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ENTRADA:

Así como la Madre de Jesús y los discípulos acompañaron a Jesús en las bodas de Cana, hoy “la Eucaristía
es el lugar privilegiado del encuentro del discípulo con Jesucristo. Con este Sacramento, Jesús nos atrae
hacia sí y nos hace entrar en su dinamismo hacia Dios y hacia el prójimo. Nos ponemos de pie y
comenzamos la misa cantando

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.

1ª. LECTURA: (Is 62, 1-5)


En este texto del Antiguo Testamento, se nos muestra Dios como el esposo de su pueblo, a quien ama con
un amor entrañable, a pesar de sus contiunas deslealtades.

SALMO RESP.: (95, 1-3. 7-10a.c.)


R. Anuncien las maravillas del Señor por todos los pueblos.

2ª. LECTURA: (1Co 12, 4-11)


Pablo nos manifiesta la diversidad de dones que el Espíritu suscita dentro de la comunidad,
advirtiéndonos su importancia para el para el bien común.

EVANGELIO: (Jn 2, 1-11)


Jesús, se nos muestra realizando un signo, en una verdadera manifestación de su gloria y un anticipo del
signo por excelencia: la entrega de sí mismo, de su vino, de su sangre, a la Iglesia.

De pie cantamos el aleluya y escuchamos el Evangelio.

ORACIÓN de los fieles

A cada intención respondemos: Te lo pedimos, Señor

Por la Iglesia, Madre y Maestra de todos los pueblos; para que, descubriendo las necesidades de los más
pobres, promueva por ellos obras de solidaridad. Oremos

Por el Papa, Obispos y sacerdotes, para que nos guíen siempre en el trabajo de construcción de una
auténtica comunidad, donde el amor fraterno sea el signo distintivo entre todos sus miembros. Oremos

Por los hogares de nuestro País, golpeados por las inclemencias climáticas para que encuentren la
colaboración adecuada y la fortaleza a través de nuestro compromiso de rezar por ellos. Oremos

Por nuestra comunidad, plena de los dones del Espíritu; para que sepa respetar la diversidad de talentos que
hay entre nosotros. Oremos

OFRENDAS: Así como los sirvientes de Caná llenaron los recipientes para la bebida de la fiesta, nosotros
presentamos los dones de pan, vino y agua que serán comida y bebida en el sacramento de la Eucaristía.

COMUNIÓN: Así como los invitados en las bodas de Caná, nosotros también estamos de fiesta con Jesús y
somos invitados a su mesa. Nos acercamos a comulgar.

DESPEDIDA: Las palabras de la Madre de Jesús trascienden el instante en Caná de Galilea y se convierte
en consigna para todos los que queremos ser discípulos misioneros y misioneras de su Hijo: “Hagan todo lo
que Él les diga”.

Nos despedimos cantando...


ENTRADA:
En este sexto domingo del tiempo ordinario, nos encontramos reunidos en el nombre del
Señor que hoy nos propone vivir conforme a las bienaventuranzas. Éstas nos muestran que
la felicidad cristiana pasa por el desapego de lo transitorio de la vida y nos encamina al
cielo, en el amor a Dios y al prójimo.
Nos ponemos de pie y comenzamos esta Santa Misa cantando.

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.


1ª. LECTURA: ( Jer 17, 5-8)
En este texto del Antiguo Testamento, el Profeta elogia al que, por sobre todo lo material,
confía plenamente en el Señor y sigue sus caminos.
SALMO RESP.: (Sal 1, 1-4. 6) R. ¡Feliz el que pone en el Señor su confianza!

2ª. LECTURA: ((1Cor 15, 12. 16-20)


Pablo nos hace ver claramente que lo más importante es la fe que tenemos en Cristo como
único centro de nuestras vidas y como salvación eterna

EVANGELIO: (Lc 6, 12-13. 17. 20-26)


En el Evangelio Jesús anuncia a la gente su Palabra de salvación a través de la enseñanza
de las bienaventuranzas.
De pie cantamos el aleluya y escuchamos el Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES.


A cada intención respondemos: Jesús resucitado, escucha nuestra oración.

Por toda la Iglesia, para que, a la luz del Evangelio, se mantenga abierta a las necesidades de
todos los hombres Oremos

Para que por la guía segura del Santo Padre y nuestros Obispos, sin importarnos las críticas y
los rechazos de este mundo, tengamos la fortaleza de vivir y anunciar la verdadera felicidad:
el trabajar por el Reino de Dios, Oremos

Por los pobres, los que tienen hambre, los que lloran y los que son perseguidos a causa del
Evangelio, para que confíen en las promesas de Dios. Oremos

Por nuestra comunidad parroquial, para que nos motiven siempre las bienaventuranzas y
manifestemos los valores evangélicos que la sociedad hoy menosprecia. Oremos…

OFRENDAS: Hay más felicidad en dar que en recibir, enseña el Señor. Por eso, al presentar
los dones de pan y vino, renovemos el llamado a ser don para los demás

COMUNIÓN: Recibir el Cuerpo del Señor alimenta nuestra felicidad, porque nos une a
él.Vayamos a recibir a Jesús sacramentado cantando.

DESPEDIDA: El anuncio que proclama Jesucristo es un anuncio que debemos tomarlo


seriamente, creerlo de verdad y comenzar, a realizarlo en todo lo que sea posible, comenzando
por nuestras propias vidas. Ese debe ser nuestro compromiso. Nos despedimos cantando...
ENTRADA:
Queridos hermanos, hoy, segundo domingo de Cuaresma, la liturgia nos invita a fijar la
mirada en Cristo transfigurado. En la transfiguración, los discípulos experimentan una gran
felicidad y fortalecen su fe. Que la Luz resplandeciente de Cristo sea también para nosotros
una oportunidad de reafirmar nuestra fe en Jesús y nuestro deseo de escucharlo y seguirlo.
Nos ponemos de pie y comenzamos esta Santa Misa cantando.

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.


1ª. LECTURA: (Gn 15, 5-12. 17-18)
Dios selló una alianza con Abrahán, figura de la que sellaría en la plenitud de los tiempos,
por medio de su Hijo, alianza de la que nace nuestra vida.

SALMO RESP.: ( Sal 26, 1. 7-9. 13-14) ) R. El Señor es mi luz y mi salvación.

2ª. LECTURA: (Flp 3, 17 – 4, 1)


La resurrección es el camino de los creyentes, por eso debemos comportarnos como
ciudadanos del cielo, sin permanecer atados a las cosas y dificultades de la vida.

EVANGELIO: (Lc 9, 28-36)


Pedro, Santiago y Juan son testigos de la transfiguración del Señor. A ellos y a nosotros se
nos invita a escuchar, interiorizar y hacer vida su palabra

De pie escuchamos el Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES.


A cada intención respondemos: "SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE"

OFRENDAS: Sobre la mesa del altar, junto al pan y el vino, presentemos a nuestro Padre un
sincero deseo de cambio profundo de nuestras vidas.

COMUNIÓN: Hemos recibido la luz de la Palabra de Dios, la palabra del Hijo eterno del
Padre. Ahora vayamos a recibir su cuerpo, que ilumina las tinieblas de nuestro interior.

DESPEDIDA: En este camino de Cuaresma,somos llamados a transformar nuestras vidas en


la fidelidad a la Palabra y en la fuerza del amor. Esa es la santidad a la que nos convoca el
Rostro Transfigurado del Hijo de Dios.

Nos despedimos cantando...


ORACIÓN DE LOS FIELES.
A cada intención respondemos: "SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE"

Por todos los cristianos, para que vivamos siempre llenos de la luz y la alegría de la fe y
encontremos el rostro de Dios en el transcurrir de nuestra vida diaria. Oremos

Por el Papa Francisco, el obispo Eduardo Martín y todos los sacerdotes, en especial por el
Padre Hernán, para que, llenos de paz y alegría hagan brillar la luz del Evangelio en la
comunidad. Oremos

Por los jóvenes, los educadores, los científicos, los técnicos, los legisladores, los gobernantes,
y por todos los que colaboran en transfigurar este mundo; para que el común esfuerzo de todos
fructifique en una sociedad mejor, según el proyecto de Dios Oremos

Por los que sufren, los enfermos, los abandonados, los que han quedado sin trabajo, los pobres
y las víctimas de la inseguridad, para que encuentren el acompañamiento de tu amor y bondad
infinita. Oremos.
DOMINGO DE RAMOS.COLOR ROJO
Mástil: palmas para sacerdote y monaguillos-acetre con hisopo-turubulo y naveta-carbon
incienso-fósforo-micrófono-parlante-cruz;con olivo y velas-misal pág 222
Saludo Incial.Bendición de Ramos.
Evangelio: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas Lc 19, 28-40
Escuchemos ahora, en el Santo Evangelio, el relato de la entrada de Jesús en Jerusalén. Él es
el Mesías, que nos trae la salvación, muriendo y resucitando por nosotros. Por eso entra con
sencillez, porque Él no viene a dominar sino a servir
Procesión. Se indica que los fieles van detrás del Sacerdote.
Orden: turibulo y naveta-cruz y velas-misal-sacerdote y monaguillos-fieles

La casulla tiene que estar preparada en la sede,color roja.

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.

1ª. LECTURA: (Is 50, 4-7)

El Profeta nos habla de un hombre que es totalmente fiel al Señor; que en medio de los
sufrimientos mantiene la esperanza en Dios. Lector:_____________

SALMO RESP.: Se canta

2ª. LECTURA: (Flp 2, 6-11):

Jesús siendo Dios, tomó la condición humana, humillándose hasta aceptar la muerte en la
cruz y así darnos la vida eterna. Lector: __________

LECTURA DE LA PASIÓN El itinerario de la Pasión se inicia con la Última cena: el pan


partido será como el Cuerpo del Señor que, pendiendo de una cruz, da vida al mundo.
Lectores:________________
ORACIÓN DE LOS FIELES.

A cada intención respondemos: Jesús, Hijo de Dios, escúchanos

 Por la Iglesia, edificada sobre los apóstoles, para que guiada por el Papa Francisco se
sienta llamada a su conversión y pueda transitar un comprometido camino hacia la
misericordia y el perdón. Oremos.

 Por todos aquellos que son perseguidos y por los que viven situaciones de injusticia,
para que no decaiga su certeza en la victoria pascual, que triunfa sobre el mal. Oremos.

 Por las personas que se han alejado de la Iglesia, para que descubran en la Pasión de
Cristo el gran amor de Dios. Oremos.

 Por cada uno de nosotros, para que sepamos cuidar con amor y ternura a quien tenemos
a nuestro lado y desterremos de nuestro corazón la envidia, la calumnia, la soberbia y la
mentira. Oremos.

OFRENDAS: Entreguemos los dones del pan y el vino para comenzar también nosotros
nuestro ofrecimiento como nos ha mostrado el Señor.
COMUNIÓN: Este camino de la cruz por el que peregrinamos, es el único que nos puede
llevar al Cielo alimentándonos del Cuerpo y Sangre de Cristo para fortalecernos en este
caminar.
DESPEDIDA: Hemos iniciado la Semana Santa, comprometámonos a celebrar en
comunidad cada día los misterios de la Pasión del Señor
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 22, 66a; 23, 1b-49
No encuentro en este hombre ningún motivo de condena

C. Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los
sumos sacerdotes y los escribas. Y comenzaron a acusarlo, diciendo:
S. «Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión,
impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías.»
C. Pilato lo interrogó, diciendo:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
+ «Tú lo dices»
C. Le respondió Jesús. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud:
S. «No encuentro en este hombre ningún motivo de condena.»
C. Pero ellos insistían:
S. «Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y ha
llegado hasta aquí.»
C. Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo. Y habiéndose asegurado de
que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. En esos días, también
Herodes se encontraba en Jerusalén.

Herodes y sus guardias lo trataron con desprecio

C. Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por lo
que había oído decir de él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su presencia. Le
hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada. Entre tanto, los sumos
sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con vehemencia.
Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo, lo
cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo a Pilato. Y ese mismo día,
Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se hicieron amigos.

Pilato entregó a Jesús al arbitrio de ellos

C. Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les dijo:
S. «Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la
rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo de
condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto
a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte.
Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad.»
C. Pero la multitud comenzó a gritar:
S. «¡Qué muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!»
C. A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y
por homicidio.
Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús. Pero
ellos seguían gritando:
S. «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!»
C. Por tercera vez les dijo:
S. «¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la
muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad.»
C. Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía
cada vez más violento. Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. Dejó en
libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a
Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.

Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí

C. Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo
cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. Lo seguían muchos del
pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por
él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo:
+ «¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.
Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las estériles, felices los senos que
no concibieron y los pechos que no amamantaron! Entonces se dirá a las montañas:
¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: ¡Sepúltennos! Porque si así tratan a la leña
verde, ¿qué será de la leña seca?»
C. Con Él llevaban también a otros dos malhechores, para ser ejecutados.

Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen

C. Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron junto con los
malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía:
+ «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»
C. Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos.

Éste es el rey de los judíos

C. El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían:


S. «Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!»
C. También los soldados se burlaban de Él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le
decían:
S. «Si eres el rey de los judíos, ísálvate a ti mismo!»
C. Sobre su cabeza había una inscripción: «Éste es el rey de los judíos.»

Hoy estarás conmigo en el Paraíso

C. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:


S. «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.»
C. Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la
misma pena que Él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras
culpas, pero Él no ha hecho nada malo.»
C. Y decía:
S. «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino.»
C. Él le respondió:
+ «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.»
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu

C. Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra
hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús, con un
grito, exclamó:
+ «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.»
C. Y diciendo esto, expiró.

Aquí todos se arrodillan, y se hace un breve silencio de adoración.

C. Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando:


S. «Realmente este hombre era un justo.»
C. Y la multitud que se había reunido para contemplar el espectáculo, al ver lo
sucedido, regresaba golpeándose el pecho. Todos sus amigos y las mujeres que lo
habían acompañado desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo
sucedido.

Palabra del Señor.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos

Jesucristo, que era de condición divina,


no consideró esta igualdad con Dios
como algo que debía guardar celosamente:
al contrario, se anonadó a sí mismo,
tomando la condición de servidor
y haciéndose semejante a los hombres.
Y presentándose con aspecto humano,
se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte
y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,
para que al nombre de Jesús,
se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:
«Jesucristo es el Señor.»
Es palabra de Dios
ENTRADA:
Celebramos hoy la Pascua del Señor, que es el fundamento de nuestra fe, el vigor de
nuestra esperanza y la fuerza de nuestro amor. El Señor ha resucitado y está presente
entre nosotros. En este día, la Iglesia celebra este misterio central de nuestra
salvación, desplegando al máximo todo su gozo y alabanza.
Nos ponemos de pie e iniciamos esta celebración cantando.
Sentados escuchamos la liturgia de la Palabra.
1° LECTURA (Hch 10, 34a. 37-43)
Pedro, testigo de la resurrección de Cristo, nos recuerda el testimonio que cimienta la fe de toda
la Iglesia.

SALMO (Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23):


Este es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él. O bien: Aleluya, aleluya, aleluya.

2 LECTURA (Col 3, 1-4) (texto)

San Pablo nos manifiesta claramente que nuestra realidad de resucitados con Cristo, ya no
nos permite vivir como antes.

SECUENCIA: De pie escuchemos este hermoso y antiquísimo himno en honor a la resurrección del
Señor.

EVANGELIO: Jn 20, 1-9. O bien: Lc 24, 1-12


Pedro y Juan, alertados por las mujeres, vieron y creyeron en lo que Jesús les había anunciado: su resurrección entre
los muertos. Cantamos el Aleluya y escuchamos el Evangelio.

ORACION DE LOS FIELES.

A cada intención respondemos: " POR CRISTO RESUCITADO, ESCÚCHANOS SEÑOR "
Por el Papa Francisco, los Obispos y los Sacerdotes, para que la luz de la Resurrección de Cristo
los fortalezca en su misión de conducir a los hombres al encuentro de la verdadera vida. Oremos.

Por nuestra patria, para que la luz del testimonio de vida de los cristianos, contribuya a transformarla
en una tierra de paz, amor y justicia. Oremos.

Por quienes padecen distintas situaciones dolorosas, para que el llamado a la vida nueva que hace
Cristo, sufriente y resucitado, los consuele y fortalezca. Oremos.

Por nuestra comunidad, que celebra con alegría la resurrección del Señor, para que tenga la
valentía de dar testimonio de personas nuevas en medio del mundo. Oremos…
OFRENDAS

El Padre espera que le presentemos, junto con este pan y este vino, el sincero
propósito de renacer verdaderamente a la vida nueva que nos trae Jesús resucitado.
COMUNION
¡Cristo ha resucitado de entre los muertos dándonos a todos la vida! Y está presente en el Santísimo
Sacramento. Nos acercamos a recibirlo cantando:

DESPEDIDA
Jesús ha resucitado, esta es nuestra fe, y el Evangelio que anunciaron los Apóstoles y que
nosotros también tenemos que testimoniar con el ejemplo de nuestras propias vidas
renovadas. Nos despedimos cantando.
ENTRADA

Celebramos hoy el sexto domingo del tiempo pascual, durante este período la liturgia pone de
relieve la presencia y acción del Espíritu Santo que es quien infunde en nosotros el amor y nos
transforma en templos vivos de Dios, trayendo paz y unión a nuestras vidas. Con esta
predisposición iniciamos la eucaristía cantando…
Sentados escuchamos la liturgia de la Palabra.
1° LECTURA(Hech 15, 1-2. 22- 29):
Pablo y Bernabé se enfrentan a sus detractores, pero por medio del diálogo llegan a
soluciones pastorales que edifican la comunidad
SALMO (Sal 66, 2-3. 5-6. 8)
¡Que los pueblos te den gracias, Señor!
2 LECTURA(Apoc 21, 10-14. 22-23):
Juan, en sus visiones, contempla la hermosura de la Iglesia, edificada sobre los apóstoles y
abierta a todas las naciones.
EVANGELIO: (Jn 14, 23-29)
Jesús anticipa a sus discípulos su regreso a la Casa del Padre, promete el envío del Espíritu y
les infunde su paz. De pie cantamos el Aleluya y escuchamos el Evangelio.
ORACION DE LOS FIELES.

A cada intención respondemos: " POR CRISTO RESUCITADO, ESCÚCHANOS SEÑOR "
Por la Iglesia y por el Papa Francisco, para que con su mensaje de amor llegue al
corazón de todos los hombres Oremos.

Por nuestra patria, para que la luz del testimonio de vida de los cristianos, contribuya a transformarla
en una tierra de paz, amor y justicia. Oremos.

Por quienes padecen distintas situaciones dolorosas, para que el llamado a la vida nueva que hace
Cristo, los consuele y fortalezca. Oremos.

Por nuestro Pueblo, especialmente por la Escuela Primaria Gral Don José de San Martín que
celebra su 100 años, para que siga educando en la solidaridad y fraternidad a nuestros niños.
Oremos…
OFRENDAS

Junto al pan y el vino, presentemos a nuestro Padre, un real compromiso de amarlo siempre
y, por sobre todo, ser fieles a su palabra.
ENTRADA
Hoy celebramos la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, la fiesta del Corpus Christi. La
presencia real de Jesucristo en el Pan y el Vino es un misterio de la vida cristiana por medio del cual la obra
salvadora de Cristo se mantiene constante en la memoria de la Iglesia y nos permite nutrirnos del amor de
Dios.
Por eso iniciamos la eucaristía cantando…

De pie escuchemos la liturgia de la Palabra.


Primera lectura (Gn 14, 18-20):
Esta lectura es una profecía, muy antigua y misteriosa, del sacramento del pan y del vino que nos reúne cada
domingo.
Salmo (Sal 109, 1-4): R: Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec.
Secuencia: Recemos el antiguo himno que alaba la presencia real de Jesucristo en cuerpo, alma y divinidad
en las especies de pan y vino.
Segunda lectura (1Cor 11, 23-26):
La eucaristía se celebra desde los primeros tiempos cristianos. San Pablo nos recuerda esta tradición que
debemos seguir y respetar.
Evangelio (Lc 9, 11b-17):
Escuchemos, en la proclamación del santo Evangelio, al mismo Jesús que en la multiplicación de los panes,
se nos manifiesta como el verdadero Pan de Vida, que sacia nuestra hambre y la de nuestros hermanos. Nos
ponemos de pie y cantamos el aleluya.
ORACION DE LOS FIELES.
A cada intención respondemos: "POR CRISTO, PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
Por la Iglesia, para que en esta festividad dé testimonio de la fe en la Eucaristía y atraiga a los alejados a esta
fuente del Amor divino.
- Por todos los sacerdotes que día a día consagran el pan y el vino, para que transmitan a todo el pueblo, el
admirable misterio de la presencia viva de Jesús. OREMOS
- Por todos los que recibimos habitualmente la Eucaristía, para que lo hagamos siempre con amor y se vean
los frutos en nuestra vida. OREMOS
- Por los niños que se preparan para tomar su primera Comunión, para que crezcan en el deseo de recibir a
Jesús y no se aparten nunca de Él.OREMOS
- Por el mundo entero, para que tome en serio la existencia de Dios y los dones que nos dejó para nuestro
bien personal y comunitario.OREMOS
OFRENDAS:Entreguemos pan y vino, como un día, al caer la tarde, entregaron al Señor panes y pescados.
Generemos así solidaridad con los pobres, abatidos y abandonados. Por eso cantamos…
COMUNIÓN:Como pueblo peregrino vayamos a fortalecer nuestras vidas comulgando con el Cuerpo del
Señor. Con alegría cantemos…
DESPEDIDA:En la Misa recibimos a Jesús en la Palabra y en la Eucaristía, al terminar, lo llevamos en el
corazón para compartir su presencia y su amor con los demás.
ENTRADA:
Hermanos, celebramos el domingo décimo sexto del tiempo durante el año, y Hoy Jesús nos
manifiesta que viene a traernos el Reino de Dios, lo único importante y ante lo cual todo lo
demás debe ceder en importancia. Nos ponemos de pie y comenzamos la misa cantando

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.

1ª. LECTURA: (Gn 18, 1-10a)


Abraham, recibe con generosidad la visita de tres personas que le confirman la promesa
hecha por Dios.
SALMO RESP.: (Sal 14, 2-5)
R. Señor, ¿quién entrará en tu Casa?

2ª. LECTURA: (Col 1, 24-28)


Pablo nos manifiesta que Cristo nos revela la riqueza de Dios en la pobreza de la cruz

EVANGELIO: (Lc 10, 38-42)


Jesús nos manifiesta el valor de la escucha de la Palabra de Dios.

De pie cantamos el aleluya y escuchamos el Evangelio.

ORACIÓN de los fieles

A cada intención respondemos: Señor, quédate en nuestro corazón.

- Por nuestros pastores, para que siempre nos acerquen la presencia de Dios a través de la
predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos. OREMOS

- Por cada uno de los bautizados, para que acrecentemos el deseo de recibir la presencia de
Dios en nuestra vida. OREMOS

- Por todos los hombres y mujeres del mundo para que abran su corazón a la revelación del
amor de Dios manifestada en Cristo Jesús. OREMOS

- Por el mundo actual, tan inquieto y preocupado por tantas cosas, para que descubra lo más
necesario de la vida: escuchar a Dios y vivir sus enseñanzas de amor. OREMOS

OFRENDAS: Si bien María eligió la mejor parte, también Marta merece ser imitada.
Preparemos con amor la mesa del Señor, llevando al altar nuestras ofrendas.

COMUNIÓN: el Señor quiere habitar en nosotros. Vayamos a recibirlo con un corazón


bien dispuesto

DESPEDIDA: el Señor nos ayude a todos para que, a pesar de todas las dificultades y todas
las preocupaciones de la vida presente, sepamos recibir a Jesús que nos visita y quiere hacernos
sus discípulos

Nos despedimos cantando...


ENTRADA.
Hermanos, celebramos el domingo vigésimo del tiempo durante el año, y hoy Jesús quiere hacer arder su
fuego en nuestro corazón y a través de nosotros llevarlo al mundo entero. Nos ponemos de pie y
comenzamos la misa cantando

Sentados escuchamos la lectura de la palabra.

1ª. LECTURA (Jer 38, 3-6. 8-10).


Este texto nos relata como el profeta Jeremías fue perseguido, acallado y maltratado a causa de mantenerse
fiel a su predicación.

SALMO RESP. (Sal 39, 2-4. 18).


R ¡Señor, ven pronto a socorrerme!

2ª. LECTURA (Heb 12, 1-4).


Esta carta nos muestra la realidad del martirio en los primeros años de la Iglesia.

EVANGELIO (Lc 12, 49-53).


Jesús se nos presenta como el que viene a instaurar el Reino, exigiendo una purificación que Él mismo se
encargará de llevar a término.
De pie cantamos el aleluya y escuchamos el Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención respondemos: Te lo pedimos, Señor.

Para que la Iglesia, bajo la guía del Papa Francisco, sea siempre fiel en su misión de iluminar el mundo con
la luz del Evangelio. Oremos.

Para que cada uno de nosotros demos testimonio de nuestra fe en los distintos ámbitos de la sociedad.
Oremos

Para que los cristianos defendamos los derechos básicos de todo ser humano y la vida sea respetada desde la
concepción hasta la muerte natural. Oremos

Para que los cristianos perseguidos en muchas partes del mundo, sean consolados y fortalecidos por tu
Espíritu y así continúen viviendo y testimoniando su fe. Oremos

OFRENDAS. Preparemos el altar de Dios con el pan y el vino y hagamos generosamente nuestra ofrenda
para el bien de la comunidad.

COMUNIÓN. Para vivir nuestra fe en medio del mundo necesitamos la fuerza que el mismo Dios nos
regala. Acerquémonos a comulgar cantando

DESPEDIDA. Al finalizar nuestra Eucaristía, volvemos a nuestros hogares, a nuestros ambientes, con el
compromiso de ser portadores del amor misericordioso del Señor

Nos despedimos cantando...

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