NEA aN ae)
Ultimo gran militar de! Siglo de Oro, héroe en la guerra de los Treinta Afios,
el cardenal-infante don Fernando de Austria inmortaliz6 su valor en la
batalla de Nordlingen frente al temido ejército sueco. Su temprana muerte
truncé la gran esperanza militar de la Espajia imperial.
Em eC nnyuenta Cabrera de Cérdoba,
cronista de la época, que cuan-
do Felipe Ill viajé a Valencia a
recibir a su esposa, Margarita
de Austria, de quince aiios,
“volvié contento della hermosura, buena
‘gracia y discrecién de la Reina’. En 1605
nacié el primer hijo varén, el principe
Felipe Dominico Victor de la Cruz, futu-
10 Felipe IV. Ante tan deseado aconteci-
‘iento se celebraron banquetes,liturgias,
corridas de toros ylos aclamados juegos
de cafias, en donde los contendientes
demostraban sus dotes militares.
Enel Real Sitio deEl Escorial, alas das de
Ia tarde del 16 de mayo de 1609, llegaria
‘al mundo el tercer hijo varén, Fernando
(del segundo, Carlos, apenasse sabenada).
Ese fue un afio clave para el pais. Por un
lado, sealcanz6 la Tregua de los Doce Afios
conlosholandeses, que proporcionaba un
respiro en el largo conflicto bélico en los
Paises Bajos. Por otro, la Corona ordend
Inexpulsién de los moriscos.
Una sélida formacién
Fernando se quedé huérfano de madre
contan solo dos afios. En octubrede 1611,
CON SOLO DIEZ ANOS SE
LE NOMBRO ARZOBISPO
DE TOLEDO, CON LO QUE
lareina Margarita, tras su octavo parto
fen poco mas de una década, fallecié de
una infeccién puerperal. Felipe Ill se con-
vencié de la idoneidad de convertir en
cardenal al pequefio infante. La Corona
consiguié que el papa Pablo V autorizase
el nombramiento de un menor. Asi, con
tan solo diez afios, el niio pasé a ser pur-
purado, Poco después, el 1 de marzo de
1620, se le concedié la titularidad del
arzobispo de Toledo. Se dieron muchas
razones para justificar esta decision. La
principal era que permiia al monarca
cembolsarse la renta de 300,000 ducados
anuales que correspondia a la principal
sede eclesidstica de Espaiia
Elrey no tardé en morir, y Felipe TV acce-
dig al trono. El otro acontecimiento rele
LUN JOVEN FELIPEIV (1605-1665), visto po el pincel de Diego Veliquez. Ceo sobre lenn 1524,
§vantede 1621 fuel fin de a Tregua de los
Doce Afios, deforma que la guerra con los
Paises Bajos se reanud6, Joven e inexper-
10, el nuevo monarca confi la direccién
de los asuntos publicos a Gaspar de Guz-
‘man, conde-duque de Olivares. Un nuevo
equipo de gobierno inicié una politica
imperialista, convencido de que el pacifis-
‘mo del reinado anterior habia provocado
una pérdida de “reputacién” para Espafa,
Para sufragar los gastos de las nuevas con-
tiendas, Olivares propuso que todos los
reinos de la monarquia cooperaran eco:
némicamente en la medida de sus posibi-
lidades, Su proyecto serfa conocido como
“Unién de Armas”. Fuera de Castilla sus-
citarfa una fuerte oposicién,
Bajo la atenta mirada de su hermano
‘mayor, el infante Fernando recibié una
cuidada educacién, como correspondia
alguien de su estatus. Aunque la carre-
ra eclesiéstica, claramente, no era de su
agrado, inicié los estudios teol6gicos, No
legé a concluirlos. Sus intereses se cen-
traban més en la caza, en la equitacién,
enla formacién militar y en el manejo
de las armas, émbitos en los que se mos-
16 especialmente diestr.
INICIO LOS ESTUDIOS
TEOLOGICOS, PERO LO
QUE LEINTERESABA ERA
LACAZA, LA EQUITACION,
EL MANEJO DE ARMAS..
Asimismo, obtuvo una sélida formacién
hhumanista, que incluyé estudios de his-
toria, geografia y mtsica. Leyé alos clé-
sicos de la Antigiedad y legé a dominar
cl francés y el italiano, Tuvo tres profe-
sores notables: uno era Pedro Fernandez
de Navarrete, candnigo de Santiago de
‘Compostela latinista y traductor de Sé-
neca; los otros dos, el maestro Valdivie-
soy el doctor Mira de Amescua, eran re-
conocidos poetas y dramaturgos, entre
ccuyas amistades se encontraban Queve-
do, Lope de Vega o Cervantes.
‘Su posicién en la corte no dejaba de sus-
citar desconfianzas. En aquellos momen.
tos, el rey atin no tenfa hijos. Se temia
{que los nobles pudieran conspirar alre-
dedor de sus dos hermanos varones, el
éLa primera Gran Guerra?
TREINTA ANOS QUE DEVASTARON EL CONTINENTE
e Tertoros de os Austriae
1 Tentterosprotstantes
> Gmina espa
Viera del eardenatitante
XK devotes he Asedos
=r
‘= LA LUCHA POR LA HEGEMONIA EN EUROPA
Los conflctos entre Francia y los Habsburgo, tanto alemanes coma espafcles, as{como
las rvaldades entre protestantes ycatdlicos,alcanzaron su punto culminante en la gue-
tra delos Treinta fos (1618-42), El pats gale, rodeato por terrtoros enemigos, ntenta-
ba eludir su cerco, Primero, Richelieu apoyé a daneses y suecos en sus luchas conta el
‘Sacro Impero, Llegé un momento, sin embargo, en que tuvo que intervenr dectamente.
Cuando la contienda finalz6 en la Paz de Westfalia, as pérdidas humanas eran horiplan-
tes. En Alemania, por ejemplo, la mitad de los hombres habian muerto.
infante Carlos y Fernando, como hipoté-
ticos herederos al trono, Olivares temia
cesta posibilidad, porque, en ese caso, su
poder se veria amenazado.
Virrey en Catalufia
Fernando era de cardcter optimista, va-
liente yresuelto, Felipe IV no iba a dudar
‘en otorgarle importantes responsabilida-
des. La primera ocasién se presenté con
motivo del viaje real a Barcelona en 1632,
donde debian reunirse de nuevo las Cor-
tes de Cataluia que se habfan suspendido
seis afios antes. Con el titulo de virrey, el
cardenal-infante partié hacia Barcelona
junto a su hermano mayor.
‘Ademés de todo un entrenamiento poli-
tico, laestancia de Fernando en Barcelo-
1na, quese prolongaria hasta abril de 1633,
‘enfa como principal objetivo conseguir
que los catalanes accedieran a realizar
luna aportacién econémica a la Corona.
‘No hubo acuerdo, de modo que las Cortes
no llegaron a clausurarse.
Enel transcurso de esos meses surgié un
enfrentamiento con el conde-duque. Fer-
nando envié a Madrid una cartaen|a que
solicitaba instrucciones precisas sobre su
futura actuacién en Talia yFlandes. Entre
‘tras cosas, eclamaba un poder superior
al de los virreyes. Olivares respondi6,
enérgico, cratando de frenar los impetus
del joven. Este no se arredré y retrasé su
partida de Barcelona. Alegé que carecia
de suliciente autoridad, asi como la esca-
sez de tropas y de dinero. Tras un breveintercambio de correspondencia y la in-
tervencién del Consejo de Estado, Fernan-
do acaté las 6rdenes del rey. El mismo dia
que arribaba con su flota de dieciocho
galeras a la bahfa de Génova le lleg6 el
nombramiento de vicario general de Ita-
lia, muy por encima del virrey
Una vida nueva
Gon su legada a Italia, Fernando deja
atrés su etapa de formacién, sus devaneos
amorosos pese al habito rojo y sus disen.
siones con el conde-duque, que pasado
cl tiempo se trocarfan en respeto y amis-
tad, Escoltado por 4,000 infantes del
cito de Lombardia, continué viaje hacia
cuyo gobernador era el general
mez, Suarez. de Figueroa, duque de
Feria, El plan era que mientras las tropas
del duque de Feria entraban con su ejér-
n Alemania, el infante lo sustituy
yalmente como gobernai
En palabras de Henry Kamen, “Espana
se encontraba tal vez.en elmo
toria como
tencia imperial. Tenfa que cuidar funda:
rento més
norte de Italiay Bélgica”. En Bélgica, por
EN FLANDES MURIO
ISABEL CLARA EUGENIA,
TIA DE FELIPE IV, Y ESTE
DESIGNO A FERNANDO
COMO SUSTITUTO
su parte, el ejército
sstaba presente en
ras frentes de los que podia atender.
Por otra parte, ante la continua amenaza
deFrancia, cuya politica
‘manos del cardenal Richelieu, y los pro
blemas en el norte de Europa, Espafia per-
mitié que el ejército de Lombardia tomara
parte en la campafia alemana, iniciando
asi una destacadisima intervencién en la
{guerra de los Treinta Aiios. En octubre de
1633, las tropas del duque de Feria, junto
alas del duque de Baviera, arrebatan alos
franceses la fortaleza de Breisach, punto
crucial en el trayecto que comunicaba Ita-
lia y Flandes, el eélebre Camino Espafol
En Flandes, mientras tanto, se producla
tun nuevo escenario politico. A finales de
{ese mismo afio murié ali Isabel Clara Eu-
orestabaen
-genia, tia de Felipe IV. Para sustituira co
‘mo gobernadora, el rey designé a Fernan-
do, con drdenes de que partiese hacia
Bélgica lo antes posible, Elcardenal-infan-
te reunié un ejército con el que iniciar su
viaje, Debia tomar posesién de su cargo
‘en Bruselas, pero, sobre todo, debia llevar
refuerzos en ayuda de los Habsburgo aus-
triacos contra el poderoso ejército sueco,
Por fin, 1 30 de 1634, salié de
Milan al frente de un ejército de dieciocho
mil hombres, del que formaban parte dos
tercios espaiioles al mando del conde de
Fuenclara y del veterano Martin de Idi
quez, Elcardenal-infante debia encontrar-
seen el Danubio con su primo, Fernando
de Hungria, comandante de las tropas
imperiales y futuro emperador.
Enese contexto de guerra
to imperial catdlico frente a los suecos y
los protestantes alemanes, Fernando de
Hungrfa mantiene sitiada la ciudad
ptre el ejérci-Nérdlingen. Las tropas protestantes,
pitaneadas por el duque Bernard de Sa-
jonia-Weimar y el mariscal sueco Gustav
Horn, instigan alos catélicos para entrar
cn batalla, Pero estos prefieren esperar
Ja llegada del cardenal-infante.
E12 de septiembre de 1634 se produce el
encuentro entre los das Fernandos, cuyo
abrazo fraternal, reflejo dela unién entre
lasdos ramas de la familia Habsburgo, fue
inmortalizado por el taller de Rubens
ENCUENTRO del cardenl-nfnteyFermandode
Hung en Norge, 154 all de Rubens
Héroe de Nérdlingen
Tres dias después, Horn, que desconocia
lainferioridad numérica de sus efectiv
ordend el ataque sobre
lina de Albuch, defendida por el tercio
de Idiéquez, Las primeras cargas con-
siguieron desarbolar a los regimientos
‘alemanes, mientras que italianos y espa-
fioles mantenfan la linea. A pesar de su
inexperiencia, el cardenal-infante, muy
cerca de la accién, impartia érdenes y
CARDENAL-INFANTE
participaba activamente en a batalla. En
determinado momento, un capitén que
ontraba a su lado murié de un dis-
Te sujeté en sumontura
para que no cayera al suelo.
le infanterfa strié el
«que aguant6 con una for-
sperté el asombro de sus
"Avanzaron con paso tran-
quilo cerrados en masas compactas [..],
sin duda alguna, la infanterfa més fuerte
con la que he luchado nunca’
En vista del muro de picas y mangas de
6 al que se enfrentaban,
suecos emprendieran la retirada perse-
guidos por los espafioles e italianos. Mu-
rieron siete mil hombres del ejército
protestante y seis mil fueron hechos pri-
sioneros. Cuando la noticia dela victoria
é a Espa, el conde-duque de Oliva:
afirmé que se trataba de
ctoria de le €poca
arcabuce
res, encanta
la mayor
El 4de noviembre de 1634, convertido en
héroe legendario tras Nordlingen, el car-
denal-infante entraba victorioso en Bruse-
s portando lae
vvara su isabuelo el emperador Carlos V
CUANDO LA NOTICIA
DELA VICTORIA LLEGO
AESPANA,
ada que afios atré lle-
cn la batalla de Midhlberg. En abril del
siguiente afo desflé triunfal a su llegada
ala ciudad de Amberes. Los preparativos
de tal acontecimiento, conocido como la
oyeuse Entrée, fueron encargacosal maes:
tro Rubens, Fueron dias gloriosos. Don
Fernando simultaneaba el cargo de gober-
nador general de los Paises Bajos con la
‘mxima jefatura del ejército espatiol alli
gentado. A pesar de los conflictos int
nos en su gobierno, con enfrentamientos
mas que evidentes entre los ministros (la
celcardenal-infante se gan
yelrespeto de sus stibditos.
Todasu gloria militar quedé r
lamaestria barroca del pintor
cuyo cenit corresponde, quiz’,
ogidabajo
eAmberes,
JaimagenPLACERES DE LA CARNE
Fernando no solo abandoné las ocupaciones eclesisticas
por las militares; también prescindié del voto de castidad.
EL HECHO DE que el cardenal-in-
{ante nose hubiera casado no significa
bani mucho menos que careciese de
aficién por los placeres carnales, “Los
‘res hermanos eran truenos en fo de per-
‘seguir mujves escibe el bidgrafo Luis
Reyes Blanc. En el mismo sentido, el
‘emajador veneciana Maceniga, en'un
informe oficial en el que se refiere aun
cecuestre para conmemorar Nérdlingen,
‘Son bien conocidos, igualmente, los mag-
nificos retratos que lehicieran Velézquez,
‘Van Dyck o Crayer, entre otros.
En Jas semanas siguientes aleanzé una
serie de éxitos militares, primordialmente
contra los holandeses, Ante tales victorias,
‘ademés de la de Nordlingen, el cardenal
Richelieu decidié que la nica manera de
parara Fspaiiaera declarandolela guerra
Unejércitofranco-holandés, formado por
sesenta mil hombres, se hizo con varias
localidades de Brabance y siti la ciudad
de Lovaina, aunque finalmente no consi-
{guid tomarla, Por su parte, el cardenal-
Infante se centré en proteger las vias de
‘comunicacién y conquisté posiciones es-
tratégicas, especialmente Esquenque
(Schenkenschanz, actual Alemania). Tal
cera la importancia de esta plaza que en
una carta dirigida a Fernando, Olivares,
‘con st habitual tono exagerado, escribié
‘Sin el Squenque no hay nada, aunque se
cardenal-infante de apenas 21 afos, de-
tall: “Algunos desérdenes juveniles le
han obligado a guardar carna mas de
una vez en las aos pasados",
DE TALES ANDANZAS queda
‘onstanca en dos vistagoslegtimos: un
hijo, don Fernando de Austria y una hi=
ja, dora Mariana, que nacié en Bruselas
126 de julio de 1641 solo unos meses
antes de la muerte de su padke, Picti-
‘camente a inca referencia que se tiene
deli es el testimonio del embajador
‘esnatolen Roma, que el Bde febrea de
1867 informa de la legada de este al se-
cretario de Estado de Espana,
Lai inges6 a las 5 afios en el monas-
terio de as Descalzas Reales de Machi,
donde profesé alos 15 y pasé su vida
hasta sufallecimianta alos 74 afos de
‘edad. Como recordatoro desu pas0 por
cel convento se encuentra un cetrato suo
bajo elnombre de “La Serenisina Sehora
Sor Mariana dela Cruz y Austria (en el
entra). Fue latina representante del
rama espafola dela casa de Austra.
TRAS LA TOMA DE
CORBIE POR FERNANDO,
EL PANICO SE APODERO
DE PARIS, Y LA FAMILIA
REAL FUE EVACUADA
tome Paris, ycon él, aunque se pierda Bru
selas y Madrid, lo hay todo”,
Elafio de Corbie
En la primavera de 1636, el cardenal-in-
fante tomé una decisién sorprendente y
seaptoxims la frontera francesa. Penetts
por el norte ¢ inicié el asedio de Corbie, a
poco mas de 100 km de Paris. El 15 de
agosto, a los nueve dias de iniciar el ase-
dio, Ia plaza fuerte se rindié,
El pénico se apoderé de la capital fran-
esa. La familia real, excepto el rey, fue
‘evacuada, El monarca y el cardenal Ri-
ENTRADA TRIUNFAL del arena-infante en
“Anibers, por Janvon den Hoecte, 1654-5,chelieu se pusieron al frente del ejércico
yennoviembre recuperaron Corbie. Fer-
nando tuvo que retirarse, al no llevar
tropas suficientes para ir tan lejos. El
historiador Jon H. Elliott recoge que el
conde-duque, al enterarse de la noticia,
solo deseaba “acostarse y morit”
Corbie fue seguido por tna serie de de:
srotas que socavaron la hegemonia militar
espafiola, Se perdieron ciudades capitales
como Breda o Arras, o el punto estratégi-
code Breisach, en el Rin. Con tal enclave
en poderde Francia, el trayecto por tierra
‘hasta los Paises Bajos quedaba interrum-
pido, y solo era viable la ruta maritima
através del canal de la Mancha. La dismi-
nucién de la presencia naval en el norte
de Europa (segiin Kamen, “es posible que
entre 1638 y 1639 la armada espafola
perdiera alrededor de cien buques de gue-
ra") supuso un fuerte golpe @ las aspi-
raciones de Fernando de recuperar la
iniciativa en la guerra de Flandes. Por otra
parte, lasrebeliones en Portugal y Catalu.
‘ha no hicieron més que aumentar el des-
gaste de la monarquia.
Fernando cayé enfermo, yel 9denoviem-
bre de 1641, alos 32 afos de edad, falle-
cié en Bruselas, vietima de unas fiebres
tercianas. Fue una pérdida inesperada
que dejé huérfano al Imperio espaiiol de
suumejor general. Cuando el conde-duque
de Olivares comunieé al rey la noticia,
Felipe IV, en contra del estricto protoco-
To propio de la corte, roto de dolor, lors
invadido por el desconsuelo.
PARA SABER MAS
ocnaria
srr fs H. El nde Duque de Ol
vores Bacar: en 202
usaf, Gregorio. Ef Conde-Duque de
Olivares. La pasién de manda Madi
Fspasa Cae, 2008
reves suave, Liss, El Cardenal Infante.
Biograffaen siete retratos. Madi rdy-
rion, 2012
cath, Henry. Peder y gloria, Los héroes
de la Espaha imperial. Madi: Esp3s3 Ca:
pe 2000.
tanriez taiez, Fernand y shncrezo8
Toca, Jose Marla. Tecios de Expafa. La
Infanteria legendaria. Maid: EDAF, 2008.
ann, Geoffrey. El eérite de Flandes y
1 Camino Espa, 15671659. Made
‘lanes, 2000,