ENSAYO

TÍTULO XII: DEL RÉGIMEN ECONÓMICO Y DE LA HACIENDA PÚBLICA.

En el siguiente ensayo se aborda el título XII: Del régimen económico y de la hacienda

pública de la constitución política de Colombia de 1991, compuesto por 6 capítulos que van
del artículo 332 al 373. Se realiza un paneo por este título con el fin de dar a conocer aspectos
importantes y analizar cómo esta legislación obra en el país.

Para empezar La Constitución Política es la máxima ley. Como ella misma lo dice es la norma
de normas. En otras palabras, es un conjunto de reglas que establece la forma en que debemos
comportarnos todos los que vivimos en Colombia para que exista bienestar y podamos vivir
en paz. Estas normas establecen los derechos y garantías que tenemos los colombianos para
poder construir un país mejor. En el título XII de la constitución en las disposiciones
generales del capítulo 1, indica que el estado es propietario del subsuelo y de los recursos
naturales no renovables. Debido a que la exploración y la explotación de recursos naturales
es una fuente de capital para la nación. Por esta razón es el gobierno quien puede dar los
permisos y cancelar los contratos que sean necesarios para la explotación del mismo. A pesar
de que se tomen medidas para disminuir el impacto negativo, nuestros ecosistemas se ven
afectados.

Continuando con el título en el art. 333 que habla de la libertad económica para el desarrollo
empresarial con límites del estado. Quiere decir que el gobierno es el que dispone las
condiciones para que se dé. Actualmente, Colombia entre 162 países ocupa el puesto 105 en
cuanto libertad financiera subiendo 7 escalafones comparado con el de años anteriores.
Entonces, es un notorio avance en la materia. En el art. 336 encontramos como se distribuyen
los recursos de renta de los monopolios de suerte y azar se dirigen para la salud y los de los
licores para salud y educación. Todos esos aportes son los que subsidian los servicios de
salud a población vulnerable y se hacen inversiones en educación.
Por otra parte, El Departamento Nacional de Planeación se constituye como la unidad rectora
de planificación en el país, razón por la cual debe dirigir el proceso de formulación del Plan
Nacional de Desarrollo (PND), y coordinar la inclusión de los comentarios pertinentes por
parte del Consejo Nacional de Planeación, el Consejo Nacional de Política Económica y
Social -Conpes- y demás actores de la sociedad civil. Así mismo, el DNP debe desarrollar
las orientaciones de planeación impartidas por el Presidente de la República y coordinar el
trabajo de formulación del Plan Nacional de Desarrollo con los ministerios, departamentos
administrativos y entidades territoriales. En caso de que el actual mandatario no tuviese
aprobado su plan nacional de desarrollo estaría vigente el del mandato anterior. Para ello
deben fijarse unos propósitos y objetivos que va a largo plazo, metas y prioridades a mediano
plazo y las estrategias a corto plazo. Esto va dirigido a todos los ámbitos social, económico,
político y cultural.

Para finalizar se va a abordar la distribución presupuestal departamental, que son los recursos
que se van para los departamentos y municipios allí son distribuidos según las necesidades y
los proyectos que se estén llevando a cabo. Pero, tienen prioridad las personas de escasos
recursos en situación de vulnerabilidad.

REFERENCIAS:

Título XII. [Const.] (1991). 2da Ed. Legis.

Laura Marcela Pinzón Martínez

Grupo 8

Constitución Política
PARA HABLAR DEL RÉGIMEN ECONÓMICO Y DE LA HACIENDA
PÚBLICA EN
COLOMBIA

Yina Marcela Agudelo Tafur

El siguiente escrito está basado en el Título XII de la Constitución Política de Colombia de

1991, referido al Régimen Económico y a la Hacienda Pública. Por lo tanto, se ahondará en
artículos y capítulos de este título que permita comprender cómo se manejan los distintos
presupuestos en Colombia y en sus respectivas entidades territoriales, trazando una línea
crítica que depara en el fenómeno de la corrupción.

Inicialmente, el artículo 333 de la C.P.C plantea que existe una libertad económica mediada
por los límites que imponga el Estado en tanto se esté afectando el interés social, el ambiente
o el patrimonio cultural. Al respecto, el Instituto Cato le otorga a Colombia, para el 2018, un
puntaje de 6,50 sobre 10 en temas de libertad económica. Lo cual, parece no ser tan malo.
Sin embargo, se puede apreciar un déficit en las tasas de empleo para los colombianos.

En consecuencia, del artículo 333, se menciona que el Estado intervendrá en la explotación

de los recursos naturales (art. 334) y, en el artículo 335, se fijan el destino de las rentas de
los monopolios lícitos colombianos (suerte y azar, licores) hacia la salud y la educación. Lo
cual, genera un gran interrogante respecto a la manera en como se distribuye ese dinero
puesto que, la educación colombiana cada vez tiene más necesidades que el Estado parece
no poder o no querer satisfacer.

En el capítulo 2 del título en mención, se establece lo concerniente a los planes de desarrollo,

de carácter vital para la ruta de gobierno de las entidades territoriales y el país en general. En
el artículo 339, se especifica que este debe contener propósitos y objetivos, metas, prioridades
y estrategias y orientaciones de la política, económica, social y ambiental, a corto, mediano
y largo plazo. No obstante, estos planes de desarrollo no deben establecerse de manera
arbitraria sino de acuerdo a las necesidades de cada territorio. Asimismo, se debe crear un
Plan de Inversiones Públicas sujeto a la Dirección de Inversiones y Finanzas Públicas,
estancia donde se liga la planeación, programación y seguimiento de programas y proyectos
con dicha inversión pública.

De este modo, se da lugar al Sistema General de Participaciones (transferencias que por

mandato nacional se desplazan del nivel central a los subnacionales), el cual debe
incrementarse anualmente. De este Sistema se ahonda en el capítulo 3, del presupuesto
nacional, donde se fija que cada gobierno debe presentar anualmente al Congreso el
presupuesto de rentas y Ley de Apropiaciones que para el año 2019, según la Ley 1940 del
2018, está en 229.817,588,608,569.

Para regular el presupuesto nacional, habrá un Contador general de la Nación, quien para el
periodo de gobierno de Iván Duque es, Pedro Luis Bohórquez Ramírez.

En el artículo 355, se fija que el gobierno podrá celebrar contratos con entidades privadas de
reconocida idoneidad para el desarrollo de programas que se fijen en el Plan de Desarrollo.
Sin embargo, resulta preocupante que desde esa condición de idoneidad, se celebren tantos
contratos de corrupción en los que el país se ha visto afectado no solo económicamente sino
también respecto a los derechos fundamentales de su población. Al respecto, hay un
sinnúmero de casos como el de los contratos de alimentación escolar en Cesar en los que se
robaban millones de dinero mientras los niños de los colegios recibían como alimento una
papa, un huevo, y una rodaja de mango. Sin mencionar aquellos como “el carrusel de la
contratación”, “Foncolpuertos”, entre otros.

En el artículo 360, se ahonda respecto a las regalías que genera la explotación de recursos no
renovables en Colombia, puntualizando en el Sistema General de Regalías, en el que se
destinan recursos a educación y ciencia, ahorro público, ahorro pasivo pensional, proyectos
para el desarrollo, aumento de la competitividad económica, entre otras.

Finalmente, en el artículo 364 se fija que el endeudamiento interno y externo de la Nación

no deberá exceder su capacidad de pago. No obstante, se sabe que para el 2018, la deuda neta
del Gobierno alcanza el 42,6 del PIB. El país se ha acostumbrado, desde hace muchos años,
a recurrir al endeudamiento con la banca internacional, llegando a un déficit fiscal que hace
que cada año, el dinero para inversión y progreso cueste más.
En conclusión, el presupuesto colombiano está sectorizado en varios sistemas que intentan
hacer que su distribución sea transparente. Sin embargo, los casos y ejemplos del día a día
reportan que esa intención se queda en ello, deseos de que el presupuesto se destine con
mayor medida a la educación y a la salud con el fin de tener una vida más digna.

REFERENCIAS: Título XII. [Const.] (1991). 2da Ed. Legis.