto en el presente, cabe concluir que si bien el principio es que ninguna obra clandestina
puede ser conservada frente al reclamo del consorcio o, en su caso, de algún copropietario afectado, dicho
principio no es absoluto, ya que en ciertos casos pretender la demolición de la obra o la restitución de las cosas a
su estado anterior importa un abuso del derecho que en algunas circunstancias no puede ser admitido.
(*) Abogado (UBA). Profesor de Elementos de Derechos Reales (UBA). Profesor del Curso de
Capacitación Medio de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil.
(1) LAMBOIS, Susana, en BUERES, Alberto J. - HIGHTON, Elena I. (dirs.), "Código Civil y leyes
complementarias", BUERES — HIGHTON (dirs.), Ed. Hammurabi, t. 5-B, p. 388.
(2) MALIZIA, Roberto, en HERRERA, Marisa - CARAMELO, Gustavo - PICASSO, Sebastián (dirs.),
"Código Civil y Comercial de la Nación", Infojus, t. V, ps. 170/1.
(3) CNCiv., sala K, 22/03/2012, "Macchi Villalobos, Ernesto O. c. Vigo Pedraza, Olga y otros s/
cumplimiento de reglamento de propiedad".
(4) CNCiv., sala J, 18/05/2010, "Djenderedjian, Julio C. c. Brion Folgar, Ángel Juan y otro s/ daños y
perjuicios".
(5) CNCiv., sala H, 27/06/2008, "Consorcio de Propietarios 25 de Mayo 756/58/62 c. Cáceres, Nelly N. y
otro s/ cumplimiento de reglamento de copropiedad".
(6) Conf. CNCiv., sala F, 01/09/2000.
(7) CNCiv., sala B, 22/11/1995, DJ 1196-2-192.
(8) CNCiv., sala L, 17/07/1992, JA 1993-II-174.
(9) ZELAYA, Mario, en LORENZETTI, Ricardo L. (dir.), "Código Civil y Comercial de la Nación
comentado", Rubinzal-Culzoni Edit., t. IX, p. 559.
(10) CNCiv., sala I, 19/12/2017, "F. M. c. M. J. L. s/ interdicto".
(11) CNCiv., sala M, 04/09/1989, L.33.039; ídem, sala K, 15/07/2008, L.113.604.
(12) RACCIATTI, Hernán, en BELLUSCIO, Augusto C. - ZANNONI, Eduardo A. (dirs.), "Código Civil y
leyes complementarias. Comentado, anotado y concordado", Ed. Astrea, t. 11, p. 588.
(13) FLAH, Lily R. - AGUILAR, Rosana I., "Legitimación para el ejercicio de acciones en el régimen de
propiedad horizontal", DJ del 07/12/2011, 9.
(14) LORENZETTI, Ricardo, "Código Civil y Comercial de la Nación comentado", Rubinzal-Culzoni
Edit., t. I, p. 57.
(15) LÓPEZ CASTIÑEIRA, José L., en KIPER, Claudio M., "Propiedad horizontal", Rubinzal-Culzoni
Edit., p. 244.
(16) HIGHTON, Elena I., "Propiedad horizontal y prehorizontalidad", Ed. Hammurabi, p. 261.
(17) HIGHTON, Elena I., "Propiedad horizontal...", cit., p. 262.
(18) CNCiv., sala E, 17/02/2003, "Tucci de Colom, Nélida D. y otros c. Consorcio de Propietarios Av.
Cabildo 370/72/74/76/78 y otros s/ cumplimiento de reglamento de copropiedad".
(19) CNCiv., sala C, 11/10/2000, "Consorcio de Propietarios Paraguay 2629 c. De Castro Pérez, María
Fernanda s/ cumplimiento de reglamento de copropiedad".
(20) CNCiv., sala K, 24/05/1999, "Romay de Barreiro, Carmen y otro c. Cobas, Oscar M. y otros s/ daños y
perjuicios".
(21) CNCiv., sala G, 12/12/2013, "G., G. S. c. O., P. E. y otro s/ acciones del art. 15 de la ley 13.512".
(22) CNCiv., sala D, 19/10/2018, "Consorcio de Propietarios Sánchez de Bustamante 62/64/68 c. Regrouth
SA y otros s/ cumplimiento de reglamento de copropiedad".
(23) CNCiv., sala F, 07/10/1996, LA LEY, 1997-E, 494.
(24) CNCiv., sala M, 10/11/2014, "Rendo, Liliana del Carmen c. Pistorio, Marina A. y otro s/ interdicto".
Voces:
PROPIEDAD HORIZONTAL ~ DEMOLICION DE EDIFICIOS ~ CONSTRUCCION ~ CONTRAVENCION
~ INTERPRETACION JUDICIAL ~ LEGITIMACION ACTIVA ~ ABUSO DEL DERECHO ~
REGLAMENTO DE COPROPIEDAD
Fallo comentado: CNCiv., sala H ~ 2019/02/25 ~ Ruggeri de Beletti, Alida Casilda c. Palomera, Andrea Liliana y otros s/ ordinario.
Cumplimiento de reglamento.